Pregúntale al misionero: Cómo hace para percibir el llamado de Dios

¿aló?Pregunta: ¿Cómo le ha sido posible percibir el llamado de Dios a lo largo de su trabajo misionero? — Josiah Mosley
 
Respuesta: El “llamado” a las misiones aparenta ser algo mágico para algunas personas, algo aterrador para otras, y hay quienes lo ven como una moneda de cambio. Algunos desearían haber sido llamados a las misiones, mientras que otros oran diciendo, “Señor, ¡haré lo que sea siempre y cuando no me llames a ser misionero a África!” Y existen quienes se arrodillan junto a su cama en la noche rogándole al Señor por una respuesta mientras dicen, “¡hasta iría como misionero!” Cuidado con lo que pides…
 
Mi llamado original no fue similar a nada de esto. Cursé un semestre de universidad en el extranjero y pude sentir que el Señor me decía que esta vida en el exterior era algo que él quería que yo continuara. Sin siquiera buscar, se me presentó una oportunidad de voluntariado por un año en Sudáfrica con la Iglesia del Nazareno, aparecieron fondos para cubrir los costos y sin que me diera cuenta comencé mi travesía misionera, a pesar de que hasta ese entonces ni siquiera había escuchado a Dios usar la palabra “misionero” en mi corazón. Luego de 4 años como misionera voluntaria, reconocí que el Señor definitivamente me había llamado a ser misionera a pesar de que mi esposo y yo entramos en el campo de ministerio pastoral.
 
Cómo se siente el llamado de Dios una y otra vez es difícil de definir.  Existen puertas milagrosas que se abren, victorias en el ministerio, servicios a los que uno se presenta o gente con quienes uno se cruza, o personas que se cruzan con uno y de hecho actúan como la voz de Dios, susurrando a tu corazón y diciéndote que estás donde se supone que deberías estar en ese preciso momento. Existen otros momentos en que el ministerio se hace difícil, la gente es dificultosa, los niños se enferman, los transformadores eléctricos se queman y uno se pregunta, “¡¿En serio, Dios?! ¿Por ésto me llamaste a dejar mi vida cómoda y el resto de mis familiares?”Dios llamando_teléfono
 

A veces la confirmación de Dios llega mediante un pedido por parte de nuestro líder. Estábamos trabajando en Suazilandia cuando nuestro Director Regional, el Dr. Filimao Chambo, nos envió un correo electrónico a mí y a mi esposo pidiéndonos que viniéramos a Madagascar. Me llené de miedo inmediatamente, ya que no sabía absolutamente NADA acerca de Madagascar. Sabía que la iglesia había trabajado en el país, pero yo no tenía conocimiento alguno acerca del mismo. Jamás había visto fotos, nunca había oído historias, nada. Tan rápidamente como el miedo recorrió mi cuerpo, algo más se apoderó de mí y a pesar de todo me llenó de calma. Nos tomó algunas semanas determinar que definitivamente deberíamos dejar Suazilandia y dirigirnos rumbo a Madagascar, ya que queríamos hacerlo por los motivos correctos. La confianza y seguridad que nuestro líder puso en nosotros fue la confirmación que necesitamos en esta situación.

 
También hay momentos en que estoy en un servicio de iglesia, en una estructura hecha de ramas y chapas, sin un techo apropiado, sin electricidad, en una congregación que consiste en un 80% de niños cantando tan alto como les es posible mientras que alguien toca un tambor y allí entiendo que éste es el lugar donde Dios me quiere. Una de estas ocasiones se dio este domingo pasado. En estos momentos tenemos un grupo de Trabajo y Testimonio que nos está visitando, y mientras Ronald (mi esposo) se preparaba para predicar, le pidió a uno de los miembros, de 78 años de edad, que cantara como solista. El hombre comenzó a cantar “Cuán grande es Él.” Los compañeros de equipo se unieron cantando en inglés mientras que nuestra congregación malagache se unió en su idioma, todos cantando en una forma que parecería un completo desorden, pero todo es gloria para los oídos de Dios en el cielo. Existe un momento mientras estas cosas ocurren en el cual se me herizan los cabellos de los brazos y puedo sentir fuertemente la presencia del Señor, y sé que estoy exáctamente donde Él nos quiere.
Cada persona es diferente. Algunos sienten el llamado cuando son niños y el Señor les vuelve a susurrar una y otra vez, hasta su adultez. Otros entran en el campo misionero con miedo y dudas, y otros lo hacen porque es lo que han conocido toda su vida. Hay quienes tienen un momento en que ven “la escritura sobre la pared,” mediante la cual Dios les detalla su futuro, y hay otros (como yo misma) que escuchan el susurrar de Dios a través de diferentes eventos durante el correr de sus vidas. Sin importar la manera en que Dios te da el llamado, él será fiel en reafirmar ese llamado a través de tu ministerio, de modo que puedas continuar en su voluntad, siguiendo su dirección en tu vida.
 
Hablemos acerca de ésto
  • ¿Cómo definirías un “llamado” de Dios?
  • ¿Existen diferentes tipos de llamados?
  • ¿Crees que una persona debe tener un “llamado” para convertirse en pastor o misionero, o para otras ocupaciones ministeriales?
  • ¿Cuáles son las diferentes maneras en que Shelly dice que uno puede recibir un “llamado”?
  • ¿En qué manera es que todos los creyentes son “llamados”?
  • ¿Alguna vez te ha llamado Dios a hacer algo? Si es así, ¿cómo ocurrió? ¿Le obedeciste?
  • ¿Cómo responderás al llamado de Dios?

Escrito por Shelley Miller y publicado en Engage Magazine el 23 de julio de 2013

– Rachelle (Shelly) Miller está casada con Ronald, y es madre de Abigail, 6 (en la foto de arriba, centro de la fila de arriba), Malachi, 5 (a la derecha, fila de arriba), y Elijah, de 10 meses. Shelly y Ronald han sido misioneros en asignación especializada dentro de la Región de África desde principios de 2010 y han servido tanto en Suazilandia como actualmente en Madagascar, donde son los coordinadores de misiones para el país.  Además supervisan el Centro para niños en situación de calle de Madagascar y el Ministerio Nazareno de Compasión, el crecimiento, liderazgo y entrenamiento de las iglesias, así como el patrocinio de niños, entre otras cosas. Ellos aman el lugar en que Dios los ha puesto y aman a la gente y el ministerio de Madagascar.

2 respuestas a “Pregúntale al misionero: Cómo hace para percibir el llamado de Dios

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