Cómo cuidar de un hámster sirio, el más común en los hogares españoles, para que viva sano y feliz

Un ejemplar de hámster común en una foto de archivo.
Un ejemplar de hámster común en una foto de archivo.
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Un ejemplar de hámster común en una foto de archivo.

Entre los roedores que solemos tener en casa como mascota los hámsteres son los más populares entre los españoles y, en concreto, el que más acompaña a los niños en sus hogares es el hámster sirio, también conocido como hámster común. Sin embargo, a pesar de ser el animal de compañía más elegido para los más pequeños, se trata de un animal solitario y nocturno cuyo espacio y horas de sueño debemos respetar.

"En la naturaleza los hámster se juntan únicamente en época de celo. Por ello, deben vivir solos y la mejor compañía para ellos somos nosotros mismos y un alojamiento lleno de posibilidades y diversión", expresan desde la Asociación Protectora de Pequeños Animales (APPA) La Madriguera. 

Estos roedores tienen una vida de entre dos y tres años de media, alcanzando su madurez sexual durante la cuarta y la quinta semana de vida. "Son animales nocturnos a los que no les gusta que se les despierte y ello suele conducir únicamente a que se estresen y se enfaden", añaden desde la asociación.

A pesar de que en muchas ocasiones son recomendados como el animal de compañía perfecto para los niños, desde La Madriguera aseguran que "éstos deben ser supervisados cuando estén con el animal y hay que enseñarles a respetarlos, que no hagan ruido y que tengan cuidado cuando lo cojan". "Los hámsteres se deleitan con sus momentos de soledad y la tranquilidad. Si se los atosiga pueden enfermar, volverse apáticos, volverse irascibles o incluso mermar su esperanza de vida.", aseguran.

Cómo debe ser su casa

El espacio ideal para que un hámster sirio viva feliz "debe ser como mínimo de 85 x 45 centímetros en un piso y otro piso más de superficie al menos un tercio de las medidas mencionadas", aunque cuanto más espacio tenga el animal, más se ejercitará y tendrá mejor calidad de vida. 

"Colocaremos la jaula en un lugar con buena ventilación, sin corrientes de aire, donde no le de la luz del sol directa y que sea una estancia tranquila", explican desde la web de La Madriguera. "Además, una apertura lateral es muy útil para socializar con el animal sin que se sienta amenazado".

Para mantener la jaula en buenas condiciones "hay que limpiarla completamente una vez al mes pero hay que ir haciendo pequeñas limpiezas durante la semana". "Lo mejor es usar agua caliente y un jabón neutro para la limpieza total", añaden.

El enriquecimiento ambiental es importante: podemos ponerle ramas de árboles frutales, troncos, cuevas...

En cuanto a los elementos imprescindibles para el hámster, debemos proporcionar materiales para que hagan un nido, los cuales pueden ser de papel higiénico o de cocina, heno y el propio lecho de la jaula. "Jamás debemos darle algodón o tela, ya que pueden ocasionar asfixia al ser ingeridos o que las fibras sueltas se enreden en las extremidades con el consiguiente peligro", advierten los expertos de la asociación de pequeños animales.

"El lecho aconsejado para ellos es el sustrato de maíz sin ningún tipo de olor, aunque también podemos usar como complemento heno", detallan. "Y nunca usaremos arena de gato o viruta suelta de madera".

La jaula también debe contar con comederos, un biberón de bola, una rueda con un diámetro mayor a la longitud del hámster (al menos un par de centímetros) y lisa (no de barrotes), así como otros juguetes. "El enriquecimiento ambiental aquí es importante, podemos ponerles ramas de árboles frutales, troncos, puentes, cuevas improvisadas, cartón del papel higiénico...", enumeran desde La Madriguera.

Cómo alimentar a un hámster sirio

Desde la asociación advierten que "la obesidad es una patología muy frecuente en hámsteres" y su causa suele ser "una dieta inadecuada". "Dado que la obesidad puede tener consecuencias muy graves en la salud del hámster, es muy importante que prestemos gran atención a la alimentación de estos animales y nos esforcemos por adecuar la ingesta de alimento a la actividad del animal", insisten.

"Los animales que realicen menos ejercicio físico deberán ingerir menor cantidad de calorías", afirman. "Pueden comer una gran variedad de semillas, frutas y verduras, pero su dieta también debe incluir una proporción de proteína animal, ya que son animales omnívoros".

A grandes rasgos, la dieta del hámster "debe repartirse en tres partes: "un 50 por ciento de pienso de gama alta o preparado casero (con un 16 por ciento de proteína que se puede complementar si es necesario con queso fresco o pavo); un 45 por ciento de verduras y un 5 por ciento de frutas bajas en calorías", detallan desde La Madriguera.

"Están prohibidas las judías, el ruibarbo, el puerro, las cebollas, los ajos, el apio, el perejil, las legumbres y las patatas; así como frutas azucaradas tales como el plátano, las uvas, el aguacate o los higos, entre otros", afirman los expertos en estos animales.

Además, a la hora de introducir frutas y verduras en la dieta de nuestros hámsteres debemos ser especialmente cuidadosos y siempre lo haremos según la Regla de los tres días, es decir, una por una y esperando tres días para asegurarnos de que no le produce ningún problema digestivo.

Los hámsteres son animales omnívoros cuya dieta debe incluir una proporción de proteína animal

Enfermedades y cuidados

Muchas enfermedades que afectan a los hámsteres están causadas por una mala alimentación, exceso de humedad, temperaturas inadecuadas, caídas o mordiscos, falta de higiene o ejercicio, estrés, etc. Es decir, un montón de patologías que se pueden evitar.

"Un hámster cuidado adecuadamente y alimentado de una manera equilibrada puede tener una esperanza de vida bastante superior a la media", explican desde la asociación. "Y, por supuesto, si nuestro hámster tiene algún problema de salud se le debe llevar cuanto antes a un veterinario especialista en animales exóticos".

Cuando el animal esté despierto tendremos que hacerle un pequeño control para ver que no hay ningún síntoma que nos pueda preocupar. "Hay que realizar una revisión física periódica: ojos sin legañas, orejas limpias, nariz sin moquetes, dientes sin sobrecrecimiento y un pelaje brillante y la piel sin rojeces", explican desde La Madriguera. "También debemos comprobar que esté activo, coma y beba y haga sus deposiciones correctamente".

"Cuando nuestro hámster se hace mayor puede empezar a perder los dientes, en cuyo caso deberemos alimentarlo con papilla especial para ellos. Además, se vuelven torpes y no es conveniente que tengan acceso a jaulas con más un piso para evitar caídas fatales", concluyen.

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