Barcelona es una de las ciudades de España que más turistas recibe a lo largo del año. Lugares tan emblemáticos como la Sagrada Familia, el Park Güell, la Casa Batlló, la Pedrera, la Catedral, el Museu Nacional d'Art de Catalunya, el Palau de la Música Catalana o el Ayuntamiento son algunos de los sitios con más visitantes de la capital de Cataluña. Además, su enorme oferta de planes de ocio y cultura hacen de ir por sus calles toda una experiencia.
Sin embargo, más allá de la ciudad de Barcelona, su provincia tiene muchos otros pueblos y municipios que suscitan interés entre el resto de españoles y ciudadanos de la misma. Aparte del Ayuntamiento de la capital, hay otros consistorios de increíble belleza y encanto.
Ayuntamiento de Castellar de Vallès
El consistorio municipal de Castellar de Vallès no tuvo un edificio en el que reunirse hasta mediados del siglo XIX que las autoridades se empezaron a reunir en una habitación dentro de la propiedad privada de Isidre Torres, quien alquilaba la estancia. En 1900, se consiguió un edificio propio en la calle Mayor y fue cedido para su uso público.
Después de la guerra Civil, se llevaron a cabo remodelaciones en su interior y el ayuntamiento se trasladó al Palau Tolrà, donde está actualmente. Esta obra arquitectónica del siglo XIX y estilo ecléctico cuenta con enormes fachadas de decoración neoclásica y motivos florales que, junto al jardín con manantial que está enfrente del mismo, hacen que sea una de las construcciones públicas más bonitas de la provincia de Barcelona.
Ayuntamiento de Sant Sadurni d'Osormort
Este municipio catalán de la comarca de Osona y la zona de Sierra de Guilleras se sitúa en el valle de la riera Major y tiene 89 habitantes, según los últimos datos publicados por el Instituto nacional de Estadística (INE). A pesar de su escasa población, Sant Sadurni d'Osormort tiene un consistorio que destaca por su ubicación, ya que está entre montañas y con vistas al entorno rural y natural barcelonés.
Ayuntamiento de Tarrassa
Este edificio de estilo neogótico se encuentra en el Raval de Montserrat. Sus arcos apuntados, ventanas, pináculos y relieves con motivos vegetales hacen de esta Casa Consistorial toda una obra arquitectónica. Además, cabe destacar que el material con el que se construyó su fachada es piedra arenisca procedente de la cantera de Montjuïc.
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