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FLORA MONTIBERICA Publicación periódica especializada en trabajos sobre la flora del Sistema Ibérico Vol. 54 Valencia, V-2013 FLORA MONTIBERICA Volumen 54 Gonzalo Mateo Sanz, ed. Valencia, mayo de 2013 (Distribución electrónica el 10 de mayo de 2013) FLORA MONTIBERICA Publicación independiente sobre temas relacionados con la flora y la vegetación (plantas vasculares) de la Península Ibérica, especialmente de la Cordillera Ibérica y tierras vecinas. Fundada en diciembre de 1995, se publican tres volúmenes al año con una periodicidad cuatrimestral. Editor y redactor general: Gonzalo Mateo Sanz. Jardín Botánico. Universidad de Valencia. C/ Quart, 80. E-46008 Valencia. Redactor adjunto: Javier Fabado Alós. Redactor página web y editor adjunto: José Luis Benito Alonso, Jaca. Edición en Internet: www.floramontiberica.org, donde están las normas de publicación. Flora Montiberica.org es la primera revista de botánica en español que ofrece de forma gratuita todos sus contenidos a través de la red. Consejo editorial: Antoni Aguilella Palasí (Universidad de Valencia) Juan A. Alejandre Sáenz (Herbarium Alejandre, Vitoria) Vicente J. Arán Redó (Consejo Superior de Investigaciones Científicas, Madrid) Manuel Benito Crespo Villalba (Universidad de Alicante) José María de Jaime Lorén (Universidad Cardenal Herrera−CEU, Moncada) Emilio Laguna Lumbreras (Departamento de Medio Ambiente. Gobierno de la Comunidad Valenciana) Editan: Flora Montiberica (Valencia) y Jolube Consultor y Editor Botánico (Jaca) ISSN papel: 1138-5952 – ISSN edición internet: 1988-799X Depósito Legal: V-5097-1995 – Impreso en España por Publidisa Los contenidos de Flora Montiberica están indexados en: FSC (Forest Stewardship Council). La fibra virgen utilizada en el papel procede de bosques gestionados de forma sostenible. ECF (Elemental Chlorine Free). El papel ha sido blanqueado sin utilizar cloro elemental (líquido). Portada: Gentiana acaulis L., procedente del macizo del Castro Valnera (Burgos). Véase pág. 33 de este número. Flora Montiberica 54: 3-10 (10-V-2013). ISSN: 1998-799X MEDIA DOCENA DE CARTAS DE ROMUALDO GONZÁLEZ FRAGOSO A FRANCISCO BELTRÁN BIGORRA (1913-14) José María de JAIME LORÉN1, María SEGARRA QUEROL1, José María de JAIME RUIZ2, Eva BLASCO JULVE2 1 Universidad CEU Cardenal Herrera (Edif. Seminario, s/n. 46113 Moncada, Valencia) 2 Centro de Estudios del Jiloca. C/ Castellana, 39. 44200-Calamocha (Teruel) RESUMEN: Estudio de seis cartas de Romualdo González Fragoso a Francisco Beltrán Bigorra, con noticias de los estudios biológicos que ambos realizaban los años 1913 y 1914, así como sobre las peculiares relaciones científicas que mantenían con otros naturalistas españoles (C. Pau, B. Lázaro, C. Vicioso, I. Bolívar, etc.) y extranjeros (Hariot, Fischer, Traverso, Poirault, etc.). Palabras clave: Romualdo Fernández Fragoso, Francisco Beltrán Bigorra, Briología, Uredales, Sierra de Guadarrama. ABSTRACT: Six letters ff Romualdo Gonzalez Fragoso to Francisco Beltrán Bigorra (1913-14). Study of six Romualdo Gonzalez Fragoso’s letters to Francisco Beltrán Bigorra, with news of the biological studies that both realized during the years 1913 and 1914, as well as about the peculiar scientific relations they were supporting with other Spanish naturalist (C. Pau, B. Lázaro, C. Vicioso, I. Bolívar, etc.) and foreigners (Hariot, Fischer, Traverso, Poirault, etc.). Key words: Romualdo Fernández Fragoso, Francisco Beltrán Bigorra, Briology, Uredals, Guadarrama Mountains. de Barcelona, cartas que son resultado del trato que mantuvo a lo largo de su dilatada vida científica con naturalistas de todo el mundo. Entre ellos, también los botánicos que hoy nos ocupan: Beltrán Bigorra y González Fragoso, de los que Pau guardó 58 y 31 cartas respectivamente. Conocido ya para nosotros el naturalista de Nules (JAIME LORÉN & al, 2012), trataremos ahora de aproximarnos un poco a su corresponsal. INTRODUCCIÓN Entre los recuerdos que guarda la familia del catedrático y biólogo valenciano Francisco Beltrán Bigorra, se encuentran una serie de cartas que le envió el médico y naturalista sevillano Romualdo González Fragoso en los años 1913 y 1914, que vamos a comentar en nuestro artículo. Sabida es la importancia que tiene la correspondencia entre los naturalistas y entre los científicos en general, pues a menudo sirve para realizar consultas o resolver cuestiones. Un buen ejemplo de esto lo ofrece el conjunto de 3.670 cartas que conservó el farmacéutico y botánico de Segorbe (Castellón) Carlos Pau Español, que obran hoy en el Jardín Botánico Romualdo Fernández Fragoso Nacido en Sevilla en 1862, Romualdo Fernández Fragoso se licenció en Medicina en 1882 y marchó a París para especializarse en pediatría, pero allí asiste también al Museo y Escuela de altos es- 3 Media docena de cartas de Romualdo González Fragoso a Francisco Beltrán (1913-14) tudios donde empieza también a interesarse por la botánica. De regreso a Madrid realiza el doctorado, pero se muestra ya claramente inclinado hacia asuntos naturalísticos, ingresando enseguida en el Museo de Ciencias Naturales como conservador de las colecciones del Pacífico. Pero pronto se suprime el cargo que tenía en el Museo y debe volver a Sevilla para ejercer la medicina. En 1911 su vida experimenta un cambio importante al ser becado por la Junta para Ampliación de Estudios e Investigaciones Científicas, al objeto de realizar estudios botánicos en varios países europeos, circunstancia que aprovecha para relacionarse con importantes naturalistas del continente. De regreso a Madrid, a partir de entonces se dedicará intensa y exclusivamente al estudio de los hongos. Del centenar de publicaciones de González Fragoso, vemos que casi todas están dedicadas al género Fungi; menos de una veintena son anteriores a 1912, y muy pocas de éstas sobre micología. Sus estudios micológicos abarcan toda la Península y se extienden por el norte de África y la República Dominicana, descubriendo 13 géneros y 550 especies nuevas. Los resultados de estas investigaciones se publican en revistas especializadas españolas y extranjeras: Anales de la Sociedad Española de Historia Natural, Trabajos del Museo de Ciencias Naturales, Revista de la Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales, Cavanillesia, Brotéria, Bulletin de la Société Mycologique de Francia, etc. Por mandato de la Junta para Ampliación de Estudios e Investigaciones Científicas, se encargó en 1915 de la creación del herbario de criptógamas del Museo Nacional de Ciencias Naturales. Romualdo González Fragoso falleció en Madrid en 1928l. Ese mismo año se trasladaba el herbario al Jardín Botánico de Madrid. Contaba entonces con más de 8.500 especies distintas. Este célebre micólogo formó parte de numerosas sociedades científicas españolas y extranjeras, como la Asociación para el Progreso de las ciencias, la Sociedad Española de Antropología, la Sociedad Española de Historia Natural de la que fue presidente en 1920 y Socio Honorario desde 1921, la Sociedad Catalana de Ciencias Naturales de Barcelona, la Sociedad Micológica de Francia, la Sociedad Linneana de Lyón, etc. Las cartas a Francisco Beltrán Conserva la familia de Francisco Beltrán Bigorra seis cartas recibidas de Romualdo González Fragoso, todas ellas es-critas con bella caligrafía fácil de leer. A continuación pasamos a extractar y comentarlas siguiendo para ello orden cronológico, indicando en cada caso el lugar desde donde se escriben, la fecha, número y tamaño de las hojas escritas (h.). Son las siguientes: 1. Cercedilla (Madrid), 30 de agosto de 1913 (4 h., 4º): Dirige la carta Fragoso a Gálvez (Toledo), donde debía encontrarse Beltrán herborizando. Le comenta la precipitada salida de Carlos Vicioso de la Estación Alpina de Navacerrada, desde finales de julio estaban allí García Ramis, Ascarza, Benedicto y Cabrera. Este último estaba acompañado de su familia, y sus hijos habían contraído la escarlatina o un principio de meningitis, no estaba claro, y a su vez contagiaron a los de Dantín. Con este panorama Fragoso decidió hospedarse en Cercedilla para evitar contagios. Comenta también que ha recibido de Ignacio Bolívar unos encargos para Vicioso que no le ha podido trasmitir. Zulueta se interesaba por carta sobre la fecha de la “fuga” de Vicioso. Sobre cuestiones botánicas, agradece a Beltrán sus excursiones por esa sierra “sólo fructíferas para mí”, y las que prepara por otras zonas de Toledo y Galicia. 2. Sevilla, 6 de octubre de 1913 (4 h., 4º): Aguarda con interés noticias de las 4 Flora Montiberica 54: 3-10 (10-V-2013). ISSN: 1998-799X J.M. DE JAIME LORÉN & al. excursiones que Beltrán (que se hallaba ya en Madrid) había hecho por Toledo y Galicia, pues él apenas ha salido “un par de días, más por respirar aire del campo que por recolectar”. Sin embargo ha encontrado el Uromyces glycyrhizae en la G. glabra, de la que le adjunta un ejemplar. Se halla muy atareado estudiando las muestras recogidas en la Estación Alpina, pues las Uredíneas le “están dando muchas sorpresas, unas agradables y otras desagradables”. Por ejemplo la muestra de Uromyces sobre Rumex no “es Uromyces sino una verdadera Puccinia, con uredosporas pediceladas cuando jóvenes”. Sin embargo los Pirenomicetos no ofrecen novedades, “contra la opinión de Lázaro”, pues su sistemática “acaso por artificial es fácil, vencidas las primeras dificultades, mientras que la de las Uredíneas, más biológica que morfológica, es vaga y expuesta a equivocaciones”. De Vicioso ha recibido una Uredínea y un Esferogíndeo, especies muy bonitas y nuevas para España. Si va a Poveda, aconseja a Beltrán que busque el Uromyces en las inmediaciones de la Estación Alpina, y espera ver algunas de sus muestras. Sobre la laboriosidad de Fragoso sirvan estas palabras: “Me estoy matando a trabajar, pues quiero esté el trabajo a conciencia. Además estoy haciendo los dibujos, que, aunque malos, resultan exactos”. 3. Sevilla, 6 de marzo de 1914 (4 h., 8º): Beltrán se encuentra en Madrid metido en ya sus oposiciones a la cátedra, y le desea éxito en las mismas para acceder a la plaza de Valencia. Le cuenta sus trabajos sobre una nueva forma de Centaurea, “tan curiosa que merecería ser especie, si Hariot no me aconsejara en Uredíneas quedarme corto. Es el polo opuesto de la Puccinia beltrani”, cuyas diferencias compara. “Tengo prisa por darla, con otras que son nuevas para la flora española”. Al parecer Beltrán se mostraba prudente con la posible novedad de cierta Centaurea que le había mostrado, pero le recuerda que “En el sitio donde la he cogido la cita Pau, que ha herborizado aquí, y fuera de esta especie, yo que le conozco palmo a palmo, no vi nunca más que ésta, la Calcitrapa y algún Microlonchus”. De todas formas le mandará varios pies que tiene secando. Le falta tiempo y le sobran “algunos miles de especies de Ascomicetos y Deuteromicetos españoles sin que pueda pensar en agotarlos. Especies nuevas muchas, hasta para regalarlas, como es lógico en una flora virgen de micólogos, pero aún así me satisface más, por lo difícil, cualquier novedad de Uredales. Hariot no puede con todo lo que le envío aún ayudándole Patouillard, y ha tenido que mandar algo a Seccardo, y yo he tenido que recurrir también a Fischer y a Traverso”, y le sugiere a Beltrán que se ponga “también manos a la obra”. Todavía en los ratos de descanso Fragoso ha tenido tiempo para arreglar el Herbario de Uredales de la sierra de Guadarrama, y está comenzando otro de los Pirineos. Concluye con un Uromyces de Pau “que marea a todo el mundo que lo ha visto”, y le pide su opinión por estar relacionado con otra forma crítica. Por último indica que Caballero le envió un Ecidio hasta entonces sólo citado en Argelia, por tanto nuevo para España. 4. Estación Alpina (Cercedilla, Madrid), 3 de julio de 1914 (4 h., 4º): Inquieto se hallaba Fragoso por la tardanza en recibir carta de Beltrán (sin indicar dónde estaba por entonces), y más cuando se enteró de “la chillería de Lázaro, y que con el índice rígido y amenazador le prohibió me mandara uredinales”. Sin embargo, aprobada la oposición y catedrático en Valencia, con la independencia conseguida “hará Vd. del índice, rígido como una palmeta de dómine, el mismo caso que hago yo”. Considera incompletos los trabajos que está haciendo sobre los Uredales del Guadarrama al faltar experiencias que los corroboren, pues en España, “a pesar de lo que dice 5 Flora Montiberica 54: 3-10 (10-V-2013). ISSN: 1998-799X Media docena de cartas de Romualdo González Fragoso a Francisco Beltrán (1913-14) Lázaro, [no] hay quien los haga y tengo a Fischer por fiador pero no hay donde hacer la experimentación”. El tiempo resulta en la sierra frío y lluvioso, y sólo tiene en la Estación la compañía de Arias. Recuerda con agrado el pasado año que estuvieron juntos. Ninguna muestra le ha dejado en Madrid Cogolludo, “discípulo entusiasta de Lázaro […] por más que me basta ver que por los uredos de la Centaurea pullata de Algeciras, da la determinación de Pucc. verruca Thiim., que no los tiene, pues es una Micropuccinia, para comprender que en su nota sólo hay una cosa exacta: una envidia mísera y despreciable, de la que no vale la pena ocuparse, pues en los disparates que inspira está el mayor castigo”. Celebra que prosiga estudiando los uredinales, y aventura que habrá encontrado las especias: “Pucc. calcitrapae, Uromyces anthyllidis (en Anthyllis o Phys. tetraphylla), Uredo imperatae (si encuentra probóscides probablemente especie nueva), en Teucrium capitanum la Pucc. majoricensis (le ruego ejemplares de ésta en la que tengo interés […], en Rumex y Avena pueden ser muchas cosas, Pucc. cichorii (en C. intybus, está citada en Sevilla); en Ononis, Urom. ononidis; en Trif. repens, Urom. trif. repentis; en Agrimonia, Pucciniastrum agrimoniae”. Espera en breve ejemplares de todo en la confianza de “que nada publicaré de ellos, pues no quiero cargue Vd. con nada del odio que he merecido al ilustre Lázaro. En cuando a ser su maestro no puedo serlo en nada, pero mi experiencia y los consejos que me han dado, en cinco años, en los que Dios sabe lo que he trabajado, si pueden serle útiles lo serán con la sola condición de que jamás lo diga, para evitar que Lázaro lo incluya en su excomunión”. De las muestras anteriores que le envió Beltrán, considera que “Silene inflata corresponde al Urom. behenis y también casi con seguridad las teleutosporas que encontró, pues esta especie tiene I, III. La Pucc. silenes es casi seguro no existe en la Silene inflata, donde sin embargo se cita un Uredo cucubali, que bien pudiera pertenecer a la T. silenes [...] el microscopio lo dirá a escape”. Espera conseguir sobre 200 especies antes de pasar a la provincia de Sevilla, que tiene también un número importante de especies. “En Uredales ya tiene que correr Lázaro para encontrar siquiera la mitad de lo que tengo en cartera, y eso que he de procurar no hacer especies nuevas, sino al contrario unir la mayoría de lo que tengo a las antiguas”. Con todo, espera a primeros de año haber triplicado el número de Uredales de España. “Del resto no hablo pues hablar de los hongos de Lázaro es hablar de la nada, no merece la pena ocuparse de ellos”. 5. Estación Alpina (Cercedilla, Madrid), 12 de julio de 1914 (6 h., 4º): Celebra el tono alegre de las cartas que recibe de Beltrán que está en Nules. Le remite el segundo envío con muestras de Guadarrama y pronto mandará el tercero (Deuterom.) que ya ha corregido y del que está muy satisfecho. Ha recogido abundantes hongos “que se nos escaparon el año anterior. Entre ellos rogándole reserva hasta su publicación, y sólo para que Vd. fije en ellos su atención es Ustil. muscari, Ust. bromivosa, Urom. scillarum, Pucc. crucianellae abundantísima, especie rara sin embargo. Pucc. acaso nuevas sobre Nardurus y Cynosurus, Pucc. andryalae, esta nueva, pero está descubierta casi al mismo tiempo que por mí (la encontré ya en la provincia de Sevilla), por mis buenos amigos Hariot (en Argelia) y Poirault (en Francia), y así como Hariot cede a este último la prioridad, yo también espero que Poirault la publique”. Tiene dudas con algunas pero considera cierta Pucc. variabilis. Tal como le había indicado en la carta anterior, espera triplicar el número de uredales españoles conocidos, llegando a los 300 para 1916 con motivo del Congreso de la Asociación para el Progreso de las Ciencias de Sevilla. Para 6 Flora Montiberica 54: 3-10 (10-V-2013). ISSN: 1998-799X J.M. DE JAIME LORÉN & al. alcanzar esta cifra cuenta con publicar los de Madrid, Sevilla y Cataluña, incluidos los de Lázaro excepto “cuando las equivocaciones sean patentes”, y cuenta también “con que Vd. recogerá más cada día”. El posible trabajo a publicar pudiera ser incluso descriptivo, pues “las descripciones las tengo todas hechas”, y cuenta con su colaboración, tal como ya ha comunicado a Ignacio Bolívar, aunque falta el trabajo preliminar. Espera que Beltrán no tenga problemas en el estudio de las muestras que está recogiendo. Duda sobre “La Pucc. sobre Thrincia hispida y hirta que yo tengo, y aún de diversas localidades, me parecen en un todo Pucc. leontodontis. ¿Es que acaso T. hirta y T. hispida son sinónimos de los Leontodon del mismo nombre?”, pues la única obra de referencia es la de Lázaro de la que se fía poco. Hasta Italia han trascendido “Las tonterías de Lázaro”, según se lamentaba por carta Traverso a Fragoso, quien traducía: “Y pensar sería tan útil un buen acuerdo entre los pocos micólogos españoles”. Recomienda a Beltrán que para infecciones revise su artículo de “Los Uredináceos” publicado por la Junta para Ampliación de Estudios, y queda “a su disposición para cualquier detalle de los que no aparecen en los libros”. Recuerda que las infecciones hay que hacerlas de un año para otro, y que la tarea es laboriosa, pues las teleutosporas sólo germinan en la primavera siguiente, por lo que hay que tener en cuenta si son o no leptoformes. Hay que conservar en el invierno las teleutosporas mientras se preparan pies jóvenes de las plantas que quieren infectarse conservadas en una estufa para evitar otras infecciones. Al efecto le propone conservar P. graminis en invierno de Triticum y de Secale, preparar pies jóvenes para la primavera de Berberis de todas especies pero sobre todo de B. hispanica y de Mahonia aquilegif. Deben criarse aislados en estufa que impidan infecciones extemporáneas, y realizar contraprue- bas con Acidios. En la primavera siguiente se puede ya hacer el ensayo y su publicación, “y verá el Sr. Lázaro hay en España quien se ocupe de infecciones artificiales aún cuando no sea él que ha tenido veinte años delante para facilitarlos”. Con los recuerdos de su esposa Consuelo, de Cándido Bolívar y del Sr. Arias, quien desea escribir a Moroder para tener noticias de su paradero. 6. Sevilla, 30 de noviembre de 1914 (4 h., 4º): Agradece la carta de Beltrán que se hallaba entonces muy ocupado en Valencia ya como catedrático. Considera que si el Uromyces que ha encontrado sobre Medicago es distinto de U. striatus que suele ser bastante polimorfo, seguramente será especie nueva, pues U. medicaginis-orbicularis C. Mass. “es sólo una especie biológica o una forma especial, como Vd. quiera llamarla, no obstante su variabilidad, muy clara”. Le adjunta un ejemplar para comparar sobre Medicago orbicularis, pues el obtenido sobre M. sativa suele mezclarse con Pseudopeyiya que altera el aspecto. Le da instrucciones para observar los soros caulícolas con las teleutosporas bien caracterizadas, que debe examinar en seco y con diversas tinciones. Modestamente le indica estas cosas pues “Como a mí nadie me decía nada, y me ha costado trabajo y decepciones aprender estos pequeños detalles, se los digo por lo mismo”. Le alegra que Beltrán siga con las infecciones artificiales, “pues estoy avergonzado no se hagan en España”, y más cuando Fragoso se siente ya al final de su carrera científica. Con elegancia insiste “que tanto en esto como en la sistemática estoy por completo a sus órdenes, y que lo único que deseo es el adelanto de estos estudios, eso que ni aún se miente ni nombre, que por razón natural ha de tardar poco en desaparecer, y nadie ha de heredar. Dejo esas vanidades y privilegios de invención y de explotación para otros más ambiciosos, más vanos o más tontos”. Le remite un ejem- 7 Flora Montiberica 54: 3-10 (10-V-2013). ISSN: 1998-799X Media docena de cartas de Romualdo González Fragoso a Francisco Beltrán (1913-14) plar de Deuterom. de Guadarrama, se están imprimiendo sus Adiciones por la Junta de Ampliación de Estudios y le enviará un ejemplar al Jardín Botánico o al Laboratorio de Botánica de Valencia. A pesar del “muchísimo trabajo pendiente” que tiene, espera con interés “sus pinenomicetos y los de Pau”, pero los espera “en alguna cantidad, pues algunas veces me los remiten tan escasos, que después de estudiados no me quedan ejemplares”. En general, el trato entre Fragoso y Beltrán es de buena amistad, “Mi querido amigo”, suele ser la fórmula de inicio de las cartas, hay saludos protocolarios de Consuelo, esposa del primero, permanente espera noticias de las excursiones de Beltrán, etc. No duda Fragoso en prodigarle consejos técnicos para el estudio de los hongos, y eso que mientras dura la correspondencia éste ha accedido ya a la cátedra. En cierto modo, parece considerarlo su continuador en el estudio de la briología española, o al menos ese hubiera sido el deseo del micólogo sevillano. Desinhibido, no duda en prodigar los peores comentarios contra Blas Lázaro Ibiza, como ya hemos visto, mientras aprecia de forma notable los trabajos de Carlos Pau. Una vez más nos encontramos con los dos grandes frentes de la botánica española: la académica y la extraacadémica. Pero Beltrán ha accedido ya al primer grupo, y pronto veremos que abandona de forma notoria los estudios botánicos. Ya es bastante significativo que las cartas que se cruzan Fragoso y Beltrán, arrancan cuando éste prepara sus oposiciones a la cátedra y terminan, prácticamente, cuando la ha conseguido. Una vez más se confirma aquella aseveración de Federico Moroder a Pau hablando de Beltrán: “si le dan la plaza verá Vd. como no nos equivocamos y se dedicará al dolce far niente” (MATEO, 1996). Poco después remacha su opinión contando “que empezó con Casares el estudio de los musgos y enseguida dominó y agotó el asunto, según él sin conseguir la celebridad que deseaba. Vio luego trabajar a Fragoso con los hongos y en cuatro lecciones dominó el asunto, y hoy no piensa en otra cosa más que en las puccineas […]. Me temo que ya no consultará ninguna planta […] y preferirá decir que ya las estudiará detenidamente, que rebajarse todo un catedrático de Universidad a pedir su opinión a un botánico de pueblo que va vestido de pana”. Finalmente des-taca con dolor de Beltrán “el desprecio con el que, según ha observado, se refiere a sus maestros y mentores” (MATEO, 1996). Palabras muy duras que escribe Moroder a Pau en febrero y junio de 1914, el año que Beltrán aprobó las oposiciones. Sería necesario confirmar sobre todo esta última de sus aseveraciones. Una felicitación familiar Entre las epístolas que guardaba Beltrán, figura también una sencilla carta de felicitación que le dirige a Madrid su familia desde Nules el 3 de octubre de 1912. Es con motivo de su santo y la firman sus abuelos Francisco Bigorra, Rosa Gimeno, sus tía y primas Mª Rosa, Carmen y Consuelo Bigorra, y Carmen Canós. Se trata de una cuartilla con orla negra por algún luto familiar. BIBLIOGRAFÍA CATALÁ, J.I. (2000) Los cultivadores de la Historia Natural en Valencia (1909-1940). Tesis doctoral. Univ. de Valencia, 934 p. JAIME LORÉN, J.M. DE; SEGARRA, M.; JAIME RUIZ, J.M. DE; BLASCO, E. (inéd.) Francisco Beltrán Bigorra (Nules, 1886-1962) Nuevas noticias e imágenes. MATEO, G. (1996) La correspondencia de Carlos Pau: Medio siglo de Historia de la Botánica Española. Valencia, 293 p. MATEO, G. (1997-2000) La correspondencia cruzada de Carlos Pau y Francisco Beltrán. Encuentros y desencuentros de dos botánicos valencianos. Fl. Montib. 5: 64-77; 6: 76-84; 8: 26-32; 12: 22-28; 13: 6-11; 14: 17; 15, 1-9. (Recibido: 28-XI-2012. Aceptado: 14-XII-2013) 8 Flora Montiberica 54: 3-10 (10-V-2013). ISSN: 1998-799X J.M. DE JAIME LORÉN & al. Fig. 1: Inicio de una carta de Romualdo González Fragoso. 9 Flora Montiberica 54: 3-10 (10-V-2013). ISSN: 1998-799X Media docena de cartas de Romualdo González Fragoso a Francisco Beltrán (1913-14) Fig. 2: Final de una carta de Romualdo González Fragoso con su firma y referencia a Carlos Pau. 10 Flora Montiberica 54: 3-10 (10-V-2013). ISSN: 1998-799X Flora Montiberica 54: 11-30 (10-V-2013). ISSN: 1998-799X FRANCISCO BELTRÁN BIGORRA (NULES, 1886-1962). NUEVAS NOTICIAS E IMÁGENES José María de JAIME LORÉN1, María SEGARRA QUEROL1, José María de JAIME RUIZ2, Eva BLASCO JULVE2 1 Universidad CEU Cardenal Herrera (Edif. Seminario, s/n. 46113 Moncada, Valencia) 2 Centro de Estudios del Jiloca. C/ Castellana, 39. 44200-Calamocha (Teruel) RESUMEN: La personalidad científica y académica del naturalista Francisco Beltrán Bigorra, ha sido objeto hasta el presente de diversos estudios que se muestran unánimes en considerar lo prometedor de sus inicios en el campo de la briología, y cómo, una vez alcanzada la cátedra universitaria, se fueron apagando paulatinamente estas expectativas mientras el científico acumulaba diversos cargos. Sin negar en esencia esta visión, en el presente trabajo la matizamos un poco al considerar las dificultades objetivas entre las que desarrolló su labor (incendio de la Facultad de Ciencias, guerra civil y dramática posguerra, grave inundación del Jardín Botánico de 1958, etc.), al paso que destacamos su poco conocida lección inaugural de curso sobre la historia de la Botánica Española (1925). Se incluye una colección de fotografías de Francisco Beltrán procedentes de su archivo familiar. Palabras clave: biografía, botánico español, Briología, Geología, Jardín Botánico de Valencia, Nules. ABSTRACT: Francisco Beltrán Bigorra (Nules, 1886-1962). Latest news and images. The scientific and academic personality of the naturalist Francisco Beltrán Bigorra, it has been an object up to the present time of diverse studies that agree in considering the promising of his beginnings in the field of the bryology, and how, once reached the university chair, these expectations were going out gradually while the scientist was accumulating some positions. Without denying in essence this vision, in the present work we tint it a bit on having considered the objective difficulties within which he developed his labor (fire of the Faculty of Sciences, civil war and dramatic postwar period, serious flood of the Botanical Garden of 1958, etc.), while we emphasize his little known inaugural lesson of the academic year on the history of the Spanish Botany (1925). There is included a collection of Francisco Beltrán’s photographies from his family archive. Key words: biography, Spanish botanist, Bryology, Geology, Valencia Botanical Garden, Nules. Pau al catedrático y naturalista nacido en esta localidad Francisco Beltrán Bigorra. Las circunstancias de estar entonces ocupado con otras investigaciones, motivó que finalmente se hiciera cargo de este estudio nuestro amigo Gonzalo Mateo que, además, por aquella época había realizado una notable investigación en la corres- INTRODUCCIÓN Hace ya tiempo, cuando nos hallábamos trabajando sobre el farmacéutico y botánico de Segorbe Carlos Pau Español, desde el Archivo Municipal de Nules nos fue ofrecida la posibilidad de estudiar las cartas que allí se guardan dirigidas por 11 Francisco Beltrán Bigorra (Nules, 1886-1962). Nuevas noticias e imágenes pondencia de Pau conservada en el Jardín Botánico de Barcelona (MATEO, 1996). del prometedor científico que, conseguida la cátedra universitaria, se mostró mucho más preocupado por alcanzar cargos de relumbrón que por continuar la vigorosa trayectoria científica que apuntaba en sus inicios como naturalista. No albergamos la menor duda de que ambos estigmas tienen una base sólida. Sin embargo, pretendemos con nuestro trabajo matizar algunos aspectos de su vida y de su obra que en alguna ocasión se han presentado de forma un tanto sesgada. Sentada esta premisa imprescindible, vamos a efectuar una somera aproximación a la vida y a la obra de Beltrán Bigorra, basados en la encuesta personal citada, así como en los datos que obran en su expediente personal que se conserva en el Archivo de la Universidad de Valencia, todo ello enriquecido con retratos y recuerdos que conserva la familia. Pensamos que esta nueva perspectiva que damos del personaje, puede servir para mejorar el conocimiento que tenemos del mismo. Con sus luces y con sus sombras. Para empezar, vamos a recordar los autores que hasta el momento se han ocupado de Francisco Beltrán. Primero fueron las obligadas necrológicas que aparecieron en las revistas científicas españolas tras su muerte, firmadas por Salvador Rivas y Antonio de Bolòs, o en la prensa en general. Hay que esperar a 1986, cien años después de su muerte, para que Ascensión Figueres Górriz recuerde la figura de Beltrán en un trabajo monográfico que editó el Ayuntamiento de Nules, reivindicando su memoria aunque con algunos pequeños errores. A partir de entonces, empiezan a aparecer una serie de importantes estudios que abordan su actividad como catedrático y decano de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Valencia, o como director del Jardín Botánico de Valencia y del Museo de Paleontológico de Valencia, son los trabajos de Ernest Sánchez Sansiró, Mª Fernanda Mancebo, Jesús Ignacio Catalá Gorgues, Mª Amparo Francisco Beltrán Bigorra Pasados los años, de nuevo las circunstancias han vuelto a poner delante de nosotros la personalidad de Francisco Beltrán, en esta ocasión motivado por el trabajo elaborado por María Segarra para la asignatura de Historia de la Farmacia. Se trata de una encuesta personal realizada con algunos descendientes del naturalista de Nules con los que está emparentada, acompañada de una buena colección de fotografías y de otros recuerdos personales (SEGARRA, 2011) Queremos comenzar por reconocer que sobre la persona de Francisco Beltrán Bigorra recae desde hace años un doble estigma. Por un lado, su participación en la depuración de profesores de la Universidad de Valencia inmediatamente después de la guerra civil, complicada además por su posición política claramente opuesta al Frente Popular. Por otro, el 12 Flora Montiberica 54: 11-30 (10-V-2013). ISSN: 1998-799X J.M. DE JAIME LORÉN & al. Salinas Jaques. Por último, como naturalista debemos destacar los trabajos de Gonzalo Mateo Sanz, especialmente en lo relativo a sus relaciones con el botánico segorbino Carlos Pau Español. uno de ellos en Agricultura el último año, en el que también consiguió el único sobresaliente del expediente, precisamente en Historia Natural. Los ejercicios finales para obtener el grado de Bachiller los realizó en Castellón el 11 y el 14 de junio de 1904, obteniendo en ambos la nota de aprobado. Etapa estudiantil Según vemos en su certificado de nacimiento del expediente de bachiller, Francisco Beltrán Bigorra nació en la villa de Nules (Castellón) a las 8 de la mañana del 3 de agosto de 1886, era hijo de Pascual Beltrán Usó, de 35 años y oficio “ordinario” y de su esposa Vicenta Bigorra Gimeno, de 24 años “dedicada a las ocupaciones domésticas”. Ambos eran naturales de Nules y vivían en el número 25 de la calle Mayor. De Nules eran también todos los abuelos, excepto el materno que procedía de Reus. Como testigos firman Vicente Arnau Zaragoza, “amanuense”, y José Serrano Calduch, “del comercio”. Recuerdan sus descendientes que la familia era de condición humilde, y que el joven Francisco pronto destacó “por su memoria e inteligencia”, lo que no pasó desapercibido a sus maestros de Nules que, “además de elegirle para enseñar a los chicos más atrasados”, animaron a sus padres “para que continuara sus estudios”. Así pasó al Instituto General y Técnico de Castellón para cursar el bachillerato, interno los primeros años en las Escuelas Pías, y más tarde alojándose en una pensión y asistiendo a las clases del Instituto. En efecto, en 1898 marchó Beltrán a Castellón para iniciar el bachillerato que culminó el 6 de mayo de 1905, si bien no con calificaciones excesivamente brillantes pues la nota global quedó en Aprobado. Repasando el expediente, vemos que es la nota que recibe con más frecuencia. En las convocatorias ordinarias hay no obstante cinco suspensos, que supera luego en las extraordinarias, generalmente en disciplinas relacionadas con Matemáticas y, en menor medida, Psicología y Literatura. Hay también cuatro notables, Acta del grado de bachiller de Francisco Beltrán (Archivo Universidad de Valencia). Con el título de bachiller y con una beca económica marcha a Madrid. Según la familia parece que al principio estaba decidido a estudiar Medicina pero al final se inclinó por Biología, tal vez animado por el reciente sobresaliente alcanzado en esta disciplina. Recuerdan también que a sus padres les costaba un gran esfuerzo económico mantenerlo estudiando fuera de casa, pues Francisco era el mayor de cuatro hermanos, consciente de esto culminó sus estudios universitarios con brillantez. 13 Flora Montiberica 54: 11-30 (10-V-2013). ISSN: 1998-799X Francisco Beltrán Bigorra (Nules, 1886-1962). Nuevas noticias e imágenes Ya durante su etapa de estudiante colaboró con la Junta para Ampliación de Estudios e Investigaciones científicas en la Estación Biológica Alpina, donde trabajó junto a Antonio Casares Gil, con el que firmó dos de sus primeros artículos publicados sobre la flora briológica de la Sierra de Guadarrama. Este profesor “intentó convencerle para que se quedase junto a él haciéndole ofertas muy apetecibles”. Lo mismo trataría de conseguir Ignacio Bolívar Urrutia, catedrático de Entomología de la Universidad Central de Madrid, director del Museo Nacional de Ciencias Naturales y creador de una escuela de naturalistas, donde Beltrán destacaría “por su incansable trabajo” (SEGARRA, 2011). Así durante el curso 1912-13 fue profesor de Ejercicios de Botánica en la Facultad de Ciencias de Madrid. Para entonces ya está plenamente decidido a dedicarse al cultivo de las ciencias naturales, tratando desde el principio de especializarse en la flora briológica española. Al efecto recorre las sierras madrileñas y las tierras castellonense, donde radica su familia y su novia, se trata de Josefina Montoliu Fenollosa, hija del médico de Nules José Montoliu Francisco, a la que había conocido en su etapa estudiantil en Castellón. Fruto de estos trabajos es su tesis doctoral, que defiende el 29 de septiembre de 1911 ante un tribunal que preside Ignacio Bolívar Urrutia, y en el que también forman Federico Gredilla Gauna, Joaquín González Hidalgo, Eduardo Reyes Prosper y José Madrid Moreno (secretario). El tema es “Estudios sobre la vegetación de la Sierra Espadán”. Por la necrológica que le dedicará Salvador Rivas, sabemos que Francisco Beltrán: “En su juventud se dedicó intensamente a la sistemática de la rica flora levantina, llegando a conocer de manera desta- cada sus interesantes endemismos. No sólo dedicó sus campañas de campo a su región natal, sino que traspasó sus límites y herborizó el Maestrazgo y la Región Central, realizando visitas a Sierra de Gredos, de la Demanda, Cantabria, etc. Colaboró con los botánicos de su época, teniendo cordiales relaciones con don Carlos Pau, de Segorbe; don Arturo Caballero y don Marcelo Rivas Mateos, de Madrid, y con don Carlos Vicioso, con el cual tiene publicados valiosos trabajos. Debo destacar su dedicación especialista a las especies del género Centaurea, de las cuales poseía una clave propia y original sistemática, basada en las brácteas del involucro” (RIVAS GODAY, 1963). Catedrático de universidad Como se aprecia por la correspondencia que desde junio de 1910 mantiene con el citado botánico de Segorbe Carlos Pau Español, Beltrán se está orientando ya hacia la docencia en el campo de las ciencias naturales. Para ello intensifica sus trabajos de campo sin descuidar las relaciones sociales, tan importantes siempre para optar a las cátedras de universidad. Los consejos que en este sentido le da Pau en sus cartas son bastante significativos. Se inicia entonces una intensa actividad publicista en el Boletín de la Real Sociedad Española de Historia Natural, donde publica algunos artículos botánicos. Las cosas empiezan a encarrilarse, y el 15 de febrero de 1913 es nombrado Auxiliar interino de Mineralogía y Botánica de la Facultad de Ciencias de la Universidad Central, con sueldo de 1.500 pesetas. Tras la oposición correspondiente, un año después pasaba a ser Auxiliar numerario del primer grupo de la Sección de Naturales (Mineralogía y Botánica) en la misma Universidad y con idéntico sueldo. 14 Flora Montiberica 54: 11-30 (10-V-2013). ISSN: 1998-799X J.M. DE JAIME LORÉN & al. Realiza entonces un primer intento en las oposiciones a cátedra de universidad en noviembre de 1910, que se salda con un fracaso, según le dice Pau en sus cartas por su candidez extrema. Vuelve a presentarse en marzo de 1814 a las oposiciones a cátedra de Mineralogía y Botánica de las universidades de Cádiz y Valencia, esta última por jubilación de su titular Eduardo Boscá. Competirá con naturalistas de la valía de Rafael Tarín Juaneda, profesor auxiliar de la cátedra de Valencia, o el hijo del catedrático de la de Madrid Odón de Buen. En las pruebas, el botánico de Nules obtuvo la primera plaza y con ello la posibilidad de elegir de Valencia. La plaza fue ratificada por R.O. del 8 de abril siguiente, el sueldo es ahora de 4.000 pesetas que irá ascendiendo en años sucesivos hasta alcanzar la cifra de 18.000 pesetas en 1942, ahora desempeñando la cátedra de Biología en la misma Facultad e integrado en la 3ª sección del Escalafón de catedráticos de Universidad. En noviembre de 1915 Francisco Beltrán contrae matrimonio con Josefina Montolíu Fenollosa, su novia de toda la vida, de la que nacerá una única hija, Josefina, a la cual dedicará una de las especies por él descubiertas (FIGUERES, 1986). La Facultad de Ciencias de la Universidad de Valencia disponía de catorce cátedras, si bien sólo ocho estaban dotadas, quedando las seis restantes acumuladas a algún catedrático o encargadas a profesores auxiliares. Así Eduardo Boscá era titular de Mineralogía y Botánica, pero tenía también acumuladas Zoología y Cristalografía. En 1919 Beltrán era catedrático de Mineralogía y Botánica, y tenía acumulada Zoología. En 1922 se produjo un cambio en el plan de estudios de la Facultad, que convirtió la cátedra de Zoología en Biología con nociones de Microbiología, y la de Mineralogía y Botánica en Geología, con lo que Beltrán quedará encargado de la cátedra de Geología y Biología. Francisco Beltrán con su esposa Josefina Montoliu Fenollosa. Como profesor muestra Beltrán desde el primer momento una personalidad arrolladora, buscando siempre que sus trabajos científicos tengan una aplicación práctica en el mundo agrario e industrial, como se apreciará en la lección inaugural del curso 1925-26. Tenía entonces a su cargo la clase de Historia Natural del curso preparatorio para médicos y farmacéuticos, también daba Paleontología y varios cursos de doctorado. Con frecuencia, además, es solicitado su concurso para formar parte de numerosos tribunales a plazas de universidad o de instituto. Durante muchos años formó parte de los tribunales para el Examen de Estado que daba acceso a la enseñanza universitaria. De todo ello hay amplia documentación en su expediente académico del Archivo de la Universidad de Valencia. En 1925 recibió el encargo del rector de la Universidad de Valencia de pronunciar el Discurso en la solemne apertura del curso de 1925 a 1926, que trató sobre La Botánica en España, y singularmente 15 Flora Montiberica 54: 11-30 (10-V-2013). ISSN: 1998-799X Francisco Beltrán Bigorra (Nules, 1886-1962). Nuevas noticias e imágenes su estado actual. Se trata de un texto de gran interés histórico, donde hace un brillante repaso de la tradición botánica española desde el reinado de los Borbones, con las principales expediciones botánicas realizadas, la fundación del Jardín Botánico de Madrid, o la personalidad de Cavanilles y de sus discípulos. Al tratar de la Fitografía española menciona en primer lugar a su antiguo maestro Carlos Pau Español, según Beltrán creador de su propia escuela, en la que se formaron numerosos discípulos entre los que en un momento dado se contó. Al tratar de Criptogamia recuerda a Blas Lázaro Ibiza, a su amigo González Fragoso y a Casares Gil. Recuerda asimismo a los principales autores extranjeros que se ocuparon de temas botánicos españoles, Willkomm especialmente, la tradicional escasez en España de buenos herbarios y bibliotecas, las deficientes condiciones de conservación de los mismos, etc. Interesante es el apartado que dedica a la “Conducta de algunos botánicos españoles”, con los feroces enfrentamientos que se dieron entre ellos ya desde los tiempos de Cavanilles, quien recibió de “críticas durísimas de Gómez Ortega, encaminadas a socavar la sólida reputación que iba conquistando con sus inmortales trabajos”. Pero más interesante es la descripción de su propia experiencia personal, la que conoce de primera mano por sus relaciones con los botánicos de su época. Pero dejemos que hable Beltrán con sus propias palabras, que resultan bien elocuentes y muestran de paso la elegancia de su estilo literario: “Con pena acude a mi memoria el recuerdo de, cuando en mis mocedades exaltadas e ilusionadas por gran entusiasmo botánico, ávido de enseñanzas prácticas, visité palpitando de emoción a distinguido catedrático de la Corte, cuya ciencia infundíame los mayores respetos, en súplica me hiciera el honor de consentirme le acompañara en sus excursiones, brindándome para cuanto en ellas pudiera serle útil; mis elevados planes y humildes ofrecimientos, recibieron chorro frío de sus palabras diciéndome: mira, hijito, yo … no acostumbro salir de excursión con estudiantes” (BELTRÁN, 1925). Pongan ustedes nombre al posible catedrático de Botánica autor de frase tan lapidaria. Menciona asimismo Beltrán en su lección magistral los méritos de Francisco Loscos Bernal junto a los de Miguel Colmeiro, aludiendo de pasada a cierta caza de gazapos botánicos cazados por Pau en sus obras, pero olvidando también los desdenes de Colmeiro con Loscos y con Pardo Sastrón. Prosigue el texto tratando de Geografía botánica, de las características florales de España, de sus bosques y estepas, de Paleografía, Anatomía y Fisiología vegetal en España, de la labor que cabe esperar de la Junta de Ampliación de Estudios e Investigaciones Científicas, de las deficiencias de nuestra producción bibliográfica, de Botánica experimental, Biología y Genética agrícola, híbridos, parasitismo, lucha biológica contra las plagas con especial mención a la cochinilla que parasitaba los naranjos, etc. Termina aludiendo al necesario remozamiento de la Universidad española en general y de su Facultad de Ciencias en particular, para acabar tratando del apoyo que precisaba el Jardín Botánico de Valencia, de la pobreza de su herbario y de su minúscula biblioteca. Las palabras finales van dedicadas a los escolares que iniciaban entonces sus estudios universitarios. Mientras tanto Beltrán realizaba asimismo estancias en las universidades de Lisboa y de París. Sus alumnos evocan de las clases sus amplios conocimientos, la concisión en la explicación, la amenidad de su oratoria y el rigor en los exámenes. En muchas ocasiones fue requerido para disertar de asuntos de su especialidad, donde destacaba su acierto para la elección de temas de actualidad. Así, hacien- 16 Flora Montiberica 54: 11-30 (10-V-2013). ISSN: 1998-799X J.M. DE JAIME LORÉN & al. do gala de su valencianismo, exponía en valenciano en 1955 en la tribuna de Lo Rat Penat sobre “Curiositats biologiques d’algunes plantes valencianes”. En 1931 Beltrán es nombrado director del Jardín Botánico de Valencia, también en sustitución de Eduardo Boscá. La situación del mismo no era precisamente boyante como ya hemos visto, pues según el informe que se leyó en la Junta de la Universidad el 23 de septiembre recogido por María Fernanda Mancebo, se reconoce que “Nuestro Jardín es una verdadera maravilla que merece se le atienda como es debido reformando enseguida las ruinosas viviendas de los empleados que da vergüenza darles este nombre, y asignando a éstos un jornal superior al actual de tres pesetas, que les permita atender las necesidades de la vida”. En la misma Junta se lamentaba Beltrán del poco caso que hasta entonces se había hecho de sus quejas y peticiones, recibiendo por ello el encargo de elaborar una memoria con las deficiencias que advertía y las posibles soluciones a aplicar (MANCEBO, 2000). Sobre los trabajos de Beltrán y de su sucesor Ignacio Docavo Alberti en el Jardín Botánico de Valencia, Manuel Costa y Jaime Güemes dejan una mesurada semblanza: “En el año 1931 es nombrado director Francisco Beltrán, excelente naturalista y entusiasta de la botánica. A pesar de sus conocimientos y entusiasmo, las circunstancias no fueron las más adecuadas para que pudiese desarrollar el jardín; no obstante incrementó las colecciones y estableció fructíferas relaciones con los más importantes centros europeos, y a él se debe el primer sistema de documentación de plantas del jardín. No obstante, aparte de penurias económicas, acontecimientos como la guerra civil, la riada de 1957 y la desatención administrativa, lo llevaron casi hasta su total ruina. A la muerte de Beltrán se hace cargo de la dirección el entomólogo Ignacio Docavo, quien la ejerce desde 1962 a 1987. Docavo se encuentra con un jardín arruinado, lleno de barro, con las colecciones perdidas y los árboles en un lamentable estado fitosanitario. Con gran esfuerzo trata de recuperarlo y hacerlo atractivo al público, pero las circunstancias no fueron propicias y el jardín se vio abocado a una situación lamentable” (COSTA & GÜEMES, 2000). Con anterioridad, el propio Ignacio Docavo lamentaba asimismo las seculares deficiencias que había encontrado siempre el Jardín Botánico de Valencia. Hablando de la etapa de Francisco Beltrán comenta: “Como nosotros y otros muchos antecesores, en numerosos discursos y conferencias aludió a la precaria situación económica del Jardín Botánico, con presupuestos misérrimos que impidieron las importantes realizaciones que se podrían haber hecho en el campo de la jardinería, docencia e investigación, mal endémico que lo mismo que a él a mí me ha tocado vivir y a tantos otros ilustres directores, a cuyo esfuerzo personal se debe la existencia del jardín, puesto que de no haber tenido estos hombres vocación, constancia y esfuerzo diario, el Botánico hace muchos, muchísimos años que hubiese desaparecido” (DOCAVO, 1986). No solamente Beltrán sustituyó a Eduardo Boscá en la cátedra de Biología de la Facultad de Ciencias y en la dirección del Jardín Botánico, asimismo lo hizo en la del Museo Paleontológico de Valencia tras la jubilación de Boscá. De su paso por esta última institución, se recuerda la intervención de Beltrán en la conclusión del montaje del esqueleto del megaterio de la colección Rodrigo Botet (SALINAS, 2005). Queremos hacer aquí una consideración. Es posible que el hecho de sustituir en la cátedra y en la dirección de estos centros valencianos de historia natural a una personalidad laboriosa y erudita como Eduardo Boscá, haga que, por contraste, 17 Flora Montiberica 54: 11-30 (10-V-2013). ISSN: 1998-799X Francisco Beltrán Bigorra (Nules, 1886-1962). Nuevas noticias e imágenes la figura de Beltrán Bigorra pueda salir un poco malparada en la comparación. Esta es al menos la opinión de historiadores de la ciencia valenciana de la solvencia y el rigor de Víctor Navarro y de Jesús Ignacio Catalá, para quienes: “Beltrán se había formado científicamente bajo la tutela de un naturalista importante, el botánico Antonio Casares Gil, y en el ambiente científicamente avanzado del Museo Nacional de Ciencias Naturales. Casares lo orientó hacia las investigaciones briológicas, es decir, sobre musgos. Y es precisamente en este terreno donde realizó sus primeras y también sus más relevantes aportaciones. Pero tras acceder a la cátedra, Beltrán dejó bastante abandonada la investigación, y sólo publicó un corto número de trabajos de algún interés. Por su parte, su actuación al frente del Museo Paleontológico municipal y del Jardín Botánico frustró toda posibilidad de desarrollo científico en su seno […] A pesar de la circunstancia negativa que supuso la llegada de Beltrán, el nivel científico en el campo de las ciencias naturales se mantuvo en parte en la Universidad de Valencia merced al trabajo del director y conservador del Museo de Historia Natural de la Facultad de Ciencias, Emilio Moroder Sala” (NAVARRO & CATALÁ, 2000). A destacar que estos mismos autores, reconocen también que durante la dirección de Beltrán el Jardín Botánico de Valencia se enriqueció con el herbario, biblioteca y correspondencia del botánico aragonés José Pardo Sastrón, y que el Museo de Historia Natural de la Universidad de Valencia vio notablemente incrementados los fondos de restos de dinosaurios “tras los descubrimientos de Beltrán Bigorra y sus alumnos en Morella, en 1917” (NAVARRO & CATALÁ, 2000). Beltrán ingresó igualmente en la Sección Valenciana de la Real Sociedad Española de Historia Natural que se había fun- dado en 1913. Aunque durante los primeros años asistió con relativa asiduidad a sus reuniones, sin embargo su participación se intensificará notablemente a finales de los años veinte (CATALÁ, 1995). Al final de su vida académica, será nombrado Presidente Honorario perpetuo de la Sección de Valencia de esta institución. Decano de la Facultad de Ciencias Instalado definitivamente en la ciudad de Valencia, Don Paco Beltrán, como empieza a ser llamado en la Universidad, pronto se da a conocer entre la sociedad valenciana de la época. Sin embargo hay que reconocer, como ya se ha dicho, que su actividad científica decae notablemente tras conseguir la cátedra de universidad. Poco a poco se espacian las salidas al campo para herborizar, así como las publicaciones y los contactos científicos con otros naturalistas, tal vez porque las tareas docentes reclaman ahora más su atención. De hecho, el ministro de Instrucción Pública en 1929 nombrará a Francisco Beltrán Bigorra decano de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Valencia. Carta de dimisión como decano de Francisco Beltrán en 1936 (Archivo Universidad de Valencia). 18 Flora Montiberica 54: 11-30 (10-V-2013). ISSN: 1998-799X J.M. DE JAIME LORÉN & al. Incendio de la Facultad de Ciencias de Valencia (Foto “Las Provincias”, 1932). Instaurada la República el 14 de abril de 1931, tras permanecer la Universidad cerrada unos días las clases se reanudaban el día 20. Unos días después el presidente de la Junta Provisional de la Facultad de Ciencias, Roberto Araujo, convocó claustro de profesores en un ambiente de concordia y de cambio. No obstante, Francisco Beltrán y Antonio Ipiens presentaron la dimisión de sus cargos en la Facultad, aunque “fueron invitados por los alumnos a continuar” (MANCEBO, 2000). Sin duda uno de los momentos más dramáticos de su etapa como decano tuvo lugar en la noche del 12 de mayo de 1932, cuando la Universidad de Valencia sufrirá un pavoroso incendio que fue especialmente virulento en la Facultad de Ciencias, concretamente sección de Biología donde acabó con la biblioteca personal de Francisco Beltrán, así como con importantes colecciones zoológicas, botánicas y mineralógicas. Ascensión Figueres hace repaso de las pérdidas: “Las colecciones de aves de Vidal y Arévalo Vaca, de peces de Cisternas, de anfibios y reptiles de Boscá, de insectos de Moroder, de minerales y rocas de Vilanova y Piera, los herbarios de Sastrón y del propio Paco Beltrán, una valiosísima colección de aves de la Albufera visitada por científicos de todo el mundo, el único esqueleto de ballena que existía en España, procedente de un ejemplar recogido en la playa de Burriana… en fin, toda la obra de cien años de trabajo y de numerosos estudiosos de la naturaleza, quedaba reducida a cenizas en pocas horas” (FIGUERES, op. cit.). A pesar del disgusto y de lo irreparable de la pérdida, Beltrán se pone inmediatamente la tarea de reconstruir la Sección. Como los fondos de la Universidad eran entonces muy limitados, inicia una campaña solicitando donativos de libros y de colecciones de Historia Natural a otras universidades, museos, sociedades científicas y a particulares. En este contexto, seguramente, tuvo lugar la adquisición de la colección botánica particular más importante que había entonces en España: el herbario de Carlos Pau. Como desde hacía mucho tiempo las relaciones entre Beltrán y Pau eran inexis- 19 Flora Montiberica 54: 11-30 (10-V-2013). ISSN: 1998-799X Francisco Beltrán Bigorra (Nules, 1886-1962). Nuevas noticias e imágenes Francisco Beltrán en una de las aulas de la Facultad de Ciencias del Paseo al Mar de Valencia. tentes, en las gestiones para adquirir este herbario tras el que iban ya muchos otros naturalistas, actuó como intermediario el común amigo de ambos Federico Moroder, que fue el encargado de firmar los recibos de los pagos parciales de la Universidad de Valencia a Pau. La tasación se hizo en 30.000 pesetas, cifra muy razonable que explica el interés del segorbino para que su colección no saliera de España y quedara en la Universidad de Valencia. Como es sabido, la guerra civil trastocará los planes y la colección pasará junto a su biblioteca personal al Real Jardín Botánico de Madrid, seguramente la institución que más detestaba Pau (JAIME, 1994). Mientras prosiguen sus trabajos al frente de la cátedra y de la Facultad de Ciencias, el acceso al poder del Frente Popular en 1936 hace que el panorama político en España tome un giro completamente opuesto a la ideología conservadora de Beltrán, que le llevará a presentar la dimisión como decano de la Facultad de Ciencias al rector accidental Ramón Velasco Pajares. En su carta de dimisión del 22 de febrero de 1936 que reproducimos, habla de “la actuación harto prolongada de mi cargo […] y singularmente mis deseos fervientes de evitar todo asomo de fricción en la vida universitaria”. Había sido decano desde 1929 a 1936, pero destaquemos esta última frase que habla de “evitar fricciones en la Universidad”. Efectivamente, Beltrán era miembro relevante del partido político Derecha Regional Valenciana, que dirigía el diputado Luis Lucia, y se había significado siempre por la solidez de sus creencias: “[…] por el amor a su familia, a su trabajo y a su tierra natal, [por su] sensibilidad, constancia y optimismo. En todo momento fue feliz, porque incluso en las situaciones más adversas veía siempre una nota de color y una posible salida. También es reseñable su profunda religiosidad, la cual demostró cuando durante la II República, siendo rector Peset, un grupo de alumnos intentó destruir la capilla de la Universidad. Don Paco, con su aplomo y carácter, fue capaz de dominar los impulsos destructivos de aquel rebelde grupo salvando así la capilla, que 20 Flora Montiberica 54: 11-30 (10-V-2013). ISSN: 1998-799X J.M. DE JAIME LORÉN & al. incluso resistió a la guerra. En dicha capilla hay una imagen de la Virgen de la Sapiencia que él mismo encargó esculpir a otro hijo de Nules, D. Enrique Giner” (FIGUERES, op. cit.). Declarada abiertamente la guerra civil, el rector de la Universidad de Valencia, José Puche, a instancias del ministro se encargó de la depuración del profesorado, expulsando de la Universidad a aquellos docentes de ideas contrarias a las del Frente Popular. Nada menos que casi la mitad de todo el profesorado fue eliminado bruscamente, entre ellos Francisco Beltrán Bigorra que oficialmente fue separado de forma definitiva de la cátedra con fecha del 22 de enero de 1937. Beltrán, consciente de que su propia vida corría entonces serio peligro, pues su ideario conservador y religioso era sobradamente conocido en la ciudad, pasará toda la contienda escondido. Se le incautaron sus propiedades, se dispersó su biblioteca personal que guardaba en la cátedra y fue perseguido incesantemente todo ese tiempo. De la cátedra de Biología se hará cargo Modesto Quilis, auxiliar de Historia Natural, hasta su muerte en 1938. Nombramiento de Francisco Beltrán como Juez instructor de los expedientes de depuración del profesorado en 1939. Estos comentarios nos hacen pensar que cuando Beltrán se pone al frente del Juzgado de instrucción de expedientes de depuración de profesores universitarios, éste ya llevaba en marcha desde el 18 de marzo anterior. Por otra parte, ningún profesor se vio libre del expediente, pues el propio Beltrán recibía el 8 de octubre de 1940 la resolución del suyo, indicando que estaba apto para reintegrarse a su cargo de catedrático “con todos los pronunciamientos favorables”, según firmaba el Director General de Enseñanza Superior y Media. Se ha especulado con la posible responsabilidad de Beltrán en el apresamiento y posterior fusilamiento del ex rector Juan Bautista Peset Aleixandre. Bien, no hay duda que fue uno de los tres catedráticos de la Universidad de Valencia junto a tres médicos de Falange, que lo denunciaron por sus responsabilidades políticas como comisario civil del Ejército durante Juez instructor de los expedientes de depuración del profesorado Terminada la contienda, inmediatamente es nombrado Francisco Beltrán decano accidental de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Valencia, y el 13 de abril de 1939 se le designa Juez instructor para los expedientes de depuración del profesorado universitario en el distrito de Valencia. El encargo que recibe de la Jefatura del Servicio Nacional de Enseñanzas Superior y Media, es “que no solamente preparen la instrucción de expedientes nuevos sino también la que corresponda en la reapertura y en las incidencias de los ya existentes, conforme a las disposiciones de la Jefatura” (Expediente académico José Beltrán Bigorra, Archivo Universidad de Valencia 983, 1359/11). 21 Flora Montiberica 54: 11-30 (10-V-2013). ISSN: 1998-799X Francisco Beltrán Bigorra (Nules, 1886-1962). Nuevas noticias e imágenes la guerra civil, lo que supuso su apartamiento inmediato de la cátedra y de la docencia universitaria. En este sentido, no se olvide que el propio Beltrán, junto a casi la mitad de los profesores universitarios del distrito, habían sido a su vez expulsados de las aulas en septiembre de 1936, sin que Peset Aleixandre, en aquellos momentos una de las máximas autoridades políticas valencianas del Frente Popular, al parecer hiciese nada por evitar el atropello. Pero una cosa es la instrucción de expedientes, que como máximo concluían con la expulsión del acusado de la actividad docente, que ya es importante, y otra muy distinta responsabilizar a Francisco Beltrán del inicuo fusilamiento de Juan Bautista Peset. En este sentido hay que recordar un hecho que, conocido como es, apenas es tenido en cuenta al tratar de la muerte del ex rector. Y es que, tras ser éste condenado a muerte, inmediatamente después Beltrán fue uno de los firmantes del acuerdo de la Junta de Gobierno de la Universidad de Valencia en el que, por unanimidad, se solicitaba el indulto de Juan Peset Aleixandre ante el ministro de Educación Nacional el 14 de mayo de 1941. Así lo recoge el catálogo de la exposición Cinc segles i un dia de la Universidad de Valencia: “Transcurrido más de un año desde su condena, la universidad solicitó el indulto para el profesor Juan Peset. Esta sesión fue la primera presidida por el nuevo rector Fernando Rodríguez Fornos. Asistieron, además, el vicerrector, José Gascó Oliag, los cuatro decanos: Francisco Martín Lagos, Francisco Beltrán, Francisco Alcayde Vilar y Ricardo Mur Sancho, y el secretario José Pérez. Hubo otras peticiones de clemencia, como las promovidas por su discípulo Pedro Laín Entralgo, y el arzobispo Prudencio Melo, pero no tuvieron éxito y Juan Peset Aleixandre fue fusilado en Paterna el 24 de mayo de 1941. Todo se estrelló contra un muro dijo mucho después Laín-, la terca negativa del general Varela a solicitar el indulto” (ANÓNIMO, 2000). Reanudados los trabajos académicos, el momento tampoco es propicio para reanudar la actividad investigadora, y más teniendo en cuenta que enseguida es ratificado como decano de la Facultad de Ciencias, cargo que conservará hasta 1954. Si a esta etapa sumamos siete años anteriores, tenemos que Beltrán fue decano de la Facultad de Ciencias durante 22 años. Debe tenerse en cuenta esta circunstancia a la hora de juzgar su actividad científica que, por otra parte, hacía tiempo que había quedado en muy segundo plano. Y más considerando que entre 1949 y 1952 fue también concejal en el Ayuntamiento de Valencia, concretamente durante las alcaldías de José Manglano Selva y Baltasar Rull Vilar. En el II Centenario del nacimiento de Cavanilles A comienzos de 1945 el Jardín Botánico de Madrid inicia los preparativos para conmemorar el segundo centenario del nacimiento del que fue uno de sus primeros directores, el presbítero valenciano Antonio José Cavanilles. En plena posguerra las circunstancias no son precisamente favorables, sin embargo, el apoyo que se recibe desde la Real Academia de Farmacia, anima al director del Jardín madrileño, Arturo Caballero, a iniciar los contactos para celebrar la efeméride. Dada la naturalidad valenciana de Cavanilles, los organizadores entran enseguida en contacto con Francisco Beltrán, como decano de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Valencia, quien expone el proyecto al alcalde de la ciudad y al rector de su universidad, quienes ofrecieron la posibilidad de clausurar los actos en Valencia. 22 Flora Montiberica 54: 11-30 (10-V-2013). ISSN: 1998-799X J.M. DE JAIME LORÉN & al. se publicó en los Anales del Jardín Botánico de Madrid, destacando que fue “extenso y elocuentísimo” (BELTRÁN, 1946). La excursión a Valencia se realizó el viernes 24 de mayo, siendo recibida la comitiva por Beltrán quien informó del programa de actos acordado por el Ayuntamiento y la Universidad de Valencia. El día siguiente tuvo lugar el descubrimiento de una lápida conmemorativa en la recién rotulada calle del “Botánico Cavanilles”. Nuevo discurso de Beltrán, esta vez para solicitar que no desapareciesen las especies descritas por Cavanilles de los jardines botánicos españoles. El acto de clausura tuvo lugar el domingo 26 en el paraninfo de la Universidad de Valencia, con una nueva tanda de discursos en los que tampoco faltaron los de Caballero y Beltrán. Otros trabajos científicos Acto en Valencia del II Centenario del nacimiento de A.J. Cavanilles. (Foto ZÚÑIGA, 1946). El 20 de junio de 1955 solicitaba Beltrán mediante instancia ser incluido entre los catedráticos que podían acogerse al régimen de servicios universitarios especiales. Para ello acompaña una Declaración personal de sus méritos, referente al régimen que solicita. Por su interés la vamos a reproducir íntegramente: “a) Desempeña en la actualidad la cátedra de Biología general, dividida en cuatro grupos; el primero como titular y desempeño de cátedra y los otros tres como extensión de asignatura, a razón de dos horas semanales de clase cada uno de ellos.- También desempeña, como extensión de asignatura, un grupo de Geología para los alumnos del Plan 1953, con dos horas semanales de clase, prestando singular atención a la dirección y desarrollo de las clases prácticas, así como también a ejercicios escritos, que tienen lugar durante el curso. Así el 19 de julio de ese año se designaba la correspondiente Junta organizadora, en la que figuraba como vocal Francisco Beltrán en representación del Jardín Botánico de Valencia. Se cursaron invitaciones a los principales centros botánicos españoles y portugueses, llamando a colaborar con trabajos de investigación botánica pura y aplicada Los actos se desarrollaron del lunes 20 al domingo 26 de mayo de 1946, y dieron comienzo en el paraninfo de la Universidad Central bajo la presidencia del ministro de Agricultura y del vicerrector Lora Tamayo, figurando también en la mesa presidencial Francisco Beltrán como decano de la Facultad de Ciencias de Valencia, que pronunció el segundo de los discursos protocolarios –el primero correspondió a Arturo Caballero-, cuyo resumen 23 Flora Montiberica 54: 11-30 (10-V-2013). ISSN: 1998-799X Francisco Beltrán Bigorra (Nules, 1886-1962). Nuevas noticias e imágenes En la imagen la mesa presidencial con la presencia del ministro de Agricultura Carlos Rein Segura, el vicerrector de la Universidad Central Lora Tamayo, generales Miguel Ponte y Manso de Zúñiga y Valdés Cavanilles (descendiente de A.J. Cavanilles), Ruy Télles Palhinha, Arturo Caballero, marqués de Valdavia, Francisco Beltrán y Toribio Zúñiga (ZÚÑIGA, 1946). b) Como director del Jardín Botánico de la Universidad, desarrolla una paciente labor de clasificación de plantas, que se adquieren en los intercambios continuos que sostiene el Jardín con los Jardines botánicos de todo el mundo. Es tarea ya larga, que se persigue en el Jardín, de alcanzar un perfecto conocimiento de la flora valenciana y para conseguirlo llevamos a cabo múltiples excursiones, en las que suele intervenir el Jardinero mayor o solamente el Director, llevándose a cabo algunas de ellas por rincones y tierras apartadas del Maestrazgo o por los confines de las provincias de Cuenca y Teruel.- Con ello nutrimos más y más las plantas del herbario regional. Venimos prestando singular atención al estudio de las especies valencianas del género Centaurea por razón de problemas y dudas que se nos plantean en el estudio que llevamos a cabo el Instituto J.C. Mutis de la Sección de Valencia del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, sobre las propiedades hipoglucemiantes de estas plantas, que hemos puesto de manifiesto en un trabajo que vio la luz pública en los Anales de Farmacognosia de J.C. Mutis, que escribimos en colaboración con los señores Viguera Lobo, Primo Yúfera y Casabuena Puig. La intensidad, los trabajos llevados a cabo para conocer el principio activo de las plantas como para poner de manifiesto de una manera incontrovertible las propiedades de estas plantas, absorben una labor que, aparte de su envergadura química y fisiológica, requiere minuciosos estudios sistemáticos y ecológicos, que tenemos entre manos.- La gran rareza de no pocas especies que se cultivan en el Jardín Botánico, muchas de las cuales son solicitadas por Jardines Botánicos extranjeros, nos movió a experimentar los efectos de hetero-auxinas en la reproducción vegetativa de estas plantas, habiendo conseguido algunos resultados satisfactorios 24 Flora Montiberica 54: 11-30 (10-V-2013). ISSN: 1998-799X J.M. DE JAIME LORÉN & al. y esperamos, a juzgar por lo que estamos observando, resultados estimables. Proyectamos un estudio experimental sobre los efectos de los digitaloides en algunas funciones de las plantas, con el fin de comprobar sus efectos estimulantes en la germinación y desarrollo de plantas, amén de su influencia en la floración y fructificación. De momento tenemos entre manos el Nerium oleander y Digitalis oscura que, por ser plantas frecuentes en esta Región, nos puede permitir llevar a cabo nuestros trabajos. Las frecuentes visitas de Profesores y Alumnos de Universidades extranjeras, nos obliga a descripciones, conferencias y aclaraciones mil, solicitadas por tales visitantes, así como también a dirigir excursiones botánicas de las que tenemos que formar parte por macizos montañosos de la Región.- Como director del Museo Paleontológico de esta Ciudad, prestamos singular atención a los trabajos de restauración y clasificación de ejemplares, procedentes de la Argentina, habiendo logrado el montaje de un importante número de especies, que llaman la atención a los Paleontólogos, que en número cada vez más crecido, visitan este Centro, mereciendo especial atención las figuras mundiales en el curso de Paleontología, dirigido por el Profesor Dr. Crusafont. c) Desempeña la Jefatura de la Sección de Valencia del Instituto de Farmacognosia J.C. Mutis del Consejo Superior de Investigaciones Científicas. Además de los trabajos antes aludidos sobre la acción hipoglucémica de plantas de la Región Valenciana, en donde abundan especies desconocidas por sus propiedades medicinales. d) En el orden docente, el ajustarse al horario de clases que se apruebe en Junta de Facultad y en cuanto a los trabajos de investigación que se propone realizar el que suscribe, serán una continuación de los señalados en el apartado b). e) Desempeña la Dirección del Jardín Botánico de la Universidad de Valencia y también la Dirección del Museo Paleontológico J. Botet del Excmo. Ayuntamiento de esta capital, cuyas labores a desarrollar, serán continuación de las señaladas en el apartado b)”. La Junta de la Universidad de Valencia accedía el 2 de julio siguiente a lo solicitado por Beltrán. Por lo demás, la Declaración presentada muestra que asimismo era jefe de la Sección de Valencia del Instituto de Farmacognosia “José Celestino Mutis” del CSIC. Nuevos cargos y distinciones Hemos visto como en Valencia existía una cierta tradición según la cual el catedrático de Biología de la Facultad de Ciencias, dirigía asimismo otros centros y colecciones de la ciudad relacionados con las ciencias naturales, al menos desde los tiempos de Eduardo Boscá. Con Beltrán continuará la costumbre y se extenderá a otras instituciones, lo que ha dado pie a que algunos consideren que destacó más “por su afán de acumular cargos institucionales que por sus desvelos en la investigación”, y ello a pesar de reconocerlo como “botánico bien formado, pero también mineralogista experto” (CATALÁ, 1996). En cualquier caso, sabemos que el botánico de Nules fue Colegiado de Honor del Colegio Oficial de Doctores y Licenciados en Filosofía y Letras y en Ciencias, y del de Químicos. Vocal y director de la Sección de Botánica de la Institución Alfonso el Magnánimo, dependiente de la Diputación Provincial de Valencia. En reconocimiento a sus méritos civiles y docentes, fue condecorado con la Cruz de Alfonso X el Sabio por el entonces ministro de Educación José Ibáñez Martín. El día 25 de mayo de 1956, a la edad de 70 años, Francisco Beltrán impartía su última lección en el aula magna de la Facultad de Ciencias sobre “La investiga- 25 Flora Montiberica 54: 11-30 (10-V-2013). ISSN: 1998-799X Francisco Beltrán Bigorra (Nules, 1886-1962). Nuevas noticias e imágenes ción en la cátedra”, con asistencia de numerosos alumnos, antiguos alumnos, profesores, catedráticos y otras personalidades de la Universidad de Valencia. El acto fue cerrado por el decano de la Facultad de Ciencias Joaquín Catalá, y fue seguido de una comida en su homenaje celebrada en los Jardines del Real. habitantes, a los que siempre trató de ayudar en la medida de sus posibilidades. A veces era facilitar el acceso a un especialista médico, un ingreso hospitalario o una simple recomendación hecha siempre con la mejor intención. En las fiestas de San Bartolomé pronunció en 1948 una brillante conferencia sobre “Investigaciones biológicas aplicadas a la agricultura”, que aprovechó para ensalzar las bellezas de sus campos entre los aplausos del numeroso público congregado al efecto. Se considera igualmente que en las huertas de la villa introdujo por primera vez en la provincia de Castellón el cultivo de la variedad Navel de naranja. Allí también ensayó el combate de la cochinilla del naranjo, cotonet, mediante la lucha biológica con Criptolaemus montrouzieri, coleópteros entomófagos que devoraban las cochinillas. En los años 50 del pasado siglo, Beltrán proyectó para su villa natal un jardín botánico entre la estación de ferrocarril y la carretera nacional. Fruto de la colaboración entre la Universidad de Valencia y el Ayuntamiento de Nules, tuvo lugar su creación aprovechando parte de las plantas que se estaban cultivando entonces en el Jardín Botánico de Valencia. Agradecida, la villa dará también el nombre de su naturalista al Instituto de Enseñanza Media, erigiendo su busto en bronce a la entrada, obra del escultor Enrique Giner, paisano y amigo de Beltrán. Pero otra vez el revisionismo de los primeros años de la democracia, volverá a retirar la escultura y su nombre del centro docente para adoptar el de Gilaberto Centelles, Señor de Nules en el siglo XV. Otra vez vemos que para los docentes pesan más los posibles deméritos de una ideología que no comparten, que los méritos científicos y, en este caso, además el amor hacia el propio pueblo natal al que generosamente favoreció durante su vida. Francisco Beltrán con la cruz de Alfonso X el Sabio. A petición de sus propios alumnos, la ciudad de Valencia rotuló una de sus calles con el nombre de Francisco Beltrán Bigorra, siendo alcalde Rincón de Arellano. En los años 80 se propuso cambiar el nombre de la vía, como se había hecho con otras dedicadas a personajes relevantes del régimen de Franco. La oposición de varios concejales que argumentaron sus méritos científicos, permitió que se conservara la denominación. Su amor hacia Nules Una de las constantes de su vida fue su pasión por Nules. Estudió su historia y escribió sobre la misma, sobre sus bellezas naturales y sobre la nobleza de sus 26 Flora Montiberica 54: 11-30 (10-V-2013). ISSN: 1998-799X J.M. DE JAIME LORÉN & al. BELTRÁN BIGORRA, F. & C. VICIOSO (1913) Observaciones acerca del área geográfica de la Armeria caespitosa. Bol. Soc. Esp. Hist. Nat 13: 305-312. BELTRÁN BIGORRA, F. (1914) Nota bibliográfica: “Prácticas de Botánica” de A. Meyer. Bol. R. Soc. Esp. Hist. Nat., 14, 166167 BELTRÁN BIGORRA, F. (1918) Excursión geológica a Morella. Bol. R. Soc. Esp. Hist. Nat., 18, 134 BELTRÁN BIGORRA, F. (1919) Fósiles de Villavieja (Castellón). Bol. R. Soc. Esp. Hist. Nat., 19, 462-463 BELTRÁN BIGORRA, F. (1920): Una hepática nueva para la Península Ibérica. Bol. Soc. Esp. Hist. Nat 20: 310-312. BELTRÁN BIGORRA, F. (1921) Uredales (Royas) de las provincias de Castellón y Valencia. Bol. Soc. Esp. Hist. Nat, Tomo 50 aniversario: 242-271. BELTRÁN BIGORRA, F. (1921) Yacimiento prehistórico de Villarreal (Castellón). Bol. R. Soc. Esp. Hist. Nat., 21, 341 BELTRÁN BIGORRA, F. (1925) La Botánica en España, y singularmente su estado actual. Discurso leído en la solemne apertura del curso de 1925 a 1926 por el Doctor Don … catedrático de la Facultad de Ciencias. Anales de la Universidad de Valencia, año VI, cuaderno 41. Valencia, 65 p. BELTRÁN BIGORRA, F. (1925) [Presentación de restos vegetales incrustados en yeso y sal común]. Bol. Soc. Esp. Hist. Nat 25: 254. BELTRÁN BIGORRA, F. (1925) [Dando cuenta del donativo consistente en el herbario, biblioteca y correspondencia científica de D. José Pardo Sastrón]. Bol. Soc. Esp. Hist. Nat 25: 323-324. BELTRÁN BIGORRA, F. (1925) [Sobre una excursión a la Canal de Navarrés]. Bol. Soc. Esp. Hist. Nat 25: 487. BELTRÁN BIGORRA, F. (1929) Adiciones a las Muscíneas de la provincia de Castellón. Memorias Soc. Esp. Hist. Nat 15, Homenaje a Ignacio Bolívar: 275-284. BELTRÁN BIGORRA, F. (1934) Apuntes de Complementos de Biología. Mecanografiado, 191 p. BELTRÁN BIGORRA, F.; BOTTET, R. (1934) Prólogo. Catálogo de la colección conquiológica donada a la ciudad de Va- De todas formas, en 1986 y coincidiendo con el centenario de su nacimiento, el Ayuntamiento de Nules en sesión celebrada el 1 de abril adoptó entre otros el acuerdo de nombrar a Francisco Beltrán Bigorra Hijo Predilecto de Nules, entregando al efecto a su familia el Diploma correspondiente al nombramiento, y también rotular con el nombre de Francisco Beltrán Bigorra el Jardín Botánico de la villa, en una placa conmemorativa como reconocimiento a su decisiva participación en la creación del mismo. Publicaciones Ya en la nota necrológica que dedica Antoni de Bolòs a Francisco Beltrán Bigorra encontramos 13 citas de publicaciones suyas, la tesis doctoral y doce artículos publicados en el Boletín de la Real Sociedad Española de Historia Natural, sin especificar en este caso ni el número ni las páginas. Nosotros hemos ampliado un poco la cifra de sus publicaciones hasta 25, si bien es muy posible que resulte todavía incompleta y que posteriores estudios puedan ofrecer nuevas referencias. Así queda de momento su producción bibliográfica: BELTRÁN BIGORRA, F. (1911) Estudios sobre la vegetación de la Sierra de Espadán. Memoria presentada como tesis para aspirar al grado de doctor en Ciencias Naturales. Madrid, 23 p. BELTRÁN BIGORRA, F. (1912) Muscíneas de la provincia de Castellón. Bol. Soc. Esp. Hist. Nat 12: 427-437. BELTRÁN BIGORRA, F. & A. CASARES GIL (1912) Entosthodon physcomitrioides nov. sp.. Bol. Soc. Esp. Hist. Nat 12: 375377. BELTRÁN BIGORRA, F. & A. CASARES GIL (1912) Flora briológica de la Sierra de Guadarrama. Trabajos del Museo Nacional de Ciencias Naturales, nº 1. Madrid, Junta para Ampliación de Estudios e Investigaciones científicas, 50 p. BELTRÁN BIGORRA, F. (1913) Una excursión botánica por la provincia de Málaga. Bol. Soc. Esp. Hist. Nat 13: 264-271. 27 Flora Montiberica 54: 11-30 (10-V-2013). ISSN: 1998-799X Francisco Beltrán Bigorra (Nules, 1886-1962). Nuevas noticias e imágenes lencia por D. Eduardo Roselló Bru. Valencia, 78 p. BELTRÁN BIGORRA, F. (1945) Algunas observaciones hechas en varias plantas y en especial en híbridos de Digital. Bol. Soc. Esp. Hist. Nat 43: 324. BELTRÁN BIGORRA, F. (1945) Trabajos preparatorios con motivo de la celebración del centenario de Cavanilles. Bol. Soc. Esp. Hist. Nat 43: 450-451. BELTRÁN BIGORRA, F. (1946): [Discurso en homenaje a A.J. Cavanilles]. Anales Jard. Bot. Madrid 6 (1): VII-VIII. BELTRÁN BIGORRA, F.; J.M. VIGUERA, A. CASABUENA & E. PRIMO YÚFERA (1951) La acción hipoglucémica en el género “Centaurea”. Farmacognosia 11: 197216. BELTRÁN BIGORRA, F. (s/f) Programa de Complementos de Biología. 14 p. BELTRÁN BIGORRA, F. (s/f) [Apuntes de Biología]. Mecanografiado, 39 p. una sesión necrológica en su memoria, en la que su sucesor en la cátedra Dr. Docavo Alberti, hizo el panegírico correspondiente del que extractamos las siguientes frases sobre el carácter y la personalidad de Francisco Beltrán Bigorra, así como sobre la época que le tocó vivir: “[…] Sabía mantener a raya a sus enemigos y detractores en cualquier situación difícil, y aquella mirada enérgica y duro proceder en las ocasiones críticas, era muchas veces una autodefensa para ocultarnos un alma sensible, llena de los más nobles sentimientos afectivos, [era] un hombre bueno, amenísimo, conversador incansable y divertido. Quien le tomase por un hombre adusto es que lo conocía sólo superficialmente, pues nada más lejos de la verdad. La nobleza de sus sentimientos se manifestaba de modo patente en su pronto desenfadado, pues era muy frecuente que después de propinar una enérgica reprimenda a uno de sus muchos subordinados, se apresurase a demostrarle, cuando mediaba nueva ocasión, que todo había pasado […] Analizando por encima esta bibliografía vemos, tal como han destacado hasta ahora los historiadores que se han ocupado de Beltrán, que su producción científica real concluye con el acceso a la cátedra. Fácil es asociarlo con el conservadurismo que imprime la poltrona. Nada que discutir. Ahora, debemos recordar que esta circunstancia ha sido muy frecuente en la universidad española, tal vez por una mayor dedicación a las actividades pedagógicas. En cualquier caso, queremos destacar su “Historia de la Botánica Española”, lección inaugural de curso muy poco conocida y sin embargo, en nuestra opinión, muy bien escrita y muy valiosa en cuanto a sus contenidos. Su muerte Murió Francisco Beltrán el 27 de abril de 1962, en un accidente automovilístico cuando viajaba de Nules a Valencia. Esa misma mañana había asistido a misa en la capilla de la Soledad de su villa natal. La Facultad de Ciencias de Valencia, en colaboración de la Sección de Valencia de la Real Sociedad Española de Historia Natural, celebró el 6 de junio siguiente Recordatorio impreso a su muerte. 28 Flora Montiberica 54: 11-30 (10-V-2013). ISSN: 1998-799X J.M. DE JAIME LORÉN & al. Él tuvo que resolver de por sí y desde su etapa estudiantil situaciones muy difíciles, y no digamos luego en los cargos de responsabilidad que desempeñaba. Así creció en él un sentimiento de responsabilidad personal un poco exacerbado, lo que le llevó a hacer casi siempre las cosas por sí mismo, sin confiar demasiado en los demás. Aún acentúa más esta muestra de su personalidad, el hecho de los muchos desengaños sufridos con personas que eran las más llamadas a corresponderle y defenderle en situaciones críticas. Vio, por ejemplo, en nuestra guerra, como quiénes más le debían, le hacen objeto de sañuda persecución a muerte, teniendo que permanecer oculto durante la contienda en medio de grandes sufrimientos y sobresaltos. Esta faceta de su carácter no puede considerarse como falta de humildad, ni deseo de figurar en primer término de todo, sino una norma de conducta a la que le había llevado y forjado las circunstancias de la vida. Trabajador incansable, hombre enérgico y de vitalidad extraordinaria, creía ciegamente que lo mejor y más práctico era resolver por sí mismo, cargando sobre sí toda la penosa y pesada carga del trabajo y de la responsabilidad, lo cual está infinitamente lejos del hombre ególatra y ambicioso que sólo piensa en sí mismo. Hay fehacientes testimonios de lo que luchó por mejorar la situación de los trabajadores del Jardín Botánico y de los empleados de otras dependencias a sus órdenes. Y esto lo hacía muchas veces de manera espontánea y sin que nadie se lo pidiese. Que en sus gestiones le acompañase o no la suerte, es cosa de fortuna o de habilidad, pero nunca defecto de despreocupación”. Una última consideración. A pesar de la controversia que su vida y su obra científica ha concitado entre los historiadores, nos permitimos recordar que poco tiempo después de su jubilación, en 1967 se creaba por fin en la Facultad de Ciencias de la Universidad de Valencia la Sección de Biología. Es posible que fuese una consecuencia natural en la evolución de la universidad valenciana, pero es posible también que algún mérito quepa atribuir a los esfuerzos de Francisco Beltrán Bigorra, durante tantos años catedrático de la disciplina. Quede aquí nuestro agradecimiento como integrante de la cuarta promoción de biólogos que salieron de aquellas aulas. BIBLIOGRAFÍA BELTRÁN BIGORRA, F. (1925) La Botánica en España, y singularmente su estado actual. Discurso leído en la solemne apertura del curso de 1925 a 1926 por el Doctor Don … catedrático de la Facultad de Ciencias. Anales de la Universidad de Valencia, año VI, cuaderno 41. Valencia, 65 p. BOLÒS, A. DE (1963) Francisco Beltrán Bigorra (1886-1962). Collect. Bot 6: 535 CATALÁ GORGUES, J.I. (2000) Los cultivadores de la Historia Natural en Valencia (1909-1940). Tesis doctoral. Universitat de València, 934 p. CATALÁ GORGUES, J.I. (1995) La fundació i el período inicial de la Secció de València de la Real Sociedad Española de Historia Natural (1913-1923). Actes de les III Trobades de la Ciència i de la Tècnica als Països Catalans, 153-161. Barcelona, SCHCT. CATALÁ GORGUES, J.I. 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ISSN: 1998-799X Flora Montiberica 54: 31-32 (10-V-2013). ISSN: 1998-799X NUEVO HÍBRIDO DEL GÉNERO EUPHORBIA EN LA PROVINCIA DE CASTELLÓN José María PÉREZ DACOSTA C/ Pintor Joan Reus nº 9, bajo C. 12192-Vilafamés (Castellón) C.e.: linarium@yahoo.es RESUMEN: Se describe un nuevo híbrido, Euphorbia × vilafamensis (E. segetalis × E. serrata) para la provincia de Castellón y se aportan algunos comentarios al respecto. Palabras claves: hibrido, Euphorbiaceae, Euphorbia, provincia de Castellón, Comunidad Valenciana, España. ABSTRACT: Euphorbia × vilafamensis, a new hybrid from Castellón (E Spain). One new hybrid, Euphorbia × vilafamensis (Euphorbia segetalis × E. serrata) from eastern Spain are here described. Key words: hybrid, Euphorbiaceae, Euphorbia, Castellón province, Valencian Comunity, Spain. Euphorbia × vilafamensis Pérez Dacosta, nothosp. nova (E. segetalis L. × E. serrata L.). creemos que tiene que haberlos. Este mismo híbrido (E. segetalis × E. serrata) ya lo habíamos citado sin descripción (cf. PÉREZ DACOSTA, 2008). También hay referencias anteriores del mismo. PAU (1891) lo indica de los alrededores de Segorbe (Castellón) como híbrido, pero sin llegar a describirlo tampoco. Para referirse a este taxon habló de E. serrata var. phylloclada Lange, que creía (1880) correspondía a este híbrido. Más tarde, (BOLÒS & VIGO, 1990) hablan de este taxón, tratándolo como forma de E. serrata y separándolo de la forma tipo por sus hojas lineares, sin ninguna alusión a que pudiera ser un híbrido. Por lo tanto, después de estudiar las muestras, llegamos a la conclusión de que es un híbrido y por ello nos decidimos a describirlo. Aparece en cunetas de camino junto al complejo deportivo de la Estepa, en el término castellonense de Villafamés. Allí se podía apreciar claramente las diferencias con los progenitores, que también estaban presentes en el mismo lugar y que a continuación detallamos. HOLOTYPUS: CASTELLÓN, 30TYK51 44, Villafamés, complejo deportivo de la Estepa, 290-320 m, ribazos de cultivo de secano, 20-V-2001, J.M. Pérez Dacosta (VAL 191865). DIAGNOSIS: Ad E. segetale simile (foliis angustbus integribusque, capsulis leviter tuberculatis) sed seminis laevis ut in E. serrata, inflorescentiis 2-5 radiatis (2-3 in E. serrata et 4-5 in E. segetale), bracteis integris sed minute serratis. DISCUSIÓN: Planta de aspecto semejante a E. segetalis por sus hojas estrechas y enteras y lóculos de frutos ligeramente tuberculados, pero con las semillas lisas como E. serrata. Como caracteres intermedios las inflorescencias con 2-5 radios finales (E. serrata de 2-3 y E. segetalis de 4-5) y las brácteas algunas ligeramente aserradas y otras enteras. Decir que en el género Euphorbia, en cuanto a híbridos, no se co-nocen referencias en la Península Ibérica, y 31 Nuevo híbrido de Euphorbia en la provincia de Castellón BÒLOS, O. de & J. VIGO (1990) Flora dels Països Catalans. Vol. 2: 558-559. Ed. Barcino. Barcelona. MATEO, G. & M.B. CRESPO (2009) Manual para la determinación de la flora valenciana. 4ª ed. Alicante. MATEO, G., M. B. CRESPO & E. LAGUNA (2011-2112) Flora valentina. Vol. 1. Generalitat Valenciana. Valencia. PAU, C. (1891) Notas botánicas a la flora española. Fascículo 4º. Madrid. PÉREZ DACOSTA, J.M. (2008) Aportaciones a la flora de la comarca de la Plana (Castellón) III. Toll Negre 10:95-101. PÉREZ DACOSTA, J.M. (2012) Cinco híbridos nuevos para la comunidad valenciana. Fl. Montib. 51:126-129. PÉREZ DACOSTA, J.M. & G. MATEO (2012) Nuevos táxones del género Helianthemum Mill. en la zona oriental de la Península Ibérica, II. Fl. Montib. 50:44-61. WILLKOMM, M., & J. LANGE (1880) Prodromus Florae Hispanicae. Vol. 3: 501-502. Stuttgartiae. Es planta de aspecto semejante a E. segetalis por sus hojas estrechas y enteras y por los lóculos de los frutos que son ligeramente tuberculados, pero las semillas son lisas como en E. serrata. Otros caracteres se muestran intermedios, como las inflorescencias con la umbela final de 2-5 radios (E. serrata de 2-3 y E. segetalis de 4-5) o las brácteas (algunas ligeramente aserradas y otras enteras). El epíteto “vilafamensis” hace referencia al indicado municipio castellonense de Vilafamés, donde se encontró dicho híbrido. BIBLIOGRAFÍA AIZPURU, I., C. ASEGUINOLAZA, P.M. URIBE-ECHEBARRÍA, P. URRUTIA & I. ZORRAKIN (1999) Claves ilustradas de la flora del País Vasco y zonas limítrofes. Gobierno Vasco. Vitoria. BENEDÍ, C., J. MOLERO, J. SIMON & J. VICENS (1997) Euphorbia L. in S. Castroviejo & al. (eds.). Flora iberica. Vol. 8: 221-222. (Recibido: 20-XII-2012. Aceptado: 29-XII-2012) 3 32 Flora Montiberica 54: 31-32 (10-V-2013). ISSN: 1998-799X Flora Montiberica 54: 33-74 (10-V-2013). ISSN: 1998-799X COROLOGÍA DE TRES TÁXONES DE INTERÉS EN EL MACIZO DEL CASTRO VALNERA: ERIOPHORUM VAGINATUM L., GENTIANA ACAULIS L. Y GENTIANA BORYI BOISS. Juan A. ALEJANDRE SÁENZ¹, Vicente J. ARÁN REDÓ², Pablo BARBADILLO ESCRIVÁ DE ROMANͳ, Juan José BARREDO PÉREZ , Javier BENITO AYUSO , María Josefa ESCALANTE RUIZ¹, Javier María GARCÍA-LÓPEZ , Raquel María GARCÍA VALCARCE , Luis MARÍN PADELLANO , Gonzalo MATEO SANZ , Carlos MOLINA MARTÍN¹⁰, Gonzalo MONTAMARTA PRIETO¹¹, Miguel Ángel PINTO CEBRIÁN¹² & Alberto RODRÍGUEZ GARCÍA ¹C/ Txalaparta, 3, 1º izda. 01006-Vitoria ²C/ Durazno, 5, esc. 1, 2º C. 28044-Madrid ³Avda. Islas Baleares, 12, bajo A. 09006-Burgos C/ Jesús Galíndez, 22, 11º B. 48004-Bilbao C/ Cárcava, 1. 26315-Alesón (La Rioja) Servicio Territorial de Medio Ambiente. Junta de Castilla y León. C/ Juan de Padilla, s/n. 09071-Burgos Área de Botánica. Dpto. de Biodiversidad y Gestión Ambiental. Fac. de Ciencias Biológicas y Ambientales. Universidad de León. Campus de Vegazana. E-24071, León. C/ Reina Leonor, 9. 09001-Burgos Jardín Botánico. Universidad de Valencia. C/ Quart, 80. 46008-Valencia ¹⁰Avda. de Valladolid, 44, 8º B. 42001-Soria ¹¹C/ Real, s/n. 42171-La Rubia (Soria) ¹²Aula de Medio Ambiente. Caja de Burgos. Avda. del Arlanzón, 4. 09004-Burgos RESUMEN: Se ofrece una visión actualizada de la situación en el macizo del Castro Valnera de tres especies de alto interés regional: Eriophorum vaginatum L., Gentiana acaulis L. y Gentiana boryi Boiss. Se comentan datos sobre la historia de su descubrimiento en ese macizo. Se recogen y enumeran para cada uno de ellos los datos de recolecciones, citas bibliográficas y de campo. Con el conjunto de todas ellas se elaboran varios mapas. Finalmente, se aportan comentarios que contribuyen al conocimiento de su comportamiento ecológico y se apuntan algunas pautas y criterios a tener en cuenta para su protección. Palabras clave: Flora, plantas vasculares, Eriophorum, Gentiana, Cordillera Cantábrica, Burgos, Cantabria, Castilla y León, España. ABSTRACT: Chorology of three interesting plants from Castro Valnera (Cantabrian Mountains, N Spain). An updated view of the situation within the Castro Valnera mountain range of three species of high regional interest is provided: Eriophorum vaginatum L., Gentiana acaulis L. y Gentiana boryi Boiss. The history data of their discovery within that mountain range is discussed. Collections data and field citations are gathered and listed for each of them and several maps are drawn with the whole of them. Finally, comments that contribute to the knowledge of their environmental performance are provided, as well as some guidelines and criteria to be considered for their protection. Key words: Flora, vascular plants, Eriophorum, Gentiana, Cantabrian Mountains, Burgos, Cantabria, Castilla y León, Spain. 33 Corología de tres táxones del macizo del Castro Valnera INTRODUCCIÓN do y destacado por diversos autores desde casi las primeras exploraciones botánicas El “macizo del Castro Valnera”, en su sentido más amplio, es un conjunto de alineaciones montañosas y cumbres destacadas localizadas en el extremo oriental de la Cordillera Cantábrica (ALONSO & al., 2007), que constituyen la divisoria de aguas entre las cuencas cantábrica y mediterránea y que así mismo forman parte de los confines administrativos entre las Comunidades Autónomas de Cantabria y de Castilla y León. Discurren estos límites a lo largo de unos 50 km entre los puertos de la Magdalena y de la Matanela (junto al puerto del Escudo) por el W y el puerto de los Tornos por el E. Es el núcleo montañoso más elevado de la comarca pasiega –de los Montes de Pas, en su denominación histórica–. En la vertiente burgalesa también se conoce como el Somo de Pas. De una forma imprecisa también se le ha aludido en la bibliografía botánica como Montañas de Burgos. La parte central, que es la que aquí nos interesa, reúne las cumbres principales que sobrepasan los 1600 m de altitud. Es la que se encuentra entre los puertos de montaña de las Estacas de Trueba (1153 m) y Portillo de Lunada (1316 m). Cumbres destacadas son: el propio Castro Valnera (1718 m), Alto de los Dojos (1701 m), Cubada Grande (1605 m), Pico de la Miel (1563 m) y un poco al noreste del Portillo de Lunada, el Picón de Fraile (1625 m). Estas cumbres constituyen un hito fitogeográfico en la gran alineación formada por los Pirineos y la Cordillera Cantábrica. Del extremo occidental pirenaico se distancian por algo más de 200 km en una solución de continuidad ocupada por las modestas altitudes de los Montes Vascos. Hacia el oeste hay que trasladarse más de 50 km para alcanzar la primera altitud superior a los 2000 m de la Cordillera Cantábrica s. st., en las montañas de Reinosa –Sierra del Pico Cordel–. Este carácter de “hito” o de “mojón” se ha comenta- (cf. DUPONT, 1975; MORENO & SÁNCHEZ, 1994; MORENO & al., 1996, ALEJANDRE & al., 2012, 2013a y 2013b). Son varias las causas que, a pesar de la modesta altitud cenital y media del macizo, contribuyen a que despunte como refugio de una flora de gran interés. Un clima hiperhúmedo, que provoca que en algunas de las zonas de cumbres la pluviometría alcance o sobrepase los 3000 mm de precipitación, en un régimen de extraordinaria laxitud anual: fuerte innivación invernal, considerables lluvias otoñales y primaverales, nubosidad de estancamiento muy frecuente en verano, con nieblas –casi a diario– que generan una forma muy caracterizada de precipitación horizontal que afecta a amplias zonas del macizo. Este clima actual es el “heredero” del que durante la parte final del Pleistoceno activó los grandes aparatos glaciares que afectaron al macizo durante más de 100.000 años (cf. SERRANO 1995 y 1996; SERRANO & al. 2002 y 2011; TURU & al. 2007a y 2007b), origi- nando el paisaje glaciado a menor cota de entre todos los conocidos en la Península Ibérica. El potencial erosivo y clástico de los hielos profundizó las características geológicas de las partes elevadas del macizo, fuertemente fracturado ya por grandes diaclasas que lo compartimentaban, afectando en profundidad a las capas alternantes de carbonatos, de conglomerados y de areniscas. En los sectores y estratos calizos los hielos aceleraron la karstificación (cf. GARCÍA, 2002 y 2006; ORTEGA & MARTÍN, 2009; RUIZ, 2011; RUIZ & GARCÍA, 1992; RUIZ & al., 2009) originando zonas de drenaje preferencial, hundimientos y estructuras caóticas. En definitiva, un paisaje superficial, que es el que ahora contemplamos, con las peculiares alternancias de estratos carbonatados permeables y silíceos impermeables que condicionan las escorrentías surgentes y 34 Flora Montiberica 54: 33-74 (10-V-2013). ISSN: 1998-799X J.A. ALEJANDRE & al. la inmediata sustracción de los drenajes hacia el interior del macizo. El macizo del Castro Valnera, a semejanza de como le sucede a otras montañas del eje cántabro-pirenaico, está en estos momentos atravesando el umbral de una nueva etapa. Se encuentra a punto de iniciar una evolución paisajística que le abocará a una situación bastante poco comparable a la que ahora nos deslumbra. No hay duda de que se trata de una montaña humanizada: deforestada (cf. SIERRA, 2006) y secularmente quemada y pastoreada hasta extremos que hoy día apenas nos detenemos a calibrar (ORTEGA, 1974; bles. Se avecina un relevo. Tendemos a contemplar una situación sobrecargada de desequilibrios como si no lo fuera; es decir, como si se tratara de un ámbito cerrado en depurada armonía. Y no debe ser así (cf. ORTEGA, 2004). “Oportunidades de aprovechamiento del medio natural”, “puesta en valor de los puntos fuertes”, “abundantes recursos”, “fortalezas y debilidades”, “desarrollo sostenible”, “propuestas ambiciosas”, “inversiones oportunistas que tomen el relevo de una cultura que se acaba”. Son los conceptos y paradigmas que definen las propuestas de acción desde una visión foránea, a la que se debe reconocerle el mérito de haberse dado cuenta de que no es posible cruzarse de brazos ante lo que se avecina. Por otra parte, es desalentador advertir que la amplísima legislación establecida y más o menos desarrollada sobre protección de especies y sistemas en el medio natural, a semejanza del espíritu que alienta a una parte de ecologismo, tampoco se sustrae a esa tendencia natural a enjuiciar la situación desde una excesiva distancia o lejanía desinhibida. La percepción nuclear del naturalista que, alertado por las ideas aquí expuestas, trata de profundizar, más allá de la contemplación estética, en el conocimiento de estas montañas es la de un razonable pesimismo, solamente abandonado a rachas tras cada avance de conocimiento, tras cada descubrimiento. Hemos elegido tres especies entre un cortejo de no menos de 30 –todas ellas de notable interés regional–, que habitan en el macizo del Castro Valnera (cf. ALE- MONTSERRAT, 1992; CORBERA, 2008). Nos hemos acostumbrado a analizar el paisaje actual y a reconocerlo, como si se tratara de la foto fija que dura ya centenares de años y que dibuja una relación milagrosamente estable, consecuencia de fuerzas antagónicas que pueden resumirse en: por un lado, la alta capacidad de regeneración de estas montañas y por otro, la acción persistente, más o menos desbastadora o respetuosa con el medio natural – según se mire–, de la cultura pastoril pasiega. Y no nos damos cuenta, ensimismados en esa mirada miope, que este lugar se ve abocado a una alteración que el propio sistema ganadero en derrumbe se está encargando de acelerar, entre otras razones, porque no advierten que es a ellos, a las gentes de la tierra, a quienes les corresponde «completar la obra paisajística de sus antepasados» (cf. MONTSERRAT, 1992: 55; MONTSERRAT, 1996). El dramático abandono de la cultura pastoril –que se puede entender casi como un abandono desleal a la propia tierra cuando no como una derrota desesperanzada (cf. JANDRE & al., 2006, GARCÍA-LÓPEZ, 2011: 21; ALEJANDRE & al., 2008, 2012, 2013a y b), porque representan una buena DELGADO, 2006; MAGAÑA & ROJAS, 2008)– se ve acelerado en sus últimas parte de su valor patrimonial florístico, conforme a tres criterios selectivos principales. En primer lugar, se han seleccionado porque se localizan en zonas “menos” alteradas y consecuentemente en cierto modo relícticas. En segundo lugar, porque apuntan a una preocupante para- etapas por la irrupción de nuevas iniciativas, de usos foráneos y de proyectos, que afianzados todos ellos en una gran potencia tecnológica, son muy capaces, cualquiera de ellos, de generar vertiginosos impactos y cambios drásticos irreversi35 Flora Montiberica 54: 33-74 (10-V-2013). ISSN: 1998-799X Corología de tres táxones del macizo del Castro Valnera al. 2009: 268) las escasas poblaciones conocidas aparecen manifiestamente distantes entre sí. Llama poderosamente la atención su ausencia en la vertiente palentina del macizo de Valdecebollas, en cuyo entorno norte las pocas poblaciones conocidas se alejan de las del Somo burgalés unos 40 km. En el macizo del Castro Valnera, las poblaciones próximas a la divisoria de aguas en los alrededores del puerto de las Estacas de Trueba afectan desigualmente a Burgos y Cantabria. En esta última provincia, dentro de este macizo se conocen además algunas pequeñas poblaciones en la vertiente norte del portillo de la Sía (HERRERA, 1995: 92). Más hacia el E, en las cumbres de los Montes de Ordunte, a caballo entre Burgos y Vizcaya todavía se hace muy tímidamente presente (ASEGINOLAZA & al., 1984: doja, puesto que se relacionan con medios hídricos altamente sensibles a la alteración local y zonal. Además, porque las tres pertenecen a uno de los dos grandes grupos en los que se puede subdividir la flora regional: plantas afines o exigentes en medios ácidos instalados sobre sustratos claramente silíceos. Hemos tratado de reunir y expresar lo poco que conocemos sobre ellas. Para cada uno de los taxones se ha redactado un párrafo, que resume conceptualmente su situación en la zona. Se añade otro apartado que recoge las citas, según una diversidad de fuentes debidamente contrastadas; para inmediatamente integrar todas esas referencias en una cartografía conjunta, cuyo objetivo esencial es subrayar el valor paisajístico que conserva el tramo del macizo comprendido entre los puertos de las Estacas de Trueba y de la Lunada. De seguido, se pasa revista a una serie de ideas que tienen que ver con las complejas situaciones que aborda cualquier política conservacionista. Se añade, finalmente un pequeño comentario que esboza la singularidad de la presencia en ese acotado espacio de 8 de las gencianas existentes en la Península Ibérica. La bibliografía, todo lo amplia posible, da cuenta de las fuentes documentales utilizadas, además de procurar una visión del paisaje general del macizo. 1064; SALDROPO, 2001; BARIEGO & GASTÓN, 2002 [SALA 104605]; HERAS, 2002 y 2004; HERAS & INFANTE, 2003/2004; IHOBE, 2011). Extinta, al parecer (HERAS, 2002: 42) en la otra localidad de los Mon- tes Vascos. En el minucioso documento inédito sobre Inventariación de las turberas existentes en el LIC Montaña Oriental (cf. ALBERDI & al., 2004) se precisan una serie de localidades cántabras, alguna de las cuales supone la altitud más baja a la que se encuentra la planta en toda la pasieguería. La primera cita publicada para el macizo del Castro Valnera es la de DUPONT 1. Eriophorum vaginatum L., Sp. Pl.: 52 (1975: 394 «entre le Pico de la Miel et le Torcaverosa»), a lo que añadir una recolección (1753) Ciperácea de distribución circumboreal. En la Península Ibérica se localiza en Pirineos (Central y Oriental) y Cordillera Cantábrica, en territorios que afectan a 7 provincias, de la cuales, únicamente dos: Burgos y León, corresponden a la Comunidad Autónoma de Castilla y León (LA- de Herrá -próxima en el tiempo (julio 1986)- en el puerto de las Estacas de Trueba (MA 683455). HERRERA (op. cit.), a la vez que recoge la de Dupont, añade nueva localidad en la parte sobana de La Sía. AEDO & al. (1997: 142) anotan un par de citas más, a la vez que repasan datos de las referencias anteriores para toda la Cordillera. ANTHOS (2013) lista unas 40 citas en la Cordillera Cantábrica, aunque con numerosas repeticiones. Las altitudes extremas que tenemos anotadas para el ma- ÍNZ, 1963: 72; AEDO & al., 1997: 342; AEDO & al., 1998: 258 y 267; MOLINA & al., 2009: 267-268; FERNÁNDEZ CAÑEDO & al., 2011; EGIDO & al., 2012: 22; ANTHOS, 2013). En el ámbito de la Cordillera Cantábrica (Bi, Bu, Le, S, O) (cf. MOLINA & 36 Flora Montiberica 54: 33-74 (10-V-2013). ISSN: 1998-799X J.A. ALEJANDRE & al. cizo de Valnera son: 812 m y 1560 m; por lo que es en este macizo donde se daría, con gran diferencia, la menor altitud de todas la conocidas en la Cordillera (cf. alto número de individuos se localizan en zonas altamente sensibles a modificaciones ambientales –que pueden llegar a ser drásticas y de evolución rápida e incontrolable una vez que esta se inicie–. Las más se acomodan muy próximas a zonas relativamente frecuentadas por personas y ganaderías (cordal de Motas de Pardo a Cotero de los Lobos; entorno del puerto de las Estacas; circo karsto-glaciar del Bernacho; circo de Lunada-Pico de La Miel: junto a la estación de esquí; Los Cuetos, con drenaje modificado por trazado reciente de una pista de montaña y presencia de numeroso ganado mayor; Canto el Cuadro y Collado de Peña Negra, en donde se prevé la probabilidad de instalaciones deportivas con drástica modificación del funcionamiento hidrológico hacia ambas vertientes). En todos esos lugares, la eutrofización, el pisoteo intensivo, el fuego intencionado o accidental y, sobre todo, las acciones de drenaje y la alteración de los aportes de agua, suponen un peligro cierto. Pequeñas variaciones en el nivel de las turberas pueden disparar una rápida evolución de la vegetación que complique la supervivencia de los pocos individuos de E. vaginatum que todavía sobreviven. En el comentado caso de la cabecera del arroyo de Peña Negra (El Canto el Cuadro bajo el collado de Peña Negra) la población de apenas unos pocos individuos merecería ser protegida. En la turbera de cobertor –ombrogénica– del cordal del Cotero de los Lobos se localiza, sin duda, la población más numerosa –de centenares de individuos– de cuantas se conocen en todo el tramo oriental de la Cordillera. Las características generales de dicha turbera la hacen muy semejante a la conocida de la cumbre del monte Zalama en la sierra de Ordunte (Bi, Bu). Testimonios de personas bien informadas parecen descartar que se haya extraído de allí turba en cantidades significativas. Su estructura actual, realmente caótica, con taludes de turba a cielo abierto escalona- MOLINA & al., 2009: 267). Entre los “juncos algodoneros” presentes en la Cordillera Cantábrica, el E. vaginatum se caracteriza por lucir una única espiga al final del tallo. También por desarrollar cepellones muy densos – sin los estolones largos de sus otros dos congéneres, lo que le “ancla” con cierta sujeción ecoambiental a muy determinadas zonas de las turberas–, en una estrecha banda alrededor de las pocetas con nivel freático bastante estable, por lo que apenas nunca le alcanza el encharcarmiento con lámina de agua por encima del nivel de la cepa –cosa que sí le ocurre estacionalmente al E. angustifolium en esos mismos ambientes–, pero donde tampoco descienda el nivel de embebimiento del suelo turboso por debajo de unos 30 cm de la superficie musgosa del suelo. Tales ambientes suelen localizarse en zonas de rellano de cresta alomada o en fondos deprimidos de escalones de sobreexcavación de pequeños circos crionivales. En el particular caso de la población cercana a la cumbre del Pico de la Miel, ocupa la parte distal superior de una cuenca nival con cierta pendiente, motivada por la erosión remontante del circo (se trata, por lo tanto, de un fragmento de “turbera cobertor” en una facies atípica en el macizo). Aunque se considere indiferente al sustrato (cf. CASTROVIEJO & al., 2007: 75), en el macizo del Castro Valnera todas sus poblaciones parecen mostrar más bien una tendencia silícícola (en los casos más especiales y a tener en cuenta se trata de turberas ácidas de esfagnos, ombrotróficas, alimentadas fundamentalmente por aguas de lluvias y nieblas –tipo de turbera incluido en la Directiva de Hábitats bajo los códigos 7110 y 7130–). Todas las poblaciones, incluso las que ocupan mayor extensión y presentan un 37 Flora Montiberica 54: 33-74 (10-V-2013). ISSN: 1998-799X Corología de tres táxones del macizo del Castro Valnera vascular del País Vasco (AUCT. PL., 2010b: 130-131) le asigna la categoría CR «En dos en la suave pendiente es consecuencia de la erosión remontante cebada en los gruesos estratos de turba degradados por los innumerables fuegos a los que tradicionalmente han sido sometidas las comunidades de pasto-brezal de la zona. El conjunto de la turbera viene sufriendo de tiempo atrás una desecación progresiva, que se hace más evidente en las partes algo más elevadas –hacia la cumbre del Cotero los Lobos, donde apenas, o nada, está presente Eriophorum vaginatum– y que motiva un desigual reparto de las aguas disponibles en la franja inferior; en la cual, a pesar de todo, la presencia de la ciperácea es realmente llamativa. Teniendo en cuenta la singularidad de este enclave, debiera ser motivo de estudio, y por supuesto de una protección suficiente (frente al fuego y las alteraciones mecánicas de todo tipo). Algunas subpoblaciones del entorno del puerto de las Estacas gozan del privilegio de quedar acogidas bajo una figura de protección –más teórica que real–: Microrreserva de Flora BU-007 (cf. MOLINA & MONTAMARTA, 2011b). La declaración de los LIC ES41120088-Montes de Valnera y peligro crítico de extinción» a la única población del territorio (Montes de Ordunte, Zalama), que comparte con territorio burgalés. El DECRETO FORAL 114/ 2006, de 19 de junio de 2006 (BOB 129: 16805-16814) aprueba el Plan de Gestión de Eriphorum vaginatum en Bizkaia. El DECRETO 65/1995 que crea el Catálogo de las Especies Amenazadas de la Flora del Principado de Asturias (AUCT. PL., 1995) le asigna la categoría «De Interés Especial». Como ejemplo de las dificultades, poco menos que titánicas, que presenta la gestión de los mecanismos de protección efectiva del tipo de ambientes “turbosos” que caracterizan la vida de este Eriophorum, puede afirmarse que a pesar de la existencia de un estudio tan exhaustivo sobre la Inventariación y propuestas de gestión de las turberas del LIC ES130 0002, Montaña Oriental (cf. ALBERDI & al., 2004) no parece haberse conseguido detener –y mucho menos invertir– en ninguno de los casos allí citados los procesos de degradación progresiva de los medios turbosos en su día cartografiados. Degradación que se acentúa y probablemente alcanza ya una situación límite e irreversible en aquellos lugares localizados a menores altitudes. ES1300002-Montaña Oriental (AUCT. PL., 2004) que debiera afectar a una gran parte del macizo en ambas vertientes, debido a la laxitud de su efectividad parece poco garante frente a las complejas problemáticas que caracterizan el devenir de la flora de montaña. El DECRETO 63/2007 2. Gentiana acaulis L., Sp. Pl.: 228 (1753) Herbácea perenne con rizoma muy poco e irregularmente ramificado, que al final de cada derivación desarrolla unas rosetas de hojas anchas, blandas, mates y que tienden a conduplicarse. De alguna de esas rosetas nace cada primavera un vástago que sostiene una flor de considerable tamaño, de corola acampanada, vestida de un intenso color azul (añil-cobalto), significativamente matizado en el interior de la garganta por unas llamativas aréolas salpicadas de manchas oscuras. La flor se cierra al anochecer para volverse a abrir por las mañanas durante su ciclo de vida; sobre Flora Protegida de Castilla y León (AUCT. PL., 2007b, LLAMAS & al., 2007) recoge en el Anexo II a Eriophorum vaginatum entre las Especies catalogadas de «Vulnerables». El DECRETO 120/2008 (AUCT. PL., 2008), que regula en Catálogo Regional de Especies amenazadas de Cantabria, sorpresivamente, no menciona ninguna de las plantas presentes en la zona de alta montaña del LIC. En el Formulario Normalizado de Datos Natura 2000 referido a dicho LIC únicamente se cita para ese sector montano el Narcissus asturiensis (sic). La Lista Roja de la flora 38 Flora Montiberica 54: 33-74 (10-V-2013). ISSN: 1998-799X J.A. ALEJANDRE & al. todo lo cual nos está indicando la dependencia estratégica de la especie de una efectiva polinización entomófila (abejorros de montaña). Pertenece a la sect. Ciminalis (Adans.) Dumort. (HUNGERER & sa el “cuello de botella” que supone la brusca disminución de altitud en el puerto de las Estacas de Trueba (1153 m) y la consiguiente existencia de los valles enfrentados de los ríos Pas y Trueba; circunstancia que pudo provocar la detención del avance hacia el occidente a través del cordal del Somo y su expansión hacia otras montañas cercanas, como por ejemplo el macizo del Alto Campóo (Sierra del Cordel, Tresmares, Hijar y Valdecebollas). Lo cual parece apuntar a que su llegada al macizo de Valnera pudo darse, desde el oriente, en un periodo del Holoceno no muy lejano, en el que aconteció un evento climático de duración muy corta y de características críticas favorables a su instalación en las zonas altas de macizo pero no a una amplia expansión en altitudes medias. Prefiere los suelos aireados, bien drenados pero que guarden durante todo el año una cierta humedad permanente – normalmente en zonas cercanas a neveros persistentes: laderas suaves o falsos rellanos con semi-sombra topográfica, con buena iluminación pero con insolación tangencial, etc.–, asentados sobre sustratos ácidos –lo que en esta montaña no es tan fácil de comprobar dado el sistema de alternancias, de tránsitos laterales de litologías intermedias, de deslizamientos de paquetes de suelos alóctonos y de escorrentías superficiales de aguas procedentes de acuíferos colgados–. No forma grandes grupos fácilmente detectables –en eso también se diferencia de la G. angustifolia– sino que se oculta, y solamente en flor es fácil detectarla, dispersa entre la comunidad de pastos y brezos, frecuentemente con llamativa presencia de Trichophorum cespitosus, que tienden a cubrir totalmente el suelo. Pero con todo, es posible hablar de pequeños y localizados agrupamientos, confinados en el reducto zonal en la que se mantienen uniformes las características edáficas y demás condiciones que precisa, constituidos por indi- KADEREIT, 1998; HAGEN & KADEREIT, 2000), lo mismo que la cercana G. angus- tifolia s.l., de la que para muchos es relativamente dificultosa de separar. Endemismo de las montañas del centro y sur de Europa. En la Península Ibérica, fuera del Pirineo –alcanza el Occidental (cf. VILLAR, 1980: 219)–, únicamente se ha encontrado en una zona de la Cordillera Cantábrica (precisamente en el macizo del Castro Valnera) y en otra del Sistema Ibérico meridional (Sierra de Gúdar) (RIVAS GODAY & BORJA, 1961: 220, ut G. pneumonanthe); AGUILELLA & MATEO, 1884: 8; MATEO 1990: 202). La referencia de WILLKOMM (1870: 656, in Cantabria, Peña Gorbiea) se refiere naturalmente a G. angustifolia subsp. corbariensis, como ya se certifica en Flora iberica. En el macizo del Castro Valnera debe ser considerada planta escasa y de comprometido futuro. Sus dispersas poblaciones se localizan en una banda altitudinal que va desde las abisales a 1230 m hasta casi alcanzar la cumbre a 1690 m, con un óptimo poblacional entre los 1350 y 1580 m. Salvo unas tímidas presencias en la vertiente cántabra, la mayor parte de lo hasta ahora conocido se halla en la provincia de Burgos (vertiente mediterránea). Lejos de dispersarse por todo el macizo, las poblaciones se confinan al entorno de los castros que forman el núcleo cenital de macizo, entre la Peña Negra (La Capía) y Cubada Grande en uno de los extremos, hasta el circo de Lunada, bajo el cordal de Canto las CorvasPico la Miel-La Mota (Mapa CETYMA 1997), en el otro extremo, con alguna proyección tímida y remota hacia el valle de Soba. La distancia entre las poblaciones más alejadas no supera los 6,5 km, medidos a lo largo de las crestas que discurren por las cumbres de los cordales principales. Significativamente, no traspa39 Flora Montiberica 54: 33-74 (10-V-2013). ISSN: 1998-799X Corología de tres táxones del macizo del Castro Valnera este autor el hecho de que G. angustifolia pertenezca al otro subclado sugiere que la hibridación sea poco probable en el medio natural (cf. GIELLY & TABERLET 1996). Sí se conocen algunos híbridos de jardinería dentro de la sect. Ciminalis que consiguen salvar todas las distancias y limitaciones de cruces. Tampoco NÈGRE (op. cit.: 307) parece apuntar directamente hacia una posible hibridación cuando describe G. kochiana var. minor, aunque la considere próxima a G. occidentalis var. aragonensis. Según RENOBALES (op. cit.: 463) las poblaciones del Castro Valnera y de Gúdar se asimilarían a esa var. minor, en razón a que “presentan muy constantemente hojas y flores que están en los valores más bajos de su rango de variabilidad”, aunque no hace alusión al tamaño de los tallos fructificados a los que se refiere Nègre. Pero es una afirmación con la que nuestras observaciones no coinciden. No es difícil encontrar en Valnera ejemplares con hojas de más de 8 cm y tallos fructificados que sobrepasan los 15 cm. Es decir, las medidas mayores que Nègre da para la variedad típica (convendrá tener en cuenta este dato a ahora de estudiar en el futuro la distribución de las plantas en el territorio). Mantenemos que la población del Castro Valnera, los individuos óptimamente desarrollados lo atestiguan, se debe interpretar, sin duda, como G. acaulis s. str. La tantas veces descrita diversidad aparente de la especie nada tiene de extraño, por otra parte, si se tiene en cuenta, extrapolándolo debidamente, lo que manifiesta MAGNIN-GONZE (1998: 121 y 127) en cuanto a la influencia de las diversas condiciones físicas del medio sobre la morfología de varios e importantes caracteres la de G. occidentalis s.l., utilizados frecuentemente como diagnósticos, y la importancia que adquiere tenerlos en cuenta para interpretar correctamente su variabilidad fenotípica. Con todo, en nuestra opinión, se debería reparar en que en el Castro Valnera se dan particulares viduos dispersos o raramente algunos de ellos más o menos próximos. Que esas poblaciones sean tan escasas y aisladas, con grandes soluciones de continuidad entre ellas, induce a pensar en una situación tendiendo a crítica y a estenoica (tal vez relacionada con complicados procesos micorrízicos y de germinación (cf. FAVARGER, 1953), alogamia y dificultosa polinización entomófila, interferida en alguna proporción por la presencia cercana de atractivos grupos de G. angustifolia, etc.). Se ha comprobado que produce semillas. No convive directamente con la otra genciana del grupo, puesto que también en Valnera –donde la litología en ese aspecto es tan compleja y comprometida, desde el punto de vista de la apetencia normal de las especies– ambas “tienden” a ajustar su presencia sobre sustratos diferentes. Pero sí es cierto que frecuentemente se encuentran en terrenos “intermedios” individuos y hasta alguna población frente a la que surgen dudas sobre a cuál de las dos especies adscribirlos. Hasta el presente no se han realizado in situ seguimiento ni estudios sobre una posible hibridación. Apenas consta, a excepción de algunas sospechas, nada definitivo en la bibliografía consultada sobre mestizaje entre G. acaulis y G. angustifolia s. l. (TUTIN, 1970; NÈGRE, 1975: 307; HAGEN & KADEREIT, 2000: 309-314; RENOBALES, 2003: 463-464). Es, sin embargo, sintomático que los autores centroeuropeos citados no dejan pasar la ocasión para anotar que entre las localidades que ellos estudiaron o de las que recogieron testimonios de otros, nunca se dio la casualidad de que en una misma localidad se anotara la presencia conjunta de esas especies. RENOBALES (op. cit. y com. pers.), parece otorgar mayor importancia a tal ausencia de testimonios validados, acotando la hibridación natural en la sect. Ciminalis al cruce entre G. acaulis y G. clusii (silicícola y calcícola pero del mismo subclado) (LÖVE & LÖVE 1975, HAGEN & KADERET 2000: 307, RENOBALES, 2003). Para 40 Flora Montiberica 54: 33-74 (10-V-2013). ISSN: 1998-799X J.A. ALEJANDRE & al. NOVÁ, 2007; OOSTERMEIJER & al., 1994 y 1998; PETANIDOU & al., 1995 y 2001; RAIJMANN & al., 1994; HE & al., 2006; LUZURIAGA & al., 2006). En no pocos se condiciones de proximidad, suficientes como para favorecer algún tipo de hibridación o introgresión genética, que se haya podido dar en los primeros estadíos del contacto o se esté produciendo en la actualidad. No conocemos ningún estudio que avance una explicación sobre la sorprendente presencia de este taxon en macizo del Castro Valnera y su ausencia más hacia el W en la Cordillera Cantábrica, donde –sin embargo– sí se localizan poblaciones de otro taxon de la misma sect. Ciminalis: G. nivalis, además de la mentada G. angustifolia/corbariensis. Tampoco hemos anotado nada que teorice sobre cuál de los grupos filogenéticos llegó antes a la Cordillera, ni si el grupo de plantas calcícolas se ha visto favorecido en cuanto a la facilidad de progresión a través de las montañas precisamente por su mayor versatilidad ecológica (rango altitudinal mucho más amplio en G. angustifolia). En todo caso, la enorme variación de pulsos y alternancias climáticas acaecida en las postrimerías del tardiglaciar y en holoceno reciente, que afectó tan directamente a la evolución de la vegetación en la Cordillera Cantábrica (cf. GARCÍA MORENO 2010) permite suponer que la aparición, dispersión e instalación de las varias especies de gencianas, tal cual hoy la conocemos en la zona, no tuvo porque ser coetánea ni deberse a la misma combinación de condiciones climáticas. Desde esa visión la conjunción de estos dos taxones en las zonas culminales del macizo del Castro Valnera adquiere una mayor importancia. Aunque no existen, que sepamos, estudios sobre la biología reproductiva de esta especie en el ámbito peninsular, la bibliografía que se puede consultar que refleja estudios de ese tenor sobre el género es amplísima (cf. COSTELLOE, 1988; mencionan las variables que influyen en las relaciones planta-polinizador y de cómo de su efectividad se deriva la viabilidad de las poblaciones a medio plazo. La fragmentación y la discontinuidad del área del taxon en un ambiente dado son factores muy determinantes. La adaptación a las permanentes modificaciones ambientales de todo tipo (la climatológica es solo una de ellas) pone a prueba la efectividad de esa cooperación, tanto en cuanto que las consecuencias de cualquier cambio pueden llegar a producir comportamientos inmediatos dispares y adaptaciones divergentes, también si sucede – como en este caso– que los polinizadores no parecen ser específicos. En una especie como G. acaulis, que parece gozar de una acusada longevidad –de ahí la importancia del dato apuntado más arriba sobre la presencia en Valnera de plantas de gran desarrollo– no le sería nada fácil al estudioso tener que juzgar sobre las “consecuencias a futuro” de una aparente modesta modificación ambiental o poblacional que se pueda detectar en el presente inmediato. Pero dado que se sabe que la ecología de los ambientes de montaña es acusadamente frágil, lo más probable es que casi cualquier perturbación que afecte a la compleja relación de los agentes presentes en el ecosistema actual derivará en consecuencias serias para algunas de sus especies. Las estenoicas, las que se caracterizan porque sus poblaciones son reducidas, fragmentadas o relícticas y finícolas son las que peor lo tienen. De la evidencia de la franja altitudinal de algo más de 450 m que separa las localizaciones extremas –1236 m en el circo del Bernacho y 1690 m en la cresta cumbrera del Castro– no creemos que se pueda extraer conclusiones de ningún tipo, dado que microclimas topográficos parejos se distribuyen ampliamente, incluso alcan- BARRETT & KOHN, 1991; FISCHER & MATTHIES, 1997 y 1998; GIMÉNEZ-BENAVIDES & al., 2007 y 2011; JIMÉNEZALFARO, 2008; KÉRY & al., 2000, MABBERLEY, 1998; HOFHANZLOVÁ & KRE41 Flora Montiberica 54: 33-74 (10-V-2013). ISSN: 1998-799X Corología de tres táxones del macizo del Castro Valnera zando altitudes algo menores, alterando los que se corresponderían directamente con la altimetría absoluta. Tampoco la especie acusa una querencia explícita hacia una determinada orientación geográfica – hay que advertir que la dirección principal suroeste-noreste del eje axial de los Castros minimiza las orientaciones puras al norte y al sur–, que bastantes veces se ve compensada como consecuencia de la limitada o nula inclinación del suelo y consecuente alivio de la insolación estival directa en las vertientes con un componente de solana. Conviene esbozar algunos datos que certifican la evidente fragmentación de los núcleos poblacionales conocidos en la actualidad. Esta característica unida a la dispersión de los individuos acabará siendo de vital importancia para el futuro de la presencia de la especie en la zona. Consideramos que los aspectos más destacables son: el extremo aislamiento de la localización de Soba (S), en un vallejo estructural en pleno dominio de un karst majestuoso; el cada día que pasa más congesto grupo de plantas que se dispersan en el circo de Lunada, probablemente muy afectado por la presencia de las instalaciones de la estación de esquí; la modesta población de los alrededores del collado de la Pilula (Torcaverosa), que peligra por ser zona de paso constante de personas y de animales, y que todavía sirve de lejana e imperfecta conexión con el más importante grupo –muy disperso, eso sí– que bordea la zona cenital del Castro Valnera y Alto los Dojos; el núcleo poblacional de la zona de pastos higroturbosos del entorno del “Canto el Cuadro”, en territorio burgalés de la cabecera del arroyo de Peñanegra y el del collado de la Canal, que adquieren mayor importancia por su aislamiento del resto – en función de los afloramientos calizos que lo rodean– y porque su desaparición dejaría totalmente aisladas a las dos reducidísimas poblaciones que resisten en la ladera del Alto la Capía (Peña Negra); y finalmente la población distal en la ladera de solana de la Cubada Grande, localizada dentro de la microrreserva del mismo nombre. Los primeros datos documentados de la existencia de esta genciana en el macizo del Castro Valnera aparecen en el año 2002 (AEDO & al., 2003: 37 y RENOBALES, 2003: 463). La conjunción de los relatos de las recolecciones en las campañas de años bastante anteriores describe bien el avance del conocimiento sobre la verdadera entidad de las plantas valneranas, que hasta entonces habían pasado desapercibidas y tomadas por una Gentiana occidentalis más (LAÍNZ, 1961: 175; LAÍNZ, 1976: 29-32; NAVA, 1988: 96). Existe un trabajo inédito sobre Censo de especies vegetales de interés en la montaña pasiega (cf. BLANCO & al., 2010) que entre las especies tratadas incluye la G. acaulis, de la que recoge datos bibliográficos y de campo. El empeño por conocer a fondo la flora burgalesa por nuestro equipo ha concluido con un conocimiento bastante exacto de la corología de la especie lineana en el macizo del Castro Valnera. A pesar de que en Flora iberica figure bajo unos paréntesis como presente en Cantabria, nuestra aportación documental es concluyente: si bien escasamente, alguna población trasciende el límite de la divisoria de aguas y se asoma al Cantábrico. Curiosamente, alcanzando en uno de esos lugares la mayor altitud a la que se ha visto en todo el macizo: 1690 m. Probablemente por ser especie desconocida en toda la Cordillera Cantábrica hasta muy recientemente, y también, por la conflictividad y confusión que la ha acompañado –debido a la existencia de formas cercanas de G. angustifolia– el taxon no figura en ninguna normativa legal de la región. RENOBALES (2003: 463) se pronuncia claramente sobre la necesidad de su conservación: “…solamente conocemos dos localidades con poblaciones pequeñas y probablemente relícticas, 42 Flora Montiberica 54: 33-74 (10-V-2013). ISSN: 1998-799X J.A. ALEJANDRE & al. tabria. La cota altitudinal mínima ronda los 860 m en la solana de los Montes de Somo; la máxima de 1690 m, en la plataforma cimera del Alto de los Dojos, se corresponde prácticamente con la cenital del macizo. Las primeras noticias sobre la existencia de esta genciana en la Cordillera Cantábrica, y en concreto en estas montañas aparecen en publicaciones fechadas en 1956: DUPONT & DUPONT (1956: 18) y LAÍNZ (1956: 153-154). Este autor, tangencialmente, al comentar la cita que de Salcedo recoge COLMEIRO (1888: 66) bajo el binomen de Gentiana nivalis L. «Santander cerca de Castro en Pas (Salcedo)» y, más en concreto, al citar una primera recolección de Leroy en el puerto de las Estacas de Trueba. El mismo autor en un trabajo inmediato (LAINZ, 1957: 449) deshace el equívoco de Colmeiro (determinación de Lagasca), al rescatar el pliego MA 151336 con la recolección original de Salcedo, que indudablemente lleva a G. boryi; precisando, además, que los datos de la etiqueta son inequívocamente referibles a las montanas pasiegas del Castro Valnera. Desde entonces, la aportación de nuevos datos viene siendo demasiado modesta. Se precisarían bastantes más para dar cuenta de la red de pequeñas poblaciones que se entretejen formando pequeños sistemas en la mayor parte relacionados entre sí –sistemas de ladera–. Y de los diversos conjuntos, vaguada por vaguada, cordal por cordal. El conocimiento exacto de la extensión, situación y características de las poblaciones en la Cordillera Cantábrica –Macizo del Castro Valnera s.l.– es, a día de hoy, deficitario e inapropiado como herramienta para procurar asegurar la supervivencia del conjunto de dichas poblaciones. Los últimos documentos de que se dispone (cf. DURÁN, 2007; RODRÍGUEZ, 2011), sobre todo el primero aportan datos de detalle en cuanto a corología en la Cordillera Cantábrica. Menos, en cuanto al estado de con- que merecerían ser conservadas: una en la sierra de Gúdar y la otra en el macizo de Castro Valnera”. Poco más se necesita añadir. Tal vez insistir en un concepto tantas veces repetido: que las decisiones proteccionistas a tomar en la alta montaña son siempre críticas y complejas; pero que pasan, en todos los casos, por un escrupuloso respeto al medio, tanto mayor cuanto más se lo desconoce; sin trampas ni brindis al sol. 3. Gentiana boryi Boiss., Notice Abies pinsapo 12 (1838) [Biblioth. Univ. Genève ser. 2, 13: 140 (1838)] (Misma descripción, publicada en el primero de los documentos un mes antes). Planta herbácea perenne, de vida hemicriptófita, prácticamente invisible en el invierno, que acostumbra a medrar principalmente en los céspedes densos de los Sphagnum que cubren amplias superficies en turberas y pastos higroturbosos, desarrollados sobre suelos silíceos, en zonas deprimidas, llanas o de muy escasa pendiente, con deficiente drenaje y consiguiente embebimiento de todo el perfil edáfico. Pertenece, al igual que G. pyrenaica L. a la sect. Chondrophyllae Bunge, ampliamente extendida por las montañas de Eurasia, Japón, Indonesia, etc.; y en América desde Alaska hasta la Tierra del Fuego. Constituye un notable endemismo peninsular con poblaciones disyuntas en los macizos ibéricos de Sierra Nevada, Gredos y Cordillera Cantábrica (cf. KÜPFER 1974: 284-285). En el ámbito de la Cordillera Cantábrica su presencia se reduce a un tramo de las montañas que conforman la divisoria de aguas cántabromediterránea, a lo largo de unos 43 km que va desde la sierra del Escudo por el oeste (ARGÜELLES & al., 2005: 166; DURÁN, 2007) hasta el confín este del Macizo del Castro Valnera (s. l.): falda noreste de Porracolina hacia el Asón y Portillo de La Sía hacia el este. (DUPONT, 1956 y 1975); correspondiendo las localidades a las provincias de Burgos y Can43 Flora Montiberica 54: 33-74 (10-V-2013). ISSN: 1998-799X Corología de tres táxones del macizo del Castro Valnera servación, criterios aplicables a posibles amenazas tampoco, puesto que más bien, reducen su exposición a propuestas generalistas. Las publicaciones y estudios que analizan la diversidad de turberas y formaciones vegetales ligadas a esos ambientes en ámbito peninsular se refieren sobre todo a Galicia (cf. FRAGA & al., 2001; HE- cizo es sorprendentemente amplia: más de 830 m (algo más dilatada que la que se le asigna en DURÁN, 2007: 8, ya que allí se acota una de franja que va de 980 m a 1510 m). La altitud media queda en este macizo muy por debajo de la inferior que se le asigna en los otros dos sistemas montañosos en los que vive –Sierra de Gredos: por encima de 1700 m y Sierra Nevada: entre 2300 m y 3200 m–. Una de las causas de esa distribución a tan baja altitud es la elevada pluviometría en un régimen de baja estacionalidad, con precipitación atmosférica variada, en la que no se debe menospreciar el aporte de los numerosos días de nieblas muy húmedas, que contribuyen a asegurar una baja tasa de evaporación y a mantener la cantidad de agua disponible en el estrato superficial –dos o cuatro cm– de la vegetación herbosa y muscinal. Sin olvidar, por otra parte, que casi la totalidad de los medios turbosos en los que localizamos las mejores poblaciones de G. boryi se ven condicionados por la situación de equilibrio de los sistemas hidrológicos de ladera y rellano, y de sus cuencas de alimentación y drenajes. Habida cuenta de que se trata de una especie particularmente ligada a unos hábitats extremadamente frágiles, muy limitados en extensión, fragmentados y dispersos, la amplitud altitudinal que manifiestan en este macizo, más que suponer una “buena noticia” agudiza la complejidad de cualquier decisión de preservación de sus poblaciones, que siempre ha de tener en cuenta las características hidrológicas del terreno, no siempre apreciables a primera vista. En cuanto a la rareza o abundancia de la especie en la Cordillera Cantábrica los datos más concretos de los que se dispone son los aportados por DURÁN (2007). El comentario que hace RODRÍGUEZ (2011: 7) sobre el número de subpoblaciones (10) es simplemente aproximativo y no aporta ninguna valoración real sobre la estructura distribucional. En cuanto a la apreciación de RAS, 2002; AUCT. PL., 2009; MARTÍNEZ & al. 2009a, b, c, d). La definición y descrip- ción de los distintos grupos de turberas no deja de ser compleja: en función de su “ruta” de formación, alimentación hídrica, extensión, características físicas del terreno, tipo de vegetación que genera el estrato de turba, comunidades vegetales que la pueblan, etc. En realidad el número de subtipos puede llegar a ser tan numeroso como difícil de reconocer para el no especialista. La ausencia de estudios centrados en el macizo del Castro Valnera hace todavía más difícil el intento de asociar las preferencias o necesidades básicas de la Gentiana boryi a determinados tipos de turberas. En la bibliografía peninsular se ha recurrido a definiciones generalistas: «pastizales higroturbosos (borreguiles) y turberas de alta montaña» (MOLERO & al., 2000: 150 y BLANCA, 2001: 204), «medios turbosos, esfagnales, prados higroturbosos de zonas deprimidas o junto a manantiales difusos» (ALEJANDRE & al., 2006: 332), «turberas, pastizales y brezales en sustrato silíceo con humedad permanente» (TALAVERA & al., 2012); o a las denominaciones codificadas 6230 «Formaciones herbosas con Nardus, con numerosas especies, sobre sustratos silíceos de zonas montañosas» y 7140 «Mires de transición (tremedales)» del Anexo I de la Directiva de Hábitats (AUCT. PL., 2006 y 2007a; RODRÍGUEZ, 2011). DURÁN (2007) establece un común denominador que resume la amplitud ecológica de la presencia de G. boryi en el macizo del Castro Valnera s.l. Pudiera decirse que se trata de una planta silícícola y turfófila, que se acomoda en zonas próximas a esfagnales sobre planos de nula o escasa pendiente. La franja altitudinal que ocupa en el ma44 Flora Montiberica 54: 33-74 (10-V-2013). ISSN: 1998-799X J.A. ALEJANDRE & al. DUPONT (1975) es, así mismo, totalmente que la situación que contemplamos en la actualidad no es consecuencia de la sucesión progresiva de estados “naturales de equilibrio/deriva”, sino de centenares de años de actividad pastoril con todo tipo de animales, entre los que los grandes rebaños de ovejas y cabras tuvieron su importancia. La utilización y el auxilio del fuego para el control de las comunidades de pasto-brezal durante centenares de años es indudable que afectó a los sistemas de turbera, contrayéndolos. No constan datos concretos sobre la recuperación de estos sistemas tras el abandono casi absoluto de estas últimas décadas, pero el testimonio directo de algunos pastores es que hasta hace no más de 50 años el control sobre la vegetación era casi absoluto y se fundamentaba en el fuego y la gran presión ganadera, ejercida desde el mismo entorno de sus cabañas hasta las cumbres. La reintroducción de grandes rebaños de cabras en un régimen de semi-libertad y de rebecos –desde la Comunidad de Cantabria, pero que ya campean por todo el macizo, puede resultar negativa para la estabilidad de ciertas zonas húmedas que les sirven de reserva y querencia en los periodos estivales de sequía –erosión por insistencia del pisoteo en determinados lugares y compactación general de los niveles de la turberas–. A pesar de la reducción de la presión ganadera sobre las zonas altas del macizo, lo cierto es que el fuego sigue estando presente. Probablemente la mejoría y comodidad de los medios de acceso a zonas antes menos visitadas tiene algo que ver con ello. La tentación de reutilizar las zonas abandonadas por la actividad pastoril para la repoblación forestal está ahí –faldas del cordal del Somo, valle de Rioseco–. La introducción de maquinaria, accesos y preparación del terreno, etc., llevan consigo la modificación del equilibrio entre las fases naturales iniciales de recuperación forestal desencadenando un rápido dominio de las plantas arbustivas que reducirían la capa- irrelevante. Un repaso a los factores de amenaza –antropógenos, biológicos y naturales–, comunes a todas las modalidades de turberas (DURÁN, 2007; MARTÍNEZ & al., 2009a,b,c,d) obliga desde un principio a tomar en cuenta el efecto de histéresis: «lo que se ve no es todo lo que acontece». Existe un retraso en la respuesta que se suma a la incertidumbre de los procesos de periodo largo que durante todo el Holoceno están afectando a la evolución de este tipo de humedales. A lo señalado por RODRÍGUEZ (op. cit.) en los apartados 6 y 7 añadimos la necesidad de un análisis previsor del riesgo y sobre los efectos negativos de cualquier tipo de drenaje, directo: saneamiento para el aprovechamiento de parcelas o zonas: pastos, reforestación, etc. o indirecto: obras, pistas de montaña que provoquen rupturas de los sistemas de ladera en los niveles de alimentación y de drenaje, la profundización de los niveles de base aguas abajo, las sustracciones por tomas de aguas a cierta altitud, el desvío o canalización de las escorrentías elevando la velocidad su evacuación (estación de esquí en el circo de Lunada), etc. Una consecuencia directa es la destrucción o pérdida de la continuidad de la capa freática en amplias zonas de turberas y el efecto de succión hacia el interior del agua disponible en superficie (debiendo tenerse en cuenta que la poblaciones de esta genciana se acomodan a hábitat fragmentados y discontinuos de las propias zonas higroturbosas). Luego aparecen los efectos mecánicos y químicos que afectan a todo el perfil de la turbera, la subsidencia de la capa vegetal y su pérdida por arrastre. Algunos de estos procesos pueden estarse dando ya en las cabeceras y zonas altas del macizo: circo de Lunada, faldas del Alto los Dojos, cabecera del arroyo peña Negra, escalones superiores de las laderas de solana de la Cubada Grande, etc. En cuanto a la sobrecarga ganadera, la reflexión de partida es 45 Flora Montiberica 54: 33-74 (10-V-2013). ISSN: 1998-799X Corología de tres táxones del macizo del Castro Valnera cidad competitiva del sistema turbera y la eliminación de la diversidad biológica que estas mantienen. El uso alternativo del desbroce mecánico en vez del fuego puede afectar a zonas de media altitud en las que se instalan medios moderadamente turfófilos en los que también se asientan poblaciones de esta genciana –erosión, transferencia horizontal de materiales, eutrofización, contaminación química de aguas de escorrentía superficial–. La intensificación del uso de la montaña como lugar de uso turístico y cultural con objetivos económicos o de “puestas en valor” aumenta sin duda el nivel de riesgo de casi todos los factores antes mencionados. Particularmente cuando, por efecto de una planificación foránea se tiende a canalizar el uso tradicionalmente difuso de la montaña hacia objetivos concretos que focalizan los efectos negativos en determinados lugares. Ejemplos paradigmáticos son la construcción de infraestructuras deportivas y los sistemas de accesos de uso multitudinario. La proliferación de la tendencia a recuperar cabañas para uso residencial foráneo, que conlleva pautas de apropiación del entorno natural muy diferentes de las originarias ganaderas, a corto plazo, puede llegar a alterar sensiblemente algunos aspectos esenciales del sistema ladera (eutrofización, contaminación química), con efectos lejanos aguas abajo. Las obras relacionadas con actividades industriales –parques eólicos– según consta en DURÁN 2007: 31, han debido afectar a alguna de las poblaciones importantes. En todo caso lo esencial es advertir prioritariamente hasta qué punto un determinado desmonte, se provoque aguas arriba, con lo que modificaría el régimen de aportes hídricos o en una zona inferior, con descenso del nivel de base y desviación de las descargas, alteraría el comportamiento de los sistemas de ladera, encadenando cambios drásticos a lo largo de la cuenca. La normativa legal que afecta a Gentiana boryi es amplia, aunque algo con- tradictoria. La Lista Roja 2008 de la Flora Vascular Española y la Actualización con datos de la Adenda 2010 (cf. MORENO, 2008 y 2011) consideran la especie como «VU D2» en todo el territorio peninsular (en AUCT. PL., 2000 no figuraba). Con la misma categoría se incluye en el Anexo II «Especies Vulnerables» de la Ley de la flora y fauna silvestres 8/2003 de la Junta de Andalucía (BOJA, 218/2003). En la categoría «De Interés especial» queda recogida en el Catálogo de Especies Amenazadas de Extremadura: DECRETO 37/ 2001 (cf. AUCT. PL. 2010c) y en el Catálogo de Flora Protegida de Castilla y León DECRETO 63/2007 (cf. AUCT. PL. 2007b). En el Catálogo Regional de especies Amenazadas de Cantabria no figura entre la categoría «Vulnerable» (cf. AUCT. PL., 2008). Entre los motivos que justifican la declararación de Microrreservas en el macizo del Castro Valnera: BU-006 «Cubada Grande» y BU-009 «Barrancos Rioseco y Gusmor» se incluye la existencia de poblaciones de Gentiana boryi. Aunque no se haga expresa mención de ella, también destaca su presencia en la microrreserva BU-007 «Puerto de las Estacas de Trueba» (cf. MOLINA & MONTAMARTA 2011a, b, c). En la Resolución 3. 105 del Congreso Mundial de la UICN, celebrado en Bangkok en 2004, figura expresamente la Gentiana boryi como elemento florístico destacado por el que se recomienda la «Conservación de la Montaña Cantábrico-Burgalesa» (cf. UI CN, 2005 y Anexo I). Conviene resaltar que la población localizada a mayor altitud en todo el macizo se sitúa entre 1650 m y 1660 m, en las cuadrículas de coordenadas UTM, VN445 770 y 446770, en un plano de muy escasa pendiente, de vergencia sur-sureste, en las proximidades del castro del Alto los Dojos, y cerca de la obligada zona de acceso a esa cumbre. Se trata de una turbera que ocupa una superficie estimada grosso modo de unos 1000 m², que por su situación 46 Flora Montiberica 54: 33-74 (10-V-2013). ISSN: 1998-799X J.A. ALEJANDRE & al. y estructura geológica y edafogénesis climática puede ser asimilada a una de las formas de turbera cobertor (ombrogénica por su origen y en buena parte edafogenica por lo que concierne a su alimentación hídrica). La reconocida fragilidad de este tipo de aparatos exige una cuidada atención para asegurar su supervivencia en un espacio de montaña cada vez más presionado por el paso de personas y potencialmente frecuentado por el ganado (cabras y rebecos). De tal forma que la protección frente a las varias amenazas que normalmente se tienen en cuenta para estos ambientes, deben priorizarse, particularmente en este caso, las siguientes: prevenir los deterioros producidos por el paso de personas y ganado (de hecho se debería impedir totalmente la creación de nuevas sendas y lugares de paso); minimizar el riesgo de fuego originado por negligencia o intencionalidad (este último de menor incidencia en las últimas décadas); preservar la zona perimetral de todo tipo de acciones que modifiquen tanto la evolución del drenaje natural actual como los aportes hídricos (con mucha más razón, evitar la eutrofización de la zona por contaminación de aguas, abandono de detritus –originados siempre que se da el paso de personas– o alteración de los perfiles en los estratos inestables de la parte cenital del Alto los Dojos, que inevitablemente acelerarían procesos erosivos); intervenir lo menos posible en el caso de que se decida avanzar en el estudio multidisciplinar de este biotopo (teniendo en cuenta esa norma de que en la naturaleza conservar es fundamentalmente dejar estar). UTM se refieren al Datum Europeo 1950 (ED50). Dicho datum se expresa en el formato de posición MGRS –con referencia al cuadrado de 100 km mediante dos letras que anteceden al conjunto de dígitos que indican las cuadriculas de orden inferior–. En el caso presente, todas las notaciones corresponden al Huso 30T –dato que, para no ser repetitivos, se omite en los listados– y a la cuadrícula de 100 km VN. La precisión de la coordenadas se ofrece en función de la que se disponía en origen; motivo por el cual aparece con tan heterogénea precisión. En cuanto a la toponimia mayor, se precisa por lo general el municipio y la localidad que se estima la de mayor interés para su localización en la cartografía o sobre el terreno. Para conocer algunos topónimos actualizados –tarea siempre dificultosa ya en estos tiempos– aconsejamos consultar el mapa Macizo del Castro Valnera editado por la empresa CETYMA. 1. Eriophorum vaginatum L. BURGOS: VN383714, Merindad de Sotoscueva, macizo del Castro Valnera, cabecera del barranco de La Engaña en la ladera este de las cumbres de Cotero la Brena y bajo el collado de Marruya, 1315 m, inicios de vaguada, depresiones turbosas, sustrato silíceo, 7-III2000, J.A. Alejandre (336/00). Ibíd., 11-VI2002, J.A. Alejandre & M.J. Escalante (ALEJ 1507/02). VN388708, ibíd., macizo del Castro Valnera, montes de Somo, Cotero la Brena, 1450 m, depresiones turbosas con encharcamiento prolongado, sustrato silíceo, 11-VI2002, J.A. Alejandre & M.J. Escalante (ALEJ 1504/02). VN41867232, ibíd., Montes de Somo de Guzmántara, Cotera Mayor, 1250 m, cumbre alomada, depresiones higroturbosas con encharcamiento estacional, sustrato silíceo, 4-VI-2008, J.A. Alejandre (ALEJ 580/08). VN45907153, ibíd., macizo del Castro Valnera, solana de los Montes de Somo bajo La Churra, 1369 m, brezales higroturbosos bordeando charcas estacionales, sustrato silíceo, 30-VI-2009, J.A. Alejandre & M.J. Escalante (ALEJ 758/09). VN4173, Espinosa de los Monteros, puerto de las Estacas de Trueba hacia Motas de Pardo, «pratiquement sur la LOCALIDADES: Para encajar la mayor parte de las referencias, especialmente algunas antiguas, hemos utilizado prioritariamente el Mapa Topográfico Nacional 1:25.000 (Hojas: 59-IV, 83-II y IV, 84-I, II, III. IV y 85-I) y la ayuda de herramientas digitales como el Iberpix2 del IGN. Las coordenadas 47 Flora Montiberica 54: 33-74 (10-V-2013). ISSN: 1998-799X Corología de tres táxones del macizo del Castro Valnera Alejandre & M.J. Escalante (ALEJ 116/12). VN454785, ibíd., macizo del Castro Valnera, c. del Portillo la Hoz, 1440 m, rellanos higroturbosos, sustrato silíceo, 22-VI-2002, J.A. Alejandre & M.J. Escalante (ALEJ 1704/02). VN461790, ibíd., macizo del Castro Valnera, circo este del Pico la Miel, 1460 m, rellanos higroturbosos, sustrato silíceo, 22-VI-2002, J. A. Alejandre & M.J. Escalante (ALEJ 1703/ 02). VN4617979075, ibíd., macizo del Castro Valnera, circo karsto-glaciar bajo los cordales de La Mota, Pico de la Miel y Canto las Corvas, 1448 m, rellano con drenaje deficiente, con zonas higroturbosas y pequeñas charcas, sustrato silíceo, 25-V-2012, J.A. Alejandre & M.J. Escalante (ALEJ 115/12). VN47, ibíd., entre el Pico la Miel y Torcaverosa, 1975, P. Dupont (DUPONT 1975: 394). VN460785, ibíd., Espinosa de los Monteros, macizo del Castro Valnera, al sur del Pico de la Miel, 1430 m, muy escasa en bordes turbosos de pequeñas charcas de aspecto permanente, sustrato silíceo, 21-IV-2002, J.A. Alejandre & B. Fz. de Betoño (ALEJ 642/02). VN463785, ibíd., macizo del Castro Valnera, solana del Pico de la Miel, 1395 m, muy escaso y localizado en bordes turbosos de depresiones con encharcamiento prolongado, sustrato silíceo, 21-IV-2002, J.A. Alejandre & B. Fz. de Betoño (ALEJ 645/02). VN4677, El Bernacho (Espinosa de los Monteros), 1010 m, brezal borde de turbera, 20-V-1992, Moreno Moral & Sánchez Pedraja. (Herb. SÁNCHEZ PEDRAJA 01091). VN4700277347, ibíd., macizo del Castro Valnera, valle karsto-glaciar de El Vernacho, 1075 m, población muy localizada en los bordes de una charca (se llega a secar totalmente en verano) que ocupa una zona deprimida del brezal higroturboso, sustrato silíceo, 9-V-2012 y 26-V-2012, J.A. Alejandre & M.J. Escalante (ALEJ 63/12 y 120/12). VN47144 78269, ibíd., macizo del Castro Valnera, depresión karsto-glaciar de Los Cuetos, 1289 m, zona central ocupada por una turbera activa, con encharcamientos estacionales en pequeñas lagunillas, sustrato silíceo, 9-VI-2012, J.A. Alejandre (ALEJ 228/12). CANTABRIA: VN3770, San Pedro del Romeral, sobre Bustalejín, Cantos Calientes, 1420 m, brezal sobre suelos turbosos, 12-VI2000, G. Moreno Moral 0163/2000 (Herb. SÁNCHEZ PEDRAJA). VN415735, 415736, 415737, 416736, 416737 y 416738, Vega de Pas, Macizo del Castro Valnera, cordal entre crête», 16-VII-1975, P. Dupont (obs. libreta de campo). VN416735 y VN416736, ibíd., collado entre Motas de Pardo y Cotero de los Lobos, bordes de encharcamientos en zonas deprimidas de una gran turbera de cobertor, 1400 m, 13-IV-2013, J.A. Alejandre & M.J. Escalante (obs.). VN419738, ibíd., macizo del Castro Valnera, ladera este de Motas de Pardo, 1355 m, turberas con Sphagnum, depresiones y vaguadas nacientes, sustrato silíceo, 13-VI2004, J.A. Alejandre & M.J. Escalante (ALEJ 555/04). VN428739, ibíd., puerto de las Estacas de Trueba, 1250 m, prado encharcado, 13VI-21996, L. Marín (Herb. MARÍN 2066). VN4274, ibíd., puerto de las Estacas de Trueba, 1150 m, 16-V-1994, P. Montserrat (JACA 27494). VN4295374097, ibíd., macizo del Castro Valnera, puerto de las Estacas de Trueba, junto al límite con Cantabria, 1140 m, depresiones higroturbosas, rara en bordes de cubetas, zonas temblantes, sustrato silíceo, 19V-2010, J.A. Alejandre (ALEJ 81/10). VN428 7574179, 4295374097, 4311274255, 43171 74266, 4300674701, 4300374147, 43031 74171, 4301774200, 4304974218, 43064 74182, 4309074173, 4308274205, ibíd., macizo del Castro Valnera, inmediaciones del puerto de las Estacas de Trueba, pequeñas poblaciones dispersas en zonas de turberas de cobertera, depresiones y zonas de vaguada con deficiente drenaje, sustrato silíceo, J.A. Alejandre (obs.). VN4308274205, ibíd., macizo del Castro Valnera, puerto de las Estacas de Trueba, cabecera del arroyo de La Unquera, 1134 m, turberas temblantes, sustrato silíceo, 22-V-2012, J.A. Alejandre (ALEJ 112/10). VN4300674701, ibíd., cerca de la divisoria de aguas entre el Alto de la Hazuela y el puerto, junto a la divisoria de aguas, 1150 m, depresión turbosa temblante, 22-V-2010, J.A. Alejandre & M.J. Escalante (ALEJ 109/10). VN 4460476547, ibíd., macizo del Castro Valnera, “El Canto el Cuadro”, fondo del circo bajo el collado de La Canal entre La Cubada Grande, la solana del Alto los Dujos y la Peña Negra, 1400 m, rellano en zonas higroturbosas con encharcamiento prolongado, sustrato silíceo, 16-VII-2012, J.A. Alejandre & M.J. Escalante (ALEJ 391/12). VN4587278849, ibíd., macizo del Castro Valnera, ladera norte-noreste de moderada pendiente cerca del cordal del Pico de la Miel, sobre el collado hacia el Canto las Corvas, 1560 m, en la zona superior de un nevero persistente, silíceo, 25-V-2012, J.A. 48 Flora Montiberica 54: 33-74 (10-V-2013). ISSN: 1998-799X J.A. ALEJANDRE & al. 2004). VN498850. Soba, Saco, pr. Hazas, 1150 m (ALBERDI & al. 2004). VN548865, Soba, Cellagua, pr. Aja, 995 m (ALBERDI & al. 2004). VN5378, Soba, Portillo de la Sía, 1050 m, turberas oligótrofas, 1-VI-85, M. Herrera (HERRERA 1995: 92, MOLINA & al. 2009). VN548865, Soba, Cellagua, pr. Aja, 995 m (ALBERDI & al. 2004) Motas de Pardo y Cotero de los Lobos en los alrededores de un amplio collado, de 1390 m a 1400 m, abundante y disperso en la superficie de gran turbera cobertor que se dispersa hacia las dos vertientes (más hacia la cantábrica), 31-III-2013, J.A. Alejandre & M.J. Escalante (obs.). VN47, ibíd., Puerto Estacas de Trueba, zona muy húmeda, 8-VII-1986, C. Herrá (MA 683455) (cf. AEDO & al. 1997, MOLINA & al. 2009). VN404811, ibíd., El Campizo Real, 905 m (ALBERDI & al. 2004). VN408859, San Roque de Riomiera, Alto del Caracol, 812 m (ALBERDI & al. 2004). VN440802, ibíd., Bernallan, 901 m (ALBERDI & al. 2004). VN411841, ibíd., Cotero Tejo, pr. Campillo, 995 m (ALBERDI & al. 2004). VN41104 83904, ibíd., cabecera de la hondonada de la ladera este-noreste de Coterotejo, 1017 m, turbera, sustrato silíceo, 14-IV-2013, J.A. Alejandre & G. Moreno Moral (ALEJ 12/13, Herb. SÁNCHEZ PEDRAJA s/n). VN414856, San Roque de Riomiera, El Mojón-La Cotera, 840 m (ALBERDI & al. 2004). VN466875, Ruesga, Alto de La Mina, pr. Calseca, 1310 m (ALBERDI & al. 2004). VN467874, ibíd., 1285 m (ALBERDI & al. 2004). VN4787, Ruesga, Alto de Pipiones, pr. Calseca, 1290 m (ALBERDI & al. 2004). VN46988783, Arredondo, macizo de Porracolina, rellano superior de los Llanos de Sotombo, depresiones turbosas, 1283 m, 16-IV-2013, J.A. Alejandre & M.J. Escalante (ALEJ 17/13). VN4707878, Arredondo-Ruesga, Alto de Pipiones, pr. Arredondo-Calseca, 1290 m (ALBERDI & al. 2004). VN471879, Arredondo, Las Llanas de Sotombo, 1250 m (ALBERDI & al. 2004). VN468878, ibíd., macizo de Porracolina, collado Pipiones entre Porracolina y el cordal de Peñas Gordas, bordes de depresiones encharcadas en turbera cobertor que ocupa la zona culminal de collado, sustrato silíceo, 1292 m, 16-IV-2013, J.A. Alejandre & M.J. Escalante (ALEJ 18/13). VN4736788233, ibíd., macizo de Porracolina, cordal de Alto Pipiones a Peñas Gordas, 1340 m, escaso en zonas deprimidas junto a pequeñas charcas en rellanos de la cresta alomada con restos de pequeñas turberas cobertor muy deterioradas, sustrato silíceo, 16IV-2013, J.A. Alejandre & M.J. Escalante (ALEJ 15/13). VN477887, ibíd., Peñas Gordas, 1280 m (ALBERDI & al. 2004). VN488 854, Soba, Hoyón de Saco, pr. Hazas, 1148 m (ALBERDI & al. 2004). VN494852, Soba, El Codo, pr. Hazas, 1160 m (ALBERDI & al. 2. Gentiana acaulis L. BURGOS: VN4370875247, 4382975560 y 4414675756, Espinosa de los Monteros, macizo del Castro Valnera, ladera este-sureste de Peña Negra (Alto de la Capía), 1315 m, 1345 m. y 1375 m, pasto brezal en zonas con rezumaderos, alternancia de franjas de carbonatos y sustratos silíceos, 13-VI-04, J.A. Alejandre & M.J. Escalante (ALEJ 540/04, 546/04 y 541/04). VN44907582, ibíd., entre La Maza y la ladera suroeste de La Cubada Grande sobre el barranco de Peña Negra, 1327 m, pastobrezal en zona de alternancia de sustratos, 24VII-2009, J.A. Alejandre (ALEJ 1009/09). VN4444076007, ibíd., ladera este de Peña Negra (Alto de la Capía) sobre el fondo del barranco, 1388 m, mosaico de pasto-brezal bordeando rezumaderos y aguas naciente en rellano bajo cambio de pendiente, alternancia de sustratos, 2-VI-2010, J.A. Alejandre (ALEJ 195710). VN452761, ibíd., ladera de solana de la Cubada Grande, 1520 m, escasa en el brezal junto a nacederos y zonas algo húmedas, contacto de sustratos calizos y silíceos, 2-IX2008, J.A. Alejandre (ALEJ 1607). VN45533 76868, ibíd., junto a la senda de montaña del Bernacho al collado de la Canal, 1312 m, pasto-brezal al nivel de hayedo, 23-V-2012, J.A. Alejandre & M.J. Escalante (obs.). VN45 52176146, 4583476083, ibíd., vertiente suroeste de la Cubada Grande, 1522 m y 1475 m, poblaciones dispersas y puntuales limitadas a zonas de vaguadas, rellanos y depresiones en el pasto-brezal cercanas a aguas nacientes, alternancia de sustratos, 5-VI-2011, J.A. Alejandre & M.J. Escalante (ALEJ 225/11). VN 45847645, ibíd., solana de la Cubada Grande, 1540 m, junto a rezumaderos que surgen al pie de un largo escarpe rocoso, conglomerados silíceo sobre una base carbonatada, 4-VIII2008, J.A, Alejandre (ALEJ 1366). VN45455 76677, ibíd., umbría de la Cubada Grande, 1440 m, herbazales frescos y umbrosos en fondo de dolinas kársticas, carbonatos, 29-VII2009, J.A. Alejandre (ALEJ 1020/09). VN458 49 Flora Montiberica 54: 33-74 (10-V-2013). ISSN: 1998-799X Corología de tres táxones del macizo del Castro Valnera bandas silíceas, 31-V-2012, J.A. Alejandre & M.J. Escalante (ALEJ 154/12). VN4464 177198, ibíd., vertiente sureste del Alto los Dojos, 1660 m, zona de dolinas y torcas superiores del sistema que drena la ladera bajo los escarpes rocosos, contacto calizo-silíceo, suelos frescos en el brezal, 2-VII-2012, J.A. Alejandre & M.J. Escalante (ALEJ 349/12). VN 447770, ibíd., ladera este-sureste del Castro Valnera, 1600 m, pasto-brezal en fondo de grieta estructural, alternancia de sustratos, 26VI-2004, J.A. Alejandre & M.J. Escalante (ALEJ 609/04 y 612/04). VN447773, ibíd., ladera este-sureste del Castro Valnera, 1650 m, pequeñas poblaciones dispersas en el pastobrezal, 26-VI-2004, J.A. Alejandre & M.J. Escalante (ALEJ 605/04). VN448772, ibíd., ladera sureste del Castro, 1627 m, zonas de vaguada o rellanos algo deprimidos en el mosaico de brezales con Ulex gallii y pastos alternancias de calizas karstificadas aflorantes permeables y areniscas, 14-VI-2012, J.A. Alejandre (ALEJ 240/12). VN44817698, ibíd., ladera sureste del Castro, 1593m, pasto-brezal fresco entre estratos rocosos alternantes, 17VI-2012, J.A. Alejandre & M.J. Escalante (ALEJ 262/12). VN448771, ibíd., ladera estesureste del Castro Valnera, 1600 m, pequeñas poblaciones localizadas en el pasto-brezal, zona de alternancia de sustratos, 26-VI-2004, J.A. Alejandre & M.J. Escalante (ALEJ 603/ 04). VN4485877251, ibíd., ladera sureste del Castro en la zona de “las lastras”, 1623 m, zonas algo húmedas en el brezal no lejos de rezumaderos difusos en el contacto de los carbonatos con el estrato silíceo de “Las Lastras”, 16-VII-2012, J.A. Alejandre & M.J. Escalante (ALEJ 413/12). VN4477, ibíd., ladera este-sureste del Castro, 1600 m y 1650 m, zona de alternancia de sustratos, 26-VI-04, J.A. Alejandre & M.J. Escalante (ALEJ 603/04 y 605/04). VN4477277545, ibíd., ladera sur-sureste del Castro bajo una formación ruiniforme de bloques silíceos sobre una gran depresión o torca, 1650 m, alternancia de sustratos, 14-VI-2012, J.A. Alejandre (ALEJ 253/12). VN4477, ibíd., 1600 y 1580 m, pasto brezal en zona de alternancia de sustratos, rellanos de grietas estructurales, 25-VI-04, J.A. Alejandre & M.J. Escalante (ALEJ 612/04 y 622/04). VN45007704, ibíd., ladera este-sureste del Castro Valnera, 1560 m, en el fondo de grandes grietas en zona karstificada y de alternancia de sustratos, 27-VII-2008, J.A. 07652, ibíd., umbría de la Cubada Grande hacia el collado del Callejón de las Cubadas, 1530 m, base y repisas de un escarpe rocoso alargado y descendente, silíceo, 30-VII-2008, J.A. Alejandre & M.J. Escalante (ALEJ 1316/ 08). VN456766, ibíd., umbría de la Cubada Grande 1450 m, junto a nacederos difusos en zonas de alternancia de sustratos, 29-VII-2009, J.A. Alejandre (ALEJ 1017/09). VN451767, ibíd., macizo de Valnera, ladera noreste de la Cubada Grande algo por debajo del nivel del collado de La Canal, 1420-1430 m, pastos en zonas de vaguadas que canalizan humedad, ambiente de brezal, sustrato moderadamente carbonatado, 31-V-2012, J.A. Alejandre & M. J. Escalante (ALEJ 159/12). VN451766 y VN 453768, ibíd., ladera de umbría de la Cubada Grande, cerca de la senda de montaña que asciende desde el Bernacho al collado de La Canal, 1430 y 1330 m, pasto-brezal en zona de contacto de sustratos, 26-VI-2004, J.A. Alejandre & M.J. Escalante (ALEJ 629/04 y 630/ 04). VN4547476223 y 455760, ibíd., ladera sur de la Cubada Grande, 1540 y 1475 m, comunidad muy extensa de pasto-brezal en zonas con leve humedad, alternancias escalonadas de sustratos (carbonatos y areniscas), 4-VII-2012, J.A. Alejandre (ALEJ 353/12). VN462757, ibíd., ladera norte-noreste de Peña Horadada, 1360-1370 m, pasto-brezal cerca de rezumaderos temporales, alternancias de carbonatos y areniscas, 31-VII-2004, J.A. Alejandre & M.J. Escalante (ALEJ 1130/04). VN4666876993, ibíd., vertiente noreste de la Cubada Pequeña, 1295 m, zonas higroturbosas de los brezales que dominan toda la zona, sustrato silíceo en zona de alternancias, 11-IX-2010, J.A. Alejandre (ALEJ 723/10). VN4432676694, ibíd., ladera sur del Alto de Los Dojos en la vaguada que desciende hacia la depresión del Canto el Cuadro, 1460 m, localizada y dispersa entre el pasto-brezal en zona de tránsito ente calizas y estratos silíceos, 31-V-2012, J.A. Alejandre & M.J. Escalante (ALEJ 156/12). VN44408 76627, ibíd., base de la ladera sur del Alto los Dojos, cabecera del valle de Peña Negra en la zona del Canto el Cuadro, 1426 m, pastos y zonas algo despejadas del brezal en las cabeceras de las vaguadas muy cerca del límite con Cantabria, 31-V-2192, J.A. Alejandre & M.J. Escalante (ALEJ 158/12). VN44577699, ibíd., ladera sur del Alto de los Dojos, 1626 m, rellano bajo ceja rocosa con rezumos, pastobrezal sobre sustrato carbonatado en tránsito a 50 Flora Montiberica 54: 33-74 (10-V-2013). ISSN: 1998-799X J.A. ALEJANDRE & al. 12). VN454783, ibíd., por encima de Torcaverosa, 1425 m, herbazal-brezal en umbría, carbonatos, 21-IV-2002, J.A. Alejandre & B. Fdz. de Betoño (ALEJ 650/02). VN45567832, ibíd., loma de La Muela sobre la cabecera del circo del Bernacho, 1420 m, brezales y pastos, sustratos alternantes, calizos y silíceos, 9-VII2009, J.A. Alejandre & M.J. Escalante (ALEJ 1050/08). VN4582877957, ibíd., vertiente noreste del Castro, ladera norte sobre la cabecera del circo del Bernacho, 1335 m, brezal en rellanos entre asomos y escalones rocosos, 7VIII-2012, J.A. Alejandre & M.J. Escalante (ALEJ 562/12). VN4578, ibíd., vertiente oriental del Castro Valnera, poco por encima de los 1500 m, 2-VI-1978, Laínz & J.I. Lecubarri, (Herb. LAÍNZ). 30TVN4578, Espinosa de los Monteros, montes de Pas, macizo del Castro Valnera, pr. el Bernacho, 1350 m, 20V-1992, Moreno Moral & Sánchez Pedraja (Herb. SÁNCHEZ PEDRAJA 01103). VN45 867813, ibíd., fondo de la cabecera del valle glaciar del Bernacho, 1236 m, pasto-brezal, carbonatos, 16-VII-2009, J.A. Alejandre & M.J. Escalante (ALEJ 900/09). VN45828 77957, ibíd., umbría sobre el circo del Bernacho, 1334 m, 7-VIII-2012, J.A. Alejandre (obs.). VN45917910 y 46107916, ibíd., ladera este del Pico de la Miel, por encima de la estación de esquí, 1500-1510 y 1475 m, pasto-brezal, sustrato silíceo 5-VI-2004, J.A. Alejandre & M.J. Escalante (ALEJ 496/04) y 495/04). VN4679, Espinosa de los Monteros, bajo el Pico de la Miel, 1350 m, junto a un arroyuelo, 4-VII-1993, G. Renobales & I. Arberas (BIO 31024). Ibíd., junto a un arroyuelo pero a 1450-1500 m, 10-VI-1994, G. Renobales & al. (BIO 31022 y 31023). VN4610 7916, ibíd., ladera este del Pico de la Miel, por encima de la estación de esquí, 1475, pastos con cierta humedad edáfica, sustrato silíceo, 5VI-2004, J.A. Alejandre & M.J. Escalante (ALEJ 494/04). VN47, ibíd., «Puerto Lunada», 3-VI-1994, G. Renovales & E. de Diego (VIT 91362). VN4675, ibíd., macizo del Castro Valnera, ladera este-noreste de la Cubada Pequeña, 1360-1370 m, pasto brezal cerca de rezumaderos temporales en sustrato alternante calizo-silíceo, 31-VII-04, J.A. Alejandre & M. J. Escalante (ALEJ 1130/04). VN4578, ibíd., por encima de Torcaverosa, 1425 m, herbazales y brezal en ladera de umbría, carbonatos, 21-IV-02, J.A. Alejandre & B. Fdz. de Betoño (ALEJ 650/02). VN460785, ibíd., pequeño Alejandre & M.J. Escalante (ALEJ 1270/08). VN45257708, ibíd., ladera este-sureste del Castro, algo por debajo de la torca de La Grajera, 1484 m, rellano de deficiente drenaje en zona de alternancias, brezales, 14-VI-2012, J.A. Alejandre (ALEJ 257/12). VN4576, ibíd., ladera de la umbría de la Cubada Grande, camino y cerca del collado, sobre la senda de montaña que sube desde El Bernacho, 1330 y 1435 m, pasto-brezal en zona de contacto entre sustratos, 26-VI-04, J.A. Alejandre & M.J. Escalante (ALEJ 632/04, 628/04 y 629/04). VN452772, ibíd., ladera este-sureste del Castro, cerca de la torca del Corralón, 1510 m, escasa y dispersa sobre todo en rellanos con deficiente drenaje y en vaguadas, brezales, zona de alternancias de sustratos (carbonatos y areniscas) 14-VI-2012, J.A. Alejandre (ALEJ 256/12). VN453773, ibíd., ladera sureste del Castro, fondo de grieta estructural (del Corralón), 1520 m, pastos frescos entre el brezal dominante, alternancia de sustratos, 5-VI2011, J.A. Alejandre, M.J. Escalante & J.V. Ferrández (ALEJ 355/11). VN453779, ibíd., vertiente noreste del Castro, fondo de una estructura de valle colgado, entre 1500 m y 1600 m, pasto-brezal, zona muy karstificada, alternancia de sustratos, 1-VII-2008, J.A. Alejandre & M.J. Escalante (ALEJ 904/08 y 905/08). VN455783 y 45427834, ibíd., base de la ladera norte de la Muela, sobre la depresión de Torcaverosa, 1435 m y 1430 m, pastos y herbazales en sustrato moderadamente carbonatado, 28-VI-2008 y 31-V-2012, J.A. Alejandre & M.J. Escalante (ALEJ 879/08 y 141/12). VN45487831, ibíd., ladera este de la Muela, 1483 m, escasa en el pasto-brezal sobre sustrato moderadamente carbonatado en tránsito a silíceo, 28-V-2012, J.A. Alejandre (ALEJ 138/ 12). VN45517795, ibíd., vertiente noreste del Castro, cerca de la torca “del Arco”, 1460 m, fondo fresco y umbroso de una gran torca kárstica, 28-VI-2008, J.A. Alejandre & M.J. Escalante (ALEJ 872/08). VN456778, ibíd., vertiente noreste del Castro, cerca de la sima V.72, 1460 m, escasa y dispersa en zonas del pasto-brezal, alternancia de sustratos, 28-VI2008, J.A. Alejandre & M.J. Escalante (ALEJ 871/08). VN4554978373, ibíd., base de la ladera norte de La Muela junto a Torcaverosa, 1407 m, escasa en pequeños grupos o individuos dispersos en el pasto-brezal sobre sustrato moderadamente carbonatado en tránsito a silíceo, 28-V-2012, J.A. Alejandre (ALEJ 140/ 51 Flora Montiberica 54: 33-74 (10-V-2013). ISSN: 1998-799X Corología de tres táxones del macizo del Castro Valnera 3669 y 3670, ibíd., collado y laderas suaves adyacentes con enclaves higroturbosos que se extienden hacia la cabecera y curso alto de varios regatos de la cuenca del arroyo de los Covatos, afluente del Nela, 1290 m a 1350 m (DURÁN 2007: 20-21). VN368702, ibíd., crestas alomadas cerca de Cantos Calientes, 1420 m, rara y dispersa entre el brezal, sustrato silíceo, 14-X-2008, J.A. Alejandre (ALEJ 1778/08). VN3693466085, ibíd., Montes de Somo, Busnela, barranco de Cortemoro, 865 m, sobre Spahgnum en vaguada con aguas nacientes y amplias zonas higroturbosas, sustrato silíceo, orientación oeste, 6-IX-2003, J.A. Alejandre & M.J. Escalante (ALEJ 1838/ 03). VN3870, ibíd., pr. La Parte de Sotodcueva, vertiente sur de la cumbre del Coteru la Brena, 1470 m y 1475 m, brezal sobre suelos húmedos junto a roca silícea, 20-VII-2000, G. Moreno Moral (phot.). VN41767242, Merindad de Sotoscueva, macizo del Castro Valnera, cordal de los Montes de Somo, hacia Cotera Mayor, 1245 m, zonas higroturbosas en depresiones de cresta alomada e inicios de vaguadas (antiguas turberas de cobertera), sustrato silíceo, 31-VII-2010, J.A. Alejandre & M.J. Escalante (ALEJ 536/10). Ibíd., solana bajo el collado Gusmor al W de La Churra, 1340 m, depresiones higroturbosas, sustrato silíceo, 6X-2008 J.A. Alejandre (ALEJ 1743/08). VN 4173, Espinosa de los Monteros, macizo del Castro Valnera, ladera este del Cotero los Lobos hacia la colladía del Pardo, 1350 m, se dispersa en depresiones y rellanos con encharcamiento turboso y en vaguadas con humedad edáfica difusa, sustrato silíceo, 31-VII-2010, J.A. Alejandre & M.J. Escalante (ALEJ 540/ 10). VN435720, ibíd., umbría de los Montes de Somo de Guzmantara, circo bajo el cordal Polluelo-Cotero de lo Rozao, 1300 m, pastos higroturbosos, junto a nacederos con Spagnum, silíceo, 9-VII-2009, J.A. Alejandre & M.J. Escalante (ALEJ 849/09). VN43787 71733, ibíd., Montes de Somo, umbría del Pico Polluelo, 1393 m, pastizal higroturboso con Sphagnum en fondo de dolina sumidero, sustrato silíceo, 10-X-2008, J.A. Alejandre (ALEJ 1756/08). VN4371, ibíd., cabecera del arroyo de Guzmatemas –Somo de Guzmántara–, 1400 m, pastizal muy húmedo entre arandaneras, brezos y enebro alpino, junto a manantial, 15-VIII-2006, G. Moreno Moral (obs.). VN4672, ibíd., Montes de Somo, circo este del Pico La Churra, 1410 m, depresiones circo crionival colgado en la vertiente sureste del Pico de la Miel, 1415 m, pasto-brezal, sustrato silíceo cerca de bandas y asomos de carbonatos, 28-VI-2008, J.A. Alejandre & M.J. Escalante (ALEJ 883/08 y 892/08). VN463 794, ibíd., ladera bajo el Pico de la Miel, 1410 m, pastos en zona de vaguadas sobre sustrato silíceo, no lejos de carbonatos aflorantes, 5VII-2004, J.A. Alejandre & M.J. Escalante (ALEJ 820/04). VN4679, ibíd., bajo el pico de la Miel, 1410 m, vaguadas en sustrato silíceo no lejos de las bandas calizas alternadas, 5VII-04, J.A. Alejandre & M.J. Escalante (ALEJ 825/04). TVN4579, ibíd., 1510 m, 5VI-04, J.A. Alejandre & M.J. Escalante (ALEJ 498/04). CANTABRIA: VN4467075535, Vega de Pas, macizo del Castro Valnera, junto a la cresta bajo los roquedos cimeros, en la vertiente cantábrica, 1690 m, pasto-brezal, 18-VI2008, J.A. Alejandre, J.M. Lekuona & V. Pérez Vilumbrales (ALEJ 765/08). VN4507778005, Vega de Pas, macizo del Castro Valnera, cresta norte del Castro camino de Torcaverosa, 1620 m, pasto-brezal en la ladera noroeste cerca de la cresta afilada, dispersa y escasa, carbonatos en tránsito a sustratos silíceos, 31V-2012, J.A. Alejandre & M.J. Escalante (ALEJ 144/12 y 145/12). VN4578, San Roque del Río Miera, macizo de Valnera, cresta entre el Pico de la Miel y la cota 1563, 1555 m, rara en pastos entre el brezal subalpino, sustrato silíceo, 5-VI-04, J.A. Alejandre & M.J. Escalante (ALEJ 497/04). VN4813781541, Soba, macizo del Castro Valnera/Parque Natural Collados del Asón, karst gigante al noreste del Picón del Fraile, fondo de un gran valle kárstico, 1405 m, pasto-brezal silicícola, afloramiento detrítico silíceo, 1-IX-2012, G. Moreno Moral, J.A. Alejandre & M.J. Escalante (obs.). 3. Gentiana bory Boiss. BURGOS: VN3370, Merindad de Valdeporres, puerto de la Matanela, 980 m a 1010 m, a lo largo de dos regatos higroturbosos de la cuenca alta del río Nela (DURÁN 2007: 19). VN350703, ibíd., Montes de Somo, Tabernales, cerca de la divisoria con Cantabria, 1220 m, zonas turbosas, 28-IX-2002, J.A. Alejandre & M.J. Escalante (ALEJ 2577/02). VN3570, ibíd., «enclaves higroturbosos en collado y laderas suaves adyacentes por encima de cabeceras de arroyos de la cuenca del río Nela 1220 m» (DURÁN 2007: 20). VN3569, 3570, 52 Flora Montiberica 54: 33-74 (10-V-2013). ISSN: 1998-799X J.A. ALEJANDRE & al. límite entre Cantabria y Burgos, 1150 m, depresiones turbosas, sustrato silíceo, 31-VIII2008, J.A. Alejandre & M.J. Escalante (ALEJ 1585/08). VN4374, ibíd., puerto de las Estacas de Trueba, 1100 m, turbera, 25-VIII-2005, P. Barbadillo (BARBADILLO 2093). VN435 746, ibíd., c. puerto de las Estacas de Trueba, cabecera del arroyo de La Unquera, 1100 m, zonas higroturbosas, sustrato silíceo, 4-VII2008, J.A. Alejandre & M.J. Escalante (ALEJ 925/08). VN45507638, ibíd., solana de la Cubada Grande, 1570 m, pasto-brezal higroturboso, con Sphagnum, sustrato silíceo, 30-VII2008, J.A. Alejandre & M.J. Escalante (ALEJ 1323/08). VN4576, ibíd., al E de la cumbre de la Cubada Grande, 1560 m, muy pocos ejemplares en una turbera, los únicos que se vieron en la zona, 17-VIII-1989, G. Moreno Moral & J.L. Rodríguez (obs.). VN4576 y 4676, ibíd., Cubada Grande, ladera E-SE, regueros y manantiales difusos en zonas llanas próximas a la cumbre, 1450 m a 1500 m (DURÁN 2007: 24). VN4576, ibíd., ruta de subida al Castro Valnera, 1349 m, pequeña turbera, 10-VIII-2007, L. Marín (MARIN 3594). VN460765, ibíd., ladera norte-noreste de la Cubada Grande, 1500 m, zonas deprimidas y rellanadas con pequeñas turberas y manantiales difusos, sustrato silíceo, 3-VIII2002, J.A. Alejandre & M.J. Escalante (ALEJ 2419/02). VN4676, NE de la Cubada Grande, 1450 m, turberas, 2002 (Herb. SÁNCHEZ PEDRAJA 01350). VN445765 y 445764, ibíd., junto al límite provincial, entre Peña Negra (La Capía) y el Alto los Dojos, cabecera de la vaguada sobre el Canto el Cuadro, 1400 m, se dispersa, aunque escasa en brezales higroturbosos con Sphagnum en zonas deprimidas, rellano y vaguadas junto a aguas nacientes, sustrato silíceo, 24-VIII-2008, J.A. Alejandre & M.J. Escalante (ALEJ 1535/08). VN4476 y 4576, ibíd., cabecera cuenca arroyón de Peña Negra (tributario del río Trueba) y vaguada húmeda de la vertiente de La Canal al Vernacho, 1370m a 1445 m) (DURÁN 2007: 23). VN44567713, ibíd., plataforma cimera del Alto de los Dojos, 1688 m, muy escasa junto a un rezumadero en la parte inferior de la plataforma, sustrato silíceo, 31-VII-2012, J.A. Alejandre & M.J. Escalante (obs.). VN4578, ibíd., en el vallejo que asciende hacia el colláu de Labara – Castru Valnera–, 1450 m, zonas turbosas ahora secas, en plena floración, 6VIII-1992, G. Moreno Moral (obs.). VN44619 turbosas en nacederos difusos, silíceo, 9-VIII2003, J.A. Alejandre & M.J. Escalante (ALEJ 1754/03). VN4663472753, ibíd., Montes de Somo, circo de la umbrías bajo Haza Campiza y el Coterón de las Callijuelas, 1325 m, junto a manantiales y arroyos nacientes, silíceo, 11-X2008, J.A. Alejandre (ALEJ 1768/08). VN46 297201, ibíd., cabecera del barranco de Rioseco hacia Manalagua entre Haza Campiza y Los Picones, 1440 m, zonas manantías con Sphagnum, sustrato silíceo, 23-IX-2008, J.A. Alejandre (ALEJ 1706/08). VN4772, Ibíd., pr. Las Machorras, bajo el Lagón de Castríos, 1320 m, zona turbosa, 25-X-1997, G. Moreno Moral (obs.). VN4828471983, ibíd., barranco de Rioseco, c. “Lancera”, 1098 m, sobre Sphagnum en zonas higroturbosas, vaguadas en donde surgen aguas coluviales desde la ladera de la umbría, sustrato silíceo, 28-VII2010, J.A. Alejandre & M.J. Escalante (ALEJ 508/10). VN490722, ibíd., barranco de Rioseco, zona turbosas en claros al nivel del hayedo, con abelules y sauces, sustrato silíceo, 9VIII-2010, J.A. Alejandre (ALEJ 591710). VN4273, ibíd., puerto de las Estacas de Trueba en la ladera de Motas de Pardo, 1230 m, turberas, 5-VIII-1987, J.A. Alejandre (ALEJ 344/87). VN47, ibíd., Puerto de las Estacas de Trueba, hacia Matas del Pardo, 16-VII-1975, P. Dupont (obs.). VN4273, cabeceras y curso alto de regatos de la cuenca del arroyo Pardo, tributario del Trueba, 1180 m a 1300, mosaico de esfagnal con brezo de turbera (DURÁN 2007: 22). VN47, Espinosa de los Monteros, puerto de las Estacas de Trueba, 1975, P. Dupont (obs.). VN4374, ibíd., puerto de las Estacas de Trueba, 1100 1140 m, brezales que bordean grandes zonas turbosas, 26-VIII-1982 y 4-VIII-1987, J.A. Alejandre, C. Aseginolaza & P.M. Uribe-Echebarría (ALEJ 2913/82, VIT 23119). Ibíd., 4-VIII-1987, J.A. Alejandre (ALEJ 357/87). VN4374, ibíd., puerto de las Estacas de Trueba, zonas turbosas, 1150 m, 28-VII-1990, J. Loidi & al. (BIO 10472, MA 536882). VN4274 y VN4374, ibíd., puerto de las Estacas de Trueba, cabeceras y curso alto de regatos de cuenca del arroyo de Unquera, afluente del río Trueba, mosaico de esfagnal con brezo de turbera, 1130 m a 1215 m (DURÁN 2007: 22). VN4374, puerto de las Estacas de Trueba, Las Machorras, Burgos, 1160 m, 17-12-1997, P. Montserrat & F. Fillat (JACA 262277-R92057). VN42847417, ibíd., cerca del puerto de las Estacas de Trueba en 53 Flora Montiberica 54: 33-74 (10-V-2013). ISSN: 1998-799X Corología de tres táxones del macizo del Castro Valnera (DURÁN 2007: 29). VN4780, ibíd., puerto de Lunada, 1300 m. sur, prados higroturbosos y turberas incipientes, 25-VIII-1982, J.A. Alejandre & al. (ALEJ 2854/82, MA 439849). VN4679, ibíd., portillo de Lunada, 1400 m, 6X-1991, Ó. Sánchez Pedraja (Herb. SÁNCHEZ PEDRAJA 01893). VN4780, ibíd., portillo de Lunada, 1200 m, landa húmeda, 23VII-1982, C. Aedo (MA 610445). VN4780, ibíd., puerto de Lunada, 1300 m, pastos húmedos y repisas herbosas de pie de cantil, 18-VII2000, V.J. Arán, S. Patino & J. Valencia (VIT 83715). CANTABRIA: VN2668, Luena, pr. Resconorio, bajo el Cueto Espina, 1000 m, 15-VIII1999, C. Aedo (obs.) (ARGÜELLES & al. 2005: 166). VN2667, 2668 y 2767, Luena, cabeceras higroturbosas y curso alto de varios regatos de la cuenca del río Sonoro (afluente del arroyo de la Magdalena, cuenca del Pas), 1020 m a 1110 m (DURÁN 2007: 16). VN 2766 y 2767, Campóo de Yuso y Luena, cabeceras higroturbosas y curso alto de varios regatos de la cuenca del arroyo Matorra que desagua en el pantano del Ebro, y en menor medida del arroyo Vaecepo o del Arroyón (afluente del arroyo de la Magdalena, cuenca del Pas), 990 m a 1070 m (DURÁN: 17). VN3370, San Pedro del Romeral, cerca del puerto de la Matanela, 1000 m, 2-IX-1986, G. Moreno Moral (obs.) Ibíd., Puerto de la Matanela, sobre San Pedro del Romeral, como a 1000 m. Localidad extrema del notabilísimo endemismo (cf. LAÍNZ, 1957: 154; 1958: 449; AEDO & al., 1987: 450) (Según DURÁN 2007: 19, la localidad sería burgalesa). VN34 587078, San Pedro del Romeral, Montes de Somo, circo de la umbría sobre las cabañas de “El Hoyo”,1135 m, zona higroturbosa junto a aguas nacientes, sustrato silíceo, 18-X-2008, J.A. Alejandre (ALEJ 1784/08). VN3570, ibíd., «cabecera del arroyo de Vidular, 1245 m», (DURÁN 2007: 20). VN3570, y 3670, ibíd., collado y laderas suaves adyacentes con enclaves higroturbosos que se extienden hacia la cabecera y curso alto de varios regatos de la cuenca del arroyo de Vidular, de la cuenca del Pas, 1290 m a 1350 m (DURÁN 2007: 20-21). VN3770, San Pedro del Romeral, junto a Urmías, 1200 m, brezal sobre suelos húmedos, silíceos, 20-VII-2000, G. Moreno Moral (obs.). VN378707, ibíd., Montes de Somo, cerca de las cabañas de Peña las Hazas, 1350 m humedales en regueros junto a nacederos, sus- 77139, ibíd., rellano en la ladera sureste bajo la plataforma cimera del Alto de los Dojos, 1660 m, zonas higroturbosas manantías, sustrato silíceo, 31-VII-2012 y 18-VII-2003, J.A. Alejandre & M.J. Escalante (ALEJ 458/12 y 1418/03). VN449766, ibíd., collado de La Canal, 1445 m, junto a charcas turbosas, sustrato silíceo, 28-VII-2002, J.A. Alejandre & B. Fz. de Betoño (ALEJ 2348/02). VN44987707, ibíd., ladera este-sureste del Castro, cerca de la V.58 (sistema de la torca del Mirador), pastobrezal higroturbososo, zona de alternancia de sustratos, 27-VII-2008 J.A. Alejandre & M.J. Escalante (ALEJ 1263/08). VN4677, ibíd., sobre el Bernacho, 1180 m, pastizal-matorral en una zona húmeda, 3-VII-1995, G. Moreno Moral, Ó. Sánchez Pedraja & G. Valdeolivas (phot.). VN46087901, ibíd., circo de Lunada, entre los cordales de Las Corvas, Pico de la Miel y La Mota sobre la estación de esquí, 1460 m, rellanos con deficiente drenaje, pastobrezal higroturboso junto a zonas manantías, silíceo, 29-VII-2008, J.A. Alejandre (ALEJ 1298/08). VN462793 y 467792, ibíd., circo de Lunada sobre la estación de esquí, 1420 m, zonas higroturbosas, silíceo, 15-VIII-2008 y 15-VII-2008, J.A. Alejandre (ALEJ 1461/08 y 1118/08). VN4679, ibíd., 1300 m, pastos húmedos junto a un arroyo, 23-VII-1998, S. Patino & J. Valencia (AHIM 454, JACA 267179, VIT 58046). VN4679 (SALA 102864). VN 4678 y 4679, ibíd., Esquí de Lunada, 1300 m a 1510 m, regatos y zonas higroturbosas próximas de la cuenca del río Lunadas, afluente del Trueba (DURÁN 2007: 25). VN4679, ibíd., collado al S del Pico de la Brena, 1350 m a 1360 m, mosaico de esfagnal (comunidad muscinal) con brezo de turbera (DURÁN 2007: 27). Ibíd., Puerto de Lunada, 1350 m, 25-VIII-1982, J.A. Alejandre, C. Aseginolaza & P.M. Uribe-Echebarría (VIT 91358). VN 4680, Portillo de Lunada, 1310 m, zonas húmedas, 7-VIII-1984, G. Moreno Moral (obs.). VN4680, ibíd., portillo de Lunada, 1320 m, turberas, 27-VII-1984, J.A. Alejandre & B. Fz. de Betoño (ALEJ 1276/84). VN47, ibíd., Puerto de Lunada, 1350 m, 16-IX-1997, E. de Diego (BIO 30884). VN4680 y 4780, ibíd., Portillo de Lunada-falda del Picón del Fraile, en dos vaguadas con tremedal que vierten hacia el valle de Lunadas, tributario del Trueba, a unas decenas de metros por encima de la carretera, 1310 m a 1330 m, mosaico de esfagnal (comunidad muscinal) con brezo de turbera 54 Flora Montiberica 54: 33-74 (10-V-2013). ISSN: 1998-799X J.A. ALEJANDRE & al. Sía al desfiladero del Asón, 1973, P. Dupont (obs.). trato silíceo, 18-VII-2009, J.A. Alejandre & M.J. Escalante (ALEJ 913/09). VN47, Vega de Pas, puerto de las Estacas de Trueba, 1956, M. Laínz. VN4274 y VN4275, Vega de Pas, cabeceras del arroyo de Pandillo, tributario del río Pas, 1215 m, mosaico de esfagnal (comunidad muscinal) con brezo de turbera (DURÁN 2007: 22). VN4476, ibíd., cabecera del arroyo de Ruyemas, 1440 m a 1445 m, mosaico de esfagnal (comunidad muscinal) con brezo de turbera (DURÁN 2007: 24). VN4635 7986, San Roque de Río Miera, macizo del Castro Valnera, bajo el Pico la Brena, 1350 m, depresión higroturbosa, 4-VII-2008, J.A. Alejandre & M.J. Escalante (ALEJ 937/08). VN4679, ibíd., collado al S del pico de la Brena, 1350 m a 1360 m, mosaico de esfagnal (comunidad muscinal) con brezo de turbera (DURÁN 2007: 26). VN4780, San Roque de Río Miera, Aldasoro (MA 653710), Herrá (MA681194). VN4680, Portillo Lunada-Pico la Brena, en dos vaguada con tremedal que vierten hacia el valle de Miera, 1320 m a 1350 m, mosaico de esfagnal (comunidad muscinal) con brezo de turbera (DURÁN 2007: 28). VN4780, Ibíd., portillo de Lunada, 1300 m, 3VIII-1985 y 12-IX-1987, M. Herrera. VN46 80, Ibíd., Portillo de Lunada, 1300 m, terrenos acidificados sobre resaltes calizos, 13-VII1993, J. Elorza, S. Patino & Pérez de Ana (VIT 91359). VN4685, Soba, sobre Valdició, Hoyo Salcedillo, 1100 m, suelos húmedos, 27VIII-1985, G. Moreno Moral (obs.). VN4787, Arredondo, sobre Asón, vertiente E de Porraculina, 1290 m, suelos higroturbosos, 14VII-1993, G. Moreno Moral (obs.). VM4687, Arredondo, sobre Asón, bajo el Altu Pipiones, 1280 m, pasto sobre suelos húmedos silíceos, 15-VIII-2000, G. Moreno Moral (obs.). VN46 92087944 y 47238793, Arredondo, c. Porracolina, zona de umbría de la cresta alomada del Alto Pipiones 1292 m y 1280 m, rezumaderos y aguas nacientes, sustrato silíceo, 21VIII-2010, J.A. Alejandre & M.J. Escalante (ALEJ 663/10 y 673/10). VN4885, Soba, sobre Asón, Hoyo de Saco, 1140 m, zona turbosa, buena población, bastantes ejemplares, 12VII-1997, G. Moreno Moral, (obs.). VN47, Soba, «dans des marécages tourbeux situés à mi-chemin du nacimiento de la Gandara et du Portillo de la Sía (province de Santander), à environ 900 mètres», 26-VII-1956, P. Dupont. (DUPONT & DUPONT, 1956: 18; HERRERA, 1995: 102). VN57, Soba, Portillo de La LAS GENCIANAS DEL CASTRO VALNERA Entre los aspectos destacables que caracterizan la flora del macizo del Castro Valnera, uno de los que más puede sorprender al que la analiza por primera vez, es la confluencia, en un territorio de superficie tan pequeña, de táxones de un mismo género o de un grupo de plantas que normalmente en otros muchos lugares de las montañas peninsulares no tienden a coincidir en absoluto, sino más bien todo lo contrario: distancian sus nicho ecológicos. Si alguna vez hemos utilizado como ejemplo de ello la existencia en el macizo –en un área de apenas 1 km– de las 8 especies de equisetos que habitan en la Península –caso único tal vez hasta en toda Europa– (cf. ALEJANDRE & al., 2010: 41-48), no menos interesante es la conjunción en comparable superficie de 8 de los táxones de Gentiana s.l., –comprendiendo Gentianella y Gentianopsis (cf. AIZPURU & al., 1999; TALAVERA & al., 2012) de los 19 de la flora peninsular. Circunstancia difícilmente repetible en toda la Cordillera Cantábrica, y probablemente excepcional y destacable incluso en el ámbito pirenaico; único territorio, este último, en el que se da el caso de que cuatro de las provincias que se asoman a la cordillera ístmica superan en número de taxones a la de Burgos. Los 8 representantes del género en el macizo del Castro Valnera son: Gentiana acaulis L., G. angustifolia subsp. corbariensis (Br.-Bl.) Renobales, G. boryi Boiss., G. lutea L. subsp. lutea, G. pneumonanthe L., G. verna L. subsp. verna, Gentianella campestris (L.) Börner y Gentianopsis ciliata (L.) Ma. (ALEJANDRE & al. 2006, 2008, 2012). Dos de estas especies son estrictamente calcícolas (G. angustifolia/corbariensis y Gentianopsis ciliata). Cuatro de 55 Flora Montiberica 54: 33-74 (10-V-2013). ISSN: 1998-799X Corología de tres táxones del macizo del Castro Valnera ellas, silicícolas (G. acaulis, G boryi, G. pneumonanthe y Gentianella campestris), aunque la última puede enmascarar su preferencia debido a la complejidad estructural del macizo en forma de bandas alternantes. G. lutea y G. verna se muestran en la zona menos exigentes en cuanto a sustratos, sobre todo la G. lutea por ocupar suelos con perfiles modificados por la acción del hombre. De entre todas, únicamente la Gentianella es anual. No hay que insistir, por muy comentada ya, en la excepcional presencia, poco menos que inexplicable, de la pequeña pero vistosa Gentiana boryi. Como se ha comentado más arriba el conocimiento sobre su distribución regional nos parece todavía parcial e impropio de la importancia que el taxon tiene como endemismo peninsular de tan localizada presencia en la Cordillera Cantábrica. De la contemplación del mapa adjunto destaca la notable cantidad de cuadrículas que se asientan en el cordal de Somo (Guzmántara y Pas) hasta la alejada cita puntual de la sierra del Escudo y la ausencia en el cordal de los Montes de Ordunte. Unido todo al hecho de que es en las solanas del Somo, donde se encuentran poblaciones a muy baja altitud, cabe sospechar que la llegada y acceso del taxon al macizo debió darse desde esa zona en un momento de crisis climática con características favorable para la rápida transmisión a larga distancia. Las vicisitudes y oscilaciones del clima del holoceno debieron dificultar su expansión hacia los confines del macizo y su avance en las direcciones axiales de la Cordillera. La hipótesis de una contracción de un área más amplia hasta desembocar en la situación actual parece poco probable teniendo en cuenta la diversidad de circunstancias favorables con las que hubieran contado en el caso de haber accedido a los cercanos macizos de Valdecebollas, etc. por el oeste y al cordal de Ordunte por el este. La posibilidad de que el acceso al macizo se haya producido en una fase muy reciente –y por lo tanto en cierto modo inconclusa– tampoco parece descartable (confluyente con la que por ej. pudo favorecer el acceso desde el occidente hasta las cumbres del Somo de Pas de la Pedicularis mixta Gren., que detiene por allí su avance sin atravesar el puerto de las Estacas de Trueba y alcanzar de esa forma la parte central del macizo). Conviene, también, resaltar algunos detalles de la coincidencia hoy día en estas montañas de dos de las especies de la sect. Ciminalis (Adams.) Dumort.: lo que tiene de sorprendente su semejanza en cuanto al aspecto general y la consiguiente conflictiva separación y la convivencia tan intensa en este macizo, en las mismas parcelas y muy cercano medio ecológico. Nos estamos refiriendo a G. acaulis y a G. angustifolia subsp. corbariensis. A pesar de que su evidente parecido induciría al profano a tomarlas por una misma especie y que según la mayor parte de los autores (GIELLY & TABERNET, 1996; HUNGUERER & KADEREIT, 1998; HAGEN & KADEREIT, 2000) el ori- gen y la diversificación en las montañas europeas de toda la sección Ciminalis quedan cercanos en el tiempo, la acumulación de mutaciones provocadas por la adaptación a los innumerables cambios y eventos climáticos producidos a lo largo del cuaternario ha derivado en sucesivas vicariancias de todo tipo –de altitud, sustratos, etc.–,de tal forma que se ha llegado a un aislamiento genético parcial y en cierto modo de apariencia reticular. La confluencia en el macizo del Castro Valnera, de dos táxones de la sección –uno calcícola y el otro silicícola– no es ni muy común en el contexto de su área total, ni a despreciar como acontecimiento propio para un estudio pormenorizado. En cuanto al resto de las gencianas, se puede destacar la tendencia de las poblaciones de G. lutea a ocupar espacios abiertos –comunidades de pasto-brezal alterados e incluso, 56 Flora Montiberica 54: 33-74 (10-V-2013). ISSN: 1998-799X J.A. ALEJANDRE & al. prados abandonados–, lo cual la hace muy visible y puede inclinar a pensar que goza de un nivel de vitalidad y competencia que en realidad no manifiesta en el medio natural menos intervenido. Gentiana verna y G. pneumonanthe se dispersan bien, especialmente la segunda, afectándoles poco las modificaciones del paisaje que se derivaron tanto por la fuerte antropización del territorio que supuso la actividad pastoril durante centenares de años como de su actual abandono. Gentianella campestris es planta anual, que coloniza espacios abiertos sobre sustratos silíceos y suelos con cierta humedad. Circunstancialmente puede descender hasta los 800 m, pero su óptimo se encuentra por encima de 1300 hasta las cumbres. Puede verse afectada por las sequías estivales, ya que es planta de desarrollo tardío, por lo que de darse una deriva climática hacia una menor pluviometría el área disponible en el conjunto del macizo se vería reducida de forma importante, con disminución del número de individuos, raquitismo de éstos y consiguiente merma en la producción de diásporas: mal panorama para una planta anual. Gentianopsis ciliata, pese a lo que parece deducirse a simple vista dado su tamaño tan pequeño, es planta perenne. Extraordinariamente ligada a los pequeños rezumaderos de aguas carbonatadas que drenan los acuíferos colgados a cierta altitud situados en las características alternancias de sustratos, por lo que su evolución anual depende de las lluvias del fin de verano. Difícilmente desciende de los 1300 m. Sus poblaciones se reducen siempre a muy pocos individuos de desarrollo bastante raquítico y escasa producción de semillas. Es planta que puede considerarse vulnerable o en peligro. En el DECRETO 63/2007, de 14 de junio, por el que se crean el Catálogo de Flora protegida de Castilla y León y la figura de protección denominada Microrreserva de Flora, figuran varias de estas gencianas: En el Anexo III, Especies catalogadas «De atención preferente»: Gentiana boryi y G. ciliata (= Gentianopsis ciliata). En el Anexo IV, Especies catalogadas «con aprovechamiento regulado»: G. lutea. Considerando todas las circunstancias que se han descrito en este documento para la población pasiega de la G. acaulis (única población en la Cordillera Cantábrica, así como para las Comunidades Autónomas de Cantabria y de Castilla y León; y una de las dos presentes en la Península Ibérica fuera del Pirineo y límite absoluto de su área) parece obvio que debiera ser considerada bajo una figura de protección y figurar en los anexos correspondientes de ambas Comunidades Autónomas. Así mismo, conviene señalar que en documentos técnicos utilizados previamente para la elaboración del DECRETO mencionado ya se tuvo en cuenta la existencia de poblaciones de interés de Gentiana occidentalis y G. gr. acaulis (¿datos insuficientes?). Lamentablemente fue posterior al desarrollo del Decreto cuando se publicó el volumen 11º de Flora iberica (TALAVERA & al., 2012), que incluye el tratamiento de la familia Gentianaceae. AGRADECIMIENTOS: A Gonzalo Moreno Moral, nuestro tutor, del que echamos mano siempre que se trata de conocer un poco mejor estos Montes de Pas y porque no solamente nos corrige, sino que, a veces, se anticipa a nuestros errores. A Juan Antonio Durán por facilitarnos sus trabajos inéditos y autorizarnos a utilizar sus datos de campo. A los agentes de Medio Ambiente de la zona, en especial a Juan Antúnez y Jaime Fernández García-Diego, pozo de sabiduría este último, por su ayuda. BIBLIOGRAFÍA AEDO, C., C. HERRÁ, M. LAÍNZ, E. LORIENTE & G. MORENO MORAL (1987) Contribuciones al conocimiento de la flora montañesa, VI. Anales Jard. Bot. Madrid 44(2): 445-457. 57 Flora Montiberica 54: 33-74 (10-V-2013). ISSN: 1998-799X Corología de tres táxones del macizo del Castro Valnera CÍA-LÓPEZ, L. MARÍN, G. MATEO, C. MOLINA, G. MONTAMARTA, J.M. PÉREZ DE ANA, S. PATINO, M.Á. PINTO & J. VALENCIA (2012) Anuario Botánico de Burgos I. 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ISSN: 1998-799X Corología de tres táxones del macizo del Castro Valnera presencia de especies de fauna explícitamente protegidas por la Directiva Hábitat de la UE como el desmán de los Pirineos Galemys pyrenaicus – catalogado “en peligro” por la UICN en 2001– el gato salvaje Felis silvestris, el salmón Salmo salar o la culebra lisa europea Coronella austriaca, así como otras especies de fauna como el lobo Canis lupus, el turón Mustela putorius, la nutria Lutra lutra o el rebeco cantábrico Rupicapra pyrenaica parva; además de aves incluidas en el Anexo I de la Directiva Aves de la UE (79/409/CEE) relativa a la conservación de aves silvestres como el alimoche Neophron percnopterus, águila real Aquila chrysaetos y Búho real Bubo bubo, entre otras; CONSIDERANDO que esta montaña se ubica en varios espacios naturales protegidos, tanto de índole europea (Lugares de Importancia Comunitaria de Montes de Valnera, Montaña Oriental, Ríos Asón y Gándara, Río Miera y Río Pas) como de clasificación regional dentro de España (Parque Natural de los Collados del Asón y Monumento Natural de Ojo Guareña); y AÑADIENDO a este destacado patrimonio natural unos indudables valores paisajísticos, culturales y etnográficos, representados en el pueblo pasiego, caracterizado por un modo de vida, un uso arquitectónico y una relación con el entorno única e inalterada a lo largo de los siglos, que dan forma a una comunidad humana sin parangón en Europa Occidental; El Congreso Mundial de la Naturaleza, en su tercer periodo de sesiones celebrado en Bangkok, Tailandia, del 17 al 25 de noviembre de 2004: INSTA a los Gobiernos de las Comunidades Autónomas de Castilla-Léon y Cantabria, pertenecientes al Reino de España, la declaración de un Espacio Protegido Conjunto para toda la Montaña Cantábrico-Burgalesa, que sea garante de la óptima conservación de su biodiversidad y patrimonio etnográfico, reconociendo de forma explícita el carácter unitario, tanto natural como cultural del citado espacio. 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Resoluciones y Recomendaciones Congreso Mundial de la Naturaleza UINC. Bangkok. Tailandia 17-25-XI-2004. RECONOCIENDO el destacable valor natural y ecológico de la Montaña CantábricoBurgalesa y la gran biodiversidad que alberga; que en ella se encuentran varios hábitats y especies incluidas en el Anexo I de la Directiva Hábitat de la Unión Europea (UE) (92/43/CEE) relativa a la conservación de los hábitats naturales y de la fauna y flora silvestres, tales como brezales húmedos atlánticos de zonas templadas, oromediterráneos endémicos, secos europeos y hayedos acidófilos atlánticos, turberas altas susceptibles de regeneración natural y cuevas no explotadas por el turismo, entre otros; y la presencia de diversas especies adicionales de flora como el endemismo ibérico Gentiana boryi Boiss; RECONOCIENDO DE LA MISMA MANERA que en la citada montaña destaca la (Recibido: 19-IV-2013. Aceptado: 26-IV-2013) 64 Flora Montiberica 54: 33-74 (10-V-2013). ISSN: 1998-799X J.A. ALEJANDRE & al. CARTOGRAFÍA Cuadrículas UTM 1×1 km con presencia de Eriophorum vaginatum L. en el macizo del Castro Valnera Cuadrículas UTM 1×1 km con presencia de Gentiana acaulis L. en el Castro Valnera. A destacar, la concentración de citas en torno a la zona culminal de los castros: Valnera y Los Dojos. 65 Flora Montiberica 54: 33-74 (10-V-2013). ISSN: 1998-799X Corología de tres táxones del macizo del Castro Valnera Cuadriculas UTM 1×1 Km con presencia de Gentiana boryi Boiss, en el macizo de Castro Valnera y Montes de Pas (a completar en el futuro). Situación de la citas de los tres táxones en la zona axial entre los puertos de Estacas de Trueba y Lunada. 66 Flora Montiberica 54: 33-74 (10-V-2013). ISSN: 1998-799X J.A. ALEJANDRE & al. Cartografía de una parte de la turbera cobertor (con Eriophorum vaginatum) del Coteros de los Lobos. Vista parcial de la turbera cobertor del Cotero de los Lobos-Motas de Pardo. Al fondo las cumbres del Valnera. Los taludes y escalones de turba son consecuencia de los fuegos. 67 Flora Montiberica 54: 33-74 (10-V-2013). ISSN: 1998-799X Corología de tres táxones del macizo del Castro Valnera Vertiente cántabra de Peña Negra (La Capía) con el espolón sur (Pico del Cuervo) sobre la falda que desciende hacia las turberas del puerto de Las Estacas de Trueba. Al fondo restos de nieve en la ladera del Alto los Dojos. En el plano medio la vertiginosa ladera noroeste cántabra, con repisas colgadas y escarpes cuya flora convendría explorar a fondo. El Canto el Cuadro entre la Peña Negra y la falda del Alto los Dojos. El plano medio lo ocupan los extensos brezales y pastos higroturbosos de la cabecera del arroyo de Peña Negra (Burgos). La silueta del horizonte coincide (salvo la ladera del cerro central) con la divisoria de aguas. 68 Flora Montiberica 54: 33-74 (10-V-2013). ISSN: 1998-799X J.A. ALEJANDRE & al. Nieblas ascendiendo por la vertiente cántabra hacia La Capía y cabecera de Peña Negra y El Canto el Cuadro. Casi todo lo que se aprecia en la fotografía corresponde a Burgos. Otoñada en la vegetación higroturbosa de la cabecera del arroyo de Peña Negra (Canto el Cuadro). 69 Flora Montiberica 54: 33-74 (10-V-2013). ISSN: 1998-799X Corología de tres táxones del macizo del Castro Valnera Mismo lugar, pasados los primeros meses del invierno: el resto de una nevada deja a la vista la misma vegetación de la imagen anterior pero con un inexpresivo aspecto ceniciento. Gentiana boryi. Merindad de Sotoscueva, Burgos, Coteru la Brena, 30TVN3870, 1470 m (G. Moreno Moral, 20-VII-2000). 70 Flora Montiberica 54: 33-74 (10-V-2013). ISSN: 1998-799X J.A. ALEJANDRE & al. Detalle de la comparación (de valor diagnóstico al menos en el Castro Valnera) del interior de la corola de Gentiana acaulis (izquierda) y G. angustifolia subsp. corbariensis (derecha). Aréola en la acaulis con extremo distal ancho y hasta escotado contra el alargado, agudizado y único en la angustifolia. Gentiana acaulis L., detalles del interior de la corola con las aréolas características. 71 Flora Montiberica 54: 33-74 (10-V-2013). ISSN: 1998-799X Corología de tres táxones del macizo del Castro Valnera Gentiana angustifolia subsp. corbariensis en el macizo del Castro Valnera. Gentiana acaulis en el macizo del Castro Valnera (hojas que tienden a conduplicarse). 72 Flora Montiberica 54: 33-74 (10-V-2013). ISSN: 1998-799X J.A. ALEJANDRE & al. Gentianopsis ciliata (L.) Ma. A pesar de su delicado aspecto es planta perenne. Flor de corola “polímera” –inusual– de Gentianopsis ciliata en el Castro Valnera. 73 Flora Montiberica 54: 33-74 (10-V-2013). ISSN: 1998-799X Corología de tres táxones del macizo del Castro Valnera Cepellones cespitosos de Eriophorum vaginatum L., circundando las pocetas de una turbera (turbera de cobertor) cerca del Puerto de las Estacas de Trueba. Detalle de la densidad cespitosa del Eriophorum vaginatum en esa misma localidad. 74 Flora Montiberica 54: 33-74 (10-V-2013). ISSN: 1998-799X Flora Montiberica 54: 75-83 (10-V-2013). ISSN: 1998-799X PHELIPANCHE CERNUA POMEL (OROBANCHACEAE), A PRIORITARY NAME FOR THE WESTERN MEDITERRANEAN SPECIES RECENTLY REDESCRIBED AS PH. INEXSPECTATA Luis CARLÓN RUIZ1, Manuel LAÍNZ GALLO2, Gonzalo MORENO MORAL3 & Óscar SÁNCHEZ PEDRAJA4 1 Jardín Botánico Atlántico, Avda. del Jardín Botánico 2230. E-33394 Gijón (Asturias). lcarlon@hotmail.com 2 Colegio de la Inmaculada, Avda. Hermanos Felgueroso, 25. E-33205 Gijón (Asturias). mlainzg@yahoo.es 3 Santa Clara, 9-1º dcha. E-39001 Santander (Cantabria). xclctb@aemet.es 4 E-39722 Liérganes (Cantabria). osanchez@farmalierganes.com ABSTRACT: The specific parasite of Lactuca (Compositae) described in 2005 from the Iberian Peninsula as Phelipanche inexspectata (Orobanchaceae) and known so far in northeastern Spain and southern France, is shown to also occur in mountain areas of northern Africa, where it had been previously described under the neglected name Phelipanche cernua. Given the recent proposal to consider the aforementioned Lactuca parasite a mere variant of Phelipanche schultzii, we stress the neat differences between both species. Key words: Phelipanche inexspectata, Ph. cernua, Ph. schultzii, holoparasitic Orobanchaceae, Lactuca, Algeria, France, Morocco, Spain. RESUMEN: Phelipanche cernua Pomel (Orobanchaceae), un nombre prioritario para la especie del Mediterráneo Occidental recientemente descrita como Ph. inexspectata. Se dan pruebas de que la parásita específica de Lactuca (Compositae) descrita en 2005 de la Península Ibérica como Phelipanche inexspectata (Orobanchaceae), y conocida hasta ahora del noreste de España y el sur de Francia, alcanza las montañas del norte de África, de las que ya había sido descrita bajo el nombre Phelipanche cernua. Dada la reciente afirmación de que dicha parásita de Lactuca es una mera variante de Phelipanche schultzii, recalcamos las netas diferencias entre ambas especies. Palabras clave: Phelipanche cernua, Ph. inexspectata, Ph. schultzii, Orobanchaceae holoparásitas, Lactuca, Argelia, España, Francia, Marruecos. In 2005, having given up identifying it with any of the taxa admitted by BECK (1890; 1930), we decided to publish under the name Phelipanche inexspectata a parasite of Lactuca (Compositae, Cichorieae) readily distinguished by the following features: ± ashy blue plants with greyish pale blue, somewhat humped and ± geniculate corollae; yellow stigma; longly triangular but not distally filiform ca- lyx teeth; usually lax inflorescence in the upper half of firm stems with few and short if any branches (CARLÓN & al., 2005 a: 12). By the time of its description, the plant was known from several localities throughout the northeastern quarter of Spain, from the provinces of León and Madrid to the coasts of Catalonia. Further field and herbarium surveys and data provided by 75 Phelipanche cernua, a prioritary name for Ph. inexpectata French colleagues allowed us to greatly increase the known range of the species, which has resulted to be widespread in southern France (CARLÓN & al., 2008: 31- compare with the type of nana the long triangular calyx teeth and the robust stem of Pomel’s specimen to grasp the inconsistency of this judgment. The incompleteness of Pomel’s description and the limitations imposed by the study of dry material prevented us from checking if some of the most characacteristic traits of the European plant, particularly the yellow stigma, are shared by their African putative relatives. But some color pictures recently taken in the Moroccan Middle Atlas by J. Quiles (who has been kind enough to allow us to publish one of them as fig. 3) show beyond any doubt that plants conspecific with Ph. inexspectata occur in North Africa, and confirm a piece of evidence that, already found in 2007, caution prevented us from publishing until utter proof could be gathered: a specimen in Maire’s herbarium in MPU [Algeria, Atlas de Blida, 1VI-1913, R. Maire (sub “Phelipaea aff. lavandulacea”)] is readily referable to the European Lactuca parasite —only the host indication (“sur Picridium vulgare”) casting some doubts, though it’s true that neither a misidentification of a maybe flowerless host nor wider parasitic abilities of the species within Cichorieae can be dismissed. 35). As we will summarise here, evidence has now arisen for its occurrence in North Africa, and with it a major nomenclatural discovery: the species had been validly published and named from Algerian material already in 1874. The type specimen of Phelipanche cernua (Algeria, Tlemcen, “G[har] Rouban”, A. Pomel, Herb. Maire, MP U008206, fig. 1) is in full accordance with inexspectata both in its overall appearance and in its preserved morphological details, and nothing in Pomel’s description is unappliable to the latter. In addition, the host presumed by Pomel (“Sur Chicoracées?”) strengthen the taxonomic identity between the Algerian plant and the well known Spanish and French Lactuca parasite. BATTANDIER (1890: 658) compared Pomel’s type specimen with that of “Orobanche fraasii” and concluded that both were conspecific. Consequently, Maire labelled Pomel’s type specimen as “Orobanche lavandulacea Rchb. ssp. Fraasii (Walp.) Batt.”. However, and although we haven’t seen its type, judging by F. W. Schultz’s protologue in Flora 26: 127-128 (1843) [“calyce (...) dentibus e lata basi lanceolatis, acutis; corolla calyce triplo longiore, tubulosa, subhorizontaliter patente (...) In Psoralea bituminosa”], fraasi is likely a mere synonym of typical Ph. lavandulacea, in which case Battandier’s synonymization can be straight away discarded: unlike Pomel’s specimen, lavandulacea is an Aspalthium bituminosum parasite with usually stouter, hairier and much more branched stems, deep blue and very slightly curved flowers and short, abruptly subulate calyx teeth (CARLÓN & Phelipanche cernua Pomel in Bull. Soc. Climatol. Alger 11: 105 (1874) = Ph. inexspectata Carlón, G. Gómez, M. Laínz, Moreno Mor., Ó. Sánchez & Schneew. in Documentos Jard. Bot. Atlántico (Gijón) 3: 12[-17], 14 t. 2 [illustration with analysis], 16 t. 3 [phot.], 60 f. 3 [ITS analysis] (2005 [June 2005]) – Orobanche lavandulacea auct., non Rchb., Iconogr. Bot. Pl. Crit. 7: 48, t. 697 (1829)] (cf., v. gr., Battandier, 1890: 43-44) – O. fraasii auct., non F.W. Schultz, Flora 26: 127 (1843 [28 Febr. 1843]) (cf., v. gr., Maire in sched. et Battandier, 1890: 44) Ind. loc.: “Sur Chicoracées? Garrouban [Mounts of Ghar-Rouban, 34º 36' N, 1º 46' W, province of Tlemcen (which under the French domain made part of the Oran department), Algeria]”. al., 2008: 85, 92). BECK (1890: 70; 1930: 92), on his part, considered Ph. cernua as a mere variation of Ph. nana with particularly curved flowers; but it suffices to Holotype (Rec. 9A.4 in Vienna Code, unchanged in the coming Melbourne ICN): A) 76 Flora Montiberica 54: 75-83 (10-V-2013). ISSN: 1998-799X L. CARLÓN, M. LAÍNZ, G. MORENO MORAL & Ó. SÁNCHEZ PEDRAJA “Phelybanche cernua Pom / G. Rouban [m. Pomel]”; A) “Université d Alger / Herbier de l'Afrique du Nord / Orobanche lavandulacea Rchb. / ssp. Fraasii (Walp.) / = Phelipaea Fraasii Walp. / = Phelipaea cernua Pomel! (Type!) / O[ran]. Ghar Rouban / leg. A. Pomel [m. Maire]” (MPU 008206 - hb. Pomel [the sheet contains only one specimen]) rieae, mainly if not only Lactuca viminea and L. perennis; whereas Ph. schultzii is a more thermophilous species widespread in warm lowlands around the southern half of the Mediterranean Basin (significantly unfound in France) and very rare in inland and mountain areas. Although many species belonging to different families have been cited as hosts for the latter, starting from the uncertain statement in Mutel’s protologue [“parmi des Legumineu- Those authors who still refuse to admit Phelipanche as a separate genus would have to coin a nomen novum under Orobanche in order to preclude homonymy with Orobanche cernua L. in Loefl., Iter Hispan.: 152 (1758). However, the main advocates of a wide concept of Orobanche don’t seem eager to validate this necessary substitutive name, specially if they agree with us for once and accept that the types of Ph. cernua and Ph. inexspectata are conspecific. The reason is that they consider the latter to be a mere synonym of “Orobanche schultzii” (DOMINA & RAAB-STRAUBE, 2009), a serious misconception that the following key and fig. 5 attempt to debunk. ses, probablement sur le Scorpiure rude”], such indications must be attributed to erroneous identifications of the parasite, its host or both. Actually, when the haustoria are digged out a much sounder host specificity arises, and tall Apiaceae of the genera Distichoselinum, Elaeoselinum, Ferula and Thapsia are to be considered the true hosts of the species. REFERENCES BATTANDIER, J.A. (1890) Orobanchées Jussieu. In J.A. BATTANDIER & L.C. TRABUT (1888-1897) Flore de l'Algerie. Vol. 1: 655-664. Alger & Paris. BECK, G. (1890) Monographie der Gattung Orobanche. Biblioth. Bot. 19. T. Fischer. Kassel. BECK, G. (1930) IV. 261. Orobanchaceae. In A. Engler (ed.) Das Pflanzenreich. Regni Vegetabili Conspectus. IV. 261: 1-348. W. Engelmann. Leipzig. CARLÓN, L., G. GÓMEZ CASARES, M. LAÍNZ, G. MORENO MORAL, Ó. SÁNCHEZ PEDRAJA & G.M. SCHNEEWEISS (2005a) Más, a propósito de algunas Orobanche L. y Phelipanche Pomel (Orobanchaceae) del oeste del Paleártico. Docum. Jard. Bot. Atlántico 3: 1-71. CARLÓN, L., G. GÓMEZ CASARES, M. LAÍNZ, G. MORENO MORAL, Ó. SÁNCHEZ PEDRAJA & G.M. SCHNEEWEISS (2005b, continuously updated) Index of Orobanchaceae, http://www.farmalierganes.com/otrospdf/publica/orobanchaceae%2 0index.htm. (accessed 13-XII-2012). CARLÓN, L., G. GÓMEZ CASARES, M. LAÍNZ, G. MORENO MORAL, Ó. SÁNCHEZ PEDRAJA & G.M. SCHNEEWEISS ► Calyx teeth longer than the tube but never prolonged in a capillaceous tip and much shorter than the corolla, which is uniformly pale greyish blue and has convergent and entire lower lip lobes; stigma ± yellow; nonstout plants with never too dense and often noticeably lax inflorescences ……………… …………………….…... Phelipanche cernua ► Calyx teeth much longer than the tube and prolonged in a capillaceous tip that may almost equal the corolla, which is purple with distinctly darker veins and has divergent and neatly toothed or apiculated lower lip lobes; stigma white, seldom creamy; stout and often remarkably tall plants with long crowded inflorescences ……..… Phelipanche schultzii In addition to all these morphological traits, both species display neat differences in their ecology and distribution. Ph. cernua, as shown in fig. 6, doesn’t avoid comparatively cool regions around the western Mediterranean, occurring more frequently in continentalized mountain areas, and is always parasitic on Cicho- 77 Flora Montiberica 54: 75-83 (10-V-2013). ISSN: 1998-799X Phelipanche cernua, a prioritary name for Ph. inexpectata (2008) Más, a propósito de algunas Phelipanche Pomel, Boulardia F.W. Schultz y Orobanche L. (Orobanchaceae) del oeste del Paleártico. Docum. Jard. Bot. Atlántico 6: 1-128. DOMINA, G. & E. RAAB-STRAUBE (2010) Orobanche schultzii. Orobanchaceae. In: Euro+Med Plantbase - the information resource for Euro-Mediterranean plant diverww2.bgbm.org/EuroPlusMed/P sity. TaxonDetail.asp?NameId=26170&PTRefFk =7500000 (accessed 21 November 2012). (Recibido: 16-I-2013. Aceptado: 30-I-2013) Fig. 1.- Type of Phelipanche cernua Pomel, preserved in MPU-Maire (MPU008206). 78 Flora Montiberica 54: 75-83 (10-V-2013). ISSN: 1998-799X L. CARLÓN, M. LAÍNZ, G. MORENO MORAL & Ó. SÁNCHEZ PEDRAJA Fig. 2.- Phelipanche cernua Pomel: Spain, Region of Aragón, province of Teruel, 40º 25’ 46’’ N 1º 24’ 59’’ W, by the remains of Santa Croche’s Castle –municipality of Albarracín–, stony roadsides by Lactuca sp., 1100 m, 4-VI-2007, G. Gómez Casares & G. Moreno Moral MM0080/2007 (herb. Sánchez Pedraja 12907). 79 Flora Montiberica 54: 75-83 (10-V-2013). ISSN: 1998-799X Phelipanche cernua, a prioritary name for Ph. inexpectata Fig. 3.- Phelipanche cernua Pomel: Morocco, Region of Meknès-Tafilalet, province of Khénifra, 32º 58’ 09,60’’ N 5º 03’ 30,70’’ W, 3 km south of the Col du Zad –near Ait Oufella–, Cedrus atlantica woodland, 1960 m, 12-VI-2011, J. Quiles Hoyo phot. 80 Flora Montiberica 54: 75-83 (10-V-2013). ISSN: 1998-799X L. CARLÓN, M. LAÍNZ, G. MORENO MORAL & Ó. SÁNCHEZ PEDRAJA Fig. 4.- Phelipanche cernua Pomel. Photograph in vivo of the plants in the fig. 2, by G. Moreno Moral. 81 Flora Montiberica 54: 75-83 (10-V-2013). ISSN: 1998-799X Phelipanche cernua, a prioritary name for Ph. inexpectata B A C D Fig. 5.- Lateral views of calyx and corolla. A. close-up of the type of Phelipanche cernua (see fig. 1). B. close-up of the type of Phelipanche schultzii: Annaba, Algeria [herb. Mutel, MHNGr. 1849 (GRM)]. C. Ph. cernua from San Martín de Ubierna (Burgos, Spain) 42º 28’ 39’’ N 3º 41’ 38’’ W, 918 m, parasitic on Lactuca viminea (L.) J. & C. Presl in limestone and grassy slopes, Ó. Sánchez Pedraja & M. Tapia Bon SP0035/2007, 23-VI- 2007 (herb. Sánchez Pedraja 12919). D. Ph. schultzii from the bed of the stream Breña (near Alhaurín de la Torre, Málaga, Spain), 36º 38’ 53’’ N 4º 10,67 m 41’’ W, 250 m, parasitic on Distichoselinum tenuifolium (Lag.) García Martín & Silvestre, G. Gómez Casares & G. Moreno Moral MM0060/2004, 12-IV-2004 (herb. Sánchez Pedraja 11774). The graphic scale is strictly referable only to the two lower pictures. 82 Flora Montiberica 54: 75-83 (10-V-2013). ISSN: 1998-799X L. CARLÓN, M. LAÍNZ, G. MORENO MORAL & Ó. SÁNCHEZ PEDRAJA Fig. 6.- Currently known distribution of Phelipanche cernua, based on the data compiled in the on-line index developed by Ó. Sánchez Pedraja (CARLÓN & al., 2005b onwards) plus the three African localities cited in the text and the northernmost French locality (Limagnes, Puy-de-Dôme), kindly communicated by Christophe Hennequin. Prospecting efforts are obviously biased, and dots are concentrated in northern Spain and southern France likely as a result of our own place of residence, our thorough review of MPU materials and our fluent communication with French botanists. 83 Flora Montiberica 54: 75-83 (10-V-2013). ISSN: 1998-799X Flora Montiberica 54: 84-105 (10-V-2013). ISSN: 1998-799X APORTACIONES AL CONOCIMIENTO DEL GÉNERO HIERACIUM L. EN ESPAÑA, XVI Gonzalo MATEO SANZ Jardín Botánico e Instituto Cavanilles de Biodiversidad y Biología Evolutiva. Universidad de Valencia. C/ Quart, 80. 46008-Valencia. gonzalo.mateo@uv.es RESUMEN: Se proponen varias novedades peninsulares en el género Hieracium L. (Compositae) así como una nueva reestructuración del complejo grupo de H. loscosianum Scheele. Palabras clave: taxonomía, Hieracium, Compositae, España. ABSTRACT: Studies on the genus Hieracium L. in Spain, XVI. Several novelties on Spanish Hieracium L. (Compositae) and a new organization of H. loscosianum Scheele group are here proposed. Key words: taxonomy, Hieracium, Compositae, Spain. 1. INTRODUCCIÓN y demasiados huecos en los táxones realmente diferenciables. Por otro lado hay que pensar que disponemos de representación de doce secciones y más de treinta especies principales, todas ellas abiertas a generar especies intermedias con las de las demás secciones. De este modo son centenares las estirpes teóricas que pueden generarse en primer grado y un número mucho mayor cuando pasamos a intermedias de segundo grado, la mayoría de ellas distinguibles de modo muy evidente de las anteriores, mientras que otras resultan prácticamente indistinguibles. En nuestros trabajos nos limitamos a denunciar las intermedias claras de primer orden y las numerosas que siguen siendo claras pese a un origen más complejo donde intervienen más de dos especies. Las cuadrículas UTM están referidas al Datum Europeum 1950 (ED50). Con esta nueva entrega continuamos la serie general sobre el género Hieracium en España, de la que hemos publicado los quince artículos analíticos (cf. MATEO, 1988; 1990; 1996a, b, c y d; 1997; 1998; 2004 a, b y c; 2005a, b y c; 2012), a los que añadimos hace pocos años la serie sintética, dedicada a los contenidos de las secciones (cf. MATEO, 2006a y b; 2007a y b, 2008) y la serie dedicada a la representación cantábrica (cf. MATEO & ALEJANDRE, 2005 y 2006; MATEO & del EGIDO, 2007, 2010 y 2011; MATEO, del EGIDO & ALEJANDRE, 2012). Las novedades propuestas siguen siendo numerosas, producto de un último repaso a las colecciones existentes en el herbario VAL antes de dar luz definitivamente a la monografía encargada para Flora iberica. Posiblemente haya quienes piensen que es esta una excesiva inflacción de táxones, máxime en un género del que ya se han descrito cerca de 200 en España, pero desgraciadamente nos encontramos con muchas propuestas sinónimas 2. ESPECIES NUEVAS Hieracium adenopalantianum Mateo, sp. nova (gudaricum/valentinum) <amplexicauleelisaeanum-laniferum-lawsonii> 84 G. MATEO TYPUS: Hs, CASTELLÓN: El Toro, Estrecho del Cascajar, 30SXK92, 900 m, 23-VI1987, Burgaz & al. (VAL 08403). Hieracium adraenicum Mateo, sp. nova DIAGNOSIS: A. H. pulmonarioide valde simile sed statura minore (ad 18-24 cm), cum foliis basilaribus lineato-ellipticis minute et laxe glandulosis supra modice pilosis infa laxe pilosis, foliis caulinaribus 2-4 angustioris, caulis ad basim lanatis supra glandulosis, pedunculis et involucris cum pilis glandulosis nigris et longis. (Fig. 1). El aspecto es semejante a H. pulmonarioides, aunque de porte menor (unos 1824 cm), con glandulosidad foliar más reducida y diluida y con influencia muy evidente de especies de la sección Cenrithoidea. Las hojas basales se muestran más suavemente dentadas, con limbo linearelíptico, siendo moderadamente pelosas en el envés y más laxamente en el haz, y se complementan con 2-4 hojas caulinares bien desarrolladas, aunque igualmente estrechas y alargadas. En la cepa y base del tallo es planta lanoso-eriópoda, que pasa bruscamente a glandulosa en la mitad superior, con pelosidad glandulífera abundante, negruzca y alargada, que se continúa en las brácteas involucrales. DISCUSIÓN: Convive en los estrechos del Palancia con H. amplexicaule, H. pulmonarioides, H. elisaeanum, H. palantianum, H. aragonense, H. gudaricum, etc. Creemos ver en esta especie influencias múltiples que afectan a varias de las especies indicadas. La más clara es de H. amplexicaule, aunque diluida por la laxa glandulosidad, luego la de H. spathulathum, por las hojas estrechas no demasiado pelosas (podemos expresarlo en síntesis suponiendo una especie parental en H. valentinum), que se completaría seguramente con la de H. gudaricum (elisaeanum/lawsonii). El nombre aplicado viene de ser una planta glandulosa detectada en el valle del río Palancia. TYPUS: Hs, LÉRIDA: La Vansa y Fórnols, Sierra de Cadí pr. umbría de Adraén, 31TCG 7681, 1395 m, 19-VI-2005, G. Mateo, J. Fabado & C. Torres (VAL 164564). (bifidum/oleovirens) <bifidum-murorum-neocerinthe> DIAGNOSIS: A H. oleovirente simile sed statura minore, pilis minus plumosis, foliis basilaribus minoribus, caulinaribus nullis vel subnullis calathis albo-canescentis, etc. A H. bifido differt statura majore, pedunculis et involucris glandulosioris, etc. (Fig. 2). Muestra características de H. murorum y H. neocerinthe que le acercan bastante a H. oleovirens, del que difiere por su menor tamaño, por su pelosidad menos (casi nada) plumosa, hojas basales menores, hojas caulinares nulas o raras, capítulos grisáceos con predominio de pelos estrellados, etc. De H. bifidum difiere por su estatura algo mayor, tipo de hojas caulinares (cuando se presentan), glandulosidad de pedúnculos y capítulos, etc. DISCUSIÓN: Esta estirpe se encuentra cercana de H. orteganum (bifidum/ candidum) y más aún de H. murcandidum (murorum/orteganum) <bifidum-candidummurorum>, descritos de zonas pirenaicas más interiores donde no llega H. neocerinthe y habita su vicariante H. candidum. Hieracium arguisianum Mateo, sp. nova (candidum/laniferum) TYPUS: Hs, HUESCA: Arguis, hoces del río Isuela, 30TYM1286, 900 m, roquedos calizos, 23-VI-1993, G. Mateo (VAL 16557). DIAGNOSIS: A H. candido differt statura majore (ad 20-40 cm), foliis laxiore pilosis longiore petiolatis, pedunculis et involcris laxe (non dense) tomentosis. A H. lanifero differt foliis hirsutioribus latioribusque, pedunculis et involucris laxe tomentosis (non glabris). (Fig. 3). Difiere de H. candidum, con el que mantiene estrecha relación, por tener un porte algo más elevado (unos 20-40 cm) y 85 Flora Montiberica 54: 84-105 (10-V-2013). ISSN: 1998-799X Aportaciones al conocimiento del género Hieracium en España, XV ramoso, por las hojas más alargadas y menos pelosas, el involucro y pedúnculos laxamente (no densamente) cubiertos de algunos pelos estrellados. De H. laniferum difiere en sus hojas más anchas y bastante pelosas, dentadas en el margen, capítulos y pedúnculos con indumento estrellado, etc. DISCUSIÓN: No vemos otra posible opción de haber llegado a esta morfología que la indicada. La glabrescencia de los capítulos podría hacer pensar en relación con H. laniferum, pero entonces las hojas deberían ser bastante más glabras. La posible relación con H. hastile la descartamos también, al no observarse el carácter de los pelos estrellados en los pedúnculos que se cortan bruscamente en el involucro, el cual tampoco es glanduloso. con pelos más suaves, pedúnculos e involucros más glandulosos, etc. También, en cierta medida, a H. ilerdense (candidum/ murorum) y H. pseudoilerdense (candidum/glaucinum), descritos en este trabajo. Hieracium glaucoscense Mateo, sp. nova (pulmonarioides/gymnocerinthe) <amplexicaule-gymnocerinthe-murorum> TYPUS: Hs, HUESCA: Fago, Foz de Fago, 30TXN7530, 800 m, terrenos escarpados calizos en hoz fluvial de altitud moderada, 24VI-1993, G. Mateo, P. Montserrat & L. Villar (VAB 93/3562). DIAGNOSIS: A H. pulmonarioide dif- fert statura minore (ad 20-30 cm), minus ramosa (saepe oligocephala), foliis coriaceis glabrescentibus subtus glaucescentibus minoris (ad 4-8 x 2-4 cm) laxe et minute glandulosis breviter peciolatis et mucronatis. A H. gymnocerinthe differt caulis ad basim suberiopodis, foliis glandulosis inflorescentiis ramosioris, calathis minoris sed numerosioris, etc. (Fig. 5). Difiere de H. pulmonarioides, con la que se muestra bastante próxima, por su estatura menor (unos 20-30 cm), algo menos ramosa (a veces oligocéfala); hojas más bien glabrescentes, bastante glaucas en el envés, más consistentes, que disponen de pelos glandulíferos más esparcidos y de menor tamaño, con peciolo más breve (1-2 cm) y limbo elíptico algo menor (unos 4-8 x 2-4 cm), mucronado en el ápice. De H. gymnocerinthe difiere por la cepa pelosa, la presencia de pelosidad glandulífera en las hojas, inflorescencia más ramificada, con mayor número de capítulos, que son algo menores, etc. DISCUSIÓN: La influencia de H. murorum y de H. amplexicaule resultan evidentes, siendo complementada por influjo de una tercera especie, de porte medi o bajo y hojas glabrescentes, que todo parece apuntar a que sea H. gymnocerinthe. Seguramente se trata de una forma local, que puede haber tenido un origen híbrido sin haberse extendido apenas. El nombre Hieracium fortunatense Mateo, sp. nova (glaucinum/phlomoides) <cordifolium-glaucinum-hastile> TYPUS: Hs, HUESCA: Lafortunada, Desfiladero de las Devotas, 31TBH7015, 750 m, hoz caliza, 21-VI-1996, G. Mateo, C. Fabregat & S. López Udias (VAB 962516). DIAGNOSIS: A H. glaucino differt basi dense eriopoda, foliis basilaribus ad marginem et subtus longe pilosis, pedunculis dense cano-tomentosis laxe pilosis et glandulosis. A H. phlomoide differt statura majore, foliis minus pilosis sed longe dentatis, alveolis laxe ciliatis, etc. (Fig. 4). Difiere de H. glaucinum en la cepa que es bastante lanosa, lana que se prolonga por los peciolos de las hojas basales y parte del envés, aunque el haz se muestra verdosa y glabrescente; los pedúnculos muestran mayor abundancia de pelos estrellados, escasez de pelos simples y glandulíferos, etc. De H. phlomoides se separa por la mayor glabrescencia de las hojas, que a veces son fuertemente dentadas, su porte más elevado, los escasos cilios marginales de los alvéolos receptaculares, etc. DISCUSIÓN: Especie cercana a H. eriopogon (cordifolium-phlomoides/murororum), que es más densamente pelosa, 86 Flora Montiberica 54: 84-105 (10-V-2013). ISSN: 1998-799X G. MATEO aplicado surge de ser una planta glaucescente detectada en Huesca. ambos de porte menor y menos glandulosos (inflencia diluida de H. amplexicaule). Hieracium hilariense Mateo, sp. nova (am- Hieracium ilerdense Mateo, sp. nova (candidum/murorum) plexicaule/sabaudum) TYPUS: Hs, GERONA: Anglés, San Hilari de Sacalm, a 8 km de Osor, 710 m, 31-VIII1992, M. Nydegger (VAB 97/1853). TYPUS: Hs, LÉRIDA: Pont de Suert, pr. embalse de Les Escales, 31TCG1893, 900 m, terreno escarpado pedregoso calizo, 22-VI1996, G. Mateo, C. Fabregat & S. López Udias (VAL 98357). OTRAS RECOLECCIONES: Hs, HUESCA: Sopeira, sobre embalse de Les Escales, 31TCG1491, 900 m, pedregoso calizo, 22-VI1996, G. Mateo, C. Fabregat & S. López Udias (VAL 98349). DIAGNOSIS: Planta elata (60-90 cm alta) aphyllopoda cum 10-15 foliis caulinaribus (inferioris magnis ad 20 x 4 cm profunde dentatis et longe petiolatis sed superioris parvis integris et axplexicaulis) dense pilosis et glandulosis, anthela dense paniculata polycephala, involucra modice glandulosa, alveolis cum marginis dense ciliatis. (Fig. 6). Planta bastante robusta y elevada (6090 cm) que en la floración no dispone de roseta de hojas basales, pero por el tallo presenta unas 10-15 hojas que empiezan grandes (unos 20 x 4 cm), fuertemente dentadas y largamente pecioladas, acabando muy reducidas, enteras y amplexicaules. Todas muestran pelos simples que alternan con pelos glandulíferos pequeños pero abundantes. La inflorescencia es más corimbosa que racimo (influencia de H. amplexicaule), pero el número de capítulos bastante elevado (unas docenas) parece ser influencia de H. sabaudum. Los capítulos son menores que en H. amplexicaule (más próximos a H. sabaudum), con brácteas discretamente glandulosas y alvéolos receptaculares muy ciliados. DISCUSIÓN: Se trata de una muestra distribuida por G. Gottschlich en sus exsiccata con el número 21522. Existe una especie, H. hilaricum, recolectada en esta misma zona, que publicó Arvet-Touvet, y que pensamos correspondería a H. glaucophyllum (attractum/cordatum), de aspecto no lejano a la aquí indicada, aunque ésta es más robusta, ramosa y foliosa. También existe el nombre H. sacalmianum, aplicado a otro taxon cercano, como es H. hispanicum (cordatum/glaucinum), DIAGNOSIS: A H. murori differt statura minore (ad 30-45 cm), foliis basilaribus minoribus coriaceis breviter petiolatis cinereo-viridis subplumoso-pilosis leviter dentatis cum 1-2 foliis caulinaribus amplexicaulibus, caulis dense hirsutis, pedunculis et involucris dense cano-tomentosis, alveolis ciliatis. A. H. candido differt statura majore foliis viridioris latioris laxe pilosis, pedunculis et involucris dense glandulosis. (Fig. 7). Difiere de H. murorum en tener una estatura algo menor (unos 30-45 cm), hojas menores, más consistentes, con peciolo más corto; más densamente pelosas, grisáceas, con pelosiodad subplumosa, más levemente dentadas; algunas hojas caulinares amplexicaules bien desarrolladas; tallos más densamente pelosos, con abundantes pelos estrellados bajo los capítulos, que pasan a las brácteas involucrales; alvéolos receptaculares cilados en el margen. De H. candidum difiere por su mucho mayor estatura, sus hojas más verdes, más anchas, más dentadas, menos densamente pelosas y sobre todo por sus pedúnculos e involucros abundantemente glandulosos. DISCUSIÓN: Se acerca sobre todo a H. eriopogon (cordifolium/murorum), de zonas más interiores de los Pirineos, que tiene hojas más estrechas, involucro con menos pelos estrellados y más pelos glan- 87 Flora Montiberica 54: 84-105 (10-V-2013). ISSN: 1998-799X Aportaciones al conocimiento del género Hieracium en España, XV dulosos. También a H. orteganum (bifidum/candidum), con el que puede convivir, del que difiere por tener porte mayor, involucro en que destacan más los pelos glandulíferos que los estrellados, etc. Evidentemente a H. murcandidum, al que creíamos hace años que se podría atribuir el origen que ahora atribuimos a ésta otra especie, aunque H. murcandidum es planta de hojas mayores, mucho más verdes (haz) y glaucas (envés), poco pelosas, con capítulos menores y más escasos, de origen algo más complejo, que atribuimos actualmente al par murorum/orteganum, es decir con entrada de H. murorum y H. bifidum además de H. candidum. Parece razonable pensar que esta nueva estirpe haya sido recolectada anteriormente e incluso nominada, pero no hemos detectado ni en los herbarios ni en la literatura de la especialidad nada atribuible a ella con seguridad. de H. murorum), las brácteas involucrales con glándulas más oscuras, mayores y en mayor abundancia. DISCUSIÓN: La muestra señalada resulta bastante clara y menos compleja que otras a las que estamos aludiendo aquí, pero se nos había resistido hasta hace poco encontrar su ubicación taxonómica. La dedicamos a nuestro buen amigo José Luis Benito Alonso, botánico pireneista que elaboró un importante estudio reciente sobre el Valle de Ordesa, bien conocido en el ámbito botánico español por el acrónimo de «Jolube». Hieracium laevigodentatum Mateo, sp. nova (lachenalii/laevigatum) TYPUS: Hs, ASTURIAS: Saliencia, Puerto de la Mesa, 30TQH37, 1700 m, 10-VIII1989, G. Mateo (VAB 89/1971). DIAGNOSIS: A H. lachenalii simile sed hypophyllopodus statura majore et magis foliosis, calathis minoris sed numemerosioris cum involucris minus glandulosis. Simile a H. laevigato sed minus foliosis cum foliis profunde denticulatis calathis majoribus, involucris glandulosioribus. Semejante a un H. lachenalii, habitualmente más elevado, con hojas más numerosas, las inferiores secas durante la floración, capítulos menores y más abundantes, involucro menos glanduloso, etc. También muy semajante a un H. laevigatum con las hojas más escasas, provistas de denticulación más marcada, capítulos mayores y más escasos, involucro más glanduloso, etc. DISCUSIÓN: Por sus características tan cercanas a H. lachenalii y H. laevigatum, ha pasado bastante inadvertida, aunque debe estar presente por amplias zonas de Europa, habiendo sido probablemente subordinadas sus recolecciones a cualquiera de ellas en el rango de subespecie. Sus características resultan claramente a mitad de camino entre ellas, como ya destacábamos en trabajos recientes, Hieracium jolubei Mateo, sp. nova (hastile/murorum) TYPUS: Hs, HUESCA: Torla, Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, Sierra de las Cutas, 30TYN4125, 2000 m, 5-VII-1989, G. Mateo (VAB 89/2207) DIAGNOSIS: Habito simile H. murori sed foliis basilariis viridiis et glabrescentiis 1-2 caulinaribus, pedunculis laxe glandulosis sed dense floccosis, involucris minus glandulosis sed floccosioris, alveolis ciliatis. A H. hastile differt statura majore, caulis ramosioris, foliis basilaribus majoribus et longe dentatis, involucris dense et longe glandulosis. (Fig. 8). Difiere de H. murorum en tener las hojas basales más verdes y glabrescentes, 12 caulinares; pedúnculos poco glandulosos y muy flocosos, brácteas involucrales menos glandulosas pero con más pelos estrellados, alvéolos receptaculares ciliados en el margen, etc. De H. hastile difiere por su porte más elevado, más ramoso, con mayor número de capítulos, sus hojas basales mayores y dentadas (aspecto más 88 Flora Montiberica 54: 84-105 (10-V-2013). ISSN: 1998-799X G. MATEO 2001, M.A. Gómez-Serrano & O. Mayoral (VAL136543). en que se mencionaba para la parte pirenaica (cf. MATEO, 2006c: 40) y cantábrica (MATEO & EGIDO, 2007b: 20), aunque a través de H. acuminatum, cuyo tipo parece corresponder a una forma angustifolia de H. lachenalii. El nombre aplicado viene del aspecto de un H. laevigatum con hojas muy dentadas. DIAGNOSIS: A H. elisaeano differt statura majore (ad 18-22 cm), foliis laxe pilosis profunde dentatis, involucris pilosioris glandulosioris, alveolis laxe ciliatis, etc. A H. planchoniano differt statura minore, foliis basilariis ellipticis minus petiolatis et hirsutis laeviter dentatis, foliis caulinaribus 1-3, bracteis latioris lanceolatis viridioris, alveolis ad marginem ciliatis, etc. (Fig. 10). Difiere de H. elisaeanum en su porte más grácil y elevado (unos 18-22 cm), hojas más laxamente pelosas, con denticulación más marcada; brácteas involucrales con abundancia de pelos simples y glandulíferos, alvéolos receptaculares escasamente ciliados en el margen, etc. De H. planchonianum (bifidum/glaucinum) por su porte menor, hojas basales de tendencia más elíptica, menos pecioladas, menos dentadas pero más pelosas; hojas caulinares reducidas pero presentes, brácteas involucrales más anchas, lanceoladas y más verdosas; alvéolos receptaculares con algunos cilios marginales, etc. DISCUSIÓN: Se encuentra próxima a H. loscosianum (hispanobifidum/aragonense), pero no vemos en esta especie la influencia de H. hispanobifidum (capítulos exageradamente cano-tomentosos) ni H. aragonense (hojas más glabrescentes); también a H. bourgaei (elisaeanum/glaucinum), que es planta más robusta, con pelos simples más densos y rígidos por todas partes. Se dedica a nuestra colega y anterior discípula, Olga Mayoral, que re-corrió la pasada década las mejores zonas de la Serranía de Cuenca aportando brillantes hallazgos como éste a la flora de la zona. Hieracium lawsonioides Mateo, sp. nova (hastile/lawsonii) TYPUS: Hs, HUESCA: Aísa, pr. Collado de las Blancas, 30TXN9834, 1150 m, terrenos escarpados de alta montaña caliza, 17-VII1985, G. Mateo, P. Montserrat & L. Villar (VAB 85/921). OTRAS RECOLECCIONES: Hs, NAVARRA: Puerto de Belagua, 30TXN7556, 1100 m, 6-VIII-1987, G. Mateo (VAB 87/0596). DIAGNOSIS: A H. lawsonii differt foliis glabrescentibus, pedunculis ad apicem dense floccosis, involucris cum glandulis nigris longisque et glandulis fuscis brevisque. A H. hastile differt caulis et pedunculis longe et dense glandulosis, involucris dense nigro-glandulosis. (Fig. 9). Planta de porte más bien bajo (unos 15-25 cm), con hojas glabrescentes o moderadamente pelosas en el envés. Tallos glabros o glabrescentes que pasan de modo brusco a ser muy glandulosos y flocosos en el ápice. Brácteas involucrales provistas de pelos glandulíferos cortos (tipo H. hastile) junto con otros largos (tipo H. lawsonii), más algunos escasos pelos simples dispersos y estrellados en la base. DISCUSIÓN: Seguramente se pueda encontrar extendida por la Cordillera Pirenaica y las recolecciones se habrán atribuido a especies próximas, como H. subsericeum, H. chamaerinthe, etc. Hieracium mayoraliae Mateo, sp. nova Hieracium montis-bovis Mateo, sp. nova (elisaeanum/planchonianum) <bifidum-elisae- (gudaricum/lopezudiae) <elisaeanum-laniferum anum-glaucinum> -lawsonii> TYPUS: Hs, CUENCA: Cuenca, Las Catedrales, arroyo de la Madera, 30TWK8655, 1280 m, escarpes calizos umbrosos, 7-VII- TYPUS: Hs, CASTELLÓN: El Toro, Sierra de El Toro sobre barranco de la Musa, 30S 89 Flora Montiberica 54: 84-105 (10-V-2013). ISSN: 1998-799X Aportaciones al conocimiento del género Hieracium en España, XV DIAGNOSIS: A. H. ilerdense differt foliis basilaribus subcoriaceis longe petiolatis laxe pilosis supra glabrescentis profunde dentibulatis; foliis caulinaribus minoribus, caulis laxe pilosis, pedunculis et involucris laeviter pilosis densiore floccosis laxiore glandulosis. (Fig. 12). Difiere de H. ilerdense en tener hojas algo más consistentes (subcoriáceas), con peciolo más largo; menos densamente pelosas (excepto en peciolos), verdosas (con haz glabrescente), más fuertemente dentadas; hojas caulinares menos desarrolladas; tallos menos densamente pelosos, con pelos estrellados más abundantes bajo los capítulos y en las brácteas involucrales, que muestran algo menos glandulosidad y además algunos pelos simples. DISCUSIÓN: Los caracteres mencionados, en una planta que habita en uno de los recintos más típicos donde H. candidum domina en medios rocosos, cohabitando con H. glaucinum y H. murorum en los medios periforestales circundantes, nos lleva a la hipótesis de que esta otra estirpe pueda atribuirse a un origen cercano y alternativo a la anterior (candidum/glaucinum). XK8823, 1250 m, roquedos calizos sombreados, 24-VI-2012, G. Mateo (VAL 210 011). DESCRIPTIO: Planta eriopoda 15-20 cm alta, foliis basilaribus ellipticis petiolatis denticulatis 4-7 x 1,5-2,5 cm eglandulosis supra glabris subtus et ad marginem laxe pilosis, foliis caulinaribus 1-2, caulis glabris sed pedunculis dense floccosis laxe glandulosis, bracteis lanceolato-linearis dense floccosis dense glandulosis, alveolis ad marginem dense ciliatis. (Fig. 11). Planta de porte medio-bajo (unos 1520 cm), eriópoda, con hojas basales claramente pecioladas, limbo elíptico levemente dentado de unos 4-7 x 1,5-2,5 cm, glabras en el haz y esparcidamente pelosas en márgenes y envés, no glandulosas. Hojas caulinares 1-2 bien desarrolladas. Tallo prácticamente glabro desde la base hasta más allá de su mitad, pero bruscamente pasa a muy cano-tomentoso en los pedúnculos, con abundantes pelos estrellados que se acompañan de discretas y escasas glándulas. Las brácteas involucrales son lanceolado-lineares y muestran la misma cobertura cano-tomentosa, que se complementa con pelos glandulíferos mayores y más abundantes. Alvéolos receptaculares densamente ciliados en el margen. DISCUSIÓN: Encontramos la muestra viviendo entre ejemplares de dos especies extendidas por la región, una más modesta y glabrescente, con hojas estrechas (H. lopezudiae), mientras que la otra es más robusta, pelosa y de hojas anchas (H. gudaricum), lo que supone una influencia fuerte de H. elisaeanum, complementada por la de H. lawsonii y H. laniferum (vel spathulathum). 3. SOBRE EL GRUPO HIERACIUM ARAGONENSE-LOSCOSIANUM Desde hace tiempo tenemos en estudio este complejo grupo de H. loscosianum Scheele y H. argonense Scheele, especies descritas mucho tiempo atrás a partir de recolecciones turolenses de Loscos entregadas a M. Willkomm, que éste puso en manos del especialista A. Scheele, quien las describió como nuevas. Poco antes había descrito Boissier una especie cercana, H. bourgaei, sobre recolecciones de Bourgeau en la Sierra de Alcaraz. A finales del siglo XIX entra en escena Arvet-Touvet, estudiando y proponiendo numerosos táxones nuevos en las montañas del sur y este ibéricos, con características Hieracium pseudoilerdense Mateo, sp. nova (candidum/glaucinum) TYPUS: Hs, LÉRIDA: Pont de Suert, pr. embalse de Les Escales, 31TCG19, 900 m, terreno escarpado pedregoso calizo, 22-VI1996, G. Mateo, C. Fabregat & S. López Udias (VAB 962608). 90 Flora Montiberica 54: 84-105 (10-V-2013). ISSN: 1998-799X G. MATEO cercanas, como H. baeticum (Sierra de las Nieves, Málaga), H. cata-ractarum (Sierra de Alcaraz, Albacete), H. bujedoanum (Bujedo, Burgos) o H. catolanum (Peñarroya de Tastavins, Teruel); también G. Rouy, que aporta su H. mariolense, de la alicantina Sierra de Mariola; Sudre, con el H. eliasii (Ameyugo, Burgos) o C. Pau, que propone H. javalambrense (Sierra de Javalambre, Teruel), H. capillosum (Sierra de El Toro, Castellón) y H. giennense (Sierra de Mágina, Jaén). Sin embargo no vemos en estas propuestas posteriores nada que pudiera considerarse diferente, pudiendo asimilarse a las anteriores del modo siguiente: H. aragonense Scheele (= H. catarac- subespecie del pirenaico H. bicolor (que atribuye razonablemente al combinado solidagineum/schmidtii), siendo plantas de aspecto parecido pero de orígenes diferentes y el primero publicado de modo previo al segundo. También el combinar como subespecie de H. bicolor otro taxon extrapirenaico como es H. catolanum Arv.Touv. (que indicábamos como sinónimo de H. aragonense). Nuestras interpretaciones posteriores han ido desviándose progresivamente de lo indicado por Zahn. Así, en la revisión de la sección Cerinthoidea del género (MATEO, 2008) presentábamos H. aragonense con la sinonimia indicada y con la atribución bifidum vel planchonianum/ /spathulatum, H. bourgaei como elisaeanum/glaucinum y H. loscosianum como bifidum vel planchonianum/elisaeanum. Unas de las muestras atribuidas tradicionalmente a H. loscosianum resultan ser de porte reducido, de tallos bífidos en la parte inferior, con pedúnculos e involucros densamente cubiertos de pelos estrellados, raros pelos simples y glándulas esparcidas; capítulos de tendencia cónica (estrechados en su base), con brácteas muy estrechas, las inferiores alejándose del capítulo, etc. Ello nos llevó a la reciente propuesta de H. hispanobifidum (MATEO, 2012), que atribuíamos a la fórmula bifidum/elisaeanum. Tras seguir estudiándolos vemos que sí presentan caracteres propios de esas especies, pero también otros más personales (tallos más finos, sistema de ramificación más divaricado, capítulos más cónicos y de aspecto más farinoso, etc.), por lo que -a la espera de datos más objetivos al respecto- preferimos tratar este taxon como especie independiente, que pudo tener un origen semejante al indicado, pero que presenta otras influencias o adquirió posteriormente una personalidad más definitiva. Su aparición influye en la idea aplicable a las especies antes mencionadas, de tarum Arv.-Touv., = H. catolanum Arv.-Touv., = H. bujedoanum, = H. eliasii Sudre, = H. giennense Pau) H. loscosianum Scheele (= H. capillosum Pau, = H. javalambrense Pau) H. bourgaei Boiss. (= H. baeticum Arv.Touv. & Huter, = H. mariolense Rouy) En la revisión monográfica de K. ZAHN (1921) aparecen las dos especies de Scheele tratadas como buena especies, de carácter intermedio, H. aragonense atribuida a la combinación elisaeanum > praecox vel murorum (aunque luego el tipo dice que es microsphaerellum/baeticum), siendo que lo que él propone como H. elisaeanum subsp. microsphaerellum nos parece más bien variante del mismo H. aragonense. En su seno coloca H. cataractarum como subespecie. H. loscosianum aparece situado como subespecie del posterior H. baeticum, con la fórmula parental casi sinónima del anterior: elisaeanum/praecox vel murorum, recombinadas como subespecies de esta especie diversas anteriores de Arvet-Touvet (H. bujedoanum, H. saxicapellum, H. sagranum y H. lopezianum) y completado con otras subespecies como palomerae, sastronii, etc. Un doble error de Zahn, que ha traído mucha cola, fue incluir H. bourgaei como 91 Flora Montiberica 54: 84-105 (10-V-2013). ISSN: 1998-799X Aportaciones al conocimiento del género Hieracium en España, XV carpados calizos, 5-VIII-1989, G. Mateo (VAL 181138). Panticosa, sobre Baños de Panticosa, 30TYN2638, 1800 m, 23-VIII-1989, G. Mateo (VAB 89/1727). modo que ahora vemos que se puede mantener la idea de planchonianum/spathulatum para H. aragonense, pero respondería mejor la fórmula hispanobifidum/aragonense vel spathulatum para expresar lo que es H. loscosianum. De hecho se suelen distinguir formas más reducidas y glabrescentes, que podríamos llamar hispanobifidum/spathulatum y otras de mayor porte, capítulos más gruesos, hojas más pelosas, etc. (que podrían atribuirse a hispanobifidum/aragonense); aunque con un tránsito demasiado suave como para que resulte conveniente proponerlos como especies diferentes. Esta interpretación del extendido H. loscosianum no supone un cambio conceptual importante, sino que en la práctica se limita a un pequeño matiz, que también explicaría su polimorfía y dificultad de delimitación con las demás especies de este complejo grupo. Otra cosa es la aparición de intermedias de H. hispanobifidum con las numerosas especies con las que puede convivir. En su mayoría observamos que dan lugar a resultados muy cercanos a los que obtendríamos con H. bifidum, con el que parece muy relacionado (aunque con entrada de influencia de la sect. Cerinthoidea), por lo que no vamos a entrar en proponer especies en las que creamos ver una influencia diferenciada de uno y otro frente a una tercera especie. Así, por ejemplo, algunas formas de H. loscosianum podrían atribuirse a un origen bifidum/aragonense o bifidum/spathulatum, que preferimos unir en una grex común. Es planta algo robusta y de capítulos grandes, pero de porte bajo (unos 10-15 cm). Hojas en densa roseta, sentadas, pequeñas (2-4 x 1-1,5 cm), glabrescentes o con pelosidad fina esparcida. Tallos simples o 1-2 veces dividido (1-4 capítulos), glabrescentes por debajo y glandulosoflocosos por arriba, provistos de pocas hojas, que son más bien reducidas. Brácteas anchas (lanceoladas), con predominio de pelos simples, más escasamente glanduloso-flocosas en la mitad inferior. Se trata de una especie descrita en los Pirineos franceses, de la que no conocemos recolecciones previas para España. Su interpretación como hastile/ramondii la damos al ser planta baja, con hojas verdes y poco pelosas, con pelos estrellados y simples relativamente abundantes en pedúnculos y brácteas involucrales. Anteriormente atribuíamos este origen a nuestro H. gomezianum, pero esta otra especie es más grácil y elevada, más glabrescente, con hojas más estrechas y alargadas, etc.; por lo que seguramente habrá que atribuirle un origen en el par cryptanthum/la-niferum. Hieracium ferrandezii Mateo (laniferum/ subsericeum) Al describirlo atribuíamos a este H. ferrandezii un origen cerinthoides/laniferum, que está sin duda cercano a lo que ahora vemos, que incluye una influencia complementaria de H. hastile que no vimos entonces. Posiblemente H. ferrandezii proceda de influencia superpuesta de H. cerinthoides y H. hastile o H. phlomoides (cordifol./hastile) sobre H. laniferum. 4. AMPLIACIONES COROLÓGICAS Hieracium cryptanthum Arv.-Touv. & Marcail. (hastile/ramondii) *Hs, HUESCA: Ansó, Zuriza hacia el Mallo Paco, 30TXN7949, 1700 m, medios rocosos y escarpados calizos, 5-VIII-1987, G. Mateo (VAB 90/2310). Ibíd., Valle de Ansó pr. La Paquiza, 30TXN7849, 1380 m, terrenos es- Hieracium megalocerinthe Arv.-Touv. (gymnocerinthe/prenanthoides) ANDORRA: Canillo, Pessons-Montmalus, 31TCH9107, 1900 m, pastizales vivaces subalpinos, 19-VIII-2004, G. Mateo (VAL 151446). 92 Flora Montiberica 54: 84-105 (10-V-2013). ISSN: 1998-799X G. MATEO Hieracium palantianum Mateo (arago- Planta descrita como especie del alto Pirineo central francés (pr. Gèdre), que ZAHN (1921: 161) recombina como subespecie de H. cerinthoides, pero sin dejar de subrayar su tamaño mayor, su tendencia hipofilópoda, presencia de 3-6 hojas caulinares, de tamaño mayor de lo normal, las inferiores subpanduriformes, los involucros con glándulas largas y numerosas, etc. Todo ello se explica mucho mejor si la planta responde a la doble influencia de H. prenanthoides y H. gymnocerinthe, que como mera subespecie de cualquiera de ellas u otras próximas. Por otro lado no encontramos referencia a especie alguna que se le atribuya este origen, ya que todo lo que el propio Zahn sitúa en dicho entorno (H. cantalicum gr. vemos que va mejor a prenanthoides/ramondii). Lo que sí indica vagamente Zahn es la presencia de este taxon en Andorra y el Valle de Arán, por lo que no lo presentamos como novedoso para Andorra, España o la Península, aunque sí ofrecemos datos de una recolección reciente concreta, que deja abierta la puerta a su detección en un amplio ámbito pirenaico-cantábrico. nense/elisaeanum) Hs, *SORIA: Riba de Escalote, hoces del río Escalote, 30TWL17, 1000 m, grietas de roquedos calizos sombreados, 17-VI-1990, G. Mateo (VAB 900587). Se trata de una forma que deberá aparecer extendida por el interior y este peninsular, aunque hasta ahora solamente se había detectado en la localidad clásica castellonense. 5. BIBLIOGRAFÍA MATEO, G. (1988) Hieracium laniferum Cav. y especies afines en el Sistema Ibérico. Monogr. Inst. Piren. Ecología 4: 253-263. MATEO, G. (1990) Sobre las especies pirenaicas de Hieracium sect. Cerinthoidea presentes en el Sistema Ibérico. Monogr. Inst. Piren. Ecología 5: 163-168. MATEO, G. (1996a, 1996b, 1996c, 1997, 1998) Sobre los táxones del género Hiera-cium L. (Compositae) descritos como nuevos en España, I., II, III Fl. Montib. 2: 46-60, 3: 18-30, 4: 44-53, 6: 5-21, 9: 5375. MATEO, G. (1996d) Sobre el endemismo can-tábrico Hieracium lainzii de Retz (Compositae) y especies afines. Anales Jard. Bot. Ma-drid 54: 364-369. MATEO, G. (2004a) Aportaciones al conocimiento del género Hieracium, IV. Especies nuevas para Aragón. Fl. Montib. 26: 62-67. MATEO, G. (2004b) Aportaciones al conocimiento del género Hieracium, V. Novedades para la Cordillera Ibérica. Fl. Montib. 27: 23-31. MATEO, G. (2004c) Aportaciones al conocimiento del género Hieracium, VIII. Novedades para Andorra. Fl. Montib. 28: 68-72. MATEO, G. (2005a) Aportaciones al conoci-miento del género Hieracium, VI. Especies nuevas para la Cordillera Cantábrica. Bol. Ci. Natur. Inst. Est. Asturianos 49: 125-130. MATEO, G. (2005b) Aportaciones al conoci-miento del género Hieracium en España, IX. Reflexiones taxonómico-nomenclaturales. Fl. Montib. 31: 51-61. MATEO, G. (2005c) Aportaciones al conoci-miento del género Hieracium en España, X. Novedades para el Pirineo catalán. Fl. Mon-tib. 31: 62-69. MATEO, G. (2006a) Revisión sintética del gé-nero Hieracium L. en España, I. Sect. Am-plexicaulia y Lanata. Fl. Montib. 34: 10-24. MATEO, G. (2006b) Revisión sintética del gé-nero Hieracium L. en España, II. Sect. Sabauda. Fl. Montib. 34: 38-50. MATEO, G. (2007a) Revisión sintética del gé-nero Hieracium L. en España, III. Sect. Ore-adea y Hieracium. Fl. Montib. 35: 60-76. Hieracium oroamplexicaule Mateo & Egido (amplexicaule/schmidtii-glaucinum) Hs, *SORIA: Vinuesa, sobre la Laguna Negra de Urbión, 30TWM1349, 1800 m, ambiente pedregoso cuarcítico, 20-VIII-1987, G. Mateo (VAB 87/0421). *TERUEL: Peracense, altos del monte San Ginés, 30TXK2998, 1600 m, 21-VII-1995, C. Fabregat & S. López Udias (VAB95/4412). Detectado en origen en zonas de la media-alta montaña leonesa, resultaba inevitable su presencia en otras áreas silíceas algo elevadas de la mitad norte peninsular. Su parecido con H. pulmonarioides es grande, aunque se puede separar por su menor tamaño y sus hojas más coriáceas, provistas de pelos simples más rígidos y engrosados en su base. 93 Flora Montiberica 54: 84-105 (10-V-2013). ISSN: 1998-799X Aportaciones al conocimiento del género Hieracium en España, XV MATEO, G. & F. del EGIDO (2007) Especies nuevas del género Hieracium en la provin-cia de León. Fl. Montib. 37: 17-25. MATEO, G. & F. del EGIDO (2010) Especies nuevas del género Hieracium en la provin-cia de León, II. Fl. Montib. 45: 42-53. MATEO, G. & F. del EGIDO (2011) Especies nuevas del género Hieracium en la provin-cia de León, III. Fl. Montib. 48: 24-37. MATEO, G., F. del EGIDO & J.A. ALEJANDRE (2012) Novedades y consideraciones sobre el género Hieracium en la Cordillera Cantábrica, VIII. Fl. Montib. 52: 27-54. ZAHN, K.H. (1921-1923) Compositae-Hiera-cium. In A. Engler (ed.) Das Pflanzenreich. Regni vegetabilis conspectus. 75-82 (IV. 280). Leipzig. MATEO, G. (2007b) Revisión sintética del gé-nero Hieracium L. en España, IV. Sect. Pre-nanthoidea, Glutinosa, Barbata, Intybacea, Italica y Eriophora. Fl. Montib. 37: 47-62. MATEO, G. (2008) Revisión sintética del gé-nero Hieracium L. en España, III. Sect. Ce-rinthoidea. Fl. Montib. 38: 25-71. MATEO, G. (2012) Aportaciones al conocimiento del género Hieracium L. en España, XV. Fl. Montib. 51: 33-60. MATEO, G. & J.A. ALEJANDRE (2005) No-vedades y consideraciones sobre el género Hieracium en la Cordillera Cantábrica. Fl. Montib. 31: 70-78. MATEO, G. & J.A. ALEJANDRE (2006) Novedades y consideraciones sobre el género Hieracium en la Cordillera Cantábrica y áreas periféricas, II. Fl. Montib. 34: 28-37. (Recibido: 25-II-2013. Aceptado: 2-III-2013) Fig. 1: Typus de Hieracium adenopalantianum, procedente de El Toro (Castellón). 94 Flora Montiberica 54: 84-105 (10-V-2013). ISSN: 1998-799X G. MATEO Fig. 2: Typus de Hieracium adraenicum, procedente de La Vansa y Fórnols (Lérida). 95 Flora Montiberica 54: 84-105 (10-V-2013). ISSN: 1998-799X Aportaciones al conocimiento del género Hieracium en España, XV Fig. 3: Typus de Hieracium arguisianum, procedente de Arguis (Huesca). 96 Flora Montiberica 54: 84-105 (10-V-2013). ISSN: 1998-799X G. MATEO Fig. 4: Typus de Hieracium fortunatense, procedente de Lafortunada (Huesca). 97 Flora Montiberica 54: 84-105 (10-V-2013). ISSN: 1998-799X Aportaciones al conocimiento del género Hieracium en España, XV Fig. 5: Typus de Hieracium glaucoscense, procedente de Fago (Huesca). 98 Flora Montiberica 54: 84-105 (10-V-2013). ISSN: 1998-799X G. MATEO Fig. 6: Typus de Hieracium hilariense procedente de Anglés (Gerona). 99 Flora Montiberica 54: 84-105 (10-V-2013). ISSN: 1998-799X Aportaciones al conocimiento del género Hieracium en España, XV Fig. 7: Hieracium ilerdense, procedente de Pont de Suert (Lérida). 100 Flora Montiberica 54: 84-105 (10-V-2013). ISSN: 1998-799X G. MATEO Fig. 8: Typus de Hieracium jolubei, procedente de Torla (Huesca). 101 Flora Montiberica 54: 84-105 (10-V-2013). ISSN: 1998-799X Aportaciones al conocimiento del género Hieracium en España, XV Fig. 9: Typus de Hieracium lawsonioides, procedente de Aísa (Huesca). 102 Flora Montiberica 54: 84-105 (10-V-2013). ISSN: 1998-799X G. MATEO Fig. 10: Typus de Hieracium mayoraliae, procedente de Cuenca. 103 Flora Montiberica 54: 84-105 (10-V-2013). ISSN: 1998-799X Aportaciones al conocimiento del género Hieracium en España, XV Fig. 11: Typus de Hieracium montis-bovis, procedente de El Toro (Castellón). 104 Flora Montiberica 54: 84-105 (10-V-2013). ISSN: 1998-799X G. MATEO Fig. 12: Typus de Hieracium pseudoilerdense, procedente de Pont de Suert (Lérida). 105 Flora Montiberica 54: 84-105 (10-V-2013). ISSN: 1998-799X Flora Montiberica 54: 106-120 (10-V-2013). ISSN: 1998-799X ADICIONES Y CORRECCIONES A LA ORQUIDOFLORA VALENCIANA, V Luis SERRA LALIGA1, José Enrique ARNOLD2, Carles FABREGAT3, Santiago GONZÁLEZ4, Guillermo GRAU5, Jose Carlos HERNÁNDEZ6, Daniel LIÑANA TORRES7, Silvia LÓPEZ UDÍAS8, Josep Enric OLTRA BENAVENT9, Pedro ORTÍN MORA10, Hilarión PEDAUYÉ ARMENGOL11, Pablo PERALES PACHECO12, Esteban PUEO ORTEGA13, José Antonio RODRÍGUEZ14, José Antonio ROZAS15, Jaume X. SOLER16 & Rafael TORREGROSA17 1 Generalitat Valenciana. Conselleria d’Infraestructures, Territori i Medi Ambient, SS.TT. d’Alacant. C/ Churruca 29, 03071-Alicante. flora_alicante1@gva.es 2 P. de Pere III 73, 08242-Manresa (Barcelona). enriquearnold@gmail.com 3 Jardí Botànic de la Universitat de València. C/ Quart, 80, 46008-Valencia. cfabrega@uv.es 4 Departament de Biologia y Geologia. IES Enric Valor. Avda. Ausias March s/n, 03560-Campello (Alicante). pteridina@hotmail.com 5 C/ Oliver 29, 03802-Alcoi (Alicante). grau_gui@gva.es 6 Asociación Salvatierra. C/ Democracia 18, 03400-Villena (Alicante). jchbravo@gmail.com 7 Lista de correos, 03420-Castalla (Alicante). danilinyana@gmail.com 8 Jardín Botánico. Universidad de Valencia. C/ Quart 80, 46008- Valencia. lopezu@uv.es 9 Generalitat Valenciana. Conselleria d’Infraestructures, Territori i Medi Ambient, Servei d’Espais Naturals i Biodiversitat. C/ Francesc Cubells 7, 46011. Valencia. flora_valencia2@gva.es 10 Asociación Salvatierra. C/ Democracia 18, 03400-Villena (Alicante). thepeter11@hotmail.com 11 C/ Mayor 10, 03160-Almoradí (Alicante). pedauye@hotmail.com 12 C/ Algarrobo 1, 03313-Torremendo (Orihuela, Alicante). ercalip@hotmail.es 13 Pasaje de Soro 6-1ºF, 03550-San Juan (Alicante). estebanpueo@gmail.com 14 C/Forn Fondo 22 bajo dr., 03203-Elche (Alicante). J.V.M.J@terra.es 15 C/El Camí 90, 03801-Alcoi (Alicante). pepetitu@hotmail.com 16 C/ Constitució 31, 03740-Gata de Gorgos (Alicante). jaumexsoler@telefonica.net 17 C/ Del Alcalde s/nº 1-2, 03560-Campello (Alicante). larabosa@yahoo.es RESUMEN: Se aportan datos sobre algunos táxones raros en la Comunidad Valenciana; a destacar la presencia de Orchis papilionacea subsp. grandiflora en Villena y Orchis collina en Santa Pola y Orihuela. También aportamos el comportamiento heterotrófico de Cephalanthera longifolia como novedad para España. Palabras clave: Alicante, Castellón, Comunidad Valenciana, flora, mixotrofía, Orchidaceae, Parque Natural, plantas vasculares, Valencia. ABSTRACT: Additions and corrections about valencian Orchidaceae. It is shown some data about rare orchid taxa at the Valencian Community, specially about Orchis papilionacea subsp. grandiflora in Villena and Orchis collina new in Santa Pola and Orihuela. We also provide heterotrophic behavior of Cephalanthera longifolia new for Spain. Key words: Alicante, Castellón, mixotrophy, Natural Park, Orchidaceae, Spain, Valencia, Valencian Community, vascular flora. 106 L. SERRA & al. disciplinar sobre los valores naturales de la Sierra de Chiva (ANDRÉS, 2008). En las comarcas alicantinas se presenta casi exclusivamente en zonas con ombrotipo subhúmedo, y solo conocíamos una cita anterior en zonas de ombrotipo seco, aunque cercano al subhúmedo, en Biar (LOWE, PIERA & CRESPO, 2001: 600). Sin embargo en nuestra localidad aparece en un ombrotipo seco próximo al semiárido, con 360 mm de precipitación media en la estación meteorológica de Castalla. Aparece aquí en pastizales de TeucrioBrachypodietum retusi, bajo ombrotipo seco y termotipo mesomediterráneo, en el subsector Ayorano-Villenense, en una de las localidades más continentales de esta especie en la Comunidad Valenciana. Incluida como especie Vigilada en el reciente Decreto 70/2009 que regula el catálogo de flora valenciana amenazada. INTRODUCCIÓN Presentamos la quinta entrega de la serie de trabajos que sobre las orquídeas valencianas iniciamos hace unos años (SERRA & al., 2000, 2006; PERIS FIGUEROLA & al., 2007; SERRA & AL., 2010). Aunque básicamente centrados en la provincia de Alicante, se aportan también datos de otras zonas de las provincias de Castellón y Valencia. MATERIAL Y MÉTODOS De las orquídeas mencionadas, excepto en algún caso de especial abundancia, no se ha recogido material debido a su escasez en el territorio, pero, como en otras ocasiones, existe material gráfico, en formato digital en los archivos de los autores, a disposición de los interesados en comprobar detalles morfológicos o de otra índole. Todas las referencias geográficas están dadas para el Datum ED50, con cuadrícula UTM de 1 km2. Los datos biogeográficos y bioclimáticos correspondientes a las localidades citadas siguen el criterio de RIVAS MAR- Barlia robertiana (Loisel.) Greuter ALICANTE: 30SYH2181, Alcoi, Serra dels Plans, 818 m, G. Grau, 27-2-2011, 1 ej. v.v. (foto 2). 30SYH3779, Sella, Sierra de Aitana, Tagarina, 810 m, R. Fracés Agulló, 26-3-2011, 1 ej. (v.v.). 30SYJ3300, l'Orxa, Serra de l'Ombria, 594 m, R. Torregrosa, 18-4-2010, 7 ejs. (v.v.) 30SYJ4400, Vall de Gallinera, pr. Bassa Benirrama, 555 m, R. Torregrosa, 7-4-2010, 1 ej. (v.v.) TÍNEZ & AL. (2007) y SERRA (2007). LISTADO DE TÁXONES Aceras anthropophorum (L.) W.T. Aiton Segundas citas para las comarcas de l’Alcoià y El Comtat, donde solo conocíamos un ejemplar en una localidad próxima de Alcoi (SERRA & al., 2010: 80; SERRA & SOLER, 2011: 548) y otro de Fageca (LOWE, PIERA & CRESPO, 2001: 610). Al igual que en los casos anteriores y de la única población del Parc Natural de la Serra de Mariola (SERRA & al., 2006: 6) solo se han observado ejemplares solitarios (salvo en el caso de l’Orxa), por lo que pensamos que se trata de nuevas colonizaciones, y por eso habrá que espe- ALICANTE: 30SYH0274, Castalla, el castillo, Palau, 756 m, D. Liñana, 2-05-2012, 2 ejs. (v.v.) (foto 1). VALENCIA: 30SXJ8676, Chiva, pr. Loma del Cuco, 850 m, C. Fabregat & S. López Udías, 18-5-2006, 1 ej. (v.v.). No conocemos citas previas para esta especie en el término municipal de Chiva, y solo recientemente se ha aportado un dato sobre su presencia en la cuadrícula XJ87, referido al vecino término de Siete Aguas. La localización de esta especie se produjo en el marco de un estudio multi- 107 Flora Montiberica 54: 106-120 (10-V-2013). ISSN: 1998-799X Adiciones y correcciones a la orquidoflora valenciana, V rar un tiempo para ver si se estabilizan como poblaciones viables. En las todas las localidades crece en pastizales de Teucrio-Brachypodietum retusi, bajo ombrotipo subhúmedo y termotipo mesomediterráneo en el caso de las dos primeras y en termotipo termomediterráneo en la última. En la sierra dels Plans debido a la realización de unos trabajos silvícolas que iban a afectar al único individuo que hemos localizado se le traslocó unos metros de distancia para que no fuera afectado. Durante el otoño de 2011 no salió la roseta basal pero en 2012 sí ha vuelto a salir, por lo que es posible que vuelva a florecer esta primavera próxima. otros trabajos sobre orquídeas (PIERA & CRESPO, 1999: 51; PIERA, CRESPO & LOWE, 2000: 3; LOWE, PIERA & CRESPO, 2007: 25). Epipactis palustris (L.) Crantz VALENCIA: 30SXK8814, Andilla, Fuente del Señor, 939 m, A. Olivares & S. Fos, 15-62005 (v.v.) Ibidem, J.E. Oltra, 6-7-2012 (v.v.) (foto 6). Especie de distribución holártica que en el territorio valenciano aparece de forma escasa en la zona interior de la provincia de Castellón. Aportamos en este trabajo una población en Andilla que se conoce desde hace ya algunos años y que supone una de las más meridionales de la Comunidad Valenciana, junto con la localidad citada por MATEO, TORRES & FABADO (2004: 58) en este mismo municipio del norte de la comarca de los Serranos. Forma parte de prados higrófilos de Molinio-Holoschoenion vulgaris en el borde de cursos de agua en el termotipo mesomediterráneo bajo ombrotipo subhúmedo, donde convive con Dactylorhiza elata. Se trata de una especie incluida como Protegida No Catalogada en el Decreto 70/2009 que regula el catálogo de flora valenciana amenazada. Cephalanthera longifolia (L.) Fritsch VALENCIA: 30SYH0891, Bocairent, Sierra Mariola, pr. Casetes Noves, 850 m, A. Rozas, 5-4-2011, 1 ej. (v.v.) (foto 3). Ibid., L. Serra, J.A. Rozas, A. Bort & P. Serra, 13-4-2011. Ibid., L. Serra & A. Bort, 20-4-2012 (v.v.) A pesar de que ya conocíamos la especie en esta localidad, aportamos ahora la presencia de un grupo con comportamiento heterótrofo junto a otros fotótrofos. Aunque en España no se había considerado a esta especie más que como autótrofa (ALARCÓN & AEDO, 2002: 227; ALARCÓN & AEDO in AEDO & HERRERO, 2005: 54), desde hace algunos Epipactis tremolsii Pau años se han localizado individuos que denotan la mixotrofia de C. damasonium y C. rubra en Alemania (BIDARTONDO & al., 2004), de C. damasonium en Francia (JULOU & al., 2005) y de C. longifolia en Estonia (ABADIE & AL., 2006). La presencia de estos ejemplares, próximos a otros de comportamiento heterotrófico, es de gran importancia para poder investigar las distintas estrategias de captación de C así como la evolución entre la micoheterotrofia y la mixotrofia, por lo que la protección efectiva de esta zona del parque natural vuelve a ponerse de manifiesto, como se ha señalado en ALICANTE: 30SXH7744, La Romana, Serra de l'Algaiat, 830 m, L. Serra 8109, 30-62010, LSH 8829. 30SXH7745, Ibíd., L'Algarejo, 750 m, L. Serra 8401, 8-6-2011, LSH 9434 (foto 4) y 59 ejs. (v.v.). 30SXH7745, L’ Alguenya, Serra de l'Algaiat, barranc Fort, 700 m, L. Serra, 13-5-2011, 2 ejs. (v.v.). 30SXH 7845, La Romana, Serra de l'Algaiat, barranc Fondo, 740 m, L. Serra, R. Torregrosa & J.C. Hernández, 9-6-2012, 3 ejs. (v.v.). 30SXH 8245, Ibíd., la Boquera, 600 m, L. Serra, 27-52012 (v.v.). 30SXH8343, Hondón de las Nieves, pr. els Matxos, 450 m, L. Serra, 30-62011, 1 ej. (v.v.). Especie que ya mencionamos hace algún tiempo de La Romana (SERRA & al., 108 Flora Montiberica 54: 106-120 (10-V-2013). ISSN: 1998-799X L. SERRA & al. 2010: 81) y que parece que se extiende por cula de 100 km2 (BENITO, FABREGAT, toda la umbría de la sierra de l’Algaiat, siempre formando parte de pastizales de Teucrio-Brachypodietum retusi en zonas pedregosas, desde donde llega a colonizar campos de almendros con una capa importante de piedras en su superficie. El hallazgo de un solo individuo en la solana de la sierra, ya claramente en un ambiente semiárido termomediterráneo, aunque dentro de un barranco con cierta compensación de humedad edáfica hace pensar que pueda presentar una distribución mayor en el territorio siempre que el suelo sea pedregoso. Se trata de una especie incluida como Vigilada en el Decreto 70/2009 que regula el catálogo de flora valenciana amenazada. LÓPEZ, SESÉ & VILLAR in FERNÁNDEZ CASAS & al., 1995: 459; SERRA & al., 2000: 133), por lo que añadimos aquí la distribución actualmente conocida en la Comunidad Valenciana en cuadrícula UTM de 1 km2 (mapa 1). Se presenta en claros de robledal de Violo-Quercetum fagineae en el caso de la población de l’Ombria y en las otras poblaciones en los rodales de Festuca gautieri que aparecen en los pinares de Pinus sylvestris y P. nigra subsp. salzmannii (Festuco gautieri-Pinetum salzmannii). Se trata de una especie incluida como Vigilada en el Decreto 70/2009 que regula el catálogo de flora valenciana amenazada. Goodyera repens (L.) R. Br. Limodorum abortivum (L.) Swartz CASTELLÓN: 30TYK2979, Villafranca del Cid, cabecera del Barranc de les Covetes, 1300 m, C. Fabregat & S. López Udías, 17-31996 (v.v.). 30TYK3179, Ibíd., l’Ombria, A. Izquierdo, A. Sánz, L. Serra, R. Torregrosa, J.C. Hernández, A. Cutillas & S. González, 1125 m, 7-7-2012, 2 ejs. (v.v.). 30TYK3080, Ibíd., pr. albergue la Parreta, A. Sanz, L. Serra & R. Torregrosa, 1180 m, 8-7-2012, 2 ejs. (v.v.). 30TYK2880, Ibíd., Barranc d’Horta, L. Serra, A. Sánz, R. Torregrosa, J.C. Hernández, A. Cutillas & S. González, 1220 m, 8-72012, 288 ejs. (v.v.). (foto 7). ALICANTE: 30SYH5595, Orba, Castellet; pinar; 200 m, J.X. Soler, 12-5-2011 (v.v.). 31SBC5492, Xàbia, Granadella; 100 m, J.X. Soler, 13-5-2004 (v.v.). Novedad para la comarca de la Marina Alta y la confirmación de la presencia de la especie en el termotipo termomediterráneo a cotas bajas, como recientemente se ha mencionado en el Bajo Segura (PEDAUYÉ, PÉREZ GARCÍA & SAMPER, 2012: 3). Se presenta formando parte de pastizales de Teucrio-Brachypodietum retusi bajo pinar de P. halepensis, en el termotipo termomediterráneo y ombrotipo secosubhúmedo. Especie circumboreal de presencia escasa en la Comunidad Valenciana, donde solo se ha localizado en el municipio de Villafranca del Cid (MATEO & AGUILELLA, 1992: 41; FABREGAT & LÓPEZ UDÍAS, 1993: 154), en su límite ecológico Limodorum trabutianum Batt. ALICANTE: 30SYH1482, Alcoi, Serra del Carrascal cerca del aparcamiento, 1012 m, J.A. Rozas, 14-6-2007, 3 ejs. (v.v.). Ibid., J.A. Rozas, 22-5-2011, 8 ejs. (v.v.). (foto 8). 30S YH2181, Alcoi, sierra dels Plans, 818 m, G. Grau, 30-4-2011, 1 ej. (v.v.). VALENCIA: 30 SYH1591, Bocairent, Sierra Mariola, pr. Mas del Serafí, R. Torregrosa, 950 m, 2-5-2011, Ibid., R. Torregrosa & A. Cutillas, 12-5-2011, Ibid., L. Serra & R. Torregrosa, 19-5-2011, 70 ejs. (v.v.). de distribución hacia el sur, por lo que se consideró como En peligro según las categorías UICN (SERRA & al., 2001a: 89; 2001b: 58; UICN, 2001), aunque en la normativa valenciana se ha rebajado su nivel de protección al anexo III (ANÓNIMO, 2009). Su distribución en el Maestrazgo se presentó hace ya algunos años en cuadrí109 Flora Montiberica 54: 106-120 (10-V-2013). ISSN: 1998-799X Adiciones y correcciones a la orquidoflora valenciana, V Nuevas poblaciones de esta especie escasa en territorio valenciano, de la que hemos dado recientemente alguna nueva localidad (SERRA & al., 2010). La población valenciana constituye la más abundante conocida hasta la fecha pero que, aunque incluida en un parque natural, ha sido afectada por la remoción del suelo por parte de los jabalíes (Sus scrofa) y en 2012 ha florecido de forma mucho más escasa. En las localidades mencionadas aparece la especie bajo la sombra en pinares con sotobosque de matorral (Helianthemo rotundifolii-Thymetum piperellae) así como en encinares (Quercetum rotundifoliae ulicetosum parviflorae). Se encuentra incluida como Vigilada en el Decreto 70/2009 que regula el catálogo de flora valenciana amenazada. Ophrys ficalhoana J.A. Guim. in Bol. Soc. Brot. 5: 39 (1887) = O. tenthredinifera subsp. ficalhoana (J.A. Guim.) M.R. Lowe & D. Tyteca in J. Eur. Orchid. 32: 297 (2000) = O. ficalhoana var. davei J.A. Guim. in Bol. Soc. Brot. 5: 39 (1887) = O. ficalhoana var. chofatii J.A. Guim. in Bol. Soc. Brot. 5: 39 (1887) VALENCIA: 30SYH0791, Bocairent, Sierra Mariola, pr. Mas de Nones, J.A. Rozas, 840 m, 10-5-2009, 1 ej. (v.v.) (foto 9). Ibid., L. Serra, J.A. Rozas, A. Bort & P.Serra, 13-42011, 1 ej. (v.v.). Taxon muy próximo a O. tenthredinifera del que se diferencia básicamente por el fascículo de largos pelos laminares presente sobre el apículo del labelo, que tiene forma cuadrangular, gibosidades más desarrolladas, y mácula envuelta por una franja más clara y ancha, pseudocelos de color negro brillante (GUIMARAES, 1887; ARNOLD, 2009; Benito Ayuso, com. pers.). Listera ovata (L.) R. Br. A pesar de que en monografías recientes se incluye dentro de la variabilidad de O. tenthredinifera (ALDASORO & VALENCIA: 30SXJ6095, Benagéber, pr. Cortes, zona con hojarasca (chopera) cerca del barranco que recoge las aguas de la fuente de los Tornajos o de Cortes, 860 m, E. Arnold, 86-2011, 1 ej. (v.v.). 30SXK6225, Aras de los Olmos, barranco del Escáiz, A. Olivares, 1062 m, 8-6-2005 (v.v.). Ibid., J.E. Oltra, 7-5-2008, 20 ejs. (v.v.). SÁEZ in AEDO & HERRERO, 2005: 173; PEDERSEN & FAURHOLDT, 2007: 98), creemos que tiene suficientes caracteres diferenciales y área geográfica propia para considerarlo independiente. En ambas monografías se incluyen buenas imágenes de este taxon (ALDASORO & SÁEZ Especie escasa en la provincia de Valencia, para la que se conoce una cita en la Plana de Utiel-Requena (MATEO, GARCÍA & SERRA, 1992: 106) y otra en la comarca del Rincón de Ademuz (MATEO in AEDO & HERRERO, 2005: 349; PEDERSEN & FAURHOLDT, 2007: 99, figs. 41B y C), en las que se observan los pelos lami- nares apicales del labelo así como la concavidad y coloración habitual de los sépalos de O. ficalhoana. El individuo localizado es un ejemplar hipocromático, coincidente con la variedad chofatii descrita por Guimaraes, ya que comenta que el labelo es verde claro y que podría tratarse de un fenómeno de albinismo (GUIMARAES, l. c.). Al parecer florece algo más tarde que O. tenthredinifera cuando aparecen juntas, como es el caso en la sierra de Mariola, donde observamos O. ficalhoana con una sola flor abierta mientras que los & MARÍN, 1995: 39). Las citas que se aportan representan las primeras indicaciones para la comarca de los Serranos. La población de Aras de los Olmos observada cuenta con poco más de una treintena de ejemplares que crecen en un pastizal mesófilo de Brachypodion phoenicoidis en el termotipo supramediterráneo bajo ombrotipo subhúmedo. Se trata de una especie incluida como Protegida No Catalogada en el Decreto 70/2009 que regula el catálogo de flora valenciana amenazada. 110 Flora Montiberica 54: 106-120 (10-V-2013). ISSN: 1998-799X L. SERRA & al. sament de Bellús, J.E. Oltra, 158 m, 9-4-2012, 46 ejs. (v.v.). individuos próximos de O. tenthredinifera ya estaban con todas sus flores abiertas. Ampliamos, por tanto, las zonas de contacto de ambas especies, lo que se consideraba que sucedía en algunas zonas de Portugal y Andalucía (ARNOLD, l. c.). La extrema rareza de esta especie en la Comunidad Valenciana, con un solo individuo localizado en Castellón, dos localidades en Valencia con unos 400 ejemplares y otro único ejemplar en Mariola, hace que sea conveniente su inclusión en el Catálogo de flora valenciana amenazada, ya que la principal población corre riesgo de desaparición (E. Arnold, Se presenta normalmente formando núcleos con escasos ejemplares, y de la que algunas de las poblaciones que damos a conocer pueden ser de las más numerosas en las comarcas centrales de la Comunidad Valenciana, con más de 60 y 200 ejemplares en las de Mariola y 46 en la de Sant Pere d’Albaida. Las poblaciones de Bocairent se encuentran en pastizales de Lathyro tremolsiani-Brachypodietum phoenicoidis, y más raramente de Teucrio-Brachypodietum retusi, bajo ombrotipo subhúmedo y termotipo mesomediterráneo, junto con otras especies del género como O. lutea y O. scolopax, mientras que la de Sant Pere d’Albaida forma parte de pastizales de Teucrio-Brachypodietum retusi bajo termotipo termomediterráneo y ombrotipo subhúmedo. Se trata de una especie incluida como Protegida No Catalogada en el Decreto 70/2009 que regula el catálogo de flora valenciana amenazada. com. pers.). En la localidad de la sierra de Mariola se presenta en pastizales de TeucrioBrachypodietum retusi bajo termotipo mesomediterráneo y ombrotipo subhúmedo, junto a diversos ejemplares de O. incubacea, O. lutea y O. tenthredinifera. Ophrys incubacea Bianca ex Tod. VALENCIA: 30SYH0691, Bocairent, Sierra Mariola, entre la ctra. CV-794 y la casa de la Baixada, J. E. Arnold, 720 m, 5-4-1997, 98+ ejs. (v.v.). Ibid., 13-4-1998, 229+ ejs. (v.v.). Ibid., 12-5-1999, 113+ ejs. (v.v.). Ibid., 28-4-2001, 71+ ejs. (v.v.). Ibid., 12-05-2002, 102+ ejs. (v.v.). 30SYH0790, Ibíd., pr. Mas de Nones, 835 m, L. Serra, A. Bort, J. Oltra, N. Lara & C. Santonja, 2-5-2010, 1 ej. (v.v.). 30SYH0791, Ibíd., pista al campo de tiro desde la ctra. CV-794, J. Vila, 830 m, 4-42007, 1 ej. (v.v.). 30SYH0792, Ibíd., pr. els Terrers, J. E. Arnold, 650 m, 2-4-1997, 12 ejs. (v.v.). 30SYH0891, Ibíd., pr. El Cortell, 850 m, L. Serra, A. Bort, L. Serra Cremades & A. Laliga, 4-5-2002, 1 ej. (v.v.). 30SYH0893, Bocairent, loma tras el cementerio, E. Pueo, 580 m, 11-4-2011, 34 ind. (v.v.). 30SYH0991, Bocairent, Sierra Mariola, pr. ermita Sta. Bàrbera, 855 m, L. Serra, A. Sanz & R. Torregrosa, 15-5-2009, 1 ej. (v.v.). 30SYH1092, Ibíd., la Mina, R. Torregrosa, 870 m, 9-5-2012 (v.v.) (foto 10). Ibid., L. Serra, A. Bort, M. Salas & P. Frances, 13-5-2012, 66 ejs. (v.v.). 30SYJ2010, Sant Pere d’Albaida, pr. embas- Ophrys tenthredinifera Willd. ALICANTE: 30SXH9845, Asp, río Vinalopó, L. Serra, 184 m, 2-3-2011, (1 ej. hipocromático) (v.v.) (foto 11). Aunque esta especie es de las más abundantes en la Comunidad Valenciana, no lo es tanto la presencia de individuos hipocromáticos, los cuales aparecen de forma puntual y que se han mencionado hace poco en Murcia (LÓPEZ ESPINOSA & SÁNCHEZ GÓMEZ, 2007). Se presenta en pastizales de TeucrioBrachypodietum retusi bajo ombrotipo semiárido y termotipo termomediterráneo, junto a otros ejemplares no hipocromáticos y diversos individuos de O. fusca. Ophrys × brigittae H. Baumann [O. dyris × O. fusca] VALENCIA: 30SYH0791, Bocairent, Sierra Mariola, ctra. CV-794, E. Pueo, 855 m, 64-2011, 1 ej. (v.v.) (foto 12). 30SYH0893, 111 Flora Montiberica 54: 106-120 (10-V-2013). ISSN: 1998-799X Adiciones y correcciones a la orquidoflora valenciana, V Ibíd., pr. cementerio, E. Pueo, 584 m, 11-42011, 1 ej. (v.v.). 30SYH1699, Albaida, Serra de la Covalta, pr. pista al albergue Don Bosco, J.E. Arnold, 510 m, 20-2-1998, 4 ejs. (v.v.). Ibidem, J.E. Arnold, 6-3-2000, 4 ejs. (v.v.). La pequeña población de Tuéjar se encuentra en una zona húmeda, junto al reguero de la fuente, en el borde de un juncal clareado (Molinio-Holoschoenion vulgaris), conviviendo con algunas O. apifera y (en 2011) con una planta de O. x minuticauda. No se detectó por la zona el otro parental, O. ficalhoana. Híbrido escasamente citado en el territorio valenciano pero que debe ir apareciendo a medida que se conocen mejor las poblaciones de O. dyris, el progenitor más escaso de este mesto. Ya habíamos dado este taxon del parque natural de la Sierra de Mariola (PERIS FIGUEROLA & al., 2007: 55), aunque en la parte alicantina de la sierra, entre Muro y Agres. Ahora la mencionamos de la parte valenciana, justo en una de las zonas más ricas desde el punto de vista orquidológico de las comarcas centrales de la Comunidad Valenciana. Como ya se ha comentado en otras ocasiones, es de gran importancia proteger los hábitats donde concurren diferentes especies de orquídeas, ya que, como se observa en esta zona del parque natural, son puntos en los que es fácil que aparezcan formas hibridógenas como se ha puesto de manifiesto recientemente en el caso de Orchis mascula y O. pauciflora en Italia (COZZOLINO & al, 2006: 21). Como otras orquídeas de la zona, aparece en pastizales de Teucrio-Brachypodietum retusi, bajo ombrotipo subhúmedo y termotipo mesomediterráneo. Orchis champagneuxii Barn. ALICANTE: 30SYH4788, Castell de Castells, El Somo, 812 m, E. Pueo, 18-4-2012, 66 ejs. (v.v.). 30SYH5996, Benidoleig, Serra de Seguili, R. Torregrosa, 385 m, 20-3-2011 (v.v.). Ibid., R. Torregrosa & S. González, 9-42011, 2 ejs. (v.v.). VALENCIA: 30SYH0790, Bocairent, Serra Mariola, pr. Mas de Nones, R. Torregrosa, L. Serra, S. González, A. Cutillas, A. Sanz, J.C. Hernández & E. Pueo, 840 m, 25-2012 (v.v.) (foto 15). No demasiado abundante en la Comunidad Valenciana, donde se catalogó como vulnerable según las categorías UICN (SERRA & al., 2000: 125) pero que no ha sido incluida en el catálogo de flora protegida. La población de Bocairent es muy escasa y amenazada ya que se localiza en una zona urbanizada, bajo los pinos que forman parte de las parcelas de los chalets, en pastizales de Teucrio-Brachypodietum retusi, bajo ombrotipo subhúmedo y termotipo mesomediterráneo. La población de Benidoleig está próxima a la ya mencionada para Xaló (cf. PONT FONT & al., 2006: 23), así como la de Castell de Castells (SERRA & al. 2010: Ophrys × turiana J.E. Arnold [O. apifera × O. ficalhoana] VALENCIA: 30SXK6205, Tuéjar, pr. fuente de la Tartalona, J.E. Arnold, 730 m, 7-62010, 3 ejs. (v.v.). (fotos 13 y 14). Ibid., J. E. Arnold, 8-6-2011, 7 ejs. (v.v.). Ibid., J.E. Arnold, 28-5-2012, 1 ej. (v.v.). 83). Orchis collina Banks & Sol. ex A. Russell ALICANTE: 30SXH8802, Orihuela, finca Lo Ballesta, H. Pedauyé, J. Perez Botella, F. Botella, C J. Durá & J. Martínez, 170 m, 29-22012, 1 ej. (v.v.). 30SXH8807, Ibíd., embalse de la Pedrera, P. Perales, L. Serra & H. Pedauyé, 110 m, 23-2-2012, 1 ej. (v.v.). 30SXH 8906, Ibíd., ibíd., P. Perales, 115 m, 9-3-2012, 2 ejs. (v.v.). 30SYH1431, Santa Pola, Barranc de Cabres Mortes, J.A. Rodríguez, 35 m, 14-32012, 43 ejs. (v.v.) (foto 16). Este híbrido ya había sido localizado en el término municipal adyacente de Benagéber, donde hay algunas poblaciones relativamente importantes (ARNOLD, 2009: 65), en prados de Brachypodion phoenicoidis, de poco a muy densos, y más raramente junto a matas de Rosmarinus officinalis. 112 Flora Montiberica 54: 106-120 (10-V-2013). ISSN: 1998-799X L. SERRA & al. Moraira, la Viuda, J.X. Soler, 2-5-2011, 20 ejs. (v.v.). 31SBC5692, 31SBC5791, Xàbia, la Granadella, J.X. Soler, 5-2010, 55 ejs. (v.v.) (foto 17). Especie que no se había localizado hasta la fecha en Santa Pola (SERRA, 1999). Tampoco había aparecido hasta el momento en el entorno de sierra de Escalona y Dehesa de Campoamor (PE- Especie no demasiado abundante en territorio valenciano, donde se localiza preferentemente en las comarcas cálidas y lluviosas. Incorporamos algunas citas concretas para la comarca del Comtat, de donde ya se dio de forma imprecisa hace tiempo (SERRA & al., 2001; PERIS FIGUEROLA, MATAIX & JORDÁ, 2002). Ampliamos también su distribución conocida en Xàbia (SOLER & SERRA, 2011) y zonas próximas de la Marina Alta, donde es muy probable que se presente todavía en más cuadrículas. En todas las poblaciones aparece formando parte de pastizales de TeucrioBrachypodietum retusi bajo termotipo termomediterráneo y ombrotipo subhúmedo. Se trata de una especie incluida como Protegida No Catalogada en el Decreto 70/2009 que regula el catálogo de flora valenciana amenazada. DAUYÉ, 2010; PEDAUYÉ, PÉREZ GARCÍA & SAMPER, 2012). Hasta hace poco se consideraba como muy rara en la Comunidad Valenciana (SERRA & al., 2000; PERIS FIGUEROLA & al., 2007) pero, poco a poco, van apareciendo nuevas poblaciones o individuos, siempre en el territorio murciano-almeriense y bajo ombrotipo semiárido y termotipo termomediterráneo. Forma parte de pastizales de TeucrioBrachypodietum retusi thymelaetosum hirsutae. Se encuentra incluida como Vulnerable en el Decreto 70/2009 que regula el catálogo de flora valenciana amenazada, por lo que sería conveniente evitar el trasiego de bicicletas que pasan muy cerca de la población de la sierra de Santa Pola mediante la redirección en ese punto del sendero existente. En el caso del embalse de la Pedrera, sería recomendable limitar el acceso de vehículos a motor en las zonas cercanas a los individuos detectados. Orchis italica Poir. ALICANTE: 30SYH3699, Vall de Gallinera, 500 m, L. Serra, 20-4-1986 (v.v.). 30SYH3999, Ibíd., Serra de la Gallinera, pr. la Foradada, 510 m, L. Serra & A. Bort, 27-32011 (v.v.). 30SYH4099, Ibíd., l'Ombria, 540 m, L. Serra & A. Bort, 27-3-2011 (v.v.). 30S YH4099, Ibíd., Serra de la Foradada, 550 m, L. Serra & al., 22-4-2008 (v.v.) (foto 18). 30S YH4799, Ibíd., pr. font de Xili, 381 m, R. Torregrosa, 9-4-2011 (v.v.). 30SYH4899, Ibíd., 386 m, R. Torregrosa, 9-4-2011 (v.v.). 30SYJ4000, Ibíd., pr. Benissiva, 320 m, L. Serra, 22-3-1998 (v.v.). 30SYJ4400, Ibíd., pr. bassa de Benirrama, 555 m, R. Torregrosa, 74-2010 (v.v.). 30SYJ4501, Ibíd., pr. l’Almiserà, 410 m, S. González, 7-3- 2009 (v.v.). 30SYJ4401, Ibíd., 441 m, S. González, 21-32009 (v.v.). 30SYJ4401, Ibíd., 569 m, S. González, 7-3-2009 (v.v.). 30SYJ4500, Ibíd., pr. bassa de Benirrama, 496 m, S. González, 3-42010, 1 ej. (v.v.). 30SYJ3503, L'Orxa, Serra de la Safor, Corral dels Secs, 430 m, L. Serra, J. Pérez & J. Peris, 26-3-2003 (v.v.). Orchis fragrans Pollini ALICANTE: 30SYH3796, Vall d'Alcalà, Pla de Vinyes, 700 m, J.X. Soler, 31-5-2010, 8 ejs. (v.v.). 30SYJ3504, L'Orxa, umbría de la Safor, 551 m, R. Torregrosa & A. Sanz, 24-52008 (v.v.). 30SYJ3505, Ibíd., pr. corral del Montjó, 563 m, R. Torregrosa & A. Sanz, 245-2008 (v.v.). 30SYJ3604, Ibíd., pr. font dels Olbits, 658 m, R. Torregrosa, A. Sanz, S. González & A. Cutillas, 24-5-2008 (v.v.). 31SBC4382, Calp, museu etnogràfic, J.X. Soler, 1-6-2011, 2 ejs. (v.v.). 31SBC4790, Teulada, partida Mas, J.X. Soler, 2-5-2010, 12 ejs. (v.v.). 31SBC4895, Xàbia, els Falandons, 100 m, L. Serra & J.X. Soler, 26-4-2011 (v.v.). Ibid., J.X. Soler, 5-2010, 1100 ejs. (v.v.). 31S BC4994, Gata de Gorgos, la Catxupa, 100 m, J.X. Soler, 1-5-2010, 18 ejs. (v.v.). 31SBC 5096, Xàbia, Pinar de Trilles, J.X. Soler, 52010, 30 ejs. (v.v.). 31SBC5188, Teulada, 113 Flora Montiberica 54: 106-120 (10-V-2013). ISSN: 1998-799X Adiciones y correcciones a la orquidoflora valenciana, V Especie de apetencias termófilas, generalmente presente en el termotipo termomediterráneo, aunque hace poco se ha mencionado también en terrenos más fríos (SERRA & al., 2010). En todas las poblaciones aparece formando parte de pastizales de Teucrio-Brachypodietum retusi, bajo ombrotipo subhúmedo y termotipo termomediterráneo. Se trata de una especie incluida como Vigilada en el Decreto 70/2009 que regula el catálogo de flora valenciana amenazada. zona perjudiquen el ejemplar durante el periodo de floración y maduración de los frutos, se ha procedido a la colocación de un vallado metálico para su protección, suficientemente grande como para permitir el paso de insectos hacia la inflorescencia y no perjudicar la polinización. Se ha observado que la fertilidad de la planta ha sido buena en 2011, ya que el 50 % de las flores han fructificado (6 flores de las 12 de la inflorescencia), y muy buena para 2012, con el 100 % de las flores que han llegado a fructificar (10 flores en la inflorescencia). En ambos años se recogieron las cápsulas maduras. Para aumentar el éxito en el número de germinación de las semillas, una vez extraídas las semillas de las cápsulas se procedió a su siembra directa en las proximidades. La siembra se realizó en primer lugar junto a la planta madre y en las inmediaciones del terreno particular, donde seguramente se da el hábitat idóneo para la germinación y crecimiento de las nuevas plántulas, tanto por ecología, humedad y tipo de suelo, como por la presencia de la micorriza que puede facilitar la germinación de las semillas. El resto de siembras se realizaron entre los 15 y 150 m de la planta madre (30SXH9076), en una rambla cercana donde se consideró que el hábitat era adecuado tanto por ecología como por falta de amenazas de origen antrópico. En noviembre de 2012 se observó la nueva roseta basal. Un nuevo intento de aumentar la población en Villena, con autorización de la Conselleria de Infraestructuras, Territorio y Medio Ambiente, será proceder a la fecundación in vivo con polen procedente de los ejemplares más cercanos conocidos de la población de la Serra de Mariola en la provincia de Valencia (SERRA & al., 2006: 6) para aumentar el éxito en la fecundación de las flores. Orchis papilionacea L. subsp. grandiflora (Boiss.) Malag. ALICANTE: 30SXH9076, Villena, Peña Rubia, 553 m, P. Ortín & J.C. Hernández, 1804-2011, 1 ej. (v.v.) (fotos 19 y 20). VALENCIA: 30SYH0991, Bocairent, Sierra Mariola, pr. Santa Bàrbera, R. Torregrosa, 865 m, 9-52012, 1 ej. (v.v.) (foto 21). Orquídea con muy pocos ejemplares conocidos en la Comunidad Valenciana, de la que ya hemos mencionado otras localidades halladas recientemente (SERRA & al., 2000: 17; 2006: 6; 2010: 84; NAVARRO & al., 2010: 11). El ejemplar de Villena ha sido localizado en un terreno particular dedicado al cultivo del olivo, actualmente abandonado, apareciendo al resguardo de un olivo (Olea europaea), lo que le propicia de unas condiciones favorables de humedad. A diferencia del resto de poblaciones conocidas se halla en una comunidad arvense (Medicagini rigidulae-Aegilopetum geniculatae) en la que destacaban especies como Aegilops geniculata, A. triuncialis, Allium ampeloprasum, Bromus diandrus, Lomelosia stellata, Plantago albicans o Scabiosa atropurpurea. La parcela donde ha sido localizado el ejemplar presenta un sustrato composición arenosa, en termotipo mesomediterráneo y ombrotipo seco. Para evitar que amenazas como la abundancia de conejos y el pastoreo en la 114 Flora Montiberica 54: 106-120 (10-V-2013). ISSN: 1998-799X L. SERRA & al. ALICANTE: 30SYH4598, Vall d'Ebo, barranc de Cocons pr. font Monjó, 492 m, R. Torregrosa, 26-9-2010 (v.v.). 30SYJ3504, L'Orxa, Serra de la Safor, pr. La Bassa, 550 m, L. Serra, A. Bort, L. Serra Cremades & A. Laliga, 11-10-2004, 7 ejs. (v.v.). (foto 23). Ibid., R. Torregrosa, 25-9-2010, 4 ejs. (v.v.). En cuanto al ejemplar de la sierra de Mariola, forma parte de las diferentes subpoblaciones constituidas por 1-2 individuos que aparecen en este parque natural. Se trata de un taxon protegido por el reciente Decreto 70/2009 que regula el catálogo de flora valenciana amenazada, donde aparece como en peligro de extinción, lo que obliga a realizar un plan de conservación de la especie. Orquídea termófila que aparece de forma dispersa por la Marina Alta, llegando puntualmente a la Marina Baixa (LOWE, PIERA & CRESPO, 2001: 610) y al Comtat, de donde la damos ahora como novedad, aunque ya la conocíamos desde hace algunos años, así como de alguna otra localidad cercana al Comtat pero incluida en la Marina Alta. Aparece en el termotipo termomediterráneo bajo ombrotipo subhúmedo, en pastizales de Teucrio-Brachypodietum retusi. Se trata de una especie incluida como Vigilada en el reciente Decreto 70/2009 que regula el catálogo de flora valenciana amenazada. Serapias parviflora Parl. ALICANTE: 31SBC4895, Xàbia, els Falandons, 100 m, L. Serra & J. X. Soler, 26-42011 (v.v.). Ibid., 5-2010, 250 ejs. (v.v.). 31S BC4798, Dénia, Jesús Pobre, pr. Alqueria de Colomer, 93 m, S. González, 1-5-2009, 10 ejs. (v.v.). 31SBC5096, Xàbia, pinar de Trilles, 70 m, J.X. Soler, 21-4-2001 (v.v.). Ibid., J.X. Soler, 5-2010, 7 ejs. (v.v.). 31SBC4481, Calp, salines, J. X. Soler, 19-4-2010, 70 ejs. (v.v.) (foto 22). VALENCIA: 30SYJ1518, Xàtiva, Serra del Castell, 210 m, A. Navarro & J.E. Oltra, 11-5-2012, 2 ejs. (v.v.). Especie escasa en el territorio valenciano, donde presenta sus mejores poblaciones en la Marina Alta. Añadimos aquí nuevas poblaciones que no mencionábamos en la aproximación reciente a su distribución en Xàbia (SOLER & SERRA, 2011), donde seguro debe contar con más poblaciones, así como una de Denia y otra de Calp y un núcleo de escasos ejemplares encontrados recientemente en la Serra del Castell de Xàtiva, dentro de los límites de la microrreserva de flora, que aumentan su área de distribución en la Comunidad Valenciana. Todas las poblaciones mencionadas aparecen en el termotipo termomediterráneo bajo ombrotipo subhúmedo, en pastizales de Teucrio-Brachypodietum retusi. Se trata de una especie incluida como Protegida No Catalogada en el reciente Decreto 70/2009 que regula el catálogo de flora valenciana amenazada. AGRADECIMIENTOS: Agradecemos nuevamente a la obra social de Caja Mediterráneo, que por medio del CEMACAM-Font Roja y su directora Begoña Marco, ha impulsado durante 7 años los cursos sobre orquídeas y fotografía, facilitando el intercambio de información y experiencias entre los autores. Igualmente a Javier Benito Ayuso la revisión de parte del material fotográfico, a Jaume Cortés, Raúl Fracés, Amparo Olivares, Juan Peris y Jordi Vila la indicación de algunas poblaciones, y a Salvatore Cozzolino por suministrar bibliografía de interés. BIBLIOGRAFÍA ABADIE, L.C., PUTTSEPP, Ü., GEBAUER, G., FACCIO, A., BONFANTE, P. & SELOSSE, M.A. (2006) Cephalanthera longifolia (Neottieae, Orchidaceae) is mixotrophic: a comparative study between green and nonphotosynthetic individuals. Canadian J. Botany 84: 1462-1477. AEDO, C. & HERRERO, A. (eds.) (2005) Flora iberica, 21 Madrid, Real Jardín Botánico, CSIC. ALARCÓN, M.L. & AEDO, C. 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PRIETO, J.A., SÁNCHEZ MATA, D., PENAS, A., MASALLES, R.M., LADERO, M., AMOR, A., IZCO, J., AMIGO, J., LOIDI, J., MOLINA, J.A., NAVARRO, G., CANTÓ, P., ALCARAZ, F., BÁSCONES, J.C., & SORIANO, P. (2007) Mapa de series, geoseries y geopermaseries de vegetación de España. Itinera Geobot. 17: 5-436. SERRA, L. (1999) La flora de Santa Pola. Santa Pola. Ajuntament de Santa Pola. SERRA, L. (2007) Estudio crítico de la flora vascular de la provincia de Alicante: Aspectos nomenclaturales, biogeográficos y de conservación. Ruizia 19. SERRA, L., FABREGAT, C., JUÁREZ, J., PÉREZ ROVIRA, P., DELTORO, V., PÉREZ BOTELLA, J., OLIVARES, A., PÉREZ ROCHER, B., ESCRIBÁ, M., & BENITO AYUSO, J. (2000) Adiciones y correcciones a la orquidoflora valenciana, I. Fl. Montib. 15: 10-20. SERRA, L., B. PÉREZ ROCHER, C. FABREGAT, J. JUÁREZ, J. PÉREZ BOTELLA, V. DELTORO, P. PÉREZ ROVIRA, A. OLIVARES, M.C. ESCRIBÁ & E. LAGUNA (2001a) Orquídeas silvestres de la (Recibido: 10-XII-2012. 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Se ha detectado una única población con no más de 190 individuos, en condiciones de extremo aislamiento geográfico y ecológico. La evolución reticular característica del género, que con frecuencia llega a producir microespecies de área muy reducida, aconseja que se tomen medidas de protección que aseguren su supervivencia. Palabras clave: Armeria, plantas vasculares, Flora amenazada, Castro Valnera, Burgos, España. ABSTRACT: Armeria castrovalnerara sp. nov., a new taxon from Castro Valnera (Cantabrian Mountains, Burgos, N Spain). A new species of the genus Armeria (Plumbagianceae) collected within the mountain range of Castro Valnera (eastern end of the Cantabrian Mountains) is described. An only one population with no more than 190 individuals, in extreme geographical and ecological isolation conditions, has been detected. The genus characteristic reticulate evolution that often produces microspecies of very reduced area, advises to take protective measures to ensure their survival. Key words: Armeria, vascular plants, endangered Flora, Castro Valnera, Burgos, Spain. INTRODUCCIÓN comarca pasiega de los Montes del Pas en su denominación histórica. En la vertiente burgalesa también se conocen como el Somo de Pas. De una forma imprecisa también como Montañas de Burgos. La parte central, que es la que aquí nos interesa, que reúne las cumbres principales que sobrepasan los 1600 m de altitud, es la que se encuentra entre los puertos de montaña de las Estacas de Trueba (1153 m) y Portillo de Lunada (1316 m). Cumbres destacadas son: el propio Castro Valnera (1718 m), Alto de los Dojos (1701 m), Cubada Grande (1605 m), Pico de la Miel (1563 m) y un poco al noreste del Portillo de Lunada, el Picón de Fraile (1625 m). Estas cumbres constituyen un hito fitogeográfico en la gran alineación Denominamos macizo del Castro Valnera en su sentido más amplio al conjunto de alineaciones montañosas y cumbres destacadas localizadas en el extremo oriental de la Cordillera Cantábrica (cf. ALONSO & al. 2007), que constituyen la divisoria de aguas entre las cuencas cantábrica y mediterránea y que así mismo forman parte de los confines administrativos entre las Comunidades Autónomas de Cantabria y de Castilla y León. Discurren estos límites a lo largo de unos 50 km entre los puertos de la Magdalena y la Matanela (junto al puerto del Escudo) por el W y el puerto de los Tornos por el E. Es en el núcleo más elevado de la 121 Armeria castrovalnerana sp. nov., nuevo taxon del Macizo del Castro Valnera (Burgos) formada por los Pirineos y la Cordillera Cantábrica. Del extremo occidental pirenaico se distancian por algo más de 200 km, en una solución de continuidad ocupada por las modestas altitudes de los Montes Vascos. Hacia el este hay que trasladarse más de 50 km para alcanzar la primera altitud superior a los 2000 m de la Cordillera Cantábrica s. st., en las montañas de Reinosa –Sierra del Pico Cordel– . Este carácter de “hito” o “mojón” se ha comentado y destacado por di-versos autores desde casi las primeras ex- ploraciones botánicas (cf. DUPONT 1975; MO- los hielos aceleraron la karstificación (cf. GARCÍA 2002 y 2006; ORTEGA & MARTÍN 2009; RUIZ 2011; RUIZ & GARCÍA 1992; RUIZ & al. 2009), originando zonas de drenaje preferencial, hundimientos y estructuras caóticas. En definitiva, un pai-saje superficial, que es el que ahora contemplamos, con las peculiares alternancias de estratos carbonatados permeables y silíceos impermeables que condicionan las escorrentías surgentes y la inmediata sustracción de los drenajes hacia el interior del macizo. En el transcurso de los trabajos que se iniciaron con la elaboración del Atlas de la flora vascular silvestre de Burgos (cf. ALEJANDRE & al. 2006) y que por el mismo grupo de personas venimos ampliando con campañas anuales de exploración y de redacción de las Adiciones y Revisiones, dimos, durante el año 2011 y luego en el 2012, con una pequeña y sorprendente población de una Armeria que desde el inicio atribuimos al gr. de la A. alpina. Sorprendente por doble motivo: por cuanto representaba la primera localidad de una estirpe de este grupo en el tramo más oriental de la Cordillera Cantábrica (ANTHOS, 2013) y porque se localizó en una zona del macizo del Castro Valnera próxima a una de las sendas más transitadas que facilita el acceso a su cumbre principal. Hemos venido dudando sobre la conveniencia o no de dar un nombre nuevo a una población, en el contexto de un enjambre de formas que parecen barajar ad infinitum un conjunto de caracteres morfológicos más o menos legibles y apenas susceptibles de sostener nivel taxonómico alguno. Finalmente, el aislamiento extremo de la población, el hecho biogeográfico de que se localiza en un macizo de montaña tan significado por otras muchas circunstancias, el particular modelo de evolución reticular propio de las armerias –destacado por diversos autores– y la tensión añadida que nos supone tener que intervenir promoviendo su protección y defensa nos ha movido a RENO & SÁNCHEZ 1994; MORENO & al. 1996, ALEJANDRE & al. 2012, 2013a y 2013b). Son varias las causas que, a pesar de la modesta altitud cenital y media del macizo, contribuyen a que éste despunte como refugio de una flora de gran interés. Un clima hiperhúmedo, que provoca que en algunas de las zonas de cumbres la pluviometría alcance o sobrepase los 3000 mm de precipitación, en un régimen de extraordinaria laxitud anual: fuerte innivación invernal, considerables lluvias otoñales y primaverales, nubosidad de estancamiento muy frecuente en verano, con nieblas casi a diario que generan una forma muy caracterizada de precipitación horizontal que afecta a amplias zonas del macizo. Este clima actual es el “heredero” del que durante la parte final del Pleistoceno activó los grandes aparatos glaciares que afectaron al macizo durante más de 100.000 años (cf. SERRANO 1995 y 1996; SERRANO & al. 2002 y 2011; TURU & al. 2007a y 2007b), originando el paisaje glaciado a menor cota de entre todos los conocidos en la Península Ibérica. El potencial erosivo y clástico de los hielos profundizó las características geológicas de las partes elevadas del macizo, fuertemente fracturado ya por grandes diaclasas que lo compartimentaban, afectando en profundidad a las capas alternantes de carbonatos, de conglomerados y de areniscas. En los sectores y estratos calizos 122 Flora Montiberica 54: 121-135 (10-V-2013). ISSN: 1998-799X J. A. ALEJANDRE, J.J. BARREDO & M.J. ESCALANTE describir el nuevo taxon. Hacerlo a nivel de especie nos parece lo más razonable. Por lo dicho anteriormente en lo que se refiere a la diversificación reticular de este género y por lo que de sospecha añadida se deriva de su localización en el extremo oriental de la Cordillera, a donde llegan influencias de la flora pirenaica que no trascienden más hacia occidente. Corollæ penitæ roseæ. Calyces holopleurotrici vel modice holotrici. Caespitose plant with short branches that develop young rosettes clustered around the main ones; numerous leaves in each rosette, monomorphic to 40 mm, linear-ribbonlike with apex from more or less acute to subobtuse, glabrous or with dispersed microcilia in the edge, (less than three times longer than their width at the base!); solitary scape or 2-3, of 4-9 cm × 0,8- 2,0 mm, glabrous to clearly puberulous in the lower third; sheath shorter than the diameter of the involucres; involucral bracts 8-12, the outer ovate-lanceolate, the middle sometimes apiculate, the inner obovate with wide scarious margin, all of them purplecoloured when young, likeness of the spicular bracts; intense pink corollas; Calyx holopleurotrichous with long and stout hairs or moderately holotrichous. It dwells on a siliceous substrate in the subalpine level of the so-called mountain range of Castro Valnera (Mountains of Burgos), eastern section of the Cantabrian mountains. DESCRIPCIÓN: Planta de hábito cespitoso, con cepa que profundiza en el suelo y ramas cortas cubiertas por restos foliares secos persistentes, que tiende a formar una pequeña almohadilla entrecruzando las hojas de la roseta principal con las de numerosas satélites de menor desarrollo. Hojas homomorfas, numerosas en cada roseta, algo curvadas hacia el suelo las exteriores y patentes las más jóvenes –aunque en el material seco de herbario pueden tomar todas un aspecto más erecto–, linear-acintadas, de 20-40 mm (hasta 50 mm en ejemplares cultivados) × (0,4) 0,8-2 mm, levemente ensanchadas hacia la base en la porción no verde, con borde escarioso y progresivamente estrechadas en el extremo en ápice entre agudo y subobtuso, uninerviadas – detalle detectable sobre todo en seco–, glabras totalmente o con muy cortos RESULTADOS Armeria castrovalnerana Alejandre, Barredo & Escalante sp. nov. HOLOTYPUS: Hs, BURGOS: Espinosa de los Monteros, macizo del Castro Valnera, “las lastras”, ladera este-sureste del Castro, 30 TVN4477, 1600 m, cerca de la senda de montaña, fisuras de litosuelos con escasa pendiente hacia la solana, sustrato silíceo (areniscas microconglomeráticas), 2-VII-2012, J.A. Alejandre & M.J. Escalante (Holotypus: Herbario Alejandre 336/12; Isotypus: MA). OTRAS RECOLECCIONES: Ibíd., 1600 m, grietas de litosuelos con escasa pendiente hacia la solana, sustrato silíceo (areniscas microconglomeráticas), 14-VI-2011, J.A. Alejandre & J.J. Barredo (ALEJ 417/11). Ibíd., 1627 m, 17-VI-2012, J.A. Alejandre & M.J. Escalante (ALEJ 278/12). DESCRIPTIO: Planta humilis cæspitosa. Rami iuvenili breviter rosulati, horum rosulis circum principalem dispositis sunt. Folia rosularia numerosa homomorpha in vivo vetustiora externa parum recurvata atque iuniora valde patentia sed in sicco sæpe multa suberecta, usque 40 × (0,4)0,8-2,0 mm, anguste linearia, glabra vel secus margines minute et rare ciliata; breviora quam triplo ad basim latiora; apice plus minusve acuto vel subobtuso. Scapi singuli vel simul bini ternive, 4-9 cm × 0,8-2,0 mm, glabri vel conspicue puberuli secus tertium basalem; vagina quam involucralis diametro breviora. Bracteæ involucrales 8-12; exterioræ ovato-lanceolatæ; mediæ interdum apiculatæ; interioræ obovatæ, margine escarioso lato munitæ; omniæ iuveniliæ purpureæ, ad bracteas spiculares simillimæ. 123 Flora Montiberica 54: 121-135 (10-V-2013). ISSN: 1998-799X Armeria castrovalnerana sp. nov., nuevo taxon del Macizo del Castro Valnera (Burgos) tricomas –hasta de doble de largo que de ancho: microcilios sensu BERNIS (1957)– a lo largo del margen, que cuando seco se destaca del resto de la hoja. Escapo único o 2-3 junto a cada roseta madura, glabro o pubérulo en el tercio inferior –carácter que viene asociado al aumento de la presencia de tricomas en las hojas–, de 4-8 (9) cm de longitud y 0,8-1,1 mm de diámetro. Vaina involucral 6-11 mm prontamente lacerada en el extremo. Involucro 10-19 (22) mm. Brácteas involucrales 812, de tamaño creciente hacia el interior, las externas, ovado-lanceoladas y diversamente acuminadas llegando a ser tan largas por esa circunstancia como la medias, éstas diversas, en su contorno, presentando a veces un pequeño mucrón, las internas anchamente obovadas u oblongas con margen escarioso ancho. Brácteas espiculares que sobresalen levemente por encima de las brácteas internas, con una mancha apical purpúrea –sobre todo cuando jóvenes– que en algunos individuos presentan una parte central de la superficie pubérula. Cáliz 6-7 mm, holopleurótrico con alta densidad de largos pelos –más raramente con leve tendencia a holótrico–, que aunque disminuyendo progresivamente en longitud alcanzan el inicio de la arista; ésta de 1-1,2 mm. Corola de un rosa intenso, que aporta a la inflorescencia una notable vistosidad a cierta distancia. DISCUSIÓN: Taxon que no es fácil de separar de algunas de las estirpes que se incluyen dentro de la enorme amplitud de formas reconocida por numerosos autores y que llega a difuminar los caracteres “específicos” de Armeria cantabrica Boiss. & Reut. Para destacar el inusual aislamiento geográfico interesa señalar la ausencia total de táxones del gr. alpina en los Montes Vascos de la divisoria de aguas (ASEGINOLAZA & al. 1984; AIZPURU & al. 1999) y el consiguiente alejamiento a más de 200 km de las estirpes pirenaicas del grupo, a lo que se añade el hiato de más de 50 km que separa esta población de las más próximas por el occidente, localizadas en el entorno de las montañas de Reinosa; donde por cierto, las plantas toman un aspecto muy diferente a las de la pasieguería burgalesa. Además de ese aislamiento geográfico “regional”, la población del Valnera llama la atención por la fijación absoluta, que es más que “preferencia” allí, a un sustrato claramente silíceo y la total ausencia de otras poblaciones en los diversos y circundantes carbonatos –ni siquiera se aprecia la trasgresión de algún individuo “despistado”–. Se asiste, por lo tanto, a una situación de marginalidad biogeográfica, que de no atribuirse a una causa fortuita, debe sospecharse como de origen notablemente antiguo. Así mismo, hay que destacar el tamaño reducido y congesto de la población, con no más de 190 individuos de desarrollo bastante parejo entre sí, confinados en una superficie de unos 1700 m², entre los 1610 y 1630 m, con una distancia máxima entre individuos de 110 m, en una zona particularmente crítica en cuanto a su formación – lastras rocosas cuya cobertura vegetal viene sufriendo en la actualidad un severo proceso de decapitación, con exhumación de la superficie rocosa, prácticamente desnuda de plantas que la recolonicen–. Conviene señalar, también, la casi total ausencia de representantes del género en el entorno del macizo del Castro Valnera y Montes de Somo. Incluso aunque se tenga en cuenta la mínima y tímida existencia de un par de reducidísimos testimonios de Armeria pubinervis subsp. orisonensis (HERRERA 1995, ALEJANDRE & al. 2006: 482, CARLÓN 2010: 37) la pobreza es llamativa. Numerosos autores (cf. BERNIS, 1957; CASTROVIEJO, 1990; GUTIÉRREZ & al., 2002; NIETO, 1987, 1988, 2003 y 2011; NIETO & al., 2001 y 2002; FUERTES & al., 1999a y 1999b; FUERTES & NIETO, 2011) recogen información y destacan la importancia de la hibridación multifocal a la 124 Flora Montiberica 54: 121-135 (10-V-2013). ISSN: 1998-799X J. A. ALEJANDRE, J.J. BARREDO & M.J. ESCALANTE hora de interpretar una parte mayoritaria de los táxones del género (se les nombre a éstos a nivel de especie, subespecie, forma, etc.). Sin embargo, en ausencia de una sistemática taxonómica que se apoye en datos objetivos que clarifiquen la inmensa variabilidad inter- e intrapoblacional se opta por un tratamiento clásico sujeto a una nomenclatura de especie, subespecie, etc.; que si se interpreta desatentamente bajo esa premisa clásica o tergiversa su sentido o puede contribuir a ocultar en algún caso la auténtica personalidad de una estirpe. Describimos una nueva especie con el objetivo de subrayar su valor, proponer la profundización de su estudio en un futuro no muy lejano y de contribuir a su defensa ante los más que hipotéticos o previsibles deterioros paisajísticos. Los caracteres morfológicos que tenemos en cuenta son los siguientes. El porte de todos los individuos muy reducido, que va más allá de lo usual en la A. cantabrica y próximo al que caracteriza a otros táxones altimontanos. La pubescencia de los escapos, que se manifiesta claramente en algunos individuos, guarda una cierta correlación con la reducidísima que se presenta en el contorno de las hojas; pero esa conjunción no es comparable a la que confiere personalidad a la A. cantabrica subsp. vasconica (Sennen) Uribe-Echebarría; a la que, por cierto, se le atribuye un origen por introgresión con A. pubinervis (cf. BERNIS, 1957: 272; por las hojas de ápice mas afilado, escapo pubérulo y en el caso de lA. bubanii Lawrence –con la que guarda alguna semejanza: forma de las brácteas involucrales– por cálices claramente holopleurótricos. En lo que concierne a las relaciones con los táxones cantábricos reunidos en torno a la A. cantabrica –DONADILLE (1985: 288) la definía en aquel año como perteneciente esencialmente al sistema cantábrico central y oriental– hay que señalar que la mayor parte de las poblaciones conocidas hasta hoy en el tramo más oriental de la Cordillera Cantábrica se localizan, así mismo, en sustratos claramente carbonatados. Y cuando no, si viven sobre conglomerados, la conjunción de caracteres desviantes es palmaria – macizo de Valdecebollas/Peña Labra: hojas de tendencia linear-lanceoladas y ciliadas–. En la Armeria de Valnera es la estrechez de las hojas y su tendencia a mantenerse sin excepciones lineal-cintiformes la razón de que los ápices tiendan a ser menos obtusos que los propios de la A. cantabrica; detalle que en sí mismo no reviste gran importancia pero que se refuerza por ser uno más de los que se mantienen en cultivo. A pesar de que el medio hostil y casi crítico en el que medran todos los individuos de nuestro taxon afecta indudablemente a su desarrollo óptimo, deducimos, por la experiencia de cultivo, que ha de tender a desarrollar un aspecto almohadillado –poco congesto, sí–. En las Observaciones que en Flora Iberica se dedican a A. cantabrica se apunta la existencia de una forma legionensis –BERNIS (1957) la incluye entre las A. bigerrensis–, caracterizada por las hojas estrechas y los escapos pubérulos, descrita del extremo occidental del área de la especie. Obviamente ha de tratarse de una estirpe de origen filogenético muy alejado del de la nuestra. NIETO (1987: 344) apunta una subvar. asturica Bernis en el occidente cantábrico, calcícola, con escapo pubérulo y hojas URIBE-ECHEBARRIA, 1992: 54, 1999; CASTROVIEJO, 1999: 714). Además de que la distancia geográfica entre las poblaciones de ambos táxones resulta llamativa, les separa su afinidad por sustratos bien diferentes: indefectiblemente calizos en el taxon vasco-navarro. De las armerías pirenaicas del gr. alpina, muy alejadas en lo geográfico teniendo en cuenta la solución de continuidad que supone la ausencia en los Montes Vascos de todos los integrantes del grupo, se separa bien: 125 Flora Montiberica 54: 121-135 (10-V-2013). ISSN: 1998-799X Armeria castrovalnerana sp. nov., nuevo taxon del Macizo del Castro Valnera (Burgos) estrechas constantemente ciliadas; conjunto que tampoco coincide con el que exhibe la planta de Valnera. El mismo autor, al comentar las variaciones de la A. pubinervis, cita un testimonio de H. Nava que en Picos de Europa localiza ciertas poblaciones en “enclaves silíceos”: deben ser las que NAVA (1988: 96) caracteriza como de “hojas anchas” Aun cuando nos resulta difícil valorar la utilidad de los caracteres calicinos para diferenciar táxones muy próximos entre sí, y se requiere gran experiencia y materiales abundantes, maduros y bien preparados para deducir valor discriminante de ellos, cabe resaltar el carácter holopleurótrico con hileras densas de largos pelos, con alguna tendencia a holótrico en pocos casos y únicamente hacia los extremos del tubo. Si hubiera que adelantar una hipótesis de trabajo sobre la procedencia filogenética y establecer un encaje biogeográfico de la planta que hoy vive tan espectacularmente reducida a una población en el Castro Valnera, nos apoyaríamos en el esquema que presenta DONADILLE (1988: 291) relacionando las áreas de los táxones del gr. alpina y de A. pubinervis presentes en el Pirineo centro-occidental y, los Montes Vascos, a cuya área nosotros añadimos el extremo oriental de la Cordillera Cantábrica, representado precisamente por el macizo del Castro Valnera. En ese esquema los roles extremos ocupados por A. alpina y A. cantabrica se matizarían en la parte central del área de contacto a través de la introgresión de A. pubinervis, –más activa y presente cuanto más al occidente y al sur del área vasca– y de la A. alpina a través de la A. bubanii, de una forma puntual en la parte oriental del área intermedia. La planta de Valnera representaría un testimonio de esa introgresión de procedencia pirenaica. Esquema, éste, especulativo, no hay duda, pero que se relaciona con no pocos más que nos sirven para interpretar la existencia de una flora alpina residual y finícola en el macizo del Castro Valnera. PROPUESTA DE MEDIDAS DE PROTECCIÓN NIETO (2003: 8) condensa en un párrafo los principios que debieran orientar las actuaciones prácticas que traten de proteger este tipo de poblaciones caracterizadas por su origen presuntamente hibridógeno y de cuyos procesos evolutivos conocemos tan poco. Por parecernos muy sensatas y luminosas esas frases las reproducimos aquí. “Tal vez, lo más claro sea que es necesario conocer de forma precisa cuál es el posible origen –y relaciones con los congéneres– de cada taxon endémico o susceptible de ser protegido. Si resulta ser de origen híbrido en un género como Armeria, en donde su futuro evolutivo depende fundamentalmente de barreras de aislamiento externas (ecológicas o geográficas), lo mejor sería alterar lo mínimo posible los hábitat donde crece. En una palabra, dejarlo estar.”. La situación futura que se cierne sobre el macizo del Castro Valnera, sobre todo en lo que concierne al entorno de sus cimas principales es problemática. Ese “dejarlo estar” con el que tan sencillamente se define la actuación proteccionista más correcta conlleva en este caso dificultades añadidas. En primer lugar se trata de avanzar en el estudio de la población sin que ello suponga alterarla en lo más mínimo. En segundo lugar, en este caso lo de menos es decidir dejar o no a la naturaleza que haga su trabajo: el alejamiento extremo de la población parece que descarta inmediatas introgresiones naturales. Las alteraciones del medio natural que se anuncian en el horizonte próximo vienen de la mano de la tendencia social a la colonización de la montaña – sin establecer límites razonables– con objetivos turísticos: accesos, instalaciones deportivas, uso compulsivo de la cultura 126 Flora Montiberica 54: 121-135 (10-V-2013). ISSN: 1998-799X J. A. ALEJANDRE, J.J. BARREDO & M.J. ESCALANTE AIZPURU, I., C. ASEGINOLAZA, P.M. URIBE-ECHEBARRÍA, P. URRUTIA & I. ZORRAKIN (eds.) (1999) Claves ilustradas de la flora del País Vasco y territorios limítrofes. Gobierno Vasco. Vitoria. 831 pp. ALEJANDRE, J.A., J.M. GARCÍA-LÓPEZ & G. MATEO (eds.) (2006) Atlas de la flora vascular silvestre de Burgos. Junta de Castilla y León y Caja Rural de Burgos. 924 pp. www.floramontiberica.org/ Atlas_BU/Atlas_BU.htm. ALEJANDRE, J.A., V.J. ARÁN, P. BARBADILLO, P. BARIEGO, J.J. BARREDO, J. BENITO, M.J. ESCALANTE, J.M. GARCÍA-LÓPEZ, L. MARÍN, G. MATEO, C. MOLINA, G. MONTAMARTA, J.M. PÉREZ DE ANA, S. 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Real Jardín Botánico, CSIC – Fundación Biodiversidad. Recurso electrónico en www.anthos.es. Consultas realizadas en el año 2013. ASEGINOLAZA, C., D. GÓMEZ, X. LIZAUR, G. MONTSERRAT, M.R. SALAVERRIA, P.M. URIBE-ECHEBARRÍA & J.A. ALEJANDRE (1984) Catálogo Florístico de Álava, Vizcaya y Guipúzcoa. Gobierno Vasco. Vitoria. 1149 pp. como un medio de entretenimiento barato y que no exige ningún compromiso del usuario, etc. Peinar la zona ampliando la búsqueda de nuevas localizaciones es tarea posible, aunque dificultosa en depende qué zonas de macizo. Si se optara por duplicar las probabilidades de supervivencia cabría la posibilidad de establecer artificialmente alguna colonia en ciertos lugares que se asemejan en lo fundamental al conocido de “las lastras”. Como dato que favorezca y a su vez refuerce la anterior propuesta de protección convienen señalar que a estos montes les afecta lo dispuesto en las actas de la Comisión de la UE sobre lugares de importancia comunitaria de la región biogeográfica atlántica y la designación de los LIC correspondientes (AUCT. PL., 2004 y 2007). La Recomendación 3.105 de la UICN en el Congreso de año 2004 celebrado en Bangkok (UICN, 2005) representa, así mismo, un antecedente muy a tener en cuenta. AGRADECIMIENTOS: A los responsables de los herbario JACA y MA por permitirnos consultar sus materiales y realizar fotografías de algunos pliegos. A los componentes del Grupo Botánico Cantábrico por su ayuda y consejos. A Patricio Bariego por acompañarnos en la visita a La Sanabria zamorana y darnos a conocer alguna de las armerias de la zona. A Carlos Molina por hacer lo propio en una visita al Urbión. A Javier Fernández Casas y a Santiago Sardinero por sus informaciones sobre como localizar armerias en las sierras occidentales del Sistema Central. Al primero de ellos por la traducción de la diagnosis latina. A Vicente J. Arán por su solícita ayuda en las revisiones del manuscrito. A Unai Barredo por aportarnos algunos datos cartográficos. A Rosa Alejandre por su tutela en cuanto al uso de la lengua inglesa. A todos ellos, muchas gracias. BIBLIOGRAFÍA 127 Flora Montiberica 54: 121-135 (10-V-2013). ISSN: 1998-799X Armeria castrovalnerana sp. nov., nuevo taxon del Macizo del Castro Valnera (Burgos) AUCT. PL. (2004) Decisión de la Comisión de 7 de diciembre de 2004, por la que se aprueba, de conformidad con la Directiva 92/43 del Consejo, la lista de lugares de importancia comunitaria de la región biogeográfica atlántica. Diario oficial de la Unión Europea 29.12.2004: 387/1- 387/96. AUCT. PL. (2007) Interpretation manual of European Union habitats EUR 27. 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Herramienta cartográfica digital). Fig. 2: Ejemplar característico de la población. Se aprecian las pequeñas fisuras en la lastra de microconglomerado, que apenas retienen materia orgánica. La planta de Gentiana angustifolia sirve para hacerse una idea del tamaño de la Armeria 130 Flora Montiberica 54: 121-135 (10-V-2013). ISSN: 1998-799X J. A. ALEJANDRE, J.J. BARREDO & M.J. ESCALANTE Fig. 3: Imagen de otro ejemplar de la población. El color negruzco de la roca (apreciable donde no hay erosión ni fisuras) se debe a los solutos que arrastran las aguas que discurren a veces sobre la placas y que se depositan en la superficie por efecto de la evaporación (ladera de escasa pendiente en solana) Fig. 4: “Las lastras”. Se aprecia la pendiente moderada y las escorrentías que circulan temporalmente por la superficie, esenciales para la supervivencia de la Armeria. Se aprecia, así mismo, el arrasamiento de la capa vegetal, los restos en forma de ísleos y en el reborde los sustratos alternantes (calizo/silíceos). 131 Flora Montiberica 54: 121-135 (10-V-2013). ISSN: 1998-799X Armeria castrovalnerana sp. nov., nuevo taxon del Macizo del Castro Valnera (Burgos) Fig. 5: Otra imagen de la zona de “las lastras”. Aquí se aprecia mejor la estructura geológica en forma de estratos alternantes: la lastra silícea subyacente bajo un delgado estrato carbonatado karstificado. Los efluvios temporales surgen en el contacto de la caliza permeable y recorren la superficie impermeable del conglomerado silíceo hasta sumirse en un nuevo estrato calizo Fig. 6: Cumbre del Castro Valnera, de 1707 m. Ladera sureste. Por algo en la Pasieguería se le llama “El Castru” 132 Flora Montiberica 54: 121-135 (10-V-2013). ISSN: 1998-799X J. A. ALEJANDRE, J.J. BARREDO & M.J. ESCALANTE Fig. 7: Ladera sureste del Castro Valnera, a lo lejos, vista desde la base del roquedo norte de La Cubada Grande. Bajo la cumbre central se aprecian las descarnaduras de “las lastras”. Fig. 8: Cumbre del Castro Valnera. Se aprecian las descarnaduras de “Las Lastras” en la falda este-sureste. 133 Flora Montiberica 54: 121-135 (10-V-2013). ISSN: 1998-799X Armeria castrovalnerana sp. nov., nuevo taxon del Macizo del Castro Valnera (Burgos) Fig. 9: Restos de la cubierta vegetal que cubría gran parte de las hoy descarnadas lastras Fig. 10: Otra imagen que ilustra el mismo proceso de dacapitación del suelo (relativamente frecuente el estas montañas debido precisamente a la alternancia de sustratos: calizo permeable y silíceo impermeable subyacente). Los efluvios laminares, el arrastre crionival y la pendiente moderada son los agentes directos que lo causan. 134 Flora Montiberica 54: 121-135 (10-V-2013). ISSN: 1998-799X J. A. ALEJANDRE, J.J. BARREDO & M.J. ESCALANTE Fig. 11: Vista semilateral de una de las plantas cultivadas Fig. 12: Vista cenital de la misma planta 135 Flora Montiberica 54: 121-135 (10-V-2013). ISSN: 1998-799X Flora Montiberica 54: 136-143 (10-V-2013). ISSN: 1998-799X TEUCRIUM MULETII SP. NOV. (SECT. POLIUM, LAMIACEAE), NUEVA PLANTA PARA LA FLORA VALENCIANA Roberto ROSELLÓ GIMENO1, P. Pablo FERRER GALLEGO2, Emilio LAGUNA LUMBRERAS2, José GÓMEZ NAVARRO3, Alberto GUILLÉN4 & Juan B. PERIS GISBERT4 1 IES Jaume I, Plaza Sanchis Guarner s/n, E-12530 Borriana (Castellón) rrosello514@cv.gva.es 2 Servicio de Espacios Naturales y Biodiversidad, Centro para la Investigación y Experimentación Forestal de la Generalitat Valenciana (CIEF). Avda. Comarques del Pais Valencia, 114, E-46930 Quart de Poblet (Valencia) flora.cief@gva.es 3 Instituto Botánico, Sección de Sistemática y Etnobotánica. Universidad de Castilla-La Mancha, Avenida de La Mancha s/n, E-02071 Albacete. jgon0141@yahoo.es 4 Departament de Botànica. Facultat de Farmacia. Universitat de València. Avda. Dr. Moliner, 50, E-46100, Burjassot (Valencia) jbperis@uv.es RESUMEN: Se describe una nueva especie para el género Teucrium L. [Sect. Polium (Mill.) Schreb., Lamiaceae], T. muletii sp. nov., hallada en el litoral de la provincia de Castellón (España) dentro del Parque Natural del Desert de les Palmes. Se aporta su descripción morfológica así como un icon y una tabla con los principales caracteres diferenciales comparados con los de especies afines. Palabras clave: Teucrium, sección Polium, Lamiaceae, Castellón, Península Ibérica. ABSTRACT: Teucrium muletii sp. nov. (Sect. Polium, Lamiaceae), a new plant for the valencian flora. A new species is described for the genus Teucrium L. [Sect. Polium (Mill). Schreb., Lamiaceae], found in the province of Castellón (Spain) in the Natural Park of Desert de les Palmes. A description, icon and a table with the principal discriminant and diagnostic characters are reported for its taxonomic delimitation. Keywords: Teucrium, section Polium, Lamiaceae, Castellón, Iberian peninsula. INTRODUCCIÓN 1995, 2010). Este territorio supone para este grupo de plantas un activo centro genético de dispersión dentro del arco occidental de la cuenca mediterránea (PUECH, Dentro del género Teucrium L. (Lamiaceae), la Sect. Polium (Mill.) Schreb. cuenta con un elevado número de especies y subespecies ampliamente representadas en el cuadrante suroriental de la Península Ibérica (PUECH, 1976; NAVARRO, 1988, 1984; NAVARRO & EL-OUALIDI, 2000). Concretamente, la subordinada subsect. Polium, agrupa dentro de la flora valenciana un total de 10 táxones (MATEO & 136 R. ROSELLÓ GIMENO & al. CRESPO, 2009), bastante bien conocidos y delimitados desde el punto de vista morfológico y corológico. En la provincia de Castellón, concretamente para la sierras litorales extendidas por el Desierto de las Palmas y áreas limítrofes han sido citados T. capitatum (RI- 3-4(4,5) mm longi cinereo-canescentes tubulare cum indumento ramoso coralliformi dentes triangulares acuti et plani cum indumento ramoso et simplici, corolla 4-5,5 mm longa alba lobulis lateroposterioribus glabris vel margine cum indumento simplici. ETIMOLOGÍA: Amicissimo José María Mulet Ortiz ex animo dicatur species. VAS GODAY & FERNÁNDEZ-GALIANO, 1952: 489), T. polium L. y T. aragonense Loscos & Pardo (ALBUIXEC, 1986: 63), esta HOLOTYPUS: Hs, CASTELLÓN: Benicasim, Desert de les Palmes, 31TBE 465400, 420 m, 28-VI-2012, P.P. Ferrer, R. Roselló, A. Guillén & J.B. Peris (VAL 210329). ISOTYPUS: Ibíd. (BC 878120). PARATYPUS: Ibíd. (VAL 210330). DESCRIPCIÓN: Sufrútice aromático de 10-15(20) cm, de cepa leñosa intrincada. Tallos finos 0,6-0,8(1) mm, ascendente-erectos o erectos, tortuosos, radicantes, marrón rojizos al envejecer, cubiertos de un denso tomento blanquecino formado por cortos pelos ramificados y adpresos. Hojas (5)7-10(12) × (0,5)0,8-1(2) mm, opuestas, lineares, revolutas, lobuladocrenadas en su mitad apical, raramente subenteras, erecto-patentes o patentes, verdes por el haz y gris-blanquecinas por el envés, con indumento de pelos ramificados, con abundantes fascículos axilares, frecuentemente igualando o sobrepasando los entrenudos. Brácteas semejantes a las hojas, iguales o más cortas que las inflorescencias. Bracteolas linear-lanceoladas, pecioladas, algo más cortas que los cálices. Inflorescencia simple con cabezuela única o en raras ocasiones poco ramificada y con racimos congestos, formando cabezuelas subesféricas de 7-15 × 6-10 (15) mm. Cáliz 3-4(4,5) mm, tubular, con dientes planos y triangular-agudos de nervios prominentes (a veces denticulados), glanduloso, con indumento externo heterótrico entre pulverulento y tomentosoblanquecino, constituido por pelos coraliformes cortamente ramificados, en contraste con largos pelos en el borde de los dientes, ramificados y simples; interior del cáliz con pelos simples cortos en la parte superior y más largos en la parte última indicada posteriormente bajo el nombre de T. angustissimum Schreber (TIRADO, 1998: 223). Según nuestros estudios, las especies presentes en la zona indicada son T. capitatum subsp. capitatum y la nueva especie que en este trabajo proponemos. Tras el detallado estudio de ciertas poblaciones de Teucrium que se reparten por determinadas áreas termomediterráneas y silíceas -rodenos del Buntsandstein- presentes en el Parque Natural del Desert de les Palmes y en la sierra de Les Santes, hemos detectado ciertas diferencias morfológicas con respecto a las especies de este género hasta ahora conocidas, además de caracteres propios que a nuestro juicio son determinantes y permiten considerar a estas plantas como pertenecientes a una nueva especie, que ahora describimos. RESULTADOS Y DISCUSIÓN Teucrium muletii R. Roselló, P.P. Ferrer, E. Laguna, Gómez Nav., A. Guillén & J.B. Peris sp. nov. (Figs. 1-3) DESCRIPTIO: Planta perennis lig- nosa suffruticosa, ramosissima, 10-15(20) cm, caules vetuli brunneo-rubentis radicant-bus, ramis adscendentes-erecti vel erecti cum indumento cinereo-canescente, folia linearia (5)7-10(12) × (0,5)0,8-1(2) mm longa revoluta supra virentibus subtus cum tomento cinereo-albicante, cum apice laeviter crenato-lobato, inflorescentia solitaria et simplex congesta in glomerulo 7-15 × 6-10(15) mm, calyces 137 Flora Montiberica 54: 136-143 (10-V-2013). ISSN: 1998-799X Teucrium muletii nueva especie para la flora valenciana media a modo de carpostegio. Corola 45,5 mm, blanca, crema en la desecación, glandulosa, poco sobresaliente del cáliz, con lóbulos latero-posteriores glandulosociliados en el dorso, con margen no ciliado o solo con algunos cilios situados en la base de los márgenes exteriores del lóbulo. Núculas 1,5-2 × 1-1,4 mm, marrón oscuro, alveolado-reticuladas. Habita generalmente en lastonares de Thero-Brachypodion ramosi Br.-Bl. 1925 (Lygeo-Stipetalia) y claros de matorrales seriales degradados de Rosmarino-Ericion, principalmente en comunidades de matiz silicícola, al desarrollarse éstos sobre rodenos y argilitas triásicos en áreas termomediterráneas de la sierra litoral de Castellón, al norte del río Mijares (Fig. 4), dentro del sector Valenciano-Tarraconense y distrito Espadánico. Además de convivir con especies de Rosmarinetea officinalis, como Anthyllis cytisoides, Rosmarinus officinalis, Ulex parviflorus o Cistus albidus, forman parte habitual de su cohorte de acompañantes fanerófitos como Calicotome spinosa, Cistus crispus, C. salviifolius, Lavandula stoechas y Erica arborea, junto con diversos elementos de Pistacio-Rhamnetalia alaterni como Quercus coccifera, Chamaerops humilis, Pistacia lentiscus, etc. La presencia de T. angustissimum Schreb. en muchas zonas interiores del sur de Castellón, y por lo tanto su proximidad geográfica con T. muletii, le convierte en obligada referencia y punto de discusión, teniendo en cuenta además que existen caracteres coincidentes en ambos táxones, como la estrechez de sus hojas y las inflorescencias en cabezuela terminal monocéfala. No obstante, la observación a simple vista de la tipología y color de ambas plantas, y sobre todo la comparación detallada de sus respectivas flores y cálices, con indumento de pelos largos en el ápice y en la base, y con largos cilios en los dientes en T. angustissimum, frente a tomentosos y grisáceos con pelos ramificados cortos en el cáliz en T. muletii, descarta cualquier sospecha de identidad. También, resulta una planta muy diferente de T. × coeleste Schreb. (T. angustissimum × T. capitatum), presente en zonas interiores de Castellón (CRESPO & MATEO, 1991: 197; ROSELLÓ, 1994: 243), ya que en raras ocasiones presenta el tipo de inflorescencia ramificada ni el indumento tan característico que hereda el híbrido del parental T. angustissimum compuesto por pelos simples en el cáliz. Por otra parte, cabe reseñar la existencia de citas para T. aragonense en el Desierto de las Palmas (ALBUIXEC, 1986: 63), pero que en nuestra opinión deben de atribuirse a una confusión con el nuevo taxon que proponemos en este trabajo. Otra especie que parece estar relacionada morfológicamente es T. expassum Pau, planta de la que T. muletii podría considerarse vicariante termófila, pues aquel alcanza las montañas interiores de la mitad sur de Castellón en los pisos interiores meso-oromediterráneos y no toca las áreas termomediterráneas. Ambas especies se pueden distinguir por presentar la planta pauana hojas de mayor anchura y cuneadas, dientes calicinos a veces cuculados, ausencia de pelos largos simples en los dientes del cáliz y lóbulos lateroposteriores corolinos profusamente ciliados (Tabla 1). También son interesantes las relaciones que muestra la nueva especie con el endemismo valenciano T. edetanum M. B. Crespo & al., planta termomediterránea de ombroclima seco-semiárido, limitada en su distribución al sur del río Turia (Valencia), que se aparta de T. muletii por presentar dientes calicinos cuculados y habitualmente también mucronados, con lóbulos lateroposteriores corolinos glabros (Tabla 1). 138 Flora Montiberica 54: 136-143 (10-V-2013). ISSN: 1998-799X R. ROSELLÓ GIMENO & al. a b c d f e g h Figura 1. Teucrium muletii (Castellón, Benicasim, Desierto de las Palmas, VAL 210329): a) hábito; b) hojas y detalle del envés en la parte apical de la hoja; c) bráctea; d) bractéolas; e) flor incipiente; f) corola; g) cara interna del cáliz; h) flor con la corola desarrollada. 139 Flora Montiberica 54: 136-143 (10-V-2013). ISSN: 1998-799X Teucrium muletii nueva especie para la flora valenciana Figura 2. Teucrium muletii, procedente de Benicasim (Desierto de las Palmas, Castellón). 140 Flora Montiberica 54: 136-143 (10-V-2013). ISSN: 1998-799X R. ROSELLÓ GIMENO & al. Tabla 1. Principales caracteres diferenciales entre T. muletii y algunas de las especies más estrechamente relacionas. Datos extraídos de NAVARRO (2010) y observaciones personales de los autores. T. muletii T. expassum T. edetanum T. capitatum s.l. (5)10-15 (10)12-20 (10)20-35(45) T. polium (10)1520(30) (5)7-10(13) × 1,5(3); ovado lanceoladas a linearlanceoladas, cuneadas (4)5-7(10) × 1-2(2,5); lanceoladas o lineares, estrechas (4)7(17) × (1) 2,5(4); oblongolanceoladas, oblongo-lineares o lineares (10)11-13 (14) × 3,5-4 (5); oblongas 7-15 × 6-10 (15); en cabezuela terminal, raras veces en racimo corto y denso de tres cabezuelas contraídas (1)1,2-1,5 × 1,2-1,5; en cabezuela terminal o en racimo corto de cabezuelas 1(1,5) × 1; cabezuela terminal subesférica, en ocasiones en racimo corto de cabezuelas 3-15; ramificada, con cabezuelas de 0,5(1) × 0,5(0,8) (1)1,3(1,5) × 1(1,3); capituliforme o en tirso de 2-3 verticilastros de cabezuelas pedunculadas 3-4(4,5); tubular 4(4,5); tubular (3)4-4,5; tubular campanulado (2)3-3,5(4); tubularcampanulado (3,5)4-5(6,5); tubular planos, todos triangularagudos de nervios prominentes, nunca cuculados ni mucronados planos, los superiores triangularobtusos, el central cuspidado, los inferiores triangularagudos o acuminados, a veces cuculados o mucronados y/o denticulados triangularagudos u ovados, cuspidados el central superior plano, el resto o solo los inferiores cuculados, con mucrón dorsal triangular obtusos, oblongo-agudos y ovados, el central superior siempre de longitud mayor o igual a la anchura, planos o en ocasiones cuculados excepto el superior central triangularobtusos, el central ovado cuspidado, los inferiores triangularagudos, acuminados Corola (mm) 4-5,5; blanco 6; blanco o crema 4-5; blanco o crema Núcula (mm) 1,5-2 × 1-1,4 (2)2,1 × 1 2 × 1,2 rodenos y arcillas triásicas calizas, margas, yesos y gravas calizas y margas endemismo castellonense N y E de España endemismo valenciano Tamaño (cm) Hojas (mm) Inflorescencia (cm) Cáliz (mm) Dientes del cáliz Hábitat Distribución (10)15-20 (5)7-10(12) × (0,5)0,8-1(2); lineares 3,5-4(4,5); blanco, crema, rosado o púrpura (1,4)2 × (0,8)1 calizas, margas y yesos, en ocasiones en substratos ácidos C y SW de Asia, S de Europa, N de África 7-9; blanco o crema 1 × 2,3 calizas, dolomías, margas y yesos C y SW de Asia, S de Europa, N y E de África 141 Flora Montiberica 54: 136-143 (10-V-2013). ISSN: 1998-799X Teucrium muletii nueva especie para la flora valenciana La presencia o proximidad de T. capitatum subsp. capitatum, en el área donde hasta ahora hemos localizado T. muletii tiene interés ya que ambas suelen aparecer repartidas de manera simpátrica, estando la primera discretamente extendida en afloramientos calcáreos preferentemente arcillosos o margosos de las partes bajas de la sierra y la segunda a mayor altitud, y siempre dentro de los rodenos y arcillas triásicas. Dada la facilidad de hibridar la planta linneana con otros congéneres de la subsect. Polium, el origen de algunas poblaciones que aparecen en el Desierto de las Palmas son resultado del cruce e introgresiones entre ambas, en este momento en fase de estudio y descrip- ción, quedando relegado el núcleo más puro de T. muletii a las zonas centrales de la sierra, más silíceas y menos degradadas. Algunos rasgos morfológicos que permiten una fácil discriminación entre ambas plantas son el tipo de inflorescencia ramificada que siempre suele mostrar T. capitatum, presencia de tallos más robustos y no radicantes, flores de menor tamaño y dientes calicinos de ápice obtuso o subagudo, con indumento calicino tomentoso algodonoso, formado por pelos principalmente ramificados- más largos y parecido a los tricomas de los dientes, que por contraste no destacan tanto como en T. muletii (Tabla 1). Figura 3. Hábito de Teucrium muletii en su medio natural. 142 Flora Montiberica 54: 136-143 (10-V-2013). ISSN: 1998-799X R. ROSELLÓ GIMENO & al. ² BIBLIOGRAFÍA ALBUIXEC, J. (1986) Flora del Desierto de las Palmas y sus alrededores. Col·lecció Universitària. Castellón. CRESPO, M.B. & G. MATEO (1991) New Spanish nothotaxa in the genus Teucrium L. (Lamiaceae). Flora Medit. 1: 195-203. MATEO, G. & M.B. CRESPO (2009) Manual para la determinación de la flora valenciana. 4ª ed. Librería Compás. Alicante. NAVARRO, T. (1988) Estudios biosistemáticos en el género Teucrium (Sección Polium (Mill.) Schreb. Subsección Polium) en la Península Ibérica (Lamiaceae). Tesis Doctoral. Univ. Granada, Fac. de Ciencias. NAVARRO, T. (1995) Revisión del género Teucrium L., Sección Polium (Mill.) Schreb. (Lamiaceae) en la Península Ibérica y Baleares. Acta Bot. Malacitana 20: 173-265. NAVARRO, T. (2010) Teucrium L. In S. Castroviejo & al. (eds.), Flora iberica, XII: 30166. Real Jardín Botánico, CSIC. Madrid. NAVARRO, T. & J. EL-OUALIDI (2000) Sinopsis of Teucrium L. (Labiatae) in the Mediterranean region and surrounding areas. Fl. Medit. 10: 349-363. PUECH, S. (1976) Recherches de biosystématique sur les Teucrium (Labiées) de la Section Polium du bassin Méditerranéen occidental (Espagne et France). Thèse Doct. Univ. Sci., Acad. Montpellier, 138 p. PUECH, S. (1984) Les Teucrium (Labiées) de la sect. Polium (Miller) du Bassin Méditerranéen occidental (France et Péninsule Ibérique). Naturalia Monspel., Hors Sér.: 1-107. RIVAS GODAY, S. & E. FERNÁNDEZ-GALIANO (1952) Preclímax y postclímax de origen edáfico. Anales Inst. Bot. Cavanilles 10(1): 455-517. ROSELLÓ, R. (1994) Catálogo florístico y vegetación de la comarca natural del Alto Mijares (Castellón). Castellón. TIRADO, J. (1998) Flora vascular de la comarca de la Plana Alta. Castellón. 100 km N 10 km Figura 4. Zona de localización de Teucrium muletii en la provincia de Castellón. Otras localidades estudiadas Hs, CASTELLÓN: Benicasim, Desert de les Palmes, El Bartolo, 31TBE465402, 427 m, 5VII-2012, R. Roselló; Ibíd., 31TBE465399, 422 m, 5-VII-2012, R. Roselló; Ibíd., 31TBE 465397, 390 m, 5-VII-2012, R. Roselló; Ibíd., 31TBE461405, 559 m, 5-VII-2012, R. Roselló; Ibíd., El Carme, 31TBE464401, 440 m, 14VII-2012, R. Roselló. Cabanes, ermita de Les Santes, 31TBE474435, 291 m, 10-VII-2012, R. Roselló, J.B. Peris & A. Guillén; Ibíd., 31T BE475436, 286 m, 10-VII-2012, R. Roselló, J.B. Peris & A. Guillén; Cabanes-Oropesa, 31TBE507437, 126 m, 10-VII-2012, R. Roselló, J.B. Peris & A. Guillén; Agradecimientos: A Fernando Soriano por la revisión del texto latino. (Recibido: 3-III-2013. Aceptado: 12-III-2013) 143 Flora Montiberica 54: 136-143 (10-V-2013). ISSN: 1998-799X Flora Montiberica 54: 144-149 (10-V-2013). ISSN: 1998-799X THYMUS VULGARIS SUBSP. MANSANETIANUS SUBSP. NOV. (LAMIACEAE) P. Pablo FERRER-GALLEGO1, Albert NAVARRO PERIS1, Emilio LAGUNA LUMBRERAS1 & Gonzalo MATEO SANZ2 1 Servicio de Vida Silvestre. Centro para la Investigación y Experimentación Forestal de la Generalitat Valenciana (CIEF). Av. Comarques del País Valencià, 114, E-46930, Quart de Poblet (Valencia). flora.cief@gva.es 2 Jardín Botánico e Instituto Cavanilles de Biodiversidad y Biología Evolutiva. Universidad de Valencia. C/ Quart, 80, E-46008 Valencia. gonzalo.mateo@uv.es RESUMEN: Se describe una nueva subespecie de Thymus vulgaris L. (Lamiaceae); Th. vulgaris subsp. mansanetianus subsp. nov., caracterizada por presentar un hábito postrado, tallos estoloníferos, decumbentes y radicantes, hojas muy estrechas y una floración otoñal. Palabras clave: plantas vasculares, Lamiaceae, subespecie, Thymus, Valencia, España. ABSTRACT: Thymus vulgaris subsp. mansanetianus subsp. nov. (Lamiaceae). A new subspecies of Thymus vulgaris L. (Lamiaceae); Th. vulgaris subsp. mansanetianus subsp. nov. is described. This new subspecies is characterized by its prostrate habit, stoloniferous stems, prostrate and rooting at the nodes, very narrow leaves, autumn flowering period. Key words: vascular plants, Lamiaceae, subspecies, Thymus, Valencia, Spain. medad, razón por las que se han descrito numerosas variedades. Asimismo se hibrida con facilidad con otras especies de su mismo género (MORALES, 1986). Tradicionalmente, junto con la forma típica se reconoce la subsp. aestivus (Reut. ex Willk.) A. Bolòs & O. Bòlos, planta con un nivel de ploidía mayor; 2n = 58, frente a 2n = 28, 30 de la subsp. vulgaris (MORALES, 1986: 101), con hojas cuyo envés suele ser más pubescente y verdoso que tomentoso y blanquecino; inflorescencia espiciforme con verticilastros generalmente más laxos, a veces separados, formando una inflorescencia de aspecto más alargado -no densamente glomerular y globosa como se presenta en el tipo-, brácteas similares a las hojas y un período óptimo de floración estival-otoñal. Algunos autores reconocen asimismo la subsp. INTRODUCCIÓN El género Thymus L. comprende unas 220 especies repartidas por el territorio euroasiático (MORALES, 2010). En concreto Th. vulgaris L. es la especie más ampliamente distribuida por la mitad oriental de la Península Ibérica. Habita en substratos básicos, sobre todo en calizas, margas y terrenos yesíferos, alcanzando cotas desde el nivel del mar hasta 2400 m de altitud. Resulta una planta muy cultivada, empleada como medicinal y culinaria en prácticamente todo el mundo, capaz de asilvestrarse con gran facilidad. Morfológicamente es una especie polimorfa, muy plástica en determinados caracteres, como por ejemplo la pelosidad o el tipo de hojas -más o menos revolutasvariables en función de la sombra y hu- 144 P.P. FERRER GALLEGO & al. palearensis (O. Bolòs & Vigo) O. Bolòs & Vigo, caracterizada por ser una planta postrada y estolonífera, con brácteas más anchas que las hojas, y que puede llegar a vivir en zonas muy elevadas del Pirineo, preferentemente sobre pizarras y otros sustratos silíceos. El estudio de determinadas poblaciones valencianas presentes en territorios termomediterráneos bajo ombroclima seco a subhúmedo de las comarcas de La Safor y La Ribera (sureste de Valencia), donde las plantas presentan caracteres desviantes respecto a las formas conocidas de Th. vulgaris, nos ha inducido a describir una nueva subespecie dentro del tomillo vulgar. La existencia de este taxon en la zona había sido señalada verbalmente por D. José Mansanet, sin embargo ha permanecido inédito hasta el momento. También pasó inadvertido para D. José Borja en su estudio de la Sierra Corbera, efectuado a mediados del siglo pasado (BORJA, 1950), a pesar de que como se indica más adelante su localización se centra sobre todo en ese macizo montañoso. largos, decumbentes, arqueados y radicante-estoloníferos, que no se elevan más de 10 cm de altura pero pueden alargarse unos 20-30 cm; pubescentes, con pelos cortos y retrorsos. Hojas 3,5-5,5(6) × 0,81(1,5) mm, lineares o linear-lanceoladas, planas en el centro pero con márgenes revolutos, sin cilios en la base, puberulentas, densamente punteado-glandulosas con glándulas esferoidales amarillentas. Inflorescencia de unos 10-15 mm de anchura, de glomerular a racemiforme (1-3 cm de longitud), con flores solitarias o en verticilastros laxos. Brácteas similares a las hojas, raras veces más anchas y con margen menos revoluto. Flores hermafroditas y femeninas (planta ginodioica); con pedicelo algo alargado, de 2 mm o algo más de longitud, con pelos cortos y glandulíferos. Cáliz de unos (4)4,3-4,8(5) mm, acampanado, con tubo de 1,8-2 mm, pubescente, con pelos cortos y glándulas esferoidales amarillentas; dientes superiores iguales entre sí, de 0,8-1 mm, ciliados. Corola de (5)5,5-6 mm, blanca o blanquecino-rosada; labio superior escotado, el inferior con lóbulo central mayor que los laterales. Floración otoñal (óptimo X-XII). Habita en las sierras litorales del cuadrante sureste de la provincia de Valencia (Alcira, Cullera, Tavernes de Valldigna, Benifairó de Valldigna y Xeresa) (fig. 1a), en matorrales abiertos, muy soleados y secos (aunque sometidos a un nivel pluviométrico importante), sobre suelos margoso-arcillosos y algo pedregosos, junto a especies como Plantago albicans, Brachypodium retusum, Rosmarinus officinalis, Phagnalon saxatile, Ulex parviflorus, Osyris lanceolata, Rhamnus lycioides, Rh. alaternus, etc. Hemos observado la presencia de flores femeninas en la misma inflorescencia donde se presentan flores hermafroditas (ginodioecia), carácter ya anunciado para la especie por DOMMÉE et al. (1978). En algunas zonas próximas a la Sierra de Corbera, como por ejemplo en la sierra de Cullera, La Murta y La Barraca RESULTADOS Y DISCUSIÓN Thymus vulgaris subsp. mansanetianus P.P. Ferrer, A. Navarro, E. Laguna & G. Mateo subsp. nov. (Figs. 1b-c, 2 y 3, Tabla 1). DIAGNOSIS: A Thymus vulgaris sensu lato habito <10 cm alt., caule prostrato et radicante, foliis angustioribus, floritum septembris-decembris differt. ETIMOLOGÍA: Planta dicata Dr. José Mansanet Mansanet botanico magister. HOLOTYPUS: Hs, VALENCIA: Tavernes de la Valldigna, pr. Las Cruces, 30SYJ3629, 360 m, 24-XI-2012, P.P. Ferrer Gallego (VAL 214683). ISOTYPUS: BC 878316. DESCRIPCIÓN: Planta perenne, sufruticosa, de hábito tendido, hasta 10 cm de altura. Tallos vegetativos postrados, 145 Flora Montiberica 54: 144-149 (10-V-2013). ISSN: 1998-799X Thymus vulgaris subsp. mansanetianus subsp. nov. (Alcira) (fig. 1a), hemos localizado formas de transición entre esta subespecie y Th. vulgaris s.l., con un hábito mayoritariamente decumbente pero nunca estolonífero. Esta nueva subespecie se caracteriza por su hábito tendido, con tallos vegetativos arqueados (fig. 1b), decumbentes, estoloníferos y radicantes en los nudos (fig. 1c), con hojas muy estrechas y fuertemente revolutas, lo que la distancia claramente de la subsp. vulgaris y de la subsp. aestivus (tabla 1). A diferencia de la subsp. palearensis, también prostrada, la subsp. mansanetianus presenta brácteas de similar anchura que las hojas, florece principalmente durante los meses de otoño y crece en terrenos muy cálidos a baja altitud. Por otra parte, en relación al hábito decumbente y el carácter estolonífero de esta nueva subespecie, tras el cultivo de varios ejemplares en condiciones de invernadero, hemos comprobado que ambos caracteres se mantienen y se expresan rápidamente. Respecto a Th. webbianus Rouy, se puede diferenciar por la presencia de cilios en los pecíolos de las hojas en esta otra especie y en su híbrido con Th. vulgaris (Th. × valentinus Rouy) carácter de gran valor taxonómico que no muestra la subsp. mansanetianus. Además, Th. webbianus es generalmente una planta de medios rocosos o escarpados mientras que este nuevo taxon vive en suelos margosoarcillosos. - Hojas con envés pubescente más verdoso, inflorescencia espiciforme o formada por verticilastros separados, floración estival ................... subsp. aestivus 4. Brácteas más anchas que las hojas, floración primaveral .... subsp. palearensis - Brácteas de igual anchura que las hojas, floración otoñal subsp. mansanetianus Otras localidades Th. vulgaris subsp. mansanetianus VALENCIA: Alcira, La Casella, 30SYJ 3132, 400 m, 29-VIII-2008, A. Navarro. Benifairó de Valldigna, pr. Racó del Castell, 30S YJ3525, 115 m, 20-XII-2012, A. Navarro. Ibíd, pr. barranco de Perepuig, 30SYJ326290, 120 m, 24-XI-2011, J. Fabado. Cullera, Muntanya de les Rabosses, 30SYJ3739, 50 m, 22-X-2009, A. Navarro. Tavernes de Valldigna, pr. Font de la Granata, 30SYJ3430, 145 m, 18-IV-2011, J.E. Oltra & A. Navarro. Ibíd., pr. Canal de Defensa, 30SYJ3528, 80 m, 29V-2007, G. Mateo, E. Laguna & A. Navarro. Ibíd., 6-VII-2012, E. Laguna, A. Navarro & P. P. Ferrer. Ibíd., 30SYJ3528, 150 m, 20-V2007, E. Laguna & G. Mateo. Jeresa, entre las fuentes del Mondúver y del Carritx, 30SYJ 3821, 250 m, 23-II-2009, A. Navarro, J.E. Oltra (fig. 1a). AGRADECIMIENTOS: A Josep Enric Oltra (Servicio de Vida Silvestre, Generalitat Valenciana) y Javier Fabado (Jardín Botánico de la Universitat de Valencia) por la información sobre algunas de las localidades donde se encuentra presente esta planta. BIBLIOGRAFÍA BORJA, J. (1950) Estudio fitográfico de la Sierra de Corbera (Valencia). Anales Inst. Bot. Cavanilles 9: 361-483. DOMMÉE, B., M.W. ASSOUAD & G. VALDEYRON (1978) Natural selection and gynodioecy in Thymus vulgaris L. Bot. J. Linn. Soc. 77: 17-28. MATEO, G. & M.B. CRESPO (2009) Manual para la determinación de la flora valenciana. 4ª ed. Librería Compás. Alicante. MORALES, R. (1986) Taxonomía de los géneros Thymus (excluida la sección Serpy- Clave dicotómica 1. Hojas ciliadas en los márgenes del pecíolo ............................. Th. webbianus - Hojas no ciliadas ... 2 [Th. vulgaris s.l.] 2. Planta erecta, no estolonífera ........... 3 - Planta postrado-tendida, estolonífera . 4 3. Hojas con envés tomentoso, blanquecino, inflorescencia glomerular o formada por verticilastros próximos, floración primaveral .................... subsp. vulgaris 146 Flora Montiberica 54: 144-149 (10-V-2013). ISSN: 1998-799X P.P. FERRER GALLEGO & al. llum) y Thymbra en la Península Ibérica. Ruizia 3: 1-324. MORALES, R. (2010) Thymus L. In: R. MORALES & al. (eds.). Flora iberica 12: 349-409. Madrid. Real Jardín Botánico, CSIC, (Recibido: 11-IV-2013. Aceptado: 23-IV-2013) a b c Fig 1. a) Área de distribución de Thymus vulgaris subsp. mansanetianus en la provincia de Valencia (España). Cuadrícula 10 km2. Los cuadrados rojos indican la presencia de la subsp. mansanetianus; con el color amarillo la de los híbridos con Th. vulgaris s.l.; el color naranja indica la presencia de ambas plantas en la cuadrícula. b) Detalle de los tallos vegetativos arqueadodecumbente. c) Detalle de un tallo vegetativo radicante-estolonífero. 147 Flora Montiberica 54: 144-149 (10-V-2013). ISSN: 1998-799X Thymus vulgaris subsp. mansanetianus subsp. nov. Fig. 2. Hábito de Thymus vulgaris subsp. mansanetianus (Tavernes de Valldigna, localidad tipo). Fig. 3. Thymus vulgaris subsp. mansanetianus procedente de Tavernes de Valldigna, 30SYJ3528, 150 m, al pie del pico de Las Cruces (próxima a la localidad tipo). 148 Flora Montiberica 54: 144-149 (10-V-2013). ISSN: 1998-799X P.P. FERRER GALLEGO & al. Tabla 1. Principales caracteres de diagnóstico entre la subsp. mansanetianus y los dos táxones coespecíficos junto con Th. webbianus. Caracteres Tamaño-altura (cm) Hábito Tallos Envés de las hojas Pecíolo de las hojas Inflorescencia; anchura (mm) Brácteas Pedicelos Cáliz (mm) Tubo cáliz (mm) Dientes superiores cáliz Fenología (floración óptima) Distribución provincial (siglas según Flora iberica) Termotipo subsp. aestivus Th. vulgaris subsp. mansanetianus > 30 5-10 30 8-20 erguido tendido postrados, decumbentes, arqueados y radicanteestoloníferos erguido tendido postrados, arqueados y en ocasiones radicanteestoloníferos de glabrescente a tomentoso, de verdoso a blanquecino erectos no arqueados y no radicantes pubescente, verdoso tomentoso, blaquecino subsp. vulgaris erectos no arqueados y no radicantes tomentoso, blaquecino no ciliado no ciliado no ciliado racemiforme con verticilastros laxos; 10-15 similares a las hojas > 2 mm, con pelos glandulíferos 4-5,5 1-2; pubescente, con pelos cortos > 0,8 mm, generalmente ciliados glomerular a racemiforme, verticilastros laxos; 10-15 glomerular, verticilastros próximos y congestos; 10-15 en ocasiones má anchas que las hojas similares a las hojas Th. webbianus ciliado glomerular, verticilastros laxos; 10-25 similares a las hojas > 2 mm, sin pelos glandulíferos 4-5,5 > 2 mm, con pelos glandulíferos 1-2 mm, sin pelos glandulíferos (4)4,3-4,8(5) 0,8-1 mm, generalmente ciliados 3,5-4,5(5) 1,5-2; glabro o pubescente, con pelos cortos < 0,8 mm, generalmente sin cilios IX-XII (II)III-VIII(IX) IV-VI A, Cs, (Mu), PM [Ib], V V A, Ab, Al, b, Bu, [Ca], CR, Cs, Cu, Ge, Gr, Gu, Hu, J, L, Lo, [Lu], M, Mu, Na, [Po], So, [SS], T, Te, To, V, Vi, Z A TermoMesomediterrá neo Termomediterráneo TermoCrioromediterráneo Termomediterrá neo V-X(XI) 1,8-2; pubescente, con pelos cortos 1-2; pubescente, con pelos cortos > 0,8 mm, generalmente ciliados 149 Flora Montiberica 54: 144-149 (10-V-2013). ISSN: 1998-799X Flora Montiberica 54: 150-161 (10-V-2013). ISSN: 1998-799X DRYOPTERIS × OREXPANSA, UN NUEVO HÍBRIDO Y D. × DEWEVERI EN CANTABRIA Francisco J. PÉREZ CARRO1 & Mª Pilar FERNÁNDEZ ARECES2 I.E.S. Bernardino de Escalante, Av. Duque de Ahumada 5. E-39770 Laredo (Cantabria). fjcarro@wanadoo.es 2 I.E.S. José del Campo, Barrio El Rocillo s/n. E-39840 Ampuero (Cantabria). mpareces@wanadoo.es 1 RESUMEN: Se describe un nuevo híbrido en Cantabria Dryopteris × orexpansa. Se presenta su citología y se estudian los caracteres morfológicos y micromorfológicos con el fin de establecer sus posibles parentales: D. oreades y D. expansa. Por otro lado se cita por primera vez en Cantabria, Dryopteris × deweveri.Se hacen algunas consideraciones sobre su distribución en la Península Ibérica y se proporciona información para su identificación. Palabras clave: Pteridophyta, Dryopteris, morfología, citología, corología, Cordillera Cantábrica, Cantabria, España. ABSTRACT: Dryopteris × oroexpansa, a new hybrid fern and Dryopteris × dewe-veri in Cantabria (N Spain). A new Dryopteris hybrid from Cantabria is described as D. orexpansa. We report on its cytology and on morphological and micromorphological characters that were studied in order to establish its putative parents: Dryopteris oreades and D. expansa. On the other hand, we record for fist time D. × deweveri from Cantabria (Spain). Some considerations do on his distribution in the Iberian Peninsula and information is provided for his identification. Key words: Pteridophyta, Dryopteris, morphology, cytology, geographical distribution, Cordillera Cantábrica, Cantabria, Spain. Entre los estudios para establecer las relaciones y el origen de diversas especies, se encuentran aquellos en los que la hibridación artificial determina ejemplares de estudio para posteriores análisis INTRODUCCIÓN Está ampliamente aceptado que la influencia de la hibridación y posterior duplicación del material genético, constituyen una fórmula que determina nuevas especies, siendo uno de los mecanismos que propician la evolución, presentando los pteridófitos un buen número de ejemplos (MANTON, 1950). Así, son muchas las especies del género Dryopteris Adans. (Dryopteridaceae, Pteridophyta) implicadas en los procesos anteriormente señalados (WAGNER, 1971, FRASER-JENKINS, (WALKER, 1955; GIBBY & WALKER, 1977). Otro camino, viene determinado por el análisis de aquellos individuos que se han originado de forma natural, mediante la hibridación de determinadas especies que conviven en un ecosistema, como puede ser el caso de las presentes en Azores (GIBBY, 1985). En este trabajo nos referiremos a dos de este último tipo de individuos. 1982; FRASER-JENKINS & REICHSTEIN, 1984). 150 F.J. PÉREZ CARRO & M.P. FERNÁNDEZ ARECES o EKRT & al., 2010), entre otros autores. La primera indicación que se hace de esta notoespecie en la Península Ibérica se debe a GIBBY (1983:64), quien recoge que FRASER-JENKINS & JERMY (1977) lo señalan del NW de España. En este último trabajo las referencias citadas no aparecen, indicándose no obstante (l.c.:339) que en nuestro país se encuentra D. × ambroseae Así, abordaremos por un lado en el presente trabajo, el estudio de un grupo de individuos procedentes de un clon, con características morfológicas intermedias, que se presentaban conviviendo con sus supuestos parentales Dryopteris expansa (C. Presl) Fraser-Jenk. & Jermy y D. oreades Fomin. La localidad, Peña Sagra, en Cantabria, presenta la típica configuración de grandes cantos de origen glaciar, donde cohabitan con frecuencia las citadas especies. FRASER-JENKINS (1986:206-207) no recoge, en su listado de híbridos, ninguna combinación entre las especies que tratamos. Tampoco es recogido un posible híbrido entre los taxones citados en las siguientes listas: DERRICK & al., 1987; SAL- Fraser-Jenk. & Jermy (= D. expansa × D. dilatata). Posteriormente, FRASER-JENKINS (1982: 306-309) menciona que el taxon que nos ocupa, se encuentra en el NE de España y SW de Francia, aludiendo a varias citas pirenaicas, francesas. DERRICK & al. (l.c.), en su listado de pteridófitos recoge que D. × deweveri se encuentra en España, al igual que SALVO & ARRABAL (l.c.), sin una cita expresa de localidad o provincia. En el catálogo de pteridófitos de Cataluña elaborado por SÁEZ (1997), no figura el taxon que estamos tratando. Por nuestra parte, ya pusimos de manifiesto la presencia de esta nothoespecie, al mostrar el entorno fitosociológico de D. remota (PÉREZ & FERNÁNDEZ ARECES, VO & ARRABAL, 1986 y HASSLER & SCHMITT, 2011. Tampoco se señala una combinación de taxones como la nuestra como progenitores de un híbrido- en FRASER-JENKINS & REICHSTEIN (1984:164-169); únicamente se menciona como posible híbrido, aunque no encontrado, el constituible por el cruce de Dryopteris dilatata (Hoffm.) A. Gray y D. oreades. Por otro lado FRASER-JENKINS (2008) en la extensa enumeración de especies y sus híbridos, mostrada en su lista de discusión (uk-ferns@yahoogroups.com), no señala un binomen y/o una combinación válida para un supuesto híbrido entre las especies que nos ocupan. Agrega además que muchos de los tipos estudiados por él, en relación a la lista de híbridos FRASERJENKINS (1986:206), corresponden a Dryopteris remota (A. Braun ex Döll) Druce, taxon, que guarda relación con la combinación de taxones aquí tratada, ya que uno de sus supuestos parentales es D. expansa, aunque difieren en el segundo, D. affinis (Lowe) Fraser-Jenk. No es el caso del siguiente taxon que tratamos, Dryopteris × deweveri (Jansen) Jansen & Wachter (D. carthusiana (Vill.) H. P. Fuchs × D. dilatata), señalado de un amplio grupo de países europeos (DERRICK & 2007: 32). Por otro lado, como datos relevantes debemos señalar que: − Dryopteris expansa y D. oreades son especies diploides, mientras que D. dilatata y D. carthusiana son especies (MANTON, 1950; alotetraploides WALKER, 1955; GIBBY, 1983; FRASERJENKINS & REICHSTEIN, 1984). − El origen de D. dilatata se relaciona con D. expansa var. alpina (Moore) Viane y D. intermedia (Muhl. ex Willd.) A. Gray subsp. maderensis (Alston) Fraser-Jenk, y por lo tanto posee sus genomas (GIBBY & WALKER, 1977; VIANE, 1986). Por otro lado, se piensa que D. carthusiana comparte un genoma con D. dilatata, dado que parece derivar de D. intermedia subsp. intermedia (Muhl. ex Wild.) A. Gray y un diploide aún por descubrir, que ha sido identificado como D. semicristata (WAG- al., 1987, PAGE, 1982, LEONHARDS & al., 1990 151 Flora Montiberica 54: 150-161 (10-V-2013). ISSN: 1998-799X Dryopteris × orexpansa, nuevo híbrido de Cantabria NER, 1971). Es necesario resaltar que las dos subespecies citadas de D. intermedia y D. azorica (Christ) Alston presentan una alta homología de sus genomas (GIBBY & viamente a su observación, se procedió al aplastamiento de los esporangios inmaduros teñidos, en ácido acético (solución al 45%). En los individuos de origen hibridógeno, se observaron esporangios maduros, con un contenido en el que estaba presente material abortado en alto porcentaje. En consonancia, se comprobó que la meyosis fuera irregular. WALKER, 1977 y GIBBY, 1983). Por último, destacar, que a pesar de lo señalado por HOLLAND & RICHARDSON (2009: 67), sobre la variabilidad e incremento con la altitud de la longitud de las células guarda de los estomas, de -entre otras especies- D. carthusiana, consideramos este carácter micromorfológico, significativo en la caracterización de las diferentes especies y en estudios comparativos. RESULTADOS Y DISCUSIÓN 1. Dryopteris × orexpansa Pérez Carro & Fern. Areces, nothosp. nov. [D. oreades × D. expansa] MATERIAL Y MÉTODOS Diagnosis: Planta hybrida, morphologia inter parentes intermedia. Similior Dryopteridi expansae sed lamina ovatolanceolata, par pinnarum basalis longitudine minor quam sequens par et petiolum brevius quam lamina, sicut illud Dryopteridis oreadis; pinnae superi tertii laminae modo pinnulis basalibus pinnatisectis ferentes; rachis et pinnarum pinnularumque nervi infera facie badiarum palearum copiam plus minusve ferentes. Pinnulae tertii superi cuiusque pinnae oblongae, apice rotundato vel subacuto. Indusio ad marginem glandularum copiam ferens. Sporae abortivae. Planta diploidea, meiosi paribus 0 vel 1 et univalentibus 80-82. El material utilizado para la realización del estudio tanto morfológico como citológico, se recoge en el apéndice 1 y se encuentra depositado en el herbario personal de los autores, y también, en los casos indicados, en VAL, MA, y JBAGLaínz. Por lo que se refiere al estudio de la longitud de las células guarda de los estomas, seguimos, básicamente, las pautas señaladas por BENNERT & al. (1989: 313). Para ello, procedimos a decolorar las pinnas medias de material prensado, en solución de hipoclorito sódico durante 24 horas, para, posteriormente, proceder a su deshidratación, en soluciones alcohólicas (30-96%). Finalmente, el material fue incluido en bálsamo de Canadá, con el fin de proceder a su estudio. El número de medidas fue siempre igual o superior a 40. Los resultados de este estudio, se expresan como la media, y el intervalo de la media más menos dos veces la desviación típica, o bien se indica la media y la desviación típica. En la Tabla 2 figuran nuestros datos y los de otros autores. Para el análisis citológico, el material fue fijado en Farmer (alcohol absoluto: ácido acético glacial, 3:1) durante 48 horas, entre -5 y -10° C, y posteriormente fue teñido con carmín acético al 2%. Pre- HOLOTYPUS: Hs, CANTABRIA: 30T UN87, Peña Sagra, Canal del Carro, 1550 m, 8-VII-2008, ubi cum D. oreades atque D. expansa, leg. Pérez Carro & Fernández Areces, VAL (Fig.1). ISOTYPUS: Herb. Pers, MA, JBAG-Laínz. Derivatio: Se propone un nombre derivado del de los supuestos progenitores. Descripción morfológica: Planta híbrida de morfología intermedia entre la de sus supuestos parentales. Las frondes, de hasta 67 cm, no persistentes en invierno, se asemejan más a D. expansa, pero con lámina ovado lanceolada y el par basal de pinnas, más corto que el siguiente y con menor división hacia el ápice de las mismas, asemejándose con ello a Dryopteris oreades. 152 Flora Montiberica 54: 150-161 (10-V-2013). ISSN: 1998-799X F.J. PÉREZ CARRO & M.P. FERNÁNDEZ ARECES Fig. 2. Fotografía de Dryopteris × orexpansa procedente de Peña Sagra (Cantabria) y cultivado en jardín personal) Fig. 1. Fotosilueta del holótipo de: Dryopteris × orexpansa. Fig. 3. Fotosiluetas comparativas de las pinnas medias de: A) Dryopteris oreades, B) D. × orexpansa y C) D.expansa (todos procedentes de Peña Sagra, Cantabria). 153 Flora Montiberica 54: 150-161 (10-V-2013). ISSN: 1998-799X Dryopteris × orexpansa, nuevo híbrido de Cantabria Dryopteris expansa Dryopteris × orexpansa Igual longitud o un poco más corto. Claramente más corto. Triangular-lanceolada. Ovado-lanceolada. División de la lámina Tripinnada en los 2/3 basales de las pinnas. Tripinnada sólo en el tercio basal de las pinnas. Indumento lámina Eglandular o con algunas glándulas dispersas. Densamente glandular sobre todo por el envés. Indumento estipe y raquis Base del estipe con abundantes páleas anchamente lanceoladas, usualmente con una mancha central oscura que se extiende hacia el ápice. Páleas escasas hacia el raquis. Carácter/taxon Longitud del estipe en relación a la lámina Morfología de la lámina Morfología de las pínnulas en el tercio superior de la lámina Morfología dientes Estrechamente triangular-lanceoladas con el ápice marcadamente agudo. Dientes agudos y aristados. Base del estipe con abundantes páleas estrechamente lanceoladas, con mancha central oscura sólo en la base. Raquis con más o menos abundantes páleas, estrechamente lanceoladas y de color pardo rojizo. De oblongas a rectangular-lanceoladas, con el ápice subagudo a redondeado. Dientes agudos pero no aristados Dryopteris oreades Claramente corto. más Estrechamente lanceolada. Bipinnada, con sólo las pínnulas proximales pinnatífidas. Con algunas glándulas dispersas o eglandular. Base del estipe con abundantes páleas, lanceoladas, concólores. Raquis con más o menos abundantes páleas, estrechamente lanceoladas y de color pardo rojizo. Rectangularlanceoladas con el ápice redondeado. Dientes obtusos Disposición de las pínnulas distales Con cierta frecuencia falcadas. Falcadas. No falcadas. Morfología e indumento del indusio Delgado y pequeño, eglandular o con escasas glándulas. ± grueso y plano en la madurez del soro, glandular en sus bordes. Grueso con el margen revoluto y glandular en sus bordes. Tabla 1. Comparación de los principales caracteres entre D. orexpansa y sus supuestos progenitores. La Tabla 1 muestra una comparación de los rasgos morfológicos de la nothoespecie y de sus supuestos progenitores. Micromorfología: La longitud de las células guarda de los estomas [43,5–50,557,5 μm, ver Tabla 2), es máspróxima a la de un taxon tetraploide, como D. dilatata por ejemplo, que a la de uno diploide, nivel de ploidía que, a priori, se esperaría para el individuo objeto de estudio. Una predicción de la media de la longitud de las células guarda de los estomas, de acuerdo al tamaño propio del de sus hipotéticos progenitores, como proponen BENNERT & al. (1991:8) debería ser de 44,95 μm. Taxones como D. aemula (Aiton) O. Kuntze (ver Tabla 2), o D. aitoniana Pichi Serm. o D. intermedia subsp. maderensis, que muestran de media del carácter que tratamos, 41 y 40 um respectivamente (BENNERT & al., 1991:13), apoyan lo que señalamos. 154 Flora Montiberica 54: 150-161 (10-V-2013). ISSN: 1998-799X F.J. PÉREZ CARRO & M.P. FERNÁNDEZ ARECES Taxón/ Espécimen o Nivel de ploidía Nivel de ploidía fuente origen de los N 2x híbrido 2x 4x e híbrido datos Dryopteris oreades 1 44 41- 48.5-56 *1 46,6 - 49 Dryopteris expansa 2 84 33,6 -41,4- 49,2 *2 43- 46 -50 *3 40- 47 -54 Dryopteris × orexpansa 3 89 43.5 - 50,5 - 57,5 Dryopteris aemula 4 40 37,5 - 45,6 - 54 *4 39 - 44 - 49 *5 39 - 44 - 49 Dryopteris corleyi 5 38 45,6 - 55,7 - 65,8 Dryopteris dilatata 6 40 41- 48 - 55 *2 47- 52- 57 *3 47- 54 - 61 Dryopteris carthusiana 7 40 48 - 56 - 63,7 *2 48 - 53 - 59 *3 51 - 57- 65 *6 43.2 - 54.5 Dryopteris × deweveri 8 40 43,5 - 51,8 - 60 Tabla 2. Tabla comparativa de la longitud de las células guarda de los estomas en µm, en los diferentes taxones estudiados. La numeración de los especímenes guarda relación con el Apéndice 1; los datos de otros autores: *1.- PÉREZ & FERNÁNDEZ ARECES, 2007: 33, intervalo de medias; *2.- VIANE, 1985: 64 media ± desviación estándar; *3.-VIANE, 1985: 64 (de otros autores recogidos en su tabla 2), media ± desviación estándar; *4.- BENNERT & al.,1991: 13, media ± desviación estándar; *5.- VIANE, 1988: 248, media ± desviación estándar; *6.- HOLLAND & al., 2009: 67, intervalo de medias. N representa el tamaño de la muestra. Resultados no concordantes con las hipótesis esperadas, han sido también se-ñalados de D. × furadensis Bennert, Rasbach, K. Rasbach & Viane, en el que la lon-gitud de las células guarda de los estomas es, inesperadamente más pequeña (BEN-NERT & al., 1991:13), o más grande, como es el caso de D. × alejandrei Pérez Carro & Fern. Areces que presenta datos no concordantes con su nivel triploide (PÉ-REZ & FERNÁNDEZ ARECES, 2007: 33). En este sentido, se debe resaltar que tanto D. oreades, como las especies en las que está presente el genoma de este taxon, el citado D × alejandrei o D. corleyi (ver Tabla 2), muestran la longitud de las células guarda de los estomas, con valores superiores a los propios de especies de su mismo nivel de ploidía, con algunas excepciones como la propia de D. carthu-siana, último hecho también constatado (HOLLAND & RICHARDSON, 2009:66). 155 Flora Montiberica 54: 150-161 (10-V-2013). ISSN: 1998-799X Dryopteris × orexpansa, nuevo híbrido de Cantabria Taxon Univalentes Bivalentes Nº de células Dryopteris × orexpansa espécimen nº3 c. 80 1 6 c. 82 0 9 c. 41 7 c. 41 11 c. 86 39 1 c. 84 40 2 c. 138 13 1 c. 88 38 1 Dryopteris expansa espécimen nº2 Dryopteris oreades espécimen nº1 Dryopteris × deweveri espécimen nº8 c. 82 41 2 Tabla 3. Datos del análisis del apareamiento cromosómico en células madres de esporas de los cuatro taxones estudiados, (para localidades de material estudiado ver Apéndice 1). Citología: Tal y como queda reflejado en la Tabla 3, en la que figuran los conteos más precisos, el contendido gamético de tanto el supuesto híbrido, como los propuestos parentales Figs. 4 (A,A’) –(B,B’) y 5 (A,A’), es el propio de individuos diploides, como está reiteradamente señalado para D. oreades y D. expansa (MANTON, Además, la práctica ausencia de apareamiento, -hecho muy presente en la identificación de individuos de carácter hibridógeno entre especies no relacionadas, como en D. furadensis (BENNERT & al., 1991:10) entre otros ejemplos-, pone de manifiesto la falta de una relación entre los genomas de las supuestas especies implicadas, como era, a priori, previsible en el caso de D. oreades y D. expansa. Por otro lado, en el entorno más o menos próximo, fueron localizados individuos de los siguientes taxones: D. filix– mas, D. dilatata, y D. affinis que descartamos como supuestos parentales, por las siguientes razones: D. filix–mas y D. dilatata son taxones de carácter tetraploide, por lo que una hibridación, bien con D. expansa, o bien con D. oreades, originaría individuos triploides, supuestos que no coinciden con los datos que hemos obtenido, dado que los ejemplares analizados son diploides. Una combinación favorable para nuestro caso, de D. affinis con D. expansa o D. dilatata, determinaría individuos triploides o tetraploides, supuestos que tampoco coinciden con los datos obtenidos. 1950; GIBBY, 1983; FRASER-JENKINS & REICHSTEIN, 1984) entre otros autores. En ninguno de los individuos analizados, se han observado esporangios con un número de células madres de esporas inferior a 16. Los dos ejemplares analizados, de los supuestos parentales, se presentaban adyacentes al grupo clónico de individuos del híbrido que estamos proponiendo. La confirmación de esta determinación, valida la primera hipótesis sobre el origen, la de la convivencia de los su-puestos parentales, con el grupo de caracter hibridógeno que estamos tratando. Para el caso del taxon de origen híbrido, y tal y como es propio de los mestos, la meyosis está alterada, observándose tétradas irregulares. La falta de apareamiento, con la observación de tan sólo 1 bivalente, frente a un total de entre 80-82 univalentes (Fig. 4 A, A’), confirma nuestra inicial hipótesis de un origen híbrido para los individuos analizados. . 156 Flora Montiberica 54: 150-161 (10-V-2013). ISSN: 1998-799X F.J. PÉREZ CARRO & M.P. FERNÁNDEZ ARECES Fig. 4. Comportamiento meyótico en células madres de esporas (fotografías y diagramas) de: A, Dryopteris × orexpansa espécimen nº 3, metafase I, n= 82 univalentes; B, D. oreades, espécimen nº 1, diacinesis, n= c. 41 bivalentes. Bivalentes, en negro; univalentes, perfilados. A’ y B’ diagramas explicativos. Las localidades de origen de los distintos especímenes pueden verse en el Apéndice 1. Fig. 5. Comportamiento meyótico en células madres de esporas (fotografías y diagramas) de: A, Dryopteris expansa espécimen nº 2, diacinesis, n= 41 bivalentes; B, D. × deweveri, espécimen nº 8, metafase I, n= c. 41 II, 82 I. Bivalentes, en negro; univalentes, perfilados. A’ y B’ diagramas explicativos. Las localidades de origen de los distintos especímenes pueden verse en el Apéndice 1. 157 Flora Montiberica 54: 150-161 (10-V-2013). ISSN: 1998-799X Dryopteris × orexpansa, nuevo híbrido de Cantabria Por lo anteriormente expuesto, los datos citogenéticos son compatibles y respaldan la inicial hipótesis que relaciona al grupo de individuos hibridógenos con un posible cruce entre D. oreades y D. expansa. c.- Como característica exclusiva y que marca carácter, dado que ambos parentales son prácticamente eglandulares, esta nothoespecie muestra abundantes glándulas en lámina y raquis, cuestión ya puesta de manifiesto en JERMY & al. (1978: 94), VIANE (1986: 90) y EKRT & al. (2010: 1214), hecho que VIANE (l.c) significa y relaciona con las características propias de D. intermedia sensu stricto. Micromorfología: La longitud de las células guarda de los estomas, según nuestros datos de 43,5 – 51,8 – 60 μm, se muestra característicamente intermedia entre los datos de sus supuestos progenitores (ver Tabla 2). En este sentido, destacar, que a pesar de que ambos taxones son tetraploides, D. carthusiana muestra valores superiores, en el carácter que estudiamos, respecto de D. dilatata, como ya destacan RÜNK & al. (2012:1053). No hemos podido corroborar nuestros datos con los obtenidos por otros autores, cuestión que estimula nuestro interés. El contenido esporangial se presenta acentuadamente abortado, sin otro posible análisis, más que el que permite apoyar el posible origen hibridógeno del individuo analizado. 2. Dryopteris × deweveri 2.a. Morfología Destacando de antemano que es un taxon de carácter hibridógeno, basamos el reconocimiento de esta nothoespecie en las siguientes singularidades: a.- Presenta como características propias de D. carthusiana, frondes erectas, con pínnulas escasamente divididas hacia el extremo de las pinnas, con segmentos oblongo lanceolados y dientes marcados. b.- Como características propias de D. dilatata, pínnulas basiscópicas de las pinnas basales, con segmentos no opuestos, y uno de ellos adnado al raquis (Fig.6 A y B); además, páleas bicolores. 2.b. Citología El análisis del apareamiento de cromosomas, mostrado en un ejemplo en Fig. 5 (B,B’) -recogido junto a otros conteos precisos en la Tabla 3-, parte de la observación de un significativo y elevado número de bivalentes, de 13 a 41, además de mostrar de 82–138 univalentes. El contenido en meyosis de las células madres de esporas, es el propio de individuos de nivel tetraploide, mostrando diversas anomalías propias de los híbridos. En este análisis se pone de manifiesto una presunta homología entre dos de los 4 genomas presentes en este supuesto individuo de carácter híbrido, pues llegan a detectarse hasta 41 bivalentes. Tal y como ya hemos señalado, en la introducción, D. dilatata comparte con D. carthusiana uno de sus Fig. 6. Fotosiluetas: comparativa de las pinnas basales de A, Dryopteris dilatata (Cantabria: 30TVN38 , Selaya pr. Pisueña, 320 m, 15-VI2006); B, D. × deweveri (espécimen nº 8 ); C, D. carthusiana (Cantabria: 30TVN38 , Selaya pr. Pisueña, id). 158 Flora Montiberica 54: 150-161 (10-V-2013). ISSN: 1998-799X F.J. PÉREZ CARRO & M.P. FERNÁNDEZ ARECES genomas, el propio de D. intermedia sensu lato siendo esta homología, la presumiblemente responsable de que aparezcan hasta 41 bivalentes. Así, significando con I el genoma de D intermedia, con Ex el propio de D. expansa, y con S el propio de “D. semicristata”, el esquema de relaciones mostrado en la Fig. 7, ilustra la homología de dos de los genomas (los propios de D. intermedia) presentes en D. × deweveri, mientras que los restantes posibles 82 univalentes proceden de los genomas no homólogos de D. expansa y “D. semicristata”. 2.c. Distribución ibérica Sobre la base de lo ya indicado en la introducción, pues hasta el momento desconocemos sobre qué bases se cita D. × deweveri del territorio español, señalamos que la cita que proponemos en este trabajo, constituye la primera en el contexto español, aunque debe subrayarse su destacada presencia en el pirineo francés. AGRADECIMIENTOS: Deseamos expresar nuestro agradecimiento a: D. Antonio Peña Fdez. y Dña. Mª José Blanco Fdez., por la diagnosis latina y a Dña. Helena Velayos Mayo por su atención en las consultas realizadas en la biblioteca del Real Jardín Botánico de Madrid. BIBLIOGRAFÍA BENNERT, H.W., R.E.G. PICHI SERMOLLI, H. RASBACH, K. RASBACH & T. REICHSTEIN (1989) Asplenium × helii Lusina, the valid name for the hybrids between A. petrarchae (Guérin) DC. et A. trichoma-nes L. (Aspleniaceae, Pteridophyta). II. Detailed description and illustrations. Webbia 43 (2): 311-337. BENNERT, H.W., H. RASBACH, K. RASBACH, & R.L.L VIANE (1991) Dryopteris × furadensis (Dryopteridaceae: Pteridophyta), a new endemic fern hybrid from Madeira. Fern Gaz. 14: 7-15. DERRICK, L. N., A. C. JERMY & A. M. PAUL (1987) Checklist of European Pteridophytes . Sommerfeltia, 6:1-XX, 1-94. EKRT, L., R. HULOBOVÁ, P. TRÁVNÍCEK & J. SUDA (2010) Species boundaries and frequency of hybridization in the Dryopteris carthusiana (Dryopteridaceae) complex: A taxonomic puzzle resolved using genome size data. American Journal of Botany 97(7): 1208-1219. FRASER-JENKINS, C. R. 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Los datos citológicos son pues concordantes con la hipótesis inicial, y con lo señalado por otros autores para esta nothoespecie (GIBBY, 1983, LEONHARDS & al. 1990) entre otros autores y contribuyen a corroborar la determinación que se ha realizado del material estudiado. 159 Flora Montiberica 54: 150-161 (10-V-2013). ISSN: 1998-799X Dryopteris × orexpansa, nuevo híbrido de Cantabria FRASER-JENKINS, C.R. (2008) chrisophilus@yahoogroups.com. “re: dryopteris relationships chart” [en línea]. en: [dryopteris relationships chart. ]. dec 31, 2008 , message id.: <ukferns@yahoogroups.com>mensaje archivado en: <http://tech.groups.yahoo.com/group/ukferns/me ssages/863?threaded=1&m=e&var=1&tidx =1>[consulta: 5 agosto 2012]. FRASER-JENKINS, C.R. & A.C. JERMY (1977) Nomenclatural notes on Dryopteris: Fern Gaz. 2. 11: 338-340. FRASER-JENKINS, C.R. & T REICHSTEIN (1984) Dryopteris. In: Kramer, K.U. [ed.], Pteridophyta in G. Hegi, Illustrierte Flora von Mitteleuropa, ed. 3, 1(1): 136–169. 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Pisueña, 320 m, 15-VI-2006, Pérez Carro & Fernández Areces. 2. CANTABRIA: 30TUN87, Peña Sagra, Canal del Carro, 1550 m, procedente de cultivo en jardín personal, 3-6-2012, Pérez Carro & Fernández Areces. Dryopteris carthusiana (Vill.) H. P. Fuchs Dryopteris orexpansa Pérez Carro & Fern. Areces 7. CANTABRIA: 30TVN38, Selaya pr. Pisueña, 320 m, 15-VI-2006, Pérez Carro & Fernández Areces. 3. CANTABRIA: 30TUN87, Peña Sagra, Canal del Carro, 1550 m, procedente de cultivo en jardín personal, 3-6-2012, Pérez Carro & Fernández Areces. Dryopteris × deweveri (Jansen) Jansen & Wachter 8. CANTABRIA: 30TVN38, Selaya pr. Pisueña, 320 m, procedente de cultivo en jardín personal, 3-6-2012, Pérez Carro & Fernández Areces. Dryopteris aemula (Aiton) O. Kuntze 4. CANTABRIA: 30TVN37 , Vega de Pas pr. Pandillo, 530 m, 15-11-2011, Pérez Carro & Fernández Areces. (Recibido: 10-XII-2012. Aceptado 22-XII-2013) 161 Flora Montiberica 54: 150-161 (10-V-2013). ISSN: 1998-799X NORMAS DE PUBLICACIÓN FLORA MONTIBERICA, es una revista independiente que publica artículos originales sobre temas relacionados con la flora y la vegetación vascular de la Península Ibérica, con preferencia por las tierras situadas en la Cordillera Ibérica y territorios vecinos. Se publican tres volúmenes al año con una periodicidad cuatrimestral. Coste de la revista en formato papel. Si bien la revista se distribuye libremente en formato digital, se pueden adquirir ejemplares a color de los volúmenes que se vayan editando a un precio de 15€ desde www.floramontiberica.com. También se pueden solicitar ejemplares anteriores al número 50, al precio de 7€, pero sólo en blanco y negro para reducir costes Manuscritos. Los manuscritos originales enviarán a la redacción en soporte informático, redactados mediante el procesador de textos WORD para WINDOWS o compatible. Si el archivo es de gran tamaño, se recomienda mandarlo comprimido en formato WinZip o WinRar. El artículo original deberá seguir el siguiente esquema: - Fuente: Times New Roman. - Configuración de página. Tamaño papel: 15,3 x 23,6 cm. Márgenes: superior 2 cm; inferior 2,2 cm; interior 1,7 cm; exterior 1,7 cm; encuadernado 0; encabezado 1 cm; pie 1 cm. Además deberán constar de los apartados siguientes: Título. Suficientemente claro, expresivo del contenido y lo más breve posible. Irá en mayúsculas y negrita, centrado, con cuerpo de 12 puntos. Autoría. En negrita, centrado, con cuerpo de 10 puntos, especificando el nombre completo (sin abreviaturas) y dos apellidos de cada autor. Los apellidos irán en mayúsculas. Direcciones de todos los autores, en redonda, centrado, con cuerpo de 10 puntos. Incluirá la dirección postal completa y el correo electrónico. Si trabajan en alguna institución científica se especificará. Resumen. Estará redactado en lenguas española (RESUMEN), e inglesa (SUMMARY) o francesa (RÉSUMÉ), con cuerpo de 9 puntos, con sangrado en primera línea de 0,5 cm y el párrafo 1 cm a ambos lados. Si el artículo no está escrito en español, deberá traducirse el título en el resumen en esta lengua. En los artículos escritos en español, se traducirá el título en el resumen, en inglés o francés, según corresponda. Palabras clave. Mínimo de tres y un máximo de diez, en lengua española (Palabras clave), e inglesa (Key words) o francesa (Mots clés), con cuerpo de 9 puntos. Texto. En lengua comprensible por la mayor parte de los suscriptores, preferentemente en español o inglés, con cuerpo de 10 puntos y a dos columnas iguales con 6 mm de espaciado, con un sangrado en primera línea de 5 mm. Los títulos de los apartados irán centrados, en mayúsculas y negritas con cuerpo de 11 puntos. El artículo estará dividido en los apartados que sugieran el contenido y acompañado de los gráficos o mapas que se crean convenientes. Los listados de localidades de especies deberán seguir la siguiente norma. Nombre de la especie en negrita y cursiva, sin sangrar con cuerpo de 10 puntos, con el autor en redonda con cuerpo de 9 puntos. En párrafo aparte, con un sangrado de 0,32 cm en la primera línea, con cuerpo de 9 puntos, vendrán las localidades de la siguiente forma: provincia en mayúscula y negrita; tras los dos puntos, cuadrícula UTM completa, subrayada; después el término municipal seguido de la localidad y otras indicaciones geográficas; después vendrá la altitud expresada en metros; a continuación la fecha de la cita/recolección, con el mes en números romanos; le seguirá el listado de abreviado de autores de la cita/recolección, en cursiva; finalmente, para las recolecciones se hará constar la referencia al pliego de herbario, con acrónimo y número, todo ello entre paréntesis. Cuando se trate de una novedad provincial, se destacará poniendo delante de la misma un asterisco. Cuando sea una novedad nacional, se hará lo mismo pero en el nombre de la especie. Los comentarios irán en párrafo aparte con un sangrado de 0,5 cm en la primera línea, con cuerpo de 10 puntos. Los autores de táxones se indican sólo la primera vez que se citan y se abreviarán confirme al Authors of Plant Names (Brummit & Powell, 1992). Los acrónimos de los herbarios seguirán el Index herbariorum ed. 8ª (Holmgren & al. –eds-, 1990, Regnum Veg. 120). Para las abreviaturas de libros y obras autónomas se usará el Taxonomic Literature ed. 2 (Stafleu & Cowan) y para las revistas se utilizará el BotanicoPeriodicum-Huntianum, 2 (Hunt Botanical Library, Pittsburgh. Bridson, 2004) y los anexos de Flora Iberica (Castroviejo et al., eds., Real Jardín Botánico, Madrid, a partir de 1989). En caso de duda, no abrevie el título. Coordenadas geográficas. Para evitar futuras confusiones, siempre se deberá especificar cuál es el datum con el que se da la referencia. A partir de 2012 toda la nueva cartografía europea adoptará el datum ETRS89. Imágenes. Pueden mandarse fotografías en color o escala de grises, en archivos individuales separados del texto, con el mismo nombre del archivo de texto añadiendo <_fig_01> y sucesivas, y, con numeración y pie que las relacione con el mismo, en formato JPG, TIFF, PSD o compatible, con una calidad mínima de 200 ppp. Los dibujos deberán incluir una escala gráfica. Los mapas deberán llevar una escala gráfica y referencias geográficas como UTM o latitud/longitud. Bibliografía. Las referencias en el texto deberán explicitar la autoría en mayúsculas, el año separado por coma, y -si se alude a una frase o párrafo concreto- la página. Cuando aparezcan más de tres autores se abreviara usando “& al.” en cursiva. Al final del artículo se enumerarán las referencias que se han ofrecido, por orden alfabético de autores, con cuerpo de 9 puntos y sangría francesa de 0,25 cm. Para facilitar la redacción de los artículos en la elaboración de la bibliografía, se puede descargar de nuestra web (apartado Normas de publicación), el archivo de estilos en formato EndNote A continuación ponemos algunos ejemplos: . BIBLIOGRAFÍA ALEJANDRE, J.A. in F.J. FERNÁNDEZ CASAS (ed.) (1989) Asientos para un atlas corológico de la flora occidental, 11. Mapa 100 (adiciones). Saxifraga moncayensis D.A. Webb. Mapa 101 (adiciones). Saxifraga losae Sennen. Fontqueria 22: 5-24. ESCUDERO, A. (1992) Estudio fitoecológico de las comunidades rupícolas y glerícolas del macizo del Moncayo. Tesis Doctoral. 450 pp. Departamento de Biología Vegetal, I. Facultad de Ciencias Biológicas. Universidad Complutense. Madrid. FERNÁNDEZ CASAS, F.J. in F.J. FERNÁNDEZ CASAS & R. GAMARRA (eds.) (1991) Asientos para un atlas corológico de la flora occidental, 18. Mapa 101 (adiciones). Saxifraga losae Sennen. Fontqueria 31: 259-284. LOIDI, J., I. BIURRUN & M. HERRERA (1997) La vegetación del centro-septentrional de España. Itinera Geobot. 9: 161-618. NAVARRO SÁNCHEZ, G. (1989) Contribución al conocimiento de la vegetación del Moncayo. Opusc. Bot. Pharm. Compl. 5: 5-64. VARGAS, P. (1997) Saxifraga losae Sennen ex Luizet. In S. CASTROVIEJO & al. (eds.): Flora iberica, 5: 232. Real Jardín Botánico, C.S.I.C. Madrid. Los manuscritos deben enviarse a: Gonzalo Mateo Sanz Jardín Botánico. Universidad de Valencia C/ Quart, 80. E-46008-Valencia. O por correo electrónico a la dirección: gonzalo.mateo@uv.es Los contenidos de Flora Montiberica están indexados en la Plataforma Open Access de Revistas Científicas Electrónicas Españolas y Latinoamericanas (e-Revistas) Electronic Plant Information Centre (ePIC), Kew Record of Taxonomic Literature (KR), Hemeroteca Virtual de Sumarios de Revistas Científicas Españolas (DIALNET), Sumarios ICYT - Ciencia y Tecnología, Latindex (Sistema Regional de Información en Línea para Revistas Científicas de América Latina, el Caribe, España y Portugal) y Directory of Open Access Journals (DOAJ). Las nuevas especies publicadas están incluidas en la base de datos International Plant Name Index (IPNI). FLORA MONTIBERICA Vol. 54. Valencia, V-2013 (Distribución electrónica 10-V-2012) ISSN papel: 1138-5952 − ISSN Internet: 1988-799X P.V.P.: 15 € ÍNDICE JAIME LORÉN, J.M. DE, M. SEGARRA QUEROL, J.M. de JAIME RUIZ & E. BLASCO JULVE – Media docena de cartas de Romualdo González Fragoso a Francisco Beltrán Bigorra (1913-14) .……..………………………………………….......................... JAIME LORÉN, J.M., M. SEGARRA QUEROL, J.M. de JAIME RUIZ & E. BLASCO JULVE – Francisco Beltrán Bigorra (Nules, 1886-1962). Nuevas noticias e imágenes …... PÉREZ DACOSTA, J.M. – Nuevo híbrido del género Euphorbia en la provincia de Castellón ……………………………………………………………………………………. ALEJANDRE SÁENZ, J.A., V.J. ARÁN REDÓ, P. BARBADILLO ESCRIVÁ de ROMANÍ, J.J. BARREDO PÉREZ, J. BENITO AYUSO, M.J. ESCALANTE RUIZ, J.M. GARCÍA-LÓPEZ, R.M. GARCÍA VALCARCE, L. MARÍN PADE-LLANO, G. MATEO SANZ, C. MOLINA MARTÍN, G. MONTAMARTA PRIE-TO, M.Á. PINTO CEBRIÁN & A. RODRÍGUEZ GARCÍA – Corología de tres táxones de interés en el macizo del Castro Valnera: Eriophorum vaginatum L., Gentiana acaulis L. y Gentiana boryi Boiss. ………………………………………………………………………. CARLÓN RUIZ, L., M. LAÍNZ GALLO, G. MORENO MORAL & Ó. SÁNCHEZ PEDRAJA – Phelipanche cernua Pomel (Orobanchaceae), a prioritary name for the western mediterranean species recently redescribed as Ph. inexpectata …..…..……........... MATEO SANZ, G. – Aportaciones al conocimiento del género Hieracium L. en España, XVI . ………………………………………………………………………………………... SERRA, L., J.E. ARNOLD, C. FABREGAT, S. GONZÁLEZ, G. GRAU, J.C. HERNÁNDEZ, D. LIÑANA, S. LÓPEZ, J.E. OLTRA, P. ORTÍN, H. PEDAUYÉ, P. PERALES, E. PUEO, J.A. RODRÍGUEZ, J.A. ROZAS, J.X. SOLER1 & R. TORREGROSA – Adiciones y correcciones a la orquidoflora valenciana, V ……………. ALEJANDRE SÁENZ, J.A., J.J. BARREDO PÉREZ & M.J. ESCALANTE RUIZ – Armeria castrovalnerana sp. nov., un nuevo taxon de Armeria gr. alpina en el macizo del Castro Valnera (Cordillera Cantábrica, Burgos) ……………………..…........................... R. ROSELLÓ, P.P. FERRER, E. LAGUNA, J. GÓMEZ, A. GUILLÉN & J.B. PERIS – Teucrium muletii sp. nov. (sect. Polium, Lamiaceae), nueva planta para la flora valenciana FERRER-GALLEGO, P.P., A, NAVARRO PERIS, E. LAGUNA LUMBRERAS & G. MATEO SANZ – Thymus vulgaris subsp. mansanetianus subsp. nov. (Lamiaceae) ....... PÉREZ CARRO, F.J. & M.P. FERNÁNDEZ ARECES – Dryopteris × orexpansa, un nuevo híbrido y D. × deweberi en Cantabria …..…………………………………………… 3 11 31 33 75 84 106 121 136 144 150