Si por fin te decidiste a depurar tu hogar de todas esas cosas que no necesitas, es probable que no sepas por dónde comenzar y esto puede llegar a desmotivarte por completo y evitar que limpies tu casa. Pero si quieres llegar a conseguir un estilo de vida minimalista, no te preocupes, no tienes que deshacerte de todo de inmediato, puedes elegir una manera más sencilla para ir despacio.
Busca inspiración
Actualmente existen varias series y documentales que hablan sobre organización y limpieza. Uno de los más famosos es la serie de Marie Kondo en Netflix o The Home Edit: Cada cosa en su lugar, estos programas te pueden ayudar para que te inspires y motivarte para organizar tu hogar y deshacerte de todo aquello que ya no necesitas. Otra opción es buscar distintos métodos de limpieza que te ayuden a darle un significado más profundo a tu depuración, un ejemplo de esto es el döstädning.
No compres lo que no necesitas
Un error común es pensar que como ya nos hemos deshecho de algunas cuantas cosas, es posible recuperarlas o comprar algo nuevo. No te dejes llevar, mantente firme para poder mantener tu hogar despejado. Es posible que para el proceso de organización quieras comprar canastas o bolsas organizadoras, es importante sólo comprar las necesarias para evitar la tentación de llenar el resto con cosas nuevas.
Prepara un plan
Puedes empezar por diseñar un plan detallado para que este proceso no te abrume. Decide qué habitaciones serán las primeras en pasar y qué harás con las cosas que ya no utilices. Es importante que sepas que las cosas que sacarás de tu hogar serán aprovechadas de otra manera, esto te ayudará a desprenderte de estas con más facilidad. En este plan puedes incluir lugares a donde donar lo que saques o centros de reciclaje que puedan darle una segunda vida a lo que deje tu hogar.
Cómo detectar lo que se tiene que ir
Al inicio de este proceso es posible que pienses que todo se tiene que ir, o al contrario, que todo lo que tienes es útil y no hay mucho de lo cual deshacerse. No se trata de llegar a un minimalismo extremo, ni de desechar cosas que aún podrían ser útiles, este proceso es para que conozcas lo que hay en tu hogar y reflexiones sobre los artículos que sabes que no volverás a utilizar. Puedes preguntarte cuándo fue la última vez que usaste ese objeto, o cual sería una ocasión para utilizarlo. Si no has hecho uso del producto en más de un año y no te puedes imaginar la siguiente ocasión en la que lo podrías necesitar, seguramente ese objeto se puede ir.
Empieza con algo que no te duela desechar
Si ya te decidiste a comenzar con tu proceso de limpieza y depuración, es importante que empieces con lo más sencillo. Comienza con algo que no tenga valor emocional y que ya haya cumplido con su uso, puedes revisar botellas vacías en tu baño, ropa vieja que ya no utilizas y hasta plumas viejas que han dejado de pintar. De esta forma será fácil deshacerte de cosas y podrás ir avanzando gradualmente hasta llegar a lo complicado.
Vence el miedo a dejar ir las cosas
Es una buena señal si ya estás considerando llevar a cabo un proceso de depuración, pero la realidad es que puede llegar a ser complicado. Es importante que venzas el miedo de sacar cosas ya que esto te facilita el proceso. Existen objetos que seguramente tienen valor emocional pero te cuesta dejarlos ir, recuerda que estos objetos podrán tener una segunda vida y ser aprovechados por alguien que los necesita o simplemente reflexiona la razón por la que dejaste de usarlo, ya que si estás considerando deshacerte de esto es porque ya no lo usas.
Deshazte de un artículo diario
Considera llevar a cabo tu proceso de limpieza de manera gradual, para evitar que te abrumes y lo abandones. Si decides depurar tu casa de manera dramática y ponerte fechas límite, lo más probable es que te presiones y sufras el proceso, es una mejor opción hacerlo lentamente. Si te deshaces de un solo producto al día o pones metas sencillas como terminar de revisar tu closet en una semana, es más probable que disfrutes el proceso y seas más eficiente.
Despídete de los productos
Marie Kondo habla de esto constantemente, pero es importante despedirse de los productos. Tal vez porque ciertos productos tienen valor sentimental pero es hora de dejarlos ir, o porque una prenda te ha acompañado por muchas experiencias de vida. Si te despides y le das las gracias a estos objetos será mucho más fácil seguir con el proceso de depuración.
No tires las cosas que no te pertenecen
Es posible que si estás disfrutando el proceso de limpieza, quieras continuar hasta que el espacio quede perfecto y esto está bien, sólo asegúrate de no tirar objetos que no te pertenecen. Si fueron prestados regresarlos a su dueño y si son de alguien más, consulta con ellos para saber si están de acuerdo que te deshagas de estos. Otra solución es si tienes algunas cosas que te regalaron pero sabes que no utilizarás, puedes hablarlo con la persona que te lo regaló, tal vez esta persona quiera el objeto de regreso. Es importante que compartas este proceso con tus seres cercanos y queridos, para que entiendan los motivos por lo que lo quieres hacer y no lo tomen personal.
Considera tu espacio y tus metas
Si crees que ya has terminado tu depuración, es posible que tus espacios se sientan mucho más libres y despejados. Ten en cuenta este sentimiento para que lo puedas mantener de esta manera y no vuelvas a comprar cosas y termines como en un principio. Claro que si crees que al espacio le hacen falta algunos adornos, arte en la paredes o plantas, es válido, sólo recuerda tus metas para no desviarte.
Puedes repetir este proceso cada seis meses o una vez al año, para evitar la acumulación de objetos. Esto lo hará mucho más sencillo y terapéutico.