Esta frase tan popular en nuestros días pero sobre todo utilizada en el ambiente Jurídico de Puebla, fue escrita por primera vez por el reconocido novelista y poeta, el señor Miguel de Cervantes Saavedra.
En el año de 1567, cuando se prepara y publica la “Recopilación de Leyes de estos Reynos”, mejor conocida como la “Novelisima Recopilación de las Leyes de España”, (una colección no muy lograda). A pesar de no ser abogado y no tener alguna formación que lo aproximara a la ciencia jurídica, tuvo esa ideología de ser un costumbrista y, en algún momento, fue víctima de procesos legales y cárcel.
En Materia jurídica esta frase hoy en día, ha sido muy socorrida cuando existe un conflicto por la verdad que encierra, y eso se debe a que cuando hablamos de un buen pleito nos referimos generalmente a un conflicto que ha llegado o va a llegar a instancias judiciales, o sea: el LITIGIO, que es el método tradicionalmente usado en el cual un tercero llamado JUEZ resuelve el conflicto y en la mayoría de las ocasiones, los procesos son largos y costosos, además de que la solución al conflicto generalmente la encontraremos bajo la fórmula de GANAR-PERDER, es decir, una de las partes ganará y la otra, perderá.
Existen medios alternativos de solución de conflictos como lo son: la mediación, conciliación, arbitraje, etc., por medio de los cual se intenta facilitar la comunicación y negociación entre las partes que se encuentran en conflicto, con el fin de llegar a un acuerdo satisfactorio para ambos, es decir, las partes en disputa, con la ayuda de un tercero imparcial y neutral llamado MEDIADOR (en relación a la mediación), le encuentran solución a su controversia por ellos mismos, además de que la solución se logra en poco tiempo y a menor costo, y de ahí que la solución al conflicto se encuentra bajo la fórmula GANAR-GANAR.
La frase usada como título de este artículo, presupone un “mal” arreglo, no refiriéndose a su resultado, sino a que al solucionarlo rápido y eficazmente, supone generalmente que las partes en conflicto sacrifiquen ciertos beneficios para llegar al acuerdo, utilizando los medios alternativos de solución de conflictos, el objetivo final es terminar con un acuerdo que realmente satisfaga las necesidades de ambos, culminando en un buen arreglo para las partes.
Si bien es indiscutible que se puede encuadrar al LITIGIO como un “buen” pleito, presuponiendo una contienda larga y costosa, en algunas ocasiones no llega a satisfacer las necesidades de las partes, ni siquiera del que ganó, por el tiempo y costo invertido, y en ocasiones, la imposible ejecución de la sentencia.
Resulta importante hacer hincapié, en que los medios de solución alternativos, pueden no ser llevados a cabo en todos los casos, ya que se requiere de la voluntad de las partes en conflicto de someterse a estos, es decir, debe existir la buena voluntad de solucionar el conflicto a través de algún medio alterno de solución.
En conclusión, cuando se adoptan los medios alternativos de solución de conflictos, se logra cambiar el adagio de mérito en: “MAS VALE UN BUEN ARREGLO QUE UN MAL PLEITO”.
ALPS PROTECTORA JURÍDICA