Las Fianzas de Fidelidad pertenecen al Ramo I (Fidelidad) de la clasificación de los diferentes tipos de Fianzas existentes en México. Su función es reparar el daño patrimonial que pueda causar un empleado a la compañía donde labora. Las Fianzas de Fidelidad se emiten para proteger el patrimonio de las empresas de posibles fraudes derivados de conductas ilícitas que pudieran cometer uno o más empleados, garantizando la reparación del daño. Los tipos de delito que amparan las Fianzas de Fidelidad son: Robo, Fraude y Abuso de Confianza.
Por otro lado, las Fianzas de Cumplimiento pertenecen al Ramo III de la clasificación de Fianzas en México, las Administrativas. Su principal objetivo es garantizar el cumplimiento de las obligaciones estipuladas en un contrato. Las Fianzas de Cumplimiento aseguran que la empresa prestadora de servicios llevará a cabo el trabajo conforme a lo acordado, de lo contrario, el contratante podrá hacer válida la Fianza de Cumplimiento, misma que funciona como una especie de indemnización por los daños y perjuicios que resulten de dicho incumplimiento.
Por medio de una Fianza de Fidelidad, se pueden afianzar tanto a los empleados administrativos de una organización, como a vendedores, agentes de seguros y fianzas, obreros, etc. Con una Fianza de Cumplimiento, se puede garantizar el cumplimiento de diversos tipos de contrato, que pueden ser: de obra, orden de compra, pedido o arrendamiento.
Si bien las Fianzas de Fidelidad y las Fianzas de Cumplimiento tienen diferentes características y objetivos, ambas son muy sencillas de contratar. Es importante cumplir con los requisitos para el trámite, que consisten en presentar a la afianzadora la documentación que se requiere, dependiendo si es para una Persona Física o Moral y hacer el pago correspondiente.
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