Noriega dice ser víctima de un montaje bancario

  • Gerardo Lissardy
  • BBC Mundo, París
Manuel Antonio Noriega
Pie de foto, Noriega dijo ser víctima de una "conspiración" de Estados Unidos.

El acusado se puso de pie en la sala del Palacio de Justicia de París donde se decide su futuro y comenzó por presentarse: "Soy el general Manuel Antonio Noriega, soldado profesional".

Lo que siguió fue un largo y asombroso relato de Noriega este martes sobre su ascenso a hombre fuerte de Panamá en los años ’80, sus trabajos para la agencia de inteligencia estadounidense CIA, y su caída en desgracia.

Noriega contó a la justicia francesa cómo conoció a ex líderes de todo el mundo, desde el chino Mao al yugoslavo Tito, y cómo recibió pedidos de Washington para intervenir en conflictos en Nicaragua, Cuba e Irán.

En cambio, aportó pocos detalles sobre los hechos por los cuales es juzgado en París: los movimientos millonarios en cuentas bancarias que, según la fiscalía francesa, lavaban dinero del narcotráfico.

Noriega, que en abril fue extraditado a Francia tras pasar 20 años en una prisión de Miami, sostuvo que los cargos que enfrenta son parte de una "conspiración de los Estados Unidos" en su contra.

Pero sus argumentos fueron rechazados por el abogado de Panamá, que reclamó reparaciones al país por un total equivalente a US$31,7 millones, y por el representante de la Aduana francesa, que pidió que Noriega sea multado en casi US$2,8 millones.

Además de eso, se espera que la fiscalía francesa pida una pena de prisión para Noriega este miércoles, en el último día de audiencias antes de que los magistrados pasen a deliberar.

"Don divino"

Durante su discurso inicial de casi una hora y media, en viva voz y de pie, Noriega dijo haberse criado en una "familia de clase media" de Panamá antes de dedicarse a la carrera militar.

Relató que como jefe de la inteligencia panameña recorrió el mundo para explicar los tratados Torrijos-Carter de 1977, con los que el control del Canal de Panamá pasó gradualmente de Estados Unidos a Panamá.

"Tuve la oportunidad y el don divino de Dios de conocer a hombres que manejaban la geopolítica del mundo entero", dijo. Además de Tito y Mao, mencionó al libio Muammar Gaddafi.

De traje oscuro, camisa blanca y corbata a tono, Noriega rechazó indirectamente las versiones que indican que como jefe de la inteligencia panameña comenzó a tejer sus vínculos con el narcotráfico.

"Cumplí con mucho exceso la represión contra la droga y por eso recibí los mejores elogios de Estados Unidos, Interpol y otros países", comentó.

También se refirió a la misteriosa muerte del ex hombre fuerte de Panamá, Omar Torrijos, cuando el avión en que viajaba se estrelló en 1981, dos años antes de que él mismo tomara las riendas del país.

"Hay una serie de teorías de que pudo haber sido un atentado, un accidente por falla humana", dijo. "Pero esas son cosas que nadie puede decir exactamente".

"Un canal"

Noriega describió la estrecha relación que llegó a tener con Washington, en particular con la CIA, que se deterioró hasta la invasión estadounidense a Panamá de fines de 1990.

Noriega es trasladado en un coche policial en París
Pie de foto, Noriega fue extraditado en abril a Francia tras pasar 20 años en una prisión de Miami.

"Estados Unidos vio en mí (…) la oportunidad de poder tener un canal de comunicación", dijo. "Por ejemplo, con (el líder cubano) Fidel Castro".

Noriega dijo haber mediado entre Washington y La Habana para buscar la liberación de los tripulantes de los buques Layla Express y Johnny Express, capturados por Cuba en 1971 acusados de pertenecer a la CIA.

También sostuvo que medió para que Panamá recibiera al Shah de Irán tras la revolución de 1979, "cuando ningún país del mundo quería aceptarlo".

Noriega relató que conoció personalmente al ex presidente estadounidense George H. Bush "en las misiones de coordinación" cuando éste dirigía la CIA.

Bush fue quien ordenó la invasión militar de Panamá en la que Noriega fue detenido en 1990, trasladado a Miami y condenado por la justicia estadounidense por narcotráfico, asociación ilícita y conspiración.

Pero Noriega dijo que su caída en desgracia se debió a que rechazó un pedido del gobierno de Bush para convertir a Panamá en "una punta de lanza contra Nicaragua", para combatir a los sandinistas.

"Ahí comenzó la campaña en mi contra, después de haber tenido tantos años de colaboración con Estados Unidos", sostuvo.

Cuando la presidenta del tribunal, Agnés Quantin, le preguntó por qué rechazó ese pedido, Noriega dijo: "Porque ya no era una acción de mediación sino comprometer al ejército de Panamá para crear una acción bélica en la región".

"No soy banquero"

Noriega fue bastante menos elocuente cuando le llegó la hora de responder a las preguntas de los magistrados y la fiscalía sobre los millones de dólares que fueron girados desde Panamá a cuentas suyas en el exterior.

Según la acusación, por las cuentas de Noriega en Francia fueron depositados entre 1988 y 1989 el equivalente actual a unos US$13,4 millones y se retiraron US$10,6 millones.

El abogado de Panamá, Yves Baudelot, aseguró que hay testimonios de banqueros y narcotraficantes condenados que respaldan la acusación de que el dinero provenía del cartel colombiano de Medellín.

La fiscalía francesa sostiene que Noriega cobró millones de dólares en comisiones para permitir que Panamá fuese utilizado por los narcotraficantes como una base para el tráfico de droga.

El ex general panameño rechazó esa acusación, que calificó como "un montaje bancario-financiero imaginario".

"En lo que a mí se refiere, (el dinero) no proviene del tráfico de droga", dijo. "Es transparente, honesto y de los recursos personales que tengo".

Entre las fuentes de origen del dinero, mencionó la tienda duty-free de Panamá, astilleros, empresas familiares y la CIA.

Pero no logró explicar con precisión los movimientos que hacía el dinero desde Panamá al exterior, que según dijo los definía su banquero.

"No recuerdo", fue la respuesta que dio sobre varias preguntas precisas sobre las fechas y los montos de los depósitos a su nombre o de su esposa.

Cuando la presidenta del tribunal contrastó su memoria para cuestiones políticas con su falta de recuerdo sobre sus asuntos financieros, Noriega se justificó: "Soy militar político, pero no soy banquero".