El héroe Aquiles

Aquiles fue el gran héroe de la guerra de Troya y parte importantísima de la mitología griega. Su madre era una ninfa llamada Tetis, y era conocida por sus muchas intervenciones en asuntos de dioses y mortales. Tetis eligió como esposo a Peleo porque, según ella, era el mejor hombre de la tierra en aquel momento, y sería precisamente la boda de Tetis con Peleo la que finalmente terminase dando lugar, de manera indirecta, a la famosa guerra de Troya.

Una vez nacido el hijo de Tetis y Peleo, y como Aquiles era mitad dios (por parte de Tetis) y mitad mortal (por parte de Peleo), su madre deseó convertirle en un ser inmortal al igual que ella. Así, cuando ya había crecido un poco, Tetis sumergió a Aquiles en las aguas del infernal río Estigia, que se encontraba en el conocido como “inframundo”, y a raíz de aquello se volvió invencible, excepto en la zona del talón por la cual su madre le sujetaba al sumergirle.

Aquiles y el centauro Quirón

Otra teoría asegura que su madre lo que quería en realidad era ponerle sobre el fuego y untarle después con ambrosía para eliminarle sus partes mortales, algo que nunca llegó a conseguir, pues Peleo frenó a Tetis a tiempo arrebatándole a Aquiles. Entonces, disgustada, Tetis decidió dejar a Aquiles con su padre Peleo e irse con las “nereidas”, que eran como sus hermanas al ser también ninfas, y nunca dejó de preocuparse por su hijo permaneciendo siempre pendiente de su bienestar.

Con el tiempo, Peleo llevó al niño a ser criado por el centauro Quirón, quien fue un famoso mentor y maestro de muchos héroes además de Aquiles. En el monte Pelión, concretamente, sería donde Aquiles fuese alimentado con carne de leones y jabalíes, o hasta con la médula de algunos osos para darle todo el coraje que necesitaría en la vida, así como también con miel recién salida del panal, capaz de convertirle en un corredor veloz.

Por su parte, el centauro enseñó a Aquiles las artes de montar, cazar y tirar con arco, y la musa Calíope le enseñó a cantar. Aquiles fue el mejor luchador de los griegos que sitiaron Troya durante la guerra, aunque lo cierto es que la complejidad de aquel conflicto desanimó mucho al héroe Aquiles con el tiempo, comenzando a dar muestras de estar cansado de luchar.

Sin embargo, la muerte de su mejor amigo Patroclo a manos del héroe de Troya, Héctor, hizo que Aquiles volviese a la batalla de nuevo derrotando a Héctor en un combate singular y demostrando toda la gran formación que había recibido por parte de todos sus maestros y maestras.

Aquiles y la flecha de Paris

Tras aquella victoria, el dios Apolo, que era partidario de Héctor, decidió guiar la mano de Paris, su hermano, hasta el único punto vulnerable del cuerpo de Aquiles en venganza. Entonces, la flecha de Paris encontró su talón derecho y el gran héroe de la guerra de Troya murió allí mismo en pleno combate. Otros dicen que fue el mismo Apolo, disfrazado de Paris, quien lanzó el disparo fatal.

Sea como fuere, y para compensar a Tetis por su disgusto y pro la ausencia de su amado hijo, Poseidón prometió otorgarle a Aquiles una isla en la que sería adorado, recibiendo numerosos sacrificios divinos durante el resto de la eternidad. ¡Por cierto! Poco después los griegos ganaron la guerra utilizando el Caballo de Troya para meter a sus guerreros en la ciudad y saquearla, aunque esta es otra historia, que también vale la pena estudiar.