¿Cuándo acudir a un psicólogo o un psiquiatra? Estas son las principales diferencias

La salud mental está en el centro del debate público desde que la pandemia dio cuenta de lo importante que es cuidar también este aspecto que causa muchas enfermedades.

Ansiedad, estrés, depresión, trastornos alimenticios o trastornos de conducta, entre otras patologías, están por desgracia a la orden del día. Sin embargo, falta una educación y conciencia sobre salud mental y en muchas ocasiones se confunden términos como psicólogo o psiquiatra y no se sabe a cuál acudir o qué campos trabaja cada uno.

Porque, aunque tanto los psicólogos como los psiquiatras trabajan en el campo de la salud mental, existen diferencias significativas entre estas dos profesiones en términos de su formación, enfoque y métodos de tratamiento.

Distinta formación

El aspecto más relevante y diferencial es sin duda la formación. Es necesario dejar claro que el psiquiatra es un médico especializado en las enfermedades mentales y su tratamiento farmacológico. Como médico, puede sospechar enfermedades físicas que tienen síntomas mentales y derivarte a otro especialista.

Por el contrario, el psicólogo no es médico, y puede estar, o no, especializado en las enfermedades mentales. Es decir, el psicólogo puede dedicarse a más áreas que la de la salud mental. Hay psicólogos educativos, en el ámbito deportivo o enfocados al departamento de recursos humanos,  por ejemplo. 

No obstante, si se ha especializado en la psicología sanitaria o clínica, estará tratando trastornos mentales y problemas emocionales.

En cuanto a la formación, un psicólogo es un profesional que se ha graduado en psicología, una disciplina que estudia el comportamiento humano y las funciones mentales. Entre sus tareas está hacer evaluaciones y diagnósticos psicológicos. 

El enfoque está en la psicoterapia, ayudando y acompañando para dar a los pacientes herramientas para gestionar mejor las emociones o determinadas situaciones y que puedan comprender y manejar mejor sus problemas emocionales y conductuales. 

Una gran diferencia: la medicación

Los psicólogos no pueden recetar medicamentos. El psiquiatra es un médico especializado en el diagnóstico, tratamiento y prevención de los trastornos mentales, por lo tanto, están capacitados para evaluar tanto los aspectos psicológicos como físicos de los problemas de salud mental. 

Los psiquiatras pueden prescribir medicamentos, pero también pueden realizar psicoterapia. Su enfoque se centra en la relación entre la biología y la psicología de los trastornos mentales, por lo que van más allá y atienden aspecto como el sueño, el apetito, la apatía, o la vida sexual. 

El estigma

Existe un estigma con ir al psicólogo, pero por suerte, cada vez está más normalizado. Sin embargo, ese mismo prejuicio es más fuerte aún con el psiquiatra o incluso con las personas que necesitan tomar medicación. 

Y no, ir al psiquiatra no es estar loco; simplemente se trata de acudir a un profesional de la salud, como para cualquier otra dolencia. Igualmente, acudir al psiquiatra no implica que este vaya a recetarte medicación.

¿A quién acudir?

Debido a las similitudes, es frecuente dudar a cuál de los dos acudir.

Generalmente, deberías pedir cita con un psiquiatra ante síntomas definidos como insomnio, pánico o problemas de concentración que se traduzcan en un malestar significativo o si tienes una adicción. 

También si tomas medicación o crees que puedes necesitarla, si has sufrido algún cambio conductual reciente o has pensado en hacerte daño. Igualmente, si llevas tiempo yendo a terapia y no notas mejoría.

Podrías plantearte acudir a un psicólogo en caso de que tengas algún problema de insatisfacción vital o conflicto con pareja, familia o en el trabajo. Asimismo, ante síntomas de ansiedad o depresión.

Un trabajo conjunto

En función de cada caso, es una práctica muy habitual que ambos profesionales trabajen de la mano con un mismo paciente. Por ejemplo, una depresión, puede requerir a la vez de una terapia psicológica y de un acompañamiento psiquiátrico con medicación.

Por esto, es frecuente que un profesional te derive a otro para que te evalúe, si lo considera necesario.