1) Usar el mismo sostén por lo menos una semana.
2) Usar un sostén una vez cada seis semanas porque es el único que funciona para determinado top y nunca lavarlo.
3) Usar sostenes viejos que ya no son del tamaño adecuado y que no quieres deshacerte de ellos.
4) Poner un sostén en la ropa sucia y luego sacarlo de nuevo cuando te das cuenta de lo incómodos que son todos los demás.
5) Examinar tu tampón después de haberlo usado.
6) Y darte cuenta de que la "sangre" es una descripción un poco endeble de lo que realmente es un período.
7) Usar una toalla sanitaria además de un tampón, por seguridad.
8) Despegar tus pelos púbicos que quedaron atrapados en las "alas" de tu toalla sanitaria.
9) Realmente disfrutar cuando te extraes los pelos enterrados.
10) Tener sesiones completas con las pinzas al sacarte cada uno de ellos.
11) Hacer figuras artísticas sobre la pared de la ducha con todos los cabellos que se te caen.
12) Y encontrar que es muy satisfactorio sacarte los pelos perdidos que se quedan atrapados en la división de tus nalgas.
13) Jugar con tus pelos púbicos de una manera no muy sexy.
14) Poseer un par de tijeras que utilizas exclusivamente para recortarte el pelo púbico.
15) O simplemente recortarte los pelos púbicos con cualquier par de tijeras con la esperanza de que nadie lo note.
16) También recortarte el pelo púbico mientras estás sentada en el inodoro y maravillarte de la cantidad que recortaste.
17) Pero también estar aterrorizada de que accidentalmente te puedas recortar otra cosa importante.
18) Quitarte todo el vello púbico y luego asustarte de tu vagina desnuda.
19) Quitarte todo el vello púbico y jurar que escondían una llantita de tu vientre.
20) Quitarte todo el vello púbico y disfrutar la "brisa".
21) Quitarte todos los vellos púbicos y de inmediato lamentarte porque pareces un bebé gigante.
22) Tener unos calzones viejos en los cuales tus vellos púbicos han logrado salir de un hoyo en el frente.
23) Hacerte una cola de caballo a través del agujero de tus calzones viejos.
24) Pensar en secreto que definitivamente se ven muy bien.
25) Comerte un pedazo de comida que cae en tu escote.
26) Usar tu sostén como bolsillos, porque seamos realistas: Los bolsillos de los jeans de las mujeres son completamente inútiles.
27) Guardar algo en tu sostén, olvidarlo y recordarlo cuando te lo quitas esa noche y simplemente cae al suelo.
28) Dominar el acto de quitarte el sostén sin quitarte la blusa.
29) Y hacer esto casi siempre que llegas a casa del trabajo.
30) Sólo afeitarte las piernas cuando sabes que las tienes que mostrar.
31) Y luego sólo afeitarte las partes que se mostrarán.
32) Afeitarte los dedos de los pies.
33) Olvidar afeitarte los dedos de los pies.
34) Sentirte ligeramente molesta pero a la vez feliz cuando te depilan con cera las piernas y te hacen los dedos de los pies sin preguntarte.
35) Jugar con tus propios pechos frente al espejo.
36)Empujarlas hacia el frente deseando que tu sostén fuera tan bueno como tus manos.
37) Empujarlos hacia el mentón para ver cómo se verían en un corsé de los viejos tiempos.
38) Empujarlas hacia abajo para ver cómo ser verán cuando se cuelguen.
39) Hacerlas bailar un poquito.
40) Extraer vellos de tus pezones.
41) Y los que se encuentran alrededor del ombligo.
42) Disfrutar cuando exprimes una espinilla.
43) E intentar exprimir las que aún no están listas.
44) Rascarte tus partes y luego oler, sólo para asegurarte de que todo anda bien ahí abajo.
Este post fue traducido del inglés.