El mayor problema que tenemos los seres humanos frente a las promesas de Dios es querer intervenir antes de tiempo creyendo que lo estamos haciendo a la manera de Suya o pretendiendo conocer cuál es la mejor manera de hacer algo. José tenía claro que se encontraba en un lugar que no le correspondía y pidió al copero que hablara a Faraón de él con el fin de no seguir más en la cárcel, quería salir de aquel lugar y tal vez de Egipto. Pero el copero se olvidó de José, porque esto también hacía parte del plan de Dios.
Nadie puede intervenir humanamente en algo que tiene que resolverse sobrenaturalmente (Gn. 40:14 - 15). José aunque conocía a Dios no entendía Sus planes para con él. Hoy la historia puede llevar tu nombre. Tú puedes ser ese José que tienes sueños, promesas, palabras proféticas que aún no se han cumplido y te sientes encarcelado y a punto de estallar. Te digo: No aceleres tus tiempos, Dios va a obrar perfectamente, espera en Él.
Leer: Job 34
Lectura complementaria: Salmos 65
Para pensar:
Lectura complementaria: Salmos 65
Para pensar:
- ¿Quién es Dios/qué hace en mi vida?
- ¿Qué dice de mi como creyente?
- Pecado a confesar o evitar
- Actitud a mantener, cambiar o mejorar
- Mandato a obedecer
- Promesa para reclamar
- Ejemplo digno de imitar o evitar
- ¿QUÉ ME DICE DIOS?
- ¿Qué le respondo?
Éste y todos los mensajes publicados han sido tomados con permiso del cuadernillo devocional TIEMPO A SOLAS CON DIOS escrito por el pastor Marcos Manrique de la iglesia CBI Medellín, para más información clic aquí
Las ilustraciones de nuestros mensajes pertenecen a sus respectivos autores.
