Arte

Jesús Despojado, en el vanguardista cartel de los premios de teatro Butaca de Cataluña

"Sin público no hay teatro", lema del cartel de los Premis Butaca

"Sin público no hay teatro", lema del cartel de los Premis Butaca

La Semana Santa de Sevilla y sus imágenes, una vez más, traspasa fronteras y se aloja en el escaparate de la cultura nacional. El próximo día 20 de noviembre se entregan en Premiá de Mar los Premios de Teatro Butaca de Cataluña, un certamen que alcanza ya su vigesimonovena edición y que reconoce lo mejor de la escena contemporánea de la región. Es uno de los premios más prestigiosos en la comunidad, y en el cartel anunciador de la gala se usa como reclamo la imagen de Nuestro Padre Jesús Despojado, titular de la hermandad homónima de nuestra ciudad. Y todo tiene un por qué. 

La cofradía del Domingo de Ramos, y que preside Rafael Aranda, al tener conocimiento del uso de la imagen del Señor en el cartel, se ha puesto en contacto con los organizadores del evento y con la delegada de Cultura del Ayuntamiento, para recabar información y conocer cómo llega hasta allí la imagen de Antonio Perea. Desde Barcelona han transmitido lo siguiente a la corporación, dando buena cuenta de la armonía y las intenciones benévolas de la entidad: "La imágenes que acompañan al cartel de los premios Butaca intentan hacer un homenaje a las primeras manifestaciones teatrales de la España medieval, donde las imágenes religiosas y los autos sacramentales representaron el origen del teatro en nuestro país", apuntan. 

El cartel de la XXIX edición de entrega de Premios Butaca El cartel de la XXIX edición de entrega de Premios Butaca

El cartel de la XXIX edición de entrega de Premios Butaca

"Como uno de los ejes principales de la representación teatral desde sus orígenes es el público (eje esencial de nuestros premios), -como dice el cartel en su lema “SIN PÚBLICO NO HAY TEATRO” - hemos querido unir estos dos conceptos que son la base y el origen de las artes escénicas para hacer nuestro particular homenaje al público y a la cultura de la representación religiosa para no olvidar de dónde venimos y lo que somos. Nunca se ha pretendido ofender, ni molestar a nadie y es por ese motivo que las imágenes están tratadas con el máximo respeto y no han sido alteradas o manipuladas; simplemente se ha tocado el color para mostrar una coherencia estética con el diseño del cartel", prosigue la organización. Al parecer, un allegado de la asociación tiene familia en Sevilla y conocía la imagen de Jesús Despojado, por lo que decidió incluirse en el cartel.

Sin duda, una curiosa historia que, lejos de desunir, estrecha aún más los lazos entre ambas culturas, y fomenta y favorece el respeto que siempre debiera imperar entre dos regiones históricamente vinculadas, sin necesidad de caer en la mofa y en la ofensa que, en ocasiones, hemos lamentado. 

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