Los hidrocarburos son los compuestos básicos de la química orgánica y están formados por átomos de carbono e hidrógeno. Dentro de los hidrocarburos encontramos dos clases bastante diferenciadas, por un lado tenemos los compuestos aromáticos definidos como hidrocarburos cíclicos conjugados (es decir tienen dobles enlaces alternos, uno sí, uno no) en los que los electrones de los dobles enlaces tienen libertad para moverse de moverse de un enlace a otro, dándoles más estabilidad que si permanecieran fijos en el doble enlace. Por otra parte, encontramos los compuestos alifáticos, moléculas lineales que se clasifican en alcanos, alquenos y alquinos en función de si están formados únicamente por enlaces simples, tienen algún doble enlace o algún triple enlace, respectivamente.
Por otro lado, las sustancias húmicas son compuestos que provienen de las transformaciones microbianas sobre los residuos orgánicos vegetales y animales. Estas transformaciones consisten en reacciones de mineralización (transformación de compuestos orgánicos a otros inorgánicos más simples) y de humificación, siendo estas últimas las que más nos interesan en el post de hoy.
La humificación consiste en reacciones bioquímicas que dan como resultado macromoléculas complejas que se localizan formando parte de la materia orgánica y que se clasifican de acuerdo a su peso molecular:
- Huminas: Corresponde a la fracción más resistente a estas biorreacciones, siendo la fracción insoluble.
- Ácidos húmicos: Es la fracción soluble en medio alcalino y su estructura es flexible y ramificada con cavidades internas que determinan su capacidad de absorción de agua. Además, presentan un alto peso molécula y una acción más lenta y duradera, por lo que se utilizan, sobre todo, para mejorar las propiedades del suelo, por ejemplo, en suelos arcillosos mejoran la estructura, la permeabilidad y la aireación, en los suelos alcalinos amortiguan el pH y mejoran la disponibilidad de los nutrientes y en los suelos secos aumentan la capacidad de retención de agua.
- Ácidos fúlvicos: Son solubles bajo cualquier condición de pH y al ser de menos tamaño, son los que mejor se absorben por las plantas. Su acción es más rápida pero menos persistente, por lo que se suelen utilizar para obtener efectos rápidos, como la mejora del enraizamiento en las plantas.
Uno de los parámetros que mide el desempeño de una sustancia húmica en la agricultura es el índice de biodisponibilidad. Cuanto mayor sea, más poder bioestimulante tiene sobre las plantas, y sobre la fauna microbiana del suelo. Este índice depende de la proporción de compuestos aromáticos y alifáticos que contiene. Cuanto más cantidad de compuestos alifáticos funcionales, mayor índice de biodisponibilidad tiene la sustancia, y mayor poder bioestimulante.
Por lo tanto, podemos resumir los efectos beneficiosos de las sustancias húmicas en dos grandes categorías:
- Efectos directos: Implican su absorción y su efecto en el metabolismo de las planta, por ejemplo, la modificación de la permeabilidad de las membranas para la mejora de la absorción, la mejora de la síntesis de proteínas, incremento de la fotosíntesis por incremento de la acumulación de clorofila, la protección de hormonas implicadas en los procesos de tolerancia de la planta y aumento en la velocidad y porcentaje de germinación de las semillas. Las sustancias húmicas altas en compuestos alifáticos tienen un alto impacto en este tipo de efectos para la planta.
- Efectos indirectos: Implican una mejora en las propiedades físicas, químicas y biológicas del suelo y, por tanto, en su fertilidad, por encontrarse en él o aplicarse sobre él, por ejemplo, el incremento de la actividad microbiana y de la disponibilidad de nutrientes por impacto en el pH del suelo o la mejora de la estructura, aireación y retención de agua. Todas las sustancias húmicas tienen este efecto, aunque su poder radica en el tamaño de la molécula. Cuanto más grande, más efecto indirecto proporciona.
Todos estos procesos implican un aumento en la calidad y producción de las cosechas.
Sabemos que la materia orgánica, y su contenido en Carbono Orgánico Soluble (medido en nuestros Estudios Fertility 2.0) son indicadores importantes cuando hablamos de la calidad del suelo agrícola, pero es aún más importante su contenido en sustancia humificada, y éste nos va a impactar sobre el grado de aprovechamiento del agua de riego y los fertilizantes, permitiendo así ir reduciendo las dosis de éstos paulatinamente gracias a la mejora de la calidad del suelo.
En Edalife somos perfectamente conscientes de los beneficios que aportan para la mejora de la fertilidad del suelo y, por tanto, para la mejora del medio ambiente y de la rentabilidad del agricultor, por lo que hemos desarrollado dos herramientas que inciden positivamente en el contenido húmico del suelo.
Es un potente regenerador de la fertilidad en la rizosfera gracias a su impacto sobre la estabilidad de los agregados del suelo y, por tanto, en las propiedades físicas, químicas y biológicas. Además, es, sin duda, el producto con mayor impacto positivo en nuestro Índice de Fertilidad de Suelo (Edalife Soil Health Index), debido fundamentalmente a su elevado extracto húmico total con alto peso molecular. Entre sus beneficios destacan:
Funciones físicas
- Aumenta la cantidad y el tiempo de agua disponible en la rizosfera
- Contribuye a la formación de agregados.
- Previene la pérdida de agua con nutrientes por lavado.
- Mejora la aireación en suelos compactados.
- Previene el agrietado de suelos, la escorrentía y la formación de costra superficial.
Funciones químicas
- Aumenta la disponibilidad de nutrientes para las raíces.
- Actúa como un agente quelante de iones metálicas facilitando su asimilación por la raíz.
- Aporta una muy alta capacidad de intercambio haciendo que aumenten las reservas de elementos Ca, Mg y K.
- Aumenta la eficiencia del N y la tasa fotosintética del cultivo.
- Ayuda a corregir la clorosis férrica.
- Suaviza el efecto negativo de picos de alta conductividad eléctrica.
- Atenúa la toxicidad por metales pesados.
- Neutraliza ligeramente el pH alcalino del suelo.
Funciones biológicas
- Promueve la actividad biológica del suelo.
- Estimula la producción de enzimas.
- Actúa como catalizador orgánico en diversos procesos biológicos.
- Tiene efecto enraizante.
- Hace a las plantas más resistentes a plagas y enfermedades.
- Incrementa la germinación y la acumulación de biomasa total en los cultivos.
- Genera frutos más nutritivos y homogéneos.
Suspensión líquida desarrollada para mejorar las condiciones físicas, químicas y biológicas de la rizosfera que, además, aumenta la eficiencia de otros nutrientes y del agua, manteniendo la humedad durante más tiempo y promoviendo la actividad microbiana debido a su elevado extracto húmico total y alta proporción en compuestos alifáticos funcionales.
Entre sus funciones destacan:
- Efecto bioestimulante gracias a los componentes alifáticos que contiene.
- Alto poder prebiótico, aumentando notablemente la actividad microbiana en la rizosfera.
- Contribuye a la estructura del suelo gracias a la formación de agregados.
- Aumenta la retención de agua disponible, y previene la pérdida de nutrientes como el Nitrógeno por lavado.
- Mejora aireación en suelos compactados.
- Previene formación de costra superficial.
- Actúa como agente complejante de elementos minerales en la rizosfera, previniendo su bloqueo en suelo.
- Aumenta las reservas de cationes en el suelo, gracias a su alta capacidad de intercambio catiónico.
Para más información, ponte en contacto con tu distribuidor Edalife más cercano, o mándanos un correo a info@edalife.es.