Julieta Cardinali.

Julieta Cardinali. Valero Rioja

Protagonistas

Julieta Cardinali encarna el mal en 'Romancero', el gran estreno de Amazon Prime: “Hay algo que nos hace muy poderosas”

La actriz argentina estrena Romancero, la serie místico-futurista en la que comparte pantalla con Alba Flores, Sasha Cócola y Belén Cuesta.

12 octubre, 2023 01:55

He visto los seis capítulos y quedé flasheada”. Lo dice entre flashes Julieta Cardinali (Buenos Aires, 1977), la actriz argentina que se hizo famosa muchas veces.

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La primera, cuando era adolescente, en tiras diarias y shows infantiles; después, a finales de los noventa, cuando saltó al cine con Buenos Aires me mata y en los años posteriores, cuando encarnó a dos iconos nacionales, Evita Perón y Claudia Villafañe, la mujer de Maradona. Suele en su carrera, de hecho, interpretar a mujeres con carácter.

Los flashes no disminuyeron. Más bien, subieron de frecuencia cuando le llegó la ‘fama social’ por su matrimonio con el músico Andrés Calamaro, el padre de su hija.

Julieta Cardinali en un momento de la entrevista.

Julieta Cardinali en un momento de la entrevista. Valero Rioja

En esta sesión, el flash del fotógrafo Valero Rioja se repite una y otra vez sobre ella, que atesora una conocida fotogenia.

Acaba de llegar de Nueva York y el lunes comienza el rodaje de otro nuevo film. Tres proyectos como un nuevo renacimiento, esta vez, mundial. Hoy presenta a la revista Magas el estreno de Romancero, la serie de Amazon Prime místico-futurista en la que comparte pantalla e inquietantes luces con Alba Flores, Sasha Cócola y Belén Cuesta, y donde interpreta a una mujer con ‘complejo de Mesías’.

¿Está en racha?

Por suerte, sí [sonríe ampliamente].   

¿Por qué cree que está trabajando tanto?

No sé si tengo una respuesta para eso. Trabajo desde muy chica, desde los catorce años, fui construyendo un camino poco a poco y ahora estoy cosechando. Puedo elegir proyectos y puedo decir que no, un privilegio en esta profesión. Eso genera también trabajo. Por supuesto, te puedes equivocar, no son matemáticas, es cine, pero creo que las elecciones ayudan a enfocarse.

No me gusta decir que tuve suerte, sí, por supuesto que la suerte jugó a mi favor, pero también me lo trabajé mucho, y supe decir que no.

¿En qué radica la importancia del no?

Saber decir que no significa resignar plata, vivir con menos, y es una decisión muy personal. Cada uno tiene sus propias varas: te pones la vara más alta o más baja, para un lado o para el otro, no todos vamos para el mismo lugar.   

En resumen, ¿cuándo hay que decir que no?

Es que, en realidad, es al revés: para decir que sí me tiene que gustar lo que tengo que contar, quién lo va a dirigir, tengo que tener un poco de afinidad con el director o directora, ver si hay actores o actrices con los que me interesa trabajar… a esto me refiero, después se puede uno equivocar. No digo que mis elecciones sean geniales pero trato de serme fiel.   

La malvada de 'Romancero'

De la interpretación, lo que más le gusta a Julieta Cardinali es “el momento previo de las lecturas de guiones con el resto del elenco, cuando uno va empezando a proyectar qué va a hacer, me gusta y disfruto mucho de la construcción del personaje con el director o directora. Me gusta pasarlo bien. No me gusta sufrir trabajando. No soy quejosa ni malhumorada. A mí me gusta disfrutar mi trabajo”.   

Lo que recuerdo que me pasaba”, continúa, “cuando era muy joven y veía las películas de Cassavetes y Gena Rowlands, es que yo decía por dentro: ¡quiero hacer eso, quiero ser eso! Me parecían de una sensibilidad muy profunda”.

Y añade que, ”como ya trabajaba en series más adolescentes, tiras diarias, series populares de canal abierto, podía practicar. Siempre me lo tomé con responsabilidad, y sabía que era un privilegio, porque tenía la posibilidad, en una tira diaria, en las que había quince escenas por día, de probar cada día muchas cosas. Después, cuando me metí en el cine entendí que me gustaba más porque tenía más tiempo para trabajar el personaje, porque la historia tenía un principio y un fin. Y hoy por hoy las series tienen mucho de cine”.

Sobre Romancero...

Romancero es muy potente. Son seis capítulos, así puedes crear el arco de tu personaje porque sabes cómo empieza y termina, es un espacio nuevo, el de las series cortas. Me encantó mi personaje. Diríamos que se trata de una serie de ciencia ficción pero que retrata muchos temas de un mundo actual, el machismo, los marginados, las minorías, la violencia intrafamiliar,… los dos directores son genios, hicieron con este material algo muy poderoso. Son muy osados al hablar de temas sociales fuertes.   

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Su personaje en esta serie, ¿cómo lo describe?

El personaje que me tocó interpretar, Katerina, encarna el mal, es la mala malísima y lleva una fuerza maligna impresionante. Es una mujer muy poderosa y al mismo tiempo cuando la conocemos es alguien que tiene un complejo de mesías, lleva un séquito de gente, parando por los pueblitos. Como personaje es muy interesante.   

¿Suele interpretar mujeres fuertes?

Sí. En España hice a la Eva Perón de Villaronga con Carmen Maura y Ana Torrent y ese personaje fue uno de los que más disfruté. Haber trabajado con Agustí fue un privilegio, es una gran director. También te refieres a la mujer de Maradona, Claudia Villafañe, que es muy popular y con mucho carácter. Cuando agarras personajes que todo el mundo conoce es complicado.   

También otras como Victoria Levingston…

Bueno, cuando se trata de un personaje de ficción es distinto, porque es algo que uno crea. Es totalmente diferente. Pero sí, por lo general son mujeres con fuerza. Yo creo que las mujeres tenemos una fuerza muy grande, ¡damos a luz!, hay algo que nos hace muy poderosas.

¿Qué mujeres ha conocido en la vida que la han impresionado?

Creo que diría que Estela de Carlotto, por su generosidad y su cercanía e incluso su tranquilidad. Muy generosa. Me quedé alucinada cuando la conocí.

¿Y una mujer a la que le gustaría interpretar?

Me gustaría mucho hacer la historia de alguna escritora, Simone de Beauvoir ahora mismo estoy leyendo sobre su vida con Sartre, su historia es increíble, si alguien está leyendo esto, escríbanla para rodarla.

Vida personal

Dos cosas que la definen…

El deporte seguro que no [confiesa]. Las cosas que más me definen son mis libros y mi casa. Me gusta estar adentro. Mi casa es un lugar de descanso, de privacidad, de armonía, me gusta poner música. Me gusta estar sola, pero también mucho compartir el tiempo con mis amigas y amigos. Soy muy amiguera. Es una casa vivida en la que los almohadones tienen forma de cuerpo, no de almohadón.

¿Cuál diría que fue su peor momento?

Definitivamente, mi primer momento más complicado fue la muerte de mi padre, después la de mi madre, hace quince años porque murió muy joven, porque se enfermó muy joven, era la mejor persona del mundo y la acompañe en su enfermedad y en el camino a su muerte y fue lo más doloroso y difícil… ¿A día de hoy? No sé si estas cosas se superan, hay que aprender a vivir con ese dolor, ese es el reto más difícil.   

Ha convivido en su vida personal con personas altamente creativas… ¿es más difícil?

Nunca me puse a pensar esto. La mayoría de mis parejas fueron personas creativas y mis amigas muchas se dedican a algo que tiene que ver con el arte. Creo que todas las profesiones tienen un ‘para arriba’ y un ‘para abajo’. Mi última pareja fue un médico, más difícil que eso no hay.

Quizás es más fácil entendernos entre creativos, porque no tienes horarios, todo el tiempo estás conociendo gente, es otro estilo de vida, cuando te encontrás con un compañero que lo comprende es más fácil. Pensé que no, pero después del tiempo, me di cuenta de que sí…

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Es usted Generación X, ¿se siente entre dos mundos?

Un poco sí. No me es del todo fácil usar las redes. Uso Instagram para trabajar, también tengo una marca de ropa. Veo a mi hija de 16 años todo el día con el teléfono y eso me pone un poco nerviosa [sonríe]. Pero soy una persona muy a favor de lo nuevo, de la tecnología. No me quejo hablando de otras épocas. Eso es aburrido. Hay que escuchar también la música nueva. Estoy a favor de la tecnología, no para todo, pero creo que luchar contra lo que se viene es de persona pesada.

¿Cuál diría que es ahora su fuente de vitalidad?

Estoy en un momento de cambio personal porque mi hija está más grande. Tengo más tiempo. Hay algo en lo que quiero seguir profundizando, en el poder de la elección. Elegir con quién estar, con quién trabajar. Es el camino que estoy eligiendo. Y no quiero luchar contra el paso del tiempo, quiero disfrutar el paso del tiempo.   

Buenos Aires, no importa el clima político, sigue presumiendo de escena…   

Sí, Piaf, con Elena Roger, en teatro, es increíble. Buenos Aires lleva muchísimos años siendo un polo cultural teatral, es muy importante, hay muchísimas obras cada día, un lunes a las ocho de la tarde en un teatro para treinta personas lo que ves es increíble, todos los días puedes elegir algo de un nivel alto. Hablo de salitas: fui hace poco a ver No hay Banda de Martín Flores Cárdenas y me encantó, creo que ahora vienen a Madrid, no os lo perdáis.