Tres décadas después las cuentas quedan saldadas. El Consejo de Seguridad de la ONU votó el martes por la noche el fin del requerimiento a Irak del pago de las indemnizaciones por la invasión de Kuwait que Sadam Husein ordenó en 1990. Durante todo este tiempo, Bagdad ha pagado alrededor de 52.400 millones de dólares (unos 46 millones de euros) a un millón y medio de víctimas reconocidas como legítimas. El órgano a cargo del proceso lo ha definido de "éxito histórico".
En materia de conflictos armados son más las demandas de rendición de cuentas que las reparaciones en sí. Una de estas excepciones tuvo lugar en abril de 1991. Dos meses después de la finalización de la Primera Guerra del Golfo Pérsico, el Consejo de Seguridad de la ONU aprobó contra el Estado perdedor la resolución 687, que le obligaba a pagar indemnizaciones a las víctimas de la ocupación de Kuwait, que desató la reacción de una coalición internacional liderada por EEUU.
En virtud de dicha resolución se requirió a Irak la destinación de cierto porcentaje de sus réditos por la venta de petróleo al pago de las compensaciones. Del 30% de las ganancias, impuesto inicialmente, se ha pasado gradualmente a un porcentaje menor, hasta llegar al 3% cuando se completó el pago. A tal efecto se estableció la Comisión de Compensación de Naciones Unidas (UNCC), a cargo de garantizar la restitución de los daños provocados en Kuwait por las fuerzas del dictador ejecutado en 2006.
El presidente de la mesa de gobernadores de la UNCC, el embajador irlandés Michael Gaffey celebró el cierre del capítulo, argumentando que se trataba de un "éxito histórico para Naciones Unidas y para el multilateralismo efectivo". En la misma sesión en que se pronunció, el Consejo de Seguridad de la ONU dio por válida la notificación de fin del pago de las obligaciones de Irak, expresando que el proceso "se ha completado" y que "no habrá más requerimientos a la comisión".
Según detalló Gaffey, su órgano priorizó las acciones indemnizatorias de personas forzadas a dejar Irak o Kuwait, de quienes resultaron heridos o perdieron a esposos, hijos o parientes próximos y de quienes sufrieron pérdidas valoradas en hasta 100.000 dólares. Una decisión que, según resaltó, "marca un paso significativo en la evolución de la práctica de demandas internacionales". Entre los compensados figura la Corporación de Petróleos de Kuwait, que había exigido 14.700 millones de dólares.
Por contra, según destaca la agencia Associated Press, y admite la misma UNCC, las compensaciones finalmente aprobadas "representan aproximadamente un 15% del total demandado". La comisión había recibido demandas por 352 mil millones de dólares. Con todo, el ministro de Exteriores iraquí, Fuad Hussein, dio por concluida la tarea subrayando que su país ha cerrado "un capítulo de 30 años y se embarca en uno nuevo, en su viaje político, diplomático y económico".
El 2 de agosto de 1990, Sadam Husein invadió el vecino Kuwait. Entre las razones esgrimidas estaban la alta producción kuwaití que hacía su crudo más competitivo, aunque otra teoría es que Husein trataba de acabar con la deuda de 14 mil millones de dólares contraída por su anterior guerra con Irán. Las acciones de Irak dispararon el precio del petróleo a nivel global y provocaron la rápida reacción de Occidente, que impuso severas sanciones y el pago de las costas de la invasión.
Hoy, la relación entre ambos países es cordial -razón por la que se facilitó el pago de la deuda, aunque sin condonarla-, pero Bagdad sigue en crisis. Con el precio del barril volviendo a alzarse, como consecuencia tanto del fin de la pandemia como de las tensiones en Ucrania, la población sigue adoleciendo de falta de acceso a recursos a pesar de los pingües beneficios, secuestrados, según alertan la mayoría de observadores, por múltiples corruptelas institucionales.
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