De un tiempo para acá Rosana Arbelo, la cantautora canaria que, guitarra en mano, un día nos encandiló con su Talismán, su chispa y su carácter alegre, se prodiga por los escenarios menos de lo que le gustaría a su público y es que, según confiesa a LOC, lleva los últimos cinco años dedicada en cuerpo y alma a un proyecto benéfico que, asegura, la tiene absolutamente enamorada y entregada en cuerpo y alma.
Se resiste a dar demasiados detalles, aunque está como loca por compartirlo, se ríe mientras lo dice, y confiesa que tendrá música. Han sido muchos conciertos los que ha dejado de hacer y muchos los planes a los que ha renunciado para prepararlo todo y llegar hasta aquí. No quiere que se gafe, se ríe de nuevo, y promete que verá la luz muy pronto. "Todavía no puedo contar nada porque ya sabes lo que se dice", y vuelve a reírse mientras lo está diciendo. Sin duda va a ser "un antes y un después en mi carrera", sentencia.
Hace unos días la canaria recibía un premio a su labor filantrópica, compromiso social e implicación para ayudar a aquellos que más lo necesitan durante la gala benéfica Starlite que apadrina nuestro actor más internacional de las últimas décadas, Antonio Banderas. Está feliz con este primer galardón que le dan que no tiene que ver con su carrera musical, reconoce.
Comprometida con los demás desde siempre, le ha alegrado muchísimo recibir este premio que no es otra cosa que el reconocimiento a algo que -confiesa- la persigue desde "muy chiquita" como es intentar hacer de este mundo un lugar "más bonito y mejor". Y es que no hay más que darse una vuelta por sus redes sociales llenas de citas motivadoras para comprobarlo. En ellas lo mismo rompe una lanza para defender la igualdad y dar visibilidad al universo de los niños con síndrome de Down que levanta el corazón por Turquía y Siria o lanza un lamento desconsolado mientras el fuego arrasa el bosque en la isla de Tenerife. También se rapó el pelo cuando a su hermano, hoy fallecido, le diagnosticaron un cáncer de pulmón. Su muerte fue, sin duda, uno de los momentos más duros de la vida de la canaria, la menor de ocho hermanos y siempre muy apegada a los suyos.
En su familia nadie se dedicaba a la música, ha sido la primera, pero ella sintió el ritmo y el amor por los acordes desde bien chiquita. Con tres años sus padres le regalaron un pequeño piano pero fue la guitarra la que con apenas cinco años le robó el corazón. Era más grande que ella así que se recostaba sobre el instrumento, ponía su oído sobre la madera y "la rasgaba para sentir sus tripas". A los ocho años ya la tocaba y compuso su primera canción. De ella dice que es su amiga, su acompañante en buenos y no tan buenos momentos, ese objeto con el que te quedarías si solo te pudieras quedar con uno pero, sobre todo, una guitarra es para Rosana "una traductora de los latidos de mi corazón".
Esta potente mujer que se ríe y se ríe con una risa casi contagiosa, comenzó su carrera musical a principios de los 90 componiendo con éxito para otros artistas como el dúo Azúcar Moreno. No sería hasta 1996 cuando, animada por sus amigos, se decidió a cantar ella misma sus propias composiciones. Lanzó su primer trabajo Lunas Rotas, que se publicó en más de 30 países y que incluía el archiconocido Talismán. A éste éxito le siguieron otros como A fuego lento, Sin miedo o Si tú no estás. En menos de un año logró hacerse con un disco de diamante y que el mítico director y productor cinematográfico Quentin Tarantino se fijase en su música e incluyese dos de sus temas -Lunas Rotas y el propio Talismán- en la banda sonora de la película Tú asesina, que nosotras limpiamos la sangre.
Si bien no es la artista más prolífica del panorama musical, ha grabado siete álbumes de estudio, uno en directo y varios recopilatorios que, dicho sea de paso, no está nada mal. De su vida sentimental poco se sabe desde que rompiera con la periodista y presentadora Toñi Moreno, salvo que vive una época dulce con su actual pareja y que lo hace lejos de las cámaras.