La escuela de samba Viradouro, con un innovador desfile en el que realzó la fuerza de las mujeres negras a través del culto a una serpiente sagrada, fue proclamada este miércoles como la mejor del carnaval de este año en Río de Janeiro.
Los jurados encargados de conceder el disputado título de mejor escuela del llamado Grupo Especial del Carnaval más icónico de Brasil premiaron al colectivo por el conjunto de su desfile. Así pues, 36 jurados calificaron los disfraces, la historia, el conjunto, la armonía y la música, entre otras categorías.
Viradouro es considerada una de las escuelas más exitosas en los últimos años. Aventajó a las demás competidoras al sumar 270 puntos, la máxima nota de la competencia, con siete décimas de ventaja sobre Imperatriz Leopoldinense -campeona de los desfiles el año pasado- que alcanzó los 269,3 puntos este año.
La escuela campeona del Carnaval de Río lideró una trama basada en las creencias vudú de los africanos y la fuerza de las mujeres que formaban la poderosa hermandad de guerreros.
Viradouro, samba, y más novedades
Entre las novedades que se vieron en la pasarela estuvo una serpiente mecánica que se arrastró a lo largo de los 700 metros que tiene la pista del sambódromo. Fue manipulada por un hombre que estaba dentro de la estructura en posición horizontal.
Este es el tercer título de la Viradouro, que el año pasado fue subcampeona. Ya habían conquistado el primer lugar en 1997 y 2020.
Con el triunfo de este año, la escuela fundada hace 77 años se ubica como la novena más vencedora de la competencia. Pero están muy lejos de Portela, que con 101 años de existencia es la más premiada en la historia del Carnaval de Río con 22 títulos.
Las 14 escuelas del Grupo Especial desfilaron el domingo y el lunes en la noche. A cuestas llevaron su presentación al sambódromo entre 3.000 y 5.000 integrantes (bailarines, percusionistas, cantantes y personajes). Tuvieron un plazo de entre 65 y 75 minutos para desarrollar, con la ayuda de alegorías y enormes carrozas, el tema escogido para el desfile de cada año.
Cada una fue calificada mientras atravesaban los 700 metros de pista del sambódromo ante 72.500 espectadores por criterios como la armonía del desfile, la samba entonada y la originalidad de los disfraces y carrozas.
Porto da Pedra escenificó la historia de un almanaque español del siglo XVI. El libro fue el más leído en el nordeste de Brasil por 200 años. A pesar de esto, la presentación obtuvo la más baja calificación. Al quedar en el último lugar fue descendida de categoría y el próximo año tendrá que disputar con el Grupo de Acceso, una especie de segunda división.