La variedad y complejidad de insultos hace que a menudo nos maravillemos de adónde puede llegar la inventiva humana para molestar, ofender y hacer rabiar al contrario. Por eso, todo insulto tiene una vis cómica, porque a menudo son tan graciosos y tan inteligentes y oportunos, o por el contrario, están tan fuera de contexto, que invitan a la carcajada.

En el insulto se trata de herir a un contrario y para ello se utiliza lo que más daño vaya a causar, en general por desgracia no se trata de ser ingenioso, sino de ofender; así, si llamas "matasanos" a un médico o "analfabeto" a un editor, atacas a su orgullo profesional (o al menos lo intentas). Y lo mismo si tildas de "meapilas" al muy religioso, o de "toro bravo" al esmirriado, se trata de dar donde más les duele. Digo "por desgracia" porque el mundo sería un lugar mucho más bonito si diéramos rienda suelta a la imaginación en lugar de a la rabia. Mucho mejor es ese "Traidor, descompuesto, villano, infacundo, deslenguado, atrevido, desdichado, maldiciente, canalla, rústico, patán, malmirado, bellaco, socarrón, mentecato y hediondo" que le suelta don Quijote a Sancho Panza que las sobadas groserías con las que nos castigan habitualmente los realities televisivos de turno.

Si te gustan los entresijos del lenguaje, te invitamos también a descubrir qué son los palíndromos, cuáles son las palabras más largas en español, cuáles son las faltas de ortografía más comunes o los acertijos de lógica más sorprendentes. Pero vamos a lo que nos ocupa, que aquí estamos por los insultos.

Rafael del Moral, en su Diccionario temático, clasifica cuatro tipos de insultos: a la inteligencia y a la salud mental (idiota, adoquín, lerdo, mameluco, mentecato, pazguato, imbécil, retrasado, estúpido, mastuerzo, atontao, orate, loco, subnormal, deficiente, majadero, cenutrio, zoquete), a la educación (analfabeto, ignorante, palurdo, berzotas, gaznápiro), a la bondad (sinvergüenza, ladrón, bellaco, degenerado, bribón, granuja, chupasangre, sanguijuela, cantamañanas, chupóptero, zascandil, canalla) y a la valentía (cagueta, cobarde, pusilánime, gallina, alfeñique, lechuguino).

Yo veo unos cuantos más: primero, los ataques a la apariencia física (foca, ballena, orangután, zampabollos, piltrafilla, feo, cara- seguido de lo que sea, carapán, carapiña, caracandado, y de ahí pasamos a los famosos boca-, como bocachancla, bocabuzón y similares). Segundo, no los más numerosos, pero sí los más utilizados, los que pretenden ofender la sexualidad o la honorabilidad del receptor (zorra, cabrón, puta, gilipollas, cornudo, maricón, bollera…). Eso engloba a las múltiples expresiones supuestamente ingeniosas que solo demuestran, precisamente, la falta de ingenio de quien los emplea, como "perder aceite" o "hacer la tijereta". De hecho "puto" y "puta" se utilizan como intensificador de cualquier insulto que siga, así "puto imbécil" es mucho más agresivo que un simple "imbécil" a secas, pero también demuestra una gran pobreza léxica. Por último, están los insultos de rechazo físico o emocional, esos "vete a freír espárragos" en todas sus versiones escatológicas, como "vete a la mierda", "me cago en tu padre" y otras lindezas similares.

¡Peligro! Contiene lenguaje hirientepinterest
Getty Images
Esta ilustración debería aparecer en todo foro de internet.

Este fenómeno se da en todas lenguas. El querer herir, humillar, hacer daño, ofender y alejar es inherente al ser humano; cuando nos pinchan, no solo sangramos, cuando nos pinchan, sangramos e intentamos devolver el golpe. Los anglosajones, que saben insultar de lujo, tienen un dicho: Sticks and stones may break my bones, (but words can never hurt me), algo así como "Con piedras y palos me romperás los huesos (pero las palabras no me hacen daño)". Yo pienso más bien lo contrario, a menudo el vituperio causa más estragos que una pedrada en la ceja. Pero no es mi intención ponernos sombríos, ni hablar aquí de bullying, sino escribir un artículo jocoso, fresco y despreocupado sobre esa actividad que todos realizamos, si no a grito pelao, sí en bajito, hasta entre dientes, para desquitarnos, para dar salida a nuestra rabia, para no caer en la frustración.

Empecé hablando de los insultos que me habían llamado la atención en Narcos, y es que la variedad, una vez cruzamos el charco, se multiplica exponencialmente. Están los consabidos "pendejo" ("de pocas luces", aunque en el Cono Sur también significa simplemente "adolescente"), "boludo" (de similar significado), "pinche" (muy usado en México, que significa "ruin", pero también es un intensificador, como en inglés fucking o el "puto" que hemos visto antes) y "huevón" (en general "vago", pero también "bobo"). A todos ellos ya nos hemos hecho los que vivimos en esta piel de toro, no los usamos, pero los entendemos.

He de añadir que yo siento debilidad, cómo no, por los insultos de los tebeos de mi infancia, siempre en boca del capitán Haddock (malandrín, facineroso, bellaco, villano, mastuerzo, archipámpano, mequetrefe) o de los personajes de Mortadelo y Filemón (vándalo, batracio, burricalvo, energúmeno, merluzo, botarate, mastuerzo, basilisco).

monkey island insultos
Lucas Arts

Imposible olvidar tampoco las batallas de insultos pirata contra pirata de Guybrush Threpwood en El secreto de Monkey Island. "¡Luchas como un ganadero! ¡ Ordeñaré hasta la última gota de sangre de tu cuerpo! Qué apropiado, tú peleas como una vaca".

No lamentaré lo hermosos que eran los insultos del pasado, pues la lengua es algo vivo, en constante evolución, y si bien se pierden unos términos, aparecen otros. La imaginación siempre es capaz de acuñar nuevos términos, así hemos visto hace poco aparecer nuevos vocablos como "pagafantas" (para referirse al que paga las copas en una cita con la esperanza de llegar a un encuentro carnal que nunca tendrá lugar), "asaltacunas" (para alguien que gusta de mantener relaciones con alguien mucho más joven), "cierrabares" (el último en acabar la juerga), o "perroflauta" (la forma más despectiva que conozco de llamar a los antisistema). Probablemente estos términos no entren nunca en la RAE, pero ya están en la mente de todos, y se utilizan con regularidad en cualquier conversación diaria.

Las nuevas tecnologías favorecen el insulto, solo hay que asomarse a esa jauría hambrienta que aguarda en las redes sociales para que, y no siempre desde el anonimato, se reciban todo tipo de improperios. El lingüista y escritor José Antonio Millán, quien, entre otras cosas, sabe de insultos un rato, documenta en su página web curiosos duelos de insultos, como el ejercicio estilístico que supuso el Primer Concurso de Insultos de un foro de escritores de la red electrónica Compuserve, allá en los albores de la world wide web, donde aparecieron joyas del tipo "Hablando de madres: ¿es verdad que la tuya es tan gorda que tiene su propio código postal?" o "¿Sabes?, yo podría haber sido tu padre, pero el tipo que estaba a mi lado tenía el dinero exacto". El escritor lo compara con "las jotas de picadillo" aragonesas, en las que canta uno y le contesta otro (u otra), y las respuestas van subiendo de tono. No creo que tenga que ver con el folklore maño, pero en la mitología escandinava también se practicaba el duelo de insultos (flyting). En el poema épico Beowulf, el intercambio de insultos se considera una forma de combate tan válida como un duelo de espadas.

insultos graciosos, inteligentes y originales
Getty Images

No fue así de deportivo para Oscar Wilde, a quien insultó el marqués de Queensberry, el padre de su amante, al dejarle una nota en su club que rezaba: "Para Oscar Wilde, posando como sodomita". Si Wilde se hubiera limitado a romper la nota y soltar alguna de sus agudezas, nada habría pasado, y eso que si alguien sabía insultar con gracia ese era él. Pero su amante lo azuzó para que denunciara a su padre. Así lo hizo y la denuncia se volvió en su contra. El escritor acabó encarcelado y después abandonado por su amante y repudiado por su mujer. Murió en París, solo y deprimido.

Creo que es sano inventar insultos, sobre todo si no se basan ni en la apariencia física ni en la inclinación sexual. Aún recuerdo a un compañero de trabajo que además de muy vago era una mala persona. No contaba con la simpatía de nadie en la empresa –no diré cuál–, y todo el mundo lo insultaba a sus espaldas. Pero el mote que cuajó no tenía que ver con su aspecto, bastante de paquidermo, sino con una de sus debilidades. Era un tragaldabas, no se perdía reunión en la que hubiera cruasanes, o algo de comida gratis. Su apetito era tal que un día vi que se servía, en una ensaladera, las albóndigas que traía de casa. Lógico, en un plato no le habrían cabido. Desde entonces es y será, para quienes lo conocemos, "Come-albóndigas", aunque nunca se lo diremos a la cara. No por falta de ganas (es una persona detestable, egoísta, mezquina y rencorosa), sino porque es delito. Y con eso más vale ser cauto, en los tiempos que corren.

Mortadelo contra Trumppinterest
Random House Mondadori
Si insultamos mentalmente no corremos ningún riesgo de que nos acusen de injuria.

Según el actual artículo 208 del código penal, son delito “las injurias que, por su naturaleza, efectos y circunstancias, sean tenidas en el concepto público por graves”. Como es muy subjetivo eso de determinar cuándo es grave o leve una injuria, y más raro aún lo de "el concepto público", yo desaconsejo dejarse llevar por la ira. Evitemos lanzar improperios sin ton ni son, con ellos no se gana más que la cara de desaprobación de los presentes, y se puede perder mucho en el intento. No conduce a nada. Es una labor mucho más beneficiosa si insultamos mentalmente, o con tan sumo cuidado que nadie nos pueda nunca meter un puro. La línea entre la libertad de expresión y la ofensa es muy fina hoy en día. Que le pregunten a David Broncano:

preview for Los chistes más hirientes de David Broncano

Son malos tiempos para el insulto, y sin embargo, las redes, incluso las de Esquire, están llenas de haters que linchan a diestro y siniestro sin saber ni por qué y que hacen del insulto su única forma de expresión.

Dicho todo esto, aquí tienes un montón de insultos que puedes añadir a tu lenguaje habitual. Eso sí, no seas malaje y úsalos con cariño...

Los 205 insultos más utilizados y su significado

  1. Abrazafarolas: Persona que se queda sola o marginada en un grupo o en una fiesta.
  2. Adefesio: Persona o cosa ridícula, extravagante o muy fea.
  3. Adoquín: Persona torpe o ignorante.
  4. Alelado: Persona lela o boba.
  5. Alfeñique: Persona frágil de cuerpo y complexión.
  6. Analfabeto: Ignorante, sin cultura, o profano en alguna disciplina.
  7. Andurriasmo: Persona que va sucia, vestida con dejadez.
  8. Apollardao: Atontado, confuso, despistado o torpe.
  9. Archipámpano: Persona que se comporta como si fuera importantísimo
  10. Artabán: Hombre agresivo y que menosprecia a las mujeres. Machista y misógino
  11. Asaltacunas: El que, como Leonardo Di Caprio, que mantiene una relación sentimental con otra mucho más joven.
  12. Asno: Lerdo, atontado, bobo, corto de luces.
  13. Asqueroso: Persona que causa asco, o repulsión moral o física.
  14. Atontao: Persona tonta que no sabe cómo conducirse.
  15. Baboso: Bobo, simple, adulador, molestamente obsequioso con las mujeres.
  16. Ballena: Comparación con el simpático cetáceo.
  17. Basilisco: Persona furiosa o dañina.
  18. Batracio: Persona que resulta insignificante.
  19. Bellaco: Malo, pícaro, ruin.
  20. Berzotas: Persona tonta, necia.
  21. Bocachancla: Persona que habla sin pensar o que dice cosas inoportunas o indiscretas.
  22. Bocallanta: Lo mismo que Bocachancla.
  23. Bollera: Mujer homosexual, lesbiana.
  24. Bolo: Ignorante o de escasa habilidad, torpe, necio.
  25. Boludo: Necio o estúpido. En Uruguay, "erdo, parsimonioso, irresponsable". En El Salvador no creo que sea insulto, pues significa "adinerado".
  26. Boquimuelle: Persona que habla mucho y sin sentido o que tiene la boca floja.
  27. Botarate: Persona alborotada y de poco juicio.
  28. Bribón: Haragán, dado a la briba (holgazanería), pícaro, bellaco.
  29. Burricalvo: Persona bruta e incivil.
  30. Cabraloca: Persona alocada, que obra sin pensar en las consecuencias de sus actos.
    una cabra
    scob2 / 500px//Getty Images
    Pobres cabras, ¿de dónde le vendrá esa fama de locas?
  31. Cabezabuque: Cabezón, terco. Persona obstinada en su dictamen y parecer.
  32. Cabezaalberca: Persona que tiene la cabeza muy grande o desproporcionada.
  33. Cabrón: Que hace malas pasadas o resulta molesto.
  34. Cagón: Miedica, persona de poco valor.
  35. Cagueta: Cobarde, pusilánime, apocado.
  36. Calientaestufas: alguien que no sirve para nada o es muy inútil.
  37. Calientahielos: Persona que se hace la interesante o la simpática sin conseguirlo.
  38. Calzamonas: Persona que tiene las piernas muy largas y delgadas.
  39. Canalla: Persona despreciable y de malos procederes. ruin, rastrero, miserable, mezquino, bandido, sinvergüenza, vil.
  40. Cansino: Pesado, aburrido, tostonero.
  41. Cantamañanas: Persona informal, fantasiosa, irresponsable, que no merece crédito:
  42. Cara- seguido de lo que sea (Carapán, Carapiña, Caracandado) Una forma de decir que alguien es muy feo.
  43. Cazurro: Alguien que es muy bruto o grosero.
  44. Cebollino: Alguien que es muy delgado o flaco, además de torpe.
  45. Cenutrio: Torpe, desmañado, estúpido, zoquete, berzotas, bruto
  46. Cernícalo: Hombre ignorante y rudo.
  47. Charrán: Que actúa sin honradez o con maldad.
  48. Chupacables: alguien que se dedica a robar la electricidad o a aprovecharse de los demás.
  49. Chupasangre: Que se aprovecha de los demás.
  50. Chupóptero: Persona que vive sin trabajar aprovechándose de otras personas.
  51. Chusma: Persona de modales groseros y comportamiento vulgar.
  52. Cicatero: Mezquino, tacaño o que escatima lo que debe dar.
  53. Cierrabares: Persona a la que le gusta trasnochar o salir mucho de fiesta.
  54. Cobarde: Pusilánime, sin valor ni espíritu para afrontar situaciones peligrosas o arriesgadas.
  55. Comealbóndigas: Persona muy tragona o comilona.
  56. Comemierda: Persona que es considerada despreciable.
  57. Comepiedras: Alguien que es muy duro o insensible.
  58. Cornudo: Que es objeto de infidelidad por parte de su pareja
  59. Cortito: Lerdo, de poca inteligencia.
  60. Cretinazo: Estúpido, necio, pero a la vez arrogante.
  61. Cuatrojos: Alguien que lleva gafas o tiene problemas de vista.
  62. Cuerpoescombro: Persona de ínfima consistencia física o moral, insignificante, irrelevante o sin categoría.
  63. Cutre: Tacaño, miserable.
  64. Deficiente: Tardo y torpe para comprender o ejecutar algo.
  65. Degenerado: De condición mental y moral anormal o depravada.
  66. Desdichado: Sin malicia, pusilánime.
  67. Deslenguado: Desvergonzado, desbocado, mal hablado.
  68. Despojo: Un desecho, que no sirve para nada, inútil.
  69. Desustanciado: Persona siesa, sin gracia, ni salero, desabrida.
  70. Energúmeno: Persona furiosa, alborotada, como poseída por el demonio.
  71. Espantajo: Persona necia, de gran apariencia o de aspecto estrafalario, sin valor.
  72. Espabilado: Persona lista, viva, despierta.
  73. Estúpido: Persona necia, falta de inteligencia.
  74. Escuchapedos: Persona que está siempre atenta a lo que dicen los demás o que es muy cotilla.
  75. Espantapájaros: alguien que tiene un aspecto muy feo o ridículo.
  76. Facineroso: Persona malvada o de perversa condición, delincuente habitual.
  77. Fantoche: Persona que presume de lo que no es o que se comporta con afectación o ridiculez.
  78. Feo: Desprovisto de belleza y hermosura.
  79. Fósil: Viejo, anticuado.
  80. Foca: Persona gruesa, obesa.
  81. Fresco: Que habla u obra con desvergüenza.
  82. Gallina: Cobarde, falto de valor.
  83. Ganapán: Persona que trabaja mucho y gana poco o que hace trabajos duros y mal pagados.
  84. Gaznápiro: Palurdo, simplón, torpe, que se queda embobado con cualquier cosa
  85. Gilipollas: Estúpido, lelo, corto de entendedera o luces.
  86. Giraesquinas: Persona que cambia fácilmente de opinión o de bando.
  87. Gorrón: Que tiene por hábito comer, vivir, regalarse o divertirse a costa ajena.
  88. Granuja: Bribón, pícaro, muchacho que vagabundea.
  89. Hediondo: Que huele mal y causa hastío.
  90. Huelegateras: Persona que es muy curiosa o entrometida.
  91. Huevón: Tonto o falto de inteligencia, pero ojo, que en Nicaragua y Honduras es "animoso" y "valiente".
  92. Idiota: Tonto o corto de entendimiento. También se usa para una persona engreída sin fundamento para ello.
  93. Imbécil: Tonto o falto de inteligencia.
  94. Infacundo: Que no halla fácilmente palabras para explicarse.
  95. Joputa: Hijo de una mujer de vida licenciosa, adúltera o dedicada a la prostitución.
  96. Ladrón: Que hurta o roba.
  97. Lamecharcos: Persona que es muy servil o aduladora con alguien.
  98. Lameculos: Persona aduladora y servil.
  99. Lamparón: Alguien que destaca negativamente o da mala imagen.
  100. Lechuguino: Muchacho imberbe que se mete a galantear aparentando ser hombre hecho.
  101. Lerdo: Tardo y torpe para comprender o ejecutar algo.
  102. Lloramigas: Persona que se queja mucho o que busca consuelo en los demás.
  103. Loco: Que ha perdido la razón. De poco juicio, disparatado e imprudente.
  104. Machirulo: Hombre machista, especialmente el que se considera que presume de ello.
  105. Majadero: Necio y porfiado. Persona obstinada en su dictamen y parecer.
  106. Malaje: Dicho de una persona: Desagradable, que tiene mala sombra
  107. Malandrín: Maligno, perverso, bellaco, persona de mal vivir.
  108. Maldiciente: Que maldice o denigra por costumbre, detractor por hábito.
  109. Malmirado: Persona desatenta, descortés, grosera, maleducada.
  110. Malparido: Que actúa con mala intención, de mala fe, o que perjudica.
  111. Mamarracho: Alguien que tiene un aspecto ridículo o extravagante.
  112. Mameluco: Hombre necio y bobo.
  113. Mamporrero: De significado literal "Persona que dirige el miembro del caballo en el acto de la cópula" ha pasado a significar "Persona que amaña algo en beneficio de otra".
  114. Mandril: Joven de poco seso y afectado en sus modales.
  115. Maricón: Varón homosexual.
  116. Marisabidilla: Alguien que presume de saber mucho o de ser muy listo.
  117. Mastuerzo: Persona necia y zafia. Para Nieves Concostrina, Fernando VII.
  118. Matasanos: Curandero o mal médico.
  119. Meapilas: Santurrón, chupacirios, beato.
  120. Melindroso: Que afecta excesiva delicadeza en sus palabras, acciones y ademanes.
  121. Melón: Persona torpe o necia.
  122. Memo: Tonto, simple, mentecato.
  123. Mendrugo: Hombre rudo, tonto, zoquete.
  124. Mentecato: Tonto, fatuo, falto de juicio, privado de razón. De escaso juicio o entendimiento.
  125. Mequetrefe: Persona entremetida, petulante e inútil.
  126. Merluzo: Hombre bobo, tonto.
  127. Mindundi: Persona insignificante, sin poder ni influencia.
  128. Mochufa: Persona que causa molestia por lerdez pura. Acuñada por Santiago Lorenzo. Una maravilla de vocablo.
  129. Momia: Persona muy seca y morena.
  130. Monstruo: Persona desmesurada en tamaño o fealdad o muy cruel o malvada.
  131. Morlaco: Que finge tontería o ignorancia.
  132. Morroestufa: Persona que no puede estarse callada, suele hablar sin fuste y se le calienta la boca de tanto cascar.
  133. Ñoño: Persona sumamente apocada y de corto ingenio.
  134. Orangután: Persona bruta, de trato poco refinado.
  135. Orate: Persona de poco juicio, moderación y prudencia.
  136. Orco: Alguien que es muy feo o monstruoso.
  137. Pagafantas: Persona que complace en todo a la persona con la quiere tener sexo pero este solo lo considera un amigo y nada más.
  138. Palurdo: Que tiene poca educación o escasa formación cultural y no sabe comportarse con elegancia y buenos modales en público.
  139. Panoli: Simple, proviene de algo tan sencillo como el pan y el aceite (pa amb oli). ).
    pan con aceite
    Francesco Ditria / EyeEm//Getty Images
    La palabra panoli refiere a una persona tonta, simple y fácil de estafar. Panoli viene del valenciano pa en oli (pan con aceite), variante del catalán estándar pa amb oli.
  140. Papafrita: Persona tonta o simple.
  141. Papanatas: Persona simple y crédula o demasiado cándida y fácil de engañar.
  142. Paquete: Alguien que es muy malo o inútil.
  143. Parguelas: Persona cobarde, bobo, un pringao, que no ha hecho nada con su vida.
  144. Pardillo: Que es inexperto o incauto, por lo que se le engaña o sorprende con facilidad.
  145. Pasmasuegras: Persona que sopla mucho o que habla demasiado.
  146. Pataliebre: Persona que tiene las piernas muy flacas y largas.
  147. Patán: Persona zafia y tosca.
  148. Pazguato: Simple, que se pasma y admira de lo que ve u oye.
  149. Peinabombillas: Persona muy alta o que se peina el pelo hacia arriba.
  150. Pelagatos: Persona insignificante o mediocre, sin posición social o económica.
  151. Pelanas: Alguien que tiene el pelo largo o descuidado.
  152. Pelmazo: Persona molesta, fastidiosa e inoportuna.
  153. Pendejo: Tonto, estúpido. Cobarde, pusilánime. De vida irregular y desordenada.
  154. Perroflauta: Persona que muestra un aspecto y una indumentaria descuidados.
  155. Petardo: Alguien que hace mucho ruido o es muy molesto.
  156. Petimetre: Persona que se preocupa mucho de su compostura y de seguir las modas.
  157. Pijotero: Que causa hastío o molestia, frecuentemente por poner pegas a todo
  158. Piltrafilla: Persona de ínfima consistencia física o moral, insignificante, irrelevante o sin categoría.
  159. Pinchauvas: Hombre que no vale para nada.
  160. Pinche: Persona tacaña, ruin.
  161. Pintamonas: Pintor artístico de poca habilidad.
  162. Pisaverde: Alguien que se cree superior a los demás o es muy presumido.
  163. Plasta: Persona molesta, fastidiosa e inoportuna.
  164. Pollo: Alguien que es muy joven o inexperto.
  165. Pollopera: Niño bien.
  166. Primo: Persona incauta que se deja engañar o explotar fácilmente.
  167. Pringao: Persona que se deja engañar fácilmente.
  168. Pusilánime: Falta de ánimo y valor para tomar decisiones o afrontar situaciones comprometidas
  169. Puta: Calificación denigratoria, aunque también se usa (y mucho) como intensificador.
  170. Quinqui: Alguien que se dedica a robar o a delinquir.
  171. Rastrero: Que actúa de forma despreciable o innoble para conseguir sus propósitos, a costa muchas veces de la propia humillación.
  172. Retrasado: Que no tiene el desarrollo mental corriente.
  173. Ruin: Persona mezquina, avarienta, de malas costumbres y procedimientos.
  174. Rústico: Violento, rudo, carente de miramiento y civilidad.
  175. Sabandija: Persona despreciable, inquieta y molesta.
  176. Sabelotodo: Persona que presume de sabia sin serlo.
  177. Sanguijuela: Persona que va poco a poco sacando a alguien el dinero, alhajas y otras cosas.
  178. Sieso: Dicho de una persona, desagradable, antipática, desabrida.
  179. Simple: Mentecato, abobado. Persona de pocas luces.
  180. Sinvergüenza: Que comete actos ilegales o inmorales en provecho propio.
  181. Soplagaitas: Imbécil, estúpido.
    gaitero
    Rosmarie Wirz//Getty Images
    No sabemos muy bien qué tiene de estúpido tocar la gaita, quizás molesto, sí, pero, vamos requiere su destreza.
  182. Soplaguindas: Persona que es muy tonta o que hace tonterías.
  183. Subnormal: De poca inteligencia.
  184. Tarugo: Hombre de mala traza, pequeño y gordo
  185. Tiquismiquis: Persona con escrúpulos o reparos de poquísima importancia.
  186. Tocapelotas: Impertinente, fastidioso, pesado.
  187. Tolai: Tonto, bobo.
  188. Tolili: De muy corto entendimiento y escasa inteligencia.
  189. Tontaina: Tonto, simple.
  190. Tontolaba: Persona muy tonta, un imbécil.
  191. Toro Bravo: Burla que se aplica a una persona enclenque o asustadiza.
  192. Tragaldabas: Persona muy tragona o comilona.
  193. Traidor: Que quiebra la fidelidad o lealtad que se debe tener.
  194. Tuercebotas: Alguien que juega mal al fútbol o a cualquier deporte.
  195. Tunante: Pícaro, bribón, taimado.
  196. Vacaburra: Persona grosera o de trato desagradable.
  197. Vándalo: Que comete acciones propias de gente salvaje y destructiva.
  198. Veleta: Alguien que cambia de opinión o de dirección según el viento.
  199. Villano: Ruin, indigno o indecoroso.
  200. Zampabollos: Persona que come con exceso y con ansia.
  201. Zarrapastroso: Desaseado, andrajoso, desaliñado y roto.
  202. Zascandil: Persona de poca formalidad, inquieta y enredadora.
  203. Zoquete: Persona tarda en comprender.
  204. Zorra: Persona muy taimada, astuta y solapada.
  205. Zote: Ignorante, torpe y muy tardo en aprender.
mostrando un dedo
Giphy