Dicen que no hay unión como la de dos gemelos idénticos, y las razones nos parecen obvias. Al contrario que en las telenovelas, donde uno suele ser buenísimo y otro malísimo, ser hermanos gemelos idénticos te lleva a crecer en gustos, físico y vivencias junto a la misma persona, lo que suele provocar un parecido en gustos y personalidad bastante más pronunciado que entre hermanos o incluso mellizos.

Sin embargo, hay quien lo lleva demasiado lejos, y no hablamos ya de llevar ropa a juego. La historia de los Sayler se ha hecho viral recientemente en su Instagram, pero lleva rulando desde 2017. Y es que ese año se celebró un Twins Days Festival en Ohio al que acudieron los gemelos idénticos Josh y Jeremy y las gemelas idénticas Briana y Bethany. Un año después, en el mismo festival, se casaban de manera simultánea. Briana se casó con Jeremy y Josh con Bethany.

Los cuatro describen su historia como un cuento de hadas por partida doble y, aunque a nosotros nos cuesta creer que nunca se equivoquen entre unos y otros, lo cierto es que decidieron potenciar y abrazar su identidad gemela y simultánea.

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Tras una pedida de matrimonio y una boda simultánea (nos extrañaría que la noche de bodas y la luna de miel no lo fuera) vinieron unas intenciones de embarazo también coordinadas. Eso sí, aquí Dios no fue tan juguetón e hizo que los hijos de ambas parejas se llevasen tres meses de diferencia, algo que ellos no potencian precisamente en sus redes sociales, lo que ha llevado a la confusión de muchos.

Superando ya los 160 mil seguidores en Instagram, la pareja hace gala de su vida de gemelos en la red social con fotos en conjunto, y es que viven los seis en la misma casa. El lío viene con los hijos, ya que ambos padres tienen el mismo ADN, por lo que aunque sean primos, son genéticamente hermanos. El hecho de que ambos tengan la misma edad, incluso ha llevado a algunos a pensar que son, más o menos, gemelos. Ellos, de hecho, les llaman "Quaternary Twins" a sus hijos, pero lo cierto es que no hay nada de gemelos en ellos. Sí, sus padres tienen el mismo ADN, pero eso los hace genéticamente hermanos, no gemelos. Es decir, se podrán parecer igual que un hermano a otro, pero no compartir el mismo AND más allá de tener los mismos (más o menos) progenitores. Eso sí, si les siguen criando exactamente igual, vistiendo igual y creen viendo doble en esa extrañísima familia que no necesita espejos, quizás acaben hasta creyéndose que lo son.

Necesitamos un docudrama de Netflix sobre los entresijos de esta historia o, al menos, un telefilme de sobremesa con la misma trama, romántica o de terror, cuanto antes por favor.