Fósiles de ictiosaurio alejan el origen de los reptiles marinos

Reconstrucción del ictiosaurio más antiguo y el ecosistema de 250 millones de años encontrado en Spitsbergen.
Reconstrucción del ictiosaurio más antiguo y el ecosistema de 250 millones de años encontrado en Spitsbergen. - ESTHER VAN ULSEN
Actualizado: lunes, 13 marzo 2023 18:39

   MADRID, 13 Mar. (EUROPA PRESS) -

   Paleontólogos suecos y noruegos han descubierto restos del ictiosaurio más antiguo conocido, en la remota isla ártica de Spitsbergen, que evolucionó antes de la extinción masiva del Pérmico.

   Los ictiosaurios eran un grupo extinto de reptiles marinos cuyos fósiles se han recuperado en todo el mundo. Fueron de los primeros animales terrestres que se adaptaron a la vida en mar abierto y desarrollaron una forma corporal similar a la de las ballenas actuales. Los ictiosaurios ocuparon la cima de la cadena alimentaria en los océanos mientras los dinosaurios vagaban por la tierra y dominaron los hábitats marinos durante más de 160 millones de años.

   Según los libros de texto, los reptiles se aventuraron por primera vez en mar abierto tras la extinción masiva de finales del Pérmico, que devastó los ecosistemas marinos y allanó el camino para el inicio de la Era de los Dinosaurios hace casi 252 millones de años. Según cuenta la historia, reptiles terrestres con patas que caminaban invadieron entornos costeros poco profundos para aprovechar los nichos de depredadores marinos que quedaron vacantes tras este cataclismo. Con el tiempo, estos primeros reptiles anfibios se volvieron más eficientes nadando y acabaron modificando sus extremidades para convertirlas en aletas, desarrollaron una forma corporal parecida a la de los peces y empezaron a dar a luz a crías vivas, rompiendo así su último vínculo con la tierra al no necesitar desembarcar para poner huevos.

   Los nuevos fósiles descubiertos en Spitsbergen están revisando esta teoría aceptada desde hace mucho tiempo.

   Cerca de las cabañas de caza, en la orilla sur del fiordo de Hielo, al oeste de Spitsbergen, el valle de Flower atraviesa montañas nevadas que dejan al descubierto capas de roca que en su día fueron lodo en el fondo del mar hace unos 250 millones de años. La rápida corriente de un río alimentado por el deshielo ha erosionado el lodo y ha dejado al descubierto rocas calizas redondeadas llamadas concreciones. Éstas se formaron a partir de sedimentos calcáreos que se asentaron alrededor de restos de animales en descomposición en el antiguo lecho marino, preservándolos posteriormente con un espectacular detalle tridimensional. Hoy en día, los paleontólogos buscan estas concreciones para examinar las huellas fósiles de criaturas marinas muertas hace mucho tiempo.

   Durante una expedición realizada en 2014, se recogió un gran número de concreciones en el valle de Flower, que se enviaron al Museo de Historia Natural de la Universidad de Oslo para su futuro estudio.

   Las investigaciones realizadas en colaboración con el Museo de la Evolución de la Universidad de Uppsala han permitido identificar peces óseos y extraños huesos de anfibios con aspecto de cocodrilo, así como once vértebras articuladas de la cola de un ictiosaurio.

   Inesperadamente, estas vértebras se encontraban en rocas supuestamente demasiado antiguas para los ictiosaurios. Además, en lugar de representar el ejemplo de libro de texto de un antepasado anfibio de ictiosaurio, las vértebras son idénticas a las de ictiosaurios geológicamente mucho más jóvenes y de mayor cuerpo, e incluso conservan la microestructura ósea interna que muestra las características adaptativas de un crecimiento rápido, un metabolismo elevado y un estilo de vida totalmente oceánico.

   Las pruebas geoquímicas de la roca circundante confirmaron la edad de los fósiles en aproximadamente dos millones de años después de la extinción masiva de finales del Pérmico. Teniendo en cuenta la escala temporal estimada de la evolución de los reptiles oceánicos, esto retrasa el origen y la diversificación temprana de los ictiosaurios hasta antes del comienzo de la Era de los Dinosaurios, lo que obliga a revisar la interpretación de los libros de texto y revela que los ictiosaurios probablemente irradiaron por primera vez en entornos marinos antes de la extinción.

   Según los autores, que publican el hallazgo en Current Biology, resulta emocionante que el descubrimiento del ictiosaurio más antiguo reescriba la visión popular de la Era de los Dinosaurios como el marco temporal de aparición de los principales linajes de reptiles. Ahora parece que al menos algunos grupos eran anteriores a este intervalo histórico, y los fósiles de sus antepasados más antiguos aún esperan ser descubiertos en rocas aún más antiguas de Spitsbergen y otros lugares del mundo.