NOTICIA
06-11-2023

¿Puede afectar al motor la baja calidad de la gasolina?

Uno de los elementos más importantes para el desempeño y las utilidades de nuestro vehículo vienen es el combustible. Por ello, hemos de controlar el tipo de gasolina que utilizamos y asegurarnos de que sea de calidad. En caso contrario, podemos arriesgarnos a sufrir una avería.

El auge de las gasolineras low cost es una realidad en una situación de inflación en la que vivimos, pero tenemos que ser conscientes de los peligros que pueden suponer para nuestro coche este tipo de establecimientos. Estas gasolineras low cost utilizan aditivos para mejorar y modificar la calidad del combustible, aunque esta debe tener un mínimo de calidad en su base exigido por la ley. Sin embargo, es de vital importancia comprobar los combustibles antes de usarlos, ya que podríamos correr muchos riesgos para la vida útil del motor.

De hecho, el uso de carburantes de baja calidad tiene el efecto inmediato de reducir la vida útil de la unidad de potencia, y de todos los componentes adyacentes. Los principales elementos son el sistema de inyección y de encendido del coche, así como toda la mecánica de arranque y de combustión. De hecho, son algunas de las partes más caras en una reparación o sustitución, por lo que debemos ir con cuidado si no queremos que el ahorro a corto plazo suponga una inversión de miles de euros en una reparación.

Adicionalmente, un mal sistema de combustión también provocará que nuestro coche arranque en peores condiciones cuando está en frío. El motor de arranque debe llevar a cabo un sobreesfuerzo y esto lo castiga de una forma mucho más rápida.

Un carburante de baja calidad también puede producir un efecto corrosivo en algunas partes internas de la unidad de potencia del vehículo. Es muy parecido al proceso de oxidación que producen los alimentos en nuestro cuerpo, y que los antioxidantes se encargan de contrarrestar.

Por tanto, una gasolina de buena calidad contará con aditivos químicos que evitarán este proceso corrosivo. Finalmente, un carburante que no sea bueno también contamina más, por lo que contribuye a aumentar las emisiones del efecto invernadero.

Tipos de combustibles para el coche

Según el tipo de vehículo que tengamos, debemos usar un tipo u otro de carburante. Uno de los principales es la gasolina, un derivado del petróleo que se obtiene a través de una destilación fraccionada. Al llegar al motor de combustión, la gasolina genera una explosión. Otro de los más conocidos es el diésel; se utilizan temperaturas altas para la ignición de este combustible.

Por otro lado, podemos encontrar alternativas que se obtienen de fuentes totalmente distintas al petróleo. Por ejemplo, el etanol se consigue a través de la fermentación de diferentes plantas, como la cebada o el maíz, que se acaban mezclando con la propia gasolina. 

Finalmente, el biodiésel es un tipo de carburante que se obtiene a partir de lípidos naturales, que provienen de aceites vegetales o incluso de grasas de origen animal. La principal ventaja que nos ofrece es que podemos usarlo de forma individual, o bien mezclado con gasoil. Con el tiempo, están apareciendo otras alternativas ecológicas como la electricidad, el metanol o el gas natural.

Como conclusión, el uso de un combustible de calidad es la mejor medida de prevención para cuidar nuestro vehículo y alargar la vida útil del motor. Aun así, recomendamos que visites los talleres de la Red EuroTaller para revisar el estado de los diferentes elementos de tu coche para asegurar su correcto funcionamiento.

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