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Comunidad

Delegación Benito Juárez Suma vecinos y problemas

La demarcación no sólo vive un auge inmobiliario, sino también poblacional, lo que ha derivado en servicios públicos deficientes, afectaciones diversas a vecinos y obras irregulares

Paulina Silva | 19-03-2017
Foto: Elizabeth Velázquez y David Solís

CIUDAD DE MÉXICO.

En las colonias de la delegación Benito Juárez es común ver banderillas de colores en cuerdas que atraviesan las calles para anunciar la venta de departamentos aún sin terminar. De los postes también penden letreros que ofrecen descuentos o facilidades para la compra de una vivienda, otros ofrecen comprar terrenos o casas de inmediato.

Todo este boom inmobiliario es para hacer frente al aumento poblacional que la demarcación ha registrado en los últimos años, pero que también ha afectado la calidad de los servicios para los vecinos y ha generado la construcción de decenas de obras irregulares.

De acuerdo con cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía en un año la delegación Benito Juárez aumentó su población en casi 20 mil habitantes, al pasar de 397 mil 858 personas en 2014 a 417 mil 416 en 2015, casi 5% más.

En contraste, la Miguel Hidalgo tuvo un descenso de más de 16 mil pobladores, al pasar de 380 mil 661  en 2014 a 364 mil 439 en 2015, 4.2% menos.

La desbandada poblacional que ocurrió durante la primera administración perredista en Miguel Hidalgo, con Víctor Hugo Romo al frente de la delegación, coincide con la masiva oferta de vivienda que ha presentado la Benito Juárez en los últimos siete años.

De acuerdo con Christian von Roehrich, delegado en esta última demarcación, personas de otras zonas de la ciudad e incluso municipios conurbados, quieren mudarse a Benito Juárez porque es una de las mejores opciones parar vivir.

Tenemos la mejor calidad de vida, espacios públicos y una excelente conectividad, además de poseer el mayor índice de desarrollo humano en América Latina. Los desarrolladores saben de esta demanda y, por lo tanto, saben que es lucrativo el negocio” aseguró a Excélsior.

En recorridos realizados por este diario se comprobó que las colonias que mayor desarrollo inmobiliario presentan son la Portales en sus tres divisiones: sur, norte y oriente; así como la Letrán Valle, donde las empresas construyen departamentos de hasta 78 metros cuadrados, cuyos precios oscilan entre tres y cuatro millones de pesos.

Al poniente de la delegación la construcción de vivienda también abundan, aunque en menor cantidad. Sin embargo, los precios se incrementan de manera considerable en las colonias Del Valle, Nochebuena, Narvarte, San José Insurgentes, San Pedro de los Pinos y Nápoles, donde destacan inmuebles de hasta siete pisos con propiedades que llegan a costar diez millones de pesos por 221 metros cuadrados.

ASEDIAN A VECINOS...  Y FALLAN SERVICIOS

Busco y compro de inmediato en la Del Valle, Narvarte, Santa Cruz Atoyac, Portales, Letrán Valle y Mixcoac. Comunicarse al 55 1295 34 12”, se lee en cientos de pendones amarillos pegados en las principales vialidades de toda la delegación.

Los 26.63 kilómetros cuadrados de la Benito Juárez se han convertido en una mina de oro para los desarrolladores inmobiliarios, que incluso han recurrido al hostigamiento para presionar a los vecinos para que les vendan sus propiedades y posteriormente ellos puedan construir edificios al por mayor.

“La empresa Tecnocasa ha venido más de una vez a comprarme mi propiedad, pero compran muy barato: me ofrecen un millón y un departamento. Hacen un negociazo porque cada departamento lo venden en por lo menos 4 millones”, aseguró Noemí Gutiérrez, quien vive sobre la calle Bulgaria, en la Portales.

Asediados por los cazapredios, decenas de colonos han optado por colgar mantas fuera de sus casas advirtiendo sobre la negativa de vender sus hogares. Otros han pintado sus bardas con la leyenda “No vendo”. Las principales víctimas son las personas de la tercera edad que dependen de su pensión y ya no pueden pagar el predial, por lo que terminan por vender su patrimonio y comprar en un lugar que se adecue más a su presupuesto.

La proliferación de construcciones también ha dañado infraestructura urbana y viviendas, además de otras afectaciones en servicios básicos como el abasto de agua, o incluso sanitarias.

“Sobre el Eje 7 hay cerca de cinco edificios que rebasan los 16 pisos. Uno de ellos es San José Residencial, que está pegado a Tlalpan. Ahí las excavaciones profundas llegan a los 20 metros, por eso hemos tenido afectaciones a las bardas de nuestras casas. El poste de la esquina de Antillas y Zapata está inclinado por las obras y la delegación no hace nada”, aseguró Rosalba Robles, vecina de la Portales Sur.

Aquí comenzaron a construir muchos edificios de vivienda, ya hay cerca de diez nuevos. Desde entonces no deja de haber polvaredas y ruido a todas horas”, relató Román Sánchez, encargado de una carnicería en la esquina de Antillas y avenida de los Montes.

Hemos tenido invasión de ratas por las excavaciones profundas y ellas, naturalmente, buscan donde esconderse. Las coladeras se tapan, en época de lluvia se inunda y se hace un lodazal. Los nuevos edificios nos tapan el sol y eso es como una presión sicológica”, acusó Raúl Fabián, quien suma más de 30 años como residente de esta colonia.

Debido a la creciente población, la delegación apenas cubre los servicios como agua, electricidad, educación, y recolección de basura. No obstante, los espacios de estacionamiento son el principal problema, ya que la Benito Juárez recibe 2.5 millones de población flotante al día, lo que la coloca en el segundo lugar en este rubro en la Ciudad de México, sólo después de la delegación Cuauhtémoc.

Estamos llegando al límite de población, el desabasto de agua es un problema que persiste, pero que se ha regularizado en los últimos seis meses. Sin embargo, es responsabilidad del Sistema de Aguas cambiar la infraestructura hidráulica para evitar las fugas. Los espacios de estacionamiento los gestionaremos a través del Gobierno de la Ciudad de México”, aseguró el delegado Von Roehrich.

Gráfico: Ernesto Rivera Galván

TRATAN DE ACOTAR OBRAS IRREGULARES

De acuerdo con el titular de la Benito Juárez, desde el 1 de octubre de 2015 hasta el 22 de febrero de 2017 la administración a su cargo había otorgado 582 manifiestos de construcción, entre los que se contemplan establecimientos mercantiles, oficinas y edificios de vivienda. De este total, 170 fueron tramitados por empresas inmobiliarias y 412 por personas físicas.

En tanto, la Procuraduría Ambiental y del Ordenamiento Territorial capitalina (PAOT) reportó que los años 2015 y 2016 registran el mayor número de denuncias ciudadanas por obras irregulares, acumulando 512 y 483, respectivamente. De estas 995, 265 son recursos por usos de suelo que contemplan afectaciones por construcciones, falta de licencias de edificación, ruidos y vibraciones generadas por las obras, que se llevan a cabo incluso en la madrugada.

Hemos verificado más de 700 construcciones de 2015 para acá y suspendido 200. Ochenta de ellas no tienen los documentos, tienen usos de suelo apócrifo y merecen una demolición. Sin embargo, en los últimos seis años solamente dos construcciones se han demolido porque los desarrolladores buscan ampararse ante el Tribunal de lo Contencioso Administrativo, pero vamos a realizar una revisión de los fallos”, advirtió el delegado.

Aseguró que debido a tardanzas de los inspectores del Instituto de Verificación Administrativa (Invea) su administración ha comenzado a revisar y suspender obras por violación al reglamento de Protección Civil. Al respecto, Meyer Klip, titular del Invea negó tener conocimiento de que la administración en Benito Juárez haya suspendido alguna construcción por este concepto, incluso argumentó que en cada delegación hay personal adscrito del instituto que, una vez que reciben la indicación de verificar un predio, tardan tres días para entregar la resolución.

Von Roehrich admitió que el crecimiento inmobiliario de la Benito Juárez se ha dado de manera desordenada, pues su Programa de Desarrollo Urbano no se ha modificado desde 2005 y contiene elementos que han permitido a las constructoras violar el uso de suelo.

Adelantó que este año impulsará una iniciativa ante la Asamblea Legislativa para reformar la Ley de Desarrollo Urbano de la Ciudad de México y, de ser posible, regresar la facultad a las delegaciones de aprobar y sancionar el uso de suelo a las inmobiliarias, que actualmente corresponde a la Secretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda (Seduvi) y al Invea, respectivamente.

Contrario a la opinión del delegado, Felipe de Jesús Gutiérrez, titular de la Seduvi, afirmó que no se puede hablar de un crecimiento desmedido de vivienda en la Benito Juárez, ya que cada año son expulsados poco más de 70 mil habitantes a la periferia debido a que no cuentan con acceso a una vivienda con una buena ubicación al interior de la capital.

Agregó que los pagos que los desarrolladores realizan para moderar el impacto urbano se invierten en fortalecimiento de las redes de agua, en movilidad y en mitigación ambiental, como la sustitución de tuberías de agua o la ampliación de líneas de Metrobús. Lo que sí consideró ideal es que al menos un porcentaje de estos pagos debe invertirse directamente en las zonas impactadas.

Lo importante es decidir en qué se gasta y garantizar que esas obras se lleven a cabo, más allá de definir qué orden de gobierno las ejecuta. Para ello es conveniente generar mesas de coordinación en las que participen las delegaciones y las diferentes instancias del gobierno vinculadas con el desarrollo urbano, obras, medio ambiente y finanzas”, manifestó el funcionario.

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