La Administración Biden demanda a Texas en un intento de bloquear la ley estatal que limita el aborto

Un nuevo intento de la Administración Biden de frenar la ley texana que prohibe el aborto después de las seis semanas de gestación. Este jueves, el Departamento de Justicia demandó la normativa estatal, argumentando que "desafía" la Constitución estadounidense. 

El fiscal general, Merrick Garland, dijo en una rueda de prensa que "el acto es claramente inconstitucional según el precedente de la Corte Suprema de larga data". La demanda fue presentada en un tribunal federal del estado de Texas y solicita que un juez federal declare como inválida la normativa, que entró el vigor el pasado 2 de septiembre. 

En los últimos días, Biden había dicho que la ley era de carácter "anti-estadounidense" y presionó al Departamento de Justicia a tomar la iniciativa. Además había hecho un llamado a la protección del derecho al aborto establecido hace más de 50 años, cuando en 1973, el famoso caso Roe vs Wade conllevó a que la Corte Suprema despenalizara la interrupción del embarazo. 

Sin embargo, la semana pasada, la actual Corte Suprema de Estados Unidos -de mayoría conservadora- dejó en pie la ley texana al negarse a pronunciarse ante su entrada en vigor a pesar de que diversas entidades a favor del aborto solicitaron que así lo hiciera. El silencio del alto tribunal y la entrada en funcionamiento de la polémica ley provocó manifestaciones, impulsadas por demócratas y activistas proaborto.

Sin embargo, a principios de esta semana, Garland hizo un llamado a la calma, diciendo que haría respetar el derecho al aborto a través de la Ley de Libertad de Acceso a las Entradas a las Clínicas (FACE), que prohíbe la obstrucción física para entrar a las clínicas de salud reproductiva. Aún así, para muchos esto no es una solución y siguen manifestando su preocupación frente a la ley texana. 

¿Por qué es tan controversial la ley que limita el aborto en Texas?

Varios puntos de la ley texana, conocida como la Senate Bill 8 o SB8 (Ley de Senado 8), han alarmado a activistas feministas y defensores de los derechos reproductivos de la mujer.

El primero, es el periodo de seis semanas estipulado por la ley, desde el cual son ilegales los procedimientos de la interrupción del embarazo. El número de semanas responde al momento en que es posible detectar el pulso del feto. 

Sin embargo, buena parte de las pruebas de orina estándar en el mercado estadounidense presentan un margen de error para detectar embarazos en las primeras semanas, lo que solo dejaría un margen muy estrecho de una o dos semanas a las mujeres que quieran abortar en el estado de Texas. Además, en el estado, hasta la entrada en vigor de la ley, cerca del 90% de los procedimientos de aborto se llevaban a cabo después de las seis semanas. 

Por otro lado, la ley también contempla que los ciudadanos puedan demandar a las personas que recurran a estos procedimientos y a las personas que los ayuden, incluidos los médicos y el personal de salud.  Los demandantes pueden recibir recompensas de al menos 10.000 dólares estadounidenses.

Por otro lado, la ley tampoco hace excepciones en casos de violación o incesto.

Desde que se promulgó la norma, algunas de las dos docenas de clínicas de aborto en Texas han suspendido temporalmente sus servicios y los proveedores de servicios de otros estados vecinos han registrado un aumento en las pacientes que piden los procedimientos.

Con Reuters y AP