Justo el día en que la diosa Fortuna se toma unas necesarias y merecidas vacaciones, un novato en África, experto en 'vender castillos en el aire', es capaz de convencer a su mejor amigo, al sobrino de éste y a cuatro desconocidos y experimentados viajeros para que inicien junto a él un largo viaje en busca de lo que queda de un árbol que en su día fue famoso en el lejano desierto del Teneré.
Una gran aventura que inicia como todas, con la complicidad de algunos amigos, haciendo planes, soñando y finalmente, llevándola a cabo de maneras inesperadas y descubriendo cosas que estaban ocultas.
Este viaje de Mario Montoro al Téneré está contado de manera amena y muy fluida, con un lenguaje gracioso buena parte de la ruta y con buenas reflexiones cuando es justo.
Gracias Mario por decidirte a escribir y compartirnos este viaje, y aunque no todos los que te leamos váyamos a ir a África, seguro cada uno tendremos inspirados en ti nuestra propia Trans. Un abrazo desde México.