Vive presente

¿Eres aprensivo? Prueba estos consejos de los estoicos para dejar ir

Si eres aprensivo, probablemente necesitas un recordatorio de que en la vida todo cambia y nada está bajo control, como dicen los estoicos.
hombre con taza de caf en mano contemplando paisaje
Aprende a vivir en pazGetty images

¿Eres aprensivo? En un primer momento quizá simplemente respondas que no, pero cuando indagamos un poco más en las sensaciones que provoca esta emoción, sobre todo desde la perspectiva de la filosofía estoica, entonces tu opinión puede cambiar. 

De acuerdo con los estoicos, un ser es aprensivo cuando tiene dificultad para relacionarse con los retos del mundo. Por ejemplo, si le cuesta trabajo dejar ir algo que sucedió en el pasado, si siente miedo constante, si no sabe relacionarse con gente sin juzgarla, por nombrar algunos ejemplos. Esto es particularmente común en un mundo como el nuestro hoy en día, donde los retos son infinitos y están constantemente presentes. A veces, basta salir a la calle unos minutos para sentir elevados niveles de estrés. 

Para el pensamiento estoico, esta tendencia a sentirnos muy estresados cada vez que nos encontramos con los retos de la vida y que nos vuelven personas aprensivas tiene que ver con la ilusión de control bajo la cual vivimos. Con la sensación de que nosotros tenemos que tener control de todo lo que pasa en el mundo, lo cual es francamente imposible, podemos perder mucha energía mental y también física intentando mantener el caos bajo nuestro control. Por lo mismo, para los estoicos existen algunas claves que pueden ayudarte a dejar ir esa sensación y a ser menos aprensivo. 

Indiferencia

En la vida existen vicios y virtudes, según definen los estoicos. Y todo aquello que se encuentra en medio se atribuye más a la indiferencia. Es decir, aquello que no provoca bien, pero tampoco provoca mal. Un ejemplo muy claro es la riqueza material o la fama. Para estos filósofos, el centrarse en poseer el bienestar mediante las recompensas inmediatas solo provoca frustración de la mente, pues se encuentra en el camino de la indiferencia. Ninguno de los resultados de este tipo de intenciones puede durar demasiado, y por eso lo mejor es ser indiferente ante ellos. 

Otra forma de identificar el camino de la indiferencia es que este tipo de bienes no determinan la felicidad, ya que pueden estar o no estar presentes en la vida de una persona feliz. Después de todo, ¿cuántas veces no vemos a famosas superestrellas reconocer que no son felices? De acuerdo con el mismo Séneca, este tipo de bienes superficiales no solo no provocan felicidad, sino que hacen que las personas se vuelvan aprensivas en una búsqueda constante, así que es importante aprender a dejar ir la necesidad de fama, dinero, reconocimiento, etc. y vivir con una actitud de indiferencia frente a la necesidad de aprobación externa o el deseo de posesión material. 

Impermanencia 

Como todo cambia, solo nos queda vivir el presente

Sergey Peterman

Para los estoicos, la vida es un ciclo en el que todo viene y va, en que nada es para siempre y todo está en un constante estado de cambio y caos. Ante esta realidad, ser aprensivo solo causa malestar, pues nadie tiene control sobre lo que sucede en la naturaleza sin nuestra intervención. Desde esta perspectiva, todo lo que poseemos es finito también y por eso no debe ser tomado con tanta seriedad y mucho menos con apego. ¿Por qué apegarse a lo que siempre está cambiando? 

Presente

Los seres humanos tendemos a pensar mucho en qué ha sucedido en el pasado y en qué nos depara el futuro, lo cual es entendible porque el pasado siempre nos da valiosas lecciones con las cuales nos gusta pensar en planear el futuro. Sin embargo, para el pensamiento estoico es fundamental permanecer más en el presente porque este hábito de pensamiento nos aleja demasiado de lo que la vida nos ofrece en el momento actual y nos vuelve aprensivos. 

Marco Aurelio dedicó parte de sus escritos al reconocimiento de la tendencia de los humanos a vivir fuera del presente y a hacer un llamado a la gente para ser menos aprensiva en ese sentido. Su idea era que pensar demasiado en el pasado nos angustia por lo que ya no es, mientras que el futuro nos angustia por lo que podrá ser. ¿Por qué angustiarnos por todo lo que no tenemos en el presente?