49 grandes frases de Megara en ‘Hércules’ para deshacerse del típico pesado
La película de Disney cumple 10 años siendo una 'rara avis' en el olimpo del feminismo pues, de entre todas las princesas, Megara es la única que se atrevió a plantar cara a las machistas normas sociales utilizando el sarcasmo y la sexualidad. Estas fueron sus artimañas.
“La belleza está en el interior”, gritaba Esmeralda cuando en El jorobado de Notre Dame era perseguida por su raza en aquellas calles del París del siglo XV. Pero esta defensora de minorías terminaba diciendo adiós con una mano a Quasimodo, mientras la otra la mantenía agarrada del apuesto y aburrido Febo.
Discurso invalidado, pues solo pasaría un año de vida hasta que McDonald’s comercializara con juguetes de una mujer libre y adicta a la provocación directa sin necesidad de excusas baratas. Ella es Megara, la princesa que no necesita ser rescatada por una larga lista de interesados amantes a los que despacha con sarcasmos e ironías. Sacrilegio.
“Contigo no, bicho”. Mientras las sutilezas de Esmeralda para deshacerse de los pretendientes que no son de su agrado se podrían traducir realmente en tan importante eslogan cañí, es Megara la que aparece con un arsenal de directrices para parar los pies a todo aquel que desee sus huesos en formato exprés. Y sin necesidad de metáforas. Puede que mañana sí, pero hoy…
1. “Suéltame o…”.
2. “Sigue tu camino, Junior”.
3. “Soy una doncella, estoy en apuros… que arreglaré yo sola. Que tengas un buen día”.
4. “¿Ese fortachón es auténtico?”.
5. “Megara. Mis amigos me llaman Meg o eso harían si los tuviera”.
6. “Bueno, ¿te pusieron algún nombre además de todos esos ondulantes pectorales?”.
7. “¿Siempre eres tan elocuente?”.
8. “Los hombres, ya sabes. Creen que un ‘no’ es un ‘sí’ y que ‘lárgate’ significa ‘tómame, soy tuya’”.
9. “Tranquilo, tu amigo el retaco te lo explicará luego”.
10. “Venga, gracias por todo, Herc. Ha sido un verdadero ‘gustazo’”.
11. “No creo que le caiga muy bien a tu jamelgo”.
12. “Estaré bien, ya soy mayorcita. Hasta sé atarme solita las sandalias”.
13. “Adiós, fortachón”.
14. “Oh, qué monada. Un par de roedores buscando un parque temático”.
15. “Hablando del diablo…”.
16. “Empleé mis mejores artes, pero me hizo una proposición que tuve que retrasar”.
17. “No fue culpa mía, fue ese fortachón”.
18. “Venía de granjero inocente y grandote, pero lo calé en menos que canta una musa”.
19. “Ya está bien, fortachón. Ya está bien”.
20. “¿Esto te afecta realmente, no?”.
21. “Estaré bien, sólo bájame antes de que estropee el tapizado”.
22. “Fortachón, lárgate antes de que sea tarde”.
23. “Vaya, ¿qué dices de eso?”.
24. “Buen tiro, vaquero”.
25. “Diría que se te acabó el juego, el fortachón batea todas tus bolas curvas”.
26. “Ni siquiera se te ocurra”.
27. “Yo ya he cumplido con mi parte. Haz que tus diablillos trabajen algo”.
28. “No quiero tratos con los hombres, ¿entiendes?”.
29. “Oye, ya he aprendido la lección, ¿vale?”.
30. “Tranquilo, el mar de hormonas rugientes ha menguado”.
31. “Con que esto es lo que hacen los héroes en sus días libres”
32. “Todo el mundo en Grecia cree que eres el mejor hallazgo desde el paté de aceitunas”.
33. “Creo que necesitas un respiro”.
34. “¿Crees que tu cabra y niñera enloquecería si hicieras novillos esta tarde?”.
35. “Tú sígueme por la ventana, evitas a esas bobas, levantas el muro de atrás y nos vamos”.
36. “Hmmm, ¿tú tienes algún problema con estas cosas? Hmmm, ¿ninguna debilidad en absoluto? ¿Ni huesos dislocados? ¿Ni meniscos gastados?”
37. “¿Querías ser mezquino y deshonesto como todo el mundo?”.
38. “¿Qué sabrás tú de cómo soy?”.
39. “A veces es mejor estar solo. Nadie puede herirte”.
40. “Hagámonos un mutuo favor y dejemos esto ahora”
41. “Cállate, pata de cordero. Ha sido todo culpa mía”.
42. “¿Pero qué me ocurre? Una tendría que entender la lección”.
43. “Si hablas de amar a un gran hombre, a lo peor te equivocas. Luego el dolor se te refleja, la historia es vieja y te vuelves loca”.
44. “Qué va, no habléis. No lo acepto. ¡No! ¡No!”.
45. “Es un cliché. Yo lo sé, no es amor”
46. “Todo es hermoso en el principio. El corazón se nos alza. La mente grita: ¡Ten más juicio, si es que no quieres llorar por nada!”.
47. “Que me dejéis. Yo lo sé”.
48. “Encárgaselo a otra, yo me retiro”.
49. “Lee mis labios: ¡Olvídalo!”.
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