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Salía a la terraza con un mando a distancia en la mano. No subía más de cuatro palmos. Era como si su pueblo natal, Sant Climent de Llobregat, la estuviera esperando. "Buenas noches, Barcelona", gritaba al vacío mientras cantaba en un inglés inventado. Al vacío, porque nadie estaba mirándola. Bueno, sí, su vecino de al lado, el mismo que iba a su casa y la sonrojaba cuando le decía a su padre: "Ya escuché el concierto que dio ayer la Aitana". Jugar a ser cantante era su pasión, pero la realidad era otra muy diferente: la del sacrificio. Su progenitor llevaba trabajando desde los 13 años en la misma empresa; su madre se ocupó durante años en una fábrica textil para luego montar su propio supermercado en el pueblo. Esfuerzo. Trabajo. Hacerlo por ti mismo. Estudiar… Así transcurrió su infancia y adolescencia. Una hija única con un único objetivo: llegar a la Universidad… Pero un casting se cruzó en su camino y le cambiaría (literalmente) la vida.
Recién cumplida la mayoría de edad entró en la academia de Operación Triunfo. Aquel concurso regresaba a las pantallas de los hogares españoles tras haber creado multitud de carreras musicales. Y también lo logró con Aitana Ocaña. Quedó en segunda posición, pero tras su salida, la carrera de aquella niña que había dejado atrás sus estudios universitarios por labrarse un futuro en la música despuntaba. Hoy, apenas cinco años después, ha pasado del anonimato al estrellato convirtiéndose en una de las artistas del universo musical latino con mayor proyección internacional. 20 discos de platino, 13 discos de oro, nominada a los Grammy Latinos y, en 2021, fue la artista española más escuchada en Spotify, con más de 400 millones de reproducciones. Un palmarés hasta ahora nunca visto en un artista nuevo en España en tan corto periodo de tiempo. «Nunca llegué a soñar donde estoy hoy –asegura con timidez–, la verdad es que ha sido todo bastante loco. Pasé de estar en mi pueblo estudiando para entrar en la Universidad con 18 años a que te conozca gran parte de España. No lo piensas mucho, vas creciendo poco a poco, eres feliz y disfrutas con ello. Me siento realmente afortunada».
Todo el mundo tiene una evolución en su vida, sobre todo ese cambio que llega al cumplir la mayoría de edad, pero para Aitana Ocaña –como para tantas otras estrellas– fue pasar de 0 a 100. "Creo que la gente me ha visualizado como la niña que conocieron en la academia, pero ya no soy una niña. Soy una mujer con las ideas mucho más claras, más madura, consciente de lo que me rodea. En ese aspecto sí que he cambiado, no soy ya tan inocente. Viví tan de golpe ese proceso que siento que fue algo del destino, de la suerte y de lo que yo me lo trabajé. Pero es cierto que es un shock ser una niña que estudia, que tiene una infancia y adolescencia feliz, que vivía en el pueblo con sus padres a, de repente, independizarse, que te conozcan por la calle, subirse a un escenario y que 20.000 personas estén cantando junto a ti… A eso le llamo cumplir tu sueño de golpe".
La gira de su nuevo disco, 11 razones, llegará a Colombia, Ecuador, México, Argentina…, entre otros muchos países latinoamericanos, cuyos conciertos están ya sold out. Sensible y emocional, su agudo y suave tono de voz se lo disputan los mejores artistas del panorama musical internacional: Katy Perry, David Bisbal, Pablo Alborán, Natalia Lacunza, Sebastián Yatra, Melendi, Lola Índigo, Zzoilo, Nicki Nicole, Sangiovanni… Todos han colaborado con la que consideran una de las artistas más relevantes y especiales de nuestro país. Las cifras hablan por sí solas, por lo que firmas como Yves Saint Laurent, Rimmel London, Citroën, Pantene, Inditex, Coca-Cola, Multiópticas o Tous cuentan con ella como embajadora. Hoy, posa con la última colección de joyas de la firma barcelonesa, a la que ella ha estado siempre muy ligada: "Mis tías por parte de padre siempre llevaban Tous, les cogía sus joyas y me las ponía. Hace ya tiempo que por mi cumpleaños se reunían mis tres tías y me hacían un regalo de la firma joyera, por eso cuando me propusieron ser embajadora me pareció algo muy real en mi caso, tenía esa bonita simbología para mí".
Jurado de un talent show musical, Aitana es la artista femenina española con mayor número de seguidores y engagement en RR.SS., un 16 % de ratio confirma esta estrecha relación con sus fans y seguidores. "Una consecuencia de mi trabajo es la sobreexposición pública y, a veces, inevitablemente, salen a la luz cosas de mi vida que yo no querría que saliesen, pero es consecuencia de la fama y soy consciente, no pasa nada, es lo que hay. Pero eso hace que muchas veces yo no quiera publicar todo de mi vida, no es sano e intento guardarme cosas para mí. Llevo las redes sociales como yo creo que es más sano para mi mente. Todo lo que publico es real, pero no estoy publicando todo el tiempo ni dónde estoy ni con quién, eso es algo muy íntimo". Íntimo, pero difícil. "No echo de menos el anonimato porque me gusta el trabajo que hago. La fama es una consecuencia de mi profesión, no por volver a tener anonimato dejaría de trabajar en la música, puesto que es lo que me hace realmente feliz. Es evidente que cuando vuelo, por ejemplo, a Ibiza por mi cumpleaños y salen fotos mías en la playa, pues no me encantan, obviamente, porque no las he hecho yo, pero no puedo hacer nada, creo que lo entiendo y no le doy más vueltas".
El anonimato es aún más complicado cuando tu pareja sentimental es el conocido actor Miguel Bernardeau, hijo de Ana Duato y del productor Miguel Ángel Bernardeau, con quien acaba de realizar la serie La última, de Disney+, ya que dice ser su nuevo reto: el de la actuación (también debutará en la gran pantalla junto a Netflix en la película Tras la pared). "Al principio de nuestra relación –hace dos años– fue más difícil, porque realmente los dos empezamos a ser muy conocidos a la vez. Muchos nos preguntaban si éramos pareja porque íbamos a eventos por separado. Decíamos que éramos amigos y que nos estábamos conociendo. Pero, que te hagan una foto en tu primera cita y que ni siquiera sea un paparazi, sino alguien anónimo, pues todo el mundo comenzó a especular. Pero es el proceso natural de toda persona en la vida. Nuestro principio fue algo más duro, pero luego acabas acostumbrándote y no le das más vueltas".
Pero al fin y al cabo, la fama siempre acaba pasando factura. Para Aitana también, puesto que ha tenido que renunciar a muchas cosas: «A salir con mis amigos, a ver mucho más a mi familia, a fiestas y a una mala borrachera que puedas tener en una discoteca… Sí, así es. Todas esas cosas que puedes hacerlas a mi edad, el disfrutar de la vida, obviamente dentro de lo saludable porque todo lo demás no me gusta, soy una persona muy sana y me gusta llevar una vida sana, ya no puedes hacerlas. Lo típico de ponerte a bailar haciendo el tonto con tus amigos, pues eso me da más miedo ahora porque de repente me graban, sale a la luz y la lían parda. Sí tengo que decir que a mis 23 años me cohíbo de hacer cosas típicas de mi edad, pero por todo tienes que pagar, todo tiene un precio. Por tener esta gran vida y perseguir tu sueño tienes que ceder en algo, eso es así».
PELUQUERÍA: JESÚS DE PAULA (COOL). MAQUILLAJE: ALEX SAINT. PRODUCCIÓN: BEATRIZ VERA.
