Josep Borrell, ministro de Exteriores de la Comisión Europea, ha declarado, en acertadísima frase, lo lamentable que resulta que el Gobierno de España dependa de alguien a quien su gobernabilidad “importa un carajo”. Así lo ha señalado en una entrevista en El País, de la que se han hecho eco otros medios (entre ellos, la Cadena SER). 

Borrell se refiere a ‘Puchi’, nuestro cobarde más popular, el que huyó a Bruselas escondido en el maletero de un coche. 

Me encanta Borrell porque casi siempre dice la verdad, nada más que la verdad pero no toda la verdad. Porque, claro, si no desea que el pobre Sánchez tenga que pactar con gentuza como ‘Puchi’, Rufián, Otegui y Ortuzar el asunto tiene un facilísimo arreglo, don José, dígale a su correligionario, don Pedro, que pacte con el PP y ya no necesitará más votos raros, ni de comunistas, ni de separatistas ni de filoterroristas.

Porque claro, resulta que el PP obtuvo 137 diputados y el PSOE 121, total: nada menos que 258. El resto de grupos sólo suman 92, entre todos. Además, 258 diputados representan el 74% de toda la Cámara Baja, es decir, casi tres cuartas partes del conjunto de los diputados.

No, don Pepe, no, no hay nada lamentable: lo que ocurre es que si Sánchez no hace eso tan lamentable de pactar con los orcos de Mordor, con todos ellos, en lugar de pactar con el PP, el presidente del gobierno podría no ser él, sino Feijóo: ¿comprendes, Borrell? ¡Ah, que ya lo habías entendido! Pero entonces querido, tú no te estás lamentando, lo que estás es mintiendo...