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Cómo se hereda la hemofilia

 

¿Cómo se heredan la hemofilia A y la hemofilia B?

El gen que contiene las instrucciones para crear factor coagulante se encuentra solamente en el cromosoma de sexo llamado X. Si ese gen se encontrara dañado, el resultado sería la hemofilia, a menos que hubiera un gen dominante normal en el otro cromosoma X pareado con él. La hemofilia es un trastorno recesivo de un gen vinculado al sexo. Estas clases de defectos ocurren con más frecuencia en los hombres que en las mujeres. Esta sección explica todo esto en más detalle. 

¿Qué es un portador de hemofilia?

Una hija recibe un cromosoma X de su madre y otro cromosoma X de su padre. Supongamos que el cromosoma X que recibe de la madre contiene el gen para la coagulación normal de la sangre. Asimismo, supongamos que el cromosoma X que recibe del padre contiene el gen de la hemofilia.

La hija no tendrá hemofilia debido a que el gen de la coagulación normal de la sangre que recibió de su madre es el gen dominante. Este gen va a obstruir las instrucciones del gen con hemofilia.

Esa joven será lo que llamamos una portadora de la hemofilia. Ella tiene el gen con hemofilia presente en uno de sus cromosomas X y podría pasarlo a sus hijos. ¿Quiere esto decir que sólo la madre es responsable de tener un hijo con hemofilia?

Realmente, no. Si bien la madre es quien transmite el gen de la hemofilia, es el espermatozoide del padre lo que determina si el bebé será un niño o una niña. No se puede decir que sea “culpa” de uno u otro de los padres, ya que ambos contribuyen en cierta medida al resultado.

Todas las personas tenemos docenas de genes anormales. Vivimos sin darnos cuenta de ello. Es sólo por azar que el gen de la hemofilia se transmite para producir un bebé que padece la enfermedad.

¿Cuáles son las probabilidades de tener un hijo con hemofilia?

  • Ninguno de los hijos de un hombre con hemofilia tendrá la enfermedad.
  • Todas las hijas de un hombre con hemofilia serán portadoras (del tipo designado portadoras obligadas).
  • Si una portadora tiene un hijo varón, ese niño tiene un 50% de probabilidad de tener hemofilia.
  • Si una portadora tiene una hija, esa niña también tiene in 50% de probabilidad de ser portadora de la hemofilia. 

Estos cuatros puntos se explican más adelante en detalle. El porcentaje de probabilidad (%) o “riesgo” se basa en números de nacimientos muy altos. En otras palabras, si 500 portadoras tuvieran, cada una, dos hijos (para un total de 1,000), es de esperar que el resultado fuera cerca de 500 niños con hemofilia. Pero en ese grupo podrían darse casos de mujeres que tuvieran dos hijos con hemofilia, mujeres que tuvieran un hijo con hemofilia y otro sano, y mujeres cuyos hijos no tuvieran hemofilia. El gen que los hijos heredan, se pasa al azar y nunca se puede predecir completamente. 

Las probabilidades de que un niño obtenga el gen de la hemofilia no tienen nada que ver con que sus hermanos o hermanas tengan ese gen. Cada vez que una mujer queda embarazada, sus probabilidades de tener un hijo con el gen de la hemofilia son básicamente iguales (Figura 2-3). Es como un juego de dados. El resultado de una tirada de los dados no tiene nada que ver con el resultado de la próxima jugada.

En una misma familia puede haber hijos con el gen de le hemofilia y otros hijos sin él. También es posible que todos los hijos de una familia hereden el gen normal, como asimismo que todos los hijos hereden el gen de la hemofilia. 

Figura 2-3.  Para una madre que es portadora del gen de la hemofilia, las probabilidades de dar a luz un hijo con hemofilia son las mismas en cada embarazo. Aunque ya tenga un hijo con la enfermedad, todavía podría tener otro que también la tuviera. 

 

Figura 2-3

¿Cuáles son las probabilidades de tener un bebé con hemofilia o que será portador, si:

  • el padre tiene hemofilia?
  • la madre no tiene hemofilia ni tampoco es portadora?

Los cromosomas vinculados al sexo en el padre se denominan XY, siendo el cromosoma X el que contiene el gen de la hemofilia. [En nuestras ilustraciones hemos mostrado ese gen marcando con la H de hemofilia sobre la X.] El padre pasa solamente la mitad de sus cromosomas al bebé: le pasa el cromosoma X o le pasa el cromosoma Y.

Si el bebé obtiene el cromosoma Y del padre, será un varón. El hijo de un hombre con hemofilia y una mujer que no es portadora de hemofilia no tendrá la enfermedad, ya que el cromosoma Y no contiene el gen de la hemofilia. 

Si el bebé obtiene el cromosoma X del padre, será una niñita. El cromosoma X proveniente del padre con hemofilia contiene el gen de la hemofilia. Pero la niñita también recibe un cromosoma X de su madre. En el cromosoma X de la madre tiene el gen que dirige la coagulación normal y es dominante, así que la niñita no tendrá la hemofilia. Sin embargo, la niñita será una portadora de la enfermedad porque tiene el gen de la hemofilia en una de sus cromosomas X.

De modo que, en este caso, todos los hijos varones de esa familia serán normales y todas las hijas mujeres serán portadoras de la hemofilia. (Figura 2-4).

Figura 2-4.  Padre con hemofilia; madre con el gen de coagulación normal en la sangre. Siga las flechas para ver las posibles combinaciones genéticas. 

Figura 2-4


 

¿Cuáles son las probabilidades de tener un bebé con hemofilia o que será portador, si:

  • el padre no tiene hemofilia?
  • la madre es portadora?

Los cromosomas vinculados al sexo en el padre se denominan XY. El padre pasa solamente la mitad de sus cromosomas al bebé: le pasa el cromosoma X o le pasa el cromosoma Y.

Si el bebé obtiene el cromosoma Y del padre, será un varón. El hijo puede recibir de la madre lo mismo el cromosoma X que contiene el gen de la hemofilia o el cromosoma X que contiene el gen que rige la coagulación normal.

Si el hijo recibe de su madre el cromosoma X que contiene el gen de la hemofilia, él tendrá la enfermedad. Si él hereda de su madre el otro cromosoma X, su sangre coagulará normalmente. Así vemos que las probabilidades de que el hijo de una portadora tenga hemofilia son de un 50%.

Una bebita heredará el cromosoma X con el gen que dirige la coagulación normal y es dominante por parte del padre. Así que esa bebita no tendrá hemofilia. La hija de una portadora lo mismo puede heredar de su madre el cromosoma X que contiene el gen de la hemofilia, que el cromosoma X que contiene el gen que dirige la coagulación normal. Si heredara el gen que contiene hemofilia, ella será una portadora. Así que la hija de una portadora tiene un 50% de probabilidad de ser una portadora ella también.

Una mujer que es portadora de la hemofilia tiene:

  • un 25% (uno en cada cuatro) de probabilidad de tener una hija que también sea portadora de la enfermedad,
  • un 25% de probabilidad de tener un hijo con hemofilia,
  • y un 50% de probabilidad de tener lo mismo un niño que una niña que no tengan el gen de la hemofilia en absoluto. (Figura 2-5).

Figura 2-5.  Padre con gen normal; madre portadora. Siga las flechas para ver las posibles combinaciones genéticas. 

Figura 2-5

 

¿Cuáles son las probabilidades de tener un bebé con hemofilia o que será portador, si:

  • el padre tiene hemofilia?
  • la madre es portadora?

Los cromosomas vinculados al sexo en el padre se denominan XY, siendo el cromosoma X el que contiene el gen de la hemofilia. El padre solamente pasa la mitad de sus cromosomas al bebé: le pasa el cromosoma X o le pasa el cromosoma Y. 

Si el bebé obtiene el cromosoma Y del padre, será un varón. Si recibe de su madre el cromosoma X que contiene el gen de la hemofilia, él tendrá hemofilia. Si hereda el otro cromosoma X, su sangre tendrá una coagulación normal.
Si el bebé obtiene el cromosoma X del padre, será una niña. El cromosoma X del padre con hemofilia tendrá el gen de la hemofilia. La niña también hereda de su madre un cromosoma X. Si obtiene el cromosoma X normal, la niña será una portadora. Si recibe el cromosoma X que contiene el gen de la hemofilia, ella tendrá hemofilia.

Un hombre con hemofilia y una mujer portadora tienen:

  • un 25% (uno en cada cuatro) de probabilidad de tener un hijo con hemofilia,
  • un 25% de probabilidad de tener un hijo cuya sangre coagule normalmente,
  • un 25% de probabilidad de tener una hija portadora,
  • un 25% de probabilidad de tener una hija con hemofilia.

Esto se muestra en la Figura 2-6. Es muy raro que un hombre con hemofilia y una mujer portadora de hemofilia lleguen a conocerse. Es por eso que hay tan pocos casos de niñas que nacen con hemofilia.

Figura 2-6. Padre con hemofilia; madre portadora. Siga las flechas para ver las posibles combinaciones genéticas.

Figura 2-6
 
 

 

¿Cómo pudo la hemofilia aparecer en una familia que no tiene historia de haber tenido ese trastorno?

En algunas familias, no se conoce caso alguno de hemofilia. El gen de la hemofilia parece haber surgido de la nada y las familias se encuentran abatidas y confundidas. 

Hay varias razones por las cuales esto puede ocurrir. Primero, es posible que la familia no tuviera conocimiento o hubiera olvidado a sus antepasados con hemofilia. Segundo, el gen de la hemofilia pudo pasar de una generación a otra por mujeres portadoras sin que nadie lo supiera. Es posible que por generaciones las mujeres no hubieran tenido hijos varones o que, por pura casualidad, sólo hubieran nacido niñitos saludables. Nadie se hubiera enterado del gen de la hemofilia. Tercero, la hemofilia puede aparecer en familias que no tienen un historial de la enfermedad cuando el gen que ordena la coagulación se daña (una mutación genética espontánea).

¿Qué es una mutación genética?

Normalmente, los genes se copian exactamente generación tras generación. Algunas veces, sin embargo, un gen se puede dañar. Puede comenzar a dar al cuerpo instrucciones diferentes o equivocadas. Este cambio en el gen se llama mutación. El cambio que causa una mutación es permanente - el gen nunca podrá volver a ser normal.

Los efectos del gen dañado pueden notarse enseguida. De igual modo, pueden no presentarse hasta que el gen pasa a un bebé. Es decir, el cambio pudo haber ocurrido lo mismo en los padres que en el bebé. 

El cambio en el gen puede ocurrir a causa de algo en el medio ambiente. También puede ocurrir sin ser atribuible a alguna causa en particular. Las mutaciones son la forma como la naturaleza cambia, no todas las mutaciones de los genes son dañinas.

De este modo, el gen de la hemofilia puede presentarse tanto en un hombre como en una mujer. De repente el gen que dirige la coagulación de la sangre se daña. Un gen dañado así puede pasar de generación en generación por mujeres portadoras del mismo sin manifestarse hasta que aparece en un niño varón.

¿Desaparecería para siempre la hemofilia si los hombres que la padecen y las mujeres que son portadoras dejaran de tener hijos?

Probablemente no. Aún ocurrirían mutaciones en los genes que regulan la coagulación, lo que daría lugar a nuevas personas hemofílicas y portadoras de la hemofilia. Se estima que tanto como una tercera parte de los bebés que nacen con hemofilia son el resultado de nuevas mutaciones genéticas. 

Una vez que hay hemofilia en una familia, ¿habrá hemofilia para siempre de ahí en adelante?

Una vez el gen de la hemofilia se encuentra presente, existe la probabilidad de pasarlo a otras generaciones. No obstante, también existe la posibilidad de que la hemofilia desaparezca del árbol genealógico de la familia. Esto ocurriría si todas las personas que padecen de hemofilia o que son portadoras del gen de la hemofilia tuvieran hijos que por casualidad nacieran sin el gen de la hemofilia.

¿Pueden las personas en una misma familia tener distintos niveles de factor coagulante (leve, moderado, o severo)?

El nivel de factor coagulante será casi el mismo de una a otra generación. Así que todas las hijas de un hombre que padece hemofilia severa llevarán el gen para hemofilia severa. No va a cambiar a leve ni a moderada. Asimismo será para los hombres con hemofilia leve y moderada. Sus hijos heredarán el mismo grado de intensidad de la enfermedad que ellos tengan.

Aunque los niveles se mantienen iguales, la hemofilia puede afectar de manera distinta las vidas de quienes la padecen y las vidas de sus familiares. Esto se debe a diferentes estilos de vida y a tratamientos disponibles. Por ejemplo, un abuelo con hemofilia puede tener muy malas coyunturas y cojear un poco al caminar porque no pudo obtener tratamiento en su juventud. Su nieto, por el contrario, podría estar corriendo en el equipo de pista y campo de la escuela superior porque el tratamiento oportuno con el factor ha mantenido sus coyunturas saludables.