Pagina Principal UIT Unión Internacional de Telecomunicaciones English Français 
  Copia Imprimible 
Pagina Principal UIT
Página principal : Sala de prensa : CRR-04
DE LA RADIODIFUSIÓN ANALÓGICA A LA DIGITAL – RESPUESTAS A DIVERSAS NECESIDADES

Replanificación de la radiodifusión digital

Philip Laven,
Director Técnico, Unión Europea de Radiodifusión

La radiodifusión digital utiliza el espectro de frecuencias radioeléctricas mucho más eficazmente que la radiodifusión analógica ya que, por ejemplo, cuatro servicios de TV digital terrenal ocupan el mismo espectro que un solo servicio de TV analógica. Esta "magia" digital se debe a la combinación de la compresión digital de las señales de audio y vídeo con avanzados sistemas de modulación digital.

La compresión digital consiste en suprimir información redundante (por ejemplo, las partes de una imagen de TV que son idénticas a las enviadas en la imagen anterior) o apenas audible (por ejemplo, el sonido de un alfiler que cae al suelo durante una tormenta) antes de la transmisión, y reconstruir una señal muy similar a la original en el receptor. La compresión de vídeo ofrece una imagen de alta calidad cuando se transmiten aproximadamente 2% de los datos originales, lo cual significa que el 98% de los datos originales se descartarán antes de la transmisión. La compresión de audio es más difícil, ya que se ha de transmitir hasta 10% de los datos originales para garantizar un sonido de alta calidad en recepción.

La modulación consiste en añadir información (como por ejemplo señales que representan contenido de audio o vídeo) a una transmisión de radio. La modulación de amplitud (AM) y la modulación de frecuencia (FM) se utilizan ampliamente en la radiodifusión analógica. La radiodifusión digital utiliza el espectro mucho más eficazmente que la AM o la FM, y también es menos sensible a las perturbaciones causadas por la interferencia y el ruido. La TV digital por satélite utiliza habitualmente la modulación QPSK y la radiodifusión terrenal utiliza sistemas de modulación más complejos tales como, por ejemplo, la multiplexión por división de frecuencia ortogonal codificada (COFDM), que se utiliza para DVB-T, T-DAB y Digital Radio Mondiale porque ofrece inmunidad contra la interferencia debida a trayectos múltiples.

 Figura 1 — Utilización del espectro de ondas decimétricas en la zona de Londres para cinco transmisiones de TV analógica y seis transmisiones de TV digital

Nota — Cada transmisión digital lleva cuatro programas de TV digital.

En la figura 1 se muestra cómo los servicios de TV digital terrenal de la zona de Londres se han introducido en los huecos que dejan los servicios de TV analógica. Se puede observar que la mayoría de los servicios de TV digital mostrados en la figura 1 funcionan en canales adyacentes a servicios de TV analógicos, aunque las señales son mucho más débiles que las analógicas. Esto era imposible en el mundo analógico porque los receptores de TV analógica no admitían niveles incluso moderados de interferencia de canal adyacente. También hay que decir que cada una de las transmisiones digitales indicadas en la figura 1 representa cuatro servicios de TV de definición normal.

El aumento espectacular de la eficacia de utilización del espectro que permite la radiodifusión digital es muy interesante porque el espectro de frecuencias radioeléctricas es un recurso muy valioso para el cual la demanda es muy superior a la oferta en muchos países europeos. Sin embargo, solemos sospechar, con razón, del que nos promete "algo por nada", ya que la experiencia demuestra que suele haber problemas ocultos. ¿Tiene pues algún inconveniente la radiodifusión digital?

En realidad, la eficacia de utilización del espectro aumenta a costa de una complejidad creciente del tratamiento de las señales en los transmisores y receptores digitales. Debido a recientes avances tecnológicos, minúsculos circuitos integrados (microprocesadores de silicio) tienen la potencia de cálculo de unos equipos que, hace apenas diez años, ocupaban una habitación completa. Los receptores digitales son onerosos al principio, pero su precio disminuye a medida que aumenta el volumen de producción. A principios de los años setenta, los simples calculadores electrónicos eran muy onerosos, mientras que calculadores mucho más perfeccionados son ahora muy baratos. Exactamente lo mismo ocurrirá con los receptores de emisiones digitales.

A menudo se pretende que la introducción de la radiodifusión digital marcará "el final de la escasez de espectro" pero, lamentablemente, es una ligera exageración. En un mundo totalmente digital, por supuesto, podrían ofrecerse más servicios. Dicho simplemente, el número de servicios de TV terrenales podría llegar a cuadruplicarse pero, como de costumbre, no todo es tan fácil.

La radiodifusión digital no podrá aprovecharse plenamente hasta que se hayan suprimido todos los servicios de radio y TV analógicos existentes. Para no privar a los auditores y telespectadores de los servicios actuales, el cambio no puede producirse hasta que todos los aparatos de radio y TV analógicos (además de los magnetoscopios) hayan sido sustituidos por equipos digitales o hayan sido equipados con un convertidor digital (tales como los dispositivos multimedios digitales para TV).

Incluso si los receptores digitales son relativamente poco onerosos, es evidente que la sustitución total de los millones de receptores analógicos no se hará del día a la mañana porque el público deberá pagar los nuevos equipos. Ahora bien, en 2003, todas las transmisiones de TV analógica terrenal en la zona de Berlín se suprimieron seis meses después del inicio de las transmisiones de DVB-T. Esta experiencia es sumamente alentadora, pero ha sido posible porque menos de 5% de los hogares de esa ciudad dependen de la TV analógica terrenal, gracias a la generalización de los servicios de TV por satélite y por cable. En los países en los cuales más del 90% de los hogares utilizan la TV analógica terrenal, la supresión de los servicios de TV analógica será, por supuesto, mucho más lenta. En realidad, la radiodifusión digital debe introducirse junto con los servicios analógicos existentes y, en muchos casos, debe coexistir con ellos durante, quizá, diez a quince años.

La clave consiste en gestionar la transición de la radiodifusión analógica a la digital y, en particular, permitir la introducción generalizada de la radiodifusión digital sin perturbar la recepción de las emisiones analógicas. Como "las ondas radioeléctricas no respetan las fronteras nacionales", este problema se complica aún más. En todos los países europeos (con la notable excepción de Islandia), la utilización del espectro de ondas métricas o decimétricas para la radiodifusión está muy limitada por la necesidad de no causar interferencias a servicios de países adyacentes, o de no ser perjudicado por los mismos. Aunque los países pueden organizar negociaciones bilaterales con los países vecinos, es preferible que todos los países acuerden ciertos principios de planificación, habitualmente en una conferencia de planificación internacional.

Los servicios europeos de radiodifusión terrenal en las bandas de ondas métricas y decimétricas se rigen por el Plan de Estocolmo adoptado por la UIT en 1961. Aunque la radiodifusión ha evolucionado notablemente desde 1961, ese Plan sigue siendo pertinente porque especifica los criterios de planificación de los servicios de radiodifusión de televisión y de radio en modulación de frecuencia y, sobre todo, los criterios de adición de nuevos servicios sin causar interferencias indebidas a los servicios existentes.

 Figura 2 — ¿Convergencia o divergencia? En el futuro habrá múltiples sistemas de difusión en competencia y no un solo sistema convergente

La principal dificultad que deberá afrontar la próxima Conferencia Regional de Radiocomunicaciones (CRR) de la UIT, que se celebra en dos reuniones, estribará en hallar la manera de permitir el funcionamiento de la radiodifusión digital junto con la radiodifusión analógica sin que éstas se causen interferencias, y lograr, al mismo tiempo, que los servicios digitales alcancen una cobertura suficiente. La dificultad siguiente consistirá en determinar cómo puede utilizarse el espectro más eficazmente con equipos totalmente digitales (es decir, cuando se haya suprimido la radiodifusión analógica). Es improbable que la solución óptima para la convivencia entre sistemas analógicos y digitales sea óptima también cuando todos los sistemas sean digitales.

Es más, el plan revisado debe tener en cuenta las necesidades extremadamente diferentes de los países. Por ejemplo, algunos de estos países contemplan una rápida transición de la radiodifusión analógica a la digital, pero sus vecinos desean un calendario menos apretado. Algunos países desean servicios de TV digital destinados a receptores de TV móviles y portátiles, mientras que otros planifican la recepción de servicios de TV "tradicionales" a través de antenas montadas en los tejados.

Cada administración debe adoptar a su manera la radiodifusión digital terrenal (radio y televisión). Algunos ya han introducido esos servicios, mientras que otros no consideran urgente introducir la radiodifusión digital antes de, digamos, cinco años. Ahora bien, tarde o temprano la radiodifusión digital es inevitable.

La tecnología nunca deja de avanzar. Desde la Conferencia de Estocolmo de 1961, los organismos de radiodifusión han modificado sus servicios de radiodifusión analógica para adaptarlos a la TV en color, la radio estereofónica por modulación de frecuencia, el teletexto y el sonido estereofónico en televisión. Los servicios digitales actuales sólo son la punta del iceberg y es muy difícil predecir cómo evolucionará la radiodifusión digital en los próximos cuarenta años. Las optimistas predicciones de "convergencia" de hace apenas unos años ahora parecen ridículas. Considero que la convergencia no acabará en un solo sistema de difusión. Más bien al contrario, la "divergencia" parece mucho más probable que la "convergencia". Como se ilustra en la figura 2, muchos sistemas de difusión competirán unos con otros en un mundo "divergente".

Estoy convencido de que la radiodifusión no desaparecerá bajo una avalancha de servicios "a la demanda" personalizados, aunque se disponga del espectro necesario para ello. La radiodifusión tiene éxito sencillamente porque muchos telespectadores u oyentes reciben el mismo contenido simultáneamente. Las economías de escala resultantes en la difusión y la utilización del espectro son tantas que se puede gastar el dinero en el "contenido" en lugar de la distribución. Ahora bien, el concepto de "TV a cualquier hora" basado en la rápida disminución de los precios de los sistemas de almacenamiento masivo de datos (tales como discos duros o discos ópticos) cambiará la manera de mirar la televisión: el público podrá grabar automáticamente horas y horas de programas y verlos cuando lo desee, en lugar de cuando lo transmita el difusor.

Los miembros de la UER, junto con el Departamento Técnico de esa organización, han participado activamente en los preparativos de la revisión del Plan de Estocolmo de 1961. Además de publicar numerosos estudios sobre la planificación de los servicios de radiodifusión digital, la UER está elaborando un avanzado programa de planificación que podría utilizarse en la segunda reunión de la CRR. Este programa se ofrecerá gratuitamente a todos los interesados.

Retrospectivamente, se puede decir que el Plan de Estocolmo de 1961 fue un éxito rotundo. Este éxito es aún más sorprendente si recordamos que 1961 coincidió con los peores momentos de la guerra fría y que el Muro de Berlín se edificó en agosto de 1961, apenas dos meses después de la Conferencia de Estocolmo.

La Conferencia Regional de Radiocomunicaciones de la UIT es más ambiciosa que la Conferencia de 1961 porque debe tener en cuenta las diversas necesidades de todas las administraciones y abarcará una zona mucho más amplia que la Zona Europea de Radiodifusión. No obstante, lo más difícil será que el plan resultante se considere todavía un éxito en 2050 y más adelante.
 

Biografía

El Sr. Laven se incorporó a la UER en mayo de 1997, después de trabajar para la BBC (British Broadcasting Corporation), donde trabajó sobre todo en investigación y desarrollo. Fue, en particular, Ingeniero Jefe de Investigación y Desarrollo, responsable de todas esas actividades en la BBC. Como Controlador de Política de Ingeniería de 1993 a 1997, desempeñó un papel protagonista en la elaboración de la política de la BBC sobre numerosas evoluciones técnicas tales como la introducción de la radiodifusión sonora digital y de la televisión digital.

La UER, cuya sede se encuentra en Ginebra, representa los intereses de los organismos de radiodifusión que se ocupan del servicio público en los países europeos. Tiene 71 miembros activos en 52 países de la Zona Europea de Radiodifusión, más 46 miembros asociados en otros 29 países.

 

 

Comienzo de la página - Comentarios - Contáctenos - Copyright © ITU 2024 Reservados todos los derechos
Contacto público : Unidad de la Comunicación de la Unión
Fecha de creación : 2024-04-27