¿Cómo se sabe la edad de un árbol? ¿Qué podemos saber sobre su vida? ¿Hay años que la haya "pasado mal" ?
Miércoles 11 de mayo de 2022 | 13:05
Importantes misterios nos aguardan detrás de cada árbol. Cuánto para contar sin poder ponerlo en palabras.
Años de estudio, han logrado develar algunos de los misterios que atañen a las plantas que nos rodean día a día.
Los árboles ofrecen, a quien se precie a ver, una ventana al pasado no muy lejano. Si alguna ves Charles Lyell, fundador de la Geología moderna, aportó en el siglo XIX que gran información del mundo antiguo se podían observar hoy en día.
Algo parecido podríamos decir de los árboles, pero como consecuencia de la vida y sus mecanismos para sobrevivir.
¿Cuál es la historia de un árbol?
Pudiendo vivir hasta pasados los 1000 años, varias anécdotas han de tener para contar.
Algunos contemporáneos de los romanos, podrían darnos información sobre cómo han sido las estaciones de aquellos años.
A diferencia de otras plantas, las que tienen tronco leñoso nos permiten conocer su edad contando la cantidad de anillos que se encuentran; a razón de uno por año. ¿Por qué anillos? Cada rotación alrededor del Sol, desde su nacimiento, el árbol genera un nuevo de ellos como consecuencia de su crecimiento. De esta forma queda la madera "muerta" en el centro del tronco y las nuevas células se generan hacía el lado externo.
Las nuevas técnicas han permitido poder leerlos sin necesidad de cortar el tronco o generales un daño que afecte la continuidad de la vida de la planta. El Taladro de Pressler es una de ellas técnicas para extraer una muestra son hacer un daño significativo.
Las formas de conocer la antigüedad no se limitan a estas dos técnicas, con lo que les invitamos a indagar más sobre las mismas.
¿Se puede saber algo más que la edad?
Si, y en eso avanzan los científicos. El crecimiento de estos anillos varía según la época del año, las lluvias o humedad, e incluso si sufrió algún incendio o enfermedad.
Los anillos van apareciendo desde el centro hacia el exterior, cuando más oscuros son éstos, en general estrechos, son indicios del crecimiento durante fines del verano dónde comienzan a reducirse las horas de Sol y en general la lluvias. En cambio, las zonas claras y anchas, indican que el crecimiento se dio en plena primavera, con el aumento de las horas de Sol y lluvias.
Cuánto más ancho el anillo, más ha crecido la planta y esto se lo relaciona con abundante humedad para la planta. La información es utilizada para conocer los períodos lluviosos de cada año que ha vivido.
Este concomiendo se empieza a utilizar cada vez más para conocer como se dan el cambio climático en una determinada zona.
Pero no todo es lluvia y Sol...
Las heridas, infecciones o afecciones, que ha tenido un árbol, dejan marcas. Desde las heladas que dejan diferencias con las células en períodos más aptos para las plantas, hasta la invasión de hongos en las raíces que pueden afectar el centro de un árbol, ahuecando el mismo.
Puede también haber acaecido un incendió en el hábitat del árbol y en su tronco quedarán impresas esas huellas.
La mayor parte de la heridas, serán tendidas a cubrir por el crecimiento del árbol dejando cambios en su forma.
Te invitamos a conocer más en el siguiente video. Y a ahondar en tu barrio los troncos y descubrir que historias guardan detrás.
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