'Fantaseo con mi amigo, no se si me gusta'

La Doctora Corazón aconseja a una joven confundida en sus sentimientos.

  • 06 feb 2015

Redacción.

Una joven está confundida respecto a sus verdaderos deseos. Este es su caso:

'Estoy en un dilema. Verán, no tengo novio, y soy virgen, y tengo un amigo que desde que lo dejó su novia, nos hemos vuelto más unidos y todo pero.. Mi pregunta es.. ¿Es normal fantasear con él? La verdad no siento que me guste... Sólo cuando fantaseo siento que sí pero cuando ya dejo de hacerlo... Me da igual... ¿Es normal?'

Respuesta

Las fantasías sexuales son un fenómeno casi universal. Las mujeres tienen más probabilidades de establecer una distinción entre la fantasía y el deseo, esto es importante para establecer y mantener en un punto normal estas fantasías. También le dará más libertad para explorar tus fantasías y más confianza en el nombramiento de tus deseos. Serás capaz de saber lo que auténticamente quieres, esto hará más probable que tus deseos se conviertan en realidad.

Para definir términos, fantasía es la facultad o la actividad de imaginar cosas que son imposibles o improbables. La fantasía es el reino donde todo es posible, donde eres libre de imaginar escenarios salvajes, circunstancias extraordinarias y poderes sobrehumanos, la cuenta bancaria es interminable, tu salud y seguridad están garantizadas.
Es una hoja en blanco de posibilidades, y el único límite es tu imaginación.

Esto puede cambiar durante la vida por tus circunstancias, capacidades físicas, necesidades emocionales y físicas.

En cambio el deseo es un fuerte sentimiento de querer tener algo o desear que algo suceda. Algo cambia de una fantasía a un deseo tan pronto como tú decides que sea real. Las fantasías viven en nuestra imaginación solamente, los deseos son parte de nuestra vida real.

En conclusión: no está mal que fantasees, pero ten cuidado ya que como seres humanos , buscamos una pareja para toda la vida y deseamos conexión e intimidad.

La atracción física y el deseo sexual son esenciales para una relación romántica pero pueden ir y venir con el paso del tiempo y cambian con la dinámica o las prioridades de la relación. Definitivamente no son el fundamento adecuado para elegir pareja, hay otros factores de fondo como personalidad, intereses, procedencia socioeconómica similar y creencias religiosas que debes considerar para evitar terminar con el corazón roto.