The Chemical Brothers galvanizan el Sónar

Conciertos

En un cierre de festival dominado por los djs se cuela la excentricidad de Arca y el amapiano, un nuevo estilo que desde Sudáfrica está conquistando el mundo

Un momento del concierto de The Chemical Brothers en el Sónar

Un momento del concierto de The Chemical Brothers en el Sónar

Álex García

El dúo británico The Chemical Brothers, integrado por Tom Rowlands y Ed Simons, volvieron al Sónar como los grandes cabezas de cartel de la 29 edición del festival. Celebran el veinticinco aniversario de su segundo álbum, “Dig your own hole”, con el que lograron su primer número uno gracias a “Block rockin’ beats”, un tema con el que abren su concierto. Extrañamente en el ‘setlist’ brilla por su ausencia el tema nuevo “The darkness that you fear”, publicado el año pasado cuando aflojaban las restricciones pandémicas.

Han pasado de pinchar para los estudiantes de la Universidad de Manchester y de su primer bolo en el mítico Hacienda en 1995, a convertirse en la mayor y más influyente propuesta de baile de la modernidad, en una carrera plagada de éxitos y de impresionantes espectáculos audiovisuales. En su repertorio, sin sorpresas, no faltan los llenapistas como “Hey boy hey girl” o “Galvanize”, ni temas más recientes del calibre de “Eve of destruction”, de su último álbum “No geography” (2019), que les valió un premio Grammy en la categoría de “Best electronic/dance album”. 

La artista de origen venezolano Arca durante su actuación hoy sábado en el festival Sonar de Barcelona

La artista de origen venezolano Arca durante su actuación hoy sábado en el festival Sonar de Barcelona

Marta Pérez / EFE

Pero, más allá de los temas en concreto lo que realmente fascina de su propuesta es la interacción de la música con los elementos visuales, en una espectacular puesta en escena en la que no faltan los dos enormes robots que ilustran “Under the influence”, ni un sinfín de detalladas proyecciones en alta definición que dan a su show un carácter de techno psicodélico. Con fases en las que el público, que abarrotaba el escenario principal del SonarClub, literalmente enloquece en una catarsis colectiva digna de estudio sociológico. Sus efectivos ‘big beats’ están envueltos en una poética visual que no duda en recurrir a la estética manga o a unos bailarines poliédricos que parecen sacados de un ballet de la escuela Bauhaus, por no hablar de las coloristas imágenes estroboscópicas, ni de unas máscaras propias del teatro griego clásico. Todo cuidado al detalle, combinando la querencia por los robots con etéreas mariposas o desfiles de tamborileros, y filmado de una manera que parece que las imágenes se salgan de las pantallas.

Ambiente del Sónar en el último día del festival

Ambiente del Sónar en el último día del festival 

Álex García

La actuación de TCB se solapó con la de la venezolana Arca, otro nombre asiduo del festival. Esta cantante, compositora, productora y dj de género binario, ha protagonizado grandes veladas en el Sónar con su provocativa y vanguardista propuesta. En esta ocasión llegaba precedida por la imponente edición de los cinco volúmenes de los álbumes experimentales “Kick”, más dos temas nuevos, “El alma que te trajo” y “Cayó”, y una remix del clásico “Big science” de Laurie Anderson. Con estas credenciales se presentó en el escenario SonarPub para ofrecer una actuación completamente improvisada que empezó con el medley de las explícitas “Prada” y “Rakata”, llenas de estrofas que la definen muy bien como: “qué rara/ay qué rara” o esa tan explícita de “que me como el mundo ya/con estas ganas de follar”. Vestida con largas botas de tacones puntiagudos y un body que rápidamente le dejó los pechos al descubierto, siguió con “El alma que te trajo”, un reguetón y otra bomba sexual llena de estrofas libidinosas, y “Incendio”, rapeada a toda velocidad, en plan trabalenguas, con un “flow de fuego ardiente”. Desbocada se subió al equipo que luego utilizó para pinchar, antes de terminar pidiendo permiso para improvisar al teclado una melodía lenta que dejó atónitos a los ‘clubbers’ con ganas de beats acelerados. Genio y figura en lo que fue un show totalmente descabellado.

Asistentes al festival de música Sónar

Asistentes al festival de música Sónar 

Álex García

Igual de reseñable en la última jornada nocturna fue la extensa sesión, de seis horas y a cuatro manos, que protagonizaron en el escenario SonarCar, al lado de los concurridos autos de choque, el dúo Scorpion Kings. Es el nombre bajo el que se esconden Kabza de Small y DJ Maphoriza, djs y productores sudafricanos que son los abanderados del amapiano, un nuevo estilo de música electrónica de baile surgido en los ‘townships’ que está causando furor en África y más allá, gracias a sus sonidos cálidos y espaciales, de los que tuvimos otra buena muestra, la jornada anterior en el Sónar diurno, con la presencia de la cantante y bailarina, también sudafricana, Kamo Mphela, bautizada como la Reina del amapiano, en lo que ha supuesto uno de esos descubrimientos que le debemos al festival.

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