La tos es un reflejo del cuerpo para ayudar a aliviar las vías respiratorias y la garganta de aquello que la irrita: por ejemplo, el polvo, alérgenos como el polen o la propia mucosidad vinculada a una infección. ¿Por qué surge la tos? Porque ante la presencia de estos agentes, los nervios envían un mensaje al cerebro, que hace que los músculos del pecho y el abdomen liberen el aire de los pulmones para expulsar al agente irritante. Por norma general, las infecciones víricas son la causa más frecuente de los ataques de tos. A pesar de que se trata de un mecanismo de defensa, puede llegar a ser muy molesto. Por ello, siempre viene bien recordar qué remedios sirven para aliviar este síntoma.
Pero, ¿Cómo funciona exactamente la tos? En el momento en el que un cuerpo extraño o sustancias producidas por el propio cuerpo, como una flema o esputo, entran en contacto con la garganta se pone en marcha el reflejo de la tos. El motivo es que en la laringe, faringe, esófago y vías aéreas existen unos receptores que se activan por la presión de los mismos o por la excitación química. Estos receptores envían una señal a través del nervio vago al centro de la tos en el tronco encefálico. De ahí, pasa a la corteza cerebral, que da orden a diferentes músculos para que se contraigan, al contraerse el diafragma, el pulmón expulsa rápidamente el aire y arrastra toda sustancia no deseada situada en la vía aérea.
La vía aérea debe de estar libre de obstáculos para que pueda pasar el máximo caudal de aire. Por ello, la tos es un fenómeno vital y que existe desde el primer momento en que se toma la primera bocanada de aire al nacer. A pesar de que la gran mayoría de las veces este fenómeno es un gran aliado para la salud, a veces llega a ser tan pesado que hay que tratarlo porque puede llegar a dañar la garganta.
Causas más comunes de los ataques de tos
Las infecciones víricas y la tosferina son las responsables más frecuentes de estos ataques, que presentan las siguientes características: cinco o más golpes de tos en la misma espiración, seguidos de una inspiración similar a un silbido. Sin embargo, no se sabe bien el motivo de esta tos tan típica, pero seguramente juega un papel importante la forma de afectar la exotoxina a los receptores de la tos.
Asimismo, la exposición a determinados elementos, como el humo del tabaco, el polvo o la contaminación en las grandes ciudades, también pueden ser causantes de este tipo de tos. Sin embargo, a veces este reflejo no tiene nada que ver con las vías respiratorias, pues es posible que irritaciones en el oído lo causen igualmente. Las alergias y enfermedades pulmonares también se acompañan de este síntoma.
¿Por qué los ataques de tos son más frecuentes por la noche?
Es frecuente que se perciba que estos ataques de tos se produzcan de manera más recurrente por la noche. El motivo es que de día, con la actividad o concentración en lo que se está haciendo, la tos pasa más desapercibida. De noche, con el silencio, el cansancio de todo el día y cuando el único objetivo es dormir, cualquier cambio del entorno resulta más molesto. Así, la tos es de los signos que más interfiere en el descanso, tanto en el de la persona que la sufre como en el de su acompañante.
Además, otro factor que afecta a que se note más la tos por la noche es que que al estar estirado en la cama, la mucosidad nasal puede pasar fácilmente por la parte posterior y acabar en la faringe y la laringe, irritando más los receptores de la tos. Además, la secreción bronquial suele acumularse más en las vías aéreas, produciendo más tos.
Remedios caseros para calmar los ataques de tos
- Beber infusiones calientes que mejoren la inflamación. En concreto, las más recomendables son aquellas con cebolla y miel o la manzanilla. Además de infusiones, el zumo de limón con miel también puede aliviar estos ataques de tos.
- Beber té de jengibre. El jengibre puede ayudar a combatir la tos, pues sus componentes favorecen la relajación de los músculos de las vías respiratorias.
- Realizar vahos de agua para la expulsión de flemas y el reflejo de la tos.
- Tomar caramelos o dar pequeños tragos de agua que hidraten la garganta y ayuden a evitar esa irritación, así como a humedecer las membranas.
- Tomar regaliz. El regaliz es una planta herbácea de uso medicinal eficaz para aliviar la tos. La Agencia Europea del Medicamento (EMA) recoge este uso tradicional como expectorante en aquella asociada con el resfriado. Una forma de tomarlo es en infusiones, aunque estas no son recomendadas para embarazadas. Además, consumir grandes cantidades de raíz de regaliz puede aumentar la presión arterial o producir caídas en los niveles de potasio.
- Mantener la habitación limpia y a una temperatura adecuada. Los humidificadores vienen muy bien en estos casos.
- Cebolla cortada por la mitad en la mesita de noche. Cortar una cebolla por la mitad y dejarla en la mesita de noche mientras se duerme. El motivo es que los compuestos volátiles de la cebolla que se van liberando después de cortarla, en especial la quercitina, tienen acción antiinflamatoria y ayudan a reducir la tos.
- Realizar lavados nasales para evitar la acumulación de secreciones.
- Hacer gárgaras con bicarbonato o con agua y sal para humedecer la garganta.
- Poner algo de miel en la bebida o en un alimento como el yogur puede aliviarte esa incómoda tos.
- La raíz de malvavisco es una hierba muy usada a lo largo de la historia como tratamiento para la tos y los dolores de garganta. La hierba puede mejorar la irritación que produce la tos, debido a su alto contenido en mucílago.
- El poder calmante de la cúrcuma. Si se tiene tos continuamente, la garganta se inflama, se irrita y duele. Y es un círculo que se retroalimenta: cuanto más se tose, mayor es la irritación, con lo que se sigue tosiendo aún más. Para ponerle fin, un buen remedio es tomar una cucharadita de cúrcuma en polvo disuelta en agua templada o en zumo. Su principio activo, la curcumina, es un potente antiinflamatorio que no solo alivia la garganta, también protege los pulmones de la inflamación que provoca el tabaco o las partículas diésel.
- La acetilcisteína es un suplemento que procede del aminoácido L-Cisteína. Se puede tomar una dosis diaria para reducir la frecuencia y la gravedad de la tos húmeda, ya que elimina la mucosa de las vías respiratorias.
¿Qué medicamentos pueden servir para la tos?
A pesar de que dependiendo de la causa se administra un tratamiento u otro, el médico sí valora el tipo de tos, ya sea seca o productiva.
Para la tos productiva, los mucolíticos facilitan la evacuación de las flemas, aunque su acción es limitada. Existen varios principios activos para la tos que pueden estar combinados entre sí o con otros grupos farmacológicos, como los antihistamínicos o mucolíticos. Su indicación es en tos seca, sobre todo de origen vírica, como el típico catarro nasofaríngeo o gripal; nunca en otras patologías que pueden dar tos seca como el asma o la fibrosis pulmonar.