¿Por qué estudiar profecía bíblica? - Parte 1

 
 

La Biblia contiene muchas profecías. Algunas de las profecías encontradas en la Biblia ya se han cumplido. Estas profecías cumplidas, que tienen un registro de 100% de exactitud, proveen una gran confianza de que las profecías no cumplidas aún de la Biblia también se cumplirán con un rango de exactitud de un 100%.

Más de un 28% de la Biblia Hebrea (también conocido como Antiguo Testamento) es considerado profecía, mientras que más del 21% de las Escrituras del Nuevo pacto (Nuevo Testamento) son profecía. El doctor Mark Hitchcock correctamente apunta que, “la Biblia es un libro de profecía. Contiene cerca de 1,000 profecías, de las cuales cerca de 500 de ellas ya han tenido cumplimiento de hasta el mínimo detalle”[1]. De esas muchas profecías bíblicas, muchas son acerca de la segunda venida del Mesías.

Antes de examiner algunas profecías, es importante entender el rol de la profecía bíblica en nuestras vidas como creyentes. Muy seguido la profecía bíblica es categorizada como esas partes de la Biblia que no tienen una aplicación para nosotros en el presente. Muchas personas bien intencionadas evitan leer y/o enseñar pasajes proféticos por varias razones. No obstante, toda la Palabra de Dios (¡especialmente la profecía!) tiene aplicación para nuestras circunstancias presentes.

Quizás tú has evadido la profecía porque te han enseñado que no es realmente entendible. O tal vez tienes interés en la profecía bíblica pero nunca has escuchado una enseñanza de ella que fuera fiel al texto bíblico. Sin importar cuál sea tu experiencia y comprensión de la profecía bíblica, existen razones importantes para estudiar esta importante materia. Espero que este artículo escrito en dos partes ayude a proveer una base sólida para un posterior estudio de la profecía en las Escrituras. Aquí está la primera razón (¡hay muchas más!) del por qué estudiar profecía bíblica es importante para nosotros hoy (las otras razones se cubrirán en la Parte 2).

1.     La profecía bíblica cumplida fortalece nuestra convicción de que la Palabra de Dios es precisa y se puede confiar en ella.

 La Biblia es la inspirada e infalible Palabra de Dios. Si algo hubiese sido predicho en el pasado y luego resultara ser que fuera una predicción equivocada, la Biblia perdería su autoridad como inerrante. Una de las maneras por las que conocemos que la Biblia es exacta y confiable es porque la Biblia hace predicciones acerca del futuro que verdaderamente se vuelven realidad.

Estas profecías cubren una variedad de temas. Algunas se relacionan con el nacimiento, vida y muerte del Mesías, con la destrucción de ciertos reinos, y con Dios levantando otras personas para dirigir esos reinos, y así una y otra vez. ¿Qué otro libro en este planeta tiene un registro de 100% de precisión al igual que la Biblia? Por supuesto, ninguno.

Ahora bien, esto no significa que todo lo que la Biblia ha predicho ya ha venido a cumplimiento. Tal como lo mencioné, existen 500 profecías todavía por cumplirse. La Biblia predice algunos eventos y sobre algunas personas todavía en el porvenir.

Echemos un vistazo a algunos eventos que la Biblia predijo antes de que sucedieran para lo cual hoy contamos con evidencia arqueológica. En otras palabras, la realidad de la predicción de la Biblia puede ser vista con nuestros ojos y tocada con nuestras manos[2].

El primer ejemplo es una profecía en 2 Reyes, la cual también encontramos en 2 Crónicas 32 e Isaías 37. En esos tres pasajes, está profetizado que Jerusalén sería liberada de la invasión y sitio de los Asirios. Luego el rey de Asiria se retiraría y regresaría a su ciudad.

Ahora, ¿temenos confirmación arqueológica de esto? Sí, sí la tenemos.

¿Estabas al tanto de que el Prisma de Taylor registra la burla de Senaquerib al colocar un sitio en Jerusalén pero no su captura? Herodoto, un antiguo hisotriador griego, registra la retirada del ejército Asirio. Las Crónicas de Babilonia registran el asesinato de Senaquerib. Todas estas fuentes fueron descubiertas con la llegada de la arqueología. Y todas ellas fueron escritas por fuentes ajenas a la Biblia. Es bastante interesante que ellas confirman exactamente lo que el texto bíblico nos dijo por milenios.

Echemos un vistazo a otro ejemplo. En Ezequiel capítulos 26, 28:1-10 y en Zacarías 9:3, 4, estaba profetizado que la ciudad de Tiro sería capturada por los Babilonios, su isla devastada como una roca, sus piedras y maderos arrojados al mar. Tiro se convirtiría en un lugar donde los pescadores arrojarían sus redes y nunca sería reedificada.

Ahora, el cumplimiento histórico de esto sucedió cuando el rey Nabucodonozor, dirigiendo a los Babilonios, puso sitio a Tiro del 585 al 572 a.C. También Alejandro el Grande vino en el 332 a.C. y construyó una calzada, arrojando piedras y maderos al mar. La destrucción final de Tiro llegó a mano de los musulmanes en 1291 d.C

Vemos confirmación arqueológica de la profecía de la Biblia en las Crónicas de Babilona. Un documento judicial de Babilonia llamado el Tribunal de Nabucodonozor, al igual que tabletas desenterradas, incluso proveen detalles del sitio Babilonio. El registro histórico de Herodoto y Flavio Josefo en su obra Antigüedades también proveen otros detalles de exactamente este mismo cumplimiento.

Un ejemplo más sale de los libros de Nahúm y Sofonías. Ambos profetas predicen que la capital Asiria de Nínive sería destruída. No sólo eso, sino que los atacantes de Nínive tendrían escudos y vestidos rojos.

Vemos el cumplimiento histórico de la caída de Nínive por los Babilonios en el 612 a.C., y vemos confirmación histórica del cumplimiento de dicha profecía. Por ejemplo, las Crónicas de Babilonia registran una coalisión formada por un rey Babilonio en escudos y túnicas pintados de rojo de los ejércitos Medos y Babilonios. Nínive fue desolada, su ubicación olvidada hasta su descubrimiento a principios del siglo 18. Fue excavada entre 1820 y 1846.

Para aquellos de nosotros que ya creemos que la Biblia es la Palabra inspirada de Dios, esto no es sorpresa. Pero es bueno tener este tipo de confirmaciones de que la Palabra de Dios es lo que la Palabra de Dios dice que es.

Isaías 42:9 dice, “Las cosas pasadas se han cumplido, y ahora anuncio cosas nuevas; ¡las anuncio antes que sucedan!”. Y en otro pasaje, Isaías 42:6-8, encontramos lo que sigue:

Yo, el Señor, te he llamado en justicia; te he tomado de la mano. Yo te formé, yo te constituí como pacto para el pueblo,como luz para las naciones, para abrir los ojos de los ciegos, para librar de la cárcel a los presos, y del calabozo a los que habitan en tinieblas. »Yo soy el Señor; ¡ese es mi nombre! No entrego a otros mi gloria, ni mi alabanza a los ídolos.

Una de las maneras que sabemos que Dios es Dios es porque Él predice el futuro. Ahora, han habido muchas personas que han tratado de adivinar el futuro y lo han adivinado correctamente, pero, ¿cuántas personas han adivinado 500 veces acerca de grandes eventos y han estado en lo cierto con un 100% de precisión?

Regresa la siguiente semana para leer la Parte 2.

Escrito por Levi Hazen, Director Ejecutivo.


  1. Desde tu perspectiva, ¿por qué es siginificativo que mucho de las Escrituras Hebreas es profecía?

  2. ¿Qué te parece que la historia y la arqueología respaldan el registro bíblico?

  3. ¿De qué manera esta alineación de texto profético con realidad histórica puede fortalecer tu testificar a los demás?


  1. Hitchcock, Mark. ISIS, Iran, Israel: And the End of Days (p. 36). Harvest House Publishers. Kindle Edition

  2. Para ver estos ejemplos por tí mismo, te sugiero comprar un muy buen libro de referencia llamado Tablas de Profecía Bíblica. Escrito por el Dr. Wayne House y el Dr. Randall Price, ha sido un recurso de gran ayuda para mí. Y en la página 16 de su libro de trabajo, ellos plasman muchos de estos ejemplos en los que la evidencia arqueológica de este cumplimiento histórico de la profecía existe.

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