Berlín / Oviedo

Agencias / M. S. M.

El sociólogo y político británico-alemán Ralf Dahrendorf ha muerto en la ciudad renana de Colonia a los ochenta años de edad. El que fuera premio «Príncipe de Asturias» de Ciencias Sociales en 2007 era considerado como uno de los más importantes científicos sociales alemanes, pero buena parte de su carrera la hizo en el Reino Unido, donde en 1993 se convirtió en miembro de la Cámara de los lores.

Como político, Dahrendorf fue además diputado del Bundestag, por el Partido Liberal (FDP), y miembro de la Comisión Europea (CE), donde ocupó los cargos de comisario de comercio Exterior, en 1970, y de Educación, Investigación y Economía, en 1973.

Considerado como uno de los creadores de la llamada teoría del conflicto social, Dahrendorf no pudo asistir a la entrega del premio «Príncipe de Asturias» porque ya la enfermedad le impedía viajar. Sí estuvo en Oviedo su esposa Christianne, que tomó la palabra en el Campoamor para decir que España fue para Dahrendorf «el primer país de una nueva liga de libertades. Observar la transición española marcó el principio de su interés por los procesos de democratización en los países anteriormente no democráticos».

Durante el discurso de entrega de los premios, el Príncipe de Asturias se refirió a las ideas del sociólogo. «...nos recuerdan una de las más profundas raíces de la cultura europea, la ateniense, y el orgullo que Pericles proclamó por vivir en aquella Atenas donde el respeto a los antepasados y a las tradiciones estaba en sintonía con la acogida a lo nuevo...». Don Felipe elogió la amplitud de su mirada y su preocupación por lograr que «el proceso unitario de los europeos esté basado en sociedades abiertas comprometidas con la solidaridad y la justicia».

Con su teoría del conflicto social, Dahrendorf le dio la vuelta a la idea de la lucha de clases del marxismo al señalar cómo el conflicto no necesariamente destruye las sociedades, sino que sirve para dinamizarlas. Su pensamiento, según reconoció él mismo hace poco en declaraciones a «Die Zeit» cuando cumplió 80 años, debe mucho al filósofo Karl Popper, el pensador de la sociedad abierta, así como al politólogo Raymond Aaron.

Dahrendorf había nacido en 1929. Con la llegada de los nazis al poder, su padre se convirtió en miembro de la resistencia y el propio Dahrendorf entró en 1944 en un grupo escolar de oposición al régimen, lo que lo llevó a una cárcel de la Gestapo. Después de la guerra, estudió en Hamburgo, donde se doctoró, y luego trabajó como académico, político y periodista.

En los últimos años acompañó críticamente el proceso de globalización en el que veía tendencias que reducían la democracia a las que había que combatir internacionalizando el derecho y los principios democráticos.