Encarcelamiento o rehabilitación ¿Cual es la solución correcta?
Al vivir una vida de adicción, un adicto tiene mucho de que tener miedo. En algunos casos tiene que pensar constantemente la manera de conseguir (robado, empeñado o de diferentes maneras) dinero que creen necesario para conseguir las drogas con los traficantes, esto puede ser un riesgo constante para la persona que ya tiene una adicción. Tienen que trabajar incansablemente para evitar que sus familiares descubran lo que realmente está pasando con ellos y, lo más espantoso de todo, tienen que tener cuidado de no ser atrapados por la policía y ser arrestados.
Cada día, un sinnúmero de adictos son arrestados por cargos de posesión y robo . Después de ser juzgados, muchos adictos terminan en la cárcel durante largos períodos de tiempo para pagar por los males que probablemente no habría sido cometidos si no hubieran estado bajo la influencia de drogas y alcohol .
Las preguntas son:
¿Es el encarcelamiento una mejor solución que la rehabilitación?
¿El encarcelamiento maneja la adicción?
La respuesta a esas preguntas es un rotundo "no". El encarcelamiento no es una buena solución para la adicción. Mientras que para algunos, el hacer que un adicto deje de consumir de golpe es una buena idea, realmente no hace nada para manejarlo. Cuando a un adicto se le corta su problema de golpe sin la ayuda adecuada, tienen tres opciones:
- En primer lugar, pueden pasar por la retirada y empezar a adaptarse a la vida detrás de las rejas y vivir libre de drogas, mientras que anhela la sustancia de la cual tenia adicción.
- Su segunda opción es buscar su droga de elección, si está disponible dentro de prisión (cosa que es muy común) consumirla y así evitar cualquier malestar que podría sentir al dejar de usarla y seguir usándola.
- La tercera opción es buscar una droga completamente diferente si la de su preferencia no está disponible y desarrollar una nueva adicción.
Cualquier persona que piense que los adictos no pueden obtener drogas en la cárcel o la prisión esta completamente mal informado. La droga es constantemente llevada a las instituciones penitenciarias por las personas durante las visitas y en algunos casos, incluso por los propios Correccionales! Los adictos con frecuencia pueden obtener la droga de su elección durante el tiempo en prisión.
En la última década, casi no se han hecho progresos para reducir el número de drogadictos de las prisiones de la nación. Según el Centro Nacional de Adicción y Abuso de Sustancias:
"De los 2,3 millones de reclusos , 1,5 millones sufren de adicción al abuso de sustancias y otros 458,000 reclusos tenían antecedentes de abuso de sustancias, estaban bajo la influencia del alcohol u otras drogas al momento de cometer sus crímenes; Cometieron sus delitos para obtener dinero para comprar drogas o fueron encarcelados por una violación de alcohol o drogas ".
Otro informe recientemente mostró que sólo el 11% de los internos que luchan con problemas de abuso de sustancias reciben cualquier tipo de tratamiento mientras están en prisión. Por lo tanto, una vez más, ¿el encarcelamiento es una buena solución para la adicción a las drogas? ¡La respuesta sigue siendo no!
A menos que un adicto sea parte del afortunado 11% de los presos que reciben tratamiento de drogas, lo más probable es que su adicción se haya dejado completamente sin tratar. Lo que significa que el adicto finalmente será liberado de la cárcel sólo para usar drogas nuevamente, cometer más crímenes y terminar en prisión, una vez más. Es un ciclo enfermo que se repite constantemente una y otra vez, logrando nada más que hacer que el adicto sufra innecesariamente y se convierta en un criminal endurecido tras las rejas.
El Centro Nacional de Adicción y Abuso de Sustancias afirma que si sólo el 10% de los adictos encarcelados que recibieran el tratamiento de abuso de sustancias y permanecerian sobrios, libres de crímenes y empleados, la nación ahorraría alrededor de $ 91,000 por preso. Por lo tanto, incluso tiene sentido financiero ofrecer tratamiento de abuso de sustancias en lugar de prisión.
¿Y si nuestra sociedad ofrecíera rehabilitación de drogas en lugar de bloquear a los adictos como animales y perpetuar sus adicciones? Se vaciaría muchas de las prisiones de la nación, viendo que una gran población de reclusos sufre de abuso de sustancias. Si nuestra sociedad hizo el tratamiento adecuado a disposición de los delincuentes, la reincidencia puede llegar a un mínimo histórico. En realidad estaríamos haciendo que los criminales mejoren, no que empeoren, y reduciendo la delincuencia de una manera importante. Al hacer que sus adicciones sean manejadas y una vez más convertirlas en personas positivas y constructivas, estamos haciendo un gran favor a la sociedad.
