Los genes del cáncer potencian el crecimiento del asta de ciervo

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La cornamenta del ciervo puede crecer más de 20 centímetros en quince días; su peso definitivo llega a rondar los 30 kilos.
Foto: Markus Buerkle

La cornamenta del ciervo puede crecer más de 20 centímetros en quince días; su peso definitivo llega a rondar los 30 kilos. Las células que dan lugar a estos formidables apéndices se cuentan entre las de crecimiento más veloz de todo el reino animal. Además, según un estudio que acaba de publicarse en la revista Science, involucran una variedad de genes que también aparecen en otro tipo de células de división acelerada: las cancerosas. De hecho, los genes que expresan –o usan– estas cornamentas se parecen más a los utilizados por las células del osteosarcoma (un tipo de cáncer de huesos) que a los del tejido óseo sano. Sin embargo, los ciervos presentan una tasa de cáncer cinco veces menor que otros mamíferos, quizá precisamente porque las células de las astas también expresan en gran medida varios genes oncosupresores. Comprender cómo el ciervo hace un buen uso de la genética del cáncer podría ayudar a los científicos a descubrir tratamientos oncológicos en otras especies animales, incluidos los humanos.

Este artículo pertenece al número de Junio de 2020 de la revista National Geographic.

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