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Invertir en caballos purasangre de carreras, una opción para generar dinero

Empieza por ir a los criadores, como Potrero Los Llanos en Coamo, primera finca dedicada al rubro en contar con el sello “Hecho en Puerto Rico” y que exhibe el mayor porcentaje de victorias.

Los Llanos tiene 340 caballos, de los cuales 130 son yeguas madre y diez cementales.
Foto: Facebook

Ver a un caballo triunfar en el hipódromo y, de paso, ganar mucho dinero por ello, es el final de un camino que comenzó mucho antes para quienes invierten en los purasangre que corren, por ejemplo, en Camarero: la ruta empieza en los centros de crianza, donde se ofrecen equinos que han sido minuciosamente desarrollados para quienes buscan obtener una ganancia o, como mínimo, disfrutar de una distracción de los negocios.

El vicepresidente del Potrero Los Llanos, Eduardo Maldonado, cuenta que hasta el lugar llegan personas buscando ese caballo ganador y el centro de crianza, que comenzó a operar en 1950, da la opción de adquirir un purasangre a través de subastas.

Ubicado en Coamo, el Potrero desarrolla caballos purasangre destinados a las carreras, en las que exhibe el mayor porcentaje de victorias entre criadores de la Isla, por lo que en definitiva “suplimos de materia prima al hipódromo. Preñamos la yegua, esperamos un año para que dé a luz, otro año para la subasta y uno más para ver correr ese caballo en el hipódromo”.

Es un proceso que tarda años, en el que el animal se va desarrollando con alimentos, cuidado veterinario y trabajadores dedicados a la tarea.

Los Llanos tiene 340 caballos, de los cuales 130 son yeguas madre y diez cementales, los que han permitido el nacimiento de 100 potros en 2021 y 110 en 2022.

“Todos ellos nacen para correr”, afirma Maldonado, quien expresa que el costo de criar estos equinos “ha subido exponencialmente”.

Según el vicepresidente, “hace unos años el costo era de $12,000 en promedio al año y ahora está en cerca de $15,000”.

Quienes van a adquirir un purasangre no se fijan en estos gastos, sino en otros detalles, como en el catálogo que incluye los detalles del padre, madre, abuelos y bisabuelos del animal, así como el pedigrí y qué ha producido o ganado.

“Los purasangre es una raza de caballo, pura y de carrera, que se mantiene entre sí, no se mezcla, aunque sí se hacen cruces entre ellos y se evoluciona”, explica Maldonado.

El ejecutivo del Potrero afirma que han habido caballos en la Isla que han pasado el millón de dólares en premios, aunque ver triunfar al animal “depende de muchos factores” y “no todo es color de rosa. Es como todo negocio que tú compras algo. Es como una inversión en la que una te salió bien y otra no o regular. Asimismo es con los caballos de carrera. Es para gente le guste, le apasione, que mira esto como una distracción de sus negocios. Pero si en el camino ganaste dinero, excelente”.

La historia de Tamborero”

El más reciente está el caso de “Tamborero”, criado en Los Llanos, que en diciembre pasado ganó el Clásico del Caribe.

“Ese caballo ya suma más $700,000 en premios y todavía tiene cuatro años, él puede seguir corriendo. Es un candidato, si no le pasa nada -hay que recordar que son animales y se pueden lastimar- a llegar cerca del millón”, cuenta Maldonado.

Para adquirir un purasangre hay que presentarse en subastas, como la que Los Llanos realizará el 12 de octubre y en la que estarán a la venta 59 ejemplares de 18 meses de edad, con el propósito de que puedan iniciar competencias en el hipódromo el próximo año.

“Todos los caballos para subastarse cuentan con líneas de sangre de renombre mundial”, sostiene el portavoz del Potrero, quien informa que el valor comienza en $5,000 y el precio final dependerá de quienes participen en la puja y se “enamoren” del caballo.

Cerca de $15,000 dólares cuesta mantener a un purasangre hasta que llega al hipódromo.
Foto:

El Potrero Los Llanos también se convirtió en el primer centro de crianza en la isla en hacer ingreso a la Asociación Hecho en Puerto Rico, lo que permitirá el uso de la marca en el mercadeo de los productos y servicios del centro.

“El Potrero Los Llanos ha trabajado arduamente para fomentar la crianza de caballos en la Isla. Es una distinción bien importante la que la Asociación nos confiere, porque ahora podemos reiterar que nuestros productos y servicios son ‘Hechos en Puerto Rico’ con el peso que este sello tiene en los mercados locales e internacionales”, sostuvo Maldonado.

Añadió que la designación “nos permite, además, presentar nuestros productos con un enfoque más cercano a lo que hacemos, que es desarrollar caballos purasangres en Coamo, Puerto Rico y bajo la tutela de manos puertorriqueñas”.

Potrero Los Llanos es uno de los criadores de pura sangre más exitosos de Puerto Rico.

Sus inicios se remontan a fines de la década de 1950, cuando Eduardo Maldonado Sierra dio un paso adelante en su pasión por los deportes ecuestres.

Maldonado Sierra, nacido en el barrio Quebrada Limón, ubicado entre Peñuelas y Ponce, fue un reconocido cirujano y psiquiatra en San Juan, quien en su juventud había sido un entusiasta jinete con caballos de paso fino hasta que ingresó como propietario de caballos de carrera.