River fue cuna histórica de grandes cracks a lo largo de la historia. Angel Labruna es su gloria máxima, pero si hubo dos futbolistas que lo catapultaron a la fama a nivel internacional, esos fueron Alfredo Di Stéfano y Enrique Omar Sívori, el hombre que con su venta permitió construir la tribuna que le faltaba al estadio Monumental.
La última función de Sívori con la camiseta de River fue hace 63 años, el 5 de mayo de 1957. Había debutado tres años atrás, con 17: ingresó en reemplazo de Labruna y anotó el quinto gol en una victoria contra Lanús. Su despedida del fútbol argentino fue en Arroyito, contra Rosario Central, y su destino era la Juventus, que había desembolsado nada menos que 10 millones de pesos para llevárselo, una cifra sin precedentes para la época.
El partido en Rosario, primera fecha del Campeonato de Primera de 1957, le sirvió al Cabezón como excusa para despedirse de la Banda, pero para también para anotarse entre los apellidos que obtuvieron el Tricampeonato 1955/1956/1957. Un equipo espectacular conducido por José María Minella que tenía, además del todavía goleador Labruna, a Amadeo Carrizo en el arco, a Pipo Rossi en la mitad de la cancha y tipos que no paraban de meterla como Beto Menéndez, Eliseo Prado y Roberto Zárate. Este último anotó el tanto millonario contra Central en aquel empate y último partido de Sívori.
Sívori en Arroyito junto a Zárate, en su último partido en River (@central_fotos).Su venta a la Juventus, donde ganó tres Scudetto y dos Copa Italia, le permitió a River completar finalmente el estadio Monumental, inaugurado 20 años atrás, que hasta entonces tenía forma de herradura: se construyó la tribuna norte, que da al Río de la Plata, actualmente popular local.
"No pierdo la esperanza de que en el futuro la tribuna que da al Río de la Plata cambie de nombre y lleve el mío. Esa tribuna debería llamarse Enrique Omar Sívori. No hay que olvidarse que la construyeron con lo que recibieron por mi pase en el fútbol italiano", había dicho el Cabezón en 1972. Por entonces, la tribuna se llamaba Almirante Brown, pero en 2005, poco después de su muerte, finalmente adoptó su apellido.
Sívori disputó 63 partidos con la camiseta de River, en los que convirtió 28 veces, y ganó tres títulos. También obtuvo la Copa América de 1957 con la Selección, en la que fue la gran figura, fue elegido Balón de Oro en 1961, y hasta llegó a jugar un Mundial con Italia, luego de nacionalizarse. Un crack que vivirá eternamente en las tribunas del Monumental.
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