Juegos de azar, desde Mesopotamia hasta los teléfonos inteligentes

Juegos de azar, desde Mesopotamia hasta los teléfonos inteligentes
A diferencia de lo que uno podría pensar, el juego está lejos de ser un invento "moderno". Hasta la fecha, la industria del juego vale miles de millones e involucra todas los niveles sociales, independientemente de su edad o género, pero ya en la época romana la gente solía hacer apuestas, tal vez en carreras de carros o en épicas batallas de gladiadores. Obviamente, a lo largo de los siglos, las formas de jugar han cambiado considerablemente, al igual que los eventos en los que se apuesta. Afortunadamente, un partido de fútbol es suficiente y ya no hace falta que nadie muera. Sin embargo, en este artículo intentaremos entender cómo ha evolucionado el juego a lo largo de los siglos.

Juegos de azar: "evolucionando" a través de los siglos

Originalmente eran dados. De hecho, ya en el 3000 a. C. de, en Mesopotamia (actual zona árabe), uno de los juegos favoritos de la gente, era precisamente el de los dados. Sin embargo, los hallazgos encontrados por los investigadores establecieron cómo éstos difieren en tamaño y forma en comparación con lo que estamos acostumbrados hoy en día, cuya invención se remonta al 2000 a. C. Sin embargo, el juego de los dados no era popular solo en Mesopotamia, porque unos siglos después, en la antigua Roma, comenzó a extenderse cada vez más, llegando más allá de cada frontera.

En Roma, los emperadores buscaron desde el principio controlar, o "regular" el juego, limitándolo solo a los períodos de celebración del Dios Saturno (las Saturnales). En cuanto al territorio europeo de la época, incluso los alemanes no estaban particularmente entusiasmados con los dados, ya que a menudo eran la causa de la pérdida de posesiones y libertades personales. Pasan los siglos, pero el juego no parece verse afectado por la antigüedad, a pesar de los innumerables intentos de detenerlo.

Incluso en la Edad Media, los soberanos europeos plantearon dudas sobre la moralidad de estos juegos, precisamente porque existía el temor de perder posesiones y mano de obra. Sin embargo, cualquier intento de limitar estas prácticas siempre ha fallado miserablemente, porque la gente siempre encontró formas de pasar por encima de las prohibiciones. Sin entrar excesivamente en detalles históricos, a lo largo de los siglos, el juego se ha extendido cada vez más, hasta el punto de involucrar cada estrato social, incluso los más ricos con la implementación de los casinos. En algunos casos, se ha convertido en un verdadero flagelo para la comunidad.

Juegos de azar: hoy en día

El juego ha cambiado significativamente hoy, especialmente en la última década. Las apuestas de todo tipo han abandonado casi en su totalidad las cuatro paredes de los casinos y salas de juego. Todo se ha trasladado a la web, algo que no puede considerarse particularmente negativo pues gracias al internet cualquier persona tiene acceso a sitios con juegos de azar, a los mejores casinos online de Chile, entre otros, desde la comodidad de su hogar.

Claro que, esta difusión cada vez más generalizada requirió una intervención decisiva y dirigida para combatir el fenómeno de la ludopatía, que cada año reduce a miles de familias.

Precisamente por esta razón, han habido medidas que han bloqueado todas las formas de patrocinio de los juegos de azar, tanto en la vida real sin conexión como a través de la Web. Sin embargo, las intervenciones implementadas no se limitan a la prohibición de publicidad; también se proporcionó una herramienta para diferenciar portales legales de los ilegales, llámese la certificación SSL. Cuando esta marca está presente en el sitio elegido, puede estar tranquilo de jugar de forma "segura".

El juego en sí mismo o su función lúdica y entretenida no está bajo ataque, sino el abuso por parte de muchas personas, especialmente las más débiles. Por otro lado, hoy ni siquiera es necesario salir de casa gracias a los teléfonos inteligentes. En segundos, es posible descargar muchas aplicaciones de casino, para el entretenimiento con cualquiera de estas formas de juego.



Fuente de la información: Simone Furlanetto
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