En un pequeño pueblo de Burgos llamado Fuenteodra, con apenas 12 vecinos censados, nació una de las iniciativas de protección del patrimonio más interesantes y exitosas de 2020: un crowdfunding para salvar su iglesia. El edificio de estilo gótico tardío o flamígero fue construido del tirón antes del 1534 porque esa es la fecha que figura en la lápida de uno de sus benefactores. Una sola nave con una torre integrada conforman esta iglesia "que no tiene ni un solo parche", nos cuenta Javier Maisterra, el ingeniero detrás de la Asociación Cultural Manapites, empeñado en que el recinto no se venga abajo. "Por fuera es muy austera pero por dentro los que la diseñaron le pusieron mucho mimo. Es muy armónica, las proporciones son impresionanes. Se nota que el Renacimiento estaba detrás, aunque no se sabe quién la proyectó exactamente. Unos doctores de la Universidad de Sevilla especializados en tardogótico piensan que podrían ser los mismos que concibieron la Catedral de Burgos, o al menos la misma Escuela", sigue Maisterra.
El avance del deterioro en pocos años ha sido demoledor. Se cerró al culto hace 15 pero las últimas obras para repararla, por parte de vecinos y voluntarios de la zona, tienen medio siglo ya de antigüedad. Los problemas de la estructura son pues múltiples. "El entramado de madera no es el adecuado y entra agua. En su parte sur, la Iglesia está apoyada en arcilla, como si fuera un milhojas sostenido por la nata en lugar del hojaldre", explica el ingeniero. Ante esta situación de riesgo inminente, los vecinos se pusieron en contacto con el arzobispado, que no demostró interés, así que decidieron salvarla por su cuenta, sin ningún apoyo institucional, con la ayuda, eso sí, de la organización Hispania Nostra.
La incluyeron en su Lista Roja y lanzaron junto a ellos un crowdfunding dispuestos a recaudar, como mucho, 17.000€ para la cubierta de la torre y las campanas. Van por los 45.000 así que creen que podrán pagar la asistencia técnica de un buen arquitecto y poner las bases de su salvación y posteriormente de su restauración. Gracias en parte al gran interés de los medios de comunicación (han salido en TVE, El País, La Sexta, Tele 5, eldiario.es, El Confidencial...) ya hay 600 personas que han colaborado o contribuido en su causa y hasta la Administración se ha puesto en contacto con ellos. El objetivo de Maisterra es, además, darle uso. Quieren que sea la sede del Geoparque Mundial de la UNESCO Las Loras, el paraje en el que está ubicado. "Todo va más rápido de lo que pensábamos, así que si el salvamento y la restauración se pueden hacer en 3 o 4 años, ya estaríamos en disposición de organizar visitas y algún tipo de acto. Nuestro sueño es que sea un proyecto dinámico que permanezca en el tiempo", remata. Tiene toda la pinta de que lo van a conseguir.
