Relaciones

Sentirse atraído por otras personas teniendo pareja es algo natural, pero ten en cuenta todo esto

Al contrario de lo que muchos piensan, sentir atracción y deseo por otras personas cuando estás en una relación es algo totalmente natural. Pero ten en cuenta todo esto. 
Crazy Stupid Love
Crazy Stupid LoveImagen: Crazy Stupid Love (Glenn Ficarra, John Requa, 2011)

Hoy desmontamos uno de los grandes mitos de las relaciones: sentirse atraído por otras personas teniendo pareja es algo totalmente natural, pero hay aspectos que debemos tener en cuenta. Los adjetivos para referirnos a esta realidad son peliagudos, porque puedeN llevarnos a perpetuar otros lugares comunes. ¿Es habitual? ¿Es normal? ¿Es sano?

Hay tantas formas de entender el amor como relaciones existen, pero es cierto que la atracción y el deseo que se experimentan fuera de la pareja generan preocupación, a veces innecesaria. ¿Llega un punto en que la simple química implica algo más que eso? Hablamos de todo esto con Elena Requena, sexóloga y asesora de parejas, y Leticia Galeón, de Amparo Calandín Psicólogos.

Aunque hemos resuelto la duda en el titular de este artículo, le preguntamos directamente a nuestras expertas. ¿Es natural sentir atracción por otros aunque estemos en una relación? “Desear a otras personas es algo inherente al ser humano y se da tanto cuando estamos en pareja como cuando no. La frecuencia dependerá del deseante”, explica Elena.

Puntualiza, eso sí, lo siguiente: “Hay términos que prefiero evitar cuando hablamos de deseo o de relaciones. Cuando decimos que algo es o no sano, es o no es normal, le atribuimos el contrario inmediato. Es decir, que la persona está enferma o fuera del estado de salud, o que es algo fuera de la norma, adjetivos no adecuados cuando hablamos de estas situaciones”.

El deseo es natural e incontrolable

Leticia coincide con esta premisa. Sentir atracción por alguien está muy ligado a la química, y por lo tanto, es algo que no está dentro de nuestro control. Ni nos atraen ni nos gustan las personas que queremos, nos atrae alguien a quien no hemos elegido. Otra cosa es tener una relación y que durante todo el tiempo nos estén atrayendo sexualmente otras personas, pero si partimos de que esto no es algo asiduo, y de que no lo controlamos, no resta el amor que sentimos hacia nuestra pareja”.

Pero, ¿de dónde viene esa creencia de que desear a otras personas fuera de un compromiso es algo nocivo? “Vivir el deseo como algo negativo está muy interiorizado en nuestra sociedad desde hace siglos, donde tanto el deseante como el deseado eran objeto de juicios morales, muchas veces atribuibles a los preceptos religiosos”, recuerda Elena. “La monogamia no es la causa de todos los males, pero entender que hay más formas de relacionarse es una necesidad humana acuciante”.

“Esta concepción de sentirnos atraídos por alguien como algo terrible está ligada a la creencia de que se debe a que no queremos lo suficiente a nuestra pareja, que algo falla o que somos malísimas personas, cuando es algo natural”, apunta Leticia. “Venimos de una religión en la que se premia la monogamia, y en base a ello se han formado muchas reglas morales”.

Cada pareja establece sus reglas

Más allá del mito, ¿puede generar este ideario hábitos evitables, como premiar los celos o censurar el contacto de nuestra pareja con otras personas? “Los celos son una emoción que tiene más que ver con cómo nos sentimos cada uno en nuestra propia vivencia de la relación y con nuestra biografía que con el comportamiento de nuestra pareja. Mostrarse vulnerable con el otro suele verse como algo negativo o difícil, pero, ¿con quién sino debemos sentirnos cómodos?”, relativiza Elena.

“Creo que lo que nos hace sentir celos y tener conductas de control, ver sospecha en cualquier tipo de relación, es el miedo a perder a esa persona, la estabilidad que nos da. Pero eso es erróneo porque nuestra pareja no es nuestra posesión, y esa creencia nos va a traer mucho sufrimiento Es nuestra pareja porque cada día elige seguir viviendo y compartiendo con nosotros”, opina Leticia sobre una duda cotidiana. Pretender que nuestra pareja no desee a nadie no la hace más nuestra.

Pero, planteado todo esto, ¿existe un momento en que la simple atracción y química puede transformarse en algo más? ¿Puede esto convertirse en un problema para nuestra relación en algún punto? “Creo que aquí es cuando entran en juego los acuerdos establecidos por la pareja. Como decíamos antes, no hay relaciones o comportamientos sanos. Hay opciones relacionales que sirven o no sirven en cada relación. Entendiendo cada relación como única, con sus propias reglas”, aporta Elena.

Sentirse atraído por alguien y que te guste alguien son dos cosas diferentes. La atracción es algo natural, químico, fuera de control, pero que nos guste alguien significa que tal vez se ha superado una línea, que quizá esa otra persona ocupa mucho tiempo en nuestra cabeza, que buscamos encuentros fortuitos...”, advierte Leticia. “Estamos eligiendo nosotros hacer algo más para ver qué sentimos hacia el otro, y eso tal vez implique que algo está fallando en nuestra relación primera”.

Si la atracción se convierte en algo más

¿Existe una manera de prevenir que esto suceda? ¿O tenemos que solucionarlo a posteriori? “Partir de una base comunicativa buena con nuestra pareja puede evitarnos meternos en estos jardines. Ahora bien, hay ocasiones, y esto ocurre, que conocemos a alguien y nos enamora. En ese momento tendremos que decidir qué es lo que queremos”, plantea Elena.

“Algo que sucede en muchas ocasiones es que cuando atravesamos un período difícil con nuestra pareja, es fácil que se potencie esa inconformidad, ese enfado, y que si alguien externo aparece, creamos que nos gusta o que nos estamos enamorando”, sugiere Leticia. “Lo aconsejable es parar un poco, recapacitar y pensar si esta persona nos interesa o si es solo una vía rápida para dejar de lado todo lo que no nos gusta de nuestra pareja y abrazar lo que idealizamos del otro”.

Como consejos finales, prestemos atención a las palabras de Elena. “La anticipación es un grado. Si hemos hablado previamente con nuestra pareja de diferentes escenarios que pueden darse a lo largo de la relación, será más sencillo poner sobre la mesa lo que está pasando y decidir qué hacer. Por otro lado, este tipo de situaciones paralelas a la pareja suele llevar un tiempo en configurarse. Ese tiempo nos permitirá ver las opciones posibles tanto con nuestra pareja como con la otra persona”.

“Es importante hablar con la pareja, pero antes con uno mismo. Un período de reflexión, alejarnos un poco de estas dos personas, nos puede ayudar a pensar con más claridad. Si decides que te quieres lanzar a descubrir lo que ocurre con esta nueva persona, debes ser honesto en tu relación, tanto por el derecho del otro a saber como por tu propio bienestar. Si decides lo contrario, debes alejarte lo máximo posible de esa atracción, para no darle más importancia en tu vida”, concluye Leticia.

Este artículo se publicó originalmente en agosto de 2020.