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Cómo limpiar tus zapatos

Por GQ

29 de septiembre de 2011

Guia de estilo como limpiar tus zapatos. La lista de la compra
Sí, por mucho que nos pese hay que aplicarse un poco y realizar esa tarea que a veces tanto nos cuesta: la compra. Os lo ponemos fácil y aquí os dejamos la lista con todo lo necesario para embarcarse en las tareas de limpieza... - 2 cepillos de cerdas naturales tamaño standard.
- 2 cepillos de cerdas naturales pequeños para los recovecos.
- Varias gamuzas de algodón.
- Crema hidratante para el calzado.
- Betún o crema incolora.
- Grasa de caballo o cera de abeja para calzado.Thinkstock

El último paso para convertirte en un Honey Badger del calzado.

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Guia de estilo como limpiar tus zapatos.
La lista de la compra
Sí, por mucho que nos pese hay que aplicarse un poco y realizar esa tarea que a veces tanto nos cuesta: la compra. Os lo ponemos fácil y aquí os dejamos la lista con todo lo necesario para embarcarse en las tareas de limpieza...
- 2 cepillos de cerdas naturales tamaño standard.
- 2 cepillos de cerdas naturales pequeños para los recovecos.
- Varias gamuzas de algodón.
- Crema hidratante para el calzado.
- Betún o crema incolora.
- Grasa de caballo o cera de abeja para calzado.
Lyle & Scott
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Guia de estilo como limpiar tus zapatos.
Lona
Este es un material principalmente asociado a zapatillas deportivas, que también hay que limpiarlas. En este caso la solución es fácil, no hace falta pensar: retira los cordones, ábrela bien y mételas directamente a la lavadora. Nuevas.
Sin embargo, también hay zapatos confeccionados en lona que precisan de un cuidado más especial. Cepíllalos a conciencia para quitarles la suciedad superficial. Después, con un poco de agua tibia, jabón neutro y con ayuda del cepillo, límpialos procurando no empaparlos.
Y si buscas una solución rápida cuando tienes un imprevisto y los necesitas impolutos al instante, recurra al clásico quitamanchas textil.
Church's
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Ante
Quizá es el material más delicado y, por tanto, más propenso a estropearse, por lo que necesita muchos más cuidados. En este caso, disponemos de varias opciones.
La tradicional es la del cepillo de cerdas metálicas y una goma de borrar especial. Con el primero conseguiremos eliminar el polvo y, con el segundo, cualquier mancha que haya podido asaltar nuestros preciados zapatos de ante.
Pero las técnicas han avanzado y en el mercado podemos encontrar diferentes sprays que, junto con el clásico cepillo de cerdas naturales, nos ayudarán a dejarlos como nuevos.
Church's
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Charol
He aquí un gran problema, el charol. Cuando estrenas este tipo de calzado, todo brilla, reluce y todo el mundo mira tus pies. Pero, tras varias puestas, el brillo va desapareciendo, los roces machacan el zapato y, si no pones remedio, todos pueden centrar la mirada en tus pies pero no por lo bien que lucen.
Con una gamuza húmeda y con movimientos circulares, elimina la suciedad superficial y las posibles manchas. Después, con un paño de hilo y una solución de vinagre y agua, frota todo el zapato para devolverle el lustre. También podemos utilizar leche en lugar de la mezcla de vinagre y agua. Finalmente, con otra gamuza limpia u otro paño de hilo, frota todo el zapato, también con movimientos circulares, hasta conseguir su brillo original.

Lotusse
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Engrasados
No nos podemos olvidar de las típicas botas que todos calzamos durante el invierno. Para dejarlas impolutas, comenzamos con el paso básico, el cepillado. Después, aplica con un paño de algodón alguna grasa, generalmente de caballo, o cera especial para mantener la resistencia de la piel sin que ésta se aje o se agriete.
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Piel
Dejamos lo más complicado para el final. Los zapatos de piel son los más comunes y los menos cuidados. No vale sólo con pasarles la típica esponjilla que da brillo (o pretende darlo) una vez al mes. Para un apuro, vale, pero no debe convertirse en la norma.
1 – Cepillar el zapato a conciencia para eliminar
2 – Si alguna mancha persiste, utiliza un paño de algodón humedecido en agua tibia para eliminarla.
3 – Un paso muy importante es la hidratación del zapato para que la piel no se resquebraje. Utiliza cremas especiales para la hidratación, que también aportarán brillo. Las encontrarás en cualquier zapatería.
4 – Aplica betún o una crema incolora para devolverle su color natural. En este momento hay que tener cuidado o podremos estropear nuestros zapatos de por vida. Si encontramos una crema que iguale el color, perfecto, utilízala sin problema. Pero si tienes dudas, no te la juegues y apuesta por una incolora.
5 – Deja secar, vuelve a cepillar y, por último, un truco: con una gamuza de algodón o hilo frota el zapato hasta dejarlo reluciente.