Todos podemos sentirnos en un callejón sin salida en el trabajo. En este momento, muchos se cuestionan el suyo. El dilema es: ¿Me aferro aunque me ilusione cambiar de trabajo o mejor renuncio? En Gran Bretaña e Irlanda, una encuesta de Personio descubrió que el 38% de los entrevistados planean dejar sus trabajos en los próximos 6 a 12 meses. Además de esto, El Departamento de Trabajo de EE. UU. comunicó que 4 millones de personas dejaron de trabajar en el mes de abril. En Estados Unidos incluso se habla de La Gran Resignación, un fenómeno también llamado tsunami de rotación (el tsunami del cambio). Por el momento no se sabe si este fenómeno está siendo alimentado por un impulso de cambio generalizado, o si es una de las consecuencias psicológicas de la pandemia y la interrupción de la rutina laboral, comenzando por los métodos de trabajo inteligentes. De hecho esto se ve mucho. Sin embargo, también existen riesgos relacionados con el cambio abrupto. Por este motivo, es mejor hacerse algunas preguntas antes de llegar a una decisión. Según los psicólogos consultados por The Guardian, dado el gran desamor por el trabajo detectado en las encuestas en el Reino Unido, estas 17 preguntas son imprescindibles para esclarecer este tipo de dilema personal.
¿Debería considerar quedarme?
Si tu trabajo provoca graves problemas físicos y/o mentales - ya sea porque te encuentras bajo acoso o exceso de trabajo crónico - puede ser apropiado detenerse. Es esencialmente una decisión dictada por la autoconservación, también conocido como instinto de supervivencia, algo inscrito en la filogenia de la especie humana hace millones de años.
¿Como llegué aquí?
Al considerar tus próximos pasos, puede ser útil concentrarte en las razones iniciales que te hicieron aceptar la oferta de trabajo. ¿Cuál ha sido tu trayectoria profesional hasta ahora? Reflexionar sobre el pasado para comprender mejor el presente también es un método considerado generalmente útil para planificar el futuro.
¿Cuánto tiempo me he sentido así?
Es fundamental considerar tus emociones: ¿Cuándo fue la última vez que te sentiste feliz o apreciado en el trabajo? Si han pasado años, (desde antes de la pandemia) valdría la pena abandonarlo sin ninguna demora en absoluto. Evita posponer una decisión por más complicado que sea, ya que evidentemente hay alguna razón sólida si se sientes así. De todos modos, varios psicólogos sugieren que el simple hecho de cambiar de trabajo puede que no sea la clave para resolver una situación incierta y difícil de carácter más general. Es posible que te encuentres en una condición de agotamiento, por lo que puede ser preferible tomar un descanso en lugar de renunciar a tu puesto.
¿Qué es lo que realmente quiero hacer?
Buena pregunta, pero puede ser bastante difícil de responder. Debido a que va más allá de la insatisfacción con el trabajo de uno, es más bien algo existencial sobre cómo uno quiere vivir, tus valores personales y aspiraciones salariales; cosas que debes considerar por encima de tu carrera actual y en términos generales.
¿Cómo sería mi día perfecto?
Tenemos que imaginar una "mañana ideal" y repetir este ejercicio con mucha frecuencia: en la práctica se trata de visualizar un futuro y, al cabo de unas semanas, verás con más claridad lo que realmente quieres hacer.
¿Qué dicen mis amigos y mi familia?
Es muy claro que los que están cerca de nosotros pueden ver lo que nos preocupa de manera más objetiva. En cualquier caso, es difícil hacer un gran cambio de vida sin el apoyo de las personas más cercanas a nosotros, especialmente si hay necesidades económicas. Para ejecutar o realizar un cambio en tu vida, es importante desarrollar alianzas y tener en cuenta a esos que están en tu entorno.
¿A qué renunciaría si lo dejaras?
De modo inevitable, el cambio significa compromiso. Siempre se deja algo en el suelo. Tener claridad sobre lo que le dirías adiós (a amigos y otras relaciones, beneficios y estabilidad, una rutina social y familiar) puede dejar en claro si realmente estás listo para abandonar tu trabajo actual.
¿Qué podría ganar si dejara de trabajar?
Es una pregunta útil que te ayudará a considerar una perspectiva diferente, especialmente si has pasado muchos años en el mismo trabajo, olvidando lo que podrías valer o aportar en el mercado laboral. Sobre todo piensa si te has perdido de oportunidades en cuanto a incrementos y ascensos: en este caso, un nuevo trabajo puede traer nuevas metas.
¿He explorado cada opción con mi empleador?
Es posible que lo que deseas o buscas en un nuevo trabajo lo obtengas en el actual. Por tanto, trata de hablar con tu empleador a ver si es posible negociar nuevas condiciones, como horarios flexibles o reducidos, e incluso un salario más elevado.
¿Tengo que esperar a volver a la oficina para tomar una decisión?
Si ya sabes que quieres cambiar de trabajo, esperar no servirá de mucho. Si trabajas de forma remota, se te facilitará buscar otro empleo. Pero si estás indeciso, valdría la pena esperar a ver cómo tu empleador hace frente a la transición al modelo de trabajo "híbrido." Sin embargo, siempre ten en cuenta eso que deseas y necesitas.
¿Debo dejar mi trabajo por un jefe "tóxico"?
En este caso, debes comunicarte con el departamento de personal para ver si existen alternativas. Generalmente los hay en las grandes empresas, pero no siempre en las más pequeñas. Recuerda hacer la salud mental una prioridad. A nivel metodológico, puede ser útil encontrar y adaptarse a la decisión ideal antes de llegar al punto de ruptura.
¿Cuándo debo dejar de trabajar por estrés?
El estrés afecta negativamente la calidad de vida. Si provoca alteraciones del sueño, ausencias en la vida familiar, inhibe la socialización, o conduce a la hipertensión, entonces debes hacerte varias preguntas. En algunas empresas el exceso de trabajo y el estrés pueden ser estructurales, pero también depende del sector en el que operan. No obstante, es necesario comprender cuáles son las fuentes del estrés, si son transitorias, contingentes, o si vienen de una situación personal - esto te ayudará para eventualmente desarrollar estrategias para manejarlo.
¿Tengo expectativas realistas?
Se dice que si amas lo que haces, nunca trabajarás un día en tu vida. Aun así, el trabajo perfecto puede ser un mito. La idea de ser tu propio jefe es cautivadora, pero es un trabajo muy duro ante todo porque requiere una estricta autodisciplina. Darle un giro a tu carrera no es tarea fácil, y muchos, después de haber explorado las alternativas, permanecen donde están.
¿Puedo darme el lujo de irme?
La predisposición al riesgo varía de persona a persona. Pero si pretendes dimitir y buscar un nuevo trabajo, es recomendable hacer los cálculos necesarios y tener un margen económico que, en el caso de quienes pretenden instalarse por cuenta propia, suele estar indicado en al menos 12 meses. Si estás seguro de conseguir otro puesto debido a tu profesionalidad, este margen puede verse reducido. Pero cuando se trata de cubrir los gastos, la precaución es imprescindible: debes tener una noción clara de tu situación financiera.
¿El trabajo consume todo mi tiempo e incluso mi identidad?
Es posible que el trabajo se haya apoderado de nuestras vidas, especialmente cuando se trabaja desde casa. De hecho, muchos se definen por sus propios trabajos. Por eso es recomendable redefinir tus valores, invertir en relaciones con otros, y dedicarte a algunos pasatiempos e intereses fuera del trabajo, aunque solo sea para facilitar la transición si alguna vez decides hacerlo.
¿Es el momento adecuado?
Otra buena pregunta: el mercado laboral sigue siendo muy incierto, la recuperación no está consolidada, y el impacto de diversas crisis sistémicas - sanitarias, económicas, energéticas, inflacionarias - se nublan en el horizonte. Pueden pasar muchos meses, especialmente donde hay mucho desempleo como en Italia, para encontrar otro trabajo. Lanzar tu corazón sobre el obstáculo con fatalismo - como "Quiero cambiar y luego veremos" - puede que sea una decisión contraproducente. Es mejor avanzar paso a paso, reflexionar sobre lo que realmente quieres y deshacerte mentalmente de lo presente. Proyéctate hacia el futuro, trabaja en tu preparación y también trata de aumentar tus ahorros antes tomar el gran paso.
¿Por qué no puedo tomar una decisión?
Es importante comprender que nunca llegará el momento en que todo encaje como un rompecabezas completo. En algún momento, solo tienes que decidir, lanzarte a la vida confiando en ti mismo. A nivel metodológico podría ayudar, a modo de entrenamiento autógeno, a fijar una fecha X para el gran paso, reflexionando y cuestionándote hasta esa fecha. Luego tomas la decisión y te vas, no hay vuelta atrás, la suerte está echada: solo hay que concentrarse en la ejecución del paso, como un saltador de esquí una vez que se ha lanzado desde la cama elástica.
*Artículo originalmente publicado en la edición italiana de GQ.com.
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