Trastorno bipolar: las señales precoces para reconocerlo e intervenir

Se trata de un trastorno de personalidad que padecen famosos como Kanye West y Selena Gomez. Estos son los aspectos del comportamiento que hay que vigilar desde la adolescencia.
Trastorno bipolar las señales precoces para reconocerlo e intervenir

Las crisis pueden ser repentinas y durar varias semanas, como contaba Kim Kardashian cuando aún vivía con Kanye West, que padece trastorno bipolar, y se caracterizan por grandes cambios de humor, como los que sufrió la actriz y cantante Selena Gomez, de 30 años, que no descubrió que era bipolar hasta hace dos años.

Parece que en el trastorno bipolar influyen varios factores: genéticos, biológicos y ambientales. De hecho, es más común en quienes tienen un familiar que sufre este trastorno, aunque las investigaciones sugieren que los desequilibrios en los neurotransmisores o los desequilibrios hormonales que afectan al cerebro pueden desempeñar un papel central en la enfermedad. 
Determinados acontecimientos de la vida, como abusos, estrés mental, una “pérdida importante” o un suceso traumático, pueden desencadenar un episodio inicial de bipolaridad en una persona particularmente sensible.

Síntomas del trastorno bipolar

De todos los síntomas más o menos evidentes que caracterizan al trastorno bipolar, el principal es la sucesión de continuos cambios de humor. A esto se añaden cambios en los niveles de energía, los hábitos de sueño, la capacidad de concentración y otras características del comportamiento que pueden tener un impacto muy negativo en el trabajo, las relaciones personales y otros aspectos de la vida de una persona. 

En general, la mayoría de las personas experimenta cambios de humor en determinados momentos, pero los relacionados con el trastorno bipolar son más intensos y pueden darse junto con otros síntomas específicos. Algunas personas que padecen el trastorno bipolar experimentan formas de psicosis, que pueden incluir delirios, alucinaciones y paranoia.

Según la International Bipolar Association, los síntomas varían de un individuo a otro y, mientras que para algunas personas un episodio bipolar puede durar varios meses o años, otras pueden experimentar "subidas" y "bajadas" simultáneas o que se suceden rápidamente. Los enfermos bipolares suelen alternar fases depresivas (depresión bipolar), en las que se sienten especialmente tristes y apáticos, con fases maníacas y de excitación, en las que se sienten eufóricos, pero al mismo tiempo irritables e hiperactivos, tienen dificultad para controlar los impulsos y una propensión a comportamientos peligrosos, como la conducción a gran velocidad, el abuso de alcohol y drogas y la promiscuidad sexual.

Contrariamente a lo que se podría creer, la probabilidad de comportamientos agresivos o violentos en los pacientes bipolares durante las fases maníacas es bastante baja. El paciente con trastorno bipolar es inofensivo en la mayoría de los casos. Así lo demuestra un estudio realizado en la Universidad Vita-Salute San Raffaele y dirigido por las psiquiatras Raffaella Zanardi y Cristina Colombo, directora del Centro de Trastornos del Estado de Ánimo de San Raffaele Turro.

El grupo de investigadores hizo un seguimiento durante 12 meses de 151 pacientes que padecían trastorno bipolar. Los resultados del estudio demostraron que la percepción de los pacientes bipolares como personas violentas es fruto de un estigma social más que de una realidad clínica.

Cómo distinguir los cambios de humor en la adolescencia del trastorno bipolar

Por término medio, el diagnóstico del trastorno bipolar llega en torno a los 25 años, pero los síntomas pueden aparecer durante la adolescencia (así como en la edad adulta).
Sufrir altibajos emocionales o a veces incluso actuar de forma objetivamente irracional puede ocurrirle a cualquiera cuando se experimenta un momento crítico. Sin embargo, puede resultar complicado distinguir entre un comportamiento irregular momentáneo y un verdadero trastorno de personalidad. La cosa se complica especialmente durante la adolescencia, cuando la inestabilidad del estado de ánimo es un rasgo distintivo de la edad. ¿Cómo orientarse en estos casos? ¿Cuáles son las señales inequívocas a las que hay que estar atento?

En realidad, los cambios de humor son normales en los adolescentes, ya que a esta edad las personas están intentando desarrollar modos eficaces pare gestionar sus sentimientos. “Para entender si determinadas reacciones se ajustan a un comportamiento típico adolescente o son síntoma de algo más serio, es importante observar si los cambios de humor responden a una situación concreta y bien definida”, explica Kristin Francis, psiquiatra de niños y adolescentes del Huntsman Mental Health Institute, en un artículo exhaustivo sobre este tema publicado en el sitio internet de la Universidad de Utah. 

Según Kristin Francis, los comportamientos que pueden calificarse de comunes entre los adolescentes son aquellos en los que un chico o una chica se muestra irritable cuando le piden que ayude en casa, que cuelgue el teléfono o que deje de jugar a un videojuego, si manifiesta un sentimiento de rabia en una discusión con sus padres por las notas, si parece abatido y se encierra en su cuarto tras discutir con un amigo o con otra persona importante. A diferencia de estos casos, “los cambios de humor bipolares no suelen tener un desencadenante, en esto se diferencian de los cambios de humor de los chavales por el estrés relacionado con el colegio, las normas en casa o los conflictos con los padres”, concluye. 

¿Cómo se trata el trastorno bipolar?

El bipolarismo se trata principalmente con fármacos estabilizadores del estado de ánimo y antidepresivos. En particular, las directrices de la American Psychiatric Association y el National Institute for Health and Care Excellence avalan la eficacia del litio en las fases depresivas del trastorno bipolar y en la depresión recurrente. Numerosos estudios, entre ellos un metaanálisis publicado en el British Medical Journal, confirman también la eficacia de la sal de litio para reducir el riesgo de suicidio, que es 15 veces mayor en los pacientes bipolares que en el resto de la población.

Sin embargo, las investigaciones han demostrado que, para lograr una mayor estabilidad del estado de ánimo, es necesario combinar el tratamiento farmacológico con psicoterapia, preferiblemente de tipo cognitivo-comportamental.

Artículo publicado por Vanity Fair Italia y traducido por Isabel Escribano Bourgoin. Acceda al original aquí.