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Demografía

La Unión Europea pierde población por primera vez desde 2011

  • La región perdió más de 300.000 habitantes en 2020, el primer descenso desde la revisión de la serie
  • Los datos reflejan el efecto de la pandemia, el envejecimiento y la reducción de la esperanza de vida

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Desde 2001, la población de la UE ha pasado de 429 millones a 447, un aumento del 4 % principalmente impulsado por la inmigración.
Desde 2001, la población de la UE ha pasado de 429 millones a 447, un aumento del 4 % principalmente impulsado por la inmigración.

La población de la Unión Europea se redujo en 2020 por primera vez desde 2011 con el exceso de mortalidad por la pandemia de COVID-19 como causa principal. Sin embargo, no es el único factor. Como muestra el estudio Demografía de Europa publicado este viernes por Eurostat, también influyeron otras razones demográficas, como el descenso de los nacimientos o el envejecimiento de la población.

A 1 de enero de 2021, la Europa de los 27 había perdido 312.000 personas, pasando de 447,3 millones de habitantes en la misma fecha de 2020 hasta los 447 millones de este año. No obstante, si no se tiene en cuenta el ajuste en la serie que la oficina comunitaria de estadística realizó en 2011, esta se puede considerar la primera caída de la población europea en el siglo XXI.

Desde 2001 hasta 2020, la población de los Veintisiete se alzó de 429 millones a 447, un aumento del 4 % principalmente impulsado por la inmigración, según informa la oficina de estadística de la UE. En total, diecisiete Estados miembros vieron crecer el número de sus habitantes, al tiempo que los diez restantes sufrieron un descenso de la población.

España, cuarto país donde más crece la población en 2020

Por países, destacan los descensos de Italia, Ucrania y Rumanía, tres territorios duramente golpeados por la pandemia. Por el contrario, España -que también ha sufrido el envite del coronavirus con más de 81.000 fallecidos según los recuentos oficiales- es el cuarto país con mayor crecimiento de población por detrás de Turquía, Francia y los Países Bajos.

Entre enero de 2020 y el mismo mes de 2021, nuestro país ganó más de 60.000 habitantes y se encuentra en su máximo histórico desde el comienzo de la serie. Tal y como explicó el Instituto Nacional de Estadística hace unas semanas, en este caso las migraciones han compensado la incesante caída de la natalidad y el elevado número de defunciones registrado como consecuencia de la pandemia de la COVID-19.

Si se tiene en cuenta la evolución desde 2001, los mayores aumentos se registran en Luxemburgo, Malta, Irlanda y Chipre, todos ellos por encima del 20 %, mientras que los mayores descensos se observaron en Lituania y Letonia, ambos con caídas de alrededor del 20 %.

534.000 muertes más que en 2019: el impacto de la pandemia en la UE

Uno de los efectos de la pandemia es el que queda reflejado en el exceso de mortalidad. Los países de la UE registraron 534.000 muertes más que en 2019 (un incremento del 11%) que es "el más alto desde 1961", según declaraciones de una portavoz de Eurostat recogidas por AFP.

Respecto a 2019, el número de muertos aumentó en todos los países de la UE, pero especialmente en Italia, con 111.700 decesos más de lo normal; en España, con 75.500, y en Polonia, con 67.600.

"Ha habido un impacto, ya sea porque se cerraron las fronteras, lo que impidió los movimientos de población durante este período, o porque las personas regresaron a sus países de origen por pérdida de empleo u otros", ha valorado el experto de Eurostat, Giampaolo Lanzieri, durante la presentación de las estadísticas anuales.

La población natural de la UE no crece desde 2012

Por otra parte, el número de nacimientos siguió disminuyendo en la Unión Europea. El crecimiento vegetativo -la diferencia natural entre el número de nacimientos y el número de muertes- es negativo desde 2012 (excepto en 2014, cuando fue cero) y ha ido disminuyendo desde 2016.

Durante el año 2020, se notificaron en el territorio comunitario 11,6 muertes por cada 1.000 habitantes, frente a 9,1 nacimientos. La diferencia entre estos dos valores arroja un crecimiento vegetativo negativo de 2,5.

Bulgaria es el que presenta el menor crecimiento vegetativo de los países de la UE con 9,5 personas menos por cada 1.000 en 2020. Le siguen Lituania (-6,6), Rumania (-6,2), Letonia (-5,9), Italia (-5,8) y Croacia (-5,2). Por el contrario, Irlanda, Chipre y Luxemburgo fueron los que más crecieron en 2020, con saldos vegetativos positivos por encima de dos.

Por su parte, España marcó tasas de cero en 2015 y 2016, momento en el que se invirtieron las curvas de nacimientos y defunciones. Desde entonces, acumula cuatro años de crecimiento vegetativo negativo, con 10,4 muertes por cada 1.000 habitantes frente a 7,1 nacimientos en 2020.

Una tasa de fertilidad estancada desde hace 20 años

El número de nacimientos por mujer en la Unión Europea comenzó a descender en 2016 junto al número absoluto de nacimientos y solo ha crecido diez décimas en los últimos 20 años. Si en 2001 la tasa de fertilidad era de 1,43, esta cifra fue de 1,53 en 2019.

Las variaciones para las dos últimas décadas apenas superan el medio punto en la República Checa, que ha pasado de 1,15 nacimientos por mujer en 2001 a 1,71 en 2019, y Rumanía, de 1,27 a 1,77. Mientras tanto, otros doce países de la Unión han reducido sus tasas.

España registró la cifra más alta de nacimientos por mujer de lo que va de siglo en 2008 y, tras un breve periodo de recuperación entre 2013 y 2016, actualmente reporta la misma tasa que en 2001. Con 1,23 partos exitosos por mujer en 2019, tan solo Malta está por debajo en fertilidad respecto al conjunto de la UE.

Francia, por su parte, es el país de la UE con la tasa de fertilidad más alta, más cercana a la de otros países no comunitarios como Georgia, Turquía o Azerbaiyán, aunque también por debajo de la tasa de reposición. Otros países de nuestro entorno como Italia, Portugal o Grecia no superan el 1,5.

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España, el país de la UE que más redujo su esperanza de vida en 2020

En la otra cara de la moneda, los datos de Eurostat muestran que la población europea está cada vez más envejecida, toda vez que el porcentaje de personas mayores de 65 años aumentó cinco puntos en las últimas dos décadas, desde el 16 % de 2001 al 21 % de 2020. Un crecimiento que también se observa entre los mayores de 80 años, un grupo cuya proporcióncasi se ha doblado, pasando del 3,4 % en 2001 al 6 % de 2020.

Asimismo, la cantidad de personas jóvenes (de 0 a 19 años) descendió del 23 % de 2001 al 20 % de 2021 y la edad mediana pasó de 38,4 a 43,9 años. Un salto que todavía es mayor en España, la mediana se ha movido de 37,6 años a 44,3 en las últimas dos décadas.

Por otra parte, las estimaciones provisionales de Eurostat señalan que en el último año la esperanza de vida se ha reducido en 23 Estados miembros, además de en Macedonia del Norte, Suiza y Liechtenstein. España es el país de la UE en el que se ha registrado un mayor descenso: ha caído de los 84 años en 2019 a 82,4 en 2020.

En palabras del comisario europeo de Economía, Paolo Gentiloni, el vuelco de este indicador, que encadenaba un aumentando de casi dos años por década desde los años 60, demuestra que “las tendencias demográficas positivas que hemos visto en los últimos 50 o 60 años no deben darse por sentadas".

A la luz de estos informes, la vicepresidenta europea para la Democracia y la Demografía, Dubravka Suica, ha llamado a buscar formas de anticipar el impacto del cambio demográfico en la sociedad europea. "Nuestras políticas deben adaptarse a las necesidades de nuestra población", ha sentenciado.