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Los requisitos de un dormitorio saludable

Un dormitorio agradable que facilite el descanso. Foto: Kronos Homes.
Un dormitorio agradable que facilite el descanso. Foto: Kronos Homes.
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Para mantener un estilo de vida saludable y activo, y sentirnos bien y con la suficiente energía para afrontar los retos de cada, es tan importante llevar una buena alimentación y practicar ejercicio físico, como conseguir un buen descanso, tanto físico como descanso mental, y disfrutar de un sueño de calidad.

Dormir adecuadamente y de forma regular, reduce el riesgo de sufrir enfermedades, accidentes cerebrovasculares, ataques cardíacos y sobrepeso corporal, reduce los niveles de estrés, mejor el estado de ánimo, facilita la concentración, aumenta la productividad y ayuda a fijar los recuerdos y el aprendizaje, y a tomar mejores decisiones, según distintos estudios.

Para cuidar nuestro organismo y mantenernos sanos es imprescindible mantener una regularidad en el sueño, “lo cual tiene que ver con mantener unos horarios con tiempo suficiente en cama”, explica la doctora Elena Urrestarazu, especialista de la Unidad del Sueño de la Universidad de Navarra (CUN)

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Ventilar el dormitorio por las mañanas. Foto: Kronos Homes.
Ventilar el dormitorio por las mañanas. Foto: Kronos Homes.
(Rocío Gaia/EFE)

Los horarios de sueño regulares, sincronizados con nuestro reloj biológico interno, que regula los procesos corporales a lo largo de 24 horas, favorecen un sueño de calidad que cumplirá mejor sus funciones de reparación del organismo, eliminación de sustancias de deshecho o consolidación de la memoria, añade la doctora Ángela Milán, especialista en Sueño de la CUN (www.cun.es).

Para dormir mejor, estas expertas recomiendan abstenerse, al final del día y en las horas previas a acostarse, de algunas prácticas que dificultan el descanso, como exponerse a la luz de pantallas electrónicas; hacer ejercicio físico intenso; tomar productos con cafeína (café, té o chocolate), e ingerir cenas muy copiosas, especiadas o azucaradas, así como beber alcohol en exceso.

“La calidad del sueño puede verse influenciada por diversos factores, y la ciencia ha identificado varios aspectos que pueden favorecer un sueño reparador: desde la rutina de sueño hasta la oscuridad y la temperatura de la habitación, sin olvidar una buena elección del colchón y la almohada”, señalan las expertas Raquel Leirós Rodríguez, de la Universidad de León, y Anxela Soto Rodríguez, del Servicio Gallega de Salud, en España.

Para conseguir un sueño y descanso de calidad es fundamental que nuestro dormitorio, la habitación más privada, personal e íntima de la vivienda, sea un espacio que ayude a revitalizarnos y a mejorar nuestra calidad de vida, según los especialistas en salud y confort ambiental de la firma europea Kronos Homes (KH).

Pasamos una gran parte de nuestra vida durmiendo. Foto: Kronos Homes.
Pasamos una gran parte de nuestra vida durmiendo. Foto: Kronos Homes.
(Rocío Gaia/EFE)

Para conciliar el sueño y descansar bien desde KH recomiendan mantener la temperatura de la habitación entre los 18 y los 22 grados centígrados, así como una humedad de entre el 50 y el 70 por ciento, utilizando un humidificador, si fuera necesario.

También es aconsejable dejar una iluminación tenue, manteniendo la habitación en penumbra, así como aislarse de los ruidos fuertes del exterior, para lo cual puede ser útil instalar ventanas y cortinas con aislamientos acústico, según esta fuente.

Asimismo recomiendan ventilar el dormitorio a diario, al menos 10 minutos, preferiblemente por la mañana y con aire cruzado, y evitar la presencia de muchas plantas dentro de la habitación, ya que absorben parte del oxígeno por la noche, y algunas especies vegetales pueden contribuir al desarrollo de alergias.

El colchón debe ser rígido, pero no duro, con la firmeza necesaria para sostener nuestro cuerpo sin que se hunda; la cama tiene que ser silenciosa, para evitar sonidos desagradables por la noche; y la almohada no debe ser demasiado gruesa, baja o blanda, y debe permitir que la cabeza esté alineada con el cuello, sin forzarlo.

Además, los expertos de KH ofrecen algunas sugerencias sobre la distribución y decoración de un dormitorio saludable:.

CAMA

Lo ideal es que la cama tenga al menos 120 centímetros (cm) de ancho, si va a utilizarla una persona, y al menos 150 cm, si dos personas van a dormir en ella. Situarla frente o en paralelo a una ventana con buenas vistas, puede ayudar a despertarse de mejor humor, añaden.

MESILLAS

Cuidar las características de la cama. Foto: Kronos Homes.
Cuidar las características de la cama. Foto: Kronos Homes.
(Rocío Gaia/EFE)

Es recomendable tener una mesa de noche a cada lado de la cama, dejando un mínimo de 60 centímetros de espacio libre a los costados del colchón, para poder moverse con libertad.

ARMARIO

El armario debe estar situado a al menos un metro de la cama, lo que permitirá abrir sus puertas sin obstáculos. Si esa distancia es menor, es recomendable que el armario tenga puertas correderas. Su interior debe ser un espacio flexible que permita separar las baldas (estantes), adecuándose cada necesidad, según KH

MUEBLES

Los muebles hechos a medida permiten dejar espacio libre en las estancias y aprovecharlo mejor, lo que resulta especialmente interesante para el dormitorio de los niños, que necesitan una mayor libertad para estudiar, moverse o jugar.

LITERAS

Las camas superpuestas son ideales si dos hermanos comparten habitación. Las “de tipo tren”, que tienen sus camas ligeramente desplazadas, resultan más cómodas y ofrecen la ventaja de contar con espacio de almacenaje en su estructura inferior.

Elegir bien la almohada. Foto: Kronos Homes.
Elegir bien la almohada. Foto: Kronos Homes.
(Rocío Gaia/EFE)

MESA DE ESTUDIO

Este tipo de mesa debe medir, como mínimo, 120 cm de largo y 60 cm de ancho, eligiendo una mesa fija con patas o un modelo abatible, fabricado con un tablero de madera cortado a medida, en función de las características del hueco donde se va a instalar.

ESTANTERÍAS

Las estanterías deben estar fijadas a la pared, para darles estabilidad, y se desaconseja ponerlas a una altura demasiado elevada, o muy cerca de las ventanas, si en el dormitorio duermen niños pequeños. Sus baldas deben tener al menos 30 centímetros de fondo para que sean de utilidad, según KH.

CABECEROS

Los cabeceros de las camas confieren un aspecto más personalizado al dormitorio. Si son “de obra” (muretes de albañilería) hechos a medida, pueden servir para almacenamiento o como repisa para dejar, por ejemplo, el despertador o un libro.

Despertar con buen ánimo, después de dormir bien. Foto: Kronos Homes.
Despertar con buen ánimo, después de dormir bien. Foto: Kronos Homes.
(Rocío Gaia/EFE)