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CÁT.

C: Facco

Derecho privado
Unidad I: Derecho y codificación civil

El fenómeno jurídico: son una variedad del fenómeno social, es decir, de situaciones
emanadas de la conducta de las personas, compuesto por un complejo de normas,
comportamientos y relaciones jurídicamente relevantes. Ej: celebración del matrimonio,
accidentes de tránsito, etc.
Su complejidad está dada por la perspectiva filosófica que se adopte en cuanto a qué es
el Derecho:
Positivismo Jurídico: Derecho como conjunto de normas.
Iusnaturalismo: normas jurídicas derivadas del Derecho natural (preexistente al positivo).
Realismo Jurídico: hechos sociales.
Tridimensionalismo: hechos, normas jurídicas y valores.

Polisemia de “Derecho”: (Colín y Capitant)


Hay 3 acepciones de la palabra:
En sentido objetivo: Conjunto de preceptos, reglas o leyes que gobiernan la actividad
humana en la sociedad mediante la coacción. Comprende al conjunto de normas y el
ordenamiento jurídico porque es el derecho que “obliga”. Ej: obligación a la
responsabilidad parental. En este sentido, el Derecho ha sido dividido en Privado y
Público. Siguiendo a Borda, decimos que su distinción se centra en el sujeto del Derecho.
Derecho Público: Subordinación de un sujeto con respecto del otro. El Estado participa
como poder público.
Ramas derivadas de él: D. Constitucional, Penal, Adm., Tributario, Internac. Público, etc.
Derecho Privado: Coordinación o igualdad de sujetos. Regula las relaciones entre
particulares. El Estado participa como simple persona jurídica.
“Rama de él: D. Civil, Comercial, Laboral, Internacional Privado.

En sentido subjetivo: como facultad o prerrogativa de un individuo que puede ejercer en


oponibilidad a los demás. Regula las relaciones jurídicas de “derecho-deber” entre
sujetos donde se marca el límite de la acción de uno para hacer efectiva la actividad de
otro y viceversa.
Ej: todo propietario tiene derecho al uso y goce de su cosa, y nadie más que él.

Como ciencia: (las distintas ramas).

Derecho sustantivo y adjetivo:


Derecho Sustantivo: Es el derecho de fondo, es decir, el conjunto de normas que
establecen derechos y obligaciones que rigen el comportamiento de los sujetos.
Pertenece al órden jurídico del Estado. Por ejemplo: el código civil y comercial.

Derecho Adjetivo: también llamado derecho procesal, determina normas o un proceso,


dictadas por el órgano competente de Estado, por el cual las normas incluídas en el

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derecho sustantivo pueden ser cumplimentadas. Pone en movimiento el organismo


jurídico del Estado. Ej: derecho a la educación.

Derecho Civil: el D. Civil nace en la Antigua Roma, donde se diferenciaban el “ius civile”
(que regía exclusivamente sobre los ciudadanos romanos) y el “ius Gentium” (común para
todos los hombres). Aunque hacia el año 212 esta diferenciación pierde importancia con
la Ley Caracalla, que determinaba ius civile que extiende la ciudadanía romana a casi
todos los habitantes del imperio.
El Derecho Romano, incluyendo la Ley de las XII Tablas hasta el Corpus Iuris Civile, ha
influido y ha sido recepcionado por numerosos países, comenzando en Bolonia 1000-
1400 con los glosadores, siguiendo en algunos países de Europa, y luego expandiéndose
a toda Europa Occidental.
Un factor importante de la E. Media fue la constitución del D. Canónico, creado por la
Iglesia. Profundizó la obra de la humanización de las instituciones romanas.
Simultáneamente en Italia aparecía el D. Mercantil.
Ya en el s. XV el iusnaturalismo racionalista basa el Derecho en la razón, desprendiendo
la idea de Dios de la ley. Lo que fue el antescedente inmediato a las codificaciones.
En la Edad Moderna, con los Estados Nacionales, se unifica el Derecho pasando el ius
civile a ser el Derecho Privado de c/u de ellos, en oposición al D. Público. Hasta principios
del siglo XIX, era lo mismo que el Derecho Privado. Luego éste se dividió en varias
ramas, dejando al D. Civil como una de ellas.
Actualmente, es concebido como el sector del Derecho Privado que regula a la persona,
sus derechos personalísimos y atributos tanto como sujeto de derecho, miembro de
familia o titular de patrimonio. Además, regula las relaciones jurídicas independientemente
de las condiciones particulares o profesión de cada individuo.
Reconoce la vulnerabilidad de los particulares y busca su protección. Así, cuando no se
encuentra solución en la rama especial a la que pertenece una cuestión, ésta busca ser
resuelta por el Derecho Civil, también llamado Derecho Común.
Las principales instituciones del Derecho Civil son “la persona”, tanto física como
jurídica; “la familia” que es un conjunto de personas unidas por un lazo de sangre,
afectivo y también jurídico; y por último, “el patrimonio”, que son los bienes o lo
relacionado al dinero que posee una persona, que en caso de su deceso, puede ser
transferido hereditariamente.

Codificación:
Europea: Comienza con el Código de Napoleón en 1804 basado en los ideales de
igualdad y libertad de la época (incluso más importante para los franceses que la CN).
Anterior a este aunque no tan importante como él, surge el Código de Prusia en el s. XVII
(Código Alemán de Federico I). Alemania necesita un código de unificación basado en
estos dos anteriores, el cual se consigue en 1900. El Código de Napoleón se dispersó en
toda Europa y por eso la mayoría de los códigos están basados en ese.
Latinoamericana: surgen los Códigos de Haití 1844 y Bolivia 1830, Chile (Bello) 1855 y el
anteproyecto de Freitas con el Código de Brasil que no llegó a concretarse.

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Para nuestro Código Civil de 1871, había habido numerosas tentativas de codificación,
comenzando por Rivadavia, luego con el Decreto de Urquiza de 1852, que establece una
comisión para preparar un proyecto de nuevos códigos y, finalmente con Mitre, en 1864
mediante un decreto designa a Vélez Sarfield como encargado de redactar un proyecto de
código. En 1869 presentó el último libro del proyecto y entró en vigencia en 1871. Vélez,
utilizó como fuentes el Derecho Romano, el Código Civil francés al que le copió 145 arts.,
el anteproyecto de Freitas, se basó en el de Chile, y en menor medida en otros tantos.

Código de Comercio de 1859/62:

Reformas al CC: en 1968, a iniciativa de Borda entonces Ministro del Interior, se dictó un
Decreto-Ley 17711 que introdujo más de 200 reformas al articulado del código como la
teoría del ejercicio abusivo del derecho, la limitación al carácter absoluto del dominio, la
lesión, la teoría de la imprevisión y la apelación de la buena fe y la equidad para resolver
conflictos. Posteriormente, se incluye la reforma en el régimen de patria potestad e
igualdad de hijos (extra) matrimoniales con la ley 23264. Existen leyes modificatorias
como la ley de Matrimonio Igualitario y, otras complementarias como la ley de Trasplante
de Órganos. Y leyes especiales
Probablemente la mayor reforma fue la Ley de Matrimonio Civil, seguida de otras sobre
derechos intelectuales, adopción, bien de familia, modificación del status de la mujer
casada, etc.

Código civil y comercial de 2015: Unificación de ambas materias, que estuvo a cargo de
una comisión de reformas designadas por decreto del PE, entre cuyos miembros se
encontraba Lorenzetti. A diferencia del ideal codificador imperante hasta el siglo XIX, no
se propusieron fijar un código eterno e inmutable, sino que por el contrario, entendiendo la
necesidad de estar en sintonía con el devenir de la sociedad, establece una serie de
principios generales que “irán reformulando el sentido de cada uno de los microsistemas,
tarea que incumbe a la doctrina y a la jurisprudencia”, manifiesta Lorenzetti.
Teniendo en cuenta la constitucionalización del derecho privado, se toma muy en cuenta
los tratados de DDHH, la protección de la persona, los derechos de incidencia colectiva, la
tutela del niño, de las personas con capacidades diferentes, entre otros.
En contraposición con el código de Vélez, netamente individualista, éste tiene en cuenta
lo social orientado a la pluralidad, a lo colectivo. En cuento a la propiedad, el código de
Vélez, tenía corte absolutista, mientras que el nuevo, la vincula tanto al interés de su
titular como al provecho de la sociedad, de manera que no puede ejercerse en forma
egoísta ni en perjuicio del interés social.
Se trata de un código pensado para una sociedad multicultural, que introduce nuevas
normas al derecho de las familias; se destaca la regulación de las uniones convivenciales,
las del parentesco, que tienen como fuente las técnicas de reproducción humana asistida,
etc. En materia de niños y adolescentes, se incorporan normas del derecho institucional,
la autonomía progresiva, el interés superior del niño y el derecho a ser oído, como
principios basales de la responsabilidad parental.

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Su método: un título preliminar y 6 libros


Título Preliminar: propicia diálogo de fuentes y fija las directrices que se expandirán a todo
el código, iluminando su interpretación, aplicación y funcionamiento.
Libro 1: Parte General
Libro 2: Relaciones de Familia
Libro 3: Derechos Personales
Libro 4: Derechos Reales
Libro 5: Transmisión de derechos por causa de muerte
Libro 6: Disposiciones comunes a los derechos personales y reales.

La importancia de la Parte General del CCyC, está dada porque allí se establece una
verdadera “teoría de la decisión jurídica”, ya que fija reglas para la decisión de los jueces.
Se ocupa de cuestiones complejas como las fuentes y la interpretación del Derecho. Es la
parte ordenadora del CCyC conteniendo los principios generales del Derecho.

Otras técnicas de compilación de normas:


Recopilación: incorporación en un solo cuerpo de todas las disposiciones existentes
ordenadas cronológicamente. La desventaja es que no se eliminan las normas derogadas,
por lo que en un mismo cuerpo coexisten normas vigentes y otras que no lo son. La
ventaja es que permite conocer el derecho vigente consultando un texto único. Ejs: Rec.
De las leyes de Indias 1680, la Nueva Rec. 1567.
Consolidación: presentación sistemática y metódica de leyes imperantes con eliminación
de las que han sido derogadas. Es una tarea difícil, exige gran noción jurídica para
interpretar cuándo una disposición ha quedado derogada por otra posterior, por
incompatibilidad entre ambas.
Codificación: surge a finales del s. XVIII. Es la reunión sistemática, formal o material, de
fuentes dispersas en un cuerpo único que está en constante evolución.
El objetivo de codificar era racionalizar la materia jurídica de modo que permita mayor
claridad al sistema.

- CODIFICACIÓN: Los juristas del siglo XIX, racionalistas, creyeron que era necesario
reunir todo el derecho civil en un cuerpo único, reemplazando al conjunto disperso de
fuentes con las que se contaba hasta el momento. Para la época, la codificación significó
un avance frente a las demás técnicas e Iturraspe señala como sus características las
siguientes:
• Carácter orgánico.
• Pretensión de ser un derecho completo y legal que solucione cualquier problema.
• Carácter exclusivo
• Propiciada por el racionalismo que busca un derecho justo para la sociedad
Burguesa.
• Carácter simplificador de sujetos de derecho y de tipologías.
Ventajas: facilita el conocimiento de las normas y la conformación de un espíritu
nacional.

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Desventajas: Induce al intérprete a la creencia errónea de que todo queda resuelto al


Código, produciendo un estancamiento del Derecho.

DESCODIFICACIÓN: En el siglo XX, surge la creencia de que los códigos no estaban ya


en condiciones de regular la vida social debido a que las sociedades estaban en un
avance constante, volviendo al código insuficiente. Éste, pierde centralización como
fuente de Derecho y se abra paso a diferentes fuentes como los microsistemas, leyes
especiales, que asumieron mayor importancia luego de la 1° Guerra Mundial.
Así, comprendemos que la descodificación trata, como dijo Rivera, sobre la convivencia
del Código con otras fuentes quedando subordinado a la Constitución y al Derecho
Supranacional.

RECODIFICACIÓN: Se da en la segunda mitad del siglo XX y el siglo XXI. Este proceso


tuvo al Código Civil Italiano como modelo, para la Latinoamérica principalmente.
Este proceso se basó en retomar la importancia de la existencia de los códigos, pero ya
no como fuente única, perpetua y suprema, sino que cambió su perpetuidad por principios
y no contenido perpetuo y su supremacía por subordinación a la C.N. y a la legislación
Supranacional. En cuanto a su rol como fuente, ya no es única, pero si es la base para el
ordenamiento jurídico, es decir, las nuevas legislaciones deben basarse en los principios
del código para poder existir.

El Digesto Jurídico Argentino (ley 26.939):

Constitucionalización del D. Privado: Un Estado Legal de Derecho es aquel que se basa


en lo establecido en la ley y en el que lo establecido en el Derecho Privado, está permitido
en tanto no esté prohibido, se encuentra por fuera de la Constitución. Esto cambia con la
Constitucionalización del Derecho Privado, en el que éste se incorpora a la Constitución y
tanto D. Público como Privado se rigen en base lo que establece la misma. A partir de
entonces, la persona se encuentra regulada también por los tratados internacionales que
gozan de jerarquía constitucional.
Lo origen de este proceso se da con la finalización de la 2da Guerra Mundial donde se
toma conciencia de los derechos fundamentales y de los personalísimos (D. Privado). En
nuestro país, este proceso se refleja en la reforma de 1949 y la de 1994.

Art. 1 CCyC – Fuentes: “Fuentes y aplicación. Los casos que este Código rige deben ser
resueltos según las leyes que resulten aplicables, conforme con la Constitución Nacional y los
tratados de derechos humanos en los que la República sea parte. A tal efecto, se tendrá en cuenta
la finalidad de la norma. Los usos, prácticas y costumbres son vinculantes cuando las leyes o los
interesados se refieren a ellos o en situaciones no regladas legalmente, siempre que no sean
contrarios a derecho”.

UNIDAD II: FUENTES DEL DERECHO OBJETIVO


Concepto: una fuente es un manantial de donde surge el agua, llevado al campo del
Derecho, significa lo mismo. Esta palabra tiene 3 acepciones pero la más importante es
que es el lugar de donde surgen los derechos, por ende, siguiendo a Alvarez Gardiol,

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podemos decir que son formas de manifestación del derecho que dan respuesta a los
interrogantes que plantea la vida jurídica.
Ellas son la ley, la costumbre, la jurisprudencia y la doctrina.

Clasificación:

Formales: son aquellas obligatorias, que tienen autoridad, como la ley y la costumbre.
Materiales: son aquellas que carecen de obligatoriedad pero son de gran utilidad como la
jurisprudencia y la doctrina.
Además, hoy en día, tenemos en cuenta también a los principios generales del derecho
que cumplen doble función, la integradora y la de fuente.
De producción:
De conocimiento:

Jerarquía de fuentes: depende del sistema jurídico en que nos situemos, por ejemplo, en
el romanista la ley prevalece por sobre las demás, mientras que en el common law,
prevalece la jurisprudencia.
Hay dos sentidos en los cuales hablar de jerarquía, el propio, que define jerarquía entre
fuentes de diferente origen como la ley y la costumbre, y la impropia, que la define dentro
de regla del mismo origen, por ejemplo, que las leyes están por encima de los decretos.
En sentido propio, en nuestro ordenamiento, la ley es la fuente de mayor jerarquía en el
derecho objetivo, sin dudas, ya que la costumbre y la jurisprudencia tienen límites, los
cuales son dados por la ley, que puede dejar sin efecto a ambas.

Diálogo de fuentes: el nuevo código tiene normas abiertas y flexibles que auspician un
diálogo fluido entre las fuentes desde que no es solo fuente del Derecho la ley (formal)
sino también el bloque de constitucionalidad, que interpone la comunicación entre el D.
Público y el Privado. Los jueces deberán completar la norma en sus decisiones
dependiendo de las circunstancias del caso. Así, este nuevo sistema genera un diálogo
permanente entre la ley y la jurisprudencia.

LEY:

Concepto: precepto general obligatorio y justo, dictado por autoridad legítima y


competente para regular conductas sociales. Caracteres:
OBLIGATORIEDAD: carácter imperativo de la ley.
GENERALIDAD: dictada para un número indeterminado de personas o de hechos.
JUSTICIA: tratamiento igualitario p/ situaciones semejantes. Debe adecuarse a la CN.
AUTENTICIDAD: dictada por un órgano ejercido en forma legítima.

Clasificación:
Material: es toda regla social obligatoria con carácter general, como lo son las
constituciones, leyes de los órganos legislativos, decretos del PE, ordenanzas
municipales, etc.

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Formal: solo las emanadas de los órganos legislativos, el congreso nacional o legislaturas
provinciales. Así, es ley la regla que está destinada a una generalidad de casos como la
que se refiere a uno en particular (ej: ley que otorga un beneficio o subsidio personal).
Leyes imperativas: son aquellas que prevalecen sobre la voluntad de los particulares. Las
cláusulas que contradicen dichas disposiciones forzosas, son de ningún valor. En el D.Pr.
las encontramos en materia de familia, sucesiones y derechos reales. Ej: las relacionadas
con la capacidad.
Leyes supletorias: suplen la voluntad de los particulares en caso de silencio, pero éstas
pueden reemplazadas y dejadas de lado por cláusulas impuestas por la voluntad de las
partes. Se distingue:
1.- si sus previsiones se introducen en las cláusulas del contrato concertadas por las
partes, se hacen obligatorias por la aplicación del principio de voluntad.
2.- si se omite su inclusión en las cláusulas concertadas, adquieren obligatoriedad por
tratarse de normas legales supletorias. Cuando la vol. De los particulares coincide con
éstas, no se las suele integrar al contrato para evitar reiteraciones innecesarias. Ese
silencio está protegido por el art. 7 CCyC.
3.- si se contradicen con una manifestación expresa de la voluntad, adquieren
obligatoriedad éstas últimas.

Art. 8 CCyC: Principio de Inexcusabilidad: “la ignorancia de las leyes no sirve de excusa
para su cumplimiento, si la excepción no está autorizada por el ordenamiento jurídico”.

Art. 13 CCyC: Renuncia: “está prohibida la renuncia general a las leyes. Los efectos de la ley
pueden ser renunciados en el caso particular, excepto que el ordenamiento jurídico lo prohíba”.

Orden público: es el conjunto de principios fundamentales del ordenamiento jurídico de un


país en un momento determinado de su evolución histórica. (Abogados civilistas de
Paraná 1995).
Conjunto de principios de orden superior, políticos, económicos, morales y algunas vees
religiosos, que se encuentran estrechamente vinculados a la existencia y conservación de
la organización social establecida y que limita la autonomía de la voluntad. (Salas)
Tiene un contenido elástico y variable en el tiempo.

Se habla de un orden público de dirección, conformado por el D. Privado; y uno de


protección, conformado por el D. Público. Para Nicolau, el Estado puede ejercer ambos,
dependiendo de si está destinado a la defensa y protección de la población que pueda
sufrir desigualdades y subordinación económica o; si fija reglas esenciales de la economía
en general, respectivamente.
En nuestro país, la doctrina está dividida. Piñón, Hernández y Fresneda Saieg, acuerdan
con la postura anterior, mientras que Brebbia y Chávarri, sostienen que solo existe un
orden público de dirección, pues la protección de intereses particulares se logra por medio
de leyes imperativas que no son siempre del orden público.

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Ámbitos espacial y temporal de vigencia de la ley: el pasaje de una ley a otra impone a
todo ordenamiento jurídico dictar disposiciones transitorias, que permitan resolver los
conflictos de las leyes en el tiempo.
Es claro que siempre la ley nueva va a regir y ser aplicada en situaciones jurídicas
posteriores a su entrada en vigencia, pero el problema está en las ya finalizadas o en
curso de ejecución. Según Rivera, hay 3 soluciones:
- La nueva ley no alcanza las situaciones jurídicas nacidas al amparo de la
legislación anterior.
- La nueva ley rige esas situaciones jurídicas.
- La nueva ley puede regir algunos aspectos de esas, siempre que no hayan
concluido bajo el alcance de la ley anterior.
Por un lado, se supone que la nueva ley es más justa, es lógico que se la quiera aplicar.
Por el otro, si se aplicaran siempre a situaciones ya constituidas bajo la vieja ley, o habría
seguridad jurídica, lo que generaría un caos jurídico. Por ej: declarando ilícito un acto que
antes era lícito. Por ello, surge la irretroactividad de la ley.

Obligatoriedad de la ley: la obligatoriedad tiene dos sentidos, debe ser cumplido por las
personas y debe ser aplicada por los jueces. Las leyes solo pueden no aplicarse cuando
resulten ilegítimas, cuando no deriva de las normas fundamentales que acuerdan poderes
a los distintos órganos (aspecto formal) o cuando no resulte adecuado a esas mismas
normas, es decir, no pueden vulnerar principios generales establecidos en normas
superiores (aspecto material/jerárquico).
¿Desde cuándo nos obligan las leyes? Art. 5 CCyC: “las leyes rigen después del octavo día
de su publicación oficial, o desde el día que ellas determinen.” Primeramente, el art. establece
la necesidad de la publicidad, es decir, que pueda ser conocida por todos. Luego,
establece que son obligatorias después de los 8 días de su publicación (principio general)
o desde el día que ellas designen (principio subsidiario). En el Código anterior era al
revés. Actualmente, la entrada en vigencia es simultánea en todo el país.
Termina la obligatoriedad de la ley con la derogación de la misma, que tiene lugar, por
causas previstas por la propia ley en su objeto o en el tiempo de aplicación o por causas
extrínsecas.
A- Derogación legal, total o parcial, expresa o tácita.
B- Ley especial posterior deroga a la ley general
C- Derogación consuetudinaria por la no aplicación de la ley (desuetudo).

Art. 7 CCyC: Eficacia temporal. “A partir de su entrada en vigencia, las leyes se aplican a las
consecuencias de las relaciones y situaciones jurídicas existentes.
La leyes no tienen efecto retroactivo, sean o no de orden público, excepto disposición en contrario.
La retroactividad establecida por la ley no puede afectar derechos amparados por garantías
constitucionales.
Las nuevas leyes supletorias no son aplicables a los contratos en curso de ejecución, con
excepción de las normas más favorables al consumidor en las relaciones de consumo.”

Análisis del art. 7: el legislador ha organizado la aplicación en el tiempo en base a 4


reglas:

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❖ Efecto inmediato: la nueva ley se aplicará a las situaciones o relaciones jurídicas


que nazcan con posterioridad a su entrada en vigencia y también a las
consecuencias futuras de las situaciones o relaciones jurídicas existentes al
momento de su entrada en vigencia. NO se aplica a la constitución, consecuencias
cumplidas, ni extinción de una situación jurídica ya constituida/extinguida al
amparo de la ley antigua.
❖ Principio de irretroactividad: las nuevas leyes no tienen efecto retroactivo, sean
o no de orden público, excepto disposición en contrario, por lo cual ésta es una
regla para el juez pero no es una regla de conducta para el legislador, él sí puede
dictar leyes retroactivas con el límite de vulnerar derechos amparados por
garantías constitucionales. Esta limitación a los jueces se da porque de poder
aplicar normas de forma retroactiva, se generaría un sentimiento de desconfianza
en la ley y se perdería la seguridad jurídica. Este principio encuentra 3
excepciones:
-. Leyes expresamente retroactivas
-. Leyes interpretativas
-. Ley penal más benigna
¿Cuándo una ley es retroactiva?
1- Cuando se refiere a la constitución/extinción de una sit. Jurídica ya
constituida/extinguida. De modo que esas leyes no pueden afectar, sin ser
retroactivas, dicha sit. Jurídica. Ej: si una ley exigiese el otorgamiento de
escritura pública para los contratos de locación de vivienda y los respectivos
recibos de alquiler, y lo que se pretendiese fuera aplicarse a los contratos ya
existentes y recibos ya otorgados.
2- Cuando se refiere a los efectos de una sit. producidos antes de que la nueva
ley entrara en vigencia. Ésta, no puede, sin ser retroactiva, alcanzar los efectos
que una sit. haya producido bajo la ley anterior. Ej: si una persona celebra un
contrato de locación, con un canon mensual del 10%, el locador o locatario,
según el caso, se exigiesen la diferencia por dicha reducción de los alquileres
ya devengados. (si la nueva ley no fuese retroact. No podría hacerse).
3- Cuando atribuyen efectos a ciertos actos que antes no tenían. Ej: si mi
conviviente falleció hace tres meses, y hoy sale una ley que otorga vocación
hereditaria a los concubinos. Si la ley no fuese retroactiva, no podría pretender
solicitar ser declarada heredera.
4- Cuando se refiere a la validez de los efectos ya producidos de una sit. Jurídica
que sigue en curso en el momento de la entrada en vigencia de la nueva ley,
siempre que éstos tengan un valor jurídico propio. Ej: si una nueva ley
duplicase un plazo de prescripción y pretendiese alcanzar las prescripciones
ya cumplidas.
❖ Límites a la retroactividad:
- disposición expresa de que la nueva ley tendrá carácter retroactivo.
- la nueva ley podrá ser retroactiva siempre y cuando no afecte derechos
amparados por garantías constitucionales (como arrebatar o alterar un derecho

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patrimonial adquirido al amparo de la legislación anterior por el Principio


constitucional de la inviolabilidad de la propiedad).

❖ Efecto ultractivo o supervivencia de la ley antigua: implica que la ley


supletoria antigua que se deroga, suprime o modifica va a seguir estando vigente
para los contratos en curso de ejecución, es decir, no se va a aplicar la ley nueva
(excepción al efecto inmediato). El fundamento de la supervivencia está dado por
el principio de autonomía de la voluntad en materia contractual. Por eso, cuando
se dicta una ley supletoria, para regular lo que las partes no plasmaron
expresamente, ésta no puede violentar dicha autonomía. (Alterini).
Las normas imperativas dictadas con posterioridad los captan en cuanto a sus
consecuencias. (Alterini).
La excepción establecida en el art. 7 es para las relaciones de consumo, ya que
siempre se deben adoptar las medidas más favorables para el consumidor.
Entonces las nuevas leyes supletorias, regirán los contratos de consumo siempre
y cuando sean más favorables para el consumidor que las anteriores.

Modos de contar los intervalos del derecho. (art. 6 CCyC): “El modo de contar los intervalos del
derecho es el siguiente: día es el intervalo que corre de medianoche a medianoche. En los plazos
fijados en días, a contar de uno determinado, queda éste excluido del cómputo, el cual debe
empezar al siguiente. Los plazos de meses o años se computan de fecha a fecha. Cuando en el
mes del vencimiento no hubiera día equivalente al inicial del cómputo, se entiende que el plazo
expira el último día de ese mes. Los plazos vencen a la hora veinticuatro del día del vencimiento
respectivo. El cómputo civil de los plazos es de días completos y continuos, y no se excluyen los
días inhábiles o no laborables. En los plazos fijados en horas, a contar desde una hora
determinada, queda ésta excluida del cómputo, el cual debe empezar desde la hora siguiente. Las
leyes o las partes pueden disponer que el cómputo se efectúe de otro modo.” (Este es un
art. supletorio).
Plazos continuos y completos: el principio general es que en el derecho privado, los días
se cuentas de corrido, incluyendo los inhábiles.

Interpretación de la ley: interpretar es buscar el sentido y valor de la norma para medir su


extensión precisa y apreciar su eficacia en las relaciones jurídicas. Interpretación es la
exposición, esclarecimiento y explicación del sentido de la norma. Esta misión no consiste
solo en eliminar los puntos oscuros, sino también las contradicciones; hacer comprensible
una disposición legal no solo en si misma sino también en conexión con las restantes
disposiciones. La jurisprudencia y la doctrina se reparten la tarea de interpretación. Se
necesita la ley como regulación total, es decir, la interpretación como conjunto.

Elementos y métodos:
Escuela de la Exégesis:
•El código fue creación racional del legislador
•No daba lugar a interpretación cuando la regla era clara

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•Se interpretaba solo en caso de oscuridad de la ley pero siempre abocado al


pensamiento del legislador al momento de escribirla.

Escuela Dogmática: mayor exponente: Savigny


•La fuente del derecho no es la ley, sino la cultura
•Los preceptos vienen de la vida social que luego por deducción o inducción se
convierten en conceptos jurídicos
•Opuesta al iusnaturalismo racionalista
•4 elementos para la interpretación:
- Gramatical: hay que interpretar la palabra en su sentido literal. No siempre aporta un
resultado seguro pero si un límite, es decir, una interpretación no puede ser incompatible
con el significado literal de la palabra.
- Sistemática: para interpretar correctamente la norma se debe ligar cada precepto al
orden general de todo el texto, manteniendo coherencia y equilibrio en su conjunto.
- Lógica: junto a la literalidad de la palabra, es necesario apelar a la razón lógica (no
matemática) para comprender el sentido y lo que expresa la norma.
- Histórica: se debe comprender el contexto en el que se dictó la norma pero no apegarse
a él o a la voluntad del legislador, sino que la ley es evolutiva, y hay que adaptarla al
contexto actual al momento de interpretarla.

Método Teleológico: mayor exponente: Ihering


•El derecho no es un conjunto sistemático de proposiciones lógicas, sino que
siempre se debe adaptar a la realidad social y sus necesidades.
•Los conceptos jurídicos deben evolucionar a la par de la sociedad
•Espíritu del Derecho Romano: el fin es el creador de todo el Derecho, el origen de
toda norma se da para un fin práctico.

Método de la Evolución Histórica:


•El intérprete debe ajustar el texto de la ley y darle una significación acorde con las
transformaciones de la vida social.

Escuela de Libre interpretación científica: mayor exponente: Francois Geny


•Critica a la exégesis porque no se puede interpretar la ley solo conociendo el
significado de sus palabras.
•Se debe conocer conjuntamente su contenido, el elemento interno, lógico, finalidad
que el legislador persiguió al dictar la ley y además las circunstancias que determinaron
su aparición.

Método de Libre Interpretación: mayor exponente: Kantorowicz


•La ciencia no se limita a conocer la norma, muchas veces necesita crearla.
•El juez, al interpretar el derecho puede crear una norma con la finalidad de realizar
el valor justicia, ocupando hipotéticamente la función de legislador.

Método de la teoría pura del Derecho: mayor exponente: Hans Kelsen

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•La norma superior prevé la inferior (por ejemplo, la sentencia) pero no es


determinante. Solo le da un marco al intérprete.
•El intérprete ejerce su voluntad y crea normas individualizadas a partir de esos marcos.

Clases:

Art. 1 CCyC. Fuentes y aplicación: “Los casos que este Código rige deben ser resueltos según
las leyes que resulten aplicables, conforme con la Constitución Nacional y los tratados de derechos
humanos en los que la República sea parte. A tal efecto, se tendrá en cuenta la finalidad de la
norma. Los usos, prácticas y costumbres son vinculantes cuando las leyes o los interesados se
refieren a ellos o en situaciones no regladas legalmente, siempre que no sean contrarios a
derecho.”

Art. 2 CCyC: Interpretación: “La ley debe ser interpretada teniendo en cuenta sus palabras, sus
finalidades, las leyes análogas, las disposiciones que surgen de los tratados sobre derechos
humanos, los principios y los valores jurídicos, de modo coherente con todo el ordenamiento.”
Conforme a la mayoría de la doctrina, la interpretación comienza por la palabra de la ley
(interpretacón Gramatical), luego con la lógica y razonabilidad se resuelven dudas e
incertidumbre al momento de resolver cada caso.
Este art. no adopta un listado jerárquico con las pautas hermenéuticas. Solo por razones
propias de lenguaje, se debe colocar una variable seguida de la otra.
Interpretación Teleológica: la ley tiene su propio telos, independiente de su legislador,
por ender no hay que ligar exclusivamente su interpretación a él.
Las leyes análogas: se utilizan para extender la regulación de un supuesto legal, a otro
que no tiene dicha regulación. El juez debe considerar aplicarla siempre que lo lleve a
realizar el valor justicia, si hay otra pauta que proporciona mayor equidad, se utilizará esa.
Las disposiciones que surgen de los tratados sobre derechos humanos: proveen un
contenido valorativo relevante para todo el sistema.
Los principios: normas abiertas que obligan a cumplir un mandato en la mayor medida
posible. Son guías para el razonamiento legal. Lo que determina cuál seguir o cuál
prepondera sobre el otro, es el contexto del caso concreto.
Los valores jurídicos: bienestar, solidaridad, etc. + abstractos que los principios. Son el
límite axiológico del campo de acción y conforman el contenido de los principios.
Interpretación sistemática: interpretación coherente con todo el ordenamiento.
(Equilibrio/diálogo de todas las fuentes).

Art. 3 CCyC. Deber de resolver: “El juez debe resolver los asuntos que sean sometidos a su
jurisdicción mediante una decisión razonablemente fundada.”

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Los jueces deben argumentar en qué fundan su elección de una fuente sobre otra, de un
principio sobre otro, etc. “razonablemente fundada” conforma un estándar de control de la
decisión judicial y es el límite a la discrecionalidad del juez a la hora de tomar una
decisión.
Esto es necesario ya que existen casos fáciles, cuando la ley es aplicable sin dificultad
de forma deductiva, es coherente con el resto del ordenamiento y tiene precedentes
judiciales o; casos difíciles, cuando hay problemas en la interpretación o aplicación de la
normativa, y se deberá ponderar principios y valores sobre otros.
La argumentación permite la garantización de la razonabilidad evitando arbitrariedades.

Lagunas normativas: vacío legal o falta de regulación normativa sobre determinado tema.
Clases: Carencia Histórica: no hay una norma y por lo tanto hay que elaborar una. No hay
norma por olvido o por novedad (no podrían haberlo previsto).
Carencia Dikelógica: no hay una norma justa. Las normas son tan injustas que no pueden
ser aplicadas.

Integración de la ley: Mientras que la interpretación supone la existencia de un precepto


jurídico, la integración requiera la elaboración de un nuevo precepto por omisión en el
ordenamiento jurídico de una norma en la cual pueda subsumirse el caso concreto.

Criterios autónomos: la autointegración está presente cuando los mecanismos de


integración o sus fuentes se encuentran en el mismo ordenamiento jurídico. Las más
reconocidas son la analogía y los llamados principios generales del Derecho.

Criterios heterónomos: pretenden salvar las lagunas acudiendo a recursos externos al


ordenamiento jurídico. Acude a fuentes externas como pueden ser la costumbre o la
jurisprudencia, o a valores como la equidad.

COSTUMBRE: (Llambías)
Consiste en la observancia constante y uniforme de un cierto comportamiento por los
miembros de una sociedad con la convicción de que responde a una necesidad jurídica.

Elementos: material: actos repetidos de manera constante, no interrumpida y uniforme. No


es indispensable el largo uso. Es necesaria la uniformidad en respuestas a casos
similares, es decir, cuando se produce determinada circunstancia, la solución debe ser la
misma.
Cuando se habla de “los miembros de una sociedad” no es necesario que represente a
todos, puede ser solo a un grupo, por ejemplo, las comunidades aborígenes.
La costumbre se encuentra completamente al margen de la pirámide jurídica
Psicológico: (opinio iuris necessitatis) consiste en que esa práctica responde a una
necesidad jurídica, lo que la hace obligatoria. Sirve para distinguir la costumbre de otras
prácticas que no engendran norma jurídica como los usos sociales.

Clases de costumbre:
Secundum legem: cuando la ley remite la solución a la costumbre.

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Praeter legem: es la que se aplica cuando no existe ley aplicable al caso, no está ese
conflicto reglado legalmente. “laguna legislativa”.
Contra legem: contraria a la ley o derogatoria. Su eficacia depende de la solución que se
dé al problema. La fuente principal es la ley, la costumbre es subsidiaria, es difícil admitir
la costumbre “contra legem”. Sin embargo, su existencia manifiesta la disconformidad de
la comunidad con el ordenamiento normativo.

Art.1 CCyC: “… los usos, prácticas y costumbres son vinculantes cuando las leyes o los
interesados se refieren a ellos o en situaciones no regladas legalmente, siempre que no sean
contrarios a derechos.”

Multiculturalismo y plurijuridismo: al mismo tiempo que la conquista española, los pueblos


originarios tenían su propio Derecho. Sin embargo, éste no les fue respetado, incluso en
el período independentista de la Argentina. Parecía una verdad indiscutible que la ley
debía ser igual para todos, sin importar los distintos ethos que conformaban nuestro país
indoamericano. Con la reforma del 94, se visibiliza normativamente a los pueblos
originarios en el art. 75 inc. 17.
Con el paso del tiempo, producto del diálogo de fuentes, entre ellas la doctrina y la
jurisprudencia, empezó a tomar mayor trascendencia el plurijuridismo que, dice Nicolau,
tiene lugar cuando a un mismo supuesto de hecho, le son aplicables normas que
provienen de sistemas jurídicos distintos que coexisten en un mismo territorio.

JURISPRUDENCIA:
Como fuente, es el producto de la labor de los jueces en el dictado de sentencias, donde
sientan doctrina al decidir casos concretos que se les presentan.
Adquiere mayor relevancia cuando los fallos se reiteran de manera uniforme (uno solo no
sienta jurisprudencia). También cobra relevancia el tribunal del cual emana, no se
constituye con las decisiones de tribunales inferiores sino con las de las Cámaras de
Apelación, Cortes o Superiores Tribunales Provinciales y de las CSJN.
La jurisprudencia como fuente adquiere relevancia porque los litigantes necesitan conocer
los precedentes judiciales sobre el tema que están abordando. La jurisprudencia como
fuente enriquece al Derecho.

El precedente judicial: cuando se lo invoca, se está haciendo referencia a una sentencia


dictada por otro juez o por el mismo juez con anterioridad. Los precedentes son
herramientas jurídicas, es un criterio interpretativo que los jueces utilizan para argumentar
sus nuevas decisiones. (Proviene de la tradición jurídica del common law).

Art. 375 CPCCSF: “Siempre que las cuestiones de Derecho en debate hayan sido materia de
decisiones contradictorias por distintos tribunales de segunda instancia de la Provincia, podrá la
sala, de oficio o a petición de parte, resolver que la sentencia se dicte por tribunal plenario,
formado por todos los miembros de las del mismo fuero de la Provincia.
La tesis que se acepte, por mayoría, será obligatoria para los tribunales de segunda instancia que
entiendan de procesos que se resuelvan con posterioridad al plenario.

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El criterio adoptado en el plenario podrá ser sometido a revisión, de oficio o a pedido de parte,
después de cinco años de dictado el pronunciamiento.”

Tribunal Pleno

ARTÍCULO 28.- Sin perjuicio de lo dispuesto en el artículo siguiente, las salas de una misma
cámara pueden, a pedido de parte o de la simple mayoría de sus jueces, reunirse en tribunal pleno
a fin de unificar jurisprudencia o de evitar fallos contradictorios. En este último supuesto, pueden
actuar en defecto de caso concreto para fijar la interpretación que se dará en lo sucesivo a una
cuestión de derecho.
Las decisiones se adoptan por mayoría absoluta de votos totalmente concordantes. De no lograrse
ella, se procede a nueva votación entre las dos interpretaciones que más sufragios obtuvieran. En
caso de empate se dispone la integración del tribunal con el número de jueces de otras cámaras
de la misma competencia material, que sea suficiente para obtener tal mayoría.
La interpretación que se establezca mayoritariamente obliga a todos los jueces de la Cámara,
aunque no hayan participado en la votación respectiva, y a los jueces inferiores con idéntica
competencia material, por el lapso de cinco años. Dentro de él sólo puede ser revisada por una
decisión del tribunal plenario en las condiciones previstas en el Artículo siguiente. El apartamiento
de la tesis mayoritaria causa la nulidad del respectivo pronunciamiento.
Tribunal Plenario

ARTÍCULO 29.- Sin perjuicio de lo dispuesto en el artículo anterior, las cámaras con idéntica
competencia material con asiento en las cinco circunscripciones judiciales a pedido de la simple
mayoría del total de sus jueces, pueden reunirse en tribunal plenario a fin de unificar jurisprudencia
o de evitar fallos contradictorios. En este último supuesto, pueden actuar en defecto de caso
concreto para fijar la interpretación que se dará en lo sucesivo a una cuestión de derecho.
Las decisiones se adoptan por mayoría absoluta de votos totalmente concordantes. De no lograrse
ella, se procede a nueva votación entre las dos interpretaciones que más sufragios obtuvieron. En
caso de empate, se dispone la integración del Tribunal con el número de jueces de otras cámaras
con idéntica sede a la del tribunal plenario, que sea suficiente para obtener tal mayoría.
La interpretación que se establezca mayoritariamente obliga a todos los jueces de todas las
cámaras, aunque no hayan participado en la votación respectiva y a los jueces inferiores con
idéntica competencia material. Tal interpretación sólo puede ser sometida a revisión a pedido de la
simple mayoría de todos los jueces que la componen, después de cinco años de dictado el
respectivo acuerdo. El apartamiento de la tesis mayoritaria causa la nulidad del respectivo
pronunciamiento.

Fallos plenos y plenarios: (son atacados de inconstitucionales) son procedimientos que


tienen como finalidad unificar criterios de resolución, para asegurar una seguridad jurídica,
ya que pueden existir diferentes posturas frente a un mismo caso y/o resoluciones
diversas, entre jueces de la misma instancia judicial.
(Rivera) “… la unificación sólo se logra cuando los pronunciamientos resulten obligatorios
para el mismo tribunal y para los tribunales inferiores.”
Su duración es de 5 años, luego de eso, se discute si siguen vigentes o pierden la
obligatoriedad. Las sentencias que se aparten de la interpretación fijada en éstos, se
determinarán nulas.

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Obligatoriedad de los precedentes dictados por la CSJN: el principio del stare decicis
vertical, que rige a los países del common law dispone que los jueces inferiores que se
encuentren obligados a resolver casos ateniéndose a las sentencias precedentes de
jueces con mayor jerarquía. En nuestro país, los fallos de la CSJN no son obligatorios
para los tribunales inferiores, sólo su obligatoriedad se limita a las partes en litigio. Sin
embargo, sí suscitan una obligatoriedad moral.

Jurisprudencia en el CCyC: a pesar de no estar nombrada de forma directa como fuente


en el art. 1, es fuente indiscutible. El Código, utiliza la técnica de normas abiertas,
regulación por principios y hacen mención a “las circunstancias del caso” por lo tanto los
jueces son clave para el buen funcionamiento del código. Le deposita muchas tareas tales
como la correcta interpretación e integración de la norma al caso concreto.

DOCTRINA:

Es la opinión de los distintos autores, expresada tanto en sus obras (textos, fallos, etc.)
como en Congresos y Jornadas. Sirve de pauta orientadora en la interpretación y
aplicación de las normas como así también es tenida en cuenta para su elaboración. El
aporte de la doctrina ha iluminado en distintos momentos la búsqueda de soluciones
buscando el equilibrio entre la ley y la realidad social.
Si bien su contenido no obliga, los jueces refieren a ella en sus considerandos y se nutren
de ella.

Su participación y relevancia: en el Derecho argentino su rol ha sido relevante, Vélez a


través de sus notas ayudaba a los abogados del s. XIX a interpretar normas por falta de
bibliografía. Es de especial trascendencia para la evolución de nuestro D. Civil, muchas
de las recomendaciones de los Congresos Nacionales de D.C. de 1927 fueron fuente para
normas actuales. También han sido relevantes las Jornadas Nacionales de D.C. de 1963
que hoy en día se realizan cada 2 años.

UNIDAD III: PERSONA HUMANA

Significado etimológico: lenguaje teatral. (Latín: personare) Se empleaba para designar la


máscara que usaban los actores, la cual tenía por objeto hacer resonar la voz y no era
individual, es decir, servía siempre que se caracterizaba el mismo papel. De allí, la
designación pasó al actor, luego, al lenguaje común para aquellos que “actuaban” como
tutor, curador, padre, etc. Por último, la palabra “persona” comenzó a designar al individuo
mismo, como sujeto activo y pasivo de derechos.

Significado jurídico: El concepto persona es una creación del derecho, es un concepto


formal, es decir de una calificación que la norma jurídica otorga, pero detrás hay una
realidad conceptualizada que es el hombre.
Un rasgo esencial de la persona es que pueda ser sujeto activo y pasivo de derechos,
titular de los mismos. Ésta, es el eje central de la protección del nuevo CCyC.

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Antiguo código definía en su art. 30: “es persona todo ente susceptible de adquirir derechos y
contraer obligaciones”; hoy, el CCyC no da ninguna def. pero sí mantiene la clasif. Entre
Persona Humana y Persona Jurídica.

“sujeto de derecho”: “es la persona que por formar parte de una relación jurídica, goza de
un determinado derecho o tiene el deber de cumplir alguna obligación”.
• Nuevas perspectivas y fronteras: En la codificación comparada no aparece todavía
otro sujeto de derecho que no sea la persona (humana y/o jurídica), por lo que
sujeto de derecho y persona son conceptos que se superponen.

• En los tiempos que corren se advierte una nueva tendencia superadora a la


concepción individualista-patrimonialista del Siglo XIX.
• En aquel tiempo la persona como parte de la relación jurídica, o sea, como sujeto
de derecho, exigía sus prerrogativas sin ninguna limitación. Los derechos
entonces se entendían como absolutos. A su vez, la persona, como sujeto de
derecho era el hombre culto, burgués, padre de familia y basada en el matrimonio
• Con la filosofía de la existencia en la cuarta década del siglo XX se da paso a una
corriente en el derecho que se llama personalista, superando el concepto
formalista de persona, que la tenía como un centro de imputación de derechos y
deberes.(Kelsen)
• Ahora la persona, es el eje y centro del derecho,
• El derecho se hace por el hombre y para el hombre, y dado que la
coexistencialidad le es inherente, procurará realizar el valor solidaridad, y
fomentar el principio del bien común a través de la limitación de los derechos
subjetivos en función de los intereses de los demás.
• La persona, como sujeto de derecho, será tenida en cuenta atendiendo a sus
vulnerabilidades (niño, mujer, discapacitados, anciano, ignorante, pobre o
escasamente importante desde el punto de vista económico, social o político) y su
diversidad cultural (etnia, identidad sexual, distintos tipos de familia).
• La igualdad abstracta del Siglo XIX dio paso a una igualdad concreta, para el
hombre de carne y hueso.

Persona humana: (antes persona de existencia visible) es sujeto de imputación de


derechos y obligaciones por el solo hecho de ser humana, gozando sin más de la
aplicación directa de los principios constitucionales y convencionales de DDHH.

Comienzo de la existencia: comienza de la existencia y de la vida, para la mayoría de la


doctrina, son conceptos diferentes. Existe un gran debate entre la trilogía: comienzo de la
existencia de la Persona Humana – concepción – naturaleza jurídica del embrión no
implantado.

Sistemas posibles respecto al comienzo de la existencia de la persona:


Sistema Romano: desde el nacimiento. el feto en el útero no era persona, pero si nacía
con vida, se computaba su existencia en cuanto a sus derechos, desde la época de la
concepción.

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Sistema de Savigny: deniega la subjetividad del naciturus, la personalidad jurídica se


alcanza con el nacimiento con vida. Teoría de la ficción. Fue criticada al entender que la
ficción propuesta implicaba el desconocimiento de la naturaleza humana del concebido
privándosele la titularidad de sus derechos.
Sistema del CC de Vélez: siguiendo a Freitas, estableció que la existencia comenzaba
con la concepción en el seno materno, considerando al concebido como sujeto de
derechos con status jurídico de persona.
Crítica al sistema de Vélez; Orgaz le critica que confunde vida con persona, la vida
humana comienza con la concepción, es natural, pero la personalidad no es natural, la
persona es un ser humano con vida capaz de adquirir derechos y deberes y ser titular de
éstos, por lo cual se alcanza con el nacimiento. (CCyC adopta sistema velezano).

Fecundación y concepción (diversos períodos de la existencia):


Fecundación es la unión de gametos. En cuanto a la concepción se han dado numerosas
posturas para adoptar a partir de cuándo se es concebido, sin embargo nuestro CCyC
adopta como momento de la concepción, a un tercer momento, cuando el óvulo
fecundado se adhiere al útero (paso de preembrión a embrión), ya que “la
individualización de un nuevo ser requiere de unicidad y unidad”. Al producirse la
implantación del blastocito a la pared uterina, el embrión consolida su relación con el útero
del cuerpo gestante. O sea, embriones no implantados y los no anidados en el útero, no
son personas.

Condición jurídica de las personas por nacer:


Titularidad de derechos: la doctrina moderna entiende que la persona por nacer tiene
capacidad de derecho para adquirir bienes a título gratuito por actos entre vivos o mortis
causa.
A) Bienes adquiridos por donación o herencia: (mortis causae) heredero legítimo. Si
alguien efectúa una enajenación gratuita de bienes a favor de otro, imponiéndole
el cargo de satisfacer una cierta prestación a un naciturus, ésta adquiere el
beneficio correspondiente como una liberalidad.
B) Alimentos: art. 665 CCyC: “la mujer embarazada tiene derecho a reclamar alimentos al
progenitor presunto con la prueba sumaria de la filiación alegada”.
C) Acciones de estado: art. 592 CCyC establece la consagración del derecho a la
impugnación preventiva de filiación presumida por la ley. Y reza “aún antes del
nacimiento del hijo, el o la conyugue pueden impugnar preventivamente la filiación de la
persona por nacer. Esta acción puede ser ejercida además, por la madre y por cualquier
tercero que invoque interés legítimo…”
D) Derechos emergentes de las leyes laborales y de la seguridad social: en caso de
que corresponda a los derechohabientes de un trabajador (una indemnización o
pensión), la persona concebida al tiempo del fallecimiento debe ser incluido entre
los beneficiarios.
E) Seguros: puede ser beneficiario de un seguro de vida
F) Accidentes de daños y perjuicios: si se comete un hecho ilícito contra una persona
obligada a prestar alimentos al naciturus, adquiere legitimación para accionar en
pos de un resarcimiento.

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G) Derechos accesorios a los bienes del concebido: ej: si heredase una casa locada,
será locador respecto de los inquilinos.

Obligaciones: Llambías dice que el tema se centra en un problema de representación,


siendo incapaz absoluto de hecho, se resuelve a través de sus representantes. Si el
representante legal contrajo una obligación en su nombre, el naciturus resultará obligado
salvo disposición expresa limitativa de la capacidad en contrario.

Requisito para la consolidación de Derechos adquiridos: el nacimiento con vida. El


naciturus puede contraer derechos y obligaciones, pero su plena adquisición o resolución
dependerá de su nacimiento con vida o no. Nacer implica salir de vientre con vida
independiente y autónoma aunque sea solo por un instante. (no es necesario el corte del
cordón umbilical).

Duración del embarazo: art. 20 CCyC: “… se presume que el máximo de tiempo del embarazo
es de 300 días y el mínimo de 180, excluyendo el día del nacimiento”
Este cómputo del plazo del embarazo y su relación con la concepción se debe a que no
hay certeza sobre el día de concepción. Por ello se toma como parámetro el día del
nacimiento, un dato fáctico.

Época de la concepción: el CC de Vélez presumía “juris et de jure” (no admitía prueba en


contrario). Sin embargo, la ley 23.264 eliminó la rigidez admitiendo la prueba en contrario,
demostrando científicamente la posibilidad de nacimiento antes de los 180 días o después
de los 300. Las nuevas tecnologías y técnicas médicas permiten precisar con más
exactitud la fecha de concepción, paternidad, sexo, etc.
Nacimiento con vida: art. 21 CCyC: “los derechos y obligaciones del concebido quedan
irrevocablemente adquiridos (condición resolutoria). Si no nace con vida, se considera que la
persona nunca exstió. El nacimiento con vida se presume (por lo que la carga de la prueba recae
en quien sostenga lo contrario).”
“Como si nunca hubiera existido” es criticado por Orgaz como contradictorio, ya que
primero le permite adquirir derechos y obligaciones. El CCyC unifica y simplifica en un
mismo artículo lo que en el CC estaba previsto en 2 normas, arts. 74 y 75. Además
suprime otras tantas disposiciones (arts. 71, 72 y 73).

Técnicas de reproducción asistida: En la actualidad, muchas personas que no pueden


concebir por problemas de fertilidad, encuentran respuestas gracias al avance de la
medicina genética. La RHA ha hecho posible la división entre sexualidad y concepción.
Entre estas técnicas encontramos:
Inseminación artificial: se coloca esperma en la vagina de la mujer en el momento de la
ovulación. El proceso es parecido al natural y se puede colocar semen de la pareja de la
receptora (homóloga o intraconyugal) o de un tercero (dador, heteróloga). Hay 3 métodos:
1- Intravaginal: colación del semen en la parte superior de la vagina mediante una
jeringuilla.
2- Intra cervical: el material biológico masculino se introduce en el cuello uterino.
3- Intrauterina: se lo inyecta directamente dentro del útero.

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Inseminación extracorpórea: fecundación del óvulo fuera del seno materno. Hay 2 casos:
fecundación in vitro: los óvulos son aspirados y colocados junto a los espermatozoides en
un medio extracorpóreo. Si se produce la fecundación los pre-embriones son retirados e
implantados en el útero (entre 48 y 72hs después). Esta es la solución a los casos de
daños u obstrucciones en las trompas de Falopio o su inexistencia.
Transferencia de gametos (G.I.F.T): se utiliza cuando al menos hay una trompa de
Falopio utilizable. Consiste en la colocación de espermatozoides y óvulos en la trompa,
logrando la fecundación similar a la natural, corpórea. Se utiliza cuando no funciona la
inseminación artificial pero las trompas permiten la fecundación.
Ley 26.862 (permite la crioconservación de embriones donación de los mismos y la
revocación del consentimiento hasta el momento del implante. Procura que éstas sean
cubiertas por planes médicos públicos y privados).

Dilemas bioéticos que suscitan: los que están a favor de la concepción desde la
implantación, argumentan que el embrión carece de posibilidades de sobrevivir fuera del
seno materno. Por otro lado, en el caso Artavia Murillo y otros vs. Costa Rica, la sentencia
declaró que la prohibición de la fecundación in vitro en CR constituye una violación a los
DDHH y ordenó eliminar restricciones legales. Además, tanto la CIDH como la Corte,
también determinaron que su prohibición viola DDHH.
Por otro lado, hay autores, como Tobías, que consideran al término “ser humano” como
determinación de la especie humana, y en ese sentido, el comienzo de la existencia se
produce en la singamia ((extra) corpórea). Le preocupa que la despersonalización del
embrión facilite la creación de éstos para experimentación científica, clonaciones y su
descarte. (aunque este último se da tanto en in vitro como naturalmente).
Además, Lafferrreire argumentó: 1- el anteproyecto tenía un doble régimen de inicio de la
vida, concepción e implantación. Se abandonó ese doble régimen y se unifica el comienzo
en el primer momento de la concepción, que es la fecundación, no la implantación.
2- sostiene que la modificación del art. 19 antes se refería al comienzo de la existencia
desde la concepción en el seno materno. Al haberse eliminado esto último el lugar de
concepción resulta irrelevante. (aunque en realidad se hizo por la normativa de género).
3- el art. 19 en armonía con el resto del código, permite constatar a “concepción” como
equivalente de fecundación. El art.17 habla de derechos sobre el cuerpo y no cabe dudas
que en la fecundación comienza la existencia de un cuerpo distinto.
Etc.

Status jurídico del embrión: la embriogénesis es un proceso de desarrollo en el que el


embrión pasa por diversos estadios pero es difícil establecer fronteras claras entre éstos.
Sin embargo, se pueden distinguir fases, dándose tratamiento legislativo a c/u de ellos.
Los partidarios de que el pre-embrión no es persona argumentan:
1- Aún no ha logrado individualidad suficiente para reconocer su identidad, ya que
podrían producirse mutaciones y afectarla.
2- Falta de organicidad. Es solo una división celular hasta que una vez implantado en
el útero, aparece la cresta neural.
3- Carecen por completo de sensibilidad, propia de la persona humana.

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Por otro lado, hay quienes creen que este proceso es único e indivisible: el derecho no
puede distinguir donde no lo hace la naturaleza. Entienden que en la fecundación, se
produce el intercambio de cromosomas y así, el cigoto tendrá todas las carac. Propias de
un ser humano, un sexo individualizado, suficiente para otorgarle protección como
“persona por nacer”.
Azpeitía: tiene vida pero no es persona humana, ésta es una categoría jurídica. Merece
protección pero como lo que es, no como persona. Por eso, es de URGENTE
NECESIDAD una ley reguladora de embriones no implantados.

Art. 57 CCyC. Prácticas prohibidas: Está prohibida toda práctica destinada a producir una
alteración genética del embrión que se transmita a su descendencia.

Análisis art. 9 normas transitorias 2 y 3 Ley 26.994:

Prueba del nacimiento con vida: es de suma importancia la organización de un sistema


especial de los registros de actos de vida de las personas. Con esa finalidad, se ha
creado el Registro del Estado Civil y Capacidad de las Personas, encargado de registrar
nacimientos y muertes, así como matrimonio, filiación, incapacidad, etc. (regulado desde
2008 por la ley 26.413).
Registro civil y capacidad de las personas: Vélez había dispuesto registros públicos
municipales, con la ley de matrimonio civil, para acelerar la creación de registros públicos,
se determinó su creación a cargo de las respectivas provincias. Por último, en 2008, se
publicó la ley 26.413 vigente en todo el territorio nacional, lo que implica una nueva
organización común para los registros, la cual continúa en cabeza de las provincias.
Notificación del nacimiento: a cargo de: A- los directores, administradores o persona
designada por autoridad competente del establecimiento asistencial.
B- la autoridad encargada de llevar el registro a bordo de buques o aeronaves de bandera
argentina. (Art. 30).
Asimismo, art. 31, el padre y/o madre, a falta de ellos, los parientes directos de la madre o
cónyugue; y el Ministerio Público de Menores en el caso de que el recién nacidos que
hubieran sido expuestos.

Identificación del recién nacido (Ley 24.540): previo al registro civil, debe practicarse la
identificación del recién nacido en la institución de salud en la que haya nacido. Al
respecto, la ley establece que, durante el trabajo de parto deberá identificarse a la madre,
ya nacido, vivo o muerto, se lo identifica a él en una ficha única, numerada por el RNP en
3 ejemplares. Uno, quedará archivado allí, los otros dos serán entregados a la madre, uno
para quedarse en su poder y otro para presentar al Registro Civil.
Datos con los que debe completarse la ficha:
- De la madre: NyA, tipo y N° de documento e impresión dactilar
- Del niño: nombre con que se lo inscribirá, sexo, calcos papilares palmares y
plantares derechos, y clasif. de ambos.
- Si nació con vida
- NyA y firma del identificador interviniente

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- “ “ del profesional que asistió el parto


- Fecha, hora y lugar del nacimiento y confección de la ficha.
- Calcos tomados al egreso
- Datos del establecimiento: N y domicilio.
- Observaciones.
Cuando el nacimiento no sea en una instit. De salud, la identificación de la madre y el niño
deberá hacerse en el Registro Civil dentro de los plazos legales (art. 15).
Desde 2012 rige el decreto 1766/11, que crea el Sistema Federal de Identificación
Biométrica para la Seguridad (SIBIOS), que identifica a los bebés con fotos de su rostro.

Las partidas: la prueba de nacimiento con vida se hace mediante partidas/actas de


nacimiento, hechas por un oficial público con competencia territorial y material. Éstas, son
asientos extendidos en los libros del Registro Civil confeccionados conforme a la ley, y a
las copias auténticas de los mismos. Son un instrumento público que consolida prueba
por sí mismo (auténtico) y hace “plena fe”, es decir, no puede pasar por falso y p/ eso hay
que ir a juicio. Operan con la presunción de verdad pero para que esto funcione deben
estar hechas en debida forma legal (firmadas, selladas, etc). Sin embargo, hay caso en
que sí se pueden impugnar instrumentos públicos, no son auténticos ni hacen plena fe.
Esta prueba sirve para adquirir consolidación de los derechos del nacido. De lo contrario,
será como si nunca hubiera existido.

Nulidad de partida: como instrumentos públicos, están sujetas a todas las causas de
nulidad que pueden afectarlos. La nulidad significa la nulidad de la instrumentación del
acto, no del acto en sí mismo. Pueden ser nulas por:
a- Ausencia de capacidad en el oficial público otorgante
b- Ausencia de competencia territorial o material del funcionario interviniente
c- Inobservación de las formalidades legales prescriptas de carácter sustancial.
En cuanto a ésta, si es una falla subsanable no se determina nula. Fallas
esenciales son la falta de firma de las partes o del oficial público, o de los testigos,
o cuando éstas no corresponden con la realidad. Ej: partida de defunción de una
persona viva.

Rectificación de partida: cuando los errores u omisiones son de fácil comprobación, puede
ordenar por sí misma las modificaciones, pero, si esas condiciones no se prueban, sólo
pueden hacerse las rectificaciones por orden judicial. Art. 96 CCyC “la rectificación de
partidas se hace conforme a lo dispuesto en la legislación especial”. Como consecuencia,
ley 26.413, arts. 84 a 87: hay dos tipos de rectificaciones. En las judiciales, el juez
competente es el del lugar del asiento al rectificar o el del domicilio del peticionante.
Procedimiento sumario en el que participa el ministerio fiscal, y en caso de incapaces, el
asesor de menores. La resolución se emite al registro.

Prueba supletoria: cuando los datos no pueden probarse por los medios habituales (las
partidas), arts. 98 y 99 CCyC.

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Art. 98: “si no hay registro público, o es nulo el asiento, el nacimiento y la muerte pueden
acreditarse por otros medios de prueba…”.
Concretamente los casos refieren a: Falta de registros: que no exista uno o que sus libros
se hubiesen manchado, perdido o destruido.
Falta asiento: por omisión del oficial público o de quien estaba obligado a notificar el
nacimiento.
Asiento nulo: por alteración del orden de las partidas, etc. Si la irregularidad da causa a
nulidad de la partida, corresponde admitir la prueba supletoria cuando se trate de inscribir
el nacimiento de una persona mayor de 6 años.
Para que sea admitida la prueba supletoria, es necesario probar la imposibilidad de
obtener la partida. Una vez acreditada esta imposibilidad, corresponde probar la fecha de
nacimiento de la persona o al menos mes y año.
Art. 99: “si no es posible acreditar la edad de las personas por los medios indicados en el presente
Capítulo, se la debe determinar judicialmente previo dictamen de los peritos.” O sea, aun cuando
haya prueba testimonial, si no se acompaña de la prueba instrumental idónea, los jueces
siempre deben hacer practicar de oficio la pericia médica.

Fin de la existencia de la persona humana:


El CCyC en el Capítulo 8 del Título I (Persona Humana), en su art. 93 sienta que la
existencia de la persona humana termina con la muerte. La comisión reformadora decidió
apartarse del método de Vélez en cuanto a distinguir la muerte natural de la civil, por lo
que ya esta distinción no existe.

Muerte: su concepto fue variando en el tiempo. Lo que se discute son los criterios o
pautas para diagnosticar el deceso del ser humano, diagnosticar su status de muerto. Se
conceptualiza hoy en día, desde el punto de vista de la ciencia médica, por ello, Rivera
cita a Bonnet y reza: “muerte es el cese de las funciones vitales, celular, tisular, visceral.
Ocurre cuando claudican los sistemas circulatorio, respiratorio y nervioso, pudiendo
definirse entonces, como el cese definitivo e irreversible de las funciones autónomas
8pulmón, corazón y cerebro) y de la oxigenación viscerotisular con pérdida de las
relaciones sujeto-mundo circundante y de la condición de ente humano de existencia
visible”.
Desde el Derecho, el art. 94 del CCyC regula lo ateniente a la muerte sujetando su
comprobación a los estándares médicos, aplicándose la ley especial de ablación de
órganos.

Muerte clínica: la Ley de ablación de órganos 24.193 en su art. 23 establece los


requisitos mínimos para tener acreditado el fallecimiento de una persona física. “el
fallecimiento de una persona se considerará tal cuando se verifique de modo acumulativo
los siguientes signos que deberán persistir ininterrumpidamente seis horas después de su
constatación conjunta:
a) Ausencia irreversible de respuesta cerebral, con pérdida absoluta de conciencia
b) Ausencia de respiración espontánea
c) Ausencia de reflejos cefálicos y constatación de pupilas fijas no reactivas

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CÁT. C: Facco

d) Inactividad encefálica corroborada por medios técnicos y/o instrumentales


adecuados a las diversas situaciones clínicas, cuya nómina será periódicamente
actualizada por el Ministerio de Salud y Acción Social con el asesoramiento del
Instituto Nacional Central Único Coordinado de Ablación e Implante (INCUCAI).
Dicha verificación no será necesaria en caso de paro cardiorrespiratorio total e
irreversible.
Art. 24: “…la certificación del fallecimiento deberá ser suscripta por dos médicos, entre los que
figurará por lo menos un neurólogo o neurocirujano. Ninguno de ellos será el médico o integrará el
equipo que realice ablaciones o implantes de órganos del fallecido.
La hora del fallecimiento será aquella en que por primera vez se constataron los signos previstos
en el art. 23”.

Comprobación del fallecimiento:


Dentro de la República: se prueba con la Partida de Defunción que expide el Registro de
Estado Civil y Capacidad de las Personas de acuerdo con el art. 96 del CCyC.
El art. 62 de la Ley 26.413 establece qué se debe probar: “… se probará con el
certificado de defunción extendido por el médico que hubiera asistido al fallecido que lo
haya atendido último, o en su ausencia otro agente habilitado al efecto, que
personalmente hubiera constatado la defunción y sus causas…” (Para obtener este
certificado es necesario estar en presencia del cadáver identificado).
En el extranjero: art. 97 establece que la misma se prueba con los instrumentos otorgados
según las leyes del lugar donde se produce, legalizados y autenticados de modo que
disponen las convenciones internacionales, y a falta de convenciones , por las
disposiciones consulares de la República. En caso de un argentino, será suficiente el
certificado del asiento en el Registro consular argentino.

Imposibilidad de identificación o desaparición del cadáver: antes, la presencia del cadáver


para acreditar la muerte era estrictamente necesaria. Sin embargo, con el caso del
rastreador Fournier que integraba la flota de la Armada Argentina en 1949, en el cual era
imposible la supervivencia de algún tripulante por las condiciones en que se dio; el
tribunal bonaerense resolvió tener por comprobada la muerte siendo esta una
circunstancia extrema y no recurrir a la muerte presunta. Así, el art. 98 del CCyC,
establece: “si el cadáver de una persona no es hallado, o no puede ser identificado, el juez puede
tener por comprobada la muerte y disponer la pertinente inscripción en el registro, si la
desaparición se produjo en circunstancias tales que la muerte debe ser tenida como cierta”.
Tobías la denomina acreditación “indirecta” del deceso.
Distinción entre muerte presunta e indirecta: en ambos falta el cadáver o la imposibilidad
de identificación pero la diferencia está en que en la muerte indirecta, el juez no tiene
dudas respecto a que se produjo la muerte, atento a la imposibilidad circunstancial de
sobrevivir; mientras que en la muerte presunta, si bien hay altas probabilidades del
deceso, no hay certeza y por ello requiere de procedimiento judicial.

Prueba del momento de la muerte: premoriencia y conmoriencia:

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CÁT. C: Facco

Art. 2277 CCyC: “apertura de la sucesión. La muerte real o presunta de una persona, cause la
apertura de una sucesión y la transmisión de su herencia a las personas llamadas a sucederle por
el testamento o por ley…”
Cuando fallecen conjunta o separadamente dos personas que se transmiten derechos
entre sí, variará la transmisión de los derechos hereditarios según quien murió primero, y
por ende, quiénes heredarán dichos bienes.
No siempre es posible diagnosticar quién murió primero y para ello, el legislador puede
optar por dos regímenes:
Premoriencia: de acuerdo a jerarquías:
- Padre e hijo, su supone que murió primero el padre
- Hombre y mujer, se supone que la mujer murió primero
- Personas de distinta edad, el mayor murió primero.
Conmoriencia: presume que murieron al mismo tiempo y no hubo transmisión de
derechos alguna. Es la situación jurídica que se crea por la muerte de dos o más
personas, vinculadas entre sí por la posible adquisición recíproca o unilateral de un
derecho, ya hayan acaecido tales decesos en el mismo evento o no, resultando
consustancial la proximidad cronológica sin poderse determinar científicamente su
prelación, por lo que se supone su simultaneidad a menos de que se pruebe lo contrario.
Régimen argentino: adopta la conmoriencia al igual que lo hacía Vélez. El art. que lo
regula es el 95 y reza: “se presume que mueren al mismo tiempo las personas que perecen en
un desastre común o en cualquier circunstancia, si no puede determinarse lo contrario”. Vélez,
argumenta su postura bajo el fundamento de que no había necesidad de crear
presunciones de derecho, lo mejor era establecer que murieron a la vez y que no haya
transmisión de derechos, de modo que no se generaran conflictos entre los sucesores de
esas personas.
Supuestos legales:
1) que hubieren fallecido en un desastre común
2) que hubieren fallecido en cualquier circunstancia, en el mismo momento pero diferente
lugar. Rige la declaración de simultaneidad aunque no haya conexión entre las muertes,
siendo suficiente la imposibilidad de establecer quién murió primero.

Muerte digna:

Diferenciación entre simple ausencia y ausencia con presunción del fallecimiento:


Presunción del fallecimiento: computados los recaudos exigidos por la ley, sin tener
certeza como en la muerte real, se dicta una sentencia que declara la muerte de la
persona. La muerte no debe ser comprobada. Los bienes no se transmiten
inmediatamente de forma plena, sino que es necesario cumplir ciertos plazos posteriores
al día de la presunta muerte.
Ausencia simple: ausencia de la persona en su domicilio, donde primero se toman
medidas tuitivas de sus bienes, hasta tanto la persona regrese o se termine el período de
ausencia. Si ésta, se prolonga mucho tiempo o fue en circunstancias extraordinarias, es
lógico presumir el fallecimiento.

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CÁT. C: Facco

Caso ordinario: art. 85 CCyC: “La ausencia de una persona de su domicilio sin que se tenga
noticia de ella por el término de tres años, causa la presunción de su fallecimiento aunque haya
dejado apoderado. El plazo debe contarse desde la fecha de la última noticia del ausente”.
Caso extraordinario: art. 86 CCyC: “Se presume también el fallecimiento de un ausente:
a) Caso extraordinario genérico: si por última vez se encontró en el lugar de un incendio, terremoto,
acción de guerra u otro suceso semejante, susceptible de ocasionar la muerte, o participó de una
actividad que implique el mismo riesgo, y no se tiene noticia de él por el término de dos años,
contados desde el día en que el suceso ocurrió o pudo haber ocurrido;
b) Caso extraordinario específico: si encontrándose en un buque o aeronave naufragados o
perdidos, no se tuviese noticia de su existencia por el término de seis meses desde el día en que el
suceso ocurrió o pudo haber ocurrido.”

Legitimación activa: art. 87 CCyC: “Cualquiera que tenga algún derecho subordinado a la
muerte de la persona de que se trate, puede pedir la declaración de fallecimiento presunto,
justificando los extremos legales y la realización de diligencias tendientes a la averiguación de la
existencia del ausente”.
Ejemplos de legitimados:
a) El cónyugue del ausente
b) Los herederos
c) Los heredeeros instituidos por testamento
d) Los acreedores de obligaciones condicionales o a plazo, cuya condición o plazo
sea la muerte del ausente.
e) El nudo propietario cuando el ausente es titular del derecho de usufructo, para
poder consolidar el dominio
f) El beneficiario de un seguro de vida
No se encuentran legitimados ni parientes de grado no sucesible, ni los acreedores del
ausente.

Requisitos de procedencia o FORMALES: permiten al juez pedir la declaración de muerte.


1- Desaparición plenamente probada
2- Juez competente conforme art 87, de no conocerse éste, se aplica el art 74 inc. C
3- Que el denunciante tenga algún derecho subordinado a la muerte del desparecido
Requisitos de admisión, MATERIALES, O DE FONDO:
1- Falta de noticias, es decir, averiguaciones sin éxito.
2- La subsistencia de dicha falta de noticias durante los plazos fijados por ley en cada
caso.
3- Si fuere el caso, la prueba del hecho extraordinario (incendio, terremoto, etc.) y su
presencia en el lugar del hecho
4- Cumplimiento del procedimiento legal adecuado.

Procedimiento: art. 88:


1) Apertura del juicio
2) Nombramiento de defensor al ausente: éste, representará y defenderá al ausente
durante todo el juicio. Su designación es obligatoria. El defensor será el defensor
oficial o bien un abogado designado por sorteo de la lista respectiva.

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CÁT. C: Facco

3) Nombramiento del curador de bienes: siempre que no hubiera ya un mandatario o


que éste no se desempeñe correctamente. Podrá ser curador el/la conyugue
(siempre que no esté divorciado), hijos, padre o madre, hermanos y tío, demás
parientes en orden sucesorio. Este nombramiento no es obligatorio. Tiene actos de
adm. Y conservación pero no de disposición, en caso de que para evitar la pérdida
del bien fuese necesaria la disposición, éste necesitará de autorización judicial.
4) Citación del ausente por edictos una vez por mes, durante seis meses.
5) Recepción de pruebas: el solicitante, así como el defensor del ausente, deberán
rendir prueba que acredite los requisitos de admisibilidad. Lo que se debe probar
es: a) que ha pasado el plazo establecido
b) se realizaron todas las averiguaciones y se obtuvieron resultados negativos
c) en los casos extraordinarios se deberá demostrar el suceso y que la
persona se hallaba allí, y la falta de noticias. No hay limitación en cuanto a los
medios de prueba.
6) Audiencia del defensor: el defensor debe ser oído, luego de producida la prueba
para que se expida sobre su mérito (art.89). Todas las pruebas han de rendirse bajo su
control.

Sentencia judicial: art. 89


Recibida la prueba y oído el defensor, si hubiera lugar, el juez declarará el fallecimiento
presunto y fijará el día presuntivo de su muerte a través de una sentencia a inscribirse en
el Registro Civil y luego, se llevará a cabo un juicio sucesorio, para determinar herederos.
En caso de ser posible, la sentencia también determinará la hora presunta del
fallecimiento.

Día presuntivo del fallecimiento: art. 90

1) Caso ordinario: último día del primer año y medio


2) Caso extraordinario genérico: el día del suceso y, de no estar determinado, el día
del término medio de la época en que ocurrió o pudo haberlo hecho.
3) Caso extraordinario específico: el último día en que se tuvo noticia del buque o
aeronave perdida.

Efectos de la resolución judicial: Esta sentencia, NO tiene efectos de “cosa juzgada”


(produce sus efectos normales y no puede ser modificada en un futuro), porque si bien al
dictarse produce todos sus efectos como definitiva, la reaparición del ausente permite que
la misma sea revisada, modificada o anulada.
Esta sentencia tiene efecto retroactivo al día presuntivo de fallecimiento, procediéndose
ese día a la apertura de la sucesión.
Efectos patrimoniales: art. 91 CCyC: “Entrega de los bienes. Inventario. Los herederos y los
legatarios deben recibir los bienes del declarado presuntamente fallecido, previa formación de
inventario. El dominio debe inscribirse en el registro correspondiente con la prenotación del caso;
puede hacerse la partición de los bienes, pero no enajenarlos ni gravarlos sin autorización judicial.

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CÁT. C: Facco

Si entregados los bienes se presenta el ausente o se tiene noticia cierta de su existencia, queda
sin efecto la declaración de fallecimiento, procediéndose a la devolución de aquéllos a petición del
interesado”.
A) PERDÍODO DE PRENOTACIÓN: La consecuencia, es que los nuevos titulares no
podrán disponer de estos bienes ni gravarlos mientras se mantenga la
prenotación. De ser necesario, el juez puede autorizar la enajenación de algún
bien en salvaguarda delos otros. Asimismo, forman un patrimonio separado de sus
patrimonios, por lo que los acreedores de éstos, no podrán atacarlos mientras dure
la prenotación. Éste, es de 5 años u 80 años desde el nacimiento del muerto
presunto (fijado en el art. 92). (cuando los bienes se transmiten tarde por una
cuestión de trámites o demás, ya no corresponde efectuar la prenotación ni limitar
las facultades del nuevo titular sobre el bien).
B) PERÍODO DE DOMINIO PLENO: finalizado el período de prenotación, los
herederos y legatarios tendrán plena disposición de los bienes. Se llama así,
debido a que ya no encuentran limitación a la libre disposición sobre los bienes.
Efectos extrapatrimoniales: extingue el vínculo matrimonial conforme al art. 435 inc. B.
antes, se producía la extinción el vínculo sólo si el conyugue buscaba contraer nuevas
nupcias. Además, suspende el ejercicio de la responsabilidad parental durante el juicio de
presunción de fallecimiento y una vez dictada sentencia, ésta se extingue. Por último, se
extingue la tutela o curatela si así fuera el caso, atento a que los menores o incapaces
tengan inmediatamente otro tutor o curador.

Bienes muebles NO registrables: al no haber registro donde realizar la prenotación, queda


como un mandato moral el hecho de no enajenarlos o gravarlos, ya que de hacerse, si el
ausente aparece no podrá recuperarlos.

Reaparición:
Durante la prenotación: se le deberá retribuir la totalidad de sus bienes, art. 91. Asimismo,
no los frutos siempre que su percepción haya sido de buena fe. Los productos deberán
ser siempre devueltos al propietario.
Durante el dominio pleno: art. 92: se le deberán restituir los bienes que existen en el
estado en que se encuentren, los bienes adquiridos con el valor de los que faltan, el
precio adeudado de los enajenados y los frutos no consumidos.
Vínculo matrimonial: al haberse extinguido, si quieren volver a compartir su vida, deberán
contraer nuevas nupcias.

UNIDAD IV: PERSONAS JURÍDICAS

CONCEPTO: art. 141 CCyC: “Son personas jurídicas todos los entes a los cuales el
ordenamiento jurídico les confiere aptitud para adquirir derechos y contraer obligaciones para el
cumplimiento de su objeto y los fines de su creación”.

Naturaleza jurídica: no hay doctrina unánime, pero se pueden destacar 2 teorías:


1) Teoría de la Ficción: por Savigny. La hace a partir de la noción de derechos subjetivos
que, para él, son un poder atribuido a una voluntad. En consecuencia, como la voluntad

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CÁT. C: Facco

sólo es propia de la persona humana, solo ella es persona y los demás, son seres ficticios
a los que el ordenamiento legal les permite su actuación debido a la necesidad de
facilidad de obtención de finalidades colectivas de utilidad social.
2) Teorías Realistas: dan preeminencia al “sustrato material” de las personas jurídicas,
considerándolo como una realidad preexistente, que el ordenamiento solo se limita a
reconocer.
La persona jurídica no es una forma instituida artificialmente por la ley, sino que tiene
consistencia propia. Hay en ellas elementos que existen en la naturaleza, como:
a) Teoría del Órgano: concibe a las personas jurídicas como entes reales,
organismos que poseen una voluntad colectiva real y concreta, que es su esencia
y es lo que el Estado se limita reconocer y sancionar. Por órgano refiere a que
tienen una estructura interna similar a la de los seres vivos. Así, los adm. Y
miembros actúan como órganos de ella y no como sus representantes.
b) Teoría de la Institución: creada por Hauriou. Según ésta, las instituciones
representan en el Derecho la categoría de duración, de continuidad, y de lo real.
Es una idea de empresa que se realiza y dura jurídicamente en un medio social y
los miembros se organizan mediante órganos de poder y reglamentación de
procedimientos. Su duración agrupará nuevos adherentes que la continuarán.

La realidad, es que hoy la discusión carece de vigencia y hay generalizado concepto: es


aquella a la cual el ordenamiento jurídico le reconoce aptitud para ser titular de relaciones
jurídicas. No es un atributo que el legislador le confiera como necesario, sino que se lo
otorga cuando advierte en dichos entes cierta utilidad social (criterio variable según la
época)

Clasificación: personas jurídicas públicas.


Personas jurídicas privadas.

Personas jurídicas Públicas: reguladas en el art. 146:


a) el Estado nacional, las Provincias, la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, los
municipios, las entidades autárquicas y las demás organizaciones constituidas en la
República a las que el ordenamiento jurídico atribuya ese carácter;
b) los Estados extranjeros, las organizaciones a las que el derecho internacional público
reconozca personalidad jurídica y toda otra persona jurídica constituida en el extranjero
cuyo carácter público resulte de su derecho aplicable;
c) la Iglesia Católica.
Además, admiten una subclasificación en estatales y no estatales. No hay una distinción
unánime, pero para Dromi, son estatales si su patrimonio pertenece en su mayoría o
totalidad al Estado. Por el contrario, son no estatales si su patrimonio es privado o con
participación estatal minoritaria. (Iglesia Católica, colegios profesionales).

1) Art. 45 CCyC: “Actos anteriores a la inscripción. Los actos anteriores a la inscripción de la


sentencia pueden ser declarados nulos, si perjudican a la persona incapaz o con capacidad
restringida, y se cumple alguno de los siguientes extremos:
a) la enfermedad mental era ostensible a la época de la celebración del acto;

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CÁT. C: Facco

b) quien contrató con él era de mala fe;


c) el acto es a título gratuito.”
Toda otra contemplada en disposiciones de este Código o en otras leyes y cuyo carácter
de tal se establece o resulta de su finalidad y normas de funcionamiento.
Son entes colectivos que se constituyen a fin de satisfacer intereses de los particulares, y
cuya existencia y funcionamiento se regulan por el derecho privado, requieran o no
autorización estatal para funcionar.
Constituidas en la República: se rigen primeramente por la ley especial, segundo por los
reglamentos internos y tercero, por las normas supletorias de leyes especiales.
“ en el extranjero: se rigen por la Ley General de Sociedades.
Pueden subclasificarse según su fin de lucro en asociaciones y fundaciones por un lado y
en sociedades civiles y comerciales por otro. También, según necesiten o no autorización
estatal, sí necesitan las asociaciones y fundaciones.

Comienzo de la existencia: art. 142 CCyC:


“La existencia de la persona jurídica privada comienza desde su constitución. No necesita
autorización legal para funcionar, excepto disposición legal en contrario. En los casos en que se
requiere autorización estatal, la persona jurídica no puede funcionar antes de obtenerla.”
Nacen desde el acto de su constitución y son fruto de la libre voluntad de las partes,
excepto que la ley exija algún requisito adicional como la autorización estatal.
Personalidad diferenciada: la finalidad principal es crear un nuevo sujeto de derecho con
distinta personalidad y patrimonio que el de sus miembros o fundadores.
1- La nueva persona jurídica posee un patrimonio propio distinto al de sus miembros
como atributo de la personalidad.
2- Los bienes de la persona jurídica no pertenecen a sus miembros y viceversa.
3- “ es titular de derechos propios distintos a los de sus miembros.
4- “ responde por sus deudas.
5- Puede modificarse la composición interna de sus miembros sin que cambie la
situación jurídica de la persona jurídica.

Inoponibilidad de la personalidad jurídica: art. 144: “La actuación que esté destinada a la
consecución de fines ajenos a la persona jurídica, constituya un recurso para violar la ley, el orden
público o la buena fe o para frustrar derechos de cualquier persona, se imputa a quienes a título de
socios, asociados, miembros o controlantes directos o indirectos, la hicieron posible, quienes
responderán solidaria e ilimitadamente por los perjuicios causados”.
El principio de separación de la personalidad no es absoluto, en caso de que se
demuestre que la personalidad jurídica fue utilizada para fines contra legem o para
perjudicar a terceros, se habilita a indagar qué verdaderos objetivos hay detrás del ente
creado e imputar la responsabilidad de sus miembros. En doctrina, esto es conocido como
“el levantamiento del velo societario”. Esto, no es erga omnes, sino al caso concreto, lo
que no implica desconocer la personalidad jurídica más que para ese caso. Y, no declara
la nulidad del acto, sino que permanece válido teniendo los socios que responder
solidariamente para resarcir el daño ocasionado.

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CÁT. C: Facco

Objeto de la PJ PRIVADA: art. 156: “El objeto de la persona jurídica debe ser preciso y
determinado”. Es decir, su capacidad de obrar es limitada, aunque puede tener muchos
objetos, basta con que estén de alguna forma precisados.

Estatuto de la PJ PRIVADA: constituye su ley interna. Puede ser modificado, según el


CCyC, por el procedimiento que él mismo fije y por las leyes que regulen cada tipo de
persona jurídica (prima la autonomía de la voluntad. Ley supletoria art. 158 CCyC). Por
ser la norma máxima debe contener disposiciones sobre:
Gobierno: se podrá participar de la Asamblea u órgano de gobierno utilizando medios que
permitan comunicarse entre ellos hasta de manera no presencial. Se permite la auto
convocación siempre que el temario sea aprobado por unanimidad y concurriesen todos
los miembros.
Administración: art. 159. Deber de obrar con lealtad y diligencia, es decir, no actuar con
intereses contrarios a los de la persona jurídica. Art. 160. Los adm. Responden de manera
solidaria frente a la persona jurídica, sus miembros y terceros por los daños, ya sean por
acción u omisión.
Transformación: de un tipo societario a otro. Fusión, es cuando dos se disuelven sin
liquidarse y se funden en una nueva o cuando una incorpora a otra.
Las fundaciones no pueden ser objeto de transformación porque carecen de órgano
soberano para decidir.
Escisión: cuando una PJ sin disolverse destina parte de su patrimonio para fusionarse con
sociedades ya existentes o realizar una nueva sociedad, o construir una o varias Soc.
nuevas o; para constituir nuevas sociedades con la totalidad de su patrimonio.

ASOCIACIONES CIVILES: a diferencia del derogado código, el nuevo destina 19


artículos a la regulación de las Asoc. Civiles, promoviendo el asociacionismo.
Llambías: “la Asociación es una unión estable de una pluralidad de personas,
independientemente en su existencia del cambio de miembros, que tiene una constitución
corporativa y un nombre colectivo, cuyos bienes son administrados por los mismos
miembros. La Asociación tiene por lo tanto, miembros y administración propia”.
Surgen de la unión con cierto grado de estabilidad, de un grupo de personas que la
integran, en virtud de un vínculo jurídico que les confiere esa posición.
Art. 168 CCyC determina que el objeto de las asoc. Civiles no puede contrarias al bien
común, aunque no necesariamente debe ser ese su objeto. No es necesario que sea
enteramente altruista y desinteresada ya que su objeto puede ofrecerles ciertas ventajas a
sus miembros, tal como es el caso de los clubes deportivos.
No pueden tener por fin el lucro para sus miembros o terceros, pero sí puede realizar
actividades con fin de lucro que le sean necesarias para cumplir sus fines.

Constitución: art. 169: “su acto constitutivo debe ser hecho por Instrumento Público y ser
inscripto en el registro correspondiente una vez otorgada la autorización estatal para funcionar”.
Art. 170: LEER

Órganos:

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Comisión Directiva: Presidente, Secretario, Tesorero y Vocales. Órgano ejecutivo de la


asociación. Deben ser asociados y en el acto constitutivo deben designarse los miembros
del primer consejo.
Asamblea: conformada por la reunión de los miembros de la asociación. Es el órgano
soberano y presupone deliberación de los temas entre los socios, la cual se efectiviza
mediante: asamblea ordinaria: periódica, trata asuntos de rutina en la vida de la Asoc.
Asamblea extraordinaria: excepcional, trata asuntos especiales o de gravedad y urgencia.
Órgano de Fiscalización: puede preverse por estatuto que lo integren personas no
asociadas, y en el mismo debe consignarse a los integrantes. Las asoc. De más de 100
socios deben tener también una comisión revisora de cuentas.

FUNDACIONES: son personas jurídicas que constituyen con un objeto de bien común, sin
propósito de lucro, mediante el aporte patrimonial de una o más personas, destinado a
hacer posible sus fines. Nacen de un acto unilateral fundador, que puede ser una o más
personas jurídicas o humanas, quienes realicen el aporte inicial.

Constitución: su acto constitutivo debe ser hecho por Instrumento Público y obtener
autorización estatal para funcionar.
Art. 195: LEER
Deberá designar a los integrantes del primer consejo de administración y mencionar a las
personas autorizadas para gestionar el trámite ante la autoridad de contralor. Éste
instrumento público solo puede ser otorgado por el fundador o un apoderado con poder
especial, si nace de un testamento, será el juez de la sucesión quien determine la persona
que firmará el acto constitutivo.

Patrimonio inicial: arts. 196, 197 y 198 CCyC.


Deberá ser acreditado ante el Órgano de control, si es efectivo, se realiza en un banco
habilitado, si son aportes no dinerarios, se realiza un inventario valuado suscripto por un
contador público.
El capital inicial es fundamental y determina la naturaleza de la PJ.

Plan de acción: junto a la solicitud de otorgamiento de la personería jurídica se deben


presentar los planes que proyecta ejecutar y de los recursos con que contará para lograr
sus fines. Cumplido el plazo, deberá presentar un nuevo plan y así sucesivamente.

Autoridad de contralor: arts. 221 y 222 del CCyC.


Al carecer las fundaciones de miembros, aparece el Estado a través de esta entidad, a
controlar la concreción del fin fundacional. Aprueba los estatutos y su reforma, fiscaliza su
funcionamiento, etc.

Órganos:
Consejo de Administración: órgano máximo a cargo del gobierno y administración.
Integrado por mínimo 3 personas. Los fundadores son personas ajenas al ente, pero
pueden guardarse la facultad de ocupar caros en el consejo designarlos o reemplazarlos.

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CÁT. C: Facco

Según lo dicte el estatuto, estos miembros pueden ser permanentes o temporarios y el


presidente del consejo es quien ejerce la representación legal de la Fundación. Ad
honorem
Comité Ejecutivo: delegado del Consejo. Su función principal es encargarse de las
necesidades diarias de la entidad. Puede estar compuesto por miembros del consejo o
por terceros, los cuales pueden percibir una remuneración pecuniaria.

(LEER DE LA CARPETA LAS SEMEJANZAS Y DIFERENCIAS DE LAS ASOCIACIONES


CIVILES Y LAS FUNDACIONES)

Atributos de la Persona Jurídica Privada (asociaciones simples):


❖ Nombre: debe ser ORIGINAL (competencia provincial por lo que se puede dar que
haya otra homónima en otra provincia).
❖ Domicilio: “ciudad”. Si en un domicilio aparte pongo el domicilio exacto y luego me
mudo, no necesitaré modificar el estatuto. Si me mudo de localidad sí.
❖ Objeto: el fin es el bien común. No puede tener fines de lucro para nada
(fundaciones) sí para cumplir mis fines (asociaciones).
❖ Duración: debe fijar un plazo, si no lo hace, lo hace el CCyC en el art. 155 y le da
perpetuidad.
❖ Causales de disolución
❖ Patrimonio: formado por: cuotas de aasociados, bienes que adquiera a cualquier
título, asi como frutos y producto, donaciones, herencias, legados, subsidios,
subvenciones y ablaciones voluntarias que acepte; beneficios que se obtengan de
la org. De reuniones sociales, conferencias, congresos, festivales o espectáculos
públicos, etc. Intereses o ganancias que devengan de los fondos de la entidad y
cualquier otro ingreso lícito acorde al fin y conforme a la naturaleza jurídica.
❖ Asociados: diferentes tipos. Activos
Adherentes
Vitalicios
❖ Régimen de: ingeso, admisión, renuncia, sanciones disciplinarias, exclusión de
asociados, intransmisibilidad y expulsión.
❖ Atribuciones y obligaciones de los órganos
❖ Procedimiento de liquidación
❖ Destino de los bienes posterior a la liquidación.

SIMPLES ASOCIACIONES: personas jurídicas que por la escasa importancia de su


actividad o de su patrimonio no gestionan autorización estatal.
• Su existencia comienza a partir de la fecha del acto constitutivo.
• Formalidades más sencillas como que el acto constitutivo y estatuto pueden se
otorgados por instrumento público o privado con firma certificada por escribano
público.
• Las de menos de 20 socios pueden prescindir del órgano de fiscalización.

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• Régimen jurídico mixto: normas expresamente destinadas a ellas y las aplicables a


las asoc. Civiles en cuanto al acto constit., gobierno, adm., socios, órganos y
funcionamiento (art. 188).
• Responsabilidad de los miembros: se limita al cumplimiento de los aportes y al
pago de las cuotas impagas o contribuciones que imponga el estatuto. Pero,
agrega responsabilidad solidaria de sus admin. En caso de insuficiencia de bienes.

Extinción de las personas jurídicas: se denomina disolución. El nuevo Código detalla en el
art. 163 algunas de las causales:
a) la decisión de sus miembros adoptada por unanimidad o por la mayoría establecida por
el estatuto o disposición especial;
b) el cumplimiento de la condición resolutoria a la que el acto constitutivo subordinó su
existencia;
c) la consecución del objeto para el cual la persona jurídica se formó, o la imposibilidad
sobreviviente de cumplirlo;
d) el vencimiento del plazo;
e) la declaración de quiebra; la disolución queda sin efecto si la quiebra concluye por
avenimiento o se dispone la conversión del trámite en concurso preventivo, o si la ley
especial prevé un régimen distinto;
f) la fusión respecto de las personas jurídicas que se fusionan o la persona o personas
jurídicas cuyo patrimonio es absorbido; y la escisión respecto de la persona jurídica que
se divide y destina todo su patrimonio;
g) la reducción a uno del número de miembros, si la ley especial exige pluralidad de ellos
y ésta no es restablecida dentro de los tres meses;
h) la denegatoria o revocación firmes de la autorización estatal para funcionar, cuando
ésta sea requerida;
i) el agotamiento de los bienes destinados a sostenerla;
j) cualquier otra causa prevista en el estatuto o en otras disposiciones de este Título o de
ley especial.
Además, el art. 164, indica que el Estado puede revocar su funcionamiento si ocurren
actos graves que violen la ley, el estatuto y/o el reglamento, tal como si ocurre el abuso de
la personalidad o el incumplimiento de las cláusulas y condiciones establecidas en la
autorización. Esto constituye una sanción y por tanto, requiere de una resolución fundada,
que es apelable.

Liquidación: es un proceso técnico tendiente a realizar el activo, cancelar el pasivo y


disponer el remanente de acuerdo a lo dispuesto por la ley, el estatuto o el contrato social.
Art. 167: “Liquidación y responsabilidades. Vencido el plazo de duración, resuelta la disolución u
ocurrida otra causa y declarada en su caso por los miembros, la persona jurídica no puede realizar
operaciones, debiendo en su liquidación concluir las pendientes.
La liquidación consiste en el cumplimiento de las obligaciones pendientes con los bienes del activo
del patrimonio de la persona jurídica o su producido en dinero. Previo pago de los gastos de
liquidación y de las obligaciones fiscales, el remanente, si lo hay, se entrega a sus miembros o a
terceros, conforme lo establece el estatuto o lo exige la ley.
En caso de infracción responden ilimitada y solidariamente sus administradores y aquellos

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Paula Torres
CÁT. C: Facco

miembros que, conociendo o debiendo conocer la situación y contando con el poder de decisión
necesario para ponerle fin, omiten adoptar las medidas necesarias al efecto.”
Asociaciones: la ley impone quienes deben ser destinatarios. Art. 185 dispone que debe
darse destino previsto en el estatuto, y en caso de no haberlo, el remanente debe
destinarse a otra asociación de objeto igual o similar que esté domiciliada en la República.
Fundaciones: art. 217 establece que el remanente debe destinarse a una entidad pública
o privada cuyo objeto sea de bien común, que no tenga fines de lucro y esté domiciliada
en la República.

Unidad v: atributos de las personas – capacidad

Los atributos son cualidades exclusivas de las personas de las que no se las puede
desprender. Tienen como función principal la de “identificar al sujeto” y son: el nombre,
capacidad, domicilio y estado de familia.
Gozan de las mismas características que los derechos personalísimos pero la diferencia,
es que estos últimos son imprescindibles para proteger al sujeto y por eso están
presentes desde el inicio de la vida, lo que no ocurre con los atributos. El naciturus no
tiene nombre, no lo necesita.

Capacidad: es la aptitud de los sujetos para adquirir derechos y contraer obligaciones. La


capacidad puede ser tanto de derecho como de hecho.

Capacidad de Derecho. Art. 22 CCyC: “Toda persona humana goza de la aptitud para ser
titular de derechos y deberes jurídicos. La ley puede privar o limitar esta capacidad respecto de
hechos, simples actos, o actos jurídicos determinados.”
Refiere a la posibilidad de ser titular de derechos, al goce de los mismos y como se
encuentra ínsito en la idea de persona esta aptitud no podrían existir sujetos a quienes se
les limite por completo esta capacidad, porque perderían la calidad de personas. Por
ende, no existe la incapacidad de derecho absoluta, porque llevaría al sujeto a la muerte
civil.
Podemos tener limitaciones/incapacidades como lo establece el art. 22, excepcionales,
que tienen como finalidad preservar el orden público, por lo tanto si son burladas, dichos
actos padecen de nulidad absoluta, siendo por ello imprescriptibles. Algunos ejemplos se
encuentran en el 1002 CCyC.

Capacidad de ejercicio: art. 23 CCyC: “Toda persona humana puede ejercer por sí misma sus
derechos, excepto las limitaciones expresamente previstas en este Código y en una sentencia
judicial”.
Es la posibilidad del sujeto de ejercer por sí mismo sus derechos. El Derecho con un
criterio axiológico busca compensar las desigualdades subjetivas agudas (inmadurez o
enfermedad) que presentan algunas personas (menores y enfermos) impidiendo que se
dañen o sean víctimas de semejantes. Al contrario de los incapaces de derecho, en la
incapacidad de ejercicio se busca proteger al individuo por su especial situación de
vulnerabilidad. Ya que el CCyC busca alinear el derecho interno al bloque de
constitucionalidad, se alinea con preceptos de la Convención de los Derechos del Niño y

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Paula Torres
CÁT. C: Facco

la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, como también con
la Ley de Protección Integral de los Niños, Niñas y Adolescentes y la Ley de Salud Mental.
Art. 24 CCyC: Personas incapaces de ejercicio. Son incapaces de ejercicio:
a) la persona por nacer;
b) la persona que no cuenta con la edad y grado de madurez suficiente, con el alcance
dispuesto en la Sección 2ª de este Capítulo;
c) la persona declarada incapaz por sentencia judicial, en la extensión dispuesta en esa
decisión”.

Personas con capacidad restringida (art. 32) y con capacidad limitada:


Art. 27 CCyC: personas capaces con restricciones de origen legal: menores emancipados
Art. 32 CCyC: Persona con capacidad restringida y con incapacidad. “El juez puede
restringir la capacidad para determinados actos de una persona mayor de trece años que
padece una adicción o una alteración mental permanente o prolongada, de suficiente
gravedad, siempre que estime que del ejercicio de su plena capacidad puede resultar un
daño a su persona o a sus bienes.
En relación con dichos actos, el juez debe designar el o los apoyos necesarios que prevé
el artículo 43, especificando las funciones con los ajustes razonables en función de las
necesidades y circunstancias de la persona.
El o los apoyos designados deben promover la autonomía y favorecer las decisiones que
respondan a las preferencias de la persona protegida.
Por excepción, cuando la persona se encuentre absolutamente imposibilitada de
interaccionar con su entorno y expresar su voluntad por cualquier modo, medio o formato
adecuado y el sistema de apoyos resulte ineficaz, el juez puede declarar la incapacidad y
designar un curador.”
Al buscar la protección del incapacitado, la realización de actos restringidos serán nulos
salvo que beneficien a la persona (todo lo contrario a las de derecho).
Los incapaces de hecho, ejercerán sus derechos mediante un representante legal.
En el código velezano, la incapacidad era absoluta, luego de 1968 se incorporó la figura
del inhabilitado para quien la regla era la capacidad con restricciones. En ambos casos,
se subsanaba con el régimen de “asistencias”. El nuevo código, amplía esta categoría, así
encontramos a menores emancipados e inhabilitados, pero también personas con
capacidad restringida por sentencia por una afección psíquica. Y el remedio, es el sistema
de “apoyos”.

Sistemas de protección de incapaces:


REPRESENTACIÓN: existe cuando una persona (representante) recibe o transmite a otra
(tercero) una declaración de voluntad en nombre y por cuenta de otra (representado) que
es quien soporta sus consecuencias.
Art. 100 CCyC: “Las personas incapaces ejercen por medio de sus representantes los derechos
que no pueden ejercer por sí”.
En la antigua legislación, actuaba “por” otro y no “con” otro. Ahora, esta regla es flexible.

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Paula Torres
CÁT. C: Facco

La voluntad del representado tiene que tener una importancia primordial, el sistema de
representación no la excluye ni reemplaza, y a mayor autonomía del sujeto, menor la
representación. Ésta es:
a) Legal: porque surge de una norma art. 101, no de la voluntad.
b) Necesaria: no puede prescindirse de ella para que los derechos sean de alguna
forma ejercidos.
c) Gradual y revisable: porque a mayor autonomía, menor representación y en los
supuestos de personas incapaces o con capacidad restringida sujeta a curatela, o
a apoyos con función representativa para actos precisos, ésta debe ser revisada
periódicamente y adaptarse a las necesidades del sujeto.
d) Flexible y proporcional: porque su alcance y extensión debe determinarse por un
juez y se debe adaptar proporcionalmente la representación para aquellos casos
que resulte necesaria. Es deber del representante favorecer la autonomía del
representado y promover su desenvolvimiento.
e) Doble: el Ministerio Público interviene respecto de incapaces y de quienes
requieren el sistema de apoyos.
f) Controlada: está sujeta, en parte, a contralor judicial, debido a que determinados
actos los autoriza el juez y los controla, por su importancia.
Art. 101: Son representantes:
“a) de las personas por nacer, sus padres;
b) de las personas menores de edad no emancipadas, sus padres. Si faltan los padres, o ambos
son incapaces, o están privados de la responsabilidad parental, o suspendidos en su ejercicio, el
tutor que se les designe;
c) De las personas con capacidad restringida, el o los apoyos designados cuando, conforme a la
sentencia, éstos tengan representación para determinados actos; de las personas incapaces en los
términos del último párrafo del artículo 32, el curador que se les nombre”.

ASISTENCIA: consiste en la designación de un asistente, quien asistirá al sujeto en el


otorgamiento de aquellos actos que el juez o la ley no le permitan realizar por sí solo. Es
el sujeto capaz con restricciones quien actúa, pero con asistencia. No lo reemplaza, sino
que completa la voluntad del manifestante.
La asistencia es un sistema de protección menos invasivo y se suele presentar en los
menores emancipados o en los inhabilitados. También para el especial caso de los
progenitores adolescentes, quienes en este nuevo cuerpo normativo, ejercen la
responsabilidad parental respecto de sus hijos; pero si se trata de decisiones
trascendentales para éstos, deben tener el asentimiento también de sus propios
progenitores (art. 644 CCyC). También, para personas con capacidad restringida por
sentencia en la medida que el juez lo disponga (art. 102 CCyC).

APOYOS: es el acompañamiento que reciben las personas con capacidad restringida por
afecciones psíquicas. Hasta no hace tanto, estas personas se declaraban incapaces y se
les designaba un curador que lo representaba y REEMPLAZABA, si era de menor
gravedad se lo “inhabilitaba”, conservaba su capacidad pero con curador para los actos
que el juez establecía. El código actual, basado en la CIDPD utiliza el sistema de apoyos
en sus arts. 43 y 102, que reconoce a las personas con discapacidad la importancia de su

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Paula Torres
CÁT. C: Facco

autonomía e independencia. La diferencia con el curador, es que la actuación de este


último, se focalizaba en la realización de actos jurídicos subrogando o a lo sumo
coparticipando la decisión de la persona, mientras que el apoyo, tiende a actuar en
instancia previa, guiando que la persona desarrolle su propio proceso de toma de
decisiones, informándola y ayudándola a comprender. Tiende a favorecer “todos los actos
de la vida”.
Existen apoyos representantes, apoyos asistentes y apoyos tendientes a promover la
autonomía y facilitar la comunicación y manifestación de la voluntad.

Ministerio Público: su representación es doble, tanto complementando al representante


legal, o como actor principal en ciertas situaciones. Como órgano constitucional (art. 120
CN) se ocupa de la defensa de los niñ@s y adolescentes, de los declarados incapaces y
de los inhabilitados hasta la sentencia.
Ley Orgánica de MP: es un órgano independiente con autonomía funcional y autarquía
financiera que tiene por función promover la actuación de la justicia en defensa de la
legalidad, de los intereses generales de la sociedad.
Art. 103 CCyC: “La actuación del Ministerio Público...puede ser, en el ámbito judicial,
complementaria o principal.
a) Es complementaria en todos los procesos en los que se encuentran involucrados
intereses de personas menores de edad, incapaces y con capacidad restringida; la falta
de intervención causa la nulidad relativa del acto.
b) Es principal:
i) cuando los derechos de los representados están comprometidos, y existe inacción
de los representantes;
ii) cuando el objeto del proceso es exigir el cumplimiento de los deberes a cargo de los
representantes;
iii) cuando carecen de representante legal y es necesario proveer la representación.
En el ámbito extrajudicial, actúa ante la ausencia, carencia o inacción de los
representantes legales, cuando están comprometidos los derechos sociales, económicos
y culturales.”

Art. 109 CCyC: Tutores Especiales:


a) cuando existe conflicto de intereses entre los representados y sus representantes; si el
representado es un adolescente puede actuar por sí, con asistencia letrada, en cuyo caso
el juez puede decidir que no es necesaria la designación del tutor especial;
b) cuando los padres no tienen la administración de los bienes de los hijos menores de
edad;
c) cuando existe oposición de intereses entre diversas personas incapaces que tienen un
mismo representante legal, sea padre, madre, tutor o curador; si las personas incapaces
son adolescentes, rige lo dispuesto en el inciso a);
d) cuando la persona sujeta a tutela hubiera adquirido bienes con la condición de ser
administrados por persona determinada o con la condición de no ser administrados por su
tutor;

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Paula Torres
CÁT. C: Facco

e) cuando existe necesidad de ejercer actos de administración sobre bienes de extraña


jurisdicción al juez de la tutela y no pueden ser convenientemente administrados por el
tutor;
f) cuando se requieren conocimientos específicos o particulares para un adecuado
ejercicio de la administración por las características propias del bien a administrar;
g) cuando existen razones de urgencia, hasta tanto se tramite la designación del tutor que
corresponda.

Menores: niños y adolescentes:


Niños: hasta 13 años // Adolescentes: de 13 a 18 años // Adulto Joven: hasta los 21 recibe
mantención, hasta los 25 si estudia.

Convención de los Derechos del Niño: aprobada el 20/11/1989, incorporada a nuestro


ordenamiento en 1990 mediante la ley 23.849. Incluye todas las escalas de derechos
humanos (civiles, políticos, económicos, sociales y culturales). Con la reforma del ´94,
adquiere jerarquía y reemplaza a los derechos de los progenitores sobre la persona del
hijo reconociéndole aptitudes.
Disposiciones más importantes: art. 3: consagra el derecho al bienestar e indica que en
todas las decisiones referidas al niño, se deben tener en cuenta sus intereses que el
Estado debe proteger y garantizar tomando las medidas adecuadas si sus progenitores no
lo hacen.
Art. 12: indica que apenas tenga edad suficiente para asumir una opinión propia, todo
niño tiene derecho a expresarla en relación a todas las decisiones que le conciernen. Los
adultos deben considerarla y el Estado garantizarla.
Art. 18: ordena que ambos progenitores tengan responsabilidades y obligaciones
comunes y deban criar al niño y garantizarle un desarrollo adecuado y el Estado debe
ayudarlos mediante instituciones y servicios a fin de cuidar su bienestar.

LEER LEY 26.061 DE PROTECCIÓN INTEGRAL A NIN@S Y ADOLESCENTES

Principio de autonomía progresiva: consiste en el derecho del adolescente de ejercer


ciertas facultades de autodeterminación, en la medida que adquiere la competencia
necesaria para comprender las situaciones que puedan afectarle.
art. 26 CCyC: “La persona menor de edad ejerce sus derechos a través de sus representantes
legales.
No obstante, la que cuenta con edad y grado de madurez suficiente puede ejercer por sí los actos
que le son permitidos por el ordenamiento jurídico. En situaciones de conflicto de intereses con sus
representantes legales, puede intervenir con asistencia letrada.
La persona menor de edad tiene derecho a ser oída en todo proceso judicial que le concierne así
como a participar en las decisiones sobre su persona...”
Este fragmento del art. encuentra excepciones a la capacidad de los menores:
- Ser oído siempre que le concierna, basal en la responsabilidad parental
- Autoriza su adquisición sobre una cosa a partir de los 10 años
- Puede ser otorgado a una persona incapaz si ya tiene cierto grado de madurez
- Los contratos de escasa cuantía, se presumen autorizados por sus progenitores.

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CÁT. C: Facco

“…Se presume que el adolescente entre trece y dieciséis años tiene aptitud para decidir por sí
respecto de aquellos tratamientos que no resultan invasivos, ni comprometen su estado de salud o
provocan un riesgo grave en su vida o integridad física. Caso contrario, el adolescente debe
prestar su consentimiento con la asistencia de sus progenitores; el conflicto entre ambos se
resuelve teniendo en cuenta su interés superior, sobre la base de la opinión médica respecto a las
consecuencias de la realización o no del acto médico.
A partir de los dieciséis años el adolescente es considerado como un adulto para las decisiones
atinentes al cuidado de su propio cuerpo”.

Adolescente: entre 13 y 16 años: puede tomar decisiones atenientes a su cuerpo sobre


tratamientos no invasivos ni riesgosos. En caso de invasivos, debe contar con
consentimiento de sus padres. En caso de conflicto entre éstos, requerirá intervención
jurídica bajo opinión médica teniendo como principio superior el interés del menor.
Entre 16 y 18: adquiere competencia sobre todas las decisiones atenientes a su cuerpo.

Emancipación: institución jurídica que da capacidad civil adelantada a jóvenes aunque no


plena como mayores, sino con restricciones siendo su única causal el matrimonio.
Art. 27/404 hacen una distinción:
➢ Menores de 16: requieren autorización judicial para contraer nupcias
➢ Entre 16 y 18: requiere solo autorización de los representantes legales (en caso de
denegación, sí autorización judicial).

Los efectos jurídicos irrevocables, se producen de modo pleno desde la celebración del
matrimonio, para uno o ambos contrayentes menores de edad, y acarrea efectos (extra)
patrimoniales.
Efectos extrapatrimoniales: el derecho de familia cesa la responsabilidad parental o tutela,
así como la actuación del Ministerio pupilar y la administración de los bienes de sus
padres. El conyugue emancipado tiene todos los derechos y obligaciones de tal al igual
que en el caso de adolescentes ejerciendo la responsabilidad parental con sus
limitaciones, ésta pasará a ser plena.
Efectos patrimoniales: la capacidad no es plena, sino que está sujeta a restricciones
encuadradas en los arts. 28 y 29 CCyC.
Actos prohibidos: los menores emancipados NO pueden ni con autorización judicial:
1- Aprobar privadamente cuentas documentadas de los tutores ni finiquitarlas.
2- No puede hacer donaciones de cualquier bien que hubiere recibido a título
gratuito. Los bienes adquiridos sí pueden ser donados.
3- Por una razón de protección no puede formar parte de sociedades que impongan
a los socios responsabilidad ilimitada y solidaria por las deudas ni constituir
derechos reales de garantía sobre obligaciones ajenas.
Actos sujetos a autorización judicial: disponer de bienes recibidos a título gratuito. Esta
autorización debe ser otorgada cuando el acto sea de toda necesidad.

Supuesto de nulidad del matrimonio: art. 27 CCyC: “…La nulidad del matrimonio no deja sin
efecto la emancipación, excepto respecto del cónyuge de mala fe para quien cesa a partir del día
en que la sentencia pasa en autoridad de cosa juzgada...”

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Paula Torres
CÁT. C: Facco

(Rompe con la lógica porque si la única causa de emancipación es el matrimonio y éste


ya no existe, debería quedar sin efecto la misma).
Si ambos conyugues fueron de mala fe no produce efecto alguno.

Persona menor con título profesional habilitante: art. 30 CCyC: “La persona menor de edad
que ha obtenido título habilitante para el ejercicio de una profesión puede ejercerla por cuenta
propia sin necesidad de previa autorización. Tiene la administración y disposición de los bienes
que adquiere con el producto de su profesión y puede estar en juicio civil o penal por cuestiones
vinculadas a ella”.
No requiere edad mínima para estos casos. Deberá consignarse en sus contrataciones,
de cada adquisición realizada, cuál fue el origen de los fondos con que ésta se realiza
para poder determinar cuáles son los bienes sobre los que tendrá libre administración y
disposición en un futuro.

Unidad vi: capacidad (continuación)

Personas afectadas en su salud mental


Existen discapacidades tanto físicas como mentales. Entre las últimas podemos
encontrar: las enfermedades o trastornos mentales como lo son la esquizofrenia y la
bipolaridad; las afecciones o trastornos menores, es decir, problemas psicosociales. Por
ejemplo, la ansiedad, y las discapacidades intelectuales como el síndrome de Down y la
malnutrición durante la primera infancia.
Ante la existencia de éstas, es necesario brindarle desde el Estado los apoyos necesarios
para facilitar la toma de decisiones y el ejercicio de los derechos.

Antecedentes legislativos: el código civil, a los fines de “suplir” la falta de capacidad de


aquellas personas que se encontraban con una afección en su salud mental, refirió a las
personas que padecían alguna afección subjetiva como patologías mentales como
“dementes”. Así, Vélez se inclinó por el criterio médico, estableciendo que serían
dementes las personas que padecieran manías, demencia o imbecilidad, que serían
incapaces de hecho absolutos, lo que acarreaba la posibilidad de ser titular de derechos
pero la necesidad de designarles un curador para ejercerlos. (Sistema rígido).
Con la ley 17.711 se realiza una pequeña evolución: “se declaran incapaces por demencia las
personas que por causa de enfermedades mentales no tengan aptitud para dirigir su persona o
administrar sus bienes”.
Ésta, incorpora la figura del “inhabilitado” con el propósito de no limitar de manera
absoluta a una persona de no ser necesario. Así, el inhabilitado era una persona capaz,
con las limitaciones que imponía el código civil (esto hizo recaer en la antigua norma, o
sea, no generó ningún cambió).
Muchas críticas y pequeñas evoluciones sufrió este sistema hasta en el 2010, receptando
los parámetros del D. Internacional, se dictó la Ley de Salud Mental 26.657, que se
propuso regular la situación de un grupo de personas vulnerables y tutelar a todos que
veían afectada su salud mental a la cual el sistema debía dar una respuesta para el
reconocimiento de su dignidad personal.

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Paula Torres
CÁT. C: Facco

Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad: Ley 23.378:
Reconoció derechos ya existentes en Argentina, pero además otros tantos. En su art. 1
esboza sus propósitos y dice “es promover, proteger y asegurar el goce pleno y en condiciones
de igualdad de todos los DDHH y libertades fundamentales por todas las personas con
discapacidad, y promover el respeto de su dignidad inherente…”
En su art. 3 detalla sus principios generales, entre los cuales se halla el respeto de la
dignidad, la autonomía individual, la no discriminación, respetar su condición como para
de la diversidad humana, igualdad de oportunidades, accesibilidad, etc.
En cuanto al ejercicio del derecho, en su art. 12, da pautas dignificantes y modernas,
hablando del reconocimiento como persona ante la ley, imponiendo a los Estados Partes
reconocer la capacidad jurídica de éstas personas y proporcionar salvaguardas
adecuadas para evitar abusos. Estas salvaguardas pasarán a regir en lugar de los
antiguos institutos de capacidad de cada país.

La presunción de Capacidad: dice la Ley que bajo ningún caso se puede presumir riesgo
de incapacidad o daño, sino que solo puede deducirse a partir de una evaluación
interdisciplinaria. Se invierte la regla ya que mientras Vélez partía de la incapacidad, la ley
lo hace desde la capacidad, con restricciones.
Existen reglas orientadoras que rigen la restricción a la capacidad, fijadas en el art. 31
CCyC, y son:
a) La capacidad de la persona se presume así se encuentre internada en un
establecimiento asistencial.
b) Las limitaciones a la capacidad son siempre de carácter excepcional y se imponen
siempre en beneficio de la persona
c) La intervención estatal debe ser siempre interdisciplinaria
d) La persona tiene derecho a recibir información a través de medios adecuados para
su comprensión.
e) Tiene derecho a participar en el proceso judicial con asistencia letrada y en caso
de carecer de medios, se la asignará el Estado.
f) Deben priorizarse las alternativas terapéuticas menos restrictivas.

El equipo interdisciplinario: la ley entiende a la salud mental como un proceso


multifacético, necesitando para ello de la intervención de profesionales de diferentes
disciplinas.
¿Para qué sirven? Art. 5: se busca con su intervención, que sea evaluado el sujeteo y se
determine la existencia o no de padecimientos en su salud mental y cuál será el abordaje
terapéutico a realizar.
¿Qué son? Art. 8: es un equipo interdisciplinario conformado por profesionales, técnicos y
otros trabajadores autorizados, tales como psicólogos, psiquiatras, trabajadores sociales,
enfermeros, terapeutas ocupacionales, etc.
Las conclusiones de cada uno de los miembros de estos equipos interdisciplinarios, se
complementa, se fusionan en una sola. Para ello, se requiere un alto nivel de diálogo,
discusión y apertura entre los profesionales que permita que dicha parte del trabajo se
integre. Juegan un rol importantísimo en la declaración de restricción de la capacidad.

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Paula Torres
CÁT. C: Facco

Si bien la ley introduce este concepto, la provincia de Santa Fe en 1991 ya había


incorporado esta figura.

Restricción a la capacidad de ejercicio: el modelo social tiende a lograr el facilitamiento de


la toma de decisiones por parte de aquellos sujetos que tengan algún tipo de
discapacidad intelectual o física. La manera de lograrlo es colaborando desde el Estado a
remover obstáculos a través del apoyo de una o varias personas, familiares, amigos e
incluso instituciones, como así poder utilizar las tecnologías necesarias.
La figura de la capacidad restringida, introducida por el CCyC, puede ser concebida como
una medida que garantice el facilitamiento en la toma de decisiones (antes, el D.
argentino solo la conocía para menores emancipados). Ésta, incluye dos importantes
innovaciones: el reconocimiento de la “capacidad restringida” como una categoría jurídica
genérica, que puede incluir la inhabilitación, pero no se limita a ella. La segunda, radica en
los efectos jurídicos de la declaración que evita, en la mayoría de los casos, los efectos
gravosos y desproporcionados de la incapacidad.
Requisitos: a) que la persona sea mayor de 13 años.
b) Padecer una adicción o alteración mental permanente o prolongada,
suficientemente grave.
c) Que del ejercicio de la plena capacidad pueda resultar un daño a su persona o sus
bienes.

Personas incapaces por sentencia judicial: últ. Párrafo art. 32 CCyC


Refiere a aquellos grupos de personas que por las patologías que los afectan, se
encuentran absolutamente imposibilitadas de interaccionar con su entorno y expresar su
voluntad por cualquier modo, y el sistema de apoyos le es ineficaz.
En estos casos, el juez lo declara incapaz asignándole un curador y la sentencia será la
último ratio, es decir, cuando todo lo demás resulte ineficaz y le sea imposible manifestar
su voluntad y, por ende, ejercer sus derechos.
El curador, tendrá las funciones de representación de la persona declarada incapaz en
aquellos actos que el juez establezca en la sentencia.

Legitimación Activa: art. 33 CCyC:


a) El propio interesado
b) El conyugue no separado de hecho y el conviviente mientras la convivencia no
haya cesado
c) Los parientes dentro del cuarto grado; si fueran por afinidad, dentro del segundo
grado
d) El Ministerio Público: permite a quienes no se encuentran legitimados por la ley,
acudir al MP a plantear la situación y que sea el funcionario actuante quien evalúe
el caso, a fin de determinar la pertinencia o no del inicio del proceso judicial.

Intervención del interesado: En el derogado Código Civil, se pensaba que el interesado en


cuyo beneficio se tramitaba el proceso judicial no podía ser parte del mismo, atento a que
lo consideraban como el objeto del proceso. Se le designaba un curador at-litem.

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Paula Torres
CÁT. C: Facco

Hoy, se reconoce el carácter de parte procesal del interesado como un derecho que debe
ser garantizado por el Estado. Además, se le permite aportar todas las pruebas para
acreditar los hechos invocados. Si la persona en cuyo interés se lleva adelante el proceso
ha comparecido sin abogado, se le debe nombrar uno para que la represente preste
asistencia letrada en el juicio.

(Art. 34 y 35 CCyC – tener en cuenta)

Intervención del equipo disciplinario: deberá dictaminar sobre la procedencia o no de sus


alcances, de la restricción a la capacidad o declaración deincapacidad.
El art. 37 reza que para dictaminarse la sentencia, es imprescindible el dictamen de un
equipo interdisciplinario. Éste, está regulado por la ley especial, Ley Nacional de Salud
Mental.

Sentencia judicial:

Contenido: se debe pronunciar sobre diferentes aspectos:


2) Diagnóstico y pronóstico: determinar cuál es la patología subjetiva o física, cómo
impactará esta en el futuro de la persona y específicamente sobre su capacidad.
Permite pensar cuál es el tratamiento a seguir.
3) Época en que la situación se manifestó: habla de la situación y no de la
enfermedad. La importancia de fijar en la sentencia cuál es la época, está
directamente vinculada con la temática de la posible validez o no de los negocios
jurídicos celebrados por la persona con anterioridad. (art. 45)
4) Recursos personales, familiares y sociales: implica que el magistrado se involucre
al caso concreto. Recursos Personales refiere a las destrezas o los conocimientos
con que cuenta el sujeto para vincularse con otros; los Recursos Familiares, para
saber quiénes están dispuestos a contribuir y acompañar en el proceso a fin de
designar apoyos, curadores y demás. Por último, habla de Recursos Sociales, en
cuanto a su entorno, en su capacidad de interactuar con otros. El desarrollo
cognitivo se desarrolla con la interacción.
5) Régimen para la protección, asistencia y promoción de la mayor autonomía posible:
se refiere a si el sujeto requiere o no internación, tratamiento ambulatorio, concurrir
a centros de día, etc. Y a la destinación de apoyos o curadores.

Alcance de la sentencia: todos aquellos actos que no estén restringidos, están permitidos.
Con la sola finalidad de organizar dichos actos, las limitaciones del juez, podrán versar
sobre: actos de último voluntad o entre vivos, si las restricciones afectarán los actos
patrimoniales (de disposición, administración o conservación). Luego, deberán analizarse
los actos jurídicos extrapatrimoniales y sobre la posibilidad de trabajar, y si en caso de
hacerlo, si necesitará un tratamiento terapéutico, sus condiciones, etc.

Registración de la sentencia: debe ser inscripta en el Registro de Estado Civil y


Capacidad de las Personas y se debe dejar constancia al margen del acta de nacimiento.

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Paula Torres
CÁT. C: Facco

Conforme esta norma, que es el art. 39 CCyC, la sentencia producirá efectos, es decir,
será oponible frente a terceros. Desaparecidas las causales de restricción, se debe
proceder a la inmediata cancelación registral.
El fundamento de la registración es otorgar publicidad a la misma y resguardar los
derechos del propio sujeto como de los terceros que contraten con él.
La anotación marginal prevista, al hacerse en el acta de nacimiento, implica que dicha
publicidad sólo se garantizará en el ámbito jurisdiccional del Registro Civil donde se
encuentra inscripto el nacimiento.

Revisión de la Sentencia: el código velezano no la preveía, ni les imponía plazo alguno.


La consecuencia era grave, ya que quedaba perpetua y los sujetos eran incapaces de
hecho absolutos para siempre.
La Ley de Salud Mental y el cambio de paradigma que acarrea la misma, incorporó al
CCyC en su art. 152, la fijación del plazo máximo a las sentencias, 3 años.
¿Qué sucede una vez cumplido el plazo? La doctrina mayoritaria se enroló en que al
cumplirse el plazo, la sentencia amerita revisión tanto de ella en sí como de las
situaciones que le dieron lugar, a fin de levantar, mantener o incluso agravar las
restricciones a la capacidad. (Esta revisión puede tener lugar en cualquier momento a
instancias del interesado).
Se le impone al MP el deber de fiscalizar el cumplimiento efectivo de la revisión judicial.

Internación voluntaria e involuntaria:

Actos realizados por personas incapaces o con capacidad restringida: el principio general
es que respecto a todo acto que no se encuentre expresamente restringido en la
sentencia, la persona goza de plena capacidad de ejercicio para su realización. El sujeeto
los puede celebrar libremente.
La situación difiere, cuando se trata de actos restringidos en la sentencia, siendo sus
condiciones de validez violadas. El CCyC lo regula en su art. 3, párr. 3°, capítulo 10, y
toma como momento para considerar la validez o no validez del acto, el de la registración
de la sentencia.
Actos posteriores a la inscripción de la sentencia: art. 44 CCyC: prevé que los actos que
contraríen lo dispuesto en la sentencia, celebrados después de su registración, son nulos.
La sanción no se encuentra sujeta a verificar la enfermedad o adicción al momento de la
celebración del acto. Lo que define la ineficacia del mismo es la fecha en que se llevó a
cabo.
Actos anteriores a la inscripción de la sentencia: (desde el dictado de la sentencia hasta
su registración).
La norma predica que dichos actos pueden ser declarados nulos si perjudican a la
persona y se cumple alguno de los siguientes: Art. 45 CCyC:
a) la enfermedad mental era ostensible a la época de la celebración del acto;→ el co-contratante
no pudo desconocerlo.
b) quien contrató con él era de mala fe; → porque conocía el estado de salud mental

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CÁT. C: Facco

c) el acto es a título gratuito. → Atento a que la persona co-contratante no experimentó


sacrificio alguno ni pérdida de su patrimonio, tan sólo se vio beneficiada.
Personas fallecidas: art. 46 CCyC prevé la impugnación de actos entre vivos, habiendo la
persona incapaz fallecido. Plantea como principio general la validez de los actos
otorgados antes de la registración, cuando la persona ha fallecido, y no fueron
impugnados en vida de esta, salvo que concurra alguna de las excepciones establecidas.
Se refiere a actos entre vivos, quedando los actos de última voluntad regulados por lo
concerniente a la nulidad de los testamentos por haber sido otorgado por persona
judicialmente declarada incapaz. Esta norma regula el supuesto de personas a las que se
les dictó sentencia pero que no fue registrada, no a los que nunca se les dictó.
Surgen algunas contradicciones. Las excepciones son:
a) Que la enfermedad mental resulte del acto mismo.
b) Que la muerte haya acontecido después de promovida la acción para declaración
de incapacidad o capacidad restringida: en este caso los herederos deberán
probar la condición de salud mental, la falta de discernimiento al momento del
acto.
c) Que el acto sea a título gratuito.
d) Que se pruebe que quien contrató, lo hizo de mala fe.

Cese de incapacidad o restricción a la capacidad: el cese debe ser decretado por el juez
que la declaró y previo examen de un equipo interdisciplinario que deberá dictaminar el
restablecimiento de la persona. “Restablecimiento” implica “cese de las circunstancias”.
Para el supuesto que la persona no se encuentre restablecida totalmente, el juez podrá
ampliar la nómina de actos que la persona puede realizar por sí o con la asistencia de su
curador o apoyo. (Art. 47 CCyC).

Inhabilitados:
El CCyC sólo prevé la figura del inhabilitado para el supuesto de prodigalidad (48,49 y
50). La figura del pródigo tiene fundamento en la protección del patrimonio de la familia.
La prodigalidad consistiría en que una persona dilapide, malgaste una parte importante
de su patrimonio, de manera constante, y no tan sólo una vez aislada. O sea, que de
manera continua, gasta su riqueza sin fundamento. Por ejemplo, que para realizar un viaje
hipoteque su casa.
El art. 48 establece las condiciones para que se pueda proceder a inhabilitación por
prodigalidad:
➢ Quienes por la prodigalidad en la gestión de sus bienes, expongan a su conyugue,
conviviente o hijos menores de edad o con discapacidad a la pérdida de
patrimonio.
➢ Que el pródigo tenga conyugue, conviviente o hijos menores o discapacitados, que
implica desventajas para su integración familiar, social, educacional o laboral.
➢ Que la acción sea iniciada por alguno de los nombrados. Se le otorga legitimación
a quienes son los beneficiarios de la inhabilitación pero también a los ascendientes
y descendientes.

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CÁT. C: Facco

Efectos/consecuencias de la inhabilitación: art. 49: es la restricción o limitación de la


capacidad, de los actos de disposición entre vivos, los cuales para poder realizarlos
necesitarán la asistencia de un apoyo, garantizando que dicho acto no es perjudicial para
el patrimonio familiar.

Cese de la inhabilitación: art. 50: se requiere previo examen interdisciplinario y puede no


ser total, sino una ampliación del rango de capacidad.

Penados: art. 12 del Código Penal: “la reclusión por más de 3 años, conlleva como inherente la
inhabilitación absoluta, por el tiempo de la condena… Importan además la privación, mientras dure
la pena, de la patria potestad, de la administración de los bie nes y del derecho de disponer de
ellos. El penado quedará sujeto a curatela”.
Fuera de estos 3 supuestos, queda plenamente capaz de ejercicio de obrar. Puede
contraer matrimonio, reconocer hijos, testar, etc.

Unidad vii: otros atributos: estado – nombre – dom.

ESTADO:

Concepto clásico y moderno: en Roma, el “status” aludía a los elementos constitutivos de


la personalidad. Era la reunión en un mismo sujeto de 3 estados: el status libertatis (libre),
status civitatis (ciudadano romano) y status familiae (jefe de familia).
Para Llambías, hoy, estas características han perdido toda significación, porque los 2
primeros violarían normas constitucionales y el último, tiene un sentido distinto.
Para otra parte de la doctrina, es estado en general es la posición una persona ocupa
dentro de la sociedad en relación a:
a) Sí mismo: hombre, mujer, menor o mayor, etc.
b) La sociedad en la que vive: nacional o extranjero.
c) Su familia: soltero, casado, viudo, divorciado, progenitor, hijo, etc.
El concepto actual es circunscribir el estudio del estado en relación a la familia.

Posesión de estado: por un lado está la posesión, y por otra el título. Hay posesión de
estado cuando alguien goza de algún estado de familia independientemente del título
sobre el mismo. Es vivir en la realidad de los hechos, como padre e hijo o conyugue.
Para la doctrina tradicional, había posesión si se reunían los 3 elementos:
Nomen: que la persona lleve el apellido de aquel con respecto al cual se comporta como
hijo.
Tractatus: que la persona reciba el trato de hijo.
Fama: que el sujeto reciba tal trato públicamente, que el resto conozca las circunstancias.

Hoy el único relevante, es el trato. Debe acreditarse que padre e hijo se trataban como tal
aunque no llevara el apellido paterno y aunque no hubiera trascendido públicamente esa
filiación.

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CÁT. C: Facco

Título de Estado: es el medio para probar un estado de familia y puede ser analizado en
sentido formal y material. Ambas dimensiones conforman en título, están unidas.
Título en sentido formal, es la constancia en un documento auténtico. Son los
instrumentos públicos de los cuales surge el estado de familia. Ej: matrimonio: la partida o
la libreta de familia. Filiación: la partida de nacimiento.
Título en sentido material, es el emplazamiento en un determinado estado de familia, que
surge de hechos (nacimiento) o actos jurídicos (matrimonio).

Diversos casos en que puede presentarse la relación título-posesión:


a) Que exista posesión con título: una familia junta con reconocimiento de todo.
b) Que exista título pero sin posesión: progenitores separados donde ambos
reconocen su relación de filiación pero alguno no la ejerce.
c) Que exista posesión sin título: que el/la actual conyugue de un progenitor
reconozca a su hijo como propio en el trato, aunque no figure en documentos.
La posesión aparece como un requisito previo para la reclamación del título en dos
situaciones: acción de reclamación de filiación y reclamación de estado de esposos.

Relevancia de la posesión de estado a los efectos civiles:

En la acción de reclamación de filiación: aquí la acción tiene por objeto que reconozca
un estado preexistente. Está regulado por el art. 584 del CCyC: “La posesión de estado
debidamente acreditada en juicio tiene el mismo valor que el reconocimiento, siempre que no sea
desvirtuada por prueba en contrario sobre el nexo genético”.
Art. 585 CCyC: “La convivencia de la madre durante la época de la concepción hace presumir el
vínculo filial a favor de su conviviente, excepto oposición fundada”.
Se debe distinguir:
a) Prueba de la posesión de estado: se debe acreditar que el padre le ha otorgado el
trato de hijo. Los hechos reveladores del estado aparente de familia, pueden
consistir, entre otros, en: acostumbrar a presentar o nombrar al reclamante como
su hijo, interesarse permanentemente por su salud, asistencia y formación, vigilar
estudios, asumir públicamente las responsabilidades que pesan sobre los padres.
b) Efectos de la posesión de estado: (si hay lazo sanguíneo). La ley le asigna a esa
posesión de estado, el valor que tiene el reconocimiento, en el juicio. No deja de
ser un modo de reconocer al hijo. La valoración de si hay o no posesión de estado
está a cargo del juez porque se trata de verificar situaciones fácticas. Ahora, una
vez verificada la realidad, la ley le otorga un valor de peso, igual que el
reconocimiento que produce el emplazamiento filial por sentencia judicial.
c) Causal obstativa: la sentencia de posesión de estado no produce los efectos
jurídicos antes invocados, atento a que la norma legal permite desvirtuar el valor
recognoscitivo que le asigna, mediante prueba en contrario sobre el nexo genético.
Probada la inexistencia del vínculo de sangre, la acción se rechaza porque podrían
verse vulnerados, entre otros, el derecho a la identidad, o violentarse normas de
orden público como las del régimen de adopción.

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CÁT. C: Facco

El reclamante no necesita acompañar con la demanda una prueba sobre nexo


biológico pero no puede negarse a realizársela si alguien la solicitare, porque sería
presunción en su contra.

En la reclamación de estado de esposo: art. 423 CCyC: “El matrimonio se prueba con el
acta de su celebración, su testimonio, copia o certificado, o con la libreta de familia expedidos por
el Registro de Estado Civil y Capacidad de las Personas.
Cuando existe imposibilidad de presentarlos, la celebración del matrimonio puede probarse por
otros medios, justificando esta imposibilidad…”
El principio general en la materia está en el párr. 3°: “…La posesión de estado, por sí sola, no
es prueba suficiente para establecer el estado de casados o para reclamar los efectos civiles del
matrimonio…” Por lo tanto, las uniones convivenciales, no causan estado.
Sin embargo, comienza a cobrar relevancia la posesión de estado si existiendo acta de
celebración esta tuviese un vicio tal, que pudiera considerarse como inexistente el estado
de casados. Así, sigue el art: “…Si existe acta de matrimonio y posesión de estado, la
inobservancia de las formalidades prescriptas en el acto de celebración no puede ser alegada
contra la existencia del matrimonio”.
Los casos de vicios que pudieran afectar la existencia del matrimonio son realmente
importantes, ello ocurriría si existiendo el acta no hubiera sido firmada por alguno de los
contrayentes o por ninguno, ya que podría ponerse en duda la asistencia de la persona al
acto; o si faltare la firma del oficial público.
Solo frente a estos conflictos, la posesión de estado adquiere relevancia en materia de
matrimonio.

En las uniones convivenciales: arts. 509-512 CCyC.

Continuación de la locación: art. 1190 CCyC: “Si la cosa locada es inmueble, o parte
material de un inmueble, destinado a habitación, en caso de abandono o fallecimiento del locatario,
la locación puede ser continuada en las mismas condiciones pactadas, y hasta el vencimiento del
plazo contractual, por quien lo habite y acredite haber recibido del locatario ostensible trato familiar
durante el año previo al abandono o fallecimiento.
El derecho del continuador en la locación prevalece sobre el del heredero del locatario.”

NOMBRE:
El nombre es uno de los atributos esenciales de las personas y por el cual se permite
identificar a la misma en relación a las demás. Está íntimamente vinculado con el derecho
a la identidad del sujeto. Nos distingue de los demás. Está compuesto por un prenombre
y un apellido, técnicamente el nombre es la unión de ambos.

Naturaleza jurídica: se vincula a aspectos íntimos del ser humano pero también participa
el interés del Estado que necesita identificarnos. Ambos aspectos son relevantes y su
naturaleza responde a ambos:
a) Derecho de propiedad: se ejerce sobre cosas y el nombre no lo es; como tampoco
goza de los caracteres de la propiedad, como son, la exclusividad, la
disponibilidad, la prescriptibilidad y la apreciación económica, típicamente de las
cosas.
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CÁT. C: Facco

b) Tesis del derecho de la personalidad: un sector de la doctrina sostiene que el


nombre es un derecho de la personalidad, porque forma parte de ella. Pero este
solo aspecto no nos permite calificarlo en forma completa porque el interés que
tiene el Estado en identificarnos también cuenta al momento de suscribir una
tesitura en relación a la naturaleza jurídica.
c) Institución de policía civil: criterio antiguo contrapuesto a la propiedad. Vincula al
nombre con el orden público como un simple medio de clasificación porque
considera que solo es un elemento de identificación por parte del Estado.
d) Tesis del derecho-deber: el nombre tiene una naturaleza jurídica compleja. Rivera
dice que es un atributo de la personalidad (individualizador), otros, lo consideran
derecho subjetivo (porque está protegido por ley) y además, el interés del Estado
por identificarnos, así cumple también la función de policía. Borda, dice que es un
derecho de la personalidad y una institución de policía civil. Tobías, lo cree un
derecho subjetivo extrapatrimonial con función de interés social, pero rechaza su
noción de atributo porque hay naciturus que lo tienen.
El CCyC en su art. 62 lo considera derecho – deber.

Caracteres del nombre: necesario.


Único e indivisible, porque nadie puede tener más de uno.
Inmutable (relativamente), porque en principio lo es pero puede ser cambiado si las
circunstancias lo ameritan.
Tiene valor extrapatrimonial en sí mismo, porque no tiene valor económico pero de su
titularidad derivan derechos patrimoniales.
Inalienable, no es transmisible ni renunciable.
Imprescriptible, los atributos no se ganan ni se pierden pero el transcurso del tiempo.

Reglas concernientes al prenombre:


Reglas para su adquisión: art. 63 CCyC: “a) corresponde a los padres o a las personas a
quienes ellos den su autorización para tal fin; a falta o impedimento de uno de los padres,
corresponde la elección o dar la autorización al otro; en defecto de todos, debe hacerse por los
guardadores, el Ministerio Público o el funcionario del Registro del Estado Civil y Capacidad de las
Personas…”
Surge como consecuencia de la responsabilidad parental. Si fuese uno a inscribirlo, se
presume que cuenta con la conformidad del otro. Si falta uno, la norma con lógica le
reconoce el derecho de elección al presente. Si hay un desacuerdo, se resuelve
judicialmente.
Reglas y limitaciones: la vieja normativa tenía mayores restricciones (no nombres con
ideología política, no extranjeros), producto de un gobierno de facto. La norma actual
elimina toda restricción hacia los nombres extranjeros y las limitaciones actuales son
escasas: b) no pueden inscribirse más de tres prenombres, apellidos como prenombres, primeros
prenombres idénticos a primeros prenombres de hermanos vivos; tampoco pueden inscribirse
prenombres extravagantes;
Nombres indígenas: El reclamo surgió de un jefe tribal del noroeste, que deseaba
nombrar a su hijo Curiwamancha, topándose con la negativa del oficial, pero el jefe tribal

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CÁT. C: Facco

obtuvo apoyo de la ciudadanía. La ley 23.252 dictada en el gobierno de Alfonsín,


establecía la posibilidad de inscribirlos. Nuestro código en su nueva normativa dice:
c) pueden inscribirse nombres aborígenes o derivados de voces aborígenes autóctonas y
latinoamericanas.
Cambio de prenombre e identidad de género: no puede ser cambiado al arbitrio de su
titular, sino que los cambios deben ser excepcionales y requieren como dice el CCyC en
su art. 69 un “justo motivo”, como claramente lo es la identidad de género. Los principios
de igualdad, libertad y no discriminación requieren de reconocimiento legal. Así, en 2012
se sancionó la Ley de Derecho a la Identidad de Género, la cual define lo que se entiende
por género, explica un simple procedimiento para que se puedan adecuar su sexo y
pronombre a su género, sin necesidad de haberse realizado operaciones sobre
reasignación sexual, ni tratamiento hormonal alguno. Tampoco requiere intervención
judicial exigiendo solo una simple petición ante el Registro Civil.

Reglas para la adquisición del apellido: el apellido es el nombre familiar, por existir
distintos tipos de familias. El CCyC establece que los progenitores determinen el apellido
y no la ley.
a) Hijos matrimoniales: art. 64 CCyC: El hijo matrimonial lleva el primer apellido de alguno
de los cónyuges; en caso de no haber acuerdo, se determina por sorteo realizado en el
Registro del Estado Civil y Capacidad de las Personas. Rompe con la tradición del
apellido paterno gracias a la Convención sobre la eliminación de todas formas de
discriminación contra la mujer, que establece que se asegurarán entre ambos
sexos, las mismas condiciones, mismos derechos y responsabilidades. De no
haber acuerdo, se va a sorteo en el Registro Civil.
A pedido de los padres, o del interesado con edad y madurez suficiente, se puede agregar
el apellido del otro. (Basado en la autonomía progresiva).
Todos los hijos de un mismo matrimonio deben llevar el apellido y la integración compuesta
que se haya decidido para el primero de los hijos. (Limitación impuesta a los
progenitores en virtud de la ley 26.618.
b) Hijos extramatrimoniales: “El hijo extramatrimonial con un solo vínculo filial lleva el
apellido de ese progenitor. Si la filiación de ambos padres se determina simultáneamente,
se aplica el primer párrafo de este artículo. Si la segunda filiación se determina después,
los padres acuerdan el orden; a falta de acuerdo, el juez dispone el orden de los apellidos,
según el interés superior del niño”. Si un hijo es reconocido por uno solo de los
progenitores llevará el apellido de éste en el supuesto del hijo reconocido por
ambos al mismo tiempo, rige la misma regla que para los hijos matrimoniales. En
caso de que uno de los progenitores lo reconozca posteriormente al otro, entre
ellos, libremente, acordarán el orden. A falta de acuerdo, sorteo.
c) Hijos no reconocidos: art. 65 CCyC: “La persona menor de edad sin filiación
determinada debe ser anotada por el oficial del Registro del Estado Civil y Capacidad de
las Personas con el apellido que está usando, o en su defecto, con un apellido común.”
En caso de no haber sido reconocido por ningún progenitor (supuesto solo posible
si nació fuera de un establecimiento de salud), el Registro lo anotará con un
apellido común para que no se lo vincule con ninguna familia específica, salvo que

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CÁT. C: Facco

ya esté usando alguno, en ese caso, se lo anotará con ese. Esta atribución del
apellido es provisional, si después es reconocida podrá ser sustituído.
d) Hijos adoptivos por adopción plena: art. 626 CCyC: “a) si se trata de una adopción
unipersonal, el hijo adoptivo lleva el apellido del adoptante; si el adoptante tiene doble apellido,
puede solicitar que éste sea mantenido;
b) si se trata de una adopción conjunta, se aplican las reglas generales relativas al apellido
de los hijos matrimoniales;
c) excepcionalmente, y fundado en el derecho a la identidad del adoptado, a petición de
parte interesada, se puede solicitar agregar o anteponer el apellido de origen al apellido del
adoptante o al de uno de ellos si la adopción es conjunta;
d) en todos los casos, si el adoptado cuenta con la edad y grado de madurez suficiente, el
juez debe valorar especialmente su opinión.”
e) Hijos adoptivos por adopción simple: art. 627 CCyC: la regla, es que los derechos y
deberes que resultan del vínculo de origen no queden extinguidos por la adopción.
a) como regla, los derechos y deberes que resultan del vínculo de origen no quedan extinguidos
por la adopción; sin embargo, la titularidad y el ejercicio de la responsabilidad parental se
transfieren a los adoptantes;
b) la familia de origen tiene derecho de comunicación con el adoptado, excepto que sea contrario
al interés superior del niño;
c) el adoptado conserva el derecho a reclamar alimentos a su familia de origen cuando los
adoptantes no puedan proveérselos;
d) el adoptado que cuenta con la edad y grado de madurez suficiente o los adoptantes, pueden
solicitar se mantenga el apellido de origen, sea adicionándole o anteponiéndole el apellido del
adoptante o uno de ellos; a falta de petición expresa, la adopción simple se rige por las mismas
reglas de la adopción plena;
e) el derecho sucesorio se rige por lo dispuesto en el Libro Quinto.

Apellidos de los conyugues:


Casada/o: “cualquiera de los conyugues puede optar por usar el apellido del otro, con la
preposición “de” o sin ella.”
Divorciada/o: “la persona divorciada o con matrimonio nulo no puede usar el apellido del otro
conyugue, excepto que, por motivos razonables, el juez lo autorice”.
Viuda/o: “el conyugue viudo puede seguir usando el apellido del otro mientras no contraiga nuevas
nupcias, ni constituya unión convivencial.”

Acciones protectoras del nombre: art. 71 (por separado)


Acción de reclamación del nombre: “a) aquel a quien le es desconocido el uso de su nombre,
para que le sea reconocido y se prohíba toda futura impugnación por quien lo niega; se debe
ordenar la publicación de la sentencia a costa del demandado;
La hipótesis en la actualidad está referida, a quien el nombre le es desconocido por la
negativa al reconocimiento de la filiación extramatrimonial. El efecto de la sentencia
consiste en prohibir la futura impugnación.
Actos de impugnación del nombre: b) aquel cuyo nombre es indebidamente usado por otro,
para que cese en ese uso;
Su titular puede demandar el cese de su uso indebido y la pertinente reparación de daños.
Es preciso que el uso sea ilegítimo, no siéndolo en el caso de homonimia pero es algo
diferente, si alguien aprovecha su homonimia con alguien famoso para por ejemplo, lanzar

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CÁT. C: Facco

al mercado un producto con su nombre, logrando así que lo asimilen al famoso y obtener
beneficios económicos. No es necesaria la intención de perjudicar, siendo indiferente si
conoce o no, que ese nombre le pertenece a alguien.
Acción en defensa del buen nombre: c) aquel cuyo nombre es usado para la designación de
cosas o personajes de fantasía, si ello le causa perjuicio material o moral, para que cese el uso.
En el código viejo se requería de una conducta maliciosa del demandado para poder
entablar la acción. Ahora, se deja de lado la exigencia de la malicia.
Si no hay perjuicio no habrá lugar para la acción.
La mera coincidencia de nombre con el de un personaje, no justifica la acción y se vería
afectada la libertad de producción literaria. Aquí el daño moral o material debe ser
probado.

En todos los casos puede demandarse la reparación de los daños y el juez puede disponer la
publicación de la sentencia.

Legitimarios activos: (continúa art. 71)


Las acciones pueden ser ejercidas exclusivamente por el interesado; si ha fallecido, por sus
descendientes, cónyuge o conviviente, y a falta de éstos, por los ascendientes o hermanos”.

Seudónimo: cuando el seudónimo ha adquirido “notoriedad” goza de la misma tutela que


el nombre, según el art. 72 CCyC.
Notoriedad significa que haya servido para identificar a la persona dentro de tal o cual
ámbito. Al elegir un seudónimo existen limitaciones lógicas, éste no puede perjudicar a
terceros, entonces, otra persona que ostente uno igual o cuyo nombre sea igual o muy
parecido puede oponerse legítimamente.
La persona no puede usarlo en todos los actos de la vida civil pero los negocios jurídicos
dentro del ámbito donde se lo utiliza, son perfectamente válidos. Cuando un seudónimo
es notorio, puede resultar un “justo motivo” para peticionar y obtener la modificación
judicial del nombre.

Sobrenombre: se diferencia del seudónimo en que:


• El seudónimo lo elije uno mismo, el sobrenombre nos lo ponen terceros.
• El seudónimo es utilizado en ámbitos determinados, el apodo en cualquier ámbito.
• El sobrenombre no tiene gran relevancia jurídica, cosa que sí el seudónimo.
La única función vinculada con el Derecho es la “individualizadora”, o sea, si se
designa en actos de última voluntad por su sobrenombre y no existen dudas con
respecto a quien es referida, la cláusula es válida.

DOMICILIO:

Las personas se relacionan con otras, siendo necesario que puedan ser halladas,
ubicadas, a los fines de la producción de los efectos jurídicos que se dan como
consecuencia de aquellas relaciones. Para que dicha comunicación sea posible, la ley
reconoce un atributo propio de una persona, el domicilio, a los efectos de establecer una
ubicación jurídica.

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CÁT. C: Facco

Concepto:
LLambías y Salvat: “Es el asiento jurídico de la persona”.
Rivera: “Es el lugar que la ley fija como asiento o sede de la persona para la producción
de determinados efectos jurídicos.
Orgaz: “Es la sede legal de la persona” y “el centro territorial de las relaciones jurídicas de
una persona”.
Azpeitía: Siguiendo a Orgaz, el domicilio es establecido por la ley, para la producción de
los efectos jurídicos que surgen de sus relaciones jurídicas, y el mismo será, según el
caso, fijado por la ley tomando diversos elementos de hecho como son la residencia, el
cargo público que desempeña, etc.

Domicilio, residencia y habitación:

Domicilio: Nace de ley, es una expresión legal o noción jurídica (legal).


Residencia: Es una noción vulgar que alude al lugar donde habita ordinariamente la
persona y puede ser elemento constitutivo del domicilio o no (permanente).
Habitación: También es un concepto vulgar y refiere al lugar donde la persona se
encuentra transitoriamente, por ej. De vacaciones (transitoria).

Caracteres del domicilio:


• Legal
• Necesario
• Único

Necesidad: Si le otorgamos al domicilio el carácter de atributo de la personalidad, ninguna


persona podrá carecer de él, siendo éste una exigencia jurídica para ubicar a la persona.
La propia ley ha establecido o intentado proveer que ninguna persona se encuentre sin
domicilio. Así como en caso de las personas en situación de calle (transeúntes), establece
que tendrán su domicilio en su residencia actual (art.74 inc. C)

Unidad: Se traduce que una persona no puede tener más de un domicilio general u
ordinario y a diferencia de la necesidad, este carácter no cuenta con gran apoyo
doctrinario en la actualidad.
La idea de la unidad de domicilio, se funda en que el mismo, ha de ser el asiento oficial,
por lo cual sería conveniente que haya solo uno para cada persona, garantizando su
seguridad jurídica y evitando por ejemplo, que una persona sea capaz e incapaz en el
mismo momento, o que los mismos bienes estuvieran sujetos a distintos regímenes, o
bien fueran competentes dos jueces al mismo tiempo.
Vélez, tomó como base y prioridad el asiento de familia, intentando en pos de su
protección y constitución no dividirla. El CCyC, art.3, hace una distinción entre la
residencia habitual y el lugar de desempeño de la actividad profesional o económica para
las obligaciones nacidas para dicha actividad.

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CÁT. C: Facco

Clasificación:
Domicilio general u ordinario:
• Domicilio real: art. 73 CCyC: “La persona humana tiene domicilio real en el lugar de su
residencia habitual.
Si ejerce actividad profesional o económica lo tiene en el lugar donde la desempeña para
el cumplimiento de las obligaciones emergentes de dicha actividad”.
Elementos constitutivos: (por Llambías y Rivera)
a) “corpus”: es el elemento objetivo o material. Es la residencia efectiva/permanente
de una persona en un lugar determinado.
b) “animus”: es el elemento subjetivo o interno, es decir, conforma la intención de
permanecer allí de manera estable y hacer de ese, el centro de afectos e
intereses.
Caracteres:
➢ Voluntario.
➢ Libre: de “libre elección”. Fundado en el derecho a la libertad del art. 19 CN
y al art. 77 CCyC: “El domicilio puede cambiarse de un lugar a otro. Esta facultad
no puede ser coartada por contrato, ni por disposición de última voluntad”.
Cambio de domicilio: art. 77 CCyC: “El cambio de domicilio se verifica
instantáneamente por el hecho de trasladar la residencia de un lugar a otro con ánimo de
permanecer en ella”.
Vemos así, que la norma legal requiere de los dos elementos, por lo cual no habrá
cambio de domicilio cuando aunque la persona se haya trasladado materialmente
no tenga intención de cambiar el domicilio. En caso de duda, se conserva el
anterior, porque esa decisión no se presume. Tampoco se dará el cambio por la
sola intención de la persona, sin el efectivo traslado de residencia.

❖ Domicilio legal: art. 74 CCyC: “El domicilio legal es el lugar donde la ley presume, sin
admitir prueba en contra, que una persona reside de manera permanente para el ejercicio
de sus derechos y el cumplimiento de sus obligaciones.
Independiente de la residencia efectiva de una persona, la ley presume por así
entenderlo conveniente a los intereses generales, que la persona tiene su
domicilio en determinado lugar.
Sólo la ley puede establecerlo, y sin perjuicio de lo dispuesto en normas especiales:
Caracteres:
➢ Forzoso: lo establece la ley, sin prueba en contrario, y sin tener en cuenta
cual es la real voluntad de la persona.
➢ Ficticio: la ley presume la existencia en él de la persona, aunque aquella no
se encuentre allí realmente.
➢ Excepcional y de interpretación restrictiva: sin poder extenderse a otros
supuestos análogos.

Casos legales:

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CÁT. C: Facco

Funcionarios públicos: a) los funcionarios públicos, tienen su domicilio en el


lugar en que deben cumplir sus funciones, no siendo éstas temporarias,
periódicas, o de simple comisión;
➢ Militares: b) los militares en servicio activo tienen su domicilio en el lugar en que lo
están prestando;
➢ Transeúntes: c) los transeúntes o las personas de ejercicio ambulante, como los
que no tienen domicilio conocido, lo tienen en el lugar de su residencia actual;
➢ Incapaces: d) las personas incapaces lo tienen en el domicilio de sus
representantes”.

Domicilio especial: también llamado de elección, se caracteriza por ser el que elige una
persona en determinado momento y para la producción de determinados efectos jurídicos.
Se diferencia del general u ordinario en que éste extiende sus efectos a todas las
relaciones jurídicas, mientras el especial lo hace sólo en aquellas determinadas por la
persona. No se requiere cumplir con la necesidad y unidad porque, no es necesario y
puede haber tantos como se quiera.
❖ Domicilio convencional o de elección: eligen las personas libremente cuando
celebran un contrato o en general un negocio jurídico.
Art. 75 CCyC: “Las partes de un contrato pueden elegir un domicilio para el ejercicio de
los derechos y obligaciones que de él emanan”.
En caso de tener que enviar una comunicación, la otra parte, lo hará al domicilio
convencional fijado en dicho contrato, sin necesidad de intimar al domicilio real de
la persona.
❖ Domicilio procesal o “ad.litem”: al momento de iniciar una acción judicial ante
los Tribunales como “actor” o “demandado” o “tercero”.
Los efectos de este domicilio que se constituye en un juicio, es que serán válidas
todas las notificaciones judiciales referidas a ese juicio puntual y determinado. Por
ello, el mismo podrá ser mutado o cambiado tantas veces como la parte litigante
quiera o necesite.
Generalmente, este domicilio es el del abogado patrocinante o apoderado.

Unidad viii: derechos subjetivos y su ejercicio

Concepto: está formado por la “facultad” atribuida por la ley a un sujeto y en conexión con
ella un “deber” a cargo de otro(s), obligados a una cierta conducta a favor de su titular.
El derecho puede preceder al deber o viceversa; así como el derecho es poder o
potestad, el deber es necesidad.
Según Orgaz, por el contrario, el derecho subjetivo exige la reunión de ambos elementos,
es decir, “el derecho subjetivo existe cuando del derecho objetivo surgen facultades y
deberes coordinados”. Sin embargo, no siempre a un derecho se le opone un deber.

Naturaleza jurídica de los derechos subjetivos:


Teorías a favor de su existencia:

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Teorías negatorias:

Clasificación de los derechos subjetivos:


Derechos patrimoniales: son aquellos con contenido pecuniario o de apreciación
económica.
❖ Derechos reales: El poder del titular recae inmediatamente sobre la cosa. Los
demás solo pueden abstenerse de actos que obstaculicen la actuación del titular
en relación a su cosa. Esta inherencia del poder del titular se puede ejercer
directamente sobre la cosa (derecho de dominio) o mediante un determinado
destino (derechos reales de garantía) o, porque el titula tiene una prestación
referente a una cosa (derecho de usufructo).
❖ Derechos creditorios: toman su nombre de la relación acreedor – deudor y
tradicionalmente han sido considerados desde el punto de vista del sujeto pasivo
como “obligaciones”.
❖ Derechos intelectuales: son los que ejercen los autores sobre obras científicas,
literarias, artísticas y sobre bienes tales como las patentes de invención, marcas y
diseños. (en realidad son (extra) patrimoniales).
Derechos extrapatrimoniales:
❖ Derechos personalísimos: derecho a la vida, honor, a la integridad física, a la
intimidad, etc.
❖ Derechos de familia: aunque de manera excepcional también poseen contenido
patrimonial.
❖ Derechos intelectuales.
Eficacia:
❖ Derechos absolutos: son los oponibles a todos y el sujeto pasivo se encuentra
indeterminado.
❖ Derechos relativos: son oponibles ante un sujeto determinado, solo él puede
violarlo.
Derechos transmisibles e intransmisibles: los patrimoniales lo son; los
extrapatrimoniales no. Mas existen los derechos patrimoniales que son inalienables:

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❖ por razón legal: como lo son las jubilaciones o el derecho real de usufructo,
ambos terminan con el fallecimiento de quien los goza.
❖ porque las partes lo han acordado: si en una empresa los socios acuerdan que
al fallecimiento de uno de ellos, sus herederos no podrán entrar a la sociedad
como socios.
❖ por la naturaleza de la obligación: las obligaciones intuito persona. Ej: si se
encarga una obra pictórica a un artista, es por sus cualidades personales y en
caso de fallecimiento, sus herederos carecen de esas cualidades, por lo tanto se
extingue el vínculo jurídico.
Derechos individuales: tienen un titular individualizado y deben ser ejercidos por él, aun
cuando varias personas sean las afectadas.
Art. 14 CCyC: “Derechos individuales y de incidencia colectiva. En este Código se reconocen:
a) derechos individuales;
b) derechos de incidencia colectiva.
La ley no ampara el ejercicio abusivo de los derechos individuales cuando pueda afectar al
ambiente y a los derechos de incidencia colectiva en general.”
Derechos de incidencia colectiva: puede existir una legitimación difusa en cabeza de
uno de los sujetos que integran el grupo (interés difuso) o, de una asociación que tiene
representatividad en el tema (interés en el tema), o el Estado (interés público), pero el
bien jurídico protegido es colectivo.
Son ejercidos por el Defensor del Pueblo, las asociaciones que concentran el interés
colectivo o el afectado. Dos elementos:
❖ la petición tiene por objeto la tutela de un bien colectivo, que ocurre cuando éste le
pertenece a toda la comunidad y son indivisibles. Ej: el medioambiente.
❖ La pretensión debe ser focalizada en la incidencia colectiva del derecho, no solo
individual.

Ejercicio de los derechos subjetivos:


No pueden ejercerse a voluntad y discreción del titular sino dentro de determinados
límites para no caer en la ilicitud. Los derechos deben cumplir fines útiles. Así, nuestras
conductas no se verán abusivas y encontraremos, a un acreedor cobrándole a su deudor
lo debido, a distintos sujetos acordando cláusulas de contrato, o a un padre ejerciendo su
responsabilidad parental, entre otras tantas.
Cualquiera de estos derechos debe ejercerse de forma razonable, ajustándose al principio
de buena fe.
Nuestro CCyC los regula en sus art. 9 (buena fe), 10 (abuso de los derechos), 12 (fraude
a la ley) y 13 (renuncia de la ley).
Los ciudadanos debemos tener en claro que estos derechos cumplen una función
social.

Buena fe: este principio atraviesa todo el derecho privado. Art. 9: “Los derechos deben ser
ejercidos de buena fe”. La incorporación de la Buena Fe al Título Preliminar, permite dar un
sentido general al ejercicio de los derechos en función de su sociabilidad. Así, esta se
constituye como un “mandato de optimización”.

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Buena Fe objetiva (lealtad): refiere a comportarnos con el otro, como quisiéramos que lo
hagan con nosotros. Esta acepción de la buena fe tiene especial aplicación en materia
contractual y también dentro de los negocios jurídicos personalísimos. Dichas pautas
comienzan desde la etapa precontractual y continúan hasta después de la finalización del
contrato. En la etapa contractual las personas deben brindarse información, comunicar
con claridad, no ser reticentes y, avisar de su retiro (de lo contrario sería abusivo). Al
tiempo de celebración, debe haber claridad en las estipulaciones y equilibrio en las
prestaciones. Durante la ejecución deben respetarse los deberes de cooperación,
información y renegociación si algo se modifica. En el período poscontractual, los deberes
son por ejemplo, confiabilidad y no competencia.
Buena Fe subjetiva (creencia): cuando se confía en la titularidad de un derecho propio y al
confiar en la titularidad de un derecho ajeno.
En estas facetas, dice Lorenzetti, las partes deben confiar en las situaciones tal como se
presentan, justamente porque el juez debe considerar la intención del sujeto o su íntima
convicción,
Una de las aplicaciones, es la protección de terceros. Por ejemplo, si declara a un sobrino
heredero de un hombre soltero y luego de muchos años aparece un hijo extramatrimonial,
éste desplazaría al anterior. Si el sobrino hubiera vendido bienes a un tercero, no podría
privarse a ese tercero de los derechos que obtuvo (claramente si eran de buena fe).

El ejercicio abusivo de los derechos: art. 10 CCyC: “El ejercicio regular de un derecho propio
o el cumplimiento de una obligación legal no puede constituir como ilícito ningún acto.
La ley no ampara el ejercicio abusivo de los derechos. Se considera tal el que contraría los fines
del ordenamiento jurídico o el que excede los límites impuestos por la buena fe, la moral y las
buenas costumbres.
El juez debe ordenar lo necesario para evitar los efectos del ejercicio abusivo o de la situación
jurídica abusiva y, si correspondiere, procurar la reposición al estado de hecho anterior y fijar una
indemnización”.
Esta doctrina nace como reacción frente a la idea de concebir a los DS como absolutos.
Comienza a desarrollarse en Francia, en vigencia del código napoleónico, donde las ideas
individualistas hacían carecer de límites a los derechos. Por ello, distintas teorías se
crearon para determinar cuándo una conducta es abusiva:
a) Criterio subjetivo: hay abuso cuando un derecho se ejerce sin interés alguno y con
el solo propósito de perjudicar a terceros (dolosamente).
b) Criterio objetivo: sistema funcionalista. Son productos sociales que no se nos han
dado ad nutum (para usarse discrecionalmente), sino que cada uno tiene su razón
de ser. Cuando los ejercemos, debemos ajustarnos a este espíritu finalista y
mantenernos en la línea de la institución. Sin esto abusaremos de ellos.
c) Ejercicio incompatible con la moral: existirá abuso cuando un derecho sea ejercido
para propósitos inmorales.
Evolución: en el código de Vélez, carecían de mayores limitaciones, pero la teoría del
ejercicio abusivo se fue abriendo paso vía jurisprudencia y doctrina.
La constitución de 1949, en su art. 35 la recepciona expresamente y luego de haber sido
derogada, la jurisprudencia la continúa ejerciendo hasta su recepción legislativa en 1968
con el art. 1071 de la ley 17.711: “ El ejercicio regular de un derecho propio o el cumplimiento de

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una obligación legal no puede constituir como ilícito ningún acto. La ley no ampara el ejercicio
abusivo de los derechos. Se considerará tal al que contraríe los fines que aquélla tuvo en mira al
reconocerlos o al que exceda los límites impuestos por la buena fe, la moral y las buenas
costumbres”. Asi vemos que estas pautas para juzgar el abuso, responden al plurijuridismo
y encontraremos:
1) El criterio de los fines: se considera abusivo cuando el titular ejerce su derecho
apartándose de los fines con el que el legislador lo creó.
2) El criterio de la moral y las buenas costumbres: se vincula al ejercicio de los
derechos subjetivos con pautas dinámicas dentro de una sociedad, es decir, que
mutan según los distintos grupos que conforman una sociedad multicultural.
3) El criterio de buena fe: para decidir cuándo se la viola, el juez debe preguntarse
cuál es la conducta media socialmente obligatoria que, de acuerdo con las
circunstancias, debe observar el sujeto.

Elementos constitutivos del ejercicio abusivo (calificación del acto abusivo):


1- Existencia y ejercicio de una conducta permitida dentro del derecho positivo: el
sujeto debe tener en sus manos un derecho. Si no existe tal, estaremos ffrente a
una conducta ilegítima, no abusiva.
2- Contrariedad con los fines de la norma o la regla moral, la fe y las buenas
costumbres.
3- La existencia de un daño: es necesario que sea grave, no mínimo, cierto, pudiendo
ser tanto material como moral.
Efectos o consecuencias de la conducta abusiva: se le ordena al juez,
1- Medidas preventivas.
2- Si correspondiere por ser ello aún posible y razonable, procurar la reposición de
las cosas y circunstancias al estado de hecho anterior.
3- Indemnización de los daños causados.

Nuevas figuras incorporadas por el CCyC:

Abuso de posición dominante: se encuentra regulado por la Ley de Defensa de la


Competencia 25.156, y actualmente es llevado al Título Preliminar.
Art. 11 CCyC: “Lo dispuesto en los artículos 9° y 10 se aplica cuando se abuse de una posición
dominante en el mercado, sin perjuicio de las disposiciones específicas contempladas en leyes
especiales”.
¿Qué es posición dominante? Se relaciona con el poderío económico que goza una
empresa, que le permite impedir el mantenimiento de la efectiva competencia del mercado
pertinente, confiriéndole la posición de actuar, en gran medida, independientemente de
sus competidores, clientes y a la larga de los consumidores. Es la posición en el mercado,
no en las relaciones humanas.
No es requisito de este tipo de abuso en el mercado, que ella provenga del ejercicio
injusto realizado por una gran empresa o sistema prestacional sino que también puede
darse en relaciones de menor despliegue en el mercado pero de gran incidencia
particular, como las establecidas entre locador y locatario en un mercado donde existe
escasez de vivienda.

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Unidad IX: derechos personalísimos

Concepto: debe buscarse en la doctrina y en la jurisprudencia. Los redactores del CCyC


no han considerado la posibilidad de establecer una definición de los derechos
personalísimos que introduzca toda la regulación de los mismos, sino que adoptaron sólo
definiciones que tienen efecto normativo y no didáctico.
Para Rivera, son las prerrogativas de contenido extrapatrimonial, inalienables, perpetuas y
oponibles erga omnes, que corresponden a toda persona por su condición de tal, desde
antes de su nacimiento y hasta después de su muerte, y de las que no puede ser privado
por la acción del Estado ni de otros particulares porque ello implicaría menoscabo de la
personalidad. Pertenecen a la persona por su sola condición humana y se encuentran en
una relación íntima casi orgánica e integral.

Caracteres:
Innatos: corresponden a la persona desde su origen
Vitalicios: rigen durante toda la vida, y algunos de ellos incluso protegen al sujeto hasta
después de su fallecimiento.
Necesarios: no pueden faltar ni pueden perderse
Esenciales: son un mínimo imprescindible para la sociedad
De objeto interior: sus manifestaciones son inseparables de su persona
Inherentes: unión inseparable del objeto respecto del sujeto
Extrapatrimoniales: si bien ante su violación pueden dar lugar al resarcimiento.
Relativamente indisponibles: no pueden ser enajenados ni transferidos mientras viva la
persona, pero puede que el sujeto consienta la lesión, física o moral, en tal caso el
consentimiento de la víctima anula su punibilidad. De todos modos ahí no habría renuncia
al derecho sino a algunas de sus facultades. Se pueden vender las partes renovables
(leche materna, cabello una vez separado del cuerpo, o la imagen en ciertos casos).
Absolutos: oponibles erga omnes.
Privados: tiene un derecho privado que lo protege
Autónomos: diferentes de los demás.

Clasificación:
Derechos vinculados a la integridad física: derecho a la vida, al propio cuerpo y sus partes
renovables, a la salud y al cadáver.
Derechos vinculados a la libertad: derecho a la expresión de ideas, a la libertad de
movimiento, a la espiritual o religiosa.
Derechos vinculados a la integridad espiritual: intimidad, imagen, honor, identidad y
secreto.

Inviolabilidad y dignidad de la persona humana en el CCyC:


CCyC, Libro Primero “Persona Humana”, capítulo 3° regula “Derechos y Actos
Personalísimos”. Art. 51: “Inviolabilidad de la persona humana. La persona humana es inviolable
y en cualquier circunstancia tiene derecho al reconocimiento y respeto de su dignidad”.

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Es precisamente el reconocimiento de la dignidad humana, lo que da fundamento al


reconocimiento y tutela de los derechos personalísimos. Ello surge de los TI de DDHH
donde la dignidad emerge por el reconocimiento mismo de la persona y es donde se le
atribuye entidad. Se le reconoce la persona un valor en sí misma y como tal cabe
reconocerle una dignidad, y el derecho a que los demás cumplan con el deber de
respetarlo.
Dignidad refiere a la inviolabilidad y sacralidad de la persona que exige respeto y
reverencia de parte de todos, y que ha de traducirse en normas de derecho positivo que la
resguarden, garanticen y promuevan. Así, art 52: “Afectaciones a la dignidad. La persona
humana lesionada en su intimidad personal o familiar, honra o reputación, imagen o identidad, o
que de cualquier modo resulte menoscabada en su dignidad personal, puede reclamar la
prevención y reparación de los daños sufridos, conforme a lo dispuesto en el Libro Tercero, Título
V, Capítulo 1”.

PUNTO 2 ¿?

Derechos sobre la integridad física:


Derecho a la vida: la vida es el presupuesto de todos los otros derechos personalísimos
y se encuentra protegida desde el derecho público y del privado. En la CN de 1853 se la
protegía prohibiendo la pena de muerte por razones políticas. Luego de la reforma de
1994, se encuentra reconocido este derecho, de forma expresa en los diferentes tratados
con jerarquía constitucional. En la Convención Americana de DDHH, en la de los
Derechos del Niño, en la DUDDHH, en la DADDH y el Pacto Internacional de Derechos
Civiles y Políticos.
En el código anterior no existía un reconocimiento expreso del derecho a la vida. Hoy, se
encuentra claramente protegido.
Art. 54 CCyC: “Actos peligrosos. No es exigible el cumplimiento del contrato que tiene por objeto
la realización de actos peligrosos para la vida o la integridad de una persona, excepto que
correspondan a su actividad habitual y que se adopten las medidas de prevención y seguridad
adecuadas a las circunstancias”.
Art. 4 PSJCR: “1. Toda persona tiene derecho a que se respete su vida. Este derecho estará
protegido por la ley y, en general, a partir del momento de la concepción. Nadie puede ser privado
de la vida arbitrariamente.
2. En los países que no han abolido la pena de muerte, ésta sólo podrá imponerse por los delitos
más graves, en cumplimiento de sentencia ejecutoriada de tribunal competente y de conformidad
con una ley que establezca tal pena, dictada con anterioridad a la comisión del delito. Tampoco se
extenderá su aplicación a delitos a los cuales no se la aplique actualmente.
3. No se restablecerá la pena de muerte en los Estados que la han abolido.
4. En ningún caso se puede aplicar la pena de muerte por delitos políticos ni comunes conexos
con los políticos.
5. No se impondrá la pena de muerte a personas que, en el momento de la comisión del delito,
tuvieren menos de dieciocho años de edad o más de setenta, ni se le aplicará a las mujeres en
estado de gravidez.
6. Toda persona condenada a muerte tiene derecho a solicitar la amnistía, el indulto o la
conmutación de la pena, los cuales podrán ser concedidos en todos los casos. No se puede
aplicar la pena de muerte mientras la solicitud esté pendiente de decisión ante autoridad
competente.”

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Aborto: cuando la salud de la mujer está comprometida, el derecho penal prevé causas de
justificación, siendo éstas preceptos permisivos que neutralizan la prohibición genérica
enunciada en el tipo penal. El codificar no fomenta ni ordena una conducta, se limita a
justificar, permitir, consentir, o tolerar tal conducta. (Normativa actual arts. 85-88 C.
Penal).

Derecho a la salud y a la calidad de vida: “salud” es un concepto multifacético. El


Preámbulo de la Constitución de la OMS lo define: “estado de completo bienestar físico,
mental y social, y no solamente la ausencia de enfermedades o afecciones”.
El derecho argentino, no conceptualiza puntualmente lo que abarca el derecho a la salud,
pero en los últimos años se ha legislado en pos de la protección del sujeto, especialmente
aquellos con una afección:
Ley de derechos del paciente N° 26.529: se establecen los deechos con que cuenta un
gurpo de sujetos vulnerables como son los pacientes, aquellos que padecen una dolencia
física y/o psíquica, y que requieren de la atención por parte de los profesionales e
instituciones de salud. La ley especial se propone protegerlos, fijando pautas para el
tratamiento médico, estructurado en 4 partes:
• Derechos del paciente en su relación con los profesionales e instituciones de
salud: art. 2 de la ley:
a) Asistencia: “El paciente, prioritariamente los niños, niñas y adolescentes, tiene
derecho a ser asistido por los profesionales de la salud, sin menoscabo y distinción
alguna, producto de sus ideas, creencias religiosas, políticas, condición
socioeconómica, raza, sexo, orientación sexual o cualquier otra condición. El
profesional actuante sólo podrá eximirse del deber de asistencia, cuando se hubiere
hecho cargo efectivamente del paciente otro profesional competente”.
Este derecho consiste en que toda persona en calidad de paciente, por
cualquier síntoma, debe obligatoriamente ser asistida. Pero se hace un
diferenciación entre establecimientos públicos y privados.
Los efectores públicos, no pueden negarse a atender a ninguna persona, salvo
por supuesto de objeción de conciencia o en el caso de que corra riesgo su
propia vida o integridad física.
Los privados, tienen “derecho de admisión”, pueden optar entre si atenderlo o
no, tal el caso cuando no tiene obra social o para pagar el servicio. Sin
embargo, ante un paciente urgente, deberá brindar asistencia en la
emergencia, para luego, estando éste estable, derivarlo a un efector público.
b) Trato digno y respetuoso: “El paciente tiene el derecho a que los agentes del
sistema de salud intervinientes, le otorguen un trato digno, con respeto a sus
convicciones personales y morales, principalmente las relacionadas con sus
condiciones socioculturales, de género, de pudor y a su intimidad, cualquiera sea el
padecimiento que presente, y se haga extensivo a los familiares o acompañantes”
c) Intimidad. “Toda actividad médico - asistencial tendiente a obtener, clasificar, utilizar,
administrar, custodiar y transmitir información y documentación clínica del paciente
debe observar el estricto respeto por la dignidad humana y la autonomía de la
voluntad, así como el debido resguardo de la intimidad del mismo y la confidencialidad
de sus datos sensibles, sin perjuicio de las previsiones contenidas en la Ley Nº 25.326”

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d) Confidencialidad. El paciente tiene derecho a que toda persona que participe en la


elaboración o manipulación de la documentación clínica, o bien tenga acceso al
contenido de la misma, guarde la debida reserva, salvo expresa disposición en
contrario emanada de autoridad judicial competente o autorización del propio paciente.
e) Autonomía de la Voluntad. El paciente tiene derecho a aceptar o rechazar
determinadas terapias o procedimientos médicos o biológicos, con o sin expresión de
causa, como así también a revocar posteriormente su manifestación de la voluntad.
Los niños, niñas y adolescentes tienen derecho a intervenir en los términos de la Ley
Nº 26.061 a los fines de la toma de decisión sobre terapias o procedimientos médicos
o biológicos que involucren su vida o salud;
f) Información Sanitaria. El paciente tiene derecho a recibir la información sanitaria
necesaria, vinculada a su salud. El derecho a la información sanitaria incluye el de no
recibir la mencionada información.
g) Interconsulta Médica. El paciente tiene derecho a recibir la información sanitaria
por escrito, a fin de obtener una segunda opinión sobre el diagnóstico, pronóstico o
tratamiento relacionados con su estado de salud.

Ley 26.742 se modifica la ley 26.529: se propuso despejar dudas respecto a la recepción
de prácticas eugenésicas, fijando en el derecho argentino el derecho a rechazar el
encarnizamiento terapéutico, con lo que vino a regular la ortotanasia. Hablar de muerte
digna no significa hablar de muerte, sino que significa que toda que se encamina por
alguna situación a la muerte, pueda decidir esperarla sin ser sometido a tratamientos
experimentales y que solo se le aplique lo necesario para calmar el dolor.

Derecho a disponer del propio cuerpo: enmarcado en el derecho a la


autodeterminación, al individuo le corresponde decidir lo ateniente a su apariencia
corporal. Las decisiones ante la falta de todo interés ajeno comprometido, son de
referencia propia y sería atentatoria la disposición coercitiva. El CCyC en su art. 56, fija
como regla general la indisponibilidad relativa, prohibiendo todos aquellos actos de
disposición que ocasionen una disminución permanente de su integridad o resulten
contrarios a la ley, la moral o las buenas costumbres. Permitiendo sólo, los actos de
disposición que benefician o colaboren para el mejoramiento de la salud. En estos casos,
se exige consentimiento de la persona, libremente revocable.
En beneficio propio: siempre que no sea contrario a la ley, la moral o las buenas
costumbres, abarca entre tantos supuestos las prácticas esterilizantes, la cirugía de
cambio de sexo, la realización de tatuajes y colocación de piercings, las cirugías estéticas,
etc.
Prácticas esterilizantes y su regulación normativa: la esterilización es toda intervención
médica o quirúrgica que causa en el paciente incapacidad para engendrar. En las mujeres
se lleva a cabo mediante ligadura tubaria y en hombres mediante una vasectomía.
Antes, se regía por la ley 17.132 que la prohibía a no ser que cumpliese con ciertos
requisitos, pero esta regulación perjudicó al sector más vulnerable de la sociedad, ya que
se presentó como un obstáculo para lograr la igualdad social y económica, el acceso al
empleo, etc.
Hoy, la ley 26.130 autoriza las prácticas a las personas capaces y mayores de edad,
siendo obligatoria no sólo para el sistema público sino también para obras sociales y

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prepagas. Se exige que el requerimiento sea formal, permitiendo comprobar la voluntad,


previo otorgamiento del consentimiento informado con 2 precisiones: no se requiere
consentimiento del conyugue ni autorización judicial, salvo el caso de un incapaz
declarado.
Consentimiento informado: funciona como uno de los elementos más relevantes en el
resguardo de la dignidad humana, cuando ésta se enfrenta a la enfermedad.
Art. 59 CCyC: “El consentimiento informado para actos médicos e investigaciones en salud es la
declaración de voluntad expresada por el paciente, emitida luego de recibir información clara,
precisa y adecuada…”
Caracteres:
Personalísimo: lo debe otorgar el paciente, y en caso de minoría de edad, sus
representantes legales.
Obligatorio
Completo: se debe brindar una información completa y adecuada al entendimiento del
paciente.
Escrito: salvo excepciones.
Revocable: el paciente puede variar su decisión en todo momento.
Directivas médicas anticipadas: art. 60 CCyC: “La persona plenamente capaz puede
anticipar directivas y conferir mandato respecto de su salud y en previsión de su propia
incapacidad. Puede también designar a la persona o personas que han de expresar el
consentimiento para los actos médicos y para ejercer su curatela. Las directivas que impliquen
desarrollar prácticas eutanásicas se tienen por no escritas”. Es el supuesto en el cual una
persona según sus convicciones y deseos, no quiere que por ejemplo, en caso de sufrir
determinada afección, que se le realicen actos médicos en pos de salvarle la vida o
alargarla bajo un largo sufrimiento.
Art. 11 Ley 26.529: “Toda persona capaz mayor de edad puede disponer directivas anticipadas
sobre su salud, pudiendo consentir o rechazar determinados tratamientos médicos, preventivos o
paliativos, y decisiones relativas a su salud. Las directivas deberán ser aceptadas por el médico a
cargo, salvo las que impliquen desarrollar prácticas eutanásicas, las que se tendrán como
inexistentes.”

En beneficio de terceros: sea disponiendo sobre sus partes renovables o no renovables,


siempre dentro de los límites que marca el art. 56 del CCyC.
Sobre las partes renovables del cuerpo: por su carácter personalísimo, el cuerpo no es
una cosa y como tal no podrá ser objeto de actos jurídicos. Sin embargo, las partes
renovables, una vez separadas del mismo, como son el pelo, la leche materna, la piel, el
esperma, etc. Pueden estar en el comercio.
Sobre parte NO renovables: Trasplante de Órganos: se rige por una ley especial, atento el
dinamismo de la materia, los avances y las reglas de la bioética. Esta ley es la 24.193,
modificada por la 26.066. Según esta ley, los requisitos son:
a) Subsidiariedad: (art. 2.) podrán ser realizados cuando llos otros medios se hayan
agotado o sean insuficientes. No siendo necesario que se agoten, sino que el
equipo médico debe considerar que los mismos sean solo inconvenientes para el
paciente.

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b) Técnica corriente no experimental: (art.2) la finalidad de la norma es evitar graves


perjuicios para la salud tanto de dadores como de receptores.
c) Profesionales intervinientes: (art.3) los médicos deben ser especialistas, estar
registrados y habilitados para tales prácticas.
d) Servicios y establecimientos: (art. 9) no cualquier clínica puede realizar este tipo
de prácticas. La ley con estos recaudos busca seguridad jurídica, dar
transparencia a las prácticas y evitar fraudes.
e) Información médica previa: (art. 13) los jefes y subjefes de los equipos médicos
deberán informar a los donantes vivos y a los receptores de las secuelas físicasy
psíquicas ciertas o posibles, la evolución previsible y las limitaciones resultantes,
etc. Se extiende este deber a los familiares. Desde el momento en que se brinda la
información se deben esperar mínimo 48 horas para el acto médico.
f) Revocabilidad: hasta el instante mismo de la intervención quirúrgica.
g) Gratuidad: (art. 27) teniendo en cuenta las necesidades económicas de nuestra
población, sumado a la distorsión que se podría provocar con un sistema de
comercialización con abusos, manipulaciones, el tráfico lucrativo y organizado de
órganos, el aprovechamiento de la situación de angustia del receptor, etc.
h) Inexistencia de perjuicio grave y perspectivas de éxito en vida o salud: (art. 14) no
se debe poner en peligro la salud o calidad de vida de un sujeto si sabemos que
no mejorará.
i) Legitimados para donar: (art. 15) +18 únicamente si el receptor es pariente
consanguíneo por adopción hasta el 4to grado, o su conyugue. Si no hay relación,
se investiga los motivos y si es puramente altruista, se realiza la práctica.

Investigación de seres humanos: art. 58 CCyC: “La investigación médica en seres humanos
mediante intervenciones, tales como tratamientos, métodos de prevención, pruebas diagnósticas o
predictivas, cuya eficacia o seguridad no están comprobadas científicamente, sólo puede ser
realizada si se cumple con los siguientes requisitos:
a) describir claramente el proyecto y el método que se aplicará en un protocolo de investigación;
b) ser realizada por personas con la formación y calificaciones científicas y profesionales
apropiadas;
c) contar con la aprobación previa de un comité acreditado de evaluación de ética en la
investigación;
d) contar con la autorización previa del organismo público correspondiente;
e) estar fundamentada en una cuidadosa comparación de los riesgos y las cargas en relación con
los beneficios previsibles que representan para las personas que participan en la investigación y
para otras personas afectadas por el tema que se investiga;
f) contar con el consentimiento previo, libre, escrito, informado y específico de la persona que
participa en la investigación, a quien se le debe explicar, en términos comprensibles, los objetivos y
la metodología de la investigación, sus riesgos y posibles beneficios; dicho consentimiento es
revocable;
g) no implicar para el participante riesgos y molestias desproporcionados en relación con los
beneficios que se espera obtener de la investigación;
h) resguardar la intimidad de la persona que participa en la investigación y la confidencialidad de
su información personal;

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i) asegurar que la participación de los sujetos de la investigación no les resulte onerosa a éstos y
que tengan acceso a la atención médica apropiada en caso de eventos adversos relacionados con
la investigación, la que debe estar disponible cuando sea requerida;
j) asegurar a los participantes de la investigación la disponibilidad y accesibilidad a los tratamientos
que la investigación haya demostrado beneficiosos.”
La Corte Suprema ha amparado legalmente la decisión de una persona a participar en
una investigación médica, cuando ésta se haya autorizada por la autoridad pública y está
respaldad ética y científicamente justificando el balance riesgos-beneficios.

Derecho a disponer de un cadáver: art. 61 CCyC: “Exequias. La persona plenamente capaz


puede disponer, por cualquier forma, el modo y circunstancias de sus exequias e inhumación, así
como la dación de todo o parte del cadáver con fines terapéuticos, científicos, pedagógicos o de
índole similar. Si la voluntad del fallecido no ha sido expresada, o ésta no es presumida, la decisión
corresponde al cónyuge, al conviviente y en su defecto a los parientes según el orden sucesorio,
quienes no pueden dar al cadáver un destino diferente al que habría dado el difunto de haber
podido expresar su voluntad.”
Es otra manifestación más de la autodeterminación y primacía de la dignidad de la
persona humana.

Derecho a una muerte digna: art. 1 Ley 26.742: “En el marco de esta potestad, el paciente que
presente una enfermedad irreversible, incurable o se encuentre en estado terminal, o haya sufrido
lesiones que lo coloquen en igual situación, informado en forma fehaciente, tiene el derecho a
manifestar su voluntad en cuanto al rechazo de procedimientos quirúrgicos, de reanimación
artificial o al retiro de medidas de soporte vital cuando sean extraordinarias o desproporcionadas
en relación con la perspectiva de mejoría, o produzcan un sufrimiento desmesurado. También
podrá rechazar procedimientos de hidratación o alimentación cuando los mismos produzcan como
único efecto la prolongación en el tiempo de ese estadio terminal irreversible o incurable”.

Eutanasia: es la acción u omisión para evitar sufrimientos a los pacientes enfermos o


terminales, acelera la muerte con su consentimiento o sin él. Eutanasia es la muerte sin
sufrimiento físico. Consiste en provocar la muerte de otro por su bien. Tiene por finalidad
evitar sufrimientos insoportables o prolongación artificial de la vida a un enfermo.
Clasificación: voluntaria activa: cuando el paciente solicita el suministro de drogas que le
causen la muerte. NO autorizada en Argentina.
Voluntaria pasiva: cuando el paciente rechaza tratamientos para no prolongar su vida,
haciendo uso de tratamientos paliativos del dolor.
Involuntaria activa: cuando terceras personas le suministran droga al paciente para
causarle la muerte. Se comete homicidio.
Involuntaria pasiva: terceras personas deciden suspender los tratamientos del paciente.

Distanasia: es conocida como encarnizamiento terapéutico, pues no tiene en cuenta los


sufrimientos del moribundo y se define como el empleo de todos los medios posibles, para
retrasar la muerte.

Ortotanasia: o muerte digna, designa la actuación correcta ante la muerte por parte de
quienes atienden al que sufre una enfermedad incurable o terminal. Es el derecho a morir

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Paula Torres
CÁT. C: Facco

dignamente sin el uso de medios desproporcionados y extraordinarios para prolongar la


vida. En su lugar, se trata con medios paliativos para evitar sufrimientos, recurriendo a
medidas razonables.

Derechos vinculados a la libertad espiritual: entre ellos (honor, intimidad, identidad,


imagen, datos personales) pueden hacerse claras distinciones que muestran la autonomía
de cada uno.
Derecho al honor: es constitutivo del ente y por ello, todos lo tienen, incluso los
nasciturus. Son complejos ya que se componen de un ámbito interno o subjetivo y otro
externo u objetivo. El primero, se refiere a cómo se siente la persona en sí misma, a la
conciencia que cada persona tiene de su propia dignidad, se refiere a la honra. Por otro
lado, el externo se refiere a la estimación que otros tienen de nosotros, hace referencia a
la reputación.
Legislación sobre el derecho al honor: antes era protegido por los códigos civil y penal
que imponían una sanción a su violación, pero desde 1994, con la incorporación de los TI,
goza de protección constitucional.
El derecho personalísimo al honor puede sufrir calumnia o injuria. La calumnia es la falsa
imputación a una persona de la comisión de un delito que ésta no cometió. La injuria,
implica deshonra a una persona, en su entorno, públicamente.
Legislación penal: arts. 109, 110 y 113.
Legislación en el CCyC: art. 52: “ La persona humana lesionada en su intimidad personal o
familiar, honra o reputación, imagen o identidad, o que de cualquier modo resulte menoscabada en
su dignidad personal, puede reclamar la prevención y reparación de los daños sufridos, conforme a
lo dispuesto en el Libro Tercero, Título V, Capítulo 1 (referido a responsabilidad civil)”.
El art. 1771 contempla la denuncia calumniosa y establece: “En los daños causados por una
acusación calumniosa sólo se responde por dolo o culpa grave.
El denunciante o querellante responde por los daños derivados de la falsedad de la denuncia o de
la querella si se prueba que no tenía razones justificables para creer que el damnificado estaba
implicado”.
Ésta se configura cuando el sujeto es acusado falsamente y tiene que defenderse. La
“acusación calumniosa” para que el denunciante responda, requiere:
A) La imputación de un delito de acción pública
B) Que se haya hecho denuncia ante autoridad judicial o policial.
C) La falsedad del acto denunciado.
D) Inexistencia de razones justificables para que el damnificado está implicado
E) Existencia de dolo o culpa grave.
Art. 14 PSJCR: “1. Toda persona afectada por informaciones inexactas o agraviantes emitidas en
su perjuicio a través de medios de difusión legalmente reglamentados y que se dirijan al público en
general, tiene derecho a efectuar por el mismo órgano de difusión su rectificación o respuesta en
las condiciones que establezca la ley.
2. En ningún caso la rectificación o la respuesta eximirán de las otras responsabilidades legales en
que se hubiese incurrido.
3. Para la efectiva protección de la honra y la reputación, toda publicación o empresa periodística,
cinematográfica, de radio o televisión tendrá una persona responsable que no esté protegida por
inmunidades ni disponga de fuero especial”.

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Paula Torres
CÁT. C: Facco

Derecho a la imagen: con la llegada de la fotografía y luego el cine y la televisión, surgió


una preocupación por la difusión de esas imágenes instantáneas lo que llevó a la
protección de la misma. En Argentina, llegó a través de la ley 11.723 que regula los
derechos intelectuales.
El CCyC, reguló el tema en su art. 53: “Para captar o reproducir la imagen o la voz de una
persona, de cualquier modo que se haga, es necesario su consentimiento, excepto en los
siguientes casos:
a) que la persona participe en actos públicos;
b) que exista un interés científico, cultural o educacional prioritario, y se tomen las precauciones
suficientes para evitar un daño innecesario;
c) que se trate del ejercicio regular del derecho de informar sobre acontecimientos de interés
general.
En caso de personas fallecidas pueden prestar el consentimiento sus herederos o el designado por
el causante en una disposición de última voluntad. Si hay desacuerdo entre herederos de un
mismo grado, resuelve el juez. Pasados veinte años desde la muerte, la reproducción no ofensiva
es libre”.
Concepto: nos referimos con imagen, a l apariencia física de una persona, a su aspecto
exterior que se vincula con la identificación del sujeto en su fase estética. Incluye la voz.
Cuando se habla de imagen, hay que tomarla en su sentido amplio, cuando se reproduce
visual o gráficamente, no solo en fotos sino también en dibujos, caricaturas, ilustraciones,
pinturas, reproducciones televisivas, etc.
La jurisprudencia, ha dicho que éste, es el derecho que tiene toda persona para disponer
de su apariencia, autorizando o no su captación y difusión.
Disponibilidad del derecho a la propia imagen: su disposición es relativa, ya que se presta
consentimiento para algo en particular, no puede ser usada en otro lado más que donde
se permitió.
Captación y reproducción de la imagen: “para ser puesto en comercio” desde la literalidad,
pareciera que la ley habilita a efectuar multiplicidad de actos jurídicos con la imagen
captada. Sin embargo, la doctrina determinó que el consentimiento se requiere tanto para
la captura como para la reproducción de la imagen.
Consentimiento: en primer lugar, está legitimado el titular mayor de eedad y capaz, en
caso de menores, sus representantes legales. En caso de muerte, según el art. 31: hijos,
padres o descendientes directos de los hijos.
Revocación del consentimiento: se deberá indemnizar los daños y perjuicios causados.
Pero siguiendo el art. 5 del CCyC, como es un derecho personalísimo, es libremente
revocable y habrá indemnización de daños solo si se comprueba la existencia de abuso
del derecho o mala fe.
Art. 31 Ley 11.723: “El retrato fotográfico de una persona no puede ser puesto en el comercio sin
el consentimiento expreso de la persona misma y muerta ésta, de su cónyuge e hijos o
descendientes directos de éstos, o en su defecto, del padre o de la madre. Faltando el cónyuge,
los hijos, el padre o la madre, o los descendientes directos de los hijos, la publicación es libre.
La persona que haya dado su consentimiento puede revocarlo resarciendo daños y perjuicios.
Es libre la publicación del retrato cuando se relacione con fines científicos, didácticos y en general
culturales, o con hechos o acontecimientos de interés público o que se hubieran desarrollado en
público.”

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CÁT. C: Facco

Derecho a la intimidad: es el conjunto de datos, hechos o situaciones reales,


desconocidas por la comunidad y reservados al conocimiento del sujeto mismo o bien un
grupo de personas reducidas. Viene a reconocer una esfera de vida personal y
excluyente. Cifuentes dice, que cualquiera puede tomar conocimiento de algo
absolutamente mío por casualidad. Lo violaría si lo difundiera por un medio, lo publicara o
ante la intromisión o injerencia que pueden ofender a la persona.
El bien jurídico que ampara, según la jurisprudencia, se conforma por:
• El secreto de los actos de la vida privada
• El secreto de la correspondencia epistolar y de los papeles privados
• Privacidad del domicilio
• El derecho al nombre
• El derecho al secreto profesional

Protección de la vida privada: art. 1770 CCyC: “El que arbitrariamente se entromete en la vida
ajena y publica retratos, difunde correspondencia, mortifica a otros en sus costumbres o
sentimientos, o perturba de cualquier modo su intimidad, debe ser obligado a cesar en tales
actividades, si antes no cesaron, y a pagar una indemnización que debe fijar el juez, de acuerdo
con las circunstancias. Además, a pedido del agraviado, puede ordenarse la publicación de la
sentencia en un diario o periódico del lugar, si esta medida es procedente para una adecuada
reparación”.
Solo las personas humanas gozan del derecho a la protección de la vida privada.

Habeas Data: es una de las garantías constitucionales que significa “conserva o guarda
tus datos”. Derecho que asiste a toda persona a solicitar la exhibición de los registros que
incluyen datos personales o de su familia, para tomar conocimiento, pedir su rectificación,
etc.
art. 43 CN: (LEER)

Ley 25.326: tratamiento y protección de datos personales: establece que la acción podrá
ser ejercida por el afectado, sus tutores o curadores, los sucesores.
Ésta, permite la supresión de datos, cuando el dato ha entrado erróneamente al registro, o
cuando los datos personales ya no sean necesarios para los fines que contemplaron su
almacenamiento.

Derecho a la Identidad Personal: la identidad es el plexo de características de la


personalidad de cada individuo que se proyecta al exterior, siendo algo que se crea con el
transcurso del tiempo, es cambiante y por ende, dinámica. Lo protegido de él es que la
persona no vea alterada su proyección externa.
Calificaciones:
- La identidad tutelada es la exteriorizada, no la interior.
- Se distingue entre los signos de identificación de una persona, como el nombre,
nacionalidad, siendo éstos datos estáticos, mientras que la identidad personal es
dinámica porque cambia, evoluciona o se degrada.

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CÁT. C: Facco

- Se diferencia del derecho a la intimidad porque éste tutela la no representación


hacia el exterior de los actos privados, mientras que el de identidad personal
asegura la representación de la proyección social de la personalidad.

Identidad estática: desde este punto de vista, no se modifica con el transcurrir de la vida.
Tobías, entre otros, rechaza esta acepción mientras que las XVI Jornadas Nacionales de
Derecho Civil, la confiere al origen biológico.
Banco Nacional de Datos Genéticos: surge que con la búsqueda de Abuelas tras la
dictadura del 76. Gracias al gran desarrollo científico y tecnológico, y de la invaluable
tarea de esta institución, en 2009 se sancionó la Ley Nacional N° 26.548 que jerarquizó la
jerarquizó. Dicha ley, determinó la organización que rige hoy en día del Banco.
Como parte de la tarea de Abuelas, éstas reclamaban al gobierno, la creación de una
Comisión que impulsara y organizara las búsquedas. Así en 1992, lograron la Ley
Nacional N° 25.457 de creación de la CONADI (Comisión Nacional por el Derecho a la
Identidad). Sus funciones, consisten en impulsar la búsqueda de hijos e hijas de
desaparecidos y restituir su identidad; intervenir en toda situación donde se lesione la
identidad de los niñ@s y adolescentes, requerir información del Banco Genético y ordenar
la realización de pericias genéticas dicho Banco.

Aspecto Dinámico: rectificación registral del sexo y cambio de nombre de pila e imagen:
ley 26.743:
Art. 3: Ejercicio. “Toda persona podrá solicitar la rectificación registral del sexo, y el cambio de
nombre de pila e imagen, cuando no coincidan con su identidad de género autopercibida.
Art. 4 Requisitos. “Toda persona que solicite la rectificación registral del sexo, el cambio de
nombre de pila e imagen, en virtud de la presente ley, deberá observar los siguientes requisitos:
1. Acreditar la edad mínima de dieciocho (18) años de edad, con excepción de lo establecido en el
artículo 5° de la presente ley.
2. Presentar ante el Registro Nacional de las Personas o sus oficinas seccionales
correspondientes, una solicitud manifestando encontrarse amparada por la presente ley,
requiriendo la rectificación registral de la partida de nacimiento y el nuevo documento nacional de
identidad correspondiente, conservándose el número original.
3. Expresar el nuevo nombre de pila elegido con el que solicita inscribirse.
En ningún caso será requisito acreditar intervención quirúrgica por reasignación genital total o
parcial, ni acreditar terapias hormonales u otro tratamiento psicológico o médico”
Art. 7: Efectos. “Los efectos de la rectificación del sexo y el/los nombre/s de pila, realizados en
virtud de la presente ley serán oponibles a terceros desde el momento de su inscripción en el/los
registro/s.”

Los derechos de incidencia colectiva:

Unidad x: patrimonio

Concepto: “pertenencia material” o “fortuna” de una persona. Hoy, en el ámbito jurídico no


representa más que un recurso instrumental, de recortada y limitada utilidad dentro del
marco de la responsabilidad del deudor.

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CÁT. C: Facco

El CCyC solo lo nombra, no lo define, en su art. 15 “las personas son titulares de los derechos
individuales sobre los bienes que integran su patrimonio”
El Código de Vélez, lo definía “los objetos inmateriales susceptibles de valor, e igualmente las
cosas, se llaman “bienes”. El conjunto de bienes de una persona constituye su “patrimonio”.”
Parece adecuado adoptar al nuevo paradigma en materia de bienes que instaura el
CCyC.

Naturaleza Jurídica: dos exponentes de la escuela exegética lo consideraban un atributo


de la personalidad y desarrollaron una teoría al respecto, basada en dos construcciones
abstractas:
a) El patrimonio es una universalidad juídica distinta de los elementos que lo
componen.
b) El patrimonio supone la capacidad jurídica de su titular para ampliar su integración.
Le reconocen los siguientes caracteres
1) Único e indivisible: como el sujeto. El patrimonio es en la medida que pertenece a
un sujeto.
2) Solo las personas pueden tener patrimonio
3) Toda persona no puede tener más de un patrimonio
4) El patrimonio es intransmisible en vida porque nadie puede despojarse de su
personalidad, salvo en caso de muerte.
5) Solamente los derechos susceptibles de apreciación pecuniaria integran el
patrimonio.
Críticas a esa teoría:
indivisibilidad: la divisibilidad del patrimonio es evidente, por ejemplo, en las transmisiones
mortis causa
Unidad: sin embargo, es cada día más frecuente la presencia de patrimonios diferentes y
separados, a cargo de un mismo titular.
Necesidad: pensamiento irreal que reduce la propiedad a un concepto puramente formal.
Una persona que carece de todo no puede decirse seriamente que tenga un patrimonio.
Inenajenabilidad: imposible, porque nadie puede disponer de su patrimonio del mismo
modo que nadie puede enajenar su personalidad.
Básicamente, la persona es sujeto de derecho y el patrimonio es objeto de derecho y no
atributo que haga depender la existencia misma de la persona, sino aquello de su
pertenencia o posesión.

Quid de la cuestión sobre su consideración como atributo de la persona:


Lo que sucede con la doctrina clásica es que confunde la aptitud para tener un patrimonio
(capacidad de derecho), con el hecho real de tener un patrimonio. Se sitúan en un plano
distinto de la persona, en una relación jurídica. La persona es el sujeto y los bienes el
objeto. Lo inherente a la personalidad es la capacidad de tener un patrimonio, no el
patrimonio en sí.

El patrimonio como universalidad jurídica: los juristas que han visto en el patrimonio una
consecuencia de la personalidad jurídica, la han completado agregando que el círculo se
cerraba por el otro extremo, articulándose todos los bienes en una universalidad.
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Paula Torres
CÁT. C: Facco

La idea de personificación del patrimonio, tenía en la realización de la universitas su


adecuada consecuencia. La idea de la personalidad potencia en torno al sujeto una serie
de relaciones y la idea de universalidad hace ver que surge un elemento que las asimila.
Hay universalidad cuando una serie de elementos se agrupan alrededor de un sujeto
como unidad, que en el plano jurídico sólo puede ser admitido por el derecho positivo
puesto que, en las relaciones jurídicas, la unidad no puede fundarse sobre un enlace de
orden material.
El legislador, ha admitido en varias ramas del derecho, la existencia de universalidades
más o menos independientes del patrimonio clásico. En la mayoría de los casos, esas
masas de bienes estarán incluidas en el patrimonio, pero las reglas propias a que
obedecen separan a una de otras, en el seno mismo. Aceptando que está en manos del
legislador agrupar a voluntad todos los bienes, esta tarea debe tener una finalidad
razonable, satisfacer necesidades prácticas, hacerse con un motivo que la justifique.

El patrimonio como garantía común de los acreedores: la función de los bienes con valor
pecuniario dentro del mundo jurídico, es la de garantizar los créditos.
Art. 242: “Todos los bienes del deudor están afectados al cumplimiento de sus obligaciones y
constituyen la garantía común de sus acreedores, con excepción de aquellos que este Código o
leyes especiales declaran inembargables o inejecutables. Los patrimonios especiales autorizados
por la ley sólo tienen por garantía los bienes que los integran”.
Si la responsabilidad patrimonial (desde el deudor) se respondiera por el incumplimiento,
se desataría el cúmulo de consecuencias que conlleva toda conducta antijurídica. En
cambio, si se responde desde el cumplimiento es porque dicha responsabilidad se
contrajo desde el nacimiento de la obligación.
Azpeitía cree que el patrimonio del obligado responde en caso de incumplimiento. Si
alguna vez se emplea la palabra garantía, debe entenderse como posibilidad de embargo
en la ejecución instada por el acreedor.
Art. 243 CCyC: “Bienes afectados directamente a un servicio público. Si se trata de los bienes de
los particulares afectados directamente a la prestación de un servicio público, el poder de agresión
de los acreedores no puede perjudicar la prestación del servicio.”

Acciones de recomposición patrimonial:

Patrimonios especiales o de afectación: generalmente, patrimonio y persona se hallan


muy unidos con relación al desarrollo personal de su titular; otras veces, los bienes tienen
un destino diferente al cual están afectados. Los bienes son instrumentos que no permiten
satisfacer necesidades básicas, por lo tanto, nada impide destinar una determinada masa
de bienes a la realización de uno o más de estos fines.
En el ámbito patrimonial, junto al patrimonio general, existe una esfera jurídica más
restringida de estricta fuente legal y susceptible de desarrollo económico propio, llamada
patrimonio especial. Éstos, están compuestos por una pluralidad de relaciones
separadas y distintas de otras (independientes) que impone la creación de un patrimonio
nuevo y distinto. Este patrimonio especial tiene una función propia de garantía y

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Paula Torres
CÁT. C: Facco

responsabilidad en conexión a su destino, análoga al a función general de garantía y


responsabilidad que tiene el patrimonio general con el sujeto. Aquí, la responsabilidad por
las deudas es su nota esencial y relevante, es limitada al negocio o finalidad emprendida,
con los bienes afectados a tales fines. Es resultado de la participación individual en
sociedades de capital o de responsabilidad limitada.
No se debe confundir el patrimonio separado con los bienes excluidos de la garantía
patrimonial. El patrimonio separado tiene sus propias deudas.
En el mismo sujeto, existirán dos esferas jurídicas separadas: la general y el especial al
cual el general queda subordinado.
Cada uno suele ser diferente, pero mantienen ciertas características comunes:
a) Se compone de un activo y un pasivo
b) Independiente del patrimonio personal, aunque un bien del especial puede ser
adquirido por el personal y viceversa.
c) Poseen una administración diferenciada
d) Incorporan el aprovechamientos de los frutos y beneficios de sus bienes
e) Adquieren otros bienes, por subrogación real
f) Dejan de existir cuando desaparece el presupuesto fáctico que lo generó o al
cumplirse el plazo o fin especial, retornando al patrimonio personal. Su
temporalidad está impresa desde su constitución.
Al adquirir bienes nuevos, la existencia de patrimonios separados implica decidir a cuál de
ellos debe ingresar. Por regla general entran al especial aquellos fijados por ley, y serán:
1) Los bienes adquiridos con el producto de otro perteneciente al especial o como
indemnización por destrucción, daño o expropiación de un objeto del especial.
2) Lo adquirido en virtud de un negocio jurídico referente al patrimonio separado.
3) Los frutos y productos no consumidos de los bienes que lo integran.
El resto se incorpora al patrimonio general.

Bienes y cosas: antes vinculábamos los “bienes” al contenido económico, porque


nuestro Código Civil tenía un criterio patrimonialista de los bienes. Pero luego aparecieron
bienes que, siendo de la persona, no tenían valor económico, aunque sí utilidad, pudiendo
ser objeto de relaciones jurídicas, siendo: el cuerpo humano, órganos, material genético,
etc. Así:
• Objetos materiales: cosas.
• Objetos inmateriales: Bienes (derechos).
Art. 16 CCyC: “Los derechos referidos en el primer párrafo del artículo 15 pueden recaer sobre
bienes susceptibles de valor económico. Los bienes materiales se llaman cosas. Las disposiciones
referentes a las cosas son aplicables a la energía y a las fuerzas naturales susceptibles de ser
puestas al servicio del hombre.”
El concepto de “bien” resulta notablemente ampliado en comparación a la anterior
legislación.
Además de los bienes que integran el patrimonio de un sujeto quien ejerce sobre ellos
derechos individuales, es posible determinar la existencia de bienes que pertenecen a las
personas y tienen utilidad, pero no valor económico, y otros, que pertenecen a los
colectivos. La nueva regulación expande el concepto de bienes y regula:

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Paula Torres
CÁT. C: Facco

- Los derechos individuales de las personas sobre los bienes que integran su
patrimonio (arts. 15, 16, 225, 235 ss. Y 1882 y ss. CCyC).
- Los derechos individuales que la persona posee sobre el cuerpo humano o sus
partes (art. 17 CCyC).
- Los derechos de las comunidades indígenas sobre bienes comunitarios (art. 18
CCyC).
- Los derechos de incidencia colectiva (arts. 14, 240 y 241 CCyC).

Las consideradas en sí mismas:

Cosas muebles e inmuebles:


Inmuebles:
Por naturaleza: art. 225 CCyC: “Son inmuebles por su naturaleza el suelo, las cosas
incorporadas a él de una manera orgánica y las que se encuentran bajo el suelo sin el hecho del
hombre”.
Claro está que esta inmovilización termina cuando son retiradas del suelo. Ej: los
minerales. En cuanto a las cosas incorporadas al suelo de forma orgánica, deben estar
realmente incorporados al suelo de manera estable.
Por accesión: art. 226 CCyC: “Son inmuebles por accesión las cosas muebles que se
encuentran inmovilizadas por su adhesión física al suelo, con carácter perdurable. En este caso,
los muebles forman un todo con el inmueble y no pueden ser objeto de un derecho separado sin la
voluntad del propietario.
No se consideran inmuebles por accesión las cosas afectadas a la explotación del inmueble o a la
actividad del propietario.”
Ej: ladrillos, cemento, cal, pintura o aberturas.

Muebles: (solo existen por su naturaleza)


Art. 227 CCyC: “Son cosas muebles las que pueden desplazarse por sí mismas o por una fuerza
externa.”

Cosas divisibles e indivisibles: art. 228 CCyC: “Son cosas divisibles las que pueden ser
divididas en porciones reales sin ser destruidas, cada una de las cuales forma un todo homogéneo
y análogo tanto a las otras partes como a la cosa misma.
Las cosas no pueden ser divididas si su fraccionamiento convierte en antieconómico su uso y
aprovechamiento. En materia de inmuebles, la reglamentación del fraccionamiento parcelario
corresponde a las autoridades locales.”
Hay que tener en cuenta que una cosa es “jurídicamente” divisible cuando es susceptible
de ser dividida material y económicamente. La división material, puede darse por ejemplo
el dinero, pero no una computadora aunque esté compuesta por partes, porque las
mismas no forman algo análogo. Por otro lado, la división económica ofrece mayores
aristas. Tanto lo inmueble como lo inmueble, puede dividirse perdiendo valor económico.
Ej: piedras preciosas.
La finalidad de la norma es no volver antieconómico la explotación de una fracción y esto
dependerá de las características de la tierra. A mayor fertilidad del suelo, mayor
posibilidad de fraccionarla. Por ello, se deriva la reglamentación hacia las autoridades
locales.

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CÁT. C: Facco

Cosas principales y accesorias:


Art. 229 CCyC: “Son cosas principales las que pueden existir por sí mismas.”
Art 230 CCyC: “Son cosas accesorias aquellas cuya existencia y naturaleza son determinadas
por otra cosa de la cual dependen o a la cual están adheridas. Su régimen jurídico es el de la cosa
principal, excepto disposición legal en contrario.”
O sea, que quien es propietario de la cosa principal, lo es de la accesoria. Las accesorias
carecen de régimen propio y por eso deben seguir el de la principal a la que pertenecen.
La accesoriedad se puede dar por “dependencia” cuando no hay accesión física, como un
teclado inalámbrico de computadora; o por “adhesión” cuando existe accesión física,
como las partes de un auto.

Cosas consumibles o fungibles:


Consumibles: art. 231 CCyC: “Son cosas consumibles aquellas cuya existencia termina con el
primer uso. Son cosas no consumibles las que no dejan de existir por el primer uso que de ellas se
hace, aunque sean susceptibles de consumirse o deteriorarse después de algún tiempo.”
Clasificación exclusiva de los muebles, y la importancia de esta clasificación, radica en
que algunos contratos solo pueden tener por objeto cosas consumibles (mutuo) y otros,
cosas no consumibles (comodato).
Fungibles: art. 232 CCyC: “Son cosas fungibles aquellas en que todo individuo de la especie
equivale a otro individuo de la misma especie, y pueden sustituirse por otras de la misma calidad y
en igual cantidad.”
Es el poder de sustitución, las cosas que son reemplazables por otras. La característica
central de lo fungible, es su falta de individualidad.

Frutos y productos: art. 233 CCyC: “Frutos son los objetos que un bien produce, de modo
renovable, sin que se altere o disminuya su sustancia.
Frutos naturales son las producciones espontáneas de la naturaleza.
Frutos industriales son los que se producen por la industria del hombre o la cultura de la tierra.
Frutos civiles son las rentas que la cosa produce.
Las remuneraciones del trabajo se asimilan a los frutos civiles.
Productos son los objetos no renovables que separados o sacados de la cosa alteran o disminuyen
su sustancia.
Los frutos naturales e industriales y los productos forman un todo con la cosa, si no son
separados.”
Las cosas pueden producir frutos y productos, el objeto resultante puede serlo de modo
renovable o no renovable, y a su vez implicar o no una disminución o alteración de la
sustancia de la cosa generadora dando lugar a estas dos categorías.
Frutos: Los frutos naturales, industriales y civiles son los que la cosa produce de modo
renovable y sin que altere la sustancia (manzanas de un árbol). Dice Llambías, que los
frutos son cosas nuevas diferentes a la que los genera.
Productos: Por otro lado, los productos no son reproducidos por la cosa de la cual se
sacan. Son los objetos no renovables, que al ser separados de la cosa importan una
alteración o disminución de su sustancia (el petróleo de un yacimiento).

Bienes inenajenables: art. 234 CCyC: “Bienes fuera del comercio. Están fuera del comercio
los bienes cuya transmisión está expresamente prohibida:

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CÁT. C: Facco

a) por la ley;
b) por actos jurídicos, en cuanto este Código permite tales prohibiciones.”
Esta prohibición puede ser legal o voluntaria, y a su vez absoluta o relativa. Es absoluta si
el bien no puede ser transmitido, en cambio, es relativa si necesita de alguna autorización
previa para su enajenación.
La regla general es que los bienes siempre se encuentran dentro del comercio, por eso,
esta prohibición es excepcional.

Los bienes en relación a las personas:


Dominio público: art. 235 CCyC: Son bienes pertenecientes al dominio público, excepto lo
dispuesto por leyes especiales:
a) el mar territorial hasta la distancia que determinen los tratados internacionales y la legislación
especial... Se entiende por mar territorial el agua, el lecho y el subsuelo;
b) las aguas interiores, bahías, golfos, ensenadas, puertos, ancladeros y las playas
marítimas…hasta la distancia que corresponda de conformidad con la legislación especial de orden
nacional o local aplicable en cada caso;
c) los ríos, estuarios, arroyos y demás aguas que corren por cauces naturales, los lagos y lagunas
navegables, los glaciares y el ambiente periglacial y toda otra agua que tenga o adquiera la aptitud
de satisfacer usos de interés general, comprendiéndose las aguas subterráneas... Se entiende por
río el agua, las playas y el lecho por donde corre… Por lago o laguna se entiende el agua, sus
playas y su lecho, respectivamente, delimitado de la misma manera que los ríos.
d) las islas formadas o que se formen en el mar territorial, la zona económica exclusiva, la
plataforma continental o en toda clase de ríos, estuarios, arroyos, o en los lagos o lagunas
navegables, excepto las que pertenecen a particulares;
e) el espacio aéreo suprayacente al territorio y a las aguas jurisdiccionales de la Nación Argentina,
de conformidad con los tratados internacionales y la legislación especial;
f) las calles, plazas, caminos, canales, puentes y cualquier otra obra pública construida para
utilidad o comodidad común;
g) los documentos oficiales del Estado;
h) las ruinas y yacimientos arqueológicos y paleontológicos.

Dominio privado del Estado: art. 236 CCyC: “Pertenecen al Estado nacional, provincial o
municipal, sin perjuicio de lo dispuesto en leyes especiales:
a) los inmuebles que carecen de dueño;
b) las minas de oro, plata, cobre, piedras preciosas, sustancias fósiles y toda otra de interés similar,
según lo normado por el Código de Minería;
c) los lagos no navegables que carecen de dueño;
d) las cosas muebles de dueño desconocido que no sean abandonadas, excepto los tesoros;
e) los bienes adquiridos por el Estado nacional, provincial o municipal por cualquier título”.

Art. 237 establece que los bienes de dominio público son:


Inenajenables: al estar destinados a la utilidad y comodidad de toda la sociedad, se
encuentran fuera del comercio privado. No es absoluta, en razón de que pueden ser
objeto de un uso especial (a través de permisos) que sea compatible con la naturaleza y
destino de uso público del bien.
Inembargables: si bien el embargo no implica desapropio, apareja también la idea de una
eventual enajenación, ya que como último ratio tiene a forzar la ejecución del bien.

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CÁT. C: Facco

Imprescriptibles: no pueden adquirirse por prescripción ni usucapión. Están librados al uso


público general.
Los bienes de dominio privado, se encuentran en la misma situación que los bienes de los
particulares, pudiendo ser objeto de idénticas operaciones.

Bienes de los particulares: art. 238 CCyC: “Los bienes que no son del Estado nacional,
provincial, de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires o municipal, son bienes de los particulares sin
distinción de las personas que tengan derecho sobre ellos, salvo aquellas establecidas por leyes
especiales.”

Aguas de los particulares: restricciones al uso y función social :

Los bienes en relación a los derechos de incidencia colectiva: el CCyC reconoce dos
categorías de derechos: individuales y de incidencia colectiva.
El art. 14 establece que “La ley no ampara el ejercicio abusivo de los derechos individuales
cuando pueda afectar al ambiente y a los derechos de incidencia colectiva en general.” Con ello,
se fija el principio general respecto a que el ejercicio de los derechos individuales debe
ser compatible y sin causar daño a los derechos de incidencia colectiva.

Límites al ejercicio de los derechos individuales: surgen atento a que los derechos de
incidencia colectiva son aquellos que garantizan a la humanidad una vida digna y
sustentable a futuro. Esta limitación surge del art. 240 CCyC: “ El ejercicio de los derechos
individuales sobre los bienes debe ser compatible con los derechos de incidencia colectiva. Debe
conformarse a las normas del derecho administrativo nacional y local dictadas en el interés público
y no debe afectar el funcionamiento ni la sustentabilidad de los ecosistemas de la flora, la fauna, la
biodiversidad, el agua, los valores culturales, el paisaje, entre otros, según los criterios previstos en
la ley especial.”
Esta norma, brinda compatibilidad a ambos tipos de derechos.
El CCyC, enmarcado en el “paradigma ambiental”, no solo prevé conducta abusiva que
lesione el derecho de un particular, sino a toda la comunidad y generaciones futuras. Para
asegurar el cumplimiento de la Ley 25.675, el art. 240 establece parámetros en que se
deberán ejercer los bienes sin que se afecte el funcionamiento ni la sustentabilidad de los
ecosistemas de la flora, fauna, la biodiversidad, el agua, los valores culturales, el paisaje,
etc.

Protección de la vivienda familiar: la vivienda es un derecho humano fundamental que


hace a la dignidad. No hay posibilidad de ejercer el goce y disfrute de los DDHH sin ella.
Se reconoce a toda persona el derecho a afectar su vivienda al régimen de exclusión de
la agresión de los acreedores, equilibrando los intereses propios del tráfico jurídico con la
necesidad de asegurar un espacio existencial. Capítulo 3 del Libro III del Libro Primer,
mejora el sistema del “bien de familia” ampliando a sus beneficiarios.
Art. 244 CCyC: “Afectación. Puede afectarse al régimen previsto en este Capítulo, un inmueble
destinado a vivienda, por su totalidad o hasta una parte de su valor. Esta protección no excluye la
concedida por otras disposiciones legales.

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CÁT. C: Facco

La afectación se inscribe en el registro de la propiedad inmueble según las formas previstas en las
reglas locales, y la prioridad temporal se rige por las normas contenidas en la ley nacional del
registro inmobiliario.
No puede afectarse más de un inmueble. Si alguien resulta ser propietario único de dos o más
inmuebles afectados, debe optar por la subsistencia de uno solo en ese carácter dentro del plazo
que fije la autoridad de aplicación, bajo apercibimiento de considerarse afectado el constituido en
primer término.”

Objeto de afectación: en su totalidad o una parte del valor del inmueble. Solo podrá
afectar un solo inmueble del titular, en caso de encontrarse siendo titular de dos o más
inmuebles afectados, deberá optar por uno. De lo contrario, la ley presume que es el
primero afectado.

Legitimados activos: art. 245 CCyC:


- el titular registral
- si el inmueble está en condominio, deben solicitarla todos los cotitulares
conjuntamente
- podrá decidirla el juez, de oficio, cuando resuelve las cuestiones relativas a la
conclusión de la convivencia, si hay beneficiarios incapaces o con capacidad
restringida.

Beneficiarios: art. 246 CCyC:


a) el propietario constituyente, su cónyuge, su conviviente, sus ascendientes o
descendientes;
b) en defecto de ellos, sus parientes colaterales dentro del tercer grado que convivan con
el constituyente.

Forma e inscripción de la afectación: podrá realizarse por acta registral o por escritura
pública. En los supuestos por actos de última voluntad, en juicio de divorcio o de
conclusión de uniones convivenciales, la misma será por orden judicial. Para que el
inmueble quede protegido se deberá inscribir la afectación en el registro de la propiedad
inmueble según las formas previstas por leyes locales.

Requisitos de habitación efectiva: art. 247 CCyC: “Si la afectación es peticionada por el titular
registral, se requiere que al menos uno de los beneficiarios habite el inmueble”. Si ninguno lo
hace, los efectos de la protección no subsistirán.

Efectos de la afectación: subsisten desde la inscripción hasta la desafectación.


• Si se realiza por acta registral, la inscripción tendrá carácter constitutivo, atento a
que son concomitantes.
• Mediante escritura pública, la inscripción será declarativa, encontrándose la
vivienda afectada desde que se produjo un bloqueo registral, tal cual el régimen de
transmisión de bienes inmuebles.
• Cuando la ordena el juez, deberá estarse al momento que se dictó la resolución.

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CÁT. C: Facco

Efectos respecto de acreedor del titular registral: los acreedores posteriores a la


inscripción de la afectación, no podrán ejecutar la vivienda para satisfacer sus créditos,
sínodo los efectos oponibles. Los anteriores, en cambio, sí.
Excepciones al principio general: art. 249 CCyC:
“a) obligaciones por expensas comunes y por impuestos, tasas o contribuciones que gravan
directamente al inmueble;
b) obligaciones con garantía real sobre el inmueble, constituida de conformidad a lo previsto en el
artículo 250;
c) obligaciones que tienen origen en construcciones u otras mejoras realizadas en la vivienda;
d) Obligaciones alimentarias a cargo del titular a favor de sus hijos menores de edad, incapaces, o
con capacidad restringida”.
Efectos respecto el titular registral: el titular registral no podrá transferir ni gravar el
inmueble (relativo). Art. 250 CCyC: “El inmueble afectado no puede ser objeto de legados o
mejoras testamentarias, excepto que favorezcan a los beneficiarios de la afectación prevista en
este Capítulo. Si el constituyente está casado o vive en unión convivencial inscripta, el inmueble no
puede ser transmitido ni gravado sin la conformidad del cónyuge o del conviviente; si éste se
opone, falta, es incapaz o tiene capacidad restringida, la transmisión o gravamen deben ser
autorizados judicialmente.”
En cuanto al uso y goce del inmueble, el titular conserva todos los derechos. Lo que no
podrá hacer, es realizar actos de administración que otorguen derechos personales a
favor de terceros, ej: celebrar contratos de locación.
Efectos respecto de los beneficiarios: tienen derecho a usar y gozar del inmueble.

Frutos: art. 251 CCyC: “Son embargables y ejecutables los frutos que produce el inmueble si no
son indispensables para satisfacer las necesidades de los beneficiarios.”
No rige ninguna restricción a los acreedores para embargar.

Desafectación y cancelación de la inscripción: debe estar inscripta en el registro a fin de


que se la deje sin efecto, efectuándose así la cancelación de la inscripción.
Art. 255 CCyC: “a) a solicitud del constituyente; si está casado o vive en unión convivencial
inscripta se requiere el asentimiento del cónyuge o del conviviente; si éste se opone, falta, es
incapaz o tiene capacidad restringida, la desafectación debe ser autorizada judicialmente;
b) a solicitud de la mayoría de los herederos…;
c) a requerimiento de la mayoría de los condóminos computada en proporción a sus respectivas
partes indivisas, con los mismos límites expresados en el inciso anterior;
d) a instancia de cualquier interesado o de oficio, si no subsisten los recaudos previstos en este
Capítulo, o fallecen el constituyente y todos los beneficiarios;
e) en caso de expropiación, reivindicación o ejecución autorizada por este Capítulo, con los límites
indicados en el artículo 249.”
Supuestos taxativas, no existen otros.

Unidad xi: hechos jurídicos – actos voluntarios

Hechos jurídicos: la norma jurídica es un juicio hipotético que consta de su previsión y su


correspondiente consecuencia. Ambos, están unidos y enlazados por un nexo de
causalidad normativa, la cual se desenvuelve dentro del ámbito del deber-ser, no del ser.

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CÁT. C: Facco

O sea, que la norma contempla una hipótesis denominada supuesto jurídico: tipos
abstractos y generales de supuestos/comportamientos que pueden o no producirse.
Así que, los sucesos (acontecimientos) de la realidad, cuando encuadran en los
elementos previstos por la norma (supuesto jurídico), producen consecuencias, tomando
el nombre de hechos jurídicos.

Concepto normativo: art. 257 CCyC: “El hecho jurídico es el acontecimiento que, conforme al
ordenamiento jurídico, produce el nacimiento, modificación o extinción de relaciones o situaciones
jurídicas”.
Acontecimiento: toda circunstancia, tanto material como espiritual, que conforma el factum
al que el derecho le hace producir efectos jurídicos.
Relaciones jurídicas: son relaciones sociales que, al ser subsumidas por un supuesto
jurídico, posibilitan el reconocimiento a los sujetos, de facultades y prerrogativas, así
como los correlativos deberes. La relación se reduce a un vínculo en virtud del cual uno
de los sujetos tiene la facultad de exigir una conducta determinada, por que decimos que
es una generadora de derechos subjetivos.
Varias teorías hay sobre la diferenciación de relación y situación jurídica, pero
adscribimos a la de Rivera, quien reza: “es un modo o una determinada manera de estar de las
personas en la vida social, regulado por el Derecho” . Las situaciones pueden ser subjetivas o
con relación también a los bienes, o pueden ser plurisubjetivas, y a éstas se las llama
relaciones jurídicas. Así, la relación de un sujeto con un bien, no podría conformar una
relación jurídica, sino una situación.

Clasificación de hechos jurídicos:


De la naturaleza o del hombre: para Brebbia, son hechos humanos aquellos que los
humanos realicen como entes dotados de voluntad y; son acontecimientos naturales,
aquellos en los que el sujeto participa como ente, sometido a leyes físicas y biológicas
(sin tener en cuenta su voluntad). Así, el nacimiento, la muerte, el embarazo, son hechos
naturales aun cuando el hombre intervenga en su acaecer.
Para Cifuentes, habrá hecho natural cuando cobra relieve la fenomenicidad (el evento)
pero son irrelevantes para la norma la voluntariedad y la intención, así hayan existido.
Actos humanos voluntarios: art. 260 CCyC: “es el ejecutado con discernimiento, intención y
libertad, que se manifiesta por un hecho exterior.”
Actos humanos involuntarios: art. 261 CCyC: “Es involuntario por falta de discernimiento:
a) el acto de quien, al momento de realizarlo, está privado de la razón;
b) el acto ilícito de la persona menor de edad que no ha cumplido diez años;
c) el acto lícito de la persona menor de edad que no ha cumplido trece años, sin perjuicio de lo
establecido en disposiciones especiales.”
Actos humanos lícitos e ilícito: la licitud implica el ejercicio de la libertad personal, es lícito
todo lo que no está prohibido. Esta clasificación es de importancia ya que, de
encontrarnos frente a un ilícito, se genera el deber de reparar el daño causado.
Rivera y Crovi: se remontan al art. 1717 del CCyC que establece que es ilícita o
antijurídica, es cualquier acción u omisión que causa un daño, si no está justificada.

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CÁT. C: Facco

Simple acto lícito y acto jurídico: art. 258 CCyC: “el simple acto lícito es la acción voluntaria no
prohibida por la ley, de la que resulta alguna adquisición, modificación o extinción de relaciones o
situaciones jurídicas.” Es decir, que la ley, ante el hecho, le hace producir alguno de esos
efectos, independientemente de la voluntad del autor, haya o no buscado esa
consecuencia.
Art. 259 CCyC: “El acto jurídico es el acto voluntario lícito que tiene por fin inmediato la
adquisición, modificación o extinción de relaciones o situaciones jurídicas.”

Hechos constitutivos, modificatorios y extintivos:


Constitutivos: los que tienen como consecuencia el nacimiento o adquisición de una
relación o situación jurídica. Ej: contraer matrimonio.
Modificatorios: los que tienen como consecuencia modificar alguna situación entre el
nacimiento y la extinción de la relación o situación jurídica.
Extintivos: los que ponen fin a una relación o situación jurídica. Ej: la revocación de un
poder, la muerte, etc.

Hechos simples y complejos: es importante está distinción para cuando el supuesto no se


realiza enteramente de una vez, sino que por etapas a través de una progresión de fases
intermedias que causa una situación de expectativa (los herederos en vida del causante).

El acto voluntario: art. 260 CCyC: “El acto voluntario es el ejecutado con discernimiento,
intención y libertad, que se manifiesta por un hecho exterior.”
Es la norma legal la que fija los elementos que debe reunir un acto para ser considerado
voluntario:
Elementos internos: deben existir en su conjunto para que haya voluntad jurídica. Ésta, se
diferencia de la voluntad psicológica, ya que puede haber una sin la otra en ambos casos.
Ej: el derecho asume que cierta capacidad se adquiere desde los 13 años, por más que
alguien más chico ya tenga psíquicamente todas las condiciones de discernimiento y
demás. Estos elementos internos son:
1- Discernimiento: discernir implica distinguir una cosa de otra, formando juicio
acerca de la diferencia que existe entre ellas. Solo mediante el discernimiento se
puede distinguir entre el bien y el mal, entender el alcance, el valor y las
consecuencias de un acto. Brebbia, nos dice que es la facultad para conocer la
realidad y decidir entre diversas posibilidades. Es la aptitud del sujeto para
apreciar la consecuencia de sus acciones. El CCyC no da una definición, pero
establece cuándo es que éste falta, en su art 261: “Es involuntario por falta de
discernimiento:
a) el acto de quien, al momento de realizarlo, está privado de la razón;
b) el acto ilícito de la persona menor de edad que no ha cumplido diez años;
c) el acto lícito de la persona menor de edad que no ha cumplido trece años, sin perjuicio
de lo establecido en disposiciones especiales.”
La ausencia del discernimiento no se da por un vicio, sino por la aptitud intelectual
del sujeto. Causales de falta de discernimiento son:
a- Minoría de edad: para actos ilícitos, la persona +10 años, tiene discernimiento
y se lo puede imputar por hechos ilícitos, atentando a su patrimonio

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CÁT. C: Facco

independientemente de sus padres. Para los actos lícitos, los +13 años, son
considerados adolescentes, por lo cual tendrán discernimiento tan sólo para
los actos que la ley fija en el art. 26 CCyC.
b- Privación de la razón: ya sea por una situación permanente correspondiente a
una patología o bien, transitoria como la embriaguez o; haber sufrido un evento
traumático u otra circunstancia que provocó transitoriamente la pérdida de la
razón. Los actos lícitos realizados por estas personas, se considerarán
involuntarios. Los ilícitos, serán involuntarios cuando no dieron lugar por
negligencia o imprudencia a encontrarse en ese stado, mientras que por el
contrario, no serán involuntarios cuando esa inconsciencia proviene de la
negligencia del sujeto. Ej: un borracho. En este caso, sus actos y
consecuencias son imputables.
2- Intención: la doctrina sostiene que no debe confundirse con la voluntad de la
misma. Freitas, nos dice que es el discernimiento aplicado a un acto que se ha
deliberado practicar.
Llambías, sostiene que consiste en el propósito de la voluntad en la realización de
cada uno de los actos conscientes.
Brebbia, nos dice que hay intención cuando se ha realizado el acto como se
pensó. Y faltará dicho elemento, cuando el acto cometido no coincida con el acto
deliberado.
Las causales obstativas de la intención, son el dolo y el error.
3- Libertad: según Smith, es el estado existencial del hombre en el cual éste es
dueño de sus actos y puede autodeterminarse conscientemente sin sujeción a
ninguna fuerza o coacción psicofísica interior o exterior. Ésta, como elemento
interno de la voluntad, supone la ejecución de un acto sin coacción externa. Es la
facultad de elegir entre distintas alternativas posibles.
Las cusas que obstan la moral son la violencia física y la moral.

Prueba de la intención y la libertad: a diferencia del discernimiento se presumen que


existen en el acto, por lo tanto, quien alegue que éstos no se encuentran presentes por la
existencia de vicios, deberá acreditar las causales obstativas invocadas.

Elementos externos: es precisamente la exteriorización del proceso psicológico de la


voluntad, el que le permite salir de la conciencia a fin de ser captada por el Derecho. De
no existir la exteriorización, no existirá la voluntad jurídica, aunque los elementos internos
estén sanos.
1- Manifestación de la voluntad: art. 262 CCyC: “Los actos pueden exteriorizarse
oralmente, por escrito, por signos inequívocos o por la ejecución de un hecho material.”
Las palabras “manifestación” y “exteriorización” pueden ser utilizadas sinónimamente, no
así “declaración”, que es una especie de ellas y surge, cuando el sujeto actúa en forma
concreta con el propósito de dar a conocer su voluntad.

Diversas formas de manifestación de la voluntad:


➢ Manifestación expresa (art. 262):

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Paula Torres
CÁT. C: Facco

a) Oral: el sujeto se manifiesta verbalmente. El problema, yace en la


carencia de prueba, atento a que no queda registrada, salvo
actualmente por los registros de voz como audios, videos, etc.
b) Escrita: se plasma a través de una escritura y sí queda registrada en
un documento, instrumento público o particular. Ej: un contrato.
c) Por signos inequívocos: implica que el sujeto realice gestos de los
que no cabe ninguna duda sobre su voluntad. Ej: levantar la mano en
una subasta.

➢ Manifestación tácita (art. 264): no tiene como finalidad la expresión de la voluntad


del sujeto, sino que tiene otro fin, pero que sin lugar a equívocos manifiestan la
voluntad: ejecución de hechos materiales o actos por los cuáles se la puede
conocer certeramente.
Requisitos: para que sea válida, requiere primeramente que la voluntad se pueda
conocer con certeza. En segundo lugar, que el agente no pruebe que esa
manifestación tuvo sentido inferido. En tercer lugar, sólo será admitida si ese acto
no requiere la manifestación expresa. Por último, que las partes no hayan
expuesto una formalidad específica.

Declaraciones recepticias y no recepticias:


Recepticias: tienen el propósito de influir sobre la esfera jurídica de una persona
determinada, produciendo por lo tanto, efectos propios sólo al tomar conocimiento el
destinatario. Ej: notificación al deudor; el consentimiento informado que da el paciente
antes de una cirugía, etc.
No Recepticias: carecen de un destinatario determinado, y la eficacia se produce con la
sola emisión de la declaración, sin necesidad de recepción. Ej: un testamento; el
reconocimiento de un hio; llamado a concurso de un cargo docente por la facultad, etc.

El silencio como manifestación de voluntad: el silencio por sí solo no implica


manifestación, respetando el art. 19 de la CN que establece que el sujeto tiene derecho a
no expresarse si no lo considera, respetando su ámbito de privacidad. Ahora, hay que
dilucidar en qué casos, se podría atribuir consecuencias jurídicas al silencio u omisión, lo
que la doctrina denomina “silencio calificado”.

Art. 263 CCyC: “El silencio opuesto a actos o a una interrogación no es considerado como una
manifestación de voluntad conforme al acto o la interrogación, excepto en los casos en que haya
un deber de expedirse que puede resultar de la ley, de la voluntad de las partes, de los usos y
prácticas, o de una relación entre el silencio actual y las declaraciones precedentes.”

Las excepciones al principio general, cuando hay un deber de expedirse que puede
resultar de:
a) la ley: la norma es quien establece el deber de expedirse, por lo que, en caso de
silencio, se tomará como afirmación. La base axiológica para hacerlo yace en la
doctrina del interés comunitario, tal como el caso de contar con donantes de

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CÁT. C: Facco

órganos, o la mera necesidad de acelerar los procesos judiciales, a fin de


salvaguardad la seguridad jurídica.
b) La voluntad de las partes: con fundamento en la autonomía de la voluntad. El
silencio de la otra parte, en un negocio será considerado manifestación de la
voluntad, entendiendo que acepta, por ejemplo, las nuevas condiciones.
c) De los usos y prácticas: si bien no surge ni de la norma, ni del pacto contractual,
sobre todo en materia comercial, el silencio puede ser entendido como
manifestación. Será la autoridad judicial que encuentre acorde ese silencio con los
usos y prácticas.
d) Entre una relación entre el silencio actual y las declaraciones precedentes: es
necesario fijar circunstancias en las que éste pueda ser considerado como
manifestación de la voluntad. Primero, debe haber antecedentes entre las partes,
relaciones ya exteriorizadas, donde una de ellas, en el encadenamiento de
relaciones, calla. Es allí, donde se lo entiendo como manifestación.
El fundamento radica en la confianza, en la buena fe.

Art. 979 CCyC: “Modos de aceptación. Toda declaración o acto del destinatario que revela
conformidad con la oferta constituye aceptación. El silencio importa aceptación sólo cuando existe
el deber de expedirse, el que puede resultar de la voluntad de las partes, de los usos o de las
prácticas que las partes hayan establecido entre ellas, o de una relación entre el silencio actual y
las declaraciones precedentes.”

Divergencias entre la voluntad interna y la externa: normalmente, la voluntad forjada en el


fuero íntimo, coincide con lo que el sujeto manifiesta. Sin embargo, puede suceder que
exista discordancia entre ambas. Allí, se pueden dar diversas circunstancias, ya sea que
lo hizo con intención el caso es de simulación; o bien que lo hizo con intención viciada
como es el error, la violencia o el dolo; o sin intención.
Ante esta discordancia, la doctrina, desde siempre se preguntó a qué voluntad se le debe
dar preeminencia, y por ende, hacerle producir efectos jurídicos.
Las posturas se han dividido mayoritariamente en 2 posiciones que luego el CCyC moldeó
hacia una media:
Teoría de la voluntad: desplegada en el C. Napoleónico. Parte de la idea de darle
primacía a la voluntad interna por sobre la manifestada, para asegurarse de darle
virtualidad a lo que el sujeto realmente quiere. Protege al autor de la manifestación en
perjuicio del destinatario.
Teoría de la declaración: otorgan plena validez la voluntad manifestada, basando el
fundamento en que así, se da plena seguridad jurídica al tráfico negocial. A diferencia de
la voluntarista, protege al destinatario de la manifestación en perjuicio del declarante.
Teorías intermedias: se ha inclinado por adoptar la teoría voluntarista con ciertos ajustes,
es decir, sujeta a los principios correctores de la autorresponsabilidad (el declarante
deberá soportar consecuencias cuando la divergencia fuera por dolo o negligencia) y de la
confianza o buena fe (prevalecerá la voluntad declarada cuando el declarante haya
suscitado legítima expectativa en el destinatario según las circ. Objetivas del caso).

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CÁT. C: Facco

Vicios de la voluntad: son defectos congénitos que presenta la misma, que la priva de
ser sana. Ellos son el error, el dolo y la violencia

Distinción frente a los vicios de los actos jurídicos: en los actos jurídicos encontraremos la
lesión, la simulación y el fraude, mientras que los de la voluntad, pueden perjudicar a
todos los actos voluntarios, en razón de afectar el proceso de la voluntad interna o
producir la divergencia entre ambas.
La consecuencia de los vicios de la voluntad, es la nulidad o invalidez, mientras que en
los de los actos jurídicos, encontraremos que la simulación, supone la nulidad; el fraude
otra especie de ineficacia, la inoponibilidad y; la lesión tiene dos posibles consecuencias,
la nulidad del acto o su reajuste.

Error: tradicionalmente, se distinguía la ignorancia, que es la ausencia de conocimiento


acerca de un tema, del error, que es el falso conocimiento. En el CCyC ha desaparecido
el supuesto de la “ignorancia”, la nueva regulación solo de aboca al error como vicio. Esto,
gracias a los dichos de Llambías, quien decía que raramente alguien actuara por
completo ignorante. La distinción entre error e ignorancia, carece de relevancia.
Error de derecho: Vélez, en el CC, trataba los vicios en su art. 923 donde reiteraba los
lineamientos de la ignorancia y el error ya expuestos en el art. 20. Hoy, el CCyC se ocupa
de la “ignorancia de las leyes” en sus Títulos Preliminares, recepta el principio de la
inexcusabilidad propio de nuestro sistema jurídico, pero no reitera este principio al tratar el
error (acierto metodológico).
Art. 8 CCyC. Principio de inexcusabilidad: “La ignorancia de las leyes no sirve de excusa para
su cumplimiento, si la excepción no está autorizada por el ordenamiento jurídico. (Por su condición
de vulnerabilidad)”.

Error de hecho:
❖ se diferencian “error motivo” de “error en la declaración”.
❖ Se diferencian “error esencial” con “error accidental o accesorio”.

Error vicio o motivo: El error se configura cuando se obra en base a un estado mental
en que resulta impedida la verdadera representación de la realidad o es sustituida por otra
no verdadera; o cuando al proyectarse no coincide con la intención del agente. Ésta, es la
primera y gran división del error: error motivo y error en la declaración.
El error se clasifica en esencial y accidental. El antiguo código, destinaba 3 artículos para
hablar de la enumeración de errores esenciales, mientras que el CCyC los aglutina en
uno: art. 267.
Requisitos para que produzca la anulación del acto:: debe ser de “hecho”, es decir,
debe recaer sobre las circunstancias fácticas del negocio jurídico; “esencial” y en
determinados supuestos también “reconocible”.
Art. 265 CCyC: “El error de hecho esencial vicia la voluntad y causa la nulidad del acto. Si el acto
es bilateral o unilateral recepticio, el error debe, además, ser reconocible por el destinatario para
causar la nulidad.”
• Error de hecho esencial: siguiendo a Brebbia, creemos que éste existe, cuando
es “móvil determinante” de la voluntad, es decir, que si esa equivocación no

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Paula Torres
CÁT. C: Facco

hubiera estado presente en el agente, no habría celebrado el acto. Elemento


subjetivo de la fisura.
El elemento objetivo, que es que ese error motivo debe recaer sobre un “elemento
básico” del negocio. Se refiere a aquellos elementos que dan la fisonomía
particular al acto según la relevancia que poseen para las partes. Son particulares
de cada acto, no se admite generalización. Ej: un pago diferido o en cuotas, o la
entrega de la cosa en un determinado lugar. Éstos, no son elementos esenciales.
Ambos ingredientes deben incurrir, tanto el subjetivo como el objetivo para
encontrarnos frente a un error esencial.
Art. 267 CCyC: “El error de hecho es esencial cuando recae sobre:
a) la naturaleza del acto;
b) un bien o un hecho diverso o de distinta especie que el que se pretendió designar, o una
calidad, extensión o suma diversa a la querida;
c) la cualidad sustancial del bien que haya sido determinante de la voluntad jurídica según
la apreciación común o las circunstancias del caso;
d) los motivos personales relevantes que hayan sido incorporados expresa o tácitamente;
e) la persona con la cual se celebró o a la cual se refiere el acto si ella fue determinante
para su celebración.”

a) Error en la naturaleza del acto: se sitúa en la órbita contractual, en que una


parte entiende celebrar determinado acto jurídico y la contraparte uno
diferente. Ej: A expresa vender y B entiende que le va a donar. Este precepto
puede presentarse en cualquier tipo de negocio jurídico, tanto unilaterales,
como los testamentos, como en bilaterales, patrimoniales o familiares.
b) Error sobre el objeto del negocio: conforme a la regulación normativa (cuya
fuente directa es el art. 927 CC) existen 4 supuestos:
▪ Error sobre objeto diverso: abarca todo tipo de prestación de dar y
hacer pero un ejemplo puede ser la realización de una compraventa
sobre un lote determinado, pero lo identifican mal y lo celebran sobre
otro.
▪ Error sobre la especie de la cosa: son cosas que pertenecen al mismo
género, pero de especie diferente. Ej: yo vendo un perro dogo y quien
lo compra cree que es un doberman, que es el que realmente quiere.
▪ Error sobre la calidad de la cosa: debe ser determinante para lograr la
nulidad del acto. Pago un determinado monto por esa pintura de
primera calidad pero en realidad no lo es.
▪ Error sobre la cantidad: debe ser determinante. Ej: pido 40 m. de
cerámica pero anotan mal y me envían 30 m. y no hay más de esa
cerámica. Se hace determinante porque esos 30 m. no me sirven.
c) Error sobre la cualidad sustancial del bien: Brebbia define:
a) La cualidad debe integrar la cosa, haciendo que sea lo que es, no ser una
cualidad externa.
b) Un factor importante para apreciar la cualidad sustancial lo constituye su
correspondencia con la función económico-social que cumple la cosa.

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CÁT. C: Facco

Debe ser determinante de la voluntad jurídica. Para definir si es un error


sustancial porque ha recaído sobre características esenciales, habrá que estar
a “la apreciación común sobre las circunstancias del caso”. Quien invoca el
error debe probar esa circunstancia, esa cualidad que de haberse conocido el
verdadero estado de las cosas, no se habría celebrado el acto, porque el error
no se presume.
d) Error sobre los motivos relevantes que han sido incorporados: refiere a la
causa fin del negocio jurídico, elemento esencial del mismo. En la normativa
aparece como “motivos personales relevantes que hayan sido incorporados
expresa o tácitamente”.
e) Error sobre la persona: termina con la antigua discusión de si la persona era
esencial o sólo era posible cuando fuera determinante. Es esencial cuando
recae sobre “la persona con la cual se celebró o a la cual se refiere el acto si
ella fuese determinante para su celebración”.
Ej: encargo una pintura a un artista por sus cualidades pero resulta que no la
encargué a él, sino a un homónimo. Por lo general, hallamos a la persona
como error esencial es los actos intuitu personae, matrimonio, actos a título
gratuito, locación de obra, etc.
En los casos de declaración no recepticia, el error puede recaer en un
destinatario distinto a quien el declarante pretendía. Ej: se designa heredero de
un testamento a una persona diferente a quien el testador quiso beneficiar.

• Error accidental: es cuando recae sobre una calidad accidental, es decir, sobre
algo intrascendente de la cosa o sobre un accesorio. Es la contrapartida del error
esencial, siendo inhábil para producir la nulidad del negocio.

• Error reconocible: el CCyC elimina la excusabilidad y la reemplaza por el ser


“reconocible”. Se busca amparar al destinatario de la declaración errónea, ya que
si él no pudo advertirlo, el acto quedará en pie a pesar del error del declarante. Se
da primacía a la voluntad declarada frente a la interna.
El antiguo código ponía en foco sobre el declarante únicamente, mientras que
ahora esa mirada se traslada al destinatario. Lo regula el art. 266 CCyC: “El error
es reconocible cuando el destinatario de la declaración lo pudo conocer según la
naturaleza del acto, las circunstancias de persona, tiempo y lugar.” El análisis debe ser
objetivo y teniendo en cuenta pautas generales, no particulares de ese individuo.
El sistema protege al destinatario pero además, evalúa su accionar, ya que si éste
nota el error y no se lo hace saber al declarante, se podría estar frente a una
conducta de mala fe, rozando el dolo misivo.

• Error de cálculo: art. 268 CCyC: “El error de cálculo no da lugar a la nulidad del acto,
sino solamente a su rectificación, excepto que sea determinante del consentimiento.” Por
ej: se incorpora un 0 de más o de menos, pero ambas partes acuerdan en la cifra
consentida. Aquí no hay vicio de la voluntad, sino solo un desatino en la
numeración. Por otro lado, como lo dice la norma, puede ser determinante. Por

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CÁT. C: Facco

ejemplo si las partes no acuerdan una cifra, el negocio es nulo por falta de
consentimiento, no existe acuerdo de voluntades.
El error en la declaración puede configurarse por apresuramiento o distracción. Ej:
decir Dólar en vez de Peso, o compro en lugar de vendo.
Éstos, se dan cuando no ha habido ninguna voluntad de declarar. Allí está la clara
diferencia con el error motivo, donde existe una representación equivocada frente
al error en la declaración, donde encontramos divergencia total entre la voluntad
interna y la declarada.

• Error en la declaración (u obstativo): art. 270 CCyC: “Las disposiciones de los


artículos de este Capítulo son aplicables al error en la declaración de voluntad y en su
transmisión.” En este caso ya no se trata de un típico error motivo, sino de un
verdadero desacople entre lo realmente querido por el sujeto y lo transmitido. No
nos encontramos frente a una voluntad viciada por estar afectada la intención
como elemento interno.

Subsanación del error. Subsistencia del acto: art. 269 CCyC: “La parte que incurre en error
no puede solicitar la nulidad del acto, si la otra ofrece ejecutarlo con las modalidades y el contenido
que aquélla entendió celebrar.”
El que incurrió en el error no puede exigir su nulidad si su interés ha sido satisfecho. Si no
existe perjuicio que merezca ser subsanado, no hay razones para invalidar el acto.

Dolo: esta palabra tiene diversas acepciones en derecho privado:


o el dolo como un factor subjetivo de atribución de la personalidad civil, configurado
por la intención de perjudicar.
o El dolo es el incumplimiento de las obligaciones, consistente en la ejecución
deliberada por parte del deudor. No cumple pese a poder hacerlo.
o Finalmente, el dolo vicio de la voluntad es toda obra engañosa que lleva a una
persona a realizar un negocio de donde surge un perjuicio.
O sea, siempre el dolo configura un ilícito, ya que en las 3 situaciones el sujeto con su
conducta viola la norma y perjudica al otro.
Definición normativa del dolo vicio: su elemento constituyente es el “engaño”. Así el actual
art. 271 CCyC nos brinda una noción acerca de este vicio: “Acción y omisión dolosa. Acción
dolosa es toda aserción de lo falso o disimulación de lo verdadero, cualquier artificio, astucia o
maquinación que se emplee para la celebración del acto. La omisión dolosa causa los mismos
efectos que la acción dolosa, cuando el acto no se habría realizado sin la reticencia u ocultación.”

Diferencia con el error: el dolo es el “error provocado”. Pero, se diferencia del autoerror en
que la equivocación en éste no obedece a engaño o inducción de otro sujeto sino a una
espontánea y falsa apreciación de la realidad. Además, el dolo no necesita ser
reconocible, mientras que el error sí.

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CÁT. C: Facco

Clases de dolos:
a) Dolo positivo y dolo negativo: el positivo es cuando un sujeto emplea una
acción como maniobra engañosa y, el negativo, es cuando esta maniobra consiste
en una omisión.
Así, habrá dolo positivo cuando el agente asevere algo que es falso sabiéndolo
(cuando el vendedor vende una pintura de Soldi como original sabiendo que no lo
es), emplee cualquier artimaña para lograr celebrar el acto.
El dolo negativo u omisión se encuentra cuando se ocultan o callan circunstancias
que se tenía el deber de comunicar a otro, aprovechando el error en que cae la
víctima. (Principalmente regulado en materia de consumidores).
b) Dolo esencial e incidental: en el primero, el engaño es determinante, causa
principal para la realización del acto. Por otro lado, el incidental, no es
determinante pero sí llevó a la víctima a consentir condiciones más gravosas.
Tienen consecuencias diferentes: art. 272: “El dolo es esencial y causa la nulidad del
acto si es grave, es determinante de la voluntad, causa un daño importante y no ha habido
dolo por ambas partes.”
Art. 273: “El dolo incidental no es determinante de la voluntad; en consecuencia, no afecta
la validez del acto.” (Se determina el resarcimiento como sanción).
c) Dolo directo e indirecto: es directo cuando la maniobra engañosa la perpetra una
de las partes del negocio o su representante. Es indirecto, cuando la perpetra un
tercero ajeno al acto. Mismas consecuencias. Art. 275: “…Responde solidariamente
la parte que al tiempo de la celebración del acto tuvo conocimiento del dolo del tercero.”

Requisitos para anular el acto y sus efectos por dolo: (art. 272 CCyC) para el dolo causar
la nulidad del negocio, deberá ser esencial, es decir, determinante de la voluntad del
agente.
Debe reunir 3 requisitos positivos y uno negativo:
a) Dolo grave: la maniobra engañosa debe presentar cierta entidad. Si podría haber
sido sorteada, no es grave. Ej: cuando un vendedor dice que “no encontrarás nada
más barato”, no da lugar a nulidad, por ser astucias propias de la costumbre. El
límite radica en la buena fe.
b) Dolo determinante: denominado dolo principal, porque si dicho engaño no hubiera
existido, la víctima no hubiera concretado el acto. Esta circunstancia ratifica la
esencialidad del dolo. No es relevante el momento, puede concretarse al inicio o
ser sobreviniente a la negociación. Lo importante es si es o no la causa
determinante.
c) Que cause un daño importante: incorpora un elemento objetivo, ya no subjetivo.
Un daño insignificante no puede conllevar a la nulidad del negocio, sí podrá
motivar el pago de perjuicios. El nivel de daño se determina en relación al negocio
en sí, y puede ser patrimonial o moral.
d) Inexistencia del dolo reciproco: nadie puede alegar el cometido por la otra parte.
La ley se desentiende de dos tramposos, no protege a ninguno.

Efectos del dolo principal: habilita dos consecuencias: la nulidad, y el reclamo de los
perjuicios ocasionados.

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Paula Torres
CÁT. C: Facco

La posibilidad de plantear la nulidad por la víctima, puede ser por vía de acción o de
excepción; siendo la nulidad relativa, porque su fundamento radica en el interés privado
del engañado. O sea, por ser relativa, no puede en principio, ser declarada de oficio. El
fundamento de la nulidad yace en un vicio que afecta un elemento interno, como es la
intención. También se puede reclamar por los daños. Ambas consecuencias son
independientes, por lo que se pueden acumular.
Cuando el dolo no es determinante, el acto sigue en pie pero se puede reclamar por los
daños y perjuicios.

Violencia: (metus) en relación a la coacción física, se la denomina “fuerza”, y en relación


a la moral “intimidación”. Capítulo 4, “Violencia como Vicio de la Voluntad” Art. 276 CCyC:
“La fuerza irresistible y las amenazas que generan el temor de sufrir un mal grave e inminente que
no se puedan contrarrestar o evitar en la persona o bienes de la parte o de un tercero, causan la
nulidad del acto. La relevancia de las amenazas debe ser juzgada teniendo en cuenta la situación
del amenazado y las demás circunstancias del caso.”

Fuerza física: (vis absoluta) Vélez, la definía: “habrá falta de libertad de los agentes,
cuando se emplease contra ellos una fuerza irresistible”. Con irresistible, quiere significar
que el coaccionado no ha podido oponerse ni hacerla cesar. Su voluntad ha sido
pulverizada, desparecida por completo.
Tiene amplio campo de aplicación como vicio de la voluntad en los actos negativos, no en
los positivos donde consideramos que no hay voluntad alguna.

Intimidación: (vis compulsiva) se ejerce sobre el ánimo del sujeto mediante la amenaza
de infringirle un mal futuro. La intimidación requiere de una manifestación de la voluntad,
ya sea expresa o tácita, siempre que el amedrentamiento pueda inferirse con certidumbre
(como la simple exhibición de un arma de fuego). Generalmente, este tipo de ilícitos se
dan en actos positivos, aunque también los hay negativos.

La amenaza debe importar el temor de sufrir un mal inminente y grave: la característica


más importante de este vicio es el “temor”, ese miedo es el motivo determinante para
viciar esa voluntad por falta de libertad. Para viciar la voluntad, la amenaza debe generar
miedo. El CCyC dice que este temor debe ser además inminente y grave.
Inminente significa que debe suceder en breve, que no dé tiempo a llamar a las fuerzas
públicas (aunque se debería revisar porque muchas veces ese mismo miedo hace que
por más que se pueda, no se las quiera llamar. Ej: violencia doméstica).
Grave refiere a su importancia, que presente la suficiente idoneidad para causar temor. Es
imposible medirla con pautas objetivas, de allí que el art. refiera a las “circunstancias
personales de la víctima”.

Bienes sobre los que recae la amenaza: puede recaer sobre personas o sus bienes.
Comprende las amenazas de privación de la vida, la salud, de secuestros, de difusión de
hechos que puedan afectar el honor y la destrucción de bienes. El cuerpo anterior
nombraba también a tercer y enumeraba familiares, mientras que el actual se limita a

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Paula Torres
CÁT. C: Facco

decir que lo importante es que la amenaza haya tenido la magnitud suficiente para
influenciar el proceso de la voluntad.

Efectos del vicio de la violencia: si la violencia cumple con las pautas del 272, la nulidad
relativa es la consecuencia, tal como en el resto de los vicios de la voluntad.
También, como en el dolo, es posible el reclamo de los daños como una acción
independiente de la nulidad. Art 278 “el autor debe reparar los daños…” puede pedir ambas o
cuando el vicio no supusiera la nulidad, solo pedir la reparación de daños.

Violencia ejercida por terceros: art. 277 CCyC: “El autor de la fuerza irresistible y de las
amenazas puede ser una de las partes del acto o un tercero.” Ahora, lo importante es saber si
existe complicidad entre el tercero y la parte beneficiada. El código, como el de Vélez,
prescribe responsabilidad solidaria entre ambos, si el beneficiado tuvo conocimiento de la
fuerza o amenaza. Se basa en la buena fe y, dice Cifuentes, que la parte beneficiada ni
bien advierte lo ocurrido debe protestar y dar al perjudicado los medios para dejar los
actos sin efecto.

Temor reverencial: es aquel que supone un sentimiento de respeto, particular


consideración o sujeción a otro. El CC lo excluía como causa. En la actualidad queda
mayormente al campo laboral. Si bien el CCyC no lo considera causa suficiente de
invalidez, si se suma a una intimidación, queda configurado el supuesto de hecho de
intimidación: la particularidad se da porque las amenazas hallaron un campo propicio en
el precedente estado de sujeción.

Prescripción de la nulidad basada en los vicios de la voluntad: prescribe a los 2 años “…


desde que cesó la violencia o desde que el error o el dolo se conocieron o pudieron ser conocidos”.

Unidad xii: actos jurídicos – estructura y eficacia

Terminología: Vélez, Freitas y autores franceses, lo llaman “acto jurídico”. Los alemanes
llaman “negocio jurídico” a nuestro acto voluntario lícito. Savigny, lo llamó “declaración de
la voluntad privada destinada a producir consecuencias jurídicas. Nuestro CCyC, sigue a
Vélez pero usa indistintamente los términos “acto” y “negocio” jurídico.

Ubicación dentro de los hechos jurídicos: en el CC, el acto jurídico estaba ideado para
regular relaciones patrimoniales. Los negocios jurídicos personalísimos no estaban en
miras del legislador. Actualmente, la ubicación es la correcta, dentro de la Parte General,
pero la función económica y social es diferente, porque ya no regula solo actos
patrimoniales, sino que en principio, está concebido para regular todo tipo de relaciones
jurídicas.

El acto jurídico y la autonomía privada: el poder de las personas humanas y jurídicas de


poder dirigir sus intereses propios por medio de voluntades, se llama “autonomía privada”

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Paula Torres
CÁT. C: Facco

y tiene como vehículo más importante el negocio jurídico. Por lo tanto, el acto jurídico es
el instrumento ordinario y específico a que recurren las personas para regir por sí mismas
sus intereses económicos y de otra índole, como los de familia (la posibilidad de pactar
uniones convivenciales) y personalísimos (celebración de contratos sobre partes del
cuerpo), dentro del ordenamiento normativo.
El principio de autonomía privada o de la voluntad, es uno de los pilares de nuestro
código, y una vez que lo han hecho tienen la obligación de respetarlo como a la ley.
La palabra “autonomía” viene de auto (propio) y nomos (norma), y significa la aptitud que
tienen los sujetos de derecho para dictar sus propias normas. La autonomía de la
voluntad no crea normas generales, pero sí derechos subjetivos (derechos y
obligaciones). Así, centrándonos en las contrataciones como una especie de negocio
jurídico, es un acuerdo entre hombres libres e iguales, tal como lo concibe nuestra CN.
La autonomía privada descansa sobre dos pilares:
• Libertad de contratación o autodecisión
• Libertad contractual o autorregulación.
Sin embargo, al ser el eje de la sociedad capitalista, no siempre contamos con estos
pilares, ya que hay servicios como el de electricidad o agua potable de los que no
podemos prescindir. Lo mismo con los seguros automotores y, más aún, con las
empresas de servicios monopólicas, como telecom, o contratamos con ellos o con nadie.
La libertad del consumidor o usuario es mínima, no tenemos mucho espacio a debatir
cláusulas contractuales. Diferente es el caso de las grandes empresas que contratan
entre sí en condiciones de paridad, a esos se lo llama “mega” contratos.

Definición legal de acto jurídico: art. 259 CCyC. Mantiene la misma definición del código
velezano pero incorpora la noción de “relaciones y situaciones jurídicas”, para referirse a
los efectos de fin inmediato querido por las partes.
Por otro lado, también Betty conceptualiza a los actos jurídicos como “el acto en el que el
individuo regula por sí los intereses propios en las relaciones con otros, y al que el
Derecho enlaza los efectos más conformes a la función económico-social que caracteriza
su tipo”. Tiene gran importancia esta conceptualización porque recoge la esencia del acto
jurídico, la cual reside en la autonomía privada.
De esta concepción normativa se desprenden ciertos caracteres:
Acto: es decir, un hecho jurídico humano, no natural.
Voluntario: es decir, ejecutado con discernimiento, intención y libertad y exteriorizado
para poder producir efectos jurídicos. No involuntario.
Lícito: el acto debe ser conforme al derecho. El ordenamiento no concibe actos que sean
contrarios a él mismo, por lógica. Entonces, el campo de lo lícito comprende todo lo
permitido por el ordenamiento (regulado por él o no regulados pero que sí son conforme al
art. 19 CN).
Fin inmediato: no cualquier manifestación de voluntad lícita constituye un negocio
jurídico. La norma exige que esa voluntad, se encuentre dirigida en forma inmediata a
producir efectos jurídicos (a adquirir, modificar o extinguir relaciones o situaciones
jurídicas). O sea, debe existir autorregulación entre las partes, lo que le adjudica fuerza
vinculante.

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Paula Torres
CÁT. C: Facco

El fin no debe ser jurídico, sino práctico, ya que en él yace el fin jurídico de todos modos
ej: cuando subo a un colectivo, no busco celebrar un contrato de transporte, sino ser
conducido hacia un determinado destino.

Clasificación de los actos jurídicos:


a) Según el número de participantes: lo que conforma el número no son las
personas, sino las partes. Puede haber varias personas de un mismo lado.
• Unilaterales: se requiere UNA manifestación de la voluntad para su
ejecución. Ej: reconocer a un hijo, emitir un testamento, disponer de
órganos pos mortem, etc.
• Bilaterales: se requieren DOS manifestaciones de la voluntad. Ej: el
matrimonio, los pactos de convivencia y los contratos.
• Plurilaterales: se requiere MÁS DE DOS manifestaciones de la voluntad.
Ej: conformación de una persona jurídica con más de 2 voluntades. Aquí
existen más de dos centros de interés aunque sean “paralelos” que
encuentran en el negocio, el medio para actuar en una sola dirección.
b) Según el momento de la eficacia del acto: el antiguo código los diferenciaba de
manera clara: los actos cuya eficacia no depende del fallecimiento de cuya
voluntad emanan, son “entre vivos”. Y los otros funcionan al revés.
• Actos entre vivos: son los contratos, el matrimonio, la adopción, los
pactos de convivencia, etc. El contrato produce sus efectos vinculantes
desde su celebración y la muerte de una de las partes actúa sólo como un
acontecimiento futuro e incierto que pone fin a un plazo determinado o
condiciona un derecho.
• Actos de última voluntad: (mortis causa) el más importante es el
testamento, pero también está la disposición de órganos para después de
la muerte, o la designación de tutor de los progenitores hecha con respecto
a sus hijos bajo responsabilidad parental. Éstos, producen sus efectos a
partir del fallecimiento del disponente.
c) Según el contenido por el carácter de las relaciones:
• Patrimoniales: aquellos con contenido económico. Ej: contrato de
compraventa, locación, etc.
• Extrapatrimoniales: los que refieren a derechos insusceptibles de
apreciación pecuniaria. Ej: el reconocimiento de un hijo, el matrimonio, la
adopción, etc. (pueden tener repercusión económica. Ej: reconocer un hijo
trae aparejada la obligación alimentaria), pero ello no altera su naturaleza.
d) Según la extensión de los actos patrimoniales:
• Actos de disposición: son los de mayor amplitud de sus efectos y por
ende, pueden comprometer seriamente el patrimonio de la persona en
razón de que disminuyen o modifican sustancialmente o comprometen su
porvenir.
Ej: la donación, la enajenación, la constitución de derechos reales en
general y el arrendamiento de inmuebles por muchos años.

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Paula Torres
CÁT. C: Facco

No se identifica puramente con la enajenación (lo que muchos creen) para


que ésta tenga ese carácter debe referirse a bienes que integren el
patrimonio.
• Actos de conservación: son de mínima extensión, puros, actos de
administración cuya finalidad concreta conservar un bien en peligro de
perderse. Ej: interrupción en la prescripción, la venta de cosas
perecederas, contratación de servicios para arreglos de cosas necesarias.
Al contrario, de los actos de disposición, la los frutos, es ordinariamente de
administración.
e) Según las asignaciones que contienen:
• Actos onerosos: en los que existen prestaciones a cargo de todas las
partes, sin importar el momento en que cada una las haya hecho. Son
todos los contratos bilaterales (forzosamente hay un intercambio de
prestaciones) como la compraventa, la locación, la permuta, etc. Además,
los asociativos en los que los asociados deban efectuar una prestación.
• Actos gratuitos: sólo una de las partes debe cumplir con una prestación,
mientras que la otra se limita a recibirla. Son la institución testamentaria de
herederos o el legado, o la donación, el comodato, etc.
• Contratos neutros: son los que pueden ser onerosos o gratuitos según se
acuerde. Estos son el mandato, la fianza o el mutuo.
f) Según cómo se obtenga el resultado práctico:
• Directos: el resultado práctico se obtiene inmediatamente con el acto
típico correspondiente. Ej: la compraventa para la transferencia de la
propiedad, una hipoteca para asegurar un crédito o el mandato para la
realización de un acto en nombre de otro.
• Indirectos: (art. 385 CCyC) los que se emplea la figura de un determinado
acto jurídico típico, para obtener por vía oblicuo un resultado que no
corresponde a la finalidad del negocio realizado. Ej: se quiere asegurar un
crédito pero en vez de realizar una hipoteca sobre el bien como garantía,
se transfiere la propiedad al acreedor como mejor forma de garantizar
dicho crédito, para que luego de pagado, se le sea devuelto.
• Fiduciarios: son una especie del indirecto, según la doctrina. La diferencia
radica en que en los indirectos puede no existir la confianza (fiducia)
motivadora de los negocios fiduciarios. Éstos, se caracterizan por el
empleo de un medio jurídico que va más allá del que demandaría la
finalidad práctica perseguida. El feduciante le traspasa un derecho al
feduciario para que éste lo transmita a un tercero, el fideicomisario,
fundado en una relación de confianza. Debiendo el feduciario actuar de
acuerdo a las exigencias del fin perseguido sin abusar de la situación
riesgosa del feduciante.
g) Según la influencia directa o indirecta de la causa:
• Actos causales: en nuestro derecho son la regla. La causa es la finalidad
perseguida con el negocio y también el móvil particular de las partes que

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Paula Torres
CÁT. C: Facco

fue determinante. La ausencia de causa o su ilicitud determinan la


ineficacia del negocio. En estos actos, la causa tiene eficacia directa.
• Actos abstractos: son aquellos en los que la existencia de una causa real
y lícita, no puede ser discutida para impedirle al negocio poducir sus
efectos. Existe una causa, pero luego del nacimiento del negocio, éste se
despega de la misma, y por ello en un determinado momento no se puede
discutirla.
Art. 283 CCyC: “La inexistencia, falsedad o ilicitud de la causa no son discutibles
en el acto abstracto mientras no se haya cumplido, excepto que la ley lo autorice.”
La causa tiene eficacia indirecta.

Elementos del acto jurídico:


❖ Esenciales: si faltan, el acto se cae. Estos son: sujeto, objeto, causa y forma.
❖ Naturales: los incorpora la norma porque acompañan a la naturaleza del negocio
pero son complementarios a la voluntad, pudiendo las partes dejarlos sin efecto
por no considerarlos necesarios.
❖ Accidentales: no son necesarios para la existencia de un acto jurídico pero
pueden ser incorporados por la autonomía de la voluntad, y una vez que se
incorporan tienen trascendencia mayúscula. Ellos son: el plazo, la condición y el
cargo, vinculados con la modalidad del negocio jurídico.

Elementos esenciales:

Sujeto: es el autor del acto, sobre quien recae el efecto. En todos los negocios jurídicos
existe al menos una parte, sin este elemento, no hay acto jurídico.
En cada acto, las personas pueden aparecer en una de 3 categorías: pueden ser partes,
otorgantes (representantes) o terceros.
Las categorías pueden ser acumulativas.
Partes: dice Brebbia, que es un centro de intereses del que emana una
manifestación de voluntad, sobre el cual recaen los efectos jurídicos del acto. Esto
lo distingue de otras personas que podrían haber intervenido, como el escribano
los testigos o los representantes. Por lo general, la parte es quien otorga el acto, lo
realiza, pero no siempre por sí mismo. Aquí aparece el representante.
Un tema importante es el de los sucesores universales, que son quienes suceden
a la parte tras su fallecimiento. Art. 400 CCyC: “Sucesor universal es el que recibe
todo o una parte indivisa del patrimonio de otro; sucesor singular el que recibe un derecho
en particular.”
Art. 398 CCyC: “Todos los derechos son transmisibles excepto estipulación válida de las
partes o que ello resulte de una prohibición legal o que importe trasgresión a la buena fe, a
la moral o a las buenas costumbres.”
La capacidad como requisito: las partes deben tener capacidad de derecho y de
hecho cuando intervienen personalmente en un acto. Ésta, es un presupuesto. Si
la parte es incapaz de ejercicio, el acto debe ser otorgado por representante y
entonces la capacidad se trasladará a éste.

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Paula Torres
CÁT. C: Facco

Otorgante: por lo general, es la misma quien es también otorgante. Pero se puede


dar el supuesto de que B quiera llevar a cabo un negocio, pero se lo encomiende a
C, que es de su confianza, y es quien firmará en los papeles. Pero, los efectos
recaerán sobre el patrimonio de B.
Cuando no hay coincidencia entre parte y otorgante, se deriva a la institución de la
representación.
Representante: concurre al acto como otorgante, pero sustituyendo a la parte en
cuyo interés actúa. En consecuencia, los efectos de los actos que realiza en
representación de otro son imputables a éste. (continúa más adelante)
Terceros: son todos aquellos que no son parte del acto. Pero no todos los
terceros se encuentran completamente desinteresados del mismo. Dentro de esta
categoría, la doctrina distingue:
▪ Acreedores: pueden diferenciarse en quirografarios y privilegiados. Los
primeros carecen de toda preferencia para el cobro de su acreencia;
mientras que los segundos son aquellos que tienen el derecho de ser
cobrados con antelación. Los acreedores no pueden intervenir en los actos
jurídicos otorgados por su deudor, pero indirectamente pueden verse
afectados. Su suerte siempre está ligada a la de sus deudores. Solo
podrán intervenir en casos extremos, ej: si se configurase un fraude en su
perjuicio.
▪ Sucesores a título singular: son los definidos en el art. 400 CCyC. Son
aquellos que reciben un derecho particular, y a diferencia de los
universales, pueden provenir tanto de actos entre vivos como de mortis
causa. Éstos no se ven afectados por los actos realizados por las partes.
Sin embargo, pueden verse perjudicados o beneficiados en cuanto a los
actos cumplidos por su autor si constituyen un antecedente del derecho
transmitido.
▪ Terceros propiamente dichos: (penitus extranei) son completamente
ajenos al acto, no tienen ninguna relación con el mismo y carecen de toda
acción, así afecten los negocios ajenos en su esfera de actividades. Ej: un
comerciante por el negocio de otro que le hace competencia.

Objeto: se han dado diferentes conceptualizaciones en la doctrina nacional:


a) Una categoría amplia sostiene que el objeto del acto está dado por las
obligaciones que el negocio crea, modifica o extingue.
b) Una teoría intermedia que enrola que considera que el objeto son las prestaciones.
c) Una teoría restringida, mayoritaria, que afirma que el objeto del negocio son los
bienes, utilidades, intereses o relaciones, o simplemente los hechos y bienes.
Esta última categoría es la que recepta nuestro CCyC. Por lo tanto, el objeto del negocio
está dado por la materia, hechos y bienes.
Los “hechos” como objetos, nos decía Vélez que son siempre actos humanos. Ahora,
decimos que pueden ser tantos actos humanos como naturales.
Los “bienes” para Vélez, abarcaban tanto las cosas materiales como los derechos con
valor económico. Ahora, pueden existir bienes con valor pecuniario pero también existen

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Paula Torres
CÁT. C: Facco

otros que poseen otro tipo de valor. Se incorporó así, la categoría “objeto de derechos”
que carece de valor económico, pero sí tiene valor afectivo, terapéutico, científico, como
es el cuerpo humano. Por ende cualquier tipo de bien, tomado en todos sentidos, puede
ser objeto de negocio jurídico.

Concepto normativo del objeto: art. 279 CCyC : “El objeto del acto jurídico no debe ser un
hecho imposible o prohibido por la ley, contrario a la moral, a las buenas costumbres, al orden
público o lesivo de los derechos ajenos o de la dignidad humana. Tampoco puede ser un bien que
por un motivo especial se haya prohibido que lo sea.”

Regla y requisitos comunes de hechos y bienes: la regla en cuanto al objeto es la libertad


y es la autonomía de la voluntad quien lo estipula. Estos objetos de derecho son libres,
por lo tanto, establece el código los actos prohibidos y a partir de sus restricciones se
pueden perfilar sus requisitos generales.
Requisitos delimitados por la doctrina:
▪ Posible: tanto hechos como bienes deben ser posibles. La primera imposibilidad
proviene de las leyes físicas, como estar de cuerpo presente en dos lugares
simultáneamente, cruzar caminando el océano, etc.
La segunda categoría de imposibilidad proviene del derecho. Éste le impide a
determinado hechos ser supuestos jurídicos válidos, como realizar una hipoteca
sobre un bien mueble, etc. Para alcanzar la nulidad del acto jurídico, la
imposibilidad debe ser “originaria”, es decir, desde que se celebró el acto (excepto
lo que dice el art. 280). Además, esta imposibilidad debe ser “absoluta”, es decir,
para todas las personas, sea quien fuere el deudor y no que lo sea por razones
circunstanciales de éste.
▪ Lícito: o sea, no reprobado por el ordenamiento normativo. Sabemos que todo lo
que no está prohibido está permitido. Así, la ilicitud puede provenir del objeto o del
sujeto del negocio. El objeto podría no ser idóneo por la ilicitud de los bienes que
configuran la prestación. Ej: no pueden ser objeto de negocio los bienes que se
encuentran fuera del comercio porque su venta está prohibida (art. 234). En
cuanto a los hechos, son ilícitos por ejemplo, los contratos de servicios
profesionales cuando éstos no poseen título habilitante.
▪ Determinado: lo es cuando se ha precisado la materia sobre la que versa desde
el nacimiento del acto, o cuando se establecen los mecanismos tendientes a su
determinación posterior, caso contrario, si es absolutamente indeterminable,
faltaría un elemento esencial, por ende es nulo el acto.

Requisitos de los hechos:


• No debe ser un hecho imposible
• No debe ser prohibido por la ley.
• No debe ser contrario a la moral, las buenas costumbres y al orden público
• No deben ser lechos lesivos de los derechos ajenos o de la dignidad humana.

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CÁT. C: Facco

Requisitos de los bienes: no pueden ser bienes que la ley haya prohibido que lo fuera: la
consecuencia es la nulidad.

Causa: existen dos acepciones del término: la causa fuente y la causa fin. La fuente
refiere a los hechos generadores de relaciones jurídicas, es un hecho al cual el
ordenamiento asigna virtualidad suficiente para establecer un vínculo que liga sujetos.
Por otro lado, la causa fin es un elemento esencial del negocio jurídico. Pero, la doctrina
distingue, la causa fin subjetiva, constituida por los móviles particulares que las
condujeron a realizar el acto; y la objetiva que es el propósito típico que cumple el
negocio, idéntico a los demás actos de la misma especie.

La causa en el CCyC: dado por terminada la discusión acerca de si la causa fin es o no un


elemento esencial de los actos jurídicos, tema que dio lugar a mucha doctrina, en el CCyC
se la ubica en la teoría general de los actos jurídicos, su lugar natural.
La causa fin constituye un elemento esencial. No existe sujeto que celebre un negocio sin
un móvil, salvo que se encuentre perturbado por una afección psíquica.

Concepto normativo: art. 281 CCyC: “La causa es el fin inmediato autorizado por el
ordenamiento jurídico que ha sido determinante de la voluntad. También integran la causa los
motivos exteriorizados cuando sean lícitos y hayan sido incorporados al acto en forma expresa, o
tácitamente si son esenciales para ambas partes.”
En el primer párrafo, refiere a su aspecto objetivo, que es invariable en cada tipo negocial
(todas las compraventas tendrán la misma). En su segundo párrafo, refiere a su aspecto
subjetivo, pero por una parte, aclara que los motivos deben ser lícitos y expresamente
incorporados al acto (cuando no lo están son intrascendentes). Esto dio gran divergencia
de doctrina al respecto, pero, sean tácitos o expresos, consideramos que deben ser
siempre esenciales. Ej: contrato entre dos partes que se conocen entre sí y saben qué
negocio lleva la otra, por eso no necesitan poner los motivos del contrato.

Licitud de la causa: es probablemente el requisito de mayor trascendencia. A través de la


causa se buscó moralizar los negocios jurídicos. Para invalidar el negocio, la ilicitud debe
ser compartida, si existiese un móvil ilícito de una de las partes no puede desembocar en
la ineficacia. El CCyC, al regular contratos, en una parte remite al tema de causa,
deteniéndose en su ilicitud. Art 1014 inc, b: “ambas partes lo han concluido por un motivo ilícito
o inmoral común. Si sólo una de ellas ha obrado por un motivo ilícito o inmoral, no tiene derecho a
invocar el contrato frente a la otra, pero ésta puede reclamar lo que ha dado, sin obligación de
cumplir lo que ha ofrecido.” Ej: si en un contrato de locación, el locatario lo realiza para
establecer un prostíbulo. Si el locador desconoce el motivo, el contrato no tiene causa
ilícita, pero si vencido el plazo de vigencia se renueva el contrato teniendo conocimiento,
la causa se vuelve compartida y hay una ilicitud manifiesta.

Presunción de causa y falsa causa (sinceridad): siguiendo al código velezano, el actual


CCyC, solo produce algunos cambios cosméticos. Antes hablaba en relación a las
obligaciones y ahora al acto jurídico. Art. 282 CCyC: “Aunque la causa no esté expresada en
el acto se presume que existe mientras no se pruebe lo contrario...” Cuando se habla de causa

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Paula Torres
CÁT. C: Facco

“expresada” solo se concibe en actos documentados de cualquier medio, salvo


obviamente los actos abstractos.
Más allá de esto, al regular contratos, el código establece que debe existir en la
celebración (etapa genética) y subsistir durante la ejecución (etapa funcional). La falta de
causa en la etapa genética da lugar a nulidad y a otras ineficacias si tiene vicisitudes en
su etapa funcional.
Esta presunción legal iuris tantum que exime de probar la existencia de la causa, podría
ser destruida si se acreditara de modo concluyente, la inexistencia de causa por algún
vicio de la voluntad o por cualquier otro motivo. Un ejemplo de la falta de causa lo
hallamos en la simulación absoluta, otro sería el error esencial.
El art. continúa y dice “…El acto es válido aunque la causa expresada sea falsa si se funda en
otra causa verdadera.” existe falsa causa cuando hay de base, una causa real, pero
encubierta por otra aparente. Aquí sí existe declaración de causa, a diferencia que en el
supuesto anterior.
La simulación en sí misma no es ilícita, salvo que afecte derechos de terceros o viole
normas imperativas.

Enfoque pragmático de la causa fin: las vicisitudes de la causa fin pueden presentarse:
En la etapa genética por ser vicio de origen, puede llevar a la nulidad, salvo
excpeciones, que son cuando se presentan los siguientes conflictos:
▪ Error en la causa
▪ Causa simulada – falsa causa
▪ Causa simulada – falta de causa
▪ Causa ilícita
En la etapa funcional puede generar otras especies de ineficacia, como la
resolución, recisión o revocación. Aquí encontramos:
▪ Frustración del fin
▪ Excepción de incumplimiento
▪ Pacto comisorio
▪ Imposibilidad de pago
▪ Teoría de la imprevisión

Elementos accidentales:

Condición: art. 343 CCyC: “Se denomina condición a la cláusula de los actos jurídicos
por la cual las partes subordinan su plena eficacia o resolución a un hecho futuro e
incierto.”
Hay que diferenciar a la condición del condicionante, muchas veces confundidos. La
condición en sí misma, es un elemento del acto; el condicionante (o hecho condicional)
está por fuera del acto, aunque la primera comprende y depende mucho de él. La
condición producirá sus efectos en tanto el hecho condicionante se produzca o no. Ej: yo
te entrego la llave de mi departamento (condición), si durante esta semana cae granizo
del cielo (condicionante).

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Requisitos del hecho condicionante:


o Debe ser incierto: lo que la diferencia del plazo.
o Debe ser futuro

Caracteres de la condición:
➢ Voluntaria: esta voluntariedad debe surgir en la constitución de la condición.
➢ Excepcional: la existencia de la condición no se presume, en caso de duda, se
niega su existencia.
➢ Incoercible: la diferencia del cargo. No puede el hecho condicionante ser exigido
coercitivamente.

Clasificación de las condiciones:


• Suspensiva o resolutoria:
o Suspensiva: comienza a producir sus efectos cuando se cumple el hecho
condicionante. Frente al caso de que el mismo se frustre, se pierde toda
posibilidad de adquirir el derecho.
o Resolutoria: deja en suspenso la resolución o extinción de un derecho ya
adquirido. Actúa completamente a la inversa del anterior. El cumplimiento
del hecho condicionante hace que el mismo se extinga. Ej: un padre le
dice a su hijo que si desaprueba sus exámenes, le deja de pagar el depto.
• Potestativas, casuales o mixtas:
o Potestativa: cuando su cumplimiento dependa exclusivamente del arbitrio
de una de las partes.
o Casual: cuando el hecho condicionante es ajeno a la voluntad de las
partes, como lo son los hechos de la naturaleza.
o Mixta: cuando su cumplimiento depende de la voluntad de los sujetos y en
parte de circunstancias ajenas o el azar, por ejemplo, la aparición de un
comprador interesado en un inmueble que pretendo vender.
• Positivas y negativas: depende de si el hecho previsto consiste en una acción
(positiva) u omisión (negativa).
• Lícitas e ilícitas: según el hecho esté prohibido o permitido por el ordenamiento.

Condiciones prohibidas que determinan la nulidad del acto: art. 344 CCyC: “Es nulo el acto
sujeto a un hecho imposible, contrario a la moral y a las buenas costumbres, prohibido por el
ordenamiento jurídico o que depende exclusivamente de la voluntad del obligado…” (este artículo
no es taxativo).
Entendemos que no es lo mismo si se trata de condiciones suspensivas que resolutorias.
En cuanto a las suspensivas siempre invalida al acto, cosa obvia ya que el acreedor de
dicha condición no puede exigir el cumplimiento de una obligación nacida de un acto ilícito
o inmoral. En cuanto a las resolutorias, se admiten excepciones dependiendo del caso
concreto. Por ej., el caso de invalidación de una donación por ingratitud.
Excepción: art. 344: “…La condición de no hacer una cosa imposible no perjudica la validez de la
obligación, si ella fuera pactada bajo modalidad suspensiva...” Dado que dicha condición no

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perjudicaría la validez del negocio, se considera puro y simple como si la condición no


existiera.
Condiciones prohibidas que no propagan su nulidad hacia el acto: art. 344: “…Se tienen por
no escritas las condiciones que afecten de modo grave las libertades de la persona, como la de
elegir domicilio o religión, o decidir sobre su estado civil.” Prohibidas porque son cláusulas que
afectan a la dignidad de la persona, pero, al introducirlas a un acto jurídico no provocan su
invalidez, sino que se tienen por no escritas, se nulifica solo la cláusula. El sustento está
en que si se nulificara todo el acto, se beneficia al que impone dicha cláusula. Ej: alguien
le regala un auto a otra persona con la condición de que permanezca soltera por 5 años.

Efectos de la condición: en caso de…


❖ Inejecución de la condición: (hecho fracasado) el art. 345 CCyC establece que: “El
incumplimiento de la condición no puede ser invocado por la parte que, de mala fe, impide
su realización.” Ni el deudor ni el acreedor, si actuaran de mala fe y esa actuación
tuviera nexo causal con la condición, pueden alegar dicho incumplimiento para
eludir sus obligaciones. Se da, implícitamente, un cumplimiento falso de la
condición, ya que si cualquiera de las partes obstaculizan el cumplimiento de la
condición, se entiende como correcto que ésta se tenga por cumplimentada. Lo
cual sería una efectiva sanción para quien intentaba librarse de que los hechos se
desarrollen libremente.
❖ Efecto irretroactivo de la condición: art. 346 CCyC “La condición no opera
retroactivamente, excepto pacto en contrario.”
❖ Condición pendiente: art. 347 CCyC: “El titular de un derecho supeditado a condición
suspensiva puede solicitar medidas conservatorias.
El adquirente de un derecho sujeto a condición resolutoria puede ejercerlo, pero la otra
parte puede solicitar, también medidas conservatorias…” se distingue en cuanto a cada
tipo de condición.
“…En todo supuesto, mientras la condición no se haya cumplido, la parte que constituyó o
transmitió un derecho debe comportarse de acuerdo con la buena fe, de modo de no
perjudicar a la contraparte.” Supone como principio general, la buena fe, y que las
partes deben actuar de ese modo mientras la condición esté pendiente, sea
suspensiva o resolutoria, tratando de evitar perjuicios.
❖ Cumplimiento de la condición suspensiva o resolutoria: art. 348 CCyC: “El
cumplimiento de la condición obliga a las partes a entregarse o restituirse, recíprocamente,
las prestaciones convenidas, aplicándose los efectos correspondientes a la naturaleza del
acto concertado, a sus fines y objeto.” En caso de condición suspensiva, el titular ed
un derecho eventual, se convierte en titular de un derecho actual, permitiéndole
ejecer las facultades inherentes al mismo. En caso de resolutoria, una vez que
acontece el hecho condicionante, el que era titular del derecho deja de serlo, y
pasa a serlo el otro.
“…Si se hubiese determinado el efecto retroactivo de la condición, el cumplimiento de ésta
obliga a la entrega recíproca de lo que a las partes habría correspondido al tiempo de la
celebración del acto. No obstante, subsisten los actos de administración y los frutos
quedan a favor de la parte que los ha percibido.” Refiere a que los efectos retroactivos
convenidos, no pueden perjudicar a derechos adquiridos de terceros.

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❖ Especial supuesto de no cumplimiento de condición suspensiva: “Si el acto


celebrado bajo condición suspensiva se hubiese ejecutado antes del cumplimiento de la
condición, y ésta no se cumple, debe restituirse el objeto con sus accesorios pero no los
frutos percibidos.”

Plazo: es un elemento accidental que cuando se incorpora al acto tiene como finalidad la
postergación del ejercicio de los derechos, tanto para la exigibilidad como la extinción.
(art. 350 CCyC).
A diferencia de la condición, no subordina la eficacia del acto, sino que difiere la
exigibilidad o extinción de los efectos del mismo.

Caracteres:
➢ Futuro: se traduce en la espera de un día, mes, año posterior a la constitución.
➢ Cierto: fatalmente habrá de producirse el mismo, aun cuando no se sepa cuándo.
➢ Efectos NO retroactivos: sus efectos son siempre a futuro (ex nunc).
➢ Son continuos: no se interrumpen y corren en días inhábiles, con excepción de
supuestos procesales.

Clasificación:
• Plazo legal, convencional o judicial:
o Legal: se incorpora al acto por la ley así lo establece.
o Judicial: resulta determinado por el juez por remisión de las partes o de la
ley.
o Convencional: introducido por las partes, ya sea expresa o tácitamente.
• Plazo esencial y no esencial:
o Esencial: cuando el cumplimiento de la prestación solo es un útil en un
período de tiempo designado, ese lapso es motivo determinante. Ej: un
modisto debe entregar el vestido de novia. Si lo entrega el día posterior a la
boda, dicho cumplimiento es inútil.
o No esencial: o accidental, es cuando no resulta determinante para el futuro
cumplimiento de la obligación, así, pese a su vencimiento, al acreedor le
resulta útil. Ej: pago de canon locativo fuera de término.
• Plazo determinado e indeterminado:
o Determinado: ha sido estipulado, fijado, ya sea por las partes, la ley, etc.
o Indeterminado: no ha sido precisamente fijado. Su determinación se podrá
valer de dos vías: la naturaleza o circunstancias de la obligación.
• Plazo cierto e incierto: subclasificaciones del determinado
o Cierto: se conoce con exactitud el momento. Ej: el 5 de cada mes se debe
pagar la renta.
o Incierto: se establece que el vencimiento de una obligación será en
relación a un hecho futuro, que no se sabe cuándo acaecerá. Ej: al
fallecimiento de tal persona .

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• Plazo expreso o tácito:


o Expreso: de manera escrita, verbal o por signos inequívocos, se fija el
plazo.
o Tácito: surge de manera implícita de la naturaleza y circunstancia del acto.
Ej: llamar albañiles para hacer una pileta durante el invierno para el verano.
Se sobreentiende que al llegar el verano, la pileta debe estar lista.

Beneficiario del plazo: si el plazo es en beneficio del deudor, éste podrá renunciarlo y
pagar anticipadamente; y si es para el acreedor, podrá prescindir de su vencimiento y
exigir anticipadamente la prestación o bien con posterioridad.
Se modificó el art. que lo regulaba en el CC por ser objeto de críticas, y ahora el CCyC en
su art. 351 establece: “El plazo se presume establecido en beneficio del obligado a cumplir o a
restituir a su vencimiento, a no ser que, por la naturaleza del acto, o por otras circunstancias,
resulte que ha sido previsto a favor del acreedor o de ambas partes.” Es una ley supletoria.

Pago anticipado: art. 351 CCyC: “El obligado que cumple o restituye antes del plazo no puede
repetir lo pagado.” Salvo que recaiga sobre un aspecto accesorio.

Caducidad del plazo: art. 353 CCyC.


• Cuando el deudor ha caído en quiebra: debe la misma estar declarada
judicialmente. Una vez declarada, el acreedor puede exigir su crédito como si la
obligación fuera pura y simple.
• Si el deudor disminuye por acto propio las seguridades otorgadas al acreedor:
pudiendo el acreedor solicitar la caducidad del plazo probando que el deudor
deteriora el inmueble sujeto a hipoteca a fin de perjudicarlo a él y no responder por
el crédito.
• Insuficiencia en los bienes dados en garantía: cuando ya sea hipoteca o prenda no
fueran suficientes o cuando se subastan para satisfacer otros créditos.

Cargo: es una obligación accesoria y excepcional que se impone al adquirente de un


derecho. (Art. 354 CCyC). Es una obligación convencional cuyo cumplimiento es exigible,
imponible tanto a actos a título gratuito como en los a título oneroso.

Caracteres y requisitos:
➢ Obligación accesoria de origen convencional: en primer lugar, debe tener un objeto
de apreciación económica. Depende del acto jurídico en el que ha sido impuesto y
debe tener como fuente la autonomía privada.
➢ Es excepcional: no deriva naturalmente del acto, ni es un complemento, sino que
es independiente del derecho.
➢ Los beneficiarios del cargo pueden ser el mismo estipulante o un tercero ajeno al
acto jurídico principal.
➢ Su cumplimiento puede ser exigido coactivamente al beneficiario del derecho
principal, ya sea pero el otorgante, como por los beneficiarios si son ciertos y/o sus
herederos.

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➢ Su incumplimiento no extingue los efectos propios del acto. (+ art. 354)


➢ Si se trata de una obligación de hacer, el hecho debido no puede ser imposible,
ilícito o inmoral. (+ art. 357). Si el cargo es prohibido, no se nulifica al acto, ya que
éste si lo es, simplemente se tiene por no escrita la cláusula y el negocio pasará a
ser puro y simple.

Clases:
❖ Cargo simple: su inejecución no modifica al acto principal, solo permite a los
legitimados para exigir su cumplimiento.
❖ Cargo condicional suspensivo: la ejecución de los efectos propios del acto
principal, está subordinada a la ejecución del modo.
❖ Cargo condicional resolutorio: la extinción de los efectos propios del acto principal
depende de su ejecución.

Transmisibilidad: art. 356 CCyC: “El derecho adquirido es transmisible por actos entre vivos o
por causa de muerte y con él se traspasa la obligación de cumplir el cargo, excepto que sólo pueda
ser ejecutado por quien se obligó inicialmente a cumplirlo. Si el cumplimiento del cargo es
inherente a la persona y ésta muere sin cumplirlo, la adquisición del derecho principal queda sin
efecto, volviendo los bienes al titular originario o a sus herederos. La reversión no afecta a los
terceros sino en cuanto pudiese afectarlos la condición resolutoria.”

Forma:
Acepciones del vocablo: latin formae. La acepción de la R.A.E nos dice que es la
configuración externa de algo. Dentro del mundo jurídico, tiene varias acepciones. Una
amplia, que nos dice que es la manera en que se exterioriza la voluntad respecto del
objeto en orden al fin propuesto, por lo que es un elemento esencial.
Por otro lado, tenemos una restringida que dice que es el conjunto de solemnidades que
la ley o las partes, aveces, le pueden exigir al negocio para que tenga plena eficacia. Así
toma su significado literal, contorno, y puede haber actos formales porque sí las requieren
y actos no formales si no.
El CCyC no nos brinda un concepto, solo la regula.
Últimamente, se ha hecho un pequeño viraje hacia el formalismo, siempre dejando como
principio la forma libre. Este formalismo busca seguridad en el tráfico jurídico y la
protección a terceros.

Forma libre: desde el punto de vista restrictivo, que es el que nos permite diferenciar los
actos con forma de los que no, diremos que son actos libres aquellos que no tengan
requerimientos ni desde la ley ni de las partes.
En la materia de negocios jurídicos en cuanto a la forma es la libertad. Así, los actos de
forma libre, son aquellos cuya forma queda librada a la voluntad de las partes y son los
que pueden realizarse en cualquiera de las que su uso social considere modo de
manifestación admisible e inequívoca.
El art. 284 CCyC reza al respecto: “Si la ley no designa una forma determinada para la
exteriorización de la voluntad, las partes pueden utilizar la que estimen conveniente…”

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Forma impuesta por la autonomía privada: cuando los interesados tienen la posibilidad
de autorregularse, su autonomía de la voluntad tiene fuerza vinculante tal para convenir
una formalidad aún más estricta que la de la ley. Así, el art. 284 en su última parte dice
“…Las partes pueden convenir una forma más exigente que la impuesta por la ley.” De este modo
los particulares llevan el acto de no formal a formal, imponiendo requisitos en sus
contratos con sus debidas consecuencias por incumplimiento (porque la ley ya dijimos
que no lo hace). Es preciso además, aclarar si la forma se exige para la validez completa
del acto. Si nada dice al respecto, se trata será un acto formal no solemne.

Forma tasada: también llamada impuesta. Son aquellos actos cuyos requerimientos
están previstos por la ley.

Clasificación de actos formales: (serían los actos de los últimos dos supuestos).
Esta distinción se fundamenta en los efectos que genera el incumplimiento de la forma
impuesta:
❖ Formales NO solemnes: son a los que se les exige una determinada solemnidad
para la producción de sus efectos propios, pero sin sancionar con nulidad la
omisión de la forma. O sea, el acto es válido aún sin el cumplimiento de las
solemnidades, teniendo éstas eficacia relativa. En consecuencia, el derecho
habilita a las partes a demandar el cumplimiento de las formas.
❖ Formales solemnes: la forma es constitutiva del acto y las solemnidades exigidas
son bajo pena de nulidad, aunque son los menos frecuentes. Ejemplos de actos
formales solemnes son: testamento, matrimonio y materia contractual de donación
de inmuebles, contrato oneroso de renta vitalicia y la transacción sobre derechos
litigiosos. El art. 285 CCyC regula este supuesto: “Forma impuesta. El acto que no se
otorga en la forma exigida por la ley no queda concluido como tal mientras no se haya
otorgado el instrumento previsto, pero vale como acto en el que las partes se han obligado
a cumplir con la expresada formalidad, excepto que ella se exija bajo sanción de nulidad.”

Conversión de actos no solemnes: ej: un contrato estipula que la compraventa de un


inmueble debe ser realizada por escritura pública, pero se hace por boleto (escritura
privada). El Derecho le da la posibilidad a la contraparte de compeler para convertir ese
acto a la forma pública y así respetar la forma del acto.
Esta conversión es solo posible en actos formales no solemnes, bajo ningún punto de
vista en los solemnes.

Prueba de los actos jurídicos: Probar es acreditar un hecho en juicio. Se suele confundir
mucho la prueba con la forma, aunque éstas sean muy diferentes. El CCyC trata de no
caer en el mismo error del CC y confundir sus términos.
La forma, por ser esencial pertenece al acto, mientras que la prueba puede ser un hecho
posterior. No es lo mismo otorgar un acto que probar que existe. Además, puede no ser a
través de la prueba documental, la ley habilita distintos medios de prueba, testimoniales,
informativas, etc. Otra gran diferencia es que la forma puede ser regulada por la
autonomía de la voluntad, mientras que la prueba está estrictamente regulada por normas
imperativas, como lo son los códigos procesales y las leyes de fondo (como el CCyC).

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Ante ello, se distingue que la materia probatoria, además, tiene una doble regulación cuyo
fundamento es siempre el mejor ejercicio de los derechos.

Eficacia del acto jurídico: los efectos son las consecuencias posibles de los actos
jurídicos válidos. Tienen un doble aspecto, objetivo y subjetivo. El objetivo, relacionado a
los “efectos inmediatos” impuestos por la ley o las partes. Mientras que el subjetivo, se
vincula con las personas sobre las cuales recaen estos efectos.
Aspecto objetivo: efectos…
• Esenciales: se encuentran gobernados por normas imperativas. Ej: el precio en
dinero para el contrato de compraventa. Si éste no está, puede haber un negocio
válido, pero no de compraventa. Éstos identifican al negocio, lo hacen ser lo que
es y no otra cosa. No son modificables por las partes.
• Naturales: son los efectos que puede producir el acto pero que los otorgantes no
han previsto. Corresponden con la naturaleza del negocio jurídico. Se los
sobreentiende, aunque en el acto no se expresen, pero las partes pueden,
voluntariamente dejarlos sin efecto por no considerarlos necesarios para que
exista el negocio. Ej: obligación del saneamiento de los contratos onerosos, la
obligación del locador de hacer las reparaciones que exigiese el deterioro de la
cosa, etc. Pueden ser modificados por las partes.
• Accidentales: son los establecidos por las partes, nacen directamente de la
voluntad. Son admitidos en tanto no sean incompatibles con los efectos esenciales
o estén prohibidos. Ej: los intereses pactados en una compraventa en cuotas.

Aspecto subjetivo: Relatividad: se dice que los actos jurídicos poseen efectos relativos en
razón que, siguiendo los criterios del derecho romano y lógicamente, los negocios no
obligan sino a las partes y no producen efectos respecto de los terceros ajenos a él. Sin
embargo, esta regla sufre numerosas excepciones por lo que no es un principio absoluto:
1- Este principio rige solo en actos jurídicos bilaterales, o sea que, los unilaterales, sí
producen efectos sobre terceros. Ej: el testamento nace en favor de los herederos.
2- Hay negocios jurídicos cuyo objetivo principal es producir efectos sobre un tercero.
Ej: el seguro de vida donde se designa un beneficiario.
3- Aveces, los efectos son indirectos. Ej: cuando se vende un inmueble, el inquilino
queda obligado a pagarle el alquiler al nuevo dueño, con quien no celebró un
contrato por sí mismo
4- Existen terceros que pueden sufrir repercusiones económicas por negocios
ajenos. Ej: el comerciante que ve afectada su recaudación porque otro se instaló
en las inmediaciones.

Representación: Vélez no logró en aquel momento darle un tratamiento correspondiente


a este instituto. Actualmente, existe avance legislativo que pudo diferenciar claramente
“representación”, “poder” y “mandato” y esquematizarlos con precisión. Podemos decir
que la representación es un instituto autónomo que nace de diversas fuentes y es un
medio eficaz para celebrar actos jurídicos entre vivos ante la imposibilidad de hacerlo
personalmente, salvo los que la ley expresa que deben serlo sí o sí.

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Concepto: Brebbia expresa que hay representación estrictamente cuando un


“representante” actúa en nombre de un “representado” de manera que el acto jurídico se
considera hecho por éste último, cuando ha sido efectuada en los límites de la
autorización.

Representación, poder y mandato: la representación es una situación jurídica que se


verifica en el mandato y que se instrumenta a través del poder. En el poder, consta el
encargo mediante el cual el representado le ordena al representante determinados actos
jurídicos. El poder, también llamado “procura” es el instrumento donde está la constancia
de ese encargo. Por otro lado, el mandato es un contrato, de donde puede o no surgir
representación, y puede también provenir de la ley o un estatuto y no solo de un contrato.

Fuentes y clases de representación: art 358 CCyC:


• Voluntaria: emanada de un acto jurídico. Ej por excelencia es el contrato.
• Legal: se encuentran los supuestos en que el legislador le asigna representantes a
incapaces. Ej: la representación que ostentan los padres de sus hijos menores.
• Orgánica: cuando resulta del estatuto de una persona jurídica. Refiere a los casos
de representación de sociedades.

Ámbito de aplicación: ya establecimos que hay actos que no pueden contar con
representación, como los actos de última voluntad, el ejercicio de los derechos
personalísimos y los contratos de donde surgen obligaciones intuito personae. Tampoco
en los actos de familia (adopción, responsabilidad parental).

Efectos: art. 359 CCyC: “Los actos celebrados por el representante en nombre del representado
y en los límites de las facultades conferidas por la ley o por el acto de apoderamiento, producen
efecto directamente para el representado.”
En cuanto a la eficacia, celebrado un acto jurídico por el representante en nombre del
representado, todos los efectos jurídicos del mismo alcanzan total y exclusivamente a
este último.
Frente a una representación legal, el art. 121 impone los actos donde los tutores
requieren de autorización judicial.
En cuanto a la representación orgánica, el art 58 de la ley de Sociedades dispone que el
representante de una sociedad, obliga a ésta por todos los actos que no sean
notoriamente extraños al objeto social.

Extensión: art. 360 CCyC: “La representación alcanza a los actos objeto del apoderamiento, a
las facultades otorgadas por la ley y también a los actos necesarios para su ejecución.”

Limitaciones: art. 361 CCyC: “La existencia de supuestos no autorizados y las limitaciones o la
extinción del poder son oponibles a terceros si éstos las conocen o pudieron conocerlas actuando
con la debida diligencia.” La falta de conocimiento del tercero contratante de estas
limitaciones, supuestos no autorizados o extinción del poder, los hace inoponibles a él.

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Representación voluntaria: Art. 362 CCyC: “La representación voluntaria comprende sólo los
actos que el representado puede otorgar por sí mismo. Los límites de la representación, su
extinción, y las instrucciones que el representado dio a su representante, son oponibles a terceros
si éstos han tomado conocimiento de tales circunstancias, o debieron conocerlas obrando con
cuidado y previsión.” Alguien, a través de otro no puede hacer más, de aquello que él
pueda hacer. El representado, en la representación voluntaria, debe ostentar capacidad
de derecho y hecho, no pudiendo los incapaces de ejercicio tener representantes
convencionales, sino que tienen legales (la ley busca protegerlos de esa forma).
Forma del acto de apoderamiento: aquí es la libre. Existen requerimientos sólo si el acto
que se otorgará tiene una forma impuesta, por eso el art. 363 regula: “El apoderamiento
debe ser otorgado en la forma prescripta para el acto que el representante debe realizar.”
Capacidad: art. 364: “En la representación voluntaria el representado debe tener capacidad para
otorgar el acto al momento del apoderamiento; para el representante es suficiente el
discernimiento.” Puede entonces alguien que sufre de una enfermedad progresiva que
afecte a su discernimiento, tal como el alzhéimer, prever un representante para su
persona futura.
Vicios: art. 365: “El acto otorgado por el representante es nulo si su voluntad está viciada. (Su
voluntad debe ser sana: con discernimiento, intención y libertad) Pero si se ha otorgado en
ejercicio de facultades previamente determinadas por el representado es nulo sólo si estuvo
viciada la voluntad de éste. (Si el representante tenía su voluntad viciada pero cumplió con
las facultades encomendadas, el acto no será nulo, salvo que el representado haya tenido
su voluntad viciada al momento de encomendarle el acto). El representado de mala fe no
puede aprovecharse de la ignorancia o la buena fe del representante.” (Protege al representante
y al tercero, para evitar que el representado se aproveche de los vicios en la voluntad del
representante).
Actuación dentro de los límites: “Cuando un representante actúa dentro del marco de su poder,
sus actos obligan directamente al representado y a los terceros. El representante no queda
obligado para con los terceros, excepto que haya garantizado de algún modo el negocio. Si la
voluntad de obrar en nombre de otro no aparece claramente, se entiende que ha procedido en
nombre propio.”
Representación aparente: busca proteger a consumidores y al tráfico jurídico. El art. 367
prevé 3 supuestos que presumen la existencia de representación, por sus características
y naturaleza (LEER art.)
Acto consigo mismo: art 368 CCyC prohíbe el autocontrato. También aplica para el
representante (no puede la misma persona, por ejemplo, representar a A en la venta de
un inmueble, y a B en la compra del mismo inmueble).
Ratificación: por parte del representado purga cualquier defecto u omisión del acto de
apoderamiento, o el exceso en la actuación del representante, art 369: “La ratificación suple
el defecto de representación. Luego de la ratificación, la actuación se da por autorizada, con efecto
retroactivo al día del acto, pero es inoponible a terceros que hayan adquirido derechos con
anterioridad.”
En cuanto a la oportunidad de hacerlo, el art. 370 por regla general establece que podría
realizarse en cualquier tiempo, pero si son los interesados quienes lo requieren, el límite
temporal es de 15 días. (Se extiende a 3 meses si depende de autoridad judicial o admin.)
En caso de silencio se presupone la negativa a la ratificación.

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En cuanto a la forma, es de forma libre, el único requisito yace en el art. 371: “La
ratificación resulta de cualquier manifestación expresa o de cualquier acto o comportamiento
concluyente que necesariamente importe una aprobación de lo que haya hecho el que invoca la
representación.” O sea, que no queden dudas de que ha ratificado el accionar del
representante.
Responsabilidad por inexistencia/exceso en la representación: art. 376 CCyC: “Si alguien
actúa como representante de otro sin serlo, o en exceso de las facultades conferidas por el
representado, es responsable del daño que la otra parte sufra por haber confiado, sin culpa suya,
en la validez del acto; si hace saber al tercero la falta o deficiencia de su poder, está exento de
dicha responsabilidad.”
Obligaciones y deberes de las partes: arts. 372 y 373 CCyC (LEER)

PODER: (LEER arts. 375 – 381 CCyC.)

Transmisión de los derechos: art. 398 CCyC: “Todos los derechos son transmisibles excepto
estipulación válida de las partes o que ello resulte de una prohibición legal o que importe
trasgresión a la buena fe, a la moral o a las buenas costumbres.”
Art. 399 CCyC: “Regla general. Nadie puede transmitir a otro un derecho mejor o más extenso
que el que tiene, sin perjuicio de las excepciones legalmente dispuestas.”
Art. 400 CCyC: “Sucesor universal es el que recibe todo o una parte indivisa del patrimonio de
otro; sucesor singular el que recibe un derecho en particular.”
Interpretación del acto jurídico: interpretar un acto jurídico es desentrañar la voluntad
que ha sido manifestada; buscar la finalidad de la o las partes. La necesidad de
interpretarlos corre la misma suerte que la interpretación de leyes, por más claras que
sean. Si las disposiciones del mismo son claras y suscitan idénticas interpretaciones por
ambas partes, no habrá problema, el problema se da cuando existen cláusulas oscuras,
contradicciones o cuando las partes (intérpretes) no interpretan lo mismo, por más claro
que resulte.
El CCyC presenta una regula acerca de la interpretación en su parte general (solo
especifica en casos de testamentos y contratos). Sin embargo, a pesar de esa laguna, en
él existen ciertas reglas comunes aplicables a cualquier negocio jurídico:
❖ Buena fe: impone deber de actuar honestamente, desde las tratativas previas
hasta la finalización del acto. (art. 1061) la buena fe como principio general cumple
múltiples funciones, entre ellas la de pauta de interpretación.
❖ Búsqueda de la intención común y finalidad del acto: si la interpretación literal
de las palabras en insuficiente, debe tomarse en cuenta la naturaleza y finalidad
del acto, entre otras cosas.
❖ Interpretación sistemática: interpretar las cláusulas aisladamente rompe con la
eficaz tarea hermenéutica.

Reglas especiales para contratos: arts. 1061 – 1068 CCyC. Éstas, excluyen a los
contratos de adhesión y de consumo porque tienen sus reglas propias. Además de las
reglas generales ya nombradas, en materia contractual encontramos:

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❖ Principio de conservación: art. 1066, donde establece que frente a duda sobre la
eficacia de alguna de sus cláusulas se las debe interpretar en el sentido de darles
efecto.
❖ Principio de la confianza: art. 1067, establece que la interpretación debe
proteger la confianza y lealtad que las partes se deben recíprocamente. Se debe
tener en cuenta que toda conducta o manifestción de voluntad, suscita en el otro
su creencia, por ello, el primero se encuentra obligado a no defraudarlo.
❖ Doctrina de los actos propios: art. 1067, establece que es inadmisible la
contradicción con una conducta jurídicamente relevante, previa y propia del mismo
sujeto”.

Reglas especiales para testamentos: art. 2470 (aplicable tanto para el testamento ológrafo
como al otorgado por acto público): “Las disposiciones testamentarias deben interpretarse
adecuándolas a la voluntad real del causante según el contexto total del acto. Las palabras
empleadas deben ser entendidas en el sentido corriente, excepto que surja claro que el testador
quiso darles un sentido técnico. Se aplican, en cuanto sean compatibles, las demás reglas de
interpretación de los contratos.” El principio general es que se debe interpretar la voluntad del
testador como la habría entendido él, y no determinar un sentido según el beneficiario. El
juez no es corrector, debe aceptar el testamento tal cual está extrayendo su posible
sentido.

Unidad xiii: instrumentos

Documento: Documento viene del latín “documentum” que deviene a su vez de “docere”=
enseñar. Así, el documento es una cosa mediante la que se hace constar otra. Diferentes
autores han brindado conceptos de la palabra pero en general, refieren a que un
documento es toda representación material, ya sea una marca, un signo, una contraseña
destinada a reproducir una manifestación.

Instrumento: deriva del latín “instruere”, que significa instruir, siendo entonces todo
escrito destinado a instruirnos e informarnos sobre algo que ha pasado.
Es el documento escrito destinado a constatar una situación o relación jurídica que se
plasma sobre algún soporte (elemento material sobre el cual se escribe).

Diferenciación: Documento es el género e instrumento es una especie de dicho género.


Todo instrumento es documento pero no todo documento es instrumento.
En el antiguo CC, ambos vocablos eran utilizados indistintamente mientras que, luego de
esta diferenciación, nuestro CCyC ya los usa de manera diferenciada.

Soporte y evolución en el tiempo: a lo largo de la historia, los instrumentos han


quedado plasmados en distintos tipos de soportes: piedra, arcilla, papiros, mármol, papel,
etc. Hasta los actuales electrónicos. Desde la invención del papel y la imprenta, costó
imaginar la existencia de un soporte diferente, por ello es que el CC no hacía referencia a
esta palabra, sino directamente a papel. Sin embargo, ya hace algunas décadas se viene
advirtiendo la insuficiencia del papel ante las exigencias actuales de la sociedad.

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CÁT. C: Facco

Surgieron nuevas formas de documentos desmaterializados que permiten la agilización


medianamente segura de la documentación. Así es como en la práctica se ha incorporado
al término “documento” todas las nuevas formas de expresión, archivo y transmisión,
siendo consagrada en el CCyC.
Hoy, ya no se piensa en el papel como el soporte hegemónico, sino que hay soporte
plásticos (tarjetas de crédito), metálicos (fichas para máquinas expendedoras),
informáticos (USB, disco magnético, etc.), ópticos (DVD, VHS, computadoras) y auditivos
(disco fonográfico, audios, cinta magnético de audio, etc.). La trascendencia jurídica de
ello es que cualquiera de estos formatos que almacenan ideas, declaraciones y demás
puede ser utilizado como medio de prueba.

Art. 287 CCyC: “Los instrumentos particulares pueden estar firmados o no. Si lo están, se llaman
instrumentos privados.
Si no lo están, se los denomina instrumentos particulares no firmados; esta categoría comprende
todo escrito no firmado, entre otros, los impresos, los registros visuales o auditivos de cosas o
hechos y, cualquiera que sea el medio empleado, los registros de la palabra y de información.”
A diferencia del CC que desplazaba a los instrumentos particulares no firmados de la
categoría de privados, y además exigía la demostración pertinente para recién allí valer
como principio de prueba por escrito.

Instrumentos públicos: el CCyC no ofrece una noción de los mismos, pero la doctrina
durante años ha intentado definirlo. Así, Rivera, compilando diferentes opiniones de otros
autores dice que, son instrumentos públicos los otorgados con las formalidades que la ley
establece, en presencia de un oficial público a quien la ley confiere la facultad de autorizar
y a los que otorga plena fe sin necesidad de posteriores pruebas o verificaciones.
La doctrina, ha distinguido dos especies de instrumentos públicos:
a) Instrumentos oficiales: son los originados por funcionarios públicos y son
superiores a los regulados por las normas del derecho privado. Por ejemplo, la
moneda de curso legal, decretos, órdenes, etc.
b) Instrumentos públicos en sentido estricto: específicamente remite al ámbito de
la normativa civil. Son aquellos donde intervienen agentes a cargo de funciones
públicas y los particulares. Por ejemplo, escrituras públicas, o actas matrimoniales.
El código anterior fue muy cuestionado en cuanto a la enumeración que hacía de 10
incisos, ya que no constituían supuestos de verdaderos instrumentos públicos. Con
mucho mayor acierto, el CCyC la reelabora y reza en su art. 289:
“Son instrumentos públicos:
a) las escrituras públicas y sus copias o testimonios;
b) los instrumentos que extienden los escribanos o los funcionarios públicos con los requisitos que
establecen las leyes;
c) los títulos emitidos por el Estado nacional, provincial o la Ciudad Autónoma de Buenos Aires,
conforme a las leyes que autorizan su emisión.”

Requisitos de validez: art. 290 CCyC: “Son requisitos de validez del instrumento público:
a) la actuación del oficial público en los límites de sus atribuciones y de su competencia territorial,
excepto que el lugar sea generalmente tenido como comprendido en ella;

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CÁT. C: Facco

b) Las firmas del oficial público, de las partes, y en su caso, de sus representantes; si alguno de
ellos no firma por sí mismo o a ruego, el instrumento carece de validez para todos.”
Análisis:
❖ Capacidad del funcionario público: no refiere al atributo de la persona sino a su
aptitud para otorgar este tipo de instrumentos, que corresponde a la investidura
que corresponde al cargo. La designación o nombramiento conforme a las normas
que reglamentan su ejercicio, se llama “investidura” y es lo que le da capacidad.
❖ Competencia material: determinada por la especialidad, la clase de actos que está
autorizado a otorgar conforme la ley que reglamenta su ejercicio.
❖ Competencia territorial: es necesario que el instrumento se otorgue dentro del
territorio que se le ha asignado para el ejercicio de sus funciones.
❖ La firma del oficial público: le da autenticidad. En los casos que se emiten grandes
cantidades, como los billetes, se autoriza la firma facsimilar a cambio de utilizar
sellos de agua, numeración, etc. que compruebe su autenticidad.
❖ La firma de las partes: algunos autores entienden que la falta de firma acarrea la
nulidad, otros, afirman que la falta de firma de quien no sea parte (los
comparecientes, ej: un conyugue en un testamento) no impide la eficacia del acto
jurídico para las partes. En medida que sí estén sus firmas, el instrumento será
válido. El CCyC adopta esta última postura.

Otros requisitos de validez: al no poder ser enumerados taxativamente, la doctrina


acuerda en que hay 3 requisitos muy generalizados y son: la firma, el cumplimiento de las
formalidades referidas a la correcta subsanación de errores materiales durante la
redacción; y la presencia de testigos instrumentales.
1) Cumplimiento de formalidades referidas a la correcta subsanación de los errores
materiales: art. 294 CCyC: “Carece de validez el instrumento público que tenga
enmiendas, agregados, borraduras, entrelíneas y alteraciones en partes esenciales, si no
están salvadas antes de las firmas requeridas.” Además, para que el instrumento
conserve su plena validez y eficacia, es fundamental que las correcciones
(además de hacerse de forma adecuada) sean plasmadas en el mismo
instrumento del hecho o acto jurídico. Sin embargo, hay algunas excepciones que
los permiten aparte como en el ámbito notarial con las actas de corrección de
errores.
El CCyC habla de los métodos de corrección materiales más comunes y enumera:
▪ Enmiendas: es toda rectificación material de un error perceptible, por lo
que debe entendérselo como un término comprensivo de toda corrección
que se introduzca al texto.
▪ Agregados: se hace cuando se adiciona algún texto al contenido original,
ya sea entrelíneas o palabras al final.
▪ Borraduras: consiste en suprimir el texto ya escrito y reemplazarlo por otro
▪ Entrelíneas
▪ Alteraciones: comprende cualquier modificación entre el texto original y el
definitivo. Se incluye aquí, la práctica del testado.
Conversión a instrumento privado: art. 294: “…El instrumento que no tenga la forma debida
vale como instrumento privado si está firmado por las partes.”

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CÁT. C: Facco

Presupuesto de validez: art. 292 CCyC: “Es presupuesto para la validez del instrumento que el
oficial público se encuentre efectivamente en funciones. Sin embargo, son válidos los actos
instrumentados y autorizados por él antes de la notificación de la suspensión o cesación de sus
funciones hechos conforme a la ley o reglamento que regula la función de que se trata.”
En la mayoría de los casos, el funcionario necesita además del nombramiento, que se lo
ponga en posesión del cargo para la aceptación efectiva del mismo. Por otro lado, será
también el Estado quien excluirá al funcionario del ejercicio de sus funciones, de forma
temporaria o definitiva.

2) Imparcialidad del funcionario público: art. 291 CCyC: “Es de ningún valor el
instrumento autorizado por un funcionario público en asunto en que él, su cónyuge, su
conviviente, o un pariente suyo dentro del cuarto grado o segundo de afinidad, sean
personalmente interesados.” Sin embargo, la doctrina conluye que en los casos que
sus parientes actúen en representación o como socios de personas jurídicas, el
funcionario público estará habilitado ya que no incurre ningún interés personal,
sino de la persona jurídica.
3) Testigos instrumentales: su presencia y firma es requisito de validez.
Inhabilitados para ser testigos: art. 295 CCyC:
“a) las personas incapaces de ejercicio y aquellas a quienes una sentencia les impide ser
testigo en instrumentos públicos;
b) los que no saben firmar;
c) los dependientes del oficial público;
d) El cónyuge, el conviviente y los parientes del oficial público, dentro del cuarto grado y
segundo de afinidad;”

Eficacia probatoria del contenido: art. 296 CCyC: “El instrumento público hace plena fe:
a) en cuanto a que se ha realizado el acto, la fecha, el lugar y los hechos que el oficial público
enuncia como cumplidos por él o ante él hasta que sea declarado falso en juicio civil o criminal;
b) en cuanto al contenido de las declaraciones sobre convenciones, disposiciones, pagos,
reconocimientos y enunciaciones de hechos directamente relacionados con el objeto principal del
acto instrumentado, hasta que se produzca prueba en contrario.”

a) Hechos cumplidos por el oficial público o pasados en su presencia:


Este inciso refiere a las partes del contenido del instrumento que gozan de gran
fuerza probatoria, en virtud de la necesidad social de credibilidad. Esta categoría
incluye: los hechos cumplidos por el oficial público y los hechos narrados por éste.
Entre los primeros, está por ejemplo, que se encuentra constituido en un
determinado lugar, una determinada fecha, que ha leído el acto, que le ha
entregado algo a una persona, etc.
Asimismo, son auténticos los hechos que el oficial público afirma que pasaron en
su presencia, por ejemplo, que una parte le entrego a la otra una determinada
suma de dinero.
El instrumento hará plena fe hasta que sea declarado falso en juicio y hasta eso,
constituyen verdad impuesta erga omnes.
b) Hechos relatados por las partes:

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CÁT. C: Facco

Inciso b del art. éstas, tiene claramente valor en el instrumento, pero no necesitan
ser refutadas de falsas, porque son manifestadas por personas que no tienen el
don indelegable de la dación de fe. Por ello, pueden caer en prueba en contrario.
En tal sentido, objeto de fe pública es el hecho perceptible del oficial de decir que
ante él declararon, ante él se expresaron, ante él manifestaron.
Entre estas manifestaciones se encuentran las declaraciones dispositivas, o
cláusulas, que son las que constituyen el objeto inmediato del acto jurídico que se
materializa en el instrumento público. Ej: una parte “adquiere”, “vende”, “otorga
poder” y en consecuencia, nace el efecto relativo del acto instrumentado.
También están las declaraciones o enunciaciones directas, que son las demás
expresiones vinculadas al acto pero que no configuran elementos esenciales.
Podrían no estar y el acto sería igualmente eficaz. Ej: la manifestación del
vendedor de que otorgó el recibo.
Por último, están las declaraciones o cláusulas enunciativas, que son las
manifestaciones unilaterales que refieren a hechos pasados con anterioridad al
otorgamiento del instrumento y podrían ser suprimidas sin alterar el acto. Ej: la
manifestación de un comprador acerca del origen del dinero con el que compró.
Estas declaraciones no tienen fuerza de prueba instrumental.

Entonces, para impugnar estas declaraciones basta con que la parte impugnante
traiga prueba de la inexactitud de las declaraciones.

Escrituras públicas: art. 299 CCyC define: “La escritura pública es el instrumento matriz
extendido en el protocolo de un escribano público o de otro funcionario autorizado para ejercer las
mismas funciones, que contienen uno o más actos jurídicos. La copia o testimonio de las escrituras
públicas que expiden los escribanos es instrumento público y hace plena fe como la escritura
matriz. Si hay alguna variación entre ésta y la copia o testimonio, se debe estar al contenido de la
escritura matriz.” Para entenderlo mejor:
a) Matricidad: al ser el “instrumento matriz” significa que debe ser redactado en un
soporte documental especial que convertirá a este texto escrito en una entidad
documental distinta. La matricidad le otorga la garantía de perdurabilidad en el
tiempo, a partir de los deberes de su custodia y conservación.
La pérdida, sustracción o destrucción de la primera copia y posteriores, se
soluciona fácilmente por la existencia de la matriz justamente, ya sea en poder del
escribano autorizante o en el Archivo de Protocolos Notariales respectivo.
b) Protocolo: la matricidad se cumple extendiendo las escrituras públicas en los folios
de actuación notarial móviles que integran el protocolo de cada escribano.
Art. 300 CCyC: “El protocolo se forma con los folios habilitados para el uso de cada
registro, numerados correlativamente en cada año calendario, y con los documentos que
se incorporan por exigencia legal o a requerimiento de las partes del acto. Corresponde a
la ley local reglamentar lo relativo a las características de los folios, su expedición, así
como los demás recaudos relativos al protocolo, forma y modo de su colección en
volúmenes o legajos, su conservación y archivo.”

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CÁT. C: Facco

O sea, que cada provincia cuenta con una regulación propia sobre el tema, e
incluso si, en una provincia hay más de dos Colegios de Escribanos, nos podemos
encontrar con 2 regulaciones distintas.
c) Autor: es el escribano público (notario) quien con su firma y sello le otorga calidad
de escritura pública al texto matriz impreso en folios protocolares.
d) Contenido: las mismas deben tener como contenido uno o más actos jurídicos. El
mismo CCyC distingue a las escrituras públicas de las actas, que a diferencia de
ellas, contienen la comprobación de los hechos.

Naturaleza jurídica de las copias y testimonios: son también instrumentos públicos, por lo
que hacen plena fe como la escritura matriz.

Requisitos de las escrituras públicas: art. 301 CCyC.


➢ Intervención personal del escribano.
➢ Calificación del acto por escribano: lo que busca la exigencia legal es que se
defina técnicamente y se instrumente el acto jurídico idóneo para alcanzar los fines
perseguidos por las partes del negocio.
➢ Unidad de acto: las escrituras deben extenderse en un único acto, aunque se
admite que se extiendan en distintas horas pero dentro del mismo día. Para que
pueda aplicarse el procedimiento no debe haber entrega de valores, dinero o
cosas en presencia del escribano y no debe modificarse el texto definitivo al
tiempo de la primera firma.
➢ Redacción: pueden ser manuscritas o mecanografiadas (como procesadores de
textos) siempre que quede estampada en el soporte exigido y sea legible.
➢ Idioma: art. 302 CCyC (LEER)
➢ Abreviaturas y números: art. 303 CCyC (LEER)
➢ Otorgante con discapacidad auditiva: art. 304 CCyC (LEER)
➢ Lectura de la escritura por parte del escribano en el otorgamiento: art. 305, pero no
prevé el supuesto de hipoacúsicos por lo que Armella sugiere que lo lea él mismo
y luego el escribano lo lea a los demás.

Contenido de las escrituras públicas: art. 305 CCyC:


❖ Lugar y fecha de otorgamiento: a los fines de dilucidar si el notario actuó dentro de
su competencia territorial.
❖ Datos identificatorios de los otorgantes: NyA, documento, domicilio real y especial
si lo hubiera, fecha de nacimiento y estado civil.
❖ Naturaleza del acto que se instrumenta.
❖ Constancia instrumental de que se dio lectura del texto escriturario en el acto de
otorgamiento.
❖ Enmiendas, testados y modificaciones que se realizan a la escritura.
❖ Firma de otorgantes, del escribano y de los testigos.

Justificación de identidad: art. 30 CCyC (LEER) propone dos medios.

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CÁT. C: Facco

La forma de identificación de los comparecientes es muy importante, pues tiene estrecha


vinculación con los supuestos de sustitución de personas

Documentos habilitantes: art. 307 CCyC: “Si el otorgante de la escritura es un representante, el


escribano debe exigir la presentación del documento original que lo acredite, el que ha de quedar
agre-gado al protocolo, excepto que se trate de poderes para más de un asunto o de otros
documentos habilitantes que hagan necesaria la devolución, supuesto en el cual se debe agregar
copia certificada por el escribano. En caso de que los documentos habilitantes ya estén
protocolizados en el registro del escribano interviniente, basta con que se mencione esta
circunstancia, indicando folio y año.” Puede ser una representación voluntaria (como la
resultante de un contrato de mandato), legal (representación que ejercen los padres sobre
sus hijos menores) u orgánica (representación de una persona jurídica). El escribano
debe agregar dicha documentación al protocolo (salvo los documentos que sirven para
otros actos, en cuyo caso lo que se agrega es una copia del mismo)

Copias o testimonios: el CCyC los usa como sinónimos.


Es la que circula y consiste en una transcripción íntegra y literal de la escritura matriz
extendida en el protocolo. Art. 308 CCyC: “El escribano debe dar copia o testimonio de la
escritura a las partes. Ese instrumento puede ser obtenido por cualquier medio de reproducción
que asegure su permanencia indeleble, conforme a las reglamentaciones locales. Si alguna de las
partes solicita nueva copia, el escribano debe entregarla, excepto que la escritura contenga la
constancia de alguna obligación pendiente de dar o de hacer, a cargo de otra de las partes. En
este caso, se debe requerir la acreditación en instrumento público de la extinción de la obligación,
la conformidad del acreedor o la autorización judicial, que debe tramitar con citación de las partes
del acto jurídico.”
Esta copia solo puede serle extendida a quienes tengan interés legítimo en obtenerla, es
decir, solo las partes, los herederos o cualquier orden de autoridad judicial competente, de
otro modo, el escribano podría ser denunciado por violación de secreto profesional,
violencia sobre el hábeas data, etc.

Nulidad de las escrituras: art. 309 CCyC: “Son nulas las escrituras que no tengan la
designación del tiempo y lugar en que sean hechas, el nombre de los otorgantes, la firma del
escribano y de las partes, la firma a ruego de ellas cuando no saben o no pueden escribir y la firma
de los dos testigos del acto cuando su presencia sea requerida. La inobservancia de las otras
formalidades no anula las escrituras, pero los escribanos o funcionarios públicos pueden ser
sancionados.” Causales taxativas.

Protocolización: es incorporar un instrumento materialmente al protocolo, glosarlo en el


lugar que corresponda junto con la escritura que se refiere.

Clases de protocolización:
❖ A pedido de parte: art. 300 CCyC.
❖ Protocolización exigida por la ley: a diferencia del CC, no regula el régimen para
protocolizar instrumentos por disposición legal. Algunas provincias tienen su
regulación sobre el tema en leyes.

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CÁT. C: Facco

Efectos de la protocolización. Fecha cierta: Conforme al art. 317 CCyC, “…Adquieren fecha
cierta el día en que acontece un hecho del que resulta como consecuencia ineludible que el
documento ya estaba firmado o no pudo ser firmado después.” Y el hecho de incorporar el
documento privado a un instrumento público que hace plena fe (escritura pública) en
cuanto a la fecha del acto de incorporación, le otorga al instrumento protocolizado cierta
fecha. Sin embargo, esta no es la única forma de fechar un instrumento privado, puede
ser también fecha cierta el fallecimiento de uno de los firmantes.

Actas notariales: art. 310 CCyC: “Se denominan actas los documentos notariales que tienen
por objeto la comprobación de hechos.” Este art. es una innovación, puesto que el CC no
hablaba de actas. Su objeto es la comprobación de hechos (a diferencia de las escrituras
públicas cuyo objeto son los actos jurídicos). Ej: pueden tener como objeto comprobar el
estaso de un inmueble, comprobar la realización de cierta actividad, notificar a alguien,
etc.

Requisitos de las actas notariales: art. 311 CCyC:


“Las actas están sujetas a los requisitos de las escrituras públicas, con las siguientes
modificaciones:
a) se debe hacer constar el requerimiento que motiva la intervención del notario y, en su caso, la
manifestación del requirente respecto al interés propio o de terceros con que actúa;
b) no es necesaria la acreditación de personería ni la del interés de terceros que alega el
requirente;
c) no es necesario que el notario conozca o identifique a las personas con quienes trata a los
efectos de realizar las notificaciones, requerimientos y otras diligencias;
d) las personas requeridas o notificadas, en la medida en que el objeto de la comprobación así lo
permita, deben ser previamente informadas del carácter en que interviene el notario y, en su caso,
del derecho a no responder o de contestar; en este último supuesto se deben hacer constar en el
documento las manifestaciones que se hagan;
e) el notario puede practicar las diligencias sin la concurrencia del requirente cuando por su objeto
no sea necesario;
f) no requieren unidad de acto ni de redacción; pueden extenderse simultáneamente o con
posterioridad a los hechos que se narran, pero en el mismo día, y pueden separarse en dos o más
partes o diligencias, siguiendo el orden cronológico;
g) pueden autorizarse aun cuando alguno de los interesados rehúse firmar, de lo cual debe dejarse
constancia.”
Notamos que están conformadas por 2 partes: el requerimiento, que es el pedido que
hace el requirente al escribano de que labre un acta para comprobar determinado hecho;
y la diligencia, que es la comprobación del hecho.
La narración de los hechos puede hacerse en el lugar o en la notaría posteriormente, pero
siempre dentro del mismo día.

Valor probatoria de las actas: art. 312 CCyC: “El valor probatorio de las actas se circunscribe a
los hechos que el notario tiene a la vista, (todo lo que pueda comprobar con sus sentidos ) a la
verificación de su existencia y su estado. En cuanto a las personas, se circunscribe a su

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CÁT. C: Facco

identificación si existe, y debe dejarse constancia de las declaraciones y juicios que emiten. Las
declaraciones deben referirse como mero hecho y no como contenido negocial.”

Instrumentos privados: a diferencia de los públicos, no están sometidos a formalidades


de ninguna clase. Rige para ellos la libertad de forma, lo que tiene ciertas consecuencias:
• Pueden ser firmados cualquier día, aunque sea domingo o feriado.
• No es necesario que contengan la fecha de su enunciación. (algunos sí, como los
testamentos ológrafos).
• No es necesario que contenga el lugar en el que se firma, ni los NyA de las partes.
• Las cifras pueden ser escritas en números o letras, o en ambas (a voluntad).
• El cuerpo del documento puede ser escrito por las partes o por un tercero.

Requisitos de validez de los instrumentos privados:


❖ La firma: esencial. La doctrina sostiene que cumple dos funciones fundamentales,
señalar la autoría del documento y a su vez, confirmar la voluntad de quien
suscribe el mismo. Art. 288 CCyC sigue el mismo criterio: “La firma prueba la autoría
de la declaración de voluntad expresada en el texto al cual corresponde. Debe consistir en
el nombre del firmante o en un signo.
En los instrumentos generados por medios electrónicos, el requisito de la firma de una
persona queda satisfecho si se utiliza una firma digital, que asegure indubitablemente la
autoría e integridad del instrumento.”
Características de la firma:
➢ Ológrafa: escrita de puño y letra del firmante a quien se le imputa. No son firmas
las impresas ni copiadas o calcadas por terceros.
➢ Manifestación de individualidad: debe identificar al firmante, como quiera.
➢ Exclusiva: (remite al anterior)
➢ Habitual: no significa que no pueda cambiarse, sí se puede, pero la noción alude
a que es esa la forma habitual en la que la persona expresa su conformidad por
escrito.
➢ Expresión de la voluntad: es una de sus principales finalidades. Por eso, debe
ser puesta al pie del instrumento, a fin de demostrar conformidad con todo el texto
que le precede. En caso de agregados, debe firmarse nuevamente al pie de éstos.

FIRMA DIGITAL: (a finales del art. 288) Hoy en día, en los documentos digitales, la firma
ológrafa es inaplicable, por lo que fue necesario inventar otra forma para lograr la misma
vinculación del documento con su autor:
Ley de Firma Digital N° 25.506: se dictó en 2001 y con el tiempo se le fueron agregando
los decretos reglamentarios, y los necesarios para estructurarla. El art. 2 de la ley
dispone: “Se entiende por firma digital al resultado de aplicar a un documento digital un
procedimiento matemático que requiere información de exclusivo conocimiento del firmante,
encontrándose ésta bajo su absoluto control. La firma digital debe ser susceptible de verificación
por terceras partes, tal que dicha verificación simultáneamente permita identificar al firmante y
detectar cualquier alteración del documento digital posterior a su firma.

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CÁT. C: Facco

Los procedimientos de firma y verificación a ser utilizados para tales fines serán los determinados
por la Autoridad de Aplicación en consonancia con estándares tecnológicos internacionales
vigentes.”
Es una secuencia única de letras y números que vincula al firmante con un documento
electrónico y que para poder firmar, el mismo debe tener dos claves asociadas entre sí
que se generan utilizando funciones criptográficas seguras. Una de estas claves es
privada y secreta. La otra, es pública, y sirve para que el destinatario pueda verificar la
firma hecha por el autor. Es la que acompaña al documento firmado.
La clave pública está en un Certificado Digital, emitido por un Certificador Licenciado,
quien actúa como una tercera parte entre Emisor y Destinatario, en el que está junto con
la información personal del firmante.

Actores del sistema de Firma Digital:


Certificador Licenciado: son entidades públicas o privadas que se encuentran habilitadas
por el Ente Licenciante para emitir Certificados Digitales conforme lo dispuesto en la ley.
Ej: el A.F.I.P., el A.N.S.E.S., ETC. La ley lo define en su art. 17 : “toda persona de existencia
ideal, registro público de contratos u organismo público que expide certificados, presta otros
servicios en relación con la firma digital y cuenta con una licencia para ello, otorgada por el ente
licenciante.”
Ente Licenciante: en la actualidad es el Ministerio de Modernización de la Nación, quien
tiene entre otras funciones otorgar, denegar o revocar las licencias de los Certificadores
Licenciados y supervisar su accionar.

Requisitos para la validez de la Firma Digital: art. 9 de la ley:


“a) Haber sido creada durante el período de vigencia del certificado digital válido del firmante;
b) Ser debidamente verificada por la referencia a los datos de verificación de firma digital indicados
en dicho certificado según el procedimiento de verificación correspondiente;
c) Que dicho certificado haya sido emitido o reconocido, según el artículo 16 de la presente, por un
certificador licenciado.”

Supuestos excluidos de la Firma Digital: art. 4 de la ley:


“a) A las disposiciones por causa de muerte;
b) A los actos jurídicos del derecho de familia;
c) A los actos personalísimos en general;
d) A los actos que deban ser instrumentados bajo exigencias o formalidades incompatibles con la
utilización de la firma digital, ya sea como consecuencia de disposiciones legales o acuerdo de
partes.”

FIRMA ELECTRÓNICA: art. 5 de la ley: “Se entiende por firma electrónica al conjunto de datos
electrónicos integrados, ligados o asociados de manera lógica a otros datos electrónicos, utilizado
por el signatario como su medio de identificación, que carezca de alguno de los requisitos legales
para ser considerada firma digital. En caso de ser desconocida la firma electrónica corresponde a
quien la invoca acreditar su validez.” Son ejemplos, aquellas en las que la identificación
consiste en la comparación de características físicas con un patrón. Así, los lectores
biométricos identifican a la persona por sus pupilas, impresión digital, voz, etc.
También lo son las que se valen de un código secreto de ingreso.

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CÁT. C: Facco

Valor probatorio de la firma digital y la electrónica: en general, el valor probatorio de los


instrumentos es la condición de ser auténticos y en este caso, con el contenido que no ha
de haber sufrido alteraciones. La firma digital confiere absoluta seguridad sobre ambos.
La diferencia de grado, refiere al distinto valor probatorio una de la otra. Así, mientras la
firma digital prueba “juris tantum”, la firma electrónica sólo aporta un elemento probatorio
al que deberían agregarse otros para llegar recién a tener por comprobado el vínculo
jurídico. Es decir, genera un “principio de prueba por escrito” al modo de los documentos
privados.

Expresión escrita: Art. 286 CCyC: “La expresión escrita puede tener lugar por instrumentos
públicos, o por instrumentos particulares firmados o no firmados, excepto en los casos en que
determinada instrumentación sea impuesta. Puede hacerse constar en cualquier soporte, siempre
que su contenido sea representado con texto inteligible, aunque su lectura exija medios técnicos.”

Valor probatorio de los instrumentos privados: su principal diferencia con los públicos, es
que ellos se presumen auténticos, los privados no.
Efectos jurídicos entre partes

Reconocimiento de la firma: a diferencia del instrumento público, el privado no goza de


plena fe. Para alcanzarla es necesario que la firma sea reconocida por la parte a quien se
la opone o declarada auténtica por decisión judicial. El CCyC es más conciso, claro y
preciso que el derogado CC, y en su art. 314 reza : “Todo aquel contra quien se presente un
instrumento cuya firma se le atribuye debe manifestar si ésta le pertenece. Los herederos pueden
limitarse a manifestar que ignoran si la firma es o no de su causante. La autenticidad de la firma
puede probarse por cualquier medio…”
Formas de reconocimiento:
a) Espontáneo: cuando el firmante afirma que la firma del documento le pertenece,
de manera espontánea, sin mediación judicial. Dicha manifestación puede ser
expresa o tácita.
b) Provocado judicialmente: cuando el instrumento se presenta en el juicio y debe
citarse al presunto firmante a reconocerlo en el expediente, bajo apercibimiento de
que si no comparece sin justa causa, se le dará por reconocida la firma. De esta
citación judicial, pueden suceder 3 cosas:
1) Reconocimiento expreso: el citado comparece y reconoce como auténtica la
firma inserta en el instrumento.
2) Reconocimiento tácito o presunto: cuando el citado no comparece o
comparece y no manifiesta, el juez da por auténtica la firma.
3) Desconocimiento expreso: el citado comparece y desconoce la firma.
4) Reconocimiento forzoso: se da cuando la autenticidad de la firma ha sido
negada expresamente por el citado, o que habiendo muerto o siendo
incapaz, sus representantes no saben si la firma es auténtica o no. En estos
casos se requiere de un perito calígrafo.

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CÁT. C: Facco

Indivisibilidad del reconocimiento: el art. 314 continúa: “…El reconocimiento de la firma


importa el reconocimiento del cuerpo del instrumento privado. El instrumento privado reconocido, o
declarado auténtico por sentencia, o cuya firma está certificada por escribano, no puede ser
impugnado por quienes lo hayan reconocido, excepto por vicios en el acto del reconocimiento. La
prueba resultante es indivisible. El documento signado con la impresión digital vale como principio
de prueba por escrito y puede ser impugnado en su contenido.”
Este disposición busca claramente la seguridad jurídica y la no contrariedad.

Reconocimiento por personas jurídicas: la citación debe hacerse al representante legal.


En caso de haberse citado a uno distinto que el que colocó la firma, puede alegar su
desconocimiento, lo que da lugar a prueba pericial.

Reconocimiento por sucesores: la ley se limita a exigirles, no el reconocimiento o


negación expresa de la firma, sino un simple desconocimiento. Ahora, si la reconocen
voluntariamente, se toma por auténtica, y en caso de negativa o silencio, se recurre a
prueba pericial.

DOCUMENTO FIRMADO EN BLANCO: generalmente, los instrumentos privados, primero


se redactan y luego se firman, de forma que el firmante sepa el contenido al cual suscribe.
Sin embargo, por el principio de libertad de formas, no existe ningún obstáculo legal para
que primero se firme en blanco, y luego se llene. En estos instrumentos, al decir Brebbia,
se produce una alteración en la autoría, ya que en vez de ser escrito por quien suscribe,
es total o parcialmente suscrito por un tercero, es heterógrafo; y temporalidad ya que se
invierten los tiempos, primero se suscribe y luego se redacta. Esta modalidad esá
fundamentalmente basada en la confianza y es bastante frecuente. Está regulado por el
art. 315 CCyC: “El firmante de un documento en blanco puede impugnar su contenido mediante
la prueba de que no responde a sus instrucciones, pero no puede valerse para ello de testigos si
no existe principio de prueba por escrito. El desconocimiento del firmante no debe afectar a
terceros de buena fe.
Cuando el documento firmado en blanco es sustraído contra la voluntad de la persona que lo
guarda, esas circunstancias pueden probarse por cualquier medio. En tal caso, el contenido del
instrumento no puede oponerse al firmante excepto por los terceros que acrediten su buena fe si
han adquirido derechos a título oneroso en base al instrumento.”

Enmiendas: en el CCyC se incorpora textualmente el deber de salvar las raspaduras,


enmiendas, entrelíneas que afectan partes esenciales del acto instrumentado. Lo que
diferencia su regulación de la del antiguo Código de Comercio, es que aquel, declaraba
no admisibles estos elementos si no estaban firmados por los contratantes, mientras que
el CCyC modera esa disposición haciéndola menos rígida y dice en su art. 316: “Las
raspaduras, enmiendas o entrelíneas que afectan partes esenciales del acto instrumentado deben
ser salvadas con la firma de las partes. De no hacerse así, el juez debe determinar en qué medida
el defecto excluye o reduce la fuerza probatoria del instrumento.”

Fecha cierta: el CC incluía una enumeración de modos en que los instrumentos privados
adquirían fecha cierta, los cuales la doctrina concluyó que no eran taxativos. Hoy, el
CCyC, trata este tema en su art. 317: “La eficacia probatoria de los instrumentos privados
reconocidos se extiende a los terceros desde su fecha cierta. Adquieren fecha cierta el día en que

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CÁT. C: Facco

acontece un hecho del que resulta como consecuencia ineludible que el documento ya estaba
firmado o no pudo ser firmado después.”
El instrumento privado reconocido judicialmente hace plena fe para las partes y sus
sucesores, pero no para terceros, y para que esto sí sea posible y el instrumento tenga
valor probatorio, deben tener fecha cierta. Esto, en función de evitar el fraude que podrían
cometer las partes frente al tercero modificando la fecha del instrumento.

Doble ejemplar: en el antiguo código era exigido, pero ya no (págs. 146 – 148 Azpeitía)

Instrumentos particulares NO firmados:


Art. 287 CCyC: “Los instrumentos particulares pueden estar firmados o no. Si lo están, se llaman
instrumentos privados.”
Esta categoría no se agota en el soporte papel, sino que incluye también imágenes,
videos y sonidos en cualquier soporte. Esta amplitud normativa significó la recepción del
CCyC de los medios informáticos como una categoría de instrumentos particulares no
firmados. Desde la doctrina plantean que, a esta categoría, podrían sumarse elementos
tales como las capturas de pantalla, videos obtenidos de websites, aplicaciones de
streaming, audios obtenidos de sitios o aplicaciones, mensajes de voz, etc.

Su valor probatorio: art. 319 CCyC: “El valor probatorio de los instrumentos particulares debe
ser apreciado por el juez ponderando, entre otras pautas, la congruencia entre lo sucedido y
narrado, la precisión y claridad técnica del texto, los usos y prácticas del tráfico, las relaciones
precedentes y la confiabilidad de los soportes utilizados y de los procedimientos técnicos que se
apliquen.” La norma no refiere a instrumentos firmados o no firmados, por lo que debería
comprender ambas categorías. Le otorga a los no firmados un valor probatorio relativo,
que debe ser complementado con otras pruebas, como son testigos, pruebas técnicas,
reconocimientos judiciales, etc.

DOCUMENTO DIGITAL: art. 6 de la ley 25.506: “Se entiende por documento digital a la
representación digital de actos o hechos, con independencia del soporte utilizado para su fijación,
almacenamiento o archivo. Un documento digital también satisface el requerimiento de escritura.”
Es básicamente un registro, anotación o marca y su particularidad radica en que se
realiza a través de medios digitales que se almacenan en la memoria de una computadora
o en otros soportes similares. Ej: Word, PDF, correos electrónicos, etc.
Tanto el documento digital como el material, comparten dos elementos principales: el
soporte y el método de registro o conservación de la información. Sabemos que el soporte
tradicional es el papel, antes piedra, madera, etc. En el documento digital, éste puede ser
electrónico, magnético u óptico. En cuanto al método de registración, que es lo que
permite fijar la información en l soporte, en el documento material ha sido la escritura con
tinta, mientras que, en el digital, es la digitalización (convertir la información (textos,
videos, sonido, etc.) en dígitos).
Ambos tienen los mismos efectos. Los documentos digitales, además, pueden pasar de
ser instrumento privado no firmado, a serlo e incluso, a ser algo parecido a uno público,
aumentando exponencialmente su valor probatorio. Para ello, requiere de la firma
electrónica o la firma digital.
Correos electrónicos: su naturaleza es la de documentos digitales. En cuanto a su valor
probatorio, si estuviera firmado es un instrumento privado, si no, es un instrumento

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Paula Torres
CÁT. C: Facco

particular no firmado. Asimismo, son también una especie de correspondencia, por lo que
los requisitos y principios para la utilización de ésta en juicio, le son aplicables.

IMPRESIÓN DIGITAL: el viejo código no tenía ninguna norma respecto del sistema de
dactiloscopia (identificación de las personas mediante la clasificación de sus huellas
digitales. Pero, a diferencia del mismo, el CCyC sí, con respecto a aquellas personas que
no supieran o no pudieran firmar.
En vigencia del CC, en la doctrina hubo diversas opiniones acerca de si la impresión
digital tiene o no el valor probatorio de la firma. Hubo una tesis afirmativa, una negatoria
que alegaba que la impresión digital se enmarcaba en la categoría de instrumento
particular no firmado, constituyendo un principio de prueba por escrito. Y, por último,
apareció una tesis intermedia que entiende, que la impresión digital no es firma y que es
un principio de prueba por escrito (tratando de proteger al analfabeto) pero admite, que si
es colocada por alguien que sabe firmar y accidentalmente no puede hacerlo, en ese
supuesto sí vale como firma.
Esto se encuentra regulado en:
Art. 313 CCyC: “Si alguno de los firmantes de un instrumento privado no sabe o no puede firmar,
puede dejarse constancia de la impresión digital o mediante la presencia de dos testigos que
deben suscribir también el instrumento.”
Art. 314 CCyC: “Todo aquel contra quien se presente un instrumento cuya firma se le atribuye
debe manifestar si ésta le pertenece. Los herederos pueden limitarse a manifestar que ignoran si la
firma es o no de su causante. La autenticidad de la firma puede probarse por cualquier medio.”
Consideramos que el término “también” al final del art. 313, implica la posibilidad de la
firma a ruego, en caso de los instrumentos particulares. Así, siguiendo a Rivera, si se opta
por la impresión digital, se considerará como principio de prueba por escrito conforme al
art. 314 in fine. En cambio, si el instrumento particular es suscripto a ruego por dos
testigos, deviene en instrumento privado, y cuando la firma de éstos sea reconocida,
tendrá los efectos del art. 314 in fine.

Correspondencia: el antinguo código lo llamaba “cartas misivas”, tratándolo de manera


muy parcial. Hoy, el art. CCyC en su art. 318, la denomina más apropiadamente
“correspondencia” y plasma solo algunos lineamientos generales: “La correspondencia,
cualquiera sea el medio empleado para crearla o transmitirla, puede presentarse como prueba por
el destinatario, pero la que es confidencial no puede ser utilizada sin consentimiento del remitente.
Los terceros no pueden valerse de la correspondencia sin asentimiento del destinatario, y del
remitente si es confidencial.”
Se puede transmitir a través de distintos medios: correo postal, telégrafo, fax, correo
electrónico, etc.
Naturaleza jurídica: los códigos no han sido categóricos al explicarla, por lo que quedó en
manos de la doctrina. LLambías, claramente, hablaba de naturaleza “sui generis”
sosteniendo que “las cartas no son instrumentos privados, aunque eventualmente pueden
serlo si se encuentran firmadas por su remitente. En su carácter propio de cartas misivas
se ha estimado que la forma no es indispensable, pudiendo suplirse por sobrenombres o
iniciales, y aún prescindirse de toda suerte de firma. Lo importante es acreditar la
autenticidad de la carta.”
Neri, por su parte, se limita a señalar el valor probatorio de las cartas y señala: “aunque
no estén firmadas o signadas, o con apodo o pseudónimo, las cartas son admitidas en
juicio, pues su valor probatorio no depende de observancia. Conforme a los principios

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generales que regulan la materia, el juez apreciará, en cada caso, el valor que se debe
conceder a los escritos”.
Carácter de “confidencialidad”: en forma unánime la doctrina enseña que la
confidencialidad resultará del mismo contenido del envío, independientemente de la
calificación que al respecto realice el remitente. O sea, adquiere ese rótulo, aquello que el
autor desee hace conocer única y exclusivamente a su destinatario y nadie más. Ante la
duda de si es o no confidencial, se opta por lo primero.

Unidad xiv: vicios propios de los actos jurídicos

EL ACTO SIMULADO: simular es representar o hacer creer algo que no es verdad con
palabras, gestos o acciones. O presentar una cosa como real cuando no lo es.
En el Derecho, el término simulación implica celebrar un negocio jurídico otorgándole la
apariencia de otro: como cuando celebran una compraventa, pero en realidad el vendedor
le está donando al comprador, existiendo un negocio real oculto que se disimula. También
puede suceder que celebre un acto que no existe, no es real: como cuando se vende un
inmueble, pero en la realidad fáctica el acto no se da, no se ejecuta, tan solo se celebra
para sustraer del patrimonio del vendedor dicho bien a la acción de terceros.
Art. 328 del Proyecto de CCyC: “existe simulación cuando las partes otorgantes del acto
aparente han acordado declarar una voluntad distinta a la real.”

Elementos constitutivos de la simulación:


a) Manifestación de la voluntad que es contraria a la verdadera: a diferencia de
la voluntad viciada por un error, dolo o violencia, aquí las partes acuerdan la
divergencia entre la voluntad interna y la externa. Es querido por ambas partes. Si
hubiera reserva mental u ocultación dolosa, llevaría a la nulidad, pero por vicios
del consentimiento.
b) Acuerdo simulatorio: se ponen de acuerdo para manifestar una voluntad falsa.
Este acuerdo debe ser previo a la manifestación del acto simulado.
c) Propósito u objetivo de engañar a terceros: la finalidad es que el acto aparezca
como válido ante los demás. En general, se realiza con el objetivo de perjudicar a
un tercero, aunque puede existir el acto “incoloro” que busca el engaño, pero no
busca un perjuicio sobre terceros ni los produce.

La simulación como vicio (axiología): la simulación se constituye en vicio si, al momento


del nacimiento del acto, había voluntad sana con todos los elementos internos y sin vicio,
pero que, al ser simulado deviene en ineficaz. Al igual que otros vicios, ataca al principio
de la buena fe, principio que el Derecho sanciona con la nulidad.

Regulación legal: art. 333 CCyC: “La simulación tiene lugar cuando se encubre el carácter
jurídico de un acto bajo la apariencia de otro, o cuando el acto contiene cláusulas que no son
sinceras, o fechas que no son verdaderas, o cuando por él se constituyen o transmiten derechos a
personas interpuestas, que no son aquellas para quienes en realidad se constituyen o transmiten.”
la enumeración allí presente es meramente enunciativa, no taxativa.

Clases de simulación:
❖ Simulación absoluta o relativa: Vélez, lo regulaba en el art. 956

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CÁT. C: Facco


Absoluta: cuando el acto no existe. Las partes no tienen la intención de
celebrar un acto jurídico. Generalmente, se utiliza para defraudar o
perjudicar acreedores, donde se hacen figurar compraventas irreales, que
no ocultan ningún otro acto. Solo para poder quitarlo del patrimonio.
• Relativa: cuando las partes celebran un acto real, pero falsean la realidad
de la naturaleza del acto, del objeto, de su contenido, o de las
modalidades.
❖ Simulación lícita e ilícita: art. 334 CCyC: “La simulación ilícita o que perjudica a un
tercero provoca la nulidad del acto ostensible. Si el acto simulado encubre otro real, éste
es plenamente eficaz si concurren los requisitos propios de su categoría y no es ilícito ni
perjudica a un tercero. Las mismas disposiciones rigen en el caso de cláusulas simuladas.”
lo esencial a la hora de analizar la licitud del acto simulado, será el móvil
determinante de las partes, si buscaban o no infringir la ley, como poner un valor
menor para evadir el fisco, o si se buscaba engañar al acreedor con el fin de quitar
la cosa del patrimonio del deudor. Por eso, se utiliza la figura de interposición de
persona.
❖ Simulación total o parcial:
• Total: cuando en el acto celebrado por las partes todas sus cláusulas son
engañosas o aparentes.
• Parcial: cuando solo una parte del acto es aparente o engañosa. Ej: el
precio no es verdadero o la persona que figura como comprador no lo es,
pero el acto es real.

ACCIÓN DE SIMULACIÓN: frente a la celebración de un acto simulado, el ordenamiento


jurídico le otorga a quienes perjudican con dicha simulación, una acción judicial tendiente
a que caiga el acto que no es sincero o verdadero o a que se corra el velo y se produzcan
los efectos del acto oculto y real. Dicha acción judicial, es la acción de simulación, la cual
puede ser ejercida por una de las partes o bien por un tercero, que vea afectado sus
intereses.

Acción de simulación entre las partes: art. 335 CCyC: “Los que otorgan un acto simulado
ilícito o que perjudica a terceros no pueden ejercer acción alguna el uno contra el otro sobre la
simulación, excepto que las partes no puedan obtener beneficio alguno de las resultas del ejercicio
de la acción de simulación.
La simulación alegada por las partes debe probarse mediante el respectivo contradocumento.
Puede prescindirse de él, cuando la parte justifica las razones por las cuales no existe o no puede
ser presentado y median circunstancias que hacen inequívoca la simulación.”

Legitimación: esta acción la puede ejercer la parte otorgante, que ante la conducta de la
otra parte, se ve perjudicada o bien, simplemente por hacer cesar los efectos perjudiciales
a terceros, o en caso de una simulación lícita y no perjudicial, para que la verdad salga a
la luz. Los sucesores a título universal, se encuentran legitimados para iniciar la acción.

Requisitos de procedencia: el derecho no tolera que quien ha celebrado un acto con el fin
de engañar, luego por circunstancias que lo beneficien pretenda aprovecharse de la
situación y que la ley los proteja como víctimas del acto. La norma, establece como
principio general que la acción para poder ser impugnada por las partes, debe haber sido
lícita.

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CÁT. C: Facco

Sin embargo, existe una excepción para actos ilícitos o perjudiciales que requieren como
condición, que la parte impugnante no se vea beneficiada al hacerlo.

Prueba de la simulación: el art. 335, nos habla del contradocumento, donde se hace
referencia al instrumento público o privado como medio de prueba del acto jurídico que en
él se registra. Es el documento suscripto por las partes en donde dejan constancia de que
celebran un acto jurídico simulado, y dejan constancia de las condiciones y cláusulas
verdaderas de ese acto jurídico. Éste, no modifica ni anula la convención precedente, sólo
tiene la función de comprobar o reconocer la simulación total o parcial del acto al cual se
refiere.
Ahora, en caso de no haberlo, o no ser presentado, el juez debe rechazar la acción. Sin
embargo, el mismo art. 335 dice que el juez debe dar lugar igual a la acción si se justifica
las razones por las que no existe el contradocumento.

Prescripción de la acción: es de dos años, al igual que el resto de los vicios de los actos
jurídicos (art. 2562 CCyC). Éste se cuenta desde que una de las partes se niega a dejar
sin efecto el acto simulado.

Efectos: NULIDAD
Declarada la nulidad del acto, si la simulación es absoluta, el mismo cae y se le aplican
las consecuencias establecidas en el art. 390 CCyC de invalidez de actos jurídicos. Si es
relativa, cae el acto aparente cobrará virtualidad y producirá efectos el acto real, debiendo
ser respetado por las partes. Si el acto oculto también es ilícito o perjudicial, también será
nulo.

Acción de simulación ejercida por terceros: art. 336 CCyC: “Los terceros cuyos derechos
o intereses legítimos son afectados por el acto simulado pueden demandar su nulidad. Pueden
acreditar la simulación por cualquier medio de prueba.”

Legitimación activa: le es concedida a cualquier tercero ajeno a la simulación cuyos


intereses o derechos se vean afectados. Ellos son: acreedores, herederos y conyugue. La
norma establece que puede accionar aquel que tiene un derecho en expectativa el cual se
ve vulnerado por el acto.

Legitimación pasiva: la acción iniciada por el tercero, recae sobre todas las partes de la
simulación.

Prueba de la simulación: los terceros no cuentan con el contradocumento, como sí lo


hacen las partes, por ello, el derecho establece que la acción puede acreditarse por
cualquier medio de prueba (testimonial, pericial, documental, confesional, informativa,
etc.). El juez deberá realizar un análisis integrador de las pruebas a fin de extraer una
convicción. Sin embargo, las pruebas no dejan de ser indirectas, presunciones, y el juez
no tiene certezas, por lo que la jurisprudencia fijó como indicios de existencia de acto
simulado:
• Existencia de una causa “simulandi”: la causa simulandi es el móvil, el porqué del
engaño. Si bien no constituye un requisito de procedencia de la acción, es un
elemento que corrobora o ayuda a la certeza.

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• Situación económica de la o las partes otorgantes: llama la atención si la persona


se encuentra en una condición cuyos recursos económicos no le permitirían
comprar una cosa.
• Inexistencia de ejecución del acto: por ejemplo, resulta extraño que tras la venta
de un inmueble, el vendedor continúe viviendo allí.
• Existencia de vínculos entre las partes otorgantes: si se busca perjudicar a
terceros, se elegirá celebrar el acto con alguien de confianza.
• Precio vil e irrisorio: para evadir el fisco se estipula un precio muy por debajo del
real.
• Momento de la celebración del acto: cuando el momento de celebración del acto
coincide con alguna circunstancia económica, personal, crediticia del otorgante.

Prescripción de la acción: dos años.

Efectos: NULIDAD
a) principio general: El principio general es que una vez aplicada la nulidad, los
bienes que se transmitieron por el negocio simulado, o que fueron adquirido,
ingresarán o regresarán al patrimonio del deudor, y podrán los terceros: si son
acreedores, ejecutar el bien y cobrarse; si son herederos o conyugue, ingresar en
el haber hereditario o ganancial, en beneficio de sus intereses.
b) Efectos frente a acreedores del adquirente simulado y subadquirentes: en base al
principio de buena fe y seguridad jurídica, los efectos generales de nulidad antes
vistos no serán aplicados a todo tipo de acreedores, debiendo distinguir diversas
situaciones. Regulado en el art. 337 CCyC: “La simulación no puede oponerse a los
acreedores del adquirente simulado que de buena fe hayan ejecutado los bienes
comprendidos en el acto.
La acción del acreedor contra el subadquirente de los derechos obtenidos por el acto
impugnado sólo procede si adquirió por título gratuito, o si es cómplice en la simulación.
El subadquirente de mala fe y quien contrató de mala fe con el deudor responden
solidariamente por los daños causados al acreedor que ejerció la acción, si los derechos se
transmitieron a un adquirente de buena fe y a título oneroso, o de otro modo se perdieron
para el acreedor. El que contrató de buena fe y a título gratuito con el deudor, responde en
la medida de su enriquecimiento.”

EL FRAUDE: para unos pocos es actuar dolosamente, para otros, remite a la ilicitud de
violar la ley y, para la mayoría es actuar con el ánimo de engañar.
No existe una definición de fraude en el ordenamiento normativo, por lo que hay que
buscarla en la doctrina. En general, definen al fraude como una maniobra engañosa, que
realizan las partes, para evadir una prohibición legal o causar un daño a terceros,
celebrando un acto jurídico real, válido o lícito al principio. El negocio fraudulento puede
ser en fraude a la ley o a los acreedores.

Fraude a la ley: es la maniobra que se utiliza para evadir una prohibición o aplicación de
una ley imperativa. El negocio de fraude no es ilícito, por ello, Iturraspe dice que dentro de
los negocios antijurídicos debe distinguirse:
a) Actos contrarios a la ley
b) Actos en fraude a la ley
c) Actos que abusan de los derechos que la ley acuerda

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CÁT. C: Facco

La diferencia, es que el acto ilícito infringe a la ley, pero el fraude, es un acto lícito el cual
se utiliza para alcanzar los fines prohibidos.

Fraude a los acreedores: son los actos celebrados por el deudor, que transmiten o
abdican derechos e implican la afectación de su patrimonio disminuyéndolo, de manera
que agrava la insolvencia, acareando la no satisfacción de los créditos en perjuicio de los
acreedores. El fin de ese negocio fue perjudicar a su acreedor. Es decir, que el deudor
celebra una acto jurídico, real, válido, sano, con todos los elementos, pero luego, se
evidencia que su patrimonio se ve disminuido, y que, por tanto, sus acreedores no podrán
cobrarse.

Objeto de la acción de declaración de inoponibilidad: art. 338 CCyC: “Todo acreedor puede
solicitar la declaración de inoponibilidad de los actos celebrados por su deudor en fraude de sus
derechos, y de las renuncias al ejercicio de derechos o facultades con los que hubiese podido
mejorar o evitado empeorar su estado de fortuna.”
A diferencia de los otros vicios, no busca la nulidad del negocio, sino que solo busca que
el acto no se oponible al acreedor.

Actos impugnables:
❖ Actos positivos: el deudor actúa activamente, por oposición a los actos o
conductas negativas u omisiones. Si bien, la acción de inoponibilidad no puede
entablarse contra conductas omisivas, en ciertos casos, cuando las mismas
implican el empobrecimiento del patrimonio o cuando no opone defensa en juicio
que lo liberen de la deuda, como oponer pago, debería otorgarse.
❖ Actos de enajenación de derechos o de renuncia de derechos: por los cuales
o salen bienes empobreciendo el patrimonio, o no se permiten ingresar bienes que
aumenten el mismo. Ej: el rechazo de una herencia.
❖ Actos cuyo objeto son derechos o intereses con contenido patrimonial: la
acción no procede contra aquellos actos que tienen por objeto derechos o
intereses extrapatrimoniales.
❖ Actos sobre derechos perfectos y actuales, o bien, derechos en expectativa,
intereses legítimos y facultades: es decir que la acción puede abarcar tanto los
derechos que reúnen plena exigibilidad como los pendientes, ej. Sometido a plazo.

Requisitos de procedencia de la acción de inoponibilidad:


a) Que el crédito sea de causa anterior al acto impugnado, excepto que el deudor
haya actuado con el propósito de defraudar a futuros acreedores (con anterior se
refiere a que la garantía del acreedor se conforma con el patrimonio que tiene el
deudor al momento de contraer la deuda y los bienes que se van agregando, no a
los anteriores).
b) Que el acto haya causado o agravado la insolvencia del deudor: este requisito es
el presupuesto objetivo del fraude: el perjuicio. Debemos precisar que si el acto
celebrado por el deudor, por más envergadura patrimonial que detente, no causó o
agravó su estado de insolvencia, la acción no procede. No hay perjuicio alguno.
c) Que quien contrató con el deudor a título oneroso haya conocido o debido conocer
que el acto provocaba o agravaba la insolvencia. Elemento subjetivo del fraude. El

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CÁT. C: Facco

acreedor debe probar que quien contrató con su deudor, sabía que el acto
provocaba insolvencia.

Legitimados activos de la acción de inoponibilidad: no se le concede a cualquier tercero


como la simulación, solo a los acreedores del deudor. No hay distinción entre tipos de
acreedores, tanto quirografarios como privilegiados, están legitimados.

Legitimación pasiva de la acción de inoponibilidad: la acción será oponible al deudor que


comete el fraude, asimismo, en los casos de acto a título oneroso, contra quien contrató
con él y terceros subadquirentes cómplices del fraude. Si se trata de actos a título
gratuito, la acción deberá dirigirse al adquirente también.

Efectos:
❖ Entre acreedores: solo beneficia al acreedor o acreedores que iniciaron la acción.
Art. 342 CCyC: “La declaración de inoponibilidad se pronuncia exclusivamente en interés
de los acreedores que la promueven, y hasta el importe de sus respectivos créditos.”
Se diferencia de las acciones de ineficacia ejercidas en el ámbito de quiebras, que
benefician a todos los acreedores.
❖ Entre el acreedor y el tercero adquirente: puede cobrarse directamente del bien
en manos del adquirente, pero cualquier saldo remanente queda en el adquirente.
❖ Entre el acreedor del deudor y los acreedores del adquirente: art. 340 CCyC
párr. 1: “La acción del acreedor contra el subadquirente de los derechos obtenidos por el
acto impugnado sólo procede si adquirió por título gratuito, o si es cómplice en el fraude; la
complicidad se presume si, al momento de contratar, conocía el estado de insolvencia.”
❖ Entre el acreedor y el subadquirente: art. 340 CCyC párr. 2 : “El subadquirente de
mala fe y quien contrató de mala fe con el deudor responden solidariamente por los daños
causados al acreedor que ejerció la acción, si los derechos se transmitieron a un
adquirente de buena fe y a título oneroso, o de otro modo se perdieron para el acreedor. El
que contrató de buena fe y a título gratuito con el deudor, responde en la medida de su
enriquecimiento.”

Extinción de la acción de inoponibilidad: art. 341 CCyC: “Cesa la acción de los acreedores si
el adquirente de los bienes transmitidos por el deudor los desinteresa o da garantía suficiente.”
Cesa la acción si el adquirente de los bienes transmitidos por el deudor, desinteresa a los
acreedores pagándoles el valor de su crédito, o da garantías suficientes que cobrarán su
crédito. Aunque la norma no lo diga, lo mismo sucede con los subadquierentes.

Prescripción de la acción de inoponibilidad: a los dos años. El plazo comienza a correr


desde que se conoció o pudo conocerse el vicio del acto.

EL ACTO LESIVO: es un defecto originario del acto jurídico, en donde existe


inequivalencia en las prestaciones entre las partes, en virtud de que una parte se
aprovecha de la situación de inferioridad de la otra, y que, de no haberse aprovechado, no
hubiese obtenido ventaja patrimonial alguna.

Naturaleza jurídica: vicio del acto jurídico. Hay una parte que la doctrina que la considera
vicio de la voluntad, pero eso no es posible ya que el discernimiento, intención y libertad

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CÁT. C: Facco

no se ven lesionadas, lo que sí se lesiona es la buena fe, que es lo que rige los actos
jurídicos.

Regulación legal: art. 332 CCyC: “Puede demandarse la nulidad o la modificación de los actos
jurídicos cuando una de las partes explotando la necesidad, debilidad síquica o inexperiencia de la
otra, obtuviera por medio de ellos una ventaja patrimonial evidentemente desproporcionada y sin
justificación.
Se presume, excepto prueba en contrario, que existe tal explotación en caso de notable
desproporción de las prestaciones.
Los cálculos deben hacerse según valores al tiempo del acto y la desproporción debe subsistir en
el momento de la demanda.
El afectado tiene opción para demandar la nulidad o un reajuste equitativo del convenio, pero la
primera de estas acciones se debe transformar en acción de reajuste si éste es ofrecido por el
demandado al contestar la demanda.
Sólo el lesionado o sus herederos pueden ejercer la acción.”

Elementos de la lesión:
❖ Elemento objetivo: consiste en la existencia de una ventaja patrimonial
evidentemente desproporcionada y sin justificación. Por ende, se requiere que
para su configuración exista:
• Una ventaja patrimonial a favor de una de las partes del acto jurídico
• Dicha ventaja debe ser evidentemente desproporcionada: debe ser
manifiesta, indudable. Refiere a una desproporción que de no darse los
elementos del instituto no existiría.
• La ventaja no debe encontrar justificación: si tuviera justificación no violaría
la buena fe.
Requisito de subsistencia de la desproporción: la desproporción deberá subsistir al
momento de la demanda, para que ésta puede generar los efectos de nulidad o
reajuste. Ello, atento a que el objetivo de la demanda, es subsanar el desequilibrio.
❖ Elemento subjetivo: existe uno por cada una de las partes
• Elemento subjetivo de la parte lesionada: se puede configurar conforme la
norma, cuando la parte lesionada al momento de otorgar el acto, se encontraba
en algunas de las situaciones descriptas:
a) Necesidad: no sólo es un estado de carencia material, sino también
espiritual traducida en una situación de “angustia o agobio”. La parte se
encuentra obligada a contratar por causa de un peligro para su vida, su
salud, su honor o libertad, entre otras.
b) Debilidad psíquica: se refiere a una patología en su salud mental, que
haga que la persona no comprendía la importancia del negocio
realizado y la contraprestación adecuada que debía recibir a cambio de
su prestación. No es necesario que la persona sea incapaz, solo que al
momento de celebrar el acto no pudiera entender del todo la
envergadura del negocio que estaba realizando.
c) Inexperiencia: falta de conocimientos que se adquieren con el uso y la
práctica. Podemos encontrarla en personas con escasa educación, que
fueron criadas en la precariedad y no han tenido contacto alguno con la
cultura del negocio. También puede darse por la corta edad, entre
otros. Será tarea del juez descifrar si la parte es inexperimentada.

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• Elemento subjetivo de la parte lesionante: exige que quien se beneficia con la


inequivalencia de las prestaciones y obtiene ventaja patrimonial, lo hace atento a
que se aprovechó de algunas de las situaciones planteadas en el sujeto
lesionado. Implica que esta parte tenga conocimiento de ello.
La prueba de la lesión: como regla general, quien acciona deberá acreditar los 3
elementos que edifican la figura: se deberá probar la existencia de una ventaja patrimonial
evidentemente desproporcionada y sin justificación a favor del demandado, y que la
misma sea porque se aprovechó de alguna situación de inferioridad del lesionado. La
norma establece la presunción iuris tantum, presume, salvo prueba en contrario, que
dicha explotación existe en caso de notable desproporción de las prestaciones. O sea
que, el accionante sólo deberá probar el estado de inferioridad, y será la parte
demandada quien, para rechazar la acción, deberá acreditar que dicha explotación no se
produjo.

Acciones. Efectos: en caso de existir vicio de lesión, la parte lesionada o sus herederos,
podrán accionar por la nulidad del acto jurídico, en cuyo caso si el lesionante ofrece
reajustar las prestaciones, deberá convertirse en la de reajuste, o bien optar por
demandar una modificación o reajuste equitativo del convenio.

Legitimación activa: puede accionar el propio lesionado o sus herederos.

Prescripción de la acción: en el antiguo código era de 5 años, ahora es de 2 y se empieza


a computar desde la fecha que la obligación del lesionado debía ser cumplida.

UNIDAD XV: INEFICACIA E INVALIDEZ DE LOS ACTOS JURÍDICOS

EFICACIA: para comprender la ineficacia, primero se requiere de la eficacia, ya que la


primera se da cuando el acto jurídico, no produce los efectos pretendidos, que
satisficieran sus intereses.
La eficacia, importa que el acto produzca sus efectos propios en su totalidad, y para ellos,
debe cumplirse con todos los elementos esenciales para la existencia misma del negocio:
sujeto, objeto, forma, causa. Si no existen estos elementos sanos, no se producirá el
nacimiento, modificación o extinción de la relación o situación jurídica.
Hoy, se habla de dos aspectos de la eficacia:
• Estático: se analiza al momento de la celebración del acto. En su génesis. Si en
este momento el acto se hizo conforme al ordenamiento y se cumplieron todos
los requisitos que hacen a los elementos esenciales, el acto producirá los
efectos buscados.
• Dinámico: se analiza si ese acto que se constituyó, continúa en el tiempo
realizando los fines que las partes tuvieron en miras al celebrarlo. En su etapa
funcional.

INEFICACIA: es la falta de eficacia, o sea, que el acto no produce los efectos que
debería. La doctrina sostiene que es la privación o disminución de los efectos propios del
acto jurídico, debido a la existencia de vicios o vicisitudes.
Hablamos de ineficacia estructural y funcional:

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• Estructural: cuando se dan vicios en la estructura (incapacidad, inidoneidad del


objeto, ilicitud causal, vicios de la voluntad o en la forma), la privación de efectos
se da desde el origen, impidiendo configurar una relación idónea. Prima aquí, la
idea de nulidad.
• Funcional: idóneamente constituido, cuando está en marcha, puede suceder que,
por causas externas a éste, el acto carezca de función económica-social. Existen
circunstancias extrínsecas que producen su descalificación.
Aquí, encontramos a una eficacia que surge de la voluntad de las partes, o de una
de ellas, quienes determinan el cese, la extinción del acto jurídico. Y hablamos de
la rescisión, revocación y resolución. También, encontramos supuestos externos y;
la inoponibilidad derivada de la ley.

Esquema de clasificación de ineficacia: (AZPEITÍA tomo II– PÁG. 290)

Clasificación de ineficacia según de donde emana:


❖ Legal: deriva de la voluntad de la ley y funciona a través de una sanción impuesta
por el propio ordenamiento jurídico al acto. Se agrupan aquí la nulidad y la
inoponibilidad.
❖ Voluntaria: surge de la voluntad de las propias partes, o de una, quienes deciden
extinguir el acto. Se agrupan aquí la rescisión, la revocación y la resolución.
❖ De hecho: surge por el acaecer imprevisible de un suceso externo o por la falta de
una etapa o e alguno de los elementos esenciales. Se agrupan aquí la imprevisión,
frustración del fin y la imposibilidad sobrevenida.

Regulación legal: art. 382 CCyC: “Los actos jurídicos pueden ser ineficaces en razón de su
nulidad o de su inoponibilidad respecto de determinadas personas.”

INOPONIBILIDAD: significa que no es oponible, que no vincula ni afecta a uno o varios


sujetos. Es una categoría de ineficacia cuya causa es originaria, pero aveces debe
complementarse con una circunstancia sobreviniente

Diferencia entre la inoponibilidad y la nulidad: la nulidad hace a la validez del acto jurídico,
mientras que la inoponibilidad hace a la eficacia.

Clases de inoponibilidad:
➢ Positiva: cuando el acto jurídico tiene efecto entre las partes y es inoponible a
terceros. Ej: una compraventa en fraude a los acreedores del deudor.
➢ Negativa: cuando el acto es ineficaz entre las partes, pero conserva todos sus
efectos frente a terceros. Ej: nulidad del matrimonio respecto a quienes de buena
fe hubiesen contratado con los conyugues.

Fuente: la inoponibilidad es una causal de ineficacia que surge de la ley, al igual que la
nulidad. Se diferencia de las demás ineficacias sobrevinientes, las cuales surgen de la
voluntad de las partes o por un hecho ajeno a ellas.

Efectos: art. 396 CCyC: “El acto inoponible no tiene efectos con respecto a terceros, excepto en
los casos previstos por la ley.”

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Oportunidad de invocar la inoponibilidad: art. 397 CCyC: “La inoponibilidad puede hacerse
valer en cualquier momento, sin perjuicio del derecho de la otra parte a oponer la prescripción o la
caducidad.”

Prescripción: depende del caso particular. La prescripción de 2 años, sólo se establece


para el pedido de inoponibilidad nacido del fraude.

NULIDAD: es una sanción legal que recae sobre un acto jurídico y que lo priva de sus
efectos propios, en razón de que, en su nacimiento, no reúne las condiciones necesarias
para su validez.

Caracteres:
a) Es una sanción
b) Legal: sólo puede ser establecida por la ley, no de la voluntad de las partes ni por
disposición de un tercero.
c) Que se aplica a los actos jurídicos: no a los hechos jurídicos ni a los simples actos
lícitos.
d) Priva al acto jurídico de sus efectos propios: atento a un vicio o defecto existente
ab origine. Si bien el acto no producirá sus efectos propios, la nulidad producirá
otros efectos, como consecuencia directa de la causa que la origina.

Clasificación de las nulidades:


❖ Nulidad absoluta o relativa: la distinción radica en el interés protegido. Art 386
CCyC: “Son de nulidad absoluta los actos que contravienen el orden público, la moral o
las buenas costumbres. Son de nulidad relativa los actos a los cuales la ley impone esta
sanción sólo en protección del interés de ciertas personas.”
Consecuencias de la nulidad absoluta: (art. 387 CCyC)
o Puede ser declarada de oficio si es manifiesta al momento de dictar
sentencia
o Puede alegarse por el Ministerio Público y por cualquier interesado
o Excluye a aquel que alegue su propia torpeza para lograr un provecho (se
limita la posibilidad de articular la nulidad a quien haya actuado de mala fe
y luego pretenda obtener un provecho de dicha declaración).
o No puede sanearse por confirmación ni por prescipción
Consecuencias de la nulidad relativa: (art. 388 CCyC) o sea que:
o Solo puede ser declarada a pedido de la parte en cuyo beneficio se
establece
o No puede ser invocada por el Ministerio Público
o El acto puede ser confirmado
o La acción es prescriptible
o La acción es renunciable
❖ Nulidad total o parcial: el fundamento de la distinción es la homogeneidad o
heterogeneidad de las cláusulas, confirmando si al separarlas, cumplen igual o no
la función económica-social perseguida. Siguiendo a Cifuentes, consideramos que
la nulidad parcial, podrá declararse por el juez cuando la parte válida del negocio,
posea eficacia funcional, garantizando el cumplimiento de los efectos perseguidos
por las partes.

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Integración en los casos de nulidad parcial: Busca el principio de conservación.


Art. 389 CCyC: “Nulidad total es la que se extiende a todo el acto. Nulidad parcial es la
que afecta a una o varias de sus disposiciones.
La nulidad de una disposición no afecta a las otras disposiciones válidas, si son
separables. Si no son separables porque el acto no puede subsistir sin cumplir su finalidad,
se declara la nulidad total.
En la nulidad parcial, en caso de ser necesario, el juez debe integrar el acto de acuerdo a
su naturaleza y los intereses que razonablemente puedan considerarse perseguidos por
las partes.” Dicha integración debe efectuarse teniendo en cuenta…
a) el análisis de la intención práctica.
b) Las circunstancias del caso
c) La naturaleza del negocio
d) Las reglas de la buena fe
Esta disposición ha sido receptada por la doctrina civilista principalmente
reparando sobre dos aspectos: a qué actos jurídicos alcanza y el alcance de la
facultad que se le otorga a los jueces.
La integración de las cláusulas tendrá amplia aplicación en materia contractual,
pero no en materia testamentaria, debido a la naturaleza de los testamentos, ya
que no hay “partes”.
❖ Nulidades expresas y manifiestas: esta clasificación se basa a priori de analizar
si encontramos en el texto de una norma jurídica que se prescribe en su
enunciado las frases “bajo sanción de nulidad”, “es nulo”, “será nulo”, etc. Lo cual
sería nulidad expresa. Por el contrario, si sin venir declarada directamente por el
supuesto de hecho de una norma, se deduce o infiere, por contravenir un acto
jurídico al orden público, las buenas costumbres o normas imperativas, la nulidad,
estaremos frente a la nulidad implícita o virtual.
Hay que aclarar, que la existencia de nulidades virtuales no significa que el juez
pueda declararla a su antojo, sino que la mayoría de los casos requieren de una
interpretación integral.
Mucho tiempo se discutió acerca de si existían ambas formas o solo la expresa
(opinión que compartían la doctrina francesa y el CC) pero se concluyó que ambas
son posibles y; si bien no existe una norma legal vigente, la nulidad surge de la
ley, puede estar establecida en el ordenamiento de cualquiera de las dos formas,
lo que requerirá que el juez realice un análisis integrado.

Efectos de la sanción de nulidad:


➢ Efectos entre las partes: art. 390 CCyC: “La nulidad pronunciada por los jueces
vuelve las cosas al mismo estado en que se hallaban antes del acto declarado nulo y
obliga a las partes a restituirse mutuamente lo que han recibido. Estas restituciones se
rigen por las disposiciones relativas a la buena o mala fe según sea el caso, de acuerdo a
lo dispuesto en las normas del Capítulo 3 del Título II del Libro Cuarto.”
La nulidad declarada provoca que las cosas vuelvan al estado en el que estaban
antes de la celebración del acto, y por ende, que las partes restituyan lo que
mutuamente hubieran recibido. Si sólo una parte recibió sólo ésta deberá restituir.
En caso de que el acto jurídico aún no se hubiere ejecutado, la declaración de
nulidad implicará que no se pueda exigir el cumplimiento de dicho acto.
Restitución de frutos y productos: conforme al art. 1935 CCyC:

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Frutos: - si la parte que debe restituir actuó de buena fe, los frutos percibidos y los
naturales no percibidos, son suyos.
- si la parte que debe restituir es de mala fe, debe restituir los frutos percibidos y
lo que por su culpa deja de percibir.
Frutos pendientes: corresponden a quien tiene el derecho de restitución,
independientemente de que quien poseía la cosa actuó de buena o mala fe.
Productos: deben restituirse los productos obtenidos de la cosa, ya sea de mala o
buena fe. La diferencia con los frutos es que los productos no se regeneran y
disminuyen la cosa que se debe restituir.
Reparación de los daños: conforme el art. 391 CCyC: “Los actos jurídicos nulos,
aunque no produzcan los efectos de los actos válidos, dan lugar en su caso a las
consecuencias de los hechos en general y a las reparaciones que correspondan.”
el deber de reparación es autónomo del de restitución que dice el art. 390.
➢ Efectos frente a terceros: art. 392 CCyC: “Todos los derechos reales o personales
transmitidos a terceros sobre un inmueble o mueble registrable, por una persona que ha
resultado adquirente en virtud de un acto nulo, quedan sin ningún valor, y pueden ser
reclamados directamente del tercero, excepto contra el subadquirente de derechos reales
o personales de buena fe y a título oneroso.
Los subadquirentes no pueden ampararse en su buena fe y título oneroso si el acto se ha
realizado sin intervención del titular del derecho.”
Principio general: es que la declaración de nulidad es oponible a los terceros,
aquellos que no fueron parte del negocio nulo. Implica que toda transmisión de
derechos reales o personales sobre cosas registrables que se haya efectuado,
queda sin efecto y deben ser restituidos.
Excepción: es la protección de aquellos terceros subadquirentes de derechos
reales o personales sobre cosas registrables a título oneroso y que son de buena
fe.
Buena fe y diligencia: una parte minoritaria de la doctrina opinaba con la buena fe
registral (con solo realizar el “estudio de título” certificando que el bien se
encuentra bajo la titularidad de quien transmite el derecho, lo releva de toda
indagación). Pero, la tesis mayoritaria, que hoy se encuentra afianzada, opina que
no basta con la buena fe registral.
Transmisión a non dominio: se excluye de tutela a los subadquierentes que a
reciban aquellos derechos cuando el titular del mismo no hubiera intervenido.

Modos de interponer la nulidad: art. 383 CCyC: “La nulidad puede argüirse por vía de acción u
oponerse como excepción. En todos los casos debe sustanciarse.”

Prescripción de la nulidad relativa: el art. 387 CCyC establece que la nulidad absoluta es
imprescriptible, mientras que la relativa prescribe a los 2 años y se computa conforme al
art. 2563 CCyC: “En la acción de declaración de nulidad relativa, de revisión y de inoponibilidad
de actos jurídicos, el plazo se cuenta:
a) si se trata de vicios de la voluntad, desde que cesó la violencia o desde que el error o el dolo se
conocieron o pudieron ser conocidos;
b) en la simulación entre partes, desde que, requerida una de ellas, se negó a dejar sin efecto el
acto simulado;
c) en la simulación ejercida por tercero, desde que conoció o pudo conocer el vicio del acto
jurídico;
d) en la nulidad por incapacidad, desde que ésta cesó;

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e) en la lesión, desde la fecha en que la obligación a cargo del lesionado debía ser cumplida;
f) en la acción de fraude, desde que se conoció o pudo conocer el vicio del acto;
g) en la revisión de actos jurídicos, desde que se conoció o pudo conocer la causa de revisión.”

CONFIRMACIÓN DEL ACTO JURÍDICO: es la actividad expresa o tácita, formal o


informal, del sujeto que puede pedir la nulidad relativa de un acto jurídico, mediante la
cual se confiere a ese acto la validez de la cual carecía.
Art. 393 CCyC: “Hay confirmación cuando la parte que puede articular la nulidad relativa
manifiesta expresa o tácitamente su voluntad de tener al acto por válido, después de haber
desaparecido la causa de nulidad.”

Naturaleza jurídica: es un acto jurídico, atento a que quien realiza la confirmación, lo hace
con el fin inmediato de transformar un negocio inválido, en uno impugnable, liberándolo de
la nulidad.

Clases de confirmación:
• Expresa: cuando la parte otorga un acto jurídico de confirmación en el que declara
su voluntad de invalidar el acto jurídico.
• Tácita: cuando la parte ejecuta voluntariamente el acto jurídico sujeto a nulidad.

Actos susceptibles de confirmación: sólo los que adolecen una nulidad relativa, no
absoluta. El fundamento es que la nulidad relativa viene a proteger los derechos de los
particulares, y éstos, pueden subsanar los vicios que aquejan al acto para evitar la
nulidad.

Requisitos para la confirmación:


a) Legitimación: quien otorga el acto jurídico de confirmación, es la parte que tiene
derecho a interponer la acción o excepción de nulidad.
b) Tipo de negocio a confirmar: debe ser un acto jurídico sujeto a nulidad relativa.
c) Cese de la causa de nulidad: la doctrina entiende que sólo es procedente y
válida la confirmación si desapareció el vicio o defecto que pesaba sobre el acto.
De lo contrario, si subsisten las causas de nulidad, el acto de confirmación sería
pasible, a su vez, de nulidad.
d) No se requiere la conformidad de la otra parte: es un acto unilateral, donde sólo
se manifiesta la parte que es titular de la acción de nulidad.

Forma de confirmación:
• Expresa: si el acto se hizo mediante un instrumento formal solemne, deberá
hacerse del mismo modo. Ej: si se hizo por escritura pública, la confirmación debe
ser por escritura pública. Si el acto es no formal, no hay forma en especial, puede
otorgarse por medio de cualquier instrumento.
• Tácita: implica la ejecución total o parcial del acto. La confirmación tácita no
existirá si el acto no se ejecutó, o si lo hizo forzosamente, pues no dan los
supuestos de hecho para que se configure la misma.

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Efectos de la confirmación:
➢ Entre las partes: produce efectos retroactivos, debiendo diferenciar si se trata de
actos entre vivos o de última voluntad. Art. 395 CCyC: “La confirmación del acto entre
vivos originalmente nulo tiene efecto retroactivo a la fecha en que se celebró. La
confirmación de disposiciones de última voluntad opera desde la muerte del causante.
La retroactividad de la confirmación no perjudica los derechos de terceros de buena fe.”
➢ Frente a terceros: la retroactividad de la confirmación, no perjudica los derechos
de terceros de buena fe, les es inoponible.

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